Creature from The Black Lagoon

“Centuries of passion pent up in his savage heart!”

Se conoce como “humanoides anfibios y piscinos” a las personas con las características de peces o anfibios, han aparecido en toda la mitología, la criptozoología, el folclore y la ficción; como Tritón el hijo de Poseidón.
El “monje del mar”, también llamados “peces-monje”, fue una criatura marina encontrada de la costa oriental de la isla danesa de Selandia, casi ciertamente en 1546; fue descrita como “peces” que se veían superficialmente como un Monje, y estuvo mencionado y representado en el cuarto volumen del famoso “Historiae Animalium” de Conrad Gesner; que también hizo referencia a un monstruo similar encontrado en el Fiordo de Forth, según Boecio, y un avistamiento en la costa de Polonia en 1531.
El criptozoologo, Bernard Heuvelmans, creía que el informe estaba basado en el descubrimiento de una morsa.
Recientemente, se ha sido sugerido que sea un tiburón ángel Squatina squatina, el cual es generalmente llamado “monkfish” en inglés, o “munk” en noruego y danés.
Mientras el “Obispo de Mar” o “Pez Obispo”, fue un tipo de monstruo marino reportado en el siglo XVI; que según la leyenda, fue llevado ante El Rey de Polonia, quien deseaba mantenerlo cautivo; y también fue mostrado a un grupo de Obispos Católicos, a quienes el Pez Obispo hizo señas, apelando a ser liberado; se le concedió su deseo, pero apenas quedó libre, hizo La Señal de La Cruz, y desapareció en el mar.
Se dijo que su aspecto era mitad de hombre mitad de pez, con la cabeza calva, y una especie de capucha.
Otro fue supuestamente capturado en el océano, cerca de Alemania en 1531; el cual se negó a comer, y murió después de 3 días; y fue descrito y dibujado en el cuarto volumen del famoso libro de Conrad Gesner.
Jenny Clack, de la Universidad de Cambridge, descubrió un anfibio fósil, encontrado en los restos de lo que una vez fue un pantano fétido, y lo llamó “Eucritta melanolimnetes”, literalmente, “la criatura de la laguna negra”
Así como las criaturas del pantano, son criaturas humanoides similares a los peces, o se asemejan a las pilas vivientes de fango del pantano, que viven bajo el agua, y ocasionalmente salen a la superficie, pero solo cuando son provocados.
Dentro de la leyenda y el mito folk americano moderno, un ejemplo notable es el monstruo Honey Island Swamp de Luisiana.
Otro ejemplo notable, es la Criatura del Pantano del Río May, que junto con otras criaturas raras y espectaculares, ocupan las marismas y zonas supralitorales de las tierras bajas de Carolina del Sur, cerca de Bluffton, en Carolina del Sur.
Las representaciones populares de criaturas del pantano, se producen en medios populares como los comics de Marvel con Man-Thing y DC con Swamp Thing.
También han aparecido en películas antiguas, sobre todo “The Creature from The Black Lagoon” (1954)
En todos estos casos, demostraron súper fuerza, adaptabilidad submarina extrema, escupida de barro posible, y una actitud aterradoramente mala.
El término “criatura del pantano”, ha tenido particular resonancia en la política, donde el mundo político a menudo se conoce como “un pantano”, y sus ocupantes se llaman “criaturas del pantano” o “monstruos del pantano”
El horripilante Donald Trump, por ejemplo, ha sido llamado una “criatura del pantano” en un artículo de opinión del Washington Post.
En el cine de ficción, tenemos a Abe Sapien y los monstruos ranas de los comics de “Hellboy”, y se le identifica como un icthyo sapien, parecido a un hombre pez; o el hombre anfibio, también conocido como el “activo”, en la película de drama de fantasía estadounidense “The Shape Of Water” (2017)
Así, los monstruos clásicos, llamados “Monstruos de la Universal”, son los monstruos que aparecen en las películas clásicas de terror de Universal Pictures, en su mayoría, basados en monstruos clásicos de la literatura, y que incluyen los que aparecen en las películas:
“Dr. Jekyll and Mr. Hyde”, “The Hunchback of Notre Dame”, “The Phantom Of The Opera”, “Dracula”, “Frankenstein”, “The Mummy”, “The Invisible Man”, “The Wolf Man” y “Creature from The Black Lagoon”, y sus respectivas y numerosas secuelas.
El Universo Cinematográfico de Los Monstruos Clásicos, es catalogado como el primer universo cinematográfico de la historia; y por lo general se incluye como monstruos clásicos, o sus equivalentes a:
El Conde Drácula, El Monstruo de Frankenstein, El Dr. Jekyll y Mr. Hyde, La Momia, El Hombre Lobo, El Monstruo de La Laguna Negra, El Fantasma de La Ópera, El Hombre Invisible, Igor, King Kong, Godzilla, el creado por Toho, y distribuido por Universal, etc.
Específicamente, el Gill-man, comúnmente llamado “The Creature” es el principal antagonista de la película de ciencia ficción en blanco y negro de 1954, “Creature from The Black Lagoon” y sus 2 secuelas:
“Revenge Of The Creature” (1955) y “The Creature Walks Among Us” (1956)
Y es el último miembro sobreviviente de una raza de humanoides anfibios que floreció durante La Edad Devónica, una división de la escala temporal geológica que pertenece a La Era Paleozoica, que comenzó hace unos 416 millones de años, y terminó hace unos 359 millones de años, donde surgen los primeros anfibios; y donde también proliferan varias líneas de artrópodos terrestres; y que al final del período, se produjo la extinción masiva del Devónico, que afectó gravemente a la vida marina.
El Hombre-Gill, bautizado por El Dr. Thompson en el filme de 1954, moraba en una laguna ubicada en una zona inexplorada de la selva amazónica.
La criatura, aparentemente era conocida por los nativos, ya que el capitán del barco Rita, mencionó las leyendas locales de un “pez hombre”
Después de haber encontrado los restos fosilizados de otro Gill-man, un instituto de biología marina, financia una expedición al Amazonas para encontrar más restos.
Aunque Gill-man reacciona violentamente a la intrusión, desarrolla un punto débil para la única miembro femenina del equipo, Kay, y en repetidas ocasiones intenta secuestrarla, llegando incluso a construir una presa improvisada para evitar que su bote se escape.
Después de haber matado a numerosos miembros de la expedición, la criatura lleva a Kay a su guarida submarina, donde es localizado por los supervivientes restantes, y acribillado a balazos.
La criatura intenta escapar nadando profundamente en la laguna, pero muere por sus heridas.
El Gill-man, es completamente anfibio, capaz de respirar dentro y fuera del agua.
Como se muestra en la primera película, es vulnerable a la rotenona; y también posee una fuerza sobrehumana, que se muestra extravagantemente en la segunda y tercera películas; también posee grandes manos palmeadas con garras afiladas en la punta de cada dedo.
La piel escamosa de Gill-man es extremadamente dura, lo que combinado con un factor de curación de acción rápida, le permite sobrevivir heridas que serían fatales para los humanos, como disparos e inmolación completa.
Como se muestra en la tercera película, la criatura tiene un conjunto inactivo de pulmones, si sus branquias se dañan irreparablemente.
El Gill-man es ligeramente fotofóbico, debido a su hábitat de aguas turbias.
El 35% de la sangre de Gill-man, está compuesta de corpúsculos blancos que carecen de núcleo.
La popularidad del Gill-man como un monstruo icónico del cine, lo ha llevado a numerosas apariciones, incluyendo un episodio de “The Munsters” en 1965, llamado “Love Comes to Mockingbird Heights”, usando el nombre “Uncle Gilbert”; y en la película “The Monster Squad” (1987), y un espectáculo teatral “Creature From The Black Lagoon: The Musical” de 2009.
A pesar de esta popularidad, Gill-man aparece en la menor cantidad de películas de todos los Monstruos de Universal.
“We must have the proof!”
Creature from The Black Lagoon es una película de terror y fantasía, del año 1954, dirigida por Jack Arnold.
Protagonizada por Richard Carlson, Julia Adams, Richard Denning, Antonio Moreno, Whit Bissell, Nestor Paiva, Ricou Browning, entre otros.
El guión es de Harry Essex y Arthur A. Ross; y es uno de los títulos fundamentales de los años 50; cuya trama se basa en una leyenda suramericana.
El productor, William Alland, miembro del Mercury Theatre de Orson Welles, la escuchó del director de fotografía Gabriel Figueroa, quien le dijo que en La Amazonia vive una criatura que una vez al año rapta a alguna joven que viva en las aldeas cercanas.
Tras oír la historia, el productor decidió adaptarla a una película para Universal Pictures; y según el director Jack Arnold, la película buscaba crear una atmósfera de terror basada en el miedo a lo desconocido:
“Juega con un miedo básico que las personas tienen respecto a lo que podría estar bajo la superficie del agua.
Usted conoce esa sensación cuando está nadando, y algo roza su pierna, se asusta muchísimo si no sabe qué es.
Es el miedo a lo desconocido; y decidí explotar este miedo tanto como sea posible al filmar Creature from The Black Lagoon”
Los planos subacuáticos del monstruo, observando a Julia Adams nadando en el lago, influyeron enormemente en la película de “JAWS” (1975), incluso la banda sonora; además, el efecto de sonido que ilustra el rugido de la criatura, fue utilizado por Steven Spielberg tanto en el final de “Duel” (1971) como en la ya mencionada película del tiburón.
De hecho, esta cinta dirigida por Jack Arnold, hace énfasis no sólo en la criatura, sino en el viaje emprendido por un grupo de científicos/aventureros por lo más profundo de La Selva Amazónica en busca de un monstruo salido de tiempos prehistóricos, y cuyo encuentro con el hombre moderno, probará ser fatal.
Creature from The Black Lagoon se filmó en 3D, y originalmente se proyectó mediante el método de luz polarizada.
La audiencia usó lentes con filtros polarizadores grises, similares a los más comúnmente utilizados en la actualidad; pero debido a la breve moda del 3D en 1950, había alcanzado su punto máximo a mediados de 1953, y se estaba desvaneciendo rápidamente a principios de 1954, y la audiencia vieron la película como “plana” en 2D; y por razones de mercadotecnia, se emitió un especial corto de comedia televisiva, antes del lanzamiento de la película “Abbott and Costello Meet The Creature from The Black Lagoon”, donde Ben Chapman retomó su papel de Gill-Man para el programa.
La acción de Creature from The Black Lagoon tiene lugar cuando una expedición en El Amazonas ha encontrado restos fósiles de una criatura anfibia.
El Dr. David Reed (Richard Carlson), y su novia, Kay Lawrence (Julia Adams), encabezan una investigación científica para encontrar más rastros.
Internados en el río, descubren que los ayudantes que habían quedado custodiando la zona del hallazgo, han sido atacados por una criatura salvaje.
Mientras tanto, la excavación avanza sin resultados, y El Dr. Reed propone investigar el final del afluente, que desemboca en la llamada Laguna Negra, donde puede encontrarse parte de la tierra desprendida por las aguas del río, y hallar el resto de los fósiles.
Pero una criatura humanoide los acecha desde el agua, y pronto comenzará a atacar a los integrantes de la expedición.
Creature from The Black Lagoon cuenta con un presupuesto bajo, que hace visibles los pocos medios, pero es un ejemplo de buena serie B, con un Jack Arnold que crea una gran atmósfera, y genera el suspense adecuado en su corto metraje, además de tratar con respeto al espectador, mezclando bien la fantasía con la ciencia y el terror.
Una obra con un gran halo de fantasía, que muestra curiosidad por lo desconocido, y se sitúa en el mundo submarino, lo que se oculta bajo unas profundidades de las que sabemos muy poco aún, como podría haber escogido el espacio exterior, para mostrar cómo la vida podría evolucionar o adaptarse de distintas formas, y cómo decidimos interactuar con ella.
Creature from The Black Lagoon generó 2 secuelas:
“Revenge Of The Creature” (1955), que también fue filmada y lanzada en 3D, con la esperanza de revivir el formato; y “The Creature Walks Among Us” (1956), filmada en 2D.
La criatura, también conocida como Gill-man, generalmente se cuenta entre los monstruos más famosos de Universal, por lo que la hizo un clásico del cine de terror, y del subgénero “monstruo enamorado de chica” que inauguró “King Kong” (1933)
“Creature from a million years ago!... every man his mortal enemy... and a woman's beauty his prey!”
Universal Pictures siempre fue “la casa del terror”, comenzando desde los años 30, con sus producciones clásicas de Drácula y Frankenstein, siguiendo por La Momia y El Hombre Lobo, los estudios de Carl Laemmle siempre sobrevivieron a último momento, gracias a algún hit del género; y  conociendo que el horror era la panacea de sus problemas financieros, La Universal siempre intentó ampliar su panteón de monstruos clásicos, sin demasiado resultado.
Ya en los 40 y los 50, las secuelas de vampiros, licántropos y toda la troupe de monstruos estaban bordeando el agotamiento del público, y no faltaría mucho para que se iniciara la decadencia, desde el enfrentamiento de monstruos entre sí, o “monsters bash”, hasta su inclusión en comedias como la saga de Abbott y Costello.
En los 50, con el despertar de un nuevo subgénero, “los monstruos atómicos”, el estudio intentaría subirse al género revitalizado con algunas obras originales.
Y de todos los experimentos de Universal, el único que se sumaría al panteón clásico de monstruos, sería Gill-man, el apodo con que se le conoce a La Criatura de La Laguna Negra.
Todo inició cuando el productor William Alland, asistía a una cena de 1941 durante el rodaje de “Citizen Kane” (1941) en la que interpretaba al reportero Thompson; cuando el director de fotografía mexicano, Gabriel Figueroa, le contó sobre el mito de una raza de criaturas, mitad peces y mitad humano, en El Río Amazonas.
Alland escribió notas de cuentos tituladas “The Sea Monster” 10 años después; y su inspiración fue “La Bella y La Bestia”
En diciembre de 1952, Maurice Zimm lo expandió, que Harry Essex y Arthur Ross reescribieron como “The Black Lagoon”; y tras el éxito de la película 3D, “House of Wax” en 1953, Jack Arnold fue contratado para dirigir la película en el mismo formato.
Así, en plena Selva Amazónica, se advierte la presencia de unos fósiles que podrían tener un gran valor a nivel científico; y un grupo de expedicionarios se prepara para llegar al lugar donde se encuentran.
Los Dr. Mark Williams (Richard Denning) y David Reed, son los 2 expertos buceadores e ictiólogos imprescindibles para acometer esta expedición que completan al margen de guías nativos, junto al Doctor Adams y la bella Kay.
Ésta última, había obtenido un puesto como investigadora, a merced del apoyo mostrado por el ambicioso Mark.
David Reed y Kay, se adentran en El Amazonas buscando la correspondencia a un pedazo de fósil con forma de mano membranosa, y ya de entrada, la idea del beneficio económico se impone sobre todo lo demás.
Para el banquero Mark Williams, el posible hallazgo del fósil, solo se financia por la fama que puede traer, y no por las cuestiones evolutivas que despertaría.
Una vez instalados en una zona pantanosa, la tripulación de un pequeño barco llamado Rita, se prepara para recabar información que confirme la presencia de fósiles que datan de fechas prehistóricas.
No obstante, la muerte de uno de los guías, devela que algo vivo y de gran tamaño pervive en el fondo marino.
La ruta hacia La Laguna Negra se asfalta entonces con dobles intenciones y agendas cruzadas, que no encuentran acomodo en los ánimos de David y Kay, pero sin embargo, se dejan notar cada vez que no encuentran algo, como un recordatorio de que el mundo sigue movido por la ambición, y nunca por la sencilla maravilla de que un ancestro nuestro salió del océano, para dejarnos evolucionar.
Aunque todo cambia una vez en la negra masa de agua cerrada:
Algo se mueve bajo la superficie, y dispara las imaginaciones o terrores de las personas que se encuentran atrapadas en ella.
La Criatura, se asoma levemente entre los musgos del fondo oscuro, persigue inadvertidamente a cada uno de sus visitantes... pero en sus gestos no hay intención depredadora, sino curiosidad, sorpresa, o un notable instinto de auto-preservación.
Esos hombres que han invadido su hábitat con arpones y fuego, no le inspiran confianza, y el único culpable es de nuevo nuestra soberbia, la que nos hace reclamar todo territorio como si siempre hubiera sido nuestro.
Se comprueba perfectamente cuando Kay se atreve a darse un baño:
Pese a lo que la banda sonora de Joseph Gershenson nos intente hacer creer, el hombre anfibio está cautivado por la mujer de piernas delicadas y blanco bañador, que ha saltado al agua por diversión, al contrario que sus compañeros, y despierta en él, la curiosidad de no hallarse solo en la procreación biológica.
Sin embargo, a ese remanso de paz, pronto le siguen voces feroces, acciones violentas, o focos inquisitivos que interpelan al ser marino:
No deja de ser curioso, que la comprensión siempre se nos acaba cuando toca ser generoso con el espacio conquistado; y se podría juzgar a La Criatura por las muertes que provoca, pero ni aun así, se justificaría la invasión de su privacidad, o la persecución a la que se le somete, incluso cuando se quiere retirar a su gruta.
Sus ojos brillantes en una jaula, nos recuerdan que, al contrario que los animales, y exactamente igual que los humanos, aguarda, planea... y siente terror y rencor.
Ver a La Criatura y David pelear, no me hace pensar en un hombre y una bestia, sino en 2 animales que han chocado en la exploración del territorio, y se enfrentan por la hembra a proteger, por mucho que nos pueda parecer defensa de alguna “humanidad”; y en su conclusión, este relato amazónico dibuja un triste retrato de nuestra especie:
La única que ansía alcanzar las estrellas, el futuro de lo que será, pero nunca se preocupará de respetar las especies de las que desciende.
Hemos roto completamente con nuestro pasado, y ahora somos nosotros los que impedimos salir del agua a los aparentes monstruos que fuimos.
Valga eso como testimonio de lo poco que valoramos de dónde venimos, mientras arrasamos allá donde vamos.
Aún con todo, queda una esperanza, cuando David ve más allá del monstruo, y perdona a la sufrida Criatura; porque tiene tanto derecho a vivir, como a que lo dejen en paz en su laguna.
La tensión entre los personajes enriquece la cinta y el argumento.
Hay una puja entre los que tienen una mentalidad puramente científica, y quienes ven a la expedición, como una vía para hacer negocios.
En el medio queda la forma en que el hombre se relaciona con la naturaleza que viene a ser el tema sobre el que reflexiona el film:
“El hombre como predador”
Respecto a las escenas de terror, son desiguales; algunas de las que se desarrollan bajo el agua están mal envejecidas; no obstante, a medida que avanza la película van mejorando; y paradójicamente, el monstruo por momento termina siendo más peligroso en tierra.
El increíble estilo del legendario director, no se puede evitar; sin embargo, que el filme carezca de originalidad, ya que “La Mujer y El Monstruo” tiene muchos puntos en común con otros clásicos del género; al igual que en “Frankenstein” o su continuación, “Bride Of Frankenstein”, existe ese sentimiento de desamparo y soledad del ser distinto.
La Criatura de Frankenstein y El Hombre Lobo, por nombrar otro ejemplo del género, son monstruos a su pesar:
Uno fue creado monstruoso, y el otro lo es por una maldición, y en esta cinta Creature from The Black Lagoon, es un monstruo porque así lo ven los demás, no ven a un ser que intenta sobrevivir, sólo piensan que debe ser capturado.
También posee el típico elemento de ver a la desdichada criatura enamorada de la hermosa, y normalmente rubia protagonista; por lo que la película tiene algunas metáforas que en mayor o menor medida, el guión de Harry Essex y Arthur Ross, aunque Arnold también colaboro, logra sacarle provecho; entre dichas metáforas encontramos:
Las 2 caras de la lucha por la supervivencia, tanto la de los expedicionarios, como la de La Criatura, aunque en este caso, los hombres quedan peor parados que el mismo monstruo, así tenemos a los cazadores y científicos que, aunque superficialmente tengan motivos diferentes, en el fondo lo que ambos buscan es “fortuna y gloria”
Lamentablemente, el guión falla en el eje central de la historia:
El desarrollo de un personaje femenino más interesante, a pesar de los intentos por darle mayor profundidad a la chica, esta no pasa de ser un mero adorno y objeto del deseo de los 3 personajes principales, con lo cual se le resta profundidad y empatía al enamoramiento de La Criatura.
En ese aspecto está a años luz de la mítica “Bride Of Frankenstein”
Otra dispara directamente a los instintos ocultos del individuo, tanto del masculino como del femenino; y se trasluce la pulsión de la relación primitiva, no por extinta, sino por remotamente sexual del género humano, aún presente, aunque oculta.
Por un lado, el impulso del macho estructurado como animal reproductor; y por otro, el miedo de la hembra receptora ante los instintos sexuales y la fuerza física de su congénere varón.
Pulsión que queda no sólo negada en las sociedades desarrolladas, oculta en el fondo de La Laguna Negra de la película, sino brutalmente reprimida, aunque digna de estudio, si bien perturbador.
El juego de identificaciones es aquí, por tanto, para el espectador masculino al menos, múltiple, puesto que pueden proyectarse en el propio monstruo a la vez que en los 2 galanes que buscan, atrapan, y vencen al primitivo hombre anfibio.
Finalmente, el amor civilizado vence sobre el mero acto reproductivo animal, para sosiego del orden social y moral.
Y para muchos “La Mujer y El Monstruo” es otra de las adaptaciones hechas de “La Bella y La Bestia”
Cabe destacar que todas las apariciones del monstruo, en Creature from The Black Lagoon son extraordinarias, combinando a la perfección la sugerencia, y el mostrarlo para ver de qué es capaz, tanto en su faceta más pura de instinto animal, como en su faceta más tierna y sentimental; por lo que la música remarca siempre la misma melodía cuando el monstruo aparece en escena, siendo sencilla pero muy eficaz, porque ayuda a darle tensión y suspense a todo el relato.
Las relaciones entre los personajes están bastante bien, con posturas distintas de qué hacer con el monstruo, entre ellos, dándole así algo más de rigor al relato.
También se establece una conexión medio erótica entre la chica y el monstruo, en la gran secuencia de los 2 en el agua.
Y si se quiere, las represalias del monstruo son totalmente justificables, ya que lo balean y lo arponean mientras intenta defender su territorio.
En cuanto la barcaza se adentra en La Laguna Negra, comienza para el espectador una aventura fascinante en la que Arnold y su operador de fotografía, William Snyder, nos presentan un mundo submarino oscuro, misterioso, silencioso, con el peligro siempre acechando tras la vegetación y tras la oscuridad, son magníficos los planos del buceador solitario en medio de la inmensa negrura; donde Arnold exprime al máximo el contraste de la belleza y la inocencia de Kay, con la fealdad y los instintos primigenios del monstruo.
Por cierto, una bella que sorprendentemente, ofrece un “look” estival tan amplio como sugerente; y a pesar de dichos detalles, por demás algo comprensibles al tratarse de un filme de género, Jack Arnold demuestra su acostumbrada pericia tras las cámaras, regalándonos unas increíbles secuencias submarinas, ayudado en este apartado por James Haven, amén de sacar el mayor provecho posible de su cumplidor reparto.
De hecho, esta película se realizó bajo Universal Pictures, uno de los estudios que durante la época realizó muchas de las películas de ficción y terror como herramienta fundamental para combatir los problemas financieros que enfrentó; y otorgó a Creature From The Black Lagoon, un tratamiento que iba más allá de su acostumbrado estilo de serie B; pues el tono de la película es ambicioso, con enormes parajes selváticos, increíbles, aunque algo largas; tomas submarinas, y un elenco muy eficaz en el que destaca la heroína en peligro, Julia Adams.
Espectacular cuando se mete en su bañador blanco, lo que sin duda explica y justifica las apetencias de La Criatura.
El hoy icónico monstruo, está también muy bien representado y, coherentemente con su naturaleza anfibia, se ve mucho más amenazante cuando está dentro del agua, que cuando da sus torpes pasos en tierra firme; las tomas acuáticas, además, son impresionantes incluso hoy en día, más aun teniendo en cuenta que el “stuntman” que interpretaba a La Criatura bajo el agua, Ricou Browning, tuvo realmente problemas estando metido en el traje del monstruo, y sin la ayuda de los sofisticados efectos especiales de hoy en día, toda una proeza que sin embargo no le mereció ni siquiera una mención en los créditos.
El diseñador del Gill-man aprobado, fue el animador de Disney, Milicent Patrick, aunque su papel fue deliberadamente minimizado por el maquillador Bud Westmore, que era El Jefe del Departamento de Maquillaje de Universal en ese momento, quien durante medio siglo recibiría el mérito exclusivo de la concepción de La Criatura.
Jack Kevan, que trabajó en “Wizard Of Oz” (1939), e hizo prótesis para los amputados durante La Segunda Guerra Mundial, creó el mono o traje entero; mientras que Chris Mueller Jr., esculpió la cabeza.
El primer diseño para el disfraz de La Criatura, fue modelado curiosamente según la estatuilla del Oscar otorgada por La Academia de las Artes y Las Ciencias Cinematográficas; pero el diseño fue rápidamente desechado, sin embargo, el último traje de criatura de gomaespuma y látex, se parece muy poco al premio.
La aparición de La Criatura, se basó en los grabados en madera del siglo XVII, de 2 extrañas criaturas llamadas “Sea Monk” y “Sea Bishop”
La cabeza final de La Criatura, estaba basada en la del “Sea Monk”, pero la cabeza descartada original se basaba, en la del “Sea Bishop”
Ben Chapman hizo de Gill-man en la mayoría de las escenas rodadas en Universal City, California.
Muchas de las escenas de agua, en la parte superior, fueron filmadas en Rice Creek, cerca de Palatka, Florida; pero el disfraz le impedía a Chapman sentarse durante las 14 horas de cada día que lo usaba, y se sobrecalentó fácilmente, por lo que se quedó en el lago de la parte de atrás, a menudo pidiendo que le quitaran las mangueras.
Tampoco podía ver muy bien mientras usaba el casco, lo que provocó que arañara la cabeza de Julia Adams contra la pared, cuando la llevaba en las escenas de la gruta.
Mientras Ricou Browning hizo de Gill-Man en los disparos submarinos, que fueron filmados por la segunda unidad en Wakulla Springs, Florida.
Por su parte, Chapman fue escogido para el rol, debido a su estatura, que era de 1,98 metros.
El traje que utilizaba, era de caucho, el cual estaba dividido en piezas articuladas, y tuvo un costo de $18.000.
El proceso de montaje duraba cerca de 3 horas; y el caminar lento de la criatura, se debió a que Chapman era un veterano de La Guerra de Corea, cuyas heridas en las piernas le provocaron una cojera y contoneo al andar.
Los movimientos faciales del monstruo, también eran limitados.
Según Ricou Browning, el movimiento de las branquias se lograba con una pera de goma que estaba unida a un tubo.
Al apretarla con una de sus manos, la presión del aire hacía que las branquias se movieran hacia dentro y hacia fuera.
La boca de La Criatura era controlada por el actor moviendo su mentón.
Por su parte, Ricou Browning, un buceador y nadador profesional, tuvo que contener la respiración por hasta 4 minutos a la vez, por su papel subacuático como Gill Man.
La lógica del director, era que el aire tendría que viajar a través de las branquias del monstruo, y así no revelar las burbujas de aire de su boca o nariz.
Por tanto, el traje fue diseñado sin un tanque de aire.
En las películas siguientes, este detalle fue ignorado, y se puede ver aire que emana de la parte superior de la cabeza de La Criatura.
Las mejores escenas es cuando le vemos fuera del agua, respirando por la boca como si fuera un pez de verdad, y da la impresión de que le cuesta muchísimo, lo que fue en realidad.
“Bueno, ya sabes, la gente siempre me pregunta, qué hace que Creature from The Black Lagoon aguante después de todos estos años.
Siempre digo que, si miras la película, la historia comienza con el Big Bang.
Luego va a La Creación del Hombre, y ves la evolución con el hombre saliendo del mar.
La teoría de hoy es que el hombre salió del mar.
Estos son problemas que los hombres de hoy siguen pensando.
¿Fue creado, o el hombre evolucionó?
Entonces, es por eso que si miras el filme, todavía pensarás que tiene sentido”, dijo Ben Chapman.
Como dato, Forrest J. Ackerman, un escritor de ciencia ficción y terror de la revista Famous Monsters of Filmland, compró la máscara y las garras del disfraz de La Criatura a un joven que una vez las usó como disfraz de Halloween.
Las piezas del vestuario, fueron descartadas por Universal después de que la producción terminara en las 3 películas, y luego fueron recuperadas del contenedor del Estudio por un conserje, quien pensó que el conjunto haría un buen disfraz de Halloween para su hijo.
Otras piezas fueron vendidas recientemente en una subasta por Bud Westmore, quien fue asistente de Milicent Patrick, el diseñador original del traje.
Por su parte, Julia Adams realizó todas sus acrobacias para esta película:
“Creo que lo mejor del filme es que sí sentimos por La Criatura.
Sentimos por él y su situación, y dónde está, etc.
Creo que eso es algo muy positivo en realidad.
Me gusta que sentimos simpatía por La Criatura”
Como errores de producción, aunque toda la historia está ambientada en Brasil, en una de las primeras escenas vemos un letrero grande en la costa que lee en español, “Instituto de Investigaciones Biológicas”, mientras que en Brasil, el idioma oficial es el portugués.
Se dice que el afluente “termina” en una laguna cerrada debido a un evento geológico; pero todos los afluentes, por definición, terminan vaciándose en otro río.
Los científicos en esta película, presumiblemente geólogos y paleontólogos, constantemente usan mal los términos para la escala de tiempo geológico.
Se refieren al Devónico como una “Edad” y como una “Era”; ambos términos son incorrectos, pues es un período, que es más largo que una Edad, y más corto que una Era; ya que el tiempo geológico se divide en unidades denominadas, del más largo al más corto, Eón, Era, Período, Época y Edad.
El año actual, es parte de La Era del Holoceno de La Época Cuaternaria de La Era Cenozoica del Eón Fanerozoico.
El Doctor Reed, describe que la laguna apareció tal como era “hace 150 millones de años, durante La Edad Devónica”
La escala de tiempo geológico del médico está en error por al menos 200 millones de años.
El Período Devónico comenzó hace 417-416 millones de años, y se extendió a 360-354 millones de años atrás.
Por otra parte, el Gill-Man destruye el Rita para evitar cualquier escape; sin embargo, cuando secuestra a Kay, David le dice a Lucas y al Prof. Maia que vayan a la entrada de la cueva.
No hay barcos disponibles para desembarcar, sin embargo, ambos hombres llegan al instante para salvar a David y Kay, mostrándose con ropa seca.
De hecho, cuando el Gill-Man se tambalea fuera de la entrada de la playa al agua, no hay ningún bote a la vista...
Las huellas mojadas dejadas en la cubierta del Rita, tampoco coinciden con la forma en que camina La Criatura; ya que arrastra los pies sobre el suelo, pero las huellas son de algo que se levanta después de cada paso.
Cuando se ve a Kay nadando en el río desde arriba, el agua tiene solo alrededor de 12 pulgadas de visibilidad.
Cuando la cámara la filma nadando desde el agua, el agua es cristalina con visibilidad ilimitada; pero puede deberse al punto de vista de La Criatura.
Como dato, Ingmar Bergman, uno de los directores más prolijos del siglo XX, veía esta película todos los años en su cumpleaños.
“Me encanta Creature from The Black Lagoon, porque en muchos sentidos fue la primera película de acción, aventura, terror, y realmente abrió nuevos caminos de esa manera.
Hubo algunas lecciones ecológicas interesantes, que la película intentaba enseñarte, y fue algo muy singular.
Nuevamente, esa es una Criatura que está fascinada con esta mujer, y en realidad se trata de querer conectarse con un ser humano.
Creo que eso se puede relacionar de muchas maneras.
Esa es la belleza del “Universo Monster”
Cada personaje tiene un interés muy convincente y conmovedor; solo tienes que descubrir, cómo contar la historia”, dijo Alex Kurtzman, director de “The Mummy” (2017)
Incluso la banda sonora que compone Joseph Gershenson, es destacable, esa música que suena cada vez que aparece el monstruo que intenta recrear en todo momento, la asfixiante sensación de amenaza por el ataque de lo desconocido.
La partitura, como acostumbra a transcurrir en los años 50, tiene la función de música programática y acompañamiento de las imágenes, pero aquí tiene una dosis adicional.
“I can tell you something about this place.
The boys around here call it “The Black Lagoon”, a paradise.
Only they say nobody has ever come back to prove it”
El director Jack Arnold, creo en 1954, uno de los clásicos de la serie B y la ciencia ficción más emblemáticos de Universal Studios; y es cierto que a día de hoy, comparándola con otras películas de su época parece hasta desfasada.
Al menos parece una producción más de la década de los 40, que de los 50, pero igualmente hay que reconocerle a Jack Arnold sus méritos; porque además, el director se centra en intentar dar una explicación a su película, en buscar una justificación, dándole unas cuantas patadas a los principios de la evolución.
A día de hoy, todas estas teorías nos suenan a comedia ridícula, pero habrá que ver lo que piensa la humanidad en el futuro de las grandes producciones de ciencia ficción, que ahora pueblan nuestras salas de cine.
Paradójicamente, en una época donde los remakes son constantes, y donde todos los monstruos clásicos han sido “remakeados”, La Criatura de La Laguna Negra sigue manteniéndose como uno de los clásicos más independientes, y que ha tenido menos secuelas y remakes; y los motivos son varios:
Desde la propia dificultad de recrear un monstruo marino, es mucho más económico ponerle la capa a un actor de origen centroeuropeo, y decir que es Drácula; pasando por las propias ideológicas que subyacen en otros monstruos, como la consciencia de la creación en Frankenstein, el erotismo en Drácula… un largo etcétera; hasta la suplantación del tiburón como el monstruo marino por antonomasia, además de ser mucho más cercano a nosotros en cuanto a miedo subconsciente se refiere.
Lo cierto es que, sean cuales sean los motivos, Creature from The Black Lagoon es uno de los clásicos de monstruos de la Universal, que ha quedado más olvidado.
Y eso, que contiene algunos planos dignos de admiración, como las secuencias submarinas, que evocan ineludiblemente el filme que Spielberg rodaría 20 años después.
Porque el impacto extenso y persistente en los medios y la cultura popular de Creature from The Black Lagoon, comenzó incluso antes de que se viera en los cines; y que como muchos de los monstruos de Universal, recibirían un reinicio como parte del universo fílmico compartido de Universal Pictures, titulado “Dark Universe”, una serie que trae a los monstruos de Universal a un escenario moderno, y que comenzó con “The Mummy” (2017), y continuará con “Bride Of Frankenstein” (2019)
Pero The Creature from The Black Lagoon tiene una historia atrayente, con lecturas muy profundas; y sobre las 2 secuelas, en “Revenge Of The Creature” (1955), toma lugar 1 año después de los eventos de la primera película, donde se demuestra que Gill-man sobrevivió, y es capturado por diferentes científicos.
Él es enviado al Ocean Harbor Oceanarium, en Florida, y rápidamente se convierte en una gran atracción turística.
Él es estudiado por un psicólogo de animales, y su estudiante de ictiología.
Los intentos del psicólogo de comunicarse con Gill-man, se ven obstaculizados por su atracción hacia su alumno…
El Gill-man se libera de su tanque, y se escapa al océano.
No pasa mucho tiempo antes de que él empiece a acechar al estudiante de ictiología, y la secuestra en una fiesta en un bote; por lo que es rastreado por la policía, y nuevamente recibe disparos múltiples veces, lo que lo obliga a huir al océano.
Él trata de nadar, y supuestamente muere por sus heridas.
Y en “The Creature Walks Among Us” (1956) tiene lugar después de vivir un tiempo en un río de Florida.
La Criatura se encuentra de nuevo, y después de una lucha feroz, es accidentalmente inmolada.
Las lesiones de Gill-man son tan severas, que sus escamas y branquias se caen, lo que obliga a sus captores a someterse a una cirugía para evitar la asfixia.
Los rayos X en La Criatura, muestran que ha comenzado a desarrollar la estructura pulmonar de un animal terrestre, por lo que se realiza una traqueotomía, abriendo un paso de aire a los pulmones, transformando al Gill-man en un animal casi humano, que respira aire.
Vistiéndolo con un traje hecho de tela de vela, la criatura es llevada a una finca de California, donde es encarcelado dentro de una cerca eléctrica.
Aunque inicialmente intentan integrar a La Criatura en la sociedad humana, uno de sus captores lo acusa por un asesinato, y La Criatura finalmente escapa al océano.
Así se acabaron los monstruos de Universal, al menos durante una temporada, y ha sido interesante ver la evolución desde los años 20 a los 50 de los maquillajes, los actores que empezaron, o que despuntaron por primera vez en el cine gracias a estas películas y las peculiaridades de cada una.
Como curiosidad final, la película de 2017, “The Shape Of Water”, es una fantasía romántica entre una mujer muda y una criatura anfibia de América del Sur.
El director mexicano, Guillermo del Toro, se inspiró para hacer la película de los recuerdos de la infancia viendo la escena de natación de Julia Adams en Creature from The Black Lagoon, con el giro que La Criatura se queda con la chica.

“We've just begun to learn about the water and its secrets, just as we've only touched on outer space.
We don't entirely rule out the possibility that there might be some form of life on another planet, and why not some entirely different form of life in a world we already know is inhabited by millions of living creatures?”



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