Rocco

“Rocco Siffredi is to pornography what Mike Tyson is to boxing or Mick Jagger is to rock’n’roll:
A living legend”

Rocco Antonio Tano, más conocido artísticamente como Rocco Siffredi, es un actor, director y productor de películas pornográficas, de nacionalidad italiana, hoy de 53 años, que en la industria del porno se lo conoce como “El Semental Italiano”, conocido por sus escenas sexuales extremas; que ha hecho al menos 690 películas como actor, y 327 como director; tomó su nombre artístico del personaje Roch Siffredi, interpretado por Alain Delon en la película de gánsteres francesa, “Borsalino” (1970)
Todo inició cuando Siffredi conoció al actor porno, Gabriel Pontello en un club de sexo francés en 1985, y fue presentado al productor Marc Dorcel, y al director Michel Ricaud, quien lo lanzó en su primer papel pornográfico, “Attention Fillettes...” (1987), en la que realizó sexo anal.
Siffredi, luego se alejó de la pornografía, y trabajó como modelo, pero regresó al negocio después de 2 años con la ayuda de la actriz porno Teresa Orlowski.
Continuó en la actuación tanto en la pornografía basada en una trama, como en el “gonzo”, con estilos de sexo que van desde lo ordinario, hasta lo extremo.
Sin embargo, fueron las actuaciones de Siffredi que incluían sexo anal, así como el sexo rudo y su intensidad psicológica y atletismo, lo que le valió el reconocimiento y, en última instancia, un culto.
A través de la colaboración con el estudio de John Stagliano, Evil Angel, y luego el suyo propio, Rocco Siffredi Produzioni, con sede en Budapest, como intérprete y director, Siffredi se convirtió en una de las personalidades más poderosas y reconocibles de la pornografía.
“Rocco tiene mucho más poder en esta industria que cualquier actriz”, comentó Stagliano en 2001; de hecho, Siffredi ha acreditado a Stagliano como su mentor a lo largo de los 30 años de su carrera.
Sobre su estilo de rodar, la actriz Bobbi Starr dijo:
“Una chica que haya estado con él... le dirá que ha hecho cosas con él, que nunca harían con nadie más”
Hablando de sus compañeras actrices, Siffredi dice:
“Quiero ver la emoción... el miedo... los ojos que se asombran al ser sorprendidos”
No obstante, Siffredi es uno de los pocos actores de la pornografía que disfrutan del atractivo y el éxito en otros segmentos de la industria cinematográfica:
En 1999, apareció en la controvertida película de Catherine Breillat, “Romance X”
Su actuación fue seguida por un papel específicamente escrito para él, por la misma directora en la película de 2003, “Anatomie de l'Enfer”, en el que él interpretó a un hombre gay, que se involucró sexualmente con una mujer.
Ambas películas presentaban escenas sexuales no tan explícitas, que involucraban a Siffredi.
En 2011, apareció en “Matrimonio a Parigi”; y en 2012, hizo un cameo como él mismo en la exitosa comedia francesa, “Porn in The Hood”
Siffredi, también ha participado en la televisión italiana, incluyendo anuncios de televisión para Amica Chips, una comida para aperitivos, que han generado una considerable controversia, y que ha sido sacado del aire; y en una serie documental sobre su vida; al tiempo que ha aparecido en varios vídeos musicales.
Actualmente Siffredi está casado Rosa Caracciolo, seudónimo de Rosza Tassi, una actriz porno húngara, naturalizada italiana, hoy de 45 años, desde 1993.
En su época de actriz porno, Rosa Caracciolo grabó exclusivamente con su esposo, con quien tuvo 2 hijos:
Lorenzo de 21 años, y Leonardo Siffredi Caracciolo de 18 años.
Caracciolo fue Miss Hungría en 1990, se casó con Rocco y al poco tiempo entró en el negocio de las películas porno:
De 1993 a 1998, trabajó exclusivamente con su esposo, cuando ella protagonizó la película “Tarzan, Il Figlio de La Jungla” (1994), dirigida por Joe D'Amato, en México.
Hablando de su sexualidad, Siffredi discutió su adicción al sexo como emergiendo de “algún tipo de diablo en mí”, y habló de sí mismo, “que a veces me envía fuera de mi mente”
Habló de pedirle a Dios, la intervención del espíritu de su madre Carmela, cuya fotografía siempre lleva.
En junio de 2004, Siffredi declaró que se retiraría del porno por el bien de sus hijos, y en su lugar, se centraría en la dirección y la producción; el problema es que Rocco lleva años intentando encontrar un “heredero al trono”, pero no es una tarea fácil:
Pensó que lo encontró en Nacho Vidal, pero luego Nacho hizo su propia fama.
Siffredi continúa dirigiendo filmes porno, y estuvo ausente como actor durante casi 5 años; sin embargo, la frustración sexual y la decepción como director con su talento masculino, y el estado de la industria porno en general, llevó a Siffredi a regresar como actor en 2009.
“My kids are growing up and I cannot just say:
“Dad's going to work, support the family”
They want to know more”
Rocco es un documental francés, del año 2016, escrito y dirigido por Thierry Demaizière & Alban Teurlai.
Protagonizado por Rocco Siffredi, Rosa Caracciolo, Abella Danger, James Deen, Gabriele Galetta, Mark Spiegler, Kelly Stafford, John Stagliano, Leonardo Tano, Lorenzo Tano, Mike Angelo, entre otros.
Rocco Siffredi es una leyenda viva del porno.
Su madre quería que fuera sacerdote, y con su bendición, se convirtió en un artista incondicional, dedicando su vida a un solo Dios:
El Deseo Sexual.
En Rocco, Siffredi lo revela todo, incluso si a veces significa romper su propio mito:
Su historia verdadera, sus comienzos, su carrera, su esposa y sus hijos... y la última revelación que cambiará su vida para siempre.
Este documental es un relato “detrás de las escenas del mundo del porno y sus estrellas” como nunca antes visto, siendo el retrato de un verdadero gigante.
Siffredi recuerda aquí sus primeras experiencias sexuales, cuando sintió “un irrefrenable impulso en la entrepierna” a los 8 años y, sobre todo, repasa los acontecimientos que han marcado su vida:
La muerte de su hermano Claudio, y la relación con su madre.
Al recordar esta última, Rocco hace una confesión que ni siquiera su mujer conoce:
“El día del funeral de su madre, volvió a sentir ese impulso sexual al abrazar a una mujer de 80 años, amiga de su madre que lloraba tras su fallecimiento.
En ese momento se bajó los pantalones, y la anciana le practicó una felación…
El documental, muestra así parte de la vida del actor porno italiano, a unos días antes de su “retiro”
La película es algo gráfica en mostrar el trabajo del actor, su relación con Gabriele Galetta, su primo y principal productor/director que lo ha acompañado por más de 25 años.
También conocemos a algunas de las actrices, muchas procedentes de Europa del Este, que apenas hablan inglés/italiano/francés.
¿Será por ello que las contratan, y porque son “baratas”?
La narración intercala momentos de la vida del actor, como su relación extraña con su madre, y algunos de los “gajes” del oficio, como las surreales peleas con Gabriele, pues todas las escenas se hacen sin guión, ni trabajo previo, sino todo sobre la marcha, partiendo de ideas que van siendo discutidas con todo el mundo presente.
Impagable las caras de las actrices y los ayudantes cuando eso sucede…
Así como también, se muestra que a Rocco ya le pesan sus 53 años; y aunque sigue siendo “potente”, ya no es tan atractivo como antes, por lo que el documental se vuelve bastante egocéntrico alrededor de su figura, por su tamaño del pene, su agresividad sexual, su fama y “belleza”
Eso lo dicen las chiquillas reclutadas para las escenas, de las mismas edades de sus hijos, Leonardo y Lorenzo, que si bien ellos salen en la película en pocos momentos, se les pregunta sobre lo que opinan del trabajo del padre, a lo que uno, el más crítico dijo que “espera ser más famoso que él, en un trabajo más convencional”
Esa declaración arranca en Rocco una mirada y unas emociones que lo llevan a decidir abandonar el negocio, además del sumo de muchas cosas que aquí se detallan...
Otro dato es lo que opina la esposa, que para ella, el trabajo de Rocco es uno como cualquier otro, y dice no conmoverse porque su esposo bese y copule con miles de mujeres…
Así, ante su esposa, Rosza Tassi, y ante sus 2 hijos se mostraba un padre responsable, que había dejado a un lado su carrera y sus fantasmas.
Pero, mientras, no paraba de traicionarlos a ellos, y a sí mismo.
“Es un hombre lleno de lágrimas, héroe y antihéroe, crucificado entre sus deseos y la incompatibilidad de estos con su familia”, afirman los directores.
“El pene arranca y acabas haciendo cosas que ni querrías.
Luego sales y vomitas”, sostiene Siffredi.
Tanto que cuando vio “Shame” (2011), el filme sobre un adicto al sexo protagonizado por Michael Fassbender, sintió algo más que identificación:
“Era yo”
El mismo Rocco se planteó acudir a algún sexólogo, pero:
¿Qué le contaría?
Llegó a tendencias autodestructivas:
“Llevaba el coche a 200kph, esperando sufrir un accidente.
Me subía a un avión, y deseaba que precipitara”, relata.
Y se sentía “asqueroso” cada vez que Tassi o sus hijos le sonreían.
Finalmente, su participación en el “reality show” llamado “L'Isola dei Famosi”, fue el punto de partida para el proceso que culmina en Rocco:
“Vaciarme”
Confesó todo, a su familia y al público.
Y retomó su carrera hasta hoy.
Por tanto, en el documental se ve cómo rueda su última secuencia como actor.
Jura que solo se dedicará a dirigir, producir, y a dar clases en La Academia del Porno que pondrá en marcha en Budapest.
La verdad, el documental resultó ser bastante inquietante, descarado, ególatra, melodramático, y hasta sobreactuado, pues se quiere dar la imagen de que las mujeres gustan ser golpeadas, sometidas, escupidas, abusadas sexualmente por hombres como Rocco, obviamente no dicen nada del dinero que ganan, y lo que gana Rocco con ellas, así como se dan declaraciones de muchachillas de apariencia latina, que son reclutadas por un hombre muy desagradable, Spiegler, que no les queda otra que poner su cara y decir, que les gusta el porno duro…
Es el propio Siffredi, quien pone a prueba a las actrices que pasan por su estudio, haciéndoles todo tipo de preguntas sobre sus preferencias sexuales; pero quizá uno de los aspectos más interesantes del documental, es el retrato que hace de la mujer…
En este sentido, se perfilan 2 tipos de mujeres:
Las que se adaptan a las exigencias del guión y son incapaces de argumentar su participación en este mundo; y las que defienden con vehemencia su trabajo, aportando incluso una visión feminista.
El primer tipo de mujer, queda ilustrado en 2 jóvenes procedentes de la agencia del estadounidense, Mark Spiegler, quienes aceptan sin dilación repetir una secuencia porque, aducen, “somos chicas Spiegler, hacemos siempre lo que nos piden”
Estas mujeres explican que les encanta el sexo brutal, que las peguen mientras las penetran…
Una dice que, “chupársela a 100 personas en la playa, fue como pasar un día en la oficina”
Otra muestra una foto de su espalda ensangrentada y llena de heridas tras haber recibido latigazos...
Sostiene que le encantó, que disfrutó mucho, tanto que eyaculó...
La grabación, incluye imágenes del propio Spiegler, quien celebra ante Rocco y su primo, el buen estado del sector, con ganancias récord en los últimos años.
¡Lamentable!
Y la cabra loca, Kelly Stafford, que dice amar a Rocco por el porno duro que comparten, y la colocan en una caballeriza, acicalando caballos… alguna alegoría extraña tiene todo eso, ella misma se ve que está loca o automedicada, y aun así, sorprende saber todo lo que dice respecto a la mujer.
Irónicamente, ella es la encargada de lanzar el alegado feminista, una actriz retirada tras su maternidad, y quien defiende ante la cámara que, si se dedicó al porno, fue sencillamente porque quiso:
“Soy una mujer fuerte.
La sumisión no es humillante:
¿Por qué debería avergonzarme si soy yo la que gozo?”, destaca la actriz para después defender su trabajo.
Por último, Rocco “se pensiona” en una película en la que él carga una cruz, como Cristo del Porno, y pasa la batuta a otro abusador sexual:
James Deen.
Técnicamente, la película no tiene nada de especial, es como un “detrás de cámaras” alargado de un filme porno, donde no brilla el profesionalismo, y se evidencia más lo aficionado.
Aquí no se habla de dinero, ni de derechos humanos, ni de leyes, ni de derechos de la mujer…
Nada, es un filme bastante pesado sobre un ególatra, y todo lo que ha hecho con sus 24cm de carne.
“Mi sono sempre definito a metà tra un animale ed un uomo, comunque nel pieno rispetto degli altri.
Sono un istintivo puro e agisco come tale.
Pensando ad un animale, adoro le scimmie…”
El documental Rocco, sobre el actor porno, tiene más de lavado de cara que de documental.
Thierry Demaizière y Alban Teurlai dijeron:
“Estábamos rodando una película sobre la danza clásica en París, cuando recibimos una oferta de una productora, para hacer una película sobre la industria del porno en EEUU.
Empezamos, pero no estábamos muy inspirados, entonces nos propusimos hacer una serie de retratos de actores porno.
Uno de ellos era Rocco Siffredi.
Fuimos a Budapest, donde pasamos un día con él, y nos convenció de que en realidad, él era el tema de la película, por lo que al final decidimos hacerlo.
Conseguimos la luz verde de la productora, y así creamos el documental”
En primer lugar, los 2 colaboradores acordaron y se encargaron de concentrarse en Rocco Siffredi, y de seguir al actor porno durante 2 años, con su consentimiento, en su vida privada, con su esposa y sus 2 hijos, sino también en el set con sus compañeros, aparte de los momentos del actor en solitario, donde reflexiona sobre su vida.
Por su propia opinión, el actor pasó por el peor período de su vida, que se refleja en su cara envejecida.
Rocco, el documental disponible en NETFLIX, es un registro del adiós de la estrella porno masculina más grande de todos los tiempos, desnuda como nunca antes.
“Si me haces famoso un día, te lo pagaré”, dijo el actor.
Rocco Tano, un niño de origen humilde, nacido en Ortona, Italia, dirige este rezo al mismísimo Satanás.
En los primeros minutos de metraje se ve un primer plano de la contundente cualidad anatómica del actor de 53 años, “el diablo entre mis piernas” como le define.
Elegante blanco y negro, cámara lenta, Rocco está en la ducha.
Parece cansado, abatido.
El agua corre por una figura esculpida en gimnasios a punta de pesas y golpes.
Exuda rudeza, ese cuerpo que le provoca dolor por el esfuerzo, y que imprime dolor y placer en otros.
Sus fans lo saben... es parte de su fama y leyenda.
Las actrices con las que trabaja, lo saben aún más.
A partir de ahí, mientras medita un regreso después de haberse retirado definitivamente, le vemos trabajar entre bastidores en la industria del porno.
Habla con las chicas de la conveniencia del sexo anal para triunfar en su carrera, y les mete los dedos en la garganta hasta que se les caen las lágrimas…
La parte más sospechosa, es cuando las chicas con las que trabaja le besan, le adoran…
Le dicen cuántas ganas tienen de trabajar con él.
Se derriten con su mirada.
Nada más verle, empiezan a acariciarle el miembro para saludarlo...
Así, Demaizière y Teurlai, siguen a Rocco por Budapest, Italia y Los Ángeles, mientras organiza los últimos proyectos como actor, delante de las cámaras, pues a los 52 años ha decidido que es suficiente.
Las razones son similares a las de hace un poco más de una década, en su primer retiro:
La familia.
Pero subyace otro motivo:
Se confiesa adicto al sexo, y de trabajar como pornógrafo no es precisamente un paliativo.
“Rocco Siffredi me ha hecho prisionero”, dijo.
Más que una biografía, Rocco es una mezcla de “docu-reality” y visita a la psique del actor que ha protagonizado y dirigido más de un millar de películas para adultos desde 1987.
La estrella con un miembro de 24 centímetros, energía de atleta olímpico en el set, y cuyo estilo se ha endurecido con los años, hasta convertirse en especialista en dominación y maltrato sexual, aún pregunta a su madre muerta, si está bien lo que hace...
“Se masturba en el baño mientras mi madre me observa a hurtadillas.
Una experiencia surrealista”, dice.
Para Rocco, el género femenino es una pasión, y un permanente descubrimiento.
Con lógica de scout, se impone jamás decepcionar a una mujer, porque “Rocco debe estar listo, siempre y para siempre”
Bajo esa regla ha sostenido relaciones sexuales con chicas de 18 hasta ancianas octogenarias.
En el set, trata a las actrices con una mezcla que involucra excitación, sinceridad, brutalidad y paternalismo.
Les pregunta directamente, si les gusta el sexo anal, ser sumisas o agresivas, si tienen problemas con el dolor...
Tras bambalinas, vemos cómo abundan las actrices porno de Europa del Este, que se comunican en un rudimentario inglés.
Apenas dominan este impulso de trabajar con “una gran estrella”, como le comenta una actriz, sabiendo que el sexo será violento y humillante.
También queda claro, que la decisión final, es de las chicas…
Una le dice a Rocco, que no puede más tras varios días de filmación.
No es dolor físico; no es cansancio.
La expresión vacía dice que algo se quebró en su interior.
Yace sudorosa y desnuda, Rocco le acaricia el cabello.
Ella pregunta cuánto queda por filmar.
Él se tapa la mirada como un niño avergonzado...
Tras una filmación capturada con clase por Demaizière y Teurlai, nuevamente en impecable blanco y negro, el reparto se dirige a las duchas.
Ellos, exultantes, bromean como hombres en camerino.
Ellas, silenciosas, resaltan las marcas del sexo rudo en sus cuerpos, laceraciones, el maquillaje desbordado, la expresión aturdida de quien aún no decodifica por completo la experiencia reciente.
Por otra parte, Rocco tiene un primo, Gabriel.
Él le asiste como camarógrafo, y trata de dar algún sentido a las escenas.
En Gabriel hay un artista histriónico y sensible, que colisiona constantemente con la impaciencia y el pragmatismo de Rocco.
Cuando le explica el contexto de las secuencias que quiere plasmar, la pregunta de la estrella es siempre la misa:
¿Cuándo follamos?
Gabriel se proyecta en Rocco; él era un empleado bancario, pero envidiaba a su primo por intimar con mujeres hermosas y ser adorado.
Cuando se probó como actor, simplemente no pudo...
Rocco tuvo que suplir su lugar.
Y es que Rocco tiene una antagonista:
La actriz británica, Kelly Stafford de 39 años, toda una leyenda por cuenta propia, tanto que ha sido la estrella de algunas de las secuencias más extremas del italiano, como realizador e intérprete.
El “gang bang” es prácticamente un trámite en su filmografía; pues Kelly ha ido más allá.
Legendarios son sus videos sosteniendo sexo con desconocidos en las calles, incluyendo ancianos y pordioseros.
Si alguien intenta ponerse rudo, Kelly golpea de vuelta.
“Rocco y yo somos iguales”, explica en un establo mientras cepilla a un purasangre…
“Me gusta el sexo rudo, porque es la forma más pura que puede haber.
Está dentro de mí…
Si 2 personas están de acuerdo, es lo que es”
Por tanto, Kelly es convocada para la última escena estelarizada por Rocco, donde el actor decide a manera de redención, que debe ser maltratado y humillado, como Cristo...
Pero el documental también soslaya otros detalles más personales:
Su esposa, Rosa Caracciolo, explica que no le afecta el trabajo de su marido.
Con las demás, solo es sexo, en cambio con ella “hace el amor”
Rocco no lo ve así.
Cree que a Rosa le afecta su actividad, y es uno de los motivos que desliza para su jubilación.
Ella dijo que cuando estuvo fuera de las cámaras, Rocco tocó fondo:
“Recurrió a prostitutas, hombres y travestis”, y por ello, le pidió que volviera al set.
Pero se supo que tras el documental, Rocco Siffredi nunca se ha ido de la pornografía; sigue trabajando en una nueva veta, los “castings”, donde personalmente prueba a las actrices.
Solo este año, ha publicado 17 cintas; donde uno de sus hijos se ha convertido en su asistente como camarógrafo.
Hasta ahora, Lorenzo Tano solo se limita a estar tras el lente…
Tiene una novia hace 5 años, y no pretende traspasar límites.
A diferencia de su padre, “el diablo entre sus piernas” aún no le seduce…
Aquí es donde surge la gran sorpresa y el interés de este documental.
Por otra parte, el primo Gabriele, que hizo su carrera, por no decir su vida junto a Rocco Siffredi como camarógrafo y director, es perfectamente consciente de esta dependencia de su primo, sobre todo cuando intenta convencer a Rocco de que está en su mejor momento, y que no tiene que retirarse.
Pero se nota que Gabriele está celoso cuando nadie le hace ni caso, cuando intenta ser un poco original en los rodajes, como en la escena donde Rocco le suelta:
“Aquí no se viene a hacer grandes escenas, sino a follar”
Este personaje es cuasi-trágico, y realmente se lleva a veces el documental hacia su lado con sus opiniones, atención a la escena final, en la que una imagen vale más que mil palabras…
Rocco, también ha querido darles voz a las actrices del mundo del porno.
Vemos a un Rocco que se preocupa, que se toma el tiempo para conocerlas un poco mejor antes de ir al acto de masacrarlas sexualmente, preguntándoles lo que les gusta en el sexo, hasta dónde pueden llegar, y hasta dónde puede permitirse ir con ellos.
Pero la mirada de los directores va más allá de la voluntad de renovar y redimir la imagen del falópedo, conocido en el sector por su dureza y trato hostil con las actrices a la hora de rodar, para abordar de manera transparente el mundo del porno y sus consecuencias.
Es precisamente entre bastidores de esos rodajes porno, donde Thierry Demaizière y Alban Teurlai se quitan la máscara, y alargan los planos, centrándose en los ojos de las actrices una vez se ha gritado “corte” en el set:
Se muestran unos rostros muy jóvenes, de sonrisas fugaces llenas de sueños de fama y dinero, para las cuales el porno es una salida de emergencia, pero cuya carrera no sobrepasará los 6 meses.
Las conversaciones robadas y la tristeza inherente a todo el funcionamiento de la industria, funciona mucho más cuando no es Siffredi el que está protagonizando la escena con su pseudo intelectualidad, dejando a la vista unos terrenos en los que apetecía más ahondar.
Incluso el glamour de las “porn stars” asentadas, que viajan alrededor del mundo con salarios de infarto, se destruye cuando las vemos repasar los anales y orgías de la semana próxima a bordo de una furgoneta conducida por su manager rumbo al aeropuerto…
Es por eso que pese a ser un documental eminentemente explícito, y de temática sexual, consigue no hacerte sentir lo que podrías sentir viendo la escena rodada.
Y ése es uno de sus grandes logros, como también lo es, normalizar un trabajo que, como dice una liberada Kelly Stafford, “se acaba convirtiendo en algunos casos en toda una carrera, llena de esfuerzos, sacrificios y autoconocimiento personal”
A pesar de todo, Siffredi es un buen narrador, magnético, atractivo y educado.
Sabe dónde puntuar, lo que tiene que decir, y cómo.
No son únicamente sus 24 centímetros lo que le han convertido en el mayor “porn star” europeo de la historia, y se empeña en demostrarlo en cada escena, dejando un par de potentes anécdotas para el recuerdo que consiguen humanizar al personaje más allá de su pene.
Es precisamente cuando se sincera alrededor de su adicción al sexo, cuando vemos a un Rocco más vulnerable, de la misma manera que las únicas lágrimas verdaderas parecen ser las que hacen referencia a su difunta “mamma”
Cuando Siffredi deja de intentar mostrarse como buen padre, como buen compañero de rodaje, y se muestra como un hombre cansado por una vida tóxica de la que no puede escapar, el documental consigue cotas de aparente verdad.
Es en esos breves momentos, donde también brilla el cuidado retrato de los personajes secundarios, tan presentes y necesarios como el propio Rocco para entender la dimensión del mundo que se quiere retratar.
Especialmente, Gabriele Galetta, el primo de Rocco, encargado de dirigir y montar sus secuencias durante años, convertido ahora en un hombre frustrado, carcomido eternamente por la sombra de su primo, y que bien merecería un film para él solo.
El problema final, es que es un documental, no una metaficción, y se le exige una crítica más profunda a la figura que se analiza.
Aunque se intenta lo contrario, predominan más luces que sombras en una historia donde todo es oscuridad.
Y es que esta película aparentemente fue hecha por Rocco, financieramente.
Ya que no hay nada sobre la vida real de Rocco, y trató de idealizar una estrella porno.
En primer lugar, no pudimos aprender, cómo empezó su carrera...
La película nunca nos informa, que la esposa de Rocco solía ser una actriz porno ella misma…
En lugar, ella dibuja una esposa conservadora.
¿Por qué Siffredi rueda en el extranjero, y decidió estar en Budapest?
Por lo menos, 2 puntos podrían ser explicados por Rocco.
Se supo que la esposa se enamoró y decidió solo rodar con él, para luego retirarse; y que Italia pone muchos “peros” para las producciones XXX.
En la superficie, encuentro a un hombre demasiado varonil para admitir que él puede necesitar un cierto tipo de tratamiento para ocuparse de qué puede ser un desorden de su mente.
Sujeta al espectador a su estado atormentado, y se rodea de capacitadores que validan su dios único y regalo, la sexualidad.
Es literalmente un juego de la pasión.
Pero al tiempo, es uno de los documentales más inquietantes que he visto respecto a la sexualidad, muy a pesar de que sus jóvenes compañeras habían consentido en trabajar con él, y ser golpeadas y ahogadas, él se aprovecha abierta y claramente de sus vulnerabilidades.
Básicamente, este documental lo muestra abusando de las mujeres en repetidas ocasiones, hasta el punto de que están llorando y gritando para que se detenga…
Los ahoga, los golpea, los hace llorar, y continúa haciéndolo a pesar de que claramente no lo están pasando bien.
En un punto, una de ellas está en lágrimas observándolo destruir a una compañera, presumiblemente petrificada en lo que ella está a punto de pasar por sí misma.
Y si eso no es lo suficientemente malo, porque parece que él piensa que todo es un gran chiste, y está orgulloso de que le dejen hacer lo que quiera.
Es bastante obvio para el espectador, que no se sienten como si estuvieran en una posición de decir que no por el momento, hasta que se dan cuenta de lo duro que las golpean, o que van a ser ahogadas hasta el punto de vomitar.
Es todo lo que puede llegar a ser horrible, comercialmente en la industria del porno; porque vende y muchos millones.
A tal punto que ahora, si no hay penetración anal, no hay escena porno, y más si es sin condón, y se riegan por dónde les dé la gana… si quedan embarazadas, no es su problema…
Lo peor de todo es que parece pensar que, después de que la escena haya terminado, darles un abrazo y un beso, hace que su despreciable trato con ellas esté bien.
Absolutamente no correcto, y es horrible de ver.
Algunas cosas positivas sin embargo, te das cuenta aún más, lo triste que es el negocio porno, y cómo una marca, “Rocco”, puede hacerte hacer casi cualquier cosa a cualquier persona, sin consecuencias morales.
Y las pocas entrevistas personales con Rocco, también fueron algo positivo.
Me hubiera gustado más de eso.
“Más y más profundo”, como lo dijo una chica reiteradas veces…
Y es que el porno siempre ha sido machista, las mujeres ni tenían orgasmos...
Hoy ha cambiado muchísimo, ahora mismo hay cosas que ni se imaginan...
Para los directores:
“No hemos mostrado el falso goce de las mujeres, sino sus heridas y dolor.
No negamos que la pornografía sea sexista, y no escondemos nada, era nuestra principal preocupación.
Sin embargo, el documental también muestra que la verdad es más compleja e incómoda”
Los cineastas confían en que Rocco tenga más mercado que el actual cine pornográfico.
Por su parte, Siffredi cree que “Internet lo ha destruido al 100%.
Ahora cualquiera se graba con el móvil, y lo sube gratis.
Los nuevos ricos del sector, no son los productores, sino quien sabe usar la Red”
En resumidas cuentas, Rocco es vocacionalmente una larga confesión en marcha.
Todo a la mayor gloria del retratado, a la vez que anuncia su retirada.
Lo que surge ante el espectador básicamente, es el relato profundamente narcisista de un tipo condenado por la necesidad de justificarse; por el empeño de sacudirse el estigma:
“He sido prisionero de mi propia existencia”, dice convencido quizás, de estar tal vez diciendo algo con sentido; y así, grotesco por pretendidamente sincero, se muestra auténtico en su elemental desmesura.
La impresión que deja el documental, es que Rocco sale al paso de las múltiples críticas que ha recibido a lo largo de su vida, por la agresividad y la violencia con la que trataba a las mujeres; mientras los testimonios de las actrices/víctimas, que aseguran disfrutar muchísimo con ese tipo de sexo, no parecen sinceros.
Por lo que llega al punto que Rocco se muestra como una víctima de la vida, y un hombre adorable.
El porno aparece como un trabajo vocacional en el que todo el mundo se lleva de maravilla.
Por supuesto, su mujer le entiende, sus hijos están orgullosos, y Rocco Siffredi es, de forma necesaria, un mito.
Y que lo sea es precisamente lo que hace del documental una pieza tan relevante en la que nada se oculta.
Todo queda a la vista; e importa menos lo que se enseña de Rocco, y más lo que se muestra de nosotros mismos, como espectadores del propio Rocco.
Más allá del documental, Rocco puede verse a sí mismo como un verdadero drama íntimo sobre un hombre de extrema complejidad, tocado mentalmente, con los omnipresentes fantasmas de su difunto hermano y madre; a veces oscuro y torturado; y verdaderamente sufriendo cuando admite que la pornografía es parte de él, y que no será capaz de prescindir.
“It's not for my body, it's all about it, but for family reasons”
La pornografía es para Rocco Siffredi, una forma de reinterpretar, negativamente, las obsesiones de un catolicismo barroco, a veces con humor y conciencia de sí.
Es una historia de Italia, “de esta adorable Italia en la cual, según Balzac, la religión es un exceso, y los excesos religión”
Y es justamente una metáfora religiosa la que suele usar Siffredi para hablar de su profesión:
“La pornografía, a veces, es una cruz pesada de llevar”, tanto que fue el tema de su última escena como actor; porque en 30 años de carrera, Rocco Siffredi sigue siendo la estrella pornográfica masculina más grande; de hecho sus amigos dicen que tiene 2 vidas:
La de padre de familia, y la de dueño de un título, un mito; uno que él mismo dice, pagó el alto precio en su vida personal.
A pesar del renovado éxito, Siffredi anunció su retiro una vez más en 2015, poco después de aparecer en el programa italiano de televisión, “L'Isola dei Famosi”, que lo vio desnudo y solo en una playa durante una semana:
“Nunca me sentí tan desnudo como entonces, estaba solo y me dio mucho tiempo para pensar en lo que es importante, y me di cuenta de que no quiero perder mi esposa.
Hace más de un año, empecé a sentirme incómodo en el frente de la cámara... algo dentro de mí ha cambiado”
Sobre su decisión de regresar como actor en 2009, Siffredi relató:
“Hablé con mi esposa, y ella dijo que es mi problema solamente, no le pertenece a ella ni a los muchachos.
Nunca te lo pedimos, así que si quieres volver, solo regresa”
Sin embargo, después de un largo período de intenso trabajo, con mucho tiempo lejos de su casa en Italia, Siffredi anunció su jubilación de nuevo en 2015, por el bien de su matrimonio:
“Hoy puedo ver a mi esposa, ella es la máxima prioridad.
Ella merece tener lo que quería desde el primer día, estar solo conmigo sin compartir con otras chicas”
Mientras que Caracciolo dijo:
“Lo conozco muy bien y lo amo por quién es, veamos cómo será la nueva versión de él”
Sin embargo, Rocco ha continuado actuando detrás de cámaras en títulos como “Rocco One on One” y “Rocco Intimate Castings”
¿Termina así la trayectoria fílmica de un mito de la industria?
Desde pequeño, Rocco Tano soñó con ser una estrella del porno.
Todos le dieron la espalda, sus hermanos, hasta alejaban sus hijos de él.
Todos salvo su madre, que fue la única que se mantuvo a su lado:
“Si es lo que quieres, hazlo”, le dijo.

“Ho un demonio tra le gambe”



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