Tiefland

“Verflucht bin ich!
Ich bin ein wildes Tier!”
(¡Soy un maldito!
¡Soy un animal salvaje!)

A finales del siglo XIX, España vivió La Restauración Borbónica, que va desde finales de La Primera República Española en 1874, hasta El Golpe de Estado de Primo de Rivera.
Este periodo se caracterizó por una cierta estabilidad institucional que impulsó un modelo liberal del Estado.
La Revolución Industrial vio el nacimiento de la clase obrera que creó toda una serie de movimientos políticos y sociales, conocidos con el nombre de “movimiento obrero”
El anarquismo por su parte, se había apoderado de los movimientos de revuelta social de la época, y en esta época en Cataluña, nació “el catalanismo político”, fruto del rechazo a las políticas centralistas uniformadoras que estaba implementando el nuevo estado liberal español.
El catalanismo creciente, fue un movimiento que avanzó tanto en el ámbito político, con el nacimiento de partidos políticos como La Liga Regionalista, como en el ámbito lingüístico y literario, con el aumento del uso del catalán en las obras literarias.
Europa vivió así una época donde los movimientos nacionalistas tomaron fuerza, y consiguieron modificar la organización territorial existente con la creación de nuevos estados como Italia y Alemania.
Estos movimientos, defendían el derecho de los pueblos a decidir su propio gobierno, y propiciaron la caída de grandes Imperios.
Se conoce el nombre de “Renaixença” o “Renaixensa”, al movimiento cultural en algunos territorios de habla catalana y valenciana, que llega a su esplendor durante la segunda mitad del siglo XIX.
Su nombre surgió de la voluntad de hacer renacer el catalán como lengua literaria y de cultura después de los siglos de diglosia respecto al castellano, periodo llamado genéricamente “Decadència”
El estilo de La Renaixença es parecido al Romanticismo europeo, donde el  predominio de los sentimientos, la exaltación patriótica y los temas históricos, eran sus características básicas, así como la lengua utilizada mezclaba cultismos y neologismos con palabras de la cultura popular.
El teatro romántico del siglo XIX, cultivaba un nuevo concepto que rompía con las 3 unidades dramáticas conocidas:
Unidad de tiempo, de acción y de espacio, preestablecidas hasta entonces; y permitía que el espacio de tiempo fuera indefinido, que hubiera un cambio de espacios escénicos, y que varias acciones dramáticas coexistieran en una misma escena.
Estos nuevos métodos, se acercaban a los recursos utilizados en la novela, haciendo un teatro más narrativo; y también se empezaba a permitir la aparición de muertos en el espacio escénico, y la intervención de diversas clases sociales a la vez en el escenario.
El teatro realista llevaba más allá esta ruptura con el teatro clásico, y utilizaba una temática más cercana a la sociedad con temas como, por ejemplo:
Los problemas domésticos de las clases emergentes burguesas, en el adulterio, problemas económicos, etc.
A pesar de este acercamiento a los temas sociales, continuaban cotos algunos aspectos de la realidad social; siendo a finales del siglo XIX, en Cataluña que comenzaba a difundirse con grandes dificultades “el naturalismo”
Los autores naturalistas, cultivaron temas de la realidad cotidiana que el teatro realista había vetado como, por ejemplo:
Incorporar en la obra las clases más desfavorecidas de la sociedad.
La clase obrera, fue la clase social que se adaptaba mejor a la concepción naturalista, que apostaba por la disección objetiva de la realidad social, siguiendo una concepción cientifista y determinista, permitiendo la descripción de conflictos muy pasionales que rodeaban esta clase social.
“Terra Baixa” (1896), es una obra teatral del dramaturgo y poeta, Ángel Guimerà y Jorgea, y una de las más populares; y de acuerdo con los principios básicos de La Renaixença, da entrada a planteamientos y soluciones de carácter realista y social.
Guimerà y Jorgea fue un escritor, poeta y dramaturgo español, uno de los máximos exponentes de La Renaixença o “Resurgimiento” de las letras catalanas a finales del siglo XIX; y en su extensa obra, unió una apariencia romántica con los elementos principales del realismo; siendo este drama, una de las obras más representadas y traducidas de la lengua catalana; convirtiéndose en todo un clásico del repertorio catalán.
A lo largo de la obra “Terra “Baixa”, aparecen un total de 12 personajes, de los cuales, los más importantes son:
Manelic como personaje principal; Sebastià como personaje antagónico de Manelic; y Marta, la mujer por la que los 2 lucharán.
“Terra Baixa” es la historia de Marta, una chica pobre de Barcelona, que se encuentra a sí misma como la amante de Sebastià, El Terrateniente más importante de “las tierras bajas catalanas” del título.
Pero Sebastià debe casarse con una mujer prominente para conservar sus tierras y su herencia, y para sofocar los chismes de su relación con Marta, para aún mantenerla como su amante; Sebastià la casa con el desprevenido Manelic, un joven pastor de Los Pirineos, y pone a los recién casados en la casa adjunta al molino de la ciudad.
Entonces Marta se encontrará dividida entre su viejo amante dominante, y su nuevo esposo que la cuida y ama.
Y es que Marta ha vivido toda su infancia en Barcelona, en un estado de máxima pobreza, hasta que a los 14 años, su madre muere, y la recoge un mendigo que toma la figura de padre.
En su compañía, llega a las grandes tierras de Sebastià, del que aceptan la oferta de vivir y trabajar en el molino.
En ese momento empieza a tener una relación de amistad con Sebastià, que le permite tener un refugio, y una cierta estabilidad; pero ella recibe maltrato psicológico de Sebastià, por un lado, siendo una gratitud al dueño por haberla acogido; y del otro, ve que esta relación sentimental no es correcta y enfermiza.
Antes del comienzo de la obra, el mendigo que lo había acogido, muere; y durante el transcurso de la obra, Marta encarna a una chica de 24 años, que psicológicamente es débil e inestable, pero a medida que avanza la obra, evolucionan sus sentimientos.
Esta inestabilidad, se demuestra en que en algunos momentos de la obra, Marta es amable y dócil, pero en otros, puede llegar a ser agresiva, a pesar de ser débil físicamente.
Al principio del primer acto, Marta es una persona inocente y reservada que se debe casar con un hombre, Manelic, por imposición.
Ella, aunque no lo ama, no hace nada para evitarlo, y acaba casándose con él.
Desde el comienzo de la obra hasta que se enamora de Manelic, será una persona con una autoestima muy baja y frágil, sin ningún respeto a sí misma, ni a su propia vida.
En el momento en que se enamora de Manelic, ella vivirá un momento de crecimiento personal y autoestima que no había vivido antes.
Manelic, es el personaje principal de la obra:
Es un pastor originario de la tierra alta pues vive en las montañas con sus ovejas; es la figura que conjuga con la pureza de la tierra alta, y se caracteriza por su inocencia e ignorancia.
Manelic se traslada a la tierra baja, engañado por Sebastià, que le ofrece la mano de Marta, con el fin de no levantar sospechara de su relación con ella.
Pero en la tierra baja todo el mundo se ríe de él, sin que sepa la razón…
Allí, en la tierra baja, es corrompido por la hipocresía y el pecado de esta tierra...
En esta tierra pierde su inocencia y, enloquecido por lo que es suyo, acaba matando a Sebastià, y dice feliz:
“He matado al lobo”
A partir de aquí, ve que la única opción para sobrevivir, es escapar con su mujer en la tierra alta, donde podrán vivir lejos del pecado del mundo urbano, y así, poder huir de esta tortura.
El personaje se caracteriza por tener algunos rasgos e instintos animales, que se hacen patentes cuando asesina el Sebastià.
Un ejemplo de ello, es la lucha que hay con Sebastià, por ser un enemigo que quiere robarle a la pareja, de la que finalmente sale victorioso.
Por su parte, Sebastià tiene aproximadamente 40 años, y es El Gran Terrateniente de la tierra baja; se caracteriza por ser una persona burlona, soberbia y sin escrúpulos; es el dueño de todo, incluso de las personas que viven, como es el caso de Marta, con la que mantiene una relación amorosa en secreto, desde que ella tenía 15 años; y programa la boda de Marta y Manelic, para no levantar sospechas de su relación secreta.
El transcurso de lo obra se sitúa en una llanura extensa que recibe el nombre de “Tierra Baja”, y alberga un pequeño pueblo diseminado, propiedad de un hombre, Sebastià.
El espacio escénico principal de la obra de Guimerà, se centra básicamente en el molino que hay en el pueblo, excepto el casamiento que transcurre a la ermita.
El molino toma la forma según el uso que hacen en los diversos momento de la obra; y en un principio, es el lugar donde el padre adoptivo de Marta y ella trabajaban.
Con la muerte del padre adoptivo, el molino se transforma en el lugar de encuentro nocturno entre Sebastià y Marta.
A partir del casamiento de Marta con Manelic, se transforma en la casa de la pareja, hasta el final de la obra; y durante el transcurso de toda la obra será el lugar de reunión de los labradores del pueblo, donde se explican ideas, experiencias, y anécdotas, transformándose así, en una improvisada tasca.
El libro está marcado por una simbología constante entre la tierra alta y la tierra baja, en la que se contrapone durante toda la acción dramática de la obra, el conflicto entre estos 2 mundos.
Estos 2 términos toman además del significado geográfico denotativo, un significado valorativo contrapuesto.
Estos 2 mundos, son presentados como 2 espacios antagónicos, presentando la tierra alta como el mundo idílico que se caracteriza por la pureza y bondad; y la tierra baja como el reflejo de una sociedad campesina degradada por la explotación y el materialismo, que caracteriza sus personajes como malvados y mezquinos.
La relación de exclusión entre los 2 espacios, se ve reflejada más allá de la simple comparación física de los espacios, llegando a estratos como por ejemplo, la forma de actuar o el lenguaje de los personajes de sus respectivos espacios.
La tierra alta, representa Los Pirineos, descrito como un lugar sin pecado, y donde la corrupción de la mano del hombre no ha llegado, ya que es un lugar virgen, un lugar bueno por naturaleza donde vive Manelic y, por esta razón, él tendrá las características que también pertenecen a la tierra alta.
Es el espacio utópico, solitario, irreal e idóneo, que permite el cumplimiento de los deseos más profundos.
El otro espacio antagónico, la tierra baja, es el espacio donde transcurre la mayor parte de la obra, y lo representa como el lugar donde se concentra el mal del mundo, en el que la corrupción, el pecado y la malicia del hombre, conviven en un mismo espacio, pero es especialmente marcado en sus habitantes.
El lugar que representa la tierra baja, es la villa o la ciudad donde sucede toda la trama dramática de la obra.
La dureza y la sangre, son la representación de los 2 sistemas antagónicos que rigen ese mundo, sólo equilibrados por la ley de la propiedad.
El primero, es el símbolo de la ley del hombre propio de la tierra baja; y el otro es la ley de la tierra alta.
Por esta razón, en el momento que Marta se dio cuenta del amor con Manelic tuvo que sangrar, rompiendo así el vínculo con Sebastià y el mundo de la tierra baja, es un acto de purificación que borra el pecado y la culpa de que la captura.
Las palabras “fiera”, “lobo” y “bestia”, son elementos simbólicos que toman diferentes connotaciones.
A lo largo de la obra, el término “fiera” es utilizado como un elemento con una connotación positiva marcada; y antagónicamente se utiliza el término “lobo” con connotaciones negativas.
Finalmente, el término “bestia”, cuando se aplica a la descripción de una persona, toma un valor de desprecio.
La etapa del escritor, cuando realizó esta obra, es la de un planteamiento social, con la creación de un drama, donde se muestran las intrigas y las pasiones amorosas, que ya había planteado en una obra anterior suya:
“María Rosa” (1894) una de sus obras maestras, tras la cual se sucedieron otros estrenos tan notables como “La Festa del Blat” (1896) y “Terra Baixa” (1896), la cual fue un gran éxito en Cataluña, lo que propició su inmediata traducción al castellano, a cargo de José Echegaray, y a 13 lenguas europeas más.
En 1903, Eugen d'Albert estrenó en Praga su ópera “Tiefland”, con libreto de Rudolph Lothar, basada en este drama, que contribuyó a hacerla más conocida.
Sobre el mismo drama, en 1907, se estrenó la ópera de Ferdinand Le Borne, “La Catalane”; y debido al éxito de sus dramas, Ángel Guimerà fue uno de los autores más llevados al cine a principios del siglo XX, cuando se rodaron en castellano:
“Tierra Baja” (1907), “María Rosa” (1908), “Mar y Cielo” (1910) y “La Reina Joven” (1916)
Y “Terra Baixa” dio pie a películas mudas en Argentina, Estados Unidos y Alemania, donde en 1940, Leni Riefenstahl dirigió “Tiefland”, notable película estrenada en 1954.
Por su parte, el director mexicano, Miguel Zacarías, realizó una notable versión interpretada por Pedro Armendáriz.
En total, se conocen 7 películas, 3 óperas, un ballet y varias canciones.
Como dato, en la historia del cine alemán, un “Überläufer”, literalmente “desertor”, es una película que estaba en producción bajo El Tercer Reich, pero que solo se completó y estrenó después del final de La Segunda Guerra Mundial.
La gran mayoría de esas películas, son comedias románticas sin referencia a la situación política y militar de la época, y “Tiefland” (1954) de Leni Riefenstahl, puede considerarse una de ellas.
“Wie käme hier herauf ein Weib?
Von ferne seh ich sie einmal im Jahre nur, wenn ich ins Tal hinab zur Kirche geh.
Ich denk mir aber, daß wenn Gott nur will, ich auch einmal zu einem Weibe kommen werde”
(¿Cómo podría venir una mujer aquí?
Sólo desde lejos las veo una vez al año, cuando bajo al valle, a la iglesia.
Creo, sin embargo, que, si Dios lo quiere, también yo podría tener una mujer para mí)
Tiefland es un drama alemán del año 1954, dirigido por Leni Riefenstahl.
Protagonizado por Leni Riefenstahl, Franz Eichberger, Bernhard Minetti, Max Holzboer, Maria Koppenhöfer, Mena Main, Aribert Wäsche, Karl Skraup, Luis Rainer, Frida Richard, entre otros.
El guión es de Leni Riefenstahl y Rudolph Lothar; basados en la obra de teatro de Ángel Guimerà; y en “Tiefland”, la ópera alemana de 1903, compuesta por Eugen d'Albert, sobre libreto de Rudolf Lothar, basado en la obra de Guimerà.
Lothar lo adaptó, cambiando el nombre de algunos personajes; pero es la obra más importante y la de más contribución alemana al verismo; donde se presenta una oposición entre la paz de las montañas y las amenazas del mundo del valle; y demuestra el talento de su autor como orquestador, y su capacidad para crear momentos de gran dramatismo.
Como interpretes operísticos, además de Erik Schmedes y Emmy Destinn, destacados cantares en el pasado, han sido Kirsten Flagstad quien debutó en 1913 a los 18 años de edad en el papel de Nuri, en El Teatro Nacional de Oslo; y la joven Maria Callas, quien cantó el papel de Marta en El Teatro Olympia en Atenas, durante la temporada 1945/1946; Montserrat Caballè quien, como Callas, cantó Marta al principio de su carrera; y el tenor danés, Vilhelm Herold quien fue considerado por d'Albert como el Pedro ideal, quienes han sobresalido.
Pero la película de Leni Riefenstahl, es la 2ª película de “Tiefland” basada en la ópera, siendo la primera, una película muda en 1922, dirigida por Alfred Licho, con Lil Dagover como actriz principal.
La anterior película muda estadounidense, “Marta of The Lowlands” (1914) se basó en la traducción al inglés, de una traducción al español de la obra de Guimerà.
Este Tiefland empezada en 1940, pero no fue estrenado hasta el año 1954, y es celebre por la controversia suscitada, de que se usó trabajo esclavo gitano de un campo de concentración alemán para algunos de los extras, muchos de los cuales, fueron enviados a Auschwitz después de la producción.
Y es que Riefenstahl comenzó a desarrollar el guión en 1934, y rodando la película entre 1940 y 1944.
Sin embargo, no fue completada al final de La Segunda Guerra Mundial, y finalmente fue finalizada y estrenada el 11 de febrero de 1954; siendo incluida como característica, tener el tiempo de producción más largo de la historia en el Guinness Book of World Records.
A pesar de este récord superado por “The Thief and The Cobbler”, con 29 años de producción, desde 1964 hasta 1993; Tiefland sigue siendo la película de acción en vivo, con mayor tiempo de producción; siendo también la 2ª película más cara de Alemania en ese momento; y el último largometraje de Riefenstahl como director y actriz principal.
Inicialmente la película aseguró acuerdos de distribución para Alemania, Austria y los Estados Unidos en 1954; el estreno mundial se celebró el 11 de febrero de 1954 en Stuttgart; y Riefenstahl se embarcó en una gira de apariciones personales en Austria, en apoyo a la película.
Ella describió la gira como “un éxito rugiente”
Pero varios estudios se mostraron reacios a estrenarla, debido a las conexiones nazis de Leni Riefenstahl; por lo que su distribución fue suprimida en varios países.
Sin embargo se proyectó en varios festivales de cine; e incluyó El Festival Internacional de Cine de Cannes, de 1954, con Jean Cocteau, como Presidente del Jurado, que le llamó la atención “la intensidad de Breughel” y “la poesía de la cámara”; y se ofreció a proporcionar subtítulos en francés, e intentó persuadir al gobierno de Alemania Occidental para que convirtiera la película en su entrada oficial; pero se proyectó en la categoría “fuera de competencia”
En 1981, la película fue estrenada en los Estados Unidos con una carrera limitada; y cuando Riefenstahl tenía 90 años, negoció el lanzamiento de VHS como parte de la Colección Leni Riefenstahl; y finalmente, la versión de DVD de 2006, tiene un ensayo de Luc Deneulin, sobre el trasfondo de la película.
La historia es simple:
El Terrateniente, Don Sebastian, Marqués de Roccabruna (Bernhard Minetti), tiene problemas de dinero y, por tanto, quiere casarse con una rica heredera, Amelia (Maria Koppenhöfer) hija del Alcalde, y no hay nada de malo en eso; pero en realidad se casan porque El Marqués también está enamorado de una gitana bailarina:
Martha (Leni Riefenstahl)
Para tener ambos objetivos, él hace un doble matrimonio:
El otro es falso, ya que él casa a la gitana con un pastor ingenuo pero muy honesto:
Pedro (Franz Eichberger)
Como un poderoso mecenas, Sebastian piensa que puede usar el matrimonio del pastor, como una tapadera para mantener a su amante, pero por supuesto no funciona como él había pensado…
Tiefland es un testimonio increíble de Leni Riefenstahl, de la increíble maestría no solo como directora, sino como innovadora de la fotografía, el rodaje y el montaje.
En todos los sentidos, Tiefland es una película única por su composición de imagen, por sus interpretaciones, consigo misma como bailarina gitana; y sobre todo, por su virtuoso trabajo de cámara.
Los aspectos más destacados son, por supuesto:
La pelea de presentación, de Pedro con el lobo y su secuela; la otra pelea en el final...
La tensión dramática es extrema en todas las escenas fuera de la aldea, mientras que el pueblo, como un contraste, aparece como una cueva de maldad e intriga.
Tiefland es una película sobre sí misma, y un documento social fascinante, que nos transporta a través del tiempo y el espacio.
Y en el fondo de segundas lecturas, hay algunos que sostienen que, la relación amor-odio entre la bailarina y El Marqués, es una crítica sobre la relación de Leni con Hitler…
“Der Herr ist es!
Herr Sebastian!
Kennst du den Herren nicht?
So weit du schaust ist alles sein.
Die Wiesen, Matten, Felder, die Herden, Hütten, Wald und Fluß, das Dorf da unten und die Mühle, alles was du dir denken kannst, ist sein.
In seinem Dienste stehn wir alle, alle, die Hirten oben und die Hirten unten”
(¡Es el amo!
¡El señor Sebastià!
¿Conoces al amo?
Todo lo que ves es suyo:
Prados, campos, hornos, cabañas, bosques y hasta el río.
Aquel pueblo de abajo y el molino, todo lo que puedas pensar, es suyo.
Todos estamos a su servicio, todos, los pastores de arriba y los de abajo)
Tiefland es una coproducción de Alemania Occidental y Austria, que tiene una duración de poco más de 90 minutos, y fue estrenada en 1954, realizada en blanco y negro, por una directora que demoró mucho tiempo en estrenarla; siendo también el último esfuerzo de Leni Riefenstahl en términos de realización cinematográfica; pues ella interpreta a la actriz principal; y muy seguramente debe ser una de las tragedias de la historia cinematográfica.
Filmado durante La Segunda Guerra Mundial, bajo el escrutinio de la administración nazi, Tiefland es una declaración inequívoca contra el mal del autoritarismo, y un llamado a la libertad de la gente común contra la tiranía.
Fue durante su entrenamiento formal en sus primeros 20 años, cuando Leni sufrió una lesión paralizante en la rodilla; mientras se sometía a terapia física, descubrió la película “Montaña del Destino” de Arnold Fanck, que trataba sobre el alpinismo en las montañas Dolomitas.
Ella estaba fascinada con la película, y logró conocer a su director.
Impresionada por su espíritu y belleza fresca, decidió que protagonizaría su próxima película:
“The Holy Mountain”, otra película de montañismo; y después de protagonizar media docena de películas en tantos años, Riefenstahl tuvo una oportunidad sin precedentes:
Primero, documentar a Adolf Hitler en al menos 3 filmes de propaganda conocidos, y dirigir el documental oficial sobre Los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.
Ella se lanzó al proyecto, supervisando a cientos de miembros de la tripulación, y ayudando a desarrollar muchas técnicas revolucionarias y equipos fotográficos.
“Olympia” fue un logro artístico sin igual, y un impresionante tributo a los atletas que compitieron.
Algunos opositores a los nazis, ridiculizaron la película como “propaganda”, pero de hecho, la película es casi apolítica; siendo aclamada como “una obra maestra en todo el mundo”
Riefenstahl luego explicó, que ella tenía muy pocas opciones en el asunto de los documentales de propaganda; y aquellos que se negaban a cumplir las órdenes del Partido, eran encarcelados o asesinados rutinariamente.
También es importante recordar, que los directores de cine de todos los países, debían hacer películas de propaganda durante la guerra.
Muchos directores estadounidenses, hicieron películas de propaganda durante la guerra, caricaturizando a los “japoneses” como “demonios amarillos” y a los estadounidenses como “salvadores del mundo”
Sin embargo, Riefenstahl lamentó su participación, y esperaba poder mostrar al público, que no deberían creer la imagen que Hitler intentaba proyectar sobre ella.
Ahí fue donde entró Tiefland.
Aparentemente es un “cuento popular” que narra la historia de una pobre bailarina gitana en España, que es deseada y finalmente encarcelada por el señor tiránico de la tierra.
Martha, interpretada por la propia Riefenstahl, solo quiere su libertad y paz para los campesinos oprimidos; y su salvación viene en la forma de un pastor humilde que la ama, Pedro.
Pero el gran objetivo de la vida de Riefenstahl, era filmar una adaptación de la leyenda griega de “Penthisilea”, pero desafortunadamente, a pesar de mucho trabajo y una premisa muy prometedora, la historia de las guerreras amazonas, filmada por una mujer directora; “Penthisilea” nunca vio la finalización, y se perdió su metraje.
Por tanto, Riefenstahl comenzó a trabajar en el guión de Tiefland en 1934, pero lo archivó cuando se involucró más con las películas de propaganda nazi.
Después del comienzo de La Segunda Guerra Mundial, y perturbada por las atrocidades que presenció, ella misma había sido dispensada de filmar documentales de guerra; y usando su influencia como el cineasta favorito de Hitler, dirigió su propia compañía de producción:
Riefenstahl Film, GmbH, independientemente del control de Joseph Goebbels, que supervisó las actividades culturales y de propaganda.
Financiado por Hitler con dinero del Partido Nazi y el gobierno, ella permaneció fuera del control de Goebbels; pero Goebbels finalmente no estaba contento con el proyecto, ya que el proyecto se topó con dificultades y costos excesivos.
Reanudando su trabajo en Tiefland, Riefenstahl comenzó a rodar en España en 1940, pero forzada por los acontecimientos bélicos, pronto cambió su trabajo a los Alpes, en Alemania, en el Karwendel; y en Italia en el Rosengarten de los Dolomitas; así como en los Babelsberg Studios de Berlín.
Leni Riefenstahl reconstruyó un pueblo español de Roccabruna entero, cerca de Mittelberg, Alemania, donde las malas condiciones climáticas y los problemas para retener al elenco y al equipo técnico, retrasaron repetidamente el rodaje.
Aunque la prensa alemana anticipó el lanzamiento de la película en 1941, la producción resultó ser mucho más difícil y costosa; y el rodaje en el exterior duró hasta 1944.
En 1941, Goebbels se quejó del “desperdicio de dinero”, y un año después, lo llamó “un nido de enredos de rata”
Los problemas se vieron agravados por la depresión de Riefenstahl, y otras dolencias, el mal clima, los accidentes, y la dificultad de organizar a los actores y al personal durante la guerra.
Eventualmente, a un costo de 8.5 millones de Reichsmark, Tiefland fue la película en blanco y negro más cara producida en la Alemania nazi.
Después del bombardeo de los estudios Babelsberg en Berlín, los estudios Barrandov en Praga se utilizaron para ampliar el trabajo, y cuando la guerra llegó al final; Riefenstahl estaba en el proceso de edición y sincronización en Kitzbühl.
Después de la guerra, la película fue confiscada y guardada por las autoridades francesas durante varios años, pero finalmente regresó a ella.
Para entonces faltaban 4 carretes de película cuando Riefenstahl recibió la película, especialmente las escenas rodadas en España.
A pesar de los esfuerzos, no pudo recuperar el metraje perdido... y después de su edición final, la película fue estrenada en 1954.
Leni Riefenstahl depositó una cantidad de material de Tiefland no utilizado con el Bundesarchiv, los archivos nacionales alemanes; y terminó de editar la película unas semanas antes de la rendición de Alemania.
La historia, difiere de la obra de teatro, pero mantiene muchos elementos:
Pedro, un pastor, está durmiendo en su cabaña de la montaña pirenaica, cuando su manada es atacada por un lobo solitario.
Se despierta para defender a sus ovejas, y logra estrangular al lobo.
Mientras tanto, en las tierras bajas catalanas del noreste de España, se completa un canal que desvía el agua de las granjas y los campos de los campesinos para dar de beber a los toros premiados del Terrateniente, Don Sebastian, Marqués de Roccabruna; que arrogantemente rechaza la solicitud de agua de los campesinos.
Sin embargo, tiene deudas importantes, y necesita dinero.
La rica Amelia, planea casarse con él, pero él la ofende…
Al pueblo llega Martha, una bailarina gitana mendicante, y entretiene a la gente con sus bailes.
Sebastian la ve, y enamorado, la lleva a su castillo, encantado por su belleza y gracia.
Él la mantiene como su amante en “una jaula dorada”, pero Martha le suplica que escuche la situación de los campesinos, pero él rechaza su pedido nuevamente.
Al ver su arrogancia e inhumanidad, ella huye... y se desploma extenuada en las montañas, donde Pedro la encuentra, y la lleva a su choza; pero los hombres de Sebastian la ubican, y la devuelven al castillo.
Sebastian, en extrema necesidad de liquidar sus finanzas, conjura un plan:
Se casará con Amelia, pero mantendrá a Martha como amante; y él la quiere casada con alguien a quien pueda manipular y controlar.
A Pedro se le ordena entonces, casarse con Martha, y los instala en un molino bajo el control de Sebastian.
Por esto, Martha desprecia a Pedro al principio; pero una vez que se da cuenta de que él se casó con ella por amor, ella le corresponde con amor.
Sebastian llega para estar con su amante, y se produce una pelea, donde Pedro lo estrangula como le había hecho al lobo.
En la escena final, Pedro y Martha caminan hacia las montañas.
Tiefland mantiene este paisaje como fondo, tratando de sacar de él el máximo partido, recordar que Riefenstahl sabía en qué momento rodar para obtener efectos atmosféricos sublimes.
Y el libreto del que parte, el cual ya había sido modificado en diversas cuestiones a partir de las adaptaciones operísticas; parece adaptarse a la visión que tenían los alemanes de la naturaleza.
Si bien, Tiefland ya poseía el componente “rousseauiano” del “buen salvaje”, es decir, el que es bueno originariamente, y no ha sido contaminado por la sociedad; podemos añadir a esta mirada ingenua, las referencias estéticas de los románticos, el pensamiento “zaratustriano” obra de Nietzsche e, incluso, alguna referencia como la del personaje de “Orfeo”
En España, está la tradición teatral de la égloga, donde los pastores cantan la felicidad de su vida, e incluso se presentan como grandes conocedores de la cultura, cosa que no sucede en el caso tratado por Guimerà.
Por aquel entonces, la Alemania de Hitler ya había comenzado a hacerse presente, y en 1933, con el documental “informativo” “El Judío Errante”, se presentaba la vida de los judíos en la Alemania nazi.
Aportando una serie de razones, a través de las cuales se les acababa definiendo negativamente, el documental concluía con la teoría de que, “dicha raza no podía ser buena, porque no amaba a los animales”
Los hitlerianos, eran defensores a ultranza de todo lo relativo a la naturaleza.
Caspar David Friedrich, el pintor del XIX, hablaba de la naturaleza como “ese modelo del que el ser humano se valía para concebir su arte”, a diferencia de muchos otros que defendían que “era el arte lo que dignificaba a la naturaleza”
Albert Speer, arquitecto oficial del Tercer Reich, entendía que sus construcciones debían de ir convirtiéndose en ruinas a medida que se iban deteriorando.
Es decir, que su erosión provocaba que cada vez, con el tiempo, se integrasen con la naturaleza.
Pedro, el pastor protagonista de Tiefland, es un hombre bueno y puro.
Su espíritu, al no entrar en contacto con la sociedad, continuaba siendo un ejemplo a seguir por parte de la especie humana.
Viviendo en los montes, esto es, en las tierras altas, evitaba entrar en contacto con ese mundo depravado por el propio hombre, las tierras bajas.
En este punto, rescatamos “Así Habló Zaratustra” para marcar una nueva diferencia con respecto a los antecedentes en los que se pudo basar Riefenstahl para concebir su obra magna.
El personaje ficticio ideado por Nietzsche, decía vivir en la naturaleza, sí, pero al lado del águila y de la serpiente.
Su naturaleza no era, ni mucho menos, ingenua.
¿Qué visión tenía Riefenstahl de España?
O, mejor dicho:
¿Qué visión quería tener Riefenstahl de España?
La historia de Guimerà jugaba a su favor.
“Terra Baixa”, como otras obras de autores coetáneos como Benavente o los Quintero, poseía el elemento dramático de las injusticias a las que se veía sometida la gente de clase inferior.
No obstante, los teatros a los que asistían las clases altas, buscaban precisamente como entretenimiento, estas duras historias que siempre rozaban la tragedia, porque encontraban en sus protagonistas, a personajes exóticos, seres sobre los que construir todo un espectáculo.
El melodrama del teatro, había logrado engullir todo posible realismo.
El tópico se manejaba alegremente, y de él podíamos obtener diversas historias:
“La mujer que deja en un hospicio al hijo que ha tenido de un hombre que la ha abandonado, el duelo a navaja entre 2 campesinos que luchan por un amor femenino, el castigo al que es sometido por la sociedad, una mujer por cometer adulterio; el bandido honrado que huye de la ley… etc.
Riefenstahl supo utilizar las imágenes, para contarnos uno de los asuntos principales de la historia:
A Sebastian, El Gran Terrateniente que tiene esclavizados a los campesinos que trabajan en sus tierras, lo equipara con ese lobo que amenaza al rebaño de ovejas.
Pedro se personifica como el justiciero que, lo mismo que es capaz de enfrentarse al lobo, lo es para encararse con el hombre que hace de las tierras bajas un infierno.
Al abuso de poder por parte de Sebastian, se añade el hecho de que éste se enamore del personaje de Martha, y la convierta en su amante, sin renunciar a la esposa con la que se va a casar por intereses económicos.
¿Y cómo consigue mantener la relación con las 2 mujeres ante los ojos del resto de la sociedad?
Pues casando a Martha con Pedro, y viéndose con ella a escondidas.
Pedro se convierte, entonces, en el objeto de burla del resto de las personas que le rodean.
No obstante, Martha acabará enamorándose de él, porque es quien verdaderamente la trata bien; y éste se enfrentará con Sebastian para defender a la mujer a quien quiere.
El Pedro de Guimerà, es el hombre bueno que representa esa raza pura, y sin mancha que en el cine alemán tanto interesaba describir, colaborando de este modo, con los postulados teóricos que el nazismo se encontraba elaborando.
El pueblo de Tiefland, es heredero de escenografías para óperas ambientadas en España, cuyos autores, desde el compositor hasta el diseñador de figurines, son extranjeros.
Baste recordar títulos como “Carmen” o “El Barbero de Sevilla”
Parte de esta desfiguración a favor de lo exótico, la tuvieron los propios españoles; y es que durante mucho tiempo, en España se preocuparon por recrearse en el folclore a la hora de realizar sus propias historias.
Incluso algunas películas de esta época, los años 30, realizadas por españoles en estudios alemanes, tratan de adaptar las óperas antes citadas sin miedo a extraditarse a la hora de crear una Iberia de cartón piedra.
El fin no era otro que el de configurar una leyenda mítica que, sin saberlo, estaba jugando en su contra.
Sobra decir que las adaptaciones acabaron siendo muy especiales, véase la adaptación de la ópera de Bizet, “Carmen, la de Triana”, llevada a cabo por Florián Rey, o la de Rossini, “El Barbero de Sevilla”, por Benito Perojo.
Buñuel, de hecho, había acuñado el término de “perojismo” para atacar a las españoladas.
En Tiefland podemos asistir, en cuanto a recreación de escenarios, a una amalgama de estilos de múltiples regiones encajados en un solo bloque, como si se tratase de cerámica “gaudiana”:
Arquitectura típica andaluza, castellana, del norte, e incluso alguna un tanto indefinible, en un solo escenario, en un mismo pueblo; y el vestuario de Tiefland, tiene como influencia reconocida al propio Goya.
No obstante, la indumentaria “goyesca” parece limitarse más bien a los personajes de rango elevado que habitan el castillo, entre otros, al antagonista, de quien podemos decir que la denominación de “señor feudal” le viene al pelo.
Para los habitantes del pueblo, podemos remitirnos a las pinturas de Zuloaga o Sorolla, de este último, los lienzos que realizó para la Hispanic Society, como forma de dar a conocer la cultura española en el extranjero.
Y claro, la ambientación musical procede casi en su totalidad de la obra magna de Albéniz, “Iberia”
De los actores, los que representaban esa clase baja, eran en su mayoría de raza gitana, utilizados como extras para después, según se cuenta, llevarlos a los distintos Campos de Concentración alemanes; lo mismo sucedió en rodajes como en la “Carmen la de Triana” antes mencionada.
Otro dato que no pasará desapercibido al espectador, será el del empleo de palabras españolas por parte de los protagonistas, solo de vez en cuando.
¡Qué extraño ver a personas que, de estar hablando en alemán todo el tiempo, de repente sueltan un “¡caramba!” que resulta, cuanto menos, chocante!
El personaje de Marta, una extraña zíngara que vive de ir en su carromato, pueblo por pueblo para bailar en las tabernas, lo interpreta la propia Riefenstahl.
En una de las escenas de la película, se dispone a bailar ante la concurrencia.
Su baile, con pretensiones flamencas, acaba resultando, cuanto menos, contenido.
Esta danza que ejecuta, no deja de recordar a las coreografías de influencia grecolatina tan vistosas en su filme “Olympia”
Y es que ella pertenecía más a ese mundo, a esa estética.
La fotogenia de la Riefenstahl disminuye en este tipo de situaciones… lo que nos hace preguntarnos, qué necesidad había de que ella misma interpretase el papel...
Técnicamente, Tiefland está bien diseñado, con gran cuidado en escenarios y localizaciones, y algunas cinematografías impactantes.
La actuación es bastante discreta, y los personajes son bastante tridimensionales.
Hay que decir que las escenas más románticas, son clichés, casi a lo Valentino, pero las escenas más carnales realmente emiten chispas.
La principal preocupación de Riefenstahl, es con la naturaleza y las montañas.
El tema constante de la historia, es el contraste entre la pureza de los pastos de alta montaña, humedad y aire fresco; y la corrupción de las tierras bajas, con su cruel aristocracia y campesinos oprimidos, donde:
“Los hombres son malos y las mujeres están enfermas”
Las escenas de la fotografía de naturaleza, son de primer nivel, y cualquiera que no haya visto Tiefland, se está perdiendo una parte importante del desarrollo del cine; donde especialmente notables son las escenas de movimiento rápido de nubes rodando, y relámpagos llamativos, también la escena de apertura con el pastor luchando contra un lobo, todo muy real; y muchas de las escenas parecen estar directamente tomadas de las pinturas de Goya, sobre la vida campesina.
Es interesante considerar, que “las películas de montaña” de Leni, pueden haber sido los antepasados del “spaghetti-western”
Ambos filmes de Leni, su debut como directora “Das Blaue Licht” (1932) y Tiefland; tienen muchas de las características de un “western” de Hollywood, y podrían rehacerse fácilmente como tales, aunque carecerían del magnetismo animal de Leni.
Así, la composición de las imágenes lo hace completamente convincente.
El escenario español cobra vida; la crueldad de los aristócratas, la desesperación de los campesinos, la sensualidad de las señoritas, todo es típico del lugar, y se puede ver en películas españolas.
Que esto haya sido logrado por un grupo de extranjeros que filmaron en 1940, es un tributo al genio de la estrella-directora, Leni Riefenstahl; que vale decir que originalmente fue una bailarina, y se nota en su excelente dominio del baile flamenco aquí; y ella es tan buena como cualquiera de los bailarines españoles que han crecido haciendo mudanzas y seguidillas; y como directora, tiene la ventaja de hacer que la cámara mire cada oscilación sensual a corta distancia.
Pero el rodaje fue atropellado:
En 1940, el equipo se trasladó desde España a Alemania e Italia.
A falta de extras del país donde transcurre la acción, se buscó el servicio de gitanos, que fueron vestidos con trajes típicos de Castilla.
En los Dolomitas, las personas fueron reclutadas como extras; sin embargo, para los extras con un aspecto español específico, Riefenstahl eligió a niños y adultos de origen romaní y sinti, que estaban recluidos en Campos de Concentración nazis, el llamado “Zigeunerlager”; y 51 prisioneros romaníes y sinti, fueron elegidos del campo Maxglan-Leopoldskron, cerca de Salzburgo para filmar en Los Alpes en 1940; y en 1942, al menos 66 prisioneros romaníes y sinti, fueron sacados del Campo de Marzahn para rodar escenas en Babelsberg.
Estos extras se ven, por ejemplo, en la secuencia de baile en la taberna, y los niños sinti que corren junto a Pedro cuando baja de la montaña para casarse con Martha.
Riefenstahl tomó el papel principal femenino de Martha, un paso que no fue planeado originalmente; sin embargo, ella no encontró ninguna actriz a su gusto disponible en ese momento, y entonces ella lo hizo; siendo su último papel importante que había hecho 1 década antes; y puede haberse sentido atraída por interpretar a una bailarina, ya que bailar fue su vocación artística original.
Más tarde lamentó la decisión, ya que parecía demasiado vieja, diciendo:
“Cuando me vi en la pantalla, me sentí avergonzada.
No había ninguna duda al respecto, estaba equivocada”
Los críticos parecían estar de acuerdo:
Tenía más de 40 años, mientras que su amante era un actor de 23 añitos:
El gran Franz Eichberger.
Del resto del reparto, destacara al malísimo Bernhard Minetti como Sebastian que le viene al pelo, aunque se note algo sobreactuado.
Mientras Harald Reinl, quien coescribió el guión, coreografió la escena de baile de Leni.
Herbert Windt y Giuseppe Becce, trabajaron en la partitura musical inspirada en la ópera de Eugen d'Albert.
El trabajo de cámara entregó más tarde tomas de naturaleza bien recibidas de las montañas Karwendel y Dolomitas; y la escena de lucha de Eichberger con el único lobo medio domado, fue supervisada por Bernhard Grzimek.
En muchos sentidos, la historia de Tiefland está un tanto pasada de moda para principios de la década de 1940, bastante predecible y pintoresca; pero debajo de la superficie hay una denuncia innegable de opresión y tiranía.
Y en general, las películas de ficción de Leni no son su mejor trabajo, como sí lo son sus documentales, pero en todas, la fotografía es excelente; porque Riefenstahl aprendió enormemente de su trabajo con el padre de “la película de montaña”, Arnold Fanck, y su equipo experto de cinematógrafos.
En definitiva, puede parecer “pasado de moda”, pero es un maravilloso recordatorio de un alto arte cinematográfico caído en el abandono; en una mezcla de cine mudo y sonoro, siendo ese precisamente el efecto deseado de muchas de las grandes películas europeas de los años 30, y que produjo algunos de los mejores clásicos del cine.
Por último, la música también se suma al romanticismo extremo y al drama de la película; Giuseppe Becce y Herbert Windt hacen un gran trabajo tomando el trabajo homónimo del mismo Eugene d'Albert, el compositor que dirigió La Filarmónica de Viena.
Acaso no podría ser mejor.
“Ringsum ist Ruhe.
Still ist alles.
Der Wolf kommt heute nicht.
Heut nicht…”
(Todo está en calma.
Todo tranquilo.
Hoy no viene el lobo, hoy no...)
Sin duda, Leni Riefenstahl usó la alegoría tan poco diluida como se atrevió al realizar Tiefland.
El señor es oscuro y tempestuoso, es más bien como Hitler:
Él gobierna a los campesinos sin preocuparse por su bienestar.
Si hubiera sido filmado en Alemania, probablemente habría sido prohibido, y aun así, resultó en el arresto de Riefenstahl.
Eso llegaría muy pronto, pero de Los Aliados salieron victoriosos, en lugar del Eje.
La visión revisionista de la década de 1990, ha sugerido que la película es una crítica del nazismo.
Los historiadores han afirmado, que el verdadero valor de la película, es como una psicobiografía, haciendo hincapié en la película como una alegoría política en lugar de melodrama.
Sebastian representa un gobierno totalitario que pisotea los derechos y las necesidades de las personas; y Pedro es un héroe ingenuo y apolítico, que solo hace lo que cree que es correcto.
Incluso el lobo podría interpretarse como una alegoría de Hitler.
Pero Riefenstahl insistió en que ninguna de sus películas tenía mensajes políticos, y solo admitió que esta película era “su emigración interna”
Otras interpretaciones vieron al Marqués como un representante de una figura de Hitler, a Martha como una sustituta de Leni arrepentida, una desafortunada tentada por el oportunismo.
Tan pronto como terminó la guerra, Riefenstahl, como miles de otros que habían trabajado en El Partido Nazi, fueron detenidos mientras se determinaba si debían o no ser juzgados por Crímenes de Guerra.
Pero Leni nunca fue acusada oficialmente, pero pasó 4 años detenida, y sus rollos de película para Tiefland, fueron almacenados sin cuidado.
Posteriormente, en 3 juicios de desnazificación, Riefenstahl fue acusada de colaborar con los nazis y, finalmente, se la denominó “compañera de viaje”; sin embargo, a ninguno de los sinti que participaron en la película como extras, se le pidió testificar.
El problema surgió después de que la revista alemana “Revue”, publicó el uso de estos extras en 1949, e indicó que eran “trabajos forzados, y enviados más tarde a Auschwitz, donde muchos de ellos perecieron en El Holocausto”
Leni Riefenstahl afirmó durante toda su vida, que todos los gitanos utilizados en la película como extras, fueron tratados muy bien, y que todos fueron vistos después de la guerra, sanos y salvos; y asegura que después de la guerra volvió a encontrarse a muchos de sus antiguos actores, y que todos recordaban con gratitud la experiencia vivida durante el rodaje.
Las declaraciones de algunos supervivientes, confirman también el buen trato dispensando durante el trabajo, por el que recibieron algunos honorarios, pero se trata de excepciones:
La mayoría no regresó de Auschwitz…
No fue sino hasta finales de los 70 y 80, que se encontraron documentos que prueban que ella personalmente fue y seleccionó a los extras gitanos en El Campo Maxglan-Leopoldskron, cerca de Salzburgo, para filmar en Los Dolomitas en 1940; y en 1942, en El Campo Marzahn para las escenas de estudio, filmadas en Babelsberg.
Mientras que algunos de los sinti sobrevivientes afirmaron que fueron maltratados, otros discreparon.
Riefenstahl afirmó, que ella trató bien estos extras, y que no sabía que iban a enviarlos a Auschwitz.
En un momento incluso insistió en que, después de la guerra, había visto a todos los gitanos que habían trabajado en la película.
La reciente publicación en el “Berliner Zeitung” de una lista elaborada por las autoridades nazis con los nombres de los 65 gitanos del Campo de Marzahn, en el extrarradio de Berlín, que en 1942 actuaron en los estudios de Babelsberg, ha permitido esclarecer el trágico final de la mayor parte de ellos en Auschwitz.
Allí también fueron conducidos otros gitanos de Marzahn, y del Campo austriaco de Maxglan, que en 1940 intervinieron en las escenas rodadas al pie de los Dolomitas.
En 1982, Nina Gladitz produjo un documental “Zeit des Schweigens und der Dunkelheit” o “Tiempo de Oscuridad y Silencio”; y examinó el uso de estos sinti en la creación de Tiefland.
Posteriormente, Riefenstahl demandó a Gladitz por difamación y, aunque se demostró que visitó Los Campos y seleccionó a sinti para obtener extras, la afirmación de Gladitz, de que Riefenstahl sabía que los enviarían a Auschwitz, tuvo que ser eliminada del documental.
Gladitz, sin embargo, se negó a hacerlo, y por tanto, su película no se ha mostrado desde entonces.
El problema volvió a surgir en 2002, cuando Riefenstahl tenía 100 años.
Ella fue llevada a La Corte por un grupo de romaníes, por negar el exterminio de los gitanos.
Como consecuencia del caso, Riefenstahl hizo la siguiente disculpa:
“Lamento que sinti y romaníes haya sufrido durante el período del nacionalsocialismo.
Hoy se sabe que muchos de ellos fueron asesinados en Campos de Concentración”
Si esto fue o no, en el contexto, fue una buena razón para terminar la carrera de la mejor realizadora de cine que haya existido alguna vez.
Riefenstahl, en realidad estaba siendo castigada por sus películas anteriores de propaganda de antes de la guerra, cuya realización de ninguna manera constituía un crimen de guerra, o un crimen de ningún tipo.
Y es cierto que Leni eligió a las víctimas como extras, pero ella retrasó sus muertes; y puede ser que esto haya contribuido a unos pocos que sobrevivieron...
Pero ella no tomó medidas para empujarlos a las cámaras de gas.
Su crimen fue, como la mayoría del crimen alemán, la apatía y la cobardía.
Como dato curioso, se ha dicho que la oscarizada película “TITANIC” (1997), de James Cameron, hace eco, e incluso copia mucho de lo que se puede encontrar en Tiefland:
El escenario, por supuesto es diferente, pero la mujer es tentada por un lado por el poder y la riqueza; y por el otro lado, por el personaje hombre-niño que ofrece el amor verdadero; en un viaje que lo hará madurar.
Sin embargo, el fracaso de Tiefland terminó la carrera de dirección de Leni Riefenstahl, aunque tuvo éxito como fotógrafa en los años 60 y 70.
La alemana, acabaría yéndose a África, para dedicarse a otra de sus aficiones; y allí encontraría a pueblos de nativos que retratar.
Después, se dedicaría al submarinismo…
Y poco más que contar:
La gran Leni Riefenstahl moriría en el 2003, un año después de haber realizado su última película:
“Impressionen unter Wasser”, a los 101 años.
Y durante sus más de 100, siempre demostró un espíritu atlético a prueba de bombas.
De ella se reconoció, más pronto que tarde, la influencia que supuso su cine documental a la hora de la búsqueda de nuevas miradas audiovisuales.
Porque ella supo cómo nadie, transmitir con sus imágenes esa fascinación que tantos alemanes sentían por su Führer, por esa tierra prometida de la que tanto les había hablado, de esa “Germania” reluciente que acabó haciendo aguas.
El éxito de Riefenstahl es, ante todo, un cine histórico, un cine arqueológico que hoy en día continúa suscitando el interés de muchos curiosos.
Un cine a tener muy en cuenta.

“Hinauf in meine Berge, hinauf zu Licht und Freiheit!
Fort aus dem Tiefland!
Macht Platz, ihr alle, gebt uns Raum!
Ich hab den Wolf erwürgt, den Wolf, den Wolf hab ich getötet!”
(¡Arriba, a mis montañas, a la luz y a la libertad!
¡Subamos desde las tierras bajas!
¡La majestuosidad de aquellos parajes nos traerá la paz!
¡He estrangulado al lobo!...
¡Lo he matado!)



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