Deadfall

“Don't try to escape from your past”

No son pocas las películas, en las que podemos encontrar los ingredientes de supervivencia, frente a condiciones climatológicas extremas, personajes al límite, y lugares infinitos, cubiertos por un amenazante manto blanco, que promete arropar peligros.
Pero que llega a ser más aterrador, es la carga del pasado, que día a día nos golpea, y explota en el momento más inoportuno, perjudicando a todos los que están a nuestro alrededor, sea la persona que más queremos, a nuestra familia, a las personas que demuestran empatía, o a nosotros mismos.
El trauma del pasado nos persigue, y no será hasta que lo afrontemos, o que nos provoque una catarsis tan fuerte, de la que bien podemos perder el control, y acabar con nuestra propia existencia, en una “caída mortal”
“You're no angel at all”
Deadfall es una película de acción, del año 2012, dirigida por Stefan Ruzowitzky.
Protagonizada por Eric Bana, Olivia Wilde, Charlie Hunnam, Sissy Spacek, Kris Kristofferson, Jason Cavalier, Kate Mara, Treat Williams, Alain Goulem, Allison Graham, Patrick Kerton, Sarah Hansen, David Goff, Benoit Priest, entre otros.
El guión es de Zach Dean; cuya trama inicia justo tras el robo en un casino, los hermanos Addison (Eric Bana) y Liza (Olivia Wilde) se dan a la fuga, pero sufren un accidente de coche.
Deciden entonces separarse, para llegar hasta la frontera canadiense, pero los sorprende una terrible tormenta de nieve.
Mientras Addison emprende el camino a pie, a través del campo, sembrando el caos a su paso; a Liza la recoge Jay (Charlie Hunnam) un exboxeador que se dirige a su casa, para celebrar con sus padres June (Sissy Spacek), y el Sheriff retirado, Chet (Kris Kristofferson), la fiesta de Acción de Gracias.
Así pues, los diversos caminos se enfrentarán para reconciliarse con el pasado.
Deadfall es en el fondo, una historia de personajes con “buen corazón”, inmersos en situaciones complicadas, que necesitan ser queridos, y arropados.
La familia, ese ente social que nos engloba, es el motor que tienen todos los personajes en común.
Pero Deadfall no consigue hacerle honor al título, porque más bien parece una búsqueda, que una “caída”
Todos los personajes, buscan los rescoldos de ese cariño familiar, que alguna vez existió, y que en el presente se ha difuminado.
“It's a good sign when you feel a little bad”
Lo que tenemos aquí, es un melodrama de acción y suspense, siendo Deadfall, la primera película en EEUU del director austriaco Stefan Ruzowitzky, que ganó El Premio Oscar a La Mejor Película de Habla No Inglesa en 2008, con “Die Fälscher”, y da un marcado carácter a este relato sobre relaciones familiares, errores imposibles de enmendar, difíciles elecciones, y supervivencia terrenal.
El inicio de Deadfall, es muy dinámico y complejo en la realización, al mostrarnos un accidente de coche, donde las cámaras rápidas se entremezclan con las lentas, y juntas componen una coreografía que sirve para mantener pegado al espectador.
Los hermanos Addison y Liza, huyen por carretera, en medio de una gran nevada cerca de la frontera con Canadá, después de haber atracado un casino, pero su coche sufre un accidente, vuelcan, y su conductor muere…
Addison mata a un policía que intenta socorrerlos, y los 2 hermanos se separan, para continuar a pie, e intentar cruzar la frontera por separado, ya que a ella no la buscan…
Pero tenemos al tercero en discordia:
Jay, un exboxeador, que acaba de salir de la cárcel, y se dirige a la granja de sus padres, para pasar Acción de Gracias.
En la carretera, él se encuentra con Liza medio congelada, la recoge, y continúan el viaje, hasta que cortan la carretera por la nevada, y tienen que pasar la noche en un motel...
Mientras Addison continúa a través del campo, dejando un rastro de cadáveres a su paso; Liza logra convencer a Jay, para ir a casa de sus padres, y envía un mensaje a su hermano, para que vaya allí a recogerla…
Así pues, serán 3 familias, junto con la formada por el Sheriff Becker (Treat Williams) y su hija Hannah (Kate Mara), todos con problemas de muy distinto tipo, desde la decepción hasta el abuso de menores, que confluyen en una improvisada cena de Acción de Gracias.
Así, no sólo nos encontramos con una relación amorosa entre 2 de los protagonistas, sino que se abordan temas como, el en ocasiones difícil trato entre padres e hijos, como Jay que no es recibido con los brazos abiertos por su padre Chet, tras su paso por prisión; mientras que Hannah sólo obtiene menosprecios por parte del Sheriff, su padre, con quien trabaja.
Todo ello se completa con los traumas del pasado de los citados ladrones...
Deadfall es una historia de fugitivos y perseguidores, más allá de la mera sucesión de secuencias por las que los personajes deberán resistir ante lo imposible, su interior exteriorizado en la nieve.
Y es que la dirección apuesta por dividirlos, o separándolos por diferentes situaciones que después pretenderán unirse, para que no nos cansemos de un excesivo relato de supervivencia en pantalla, ni caigamos en una historia que sólo muestra 2 bandos, cuando deberían ser 3...
Aquí, los protagonistas se dividen en varias facciones:
Fugitivo uno, fugitivo dos, fugitivo tres, y que nada tiene que ver con los anteriores, puesto que él huye de otra causa; oficina del Sheriff, con sus propias intrigas sexistas y machistas internas, de un recóndito condado fronterizo de Michigan; y una familia de pensionados, feliz, que sólo quiere celebrar una buena cena de Acción de Gracias.
Desde cada parte, se nos muestran unas personalidades muy interesantes, cada rol con unas preocupaciones, y una determinada profundidad relativamente bien construida, y fusionándose todos estos enfoques, para constituir en su conjunto, una completa maraña que analiza un puñado de personajes desgraciados.
En un momento dado, la trama adquiere tonos personales, algo peliagudos:
“Mi hermano mató al diablo... Y me salvó del infierno”
Así fue como Addison mató a su propio padre, por lo que suponemos son abusos hacia Liza, su hermana.
Creando así en ella, una dependencia hacia él, que impide que viva su vida.
Inclusive, se percibe cierto grado de incesto, aunque muy sutilmente, y como resultado de los abusos del padre, todo es suposición.
Y por circunstancias que desconocemos, Addison se mete en una vida delictiva, y arrastra consigo a su hermana, convirtiéndose así en su diablo…
“Mató al diablo, solo para acabar ocupando su puesto”, como se hablaría en psicología.
Al final, la propia Liza acaba con ese nuevo diablo…
Y lo que me gustaría saber, es si Liza, posteriormente se convertirá en el diablo de Jay... idea que no es descabellada, pues el círculo vicioso no se cierra al ser personajes que viven al margen de la ley.
Sobre el reparto, destacar a Eric Bana, muy creíble como un psicópata que se debate entre el bien y el mal, con unos ojos de loco que infunden respeto.
Pero que carece de motivos para matar, más allá de odiar el maltrato familiar, lo repite con sus rehenes en la casa, aunque los hechos se traten de una manera diferente a lo que ocurrió en la casa del campo donde mató a un hombre.
Olivia Wilde está maravillosamente hermosa, destacando sus grandes ojos sobre lo blanco de la nieve, y su cara “de inocente” contrasta con su papel de cómplice en un atraco.
Charlie Hunnam, en el papel del boxeador Jay, está muy bien, presentando la carne para mostrar y atraer al público con su belleza física, que es notoria; pero su actuación merece más dirección, y quizás se vea ensombrecido por la talla de Spacek o Bana, o incluso Wilde, que es quien maneja la situación en todo momento.
Sin embargo, el actor tiene en su haber, algunas de las escenas más notables:
Es la parte romántica, la más conflictiva, de la que se quiere empatizar, pero es también protagonista de los momentos más inverosímiles, como en la cena, donde a veces aparece encadenado, a veces parece que no…
Y junto a ellos, un elenco de lujo para los papeles secundarios:
Kris Kristofferson y Sissy Spacek, como los padres de Jay; y Treat Williams y Kate Mara, como los agentes de la oficina del sheriff, que forma el tercer grupo familiar.
Pero es una lástima que no tenga un guión a la altura de su talento.
A pesar de sus aceptables escenas de suspense, el guión incluye fallidos elementos que pretenden dotar a los personajes de una falsa profundidad.
Lo que empieza con un robo a un casino, prontamente se vuelve como “mcguffin” para hacer un planteamiento sobre “las familias disfuncionales” haciendo que el “thriller” pierda fuerza, en pos de un drama familiar, que tampoco llega a explotarse como debiera.
Aparte, como trama secundaria, encontramos la historia de Treat Williams y Kate Mara, como Sheriff e hija del mismo respectivamente, que se nota menos trabajada, y poco aporta a la trama general, lastrando más aún el ritmo del metraje.
Y como era de esperar, hay algunos errores garrafales, que parecen hechos adrede, porque a cualquier miembro del equipo no se le pueden pasar cosas evidentes.
Me refiero por ejemplo, a la escena en la que los policías en moto de nieve llegan hasta la cabaña del bosque, y dejan las motos en un punto, ya que deben cruzar a pie por un pequeño lago…
Y al salir del lugar, el personaje de Bana, roba una de las motos como si las hubiesen dejado en la puerta de la casa…
No es el único error, aunque sí el más evidente para que se desarrolle una peligrosa persecución.
Pero hay otros, como al principio, cuando Bana pelea con el hombre de la primera moto de nieve, y tras cortarle un dedo, Bana le muerde directamente en la manga, y el otro personaje se retuerce de dolor, cuando se supone que en plena nevada, y con el abrigo que lleva, los dientes no han podido ni llegarle a la carne…
Aunque más ridículo resulta, cuando éstos, en plena pelea, caen en redondo, y el hombre acaba con el cuchillo clavado, cuando estaba apuntando a Bana…
Y ni hablar de cómo Bana aguanta caminando con disparos de bala en su pierna, como si nada, o cuando Hunnam está maniatado, con un cuchillo en su mano, y aun así, se da de trompadas con Bana, con la misma mano acuchillada y desgarrada…
Éstos son unos de los fallos que a mi modo de ver, matan una película que iba con miras a ser más de lo que fue, y sobre todo, se desaprovechó a los secundarios, de hecho, Kristofferson no dice ni 10 líneas de diálogo.
Otro de los problemas, es intentar contar demasiadas cosas, pues en Deadfall son bastantes personajes, e intentar unirlos en la parte final, y se ve todo muy forzado.
Eso sí, mención especial a las persecuciones en moto de nieve, que es algo que no se ve mucho, y están muy bien llevadas a cabo, así como la ambientación, esa tormenta interior que es exterioriza como tormenta de nieve, en donde los sentimientos son fríos, calculados, y que pueden llevar a la muerte.
Así pues, Deadfall sigue siendo la búsqueda cuando todos los personajes se encuentran a la mesa en la cena de Acción de Gracias, en medio de un paisaje de nieve, y frío; con la tensión de las cadenas, y los rifles; de la sangre y de las heridas, de los agradecimientos de pie, ante el banquete familiar, que trajo a colación, el recuerdo de los fantasmas del pasado, para ser expiados, perdonados, y castigados.
“Listen honey, you can pick the guy, you just can't pick the family”
Las historias sobre problemas familiares, inundan el cine des hace mucho tiempo.
Es un hecho, que hay miles de formas de contar los problemas, y como nos han afectado cuando nos hacemos adultos, creando las personas que somos, con todas nuestras virtudes y faltas, pero sobre todo con nuestros errores, que por culpa de otros, entiéndase progenitores, o terceros, nos marcan para siempre, y nos llevan a la senda del “no retorno” en una espiral que tiene como final, la esperada tragedia como única salvación para encontrar la anhelada paz interna, y externa para quienes nos rodean.

“If I were one of your boys, you'd be proud of me”



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