Never Back Down

“Win or lose...
Everyone has their fight”

Las películas de artes marciales, cine de acción, y de superhéroes, pueden ser una estupenda fuente de “inspiración”, convenientemente visionadas para un niño, al igual que la práctica de un deporte, en este caso, el deporte de contacto.
Se denomina “Artes Marciales Mixtas”, conocidas frecuentemente por sus siglas en inglés, MMA o “Mixed Martial Arts”, a la combinación de varias artes marciales, con fines de emplearla como método de defensa personal y/o para la competición en el deporte de combate.
El actual “deporte de combate” que permite el uso de artes marciales mixtas, es el de mayor contacto que existe, ya que permite el uso de golpes, patadas, llaves, y técnicas de una gran variedad de otras disciplinas de combate como:
Karate, Boxeo, Wing Chun, Wing Tsun, Jeet Kune Do, Taekwondo, Muay thai, Judo, Lucha libre, Lucha grecorromana, Jiu jitsu, Jiu jitsu brasileño, Kenpo, Hapkido, Capoeira, San Da, entre otras.
El concepto de las “Artes Marciales Mixtas” suele considerarse erróneamente, como sinónimo de campeonatos de “vale tudo”, originados en Brasil, así como de deportes de combate como el “full contact”, y el kickboxing; o prácticas que mezclen sólo artes marciales, que demuestren efectividad en torneos deportivos.
Los deportes de contacto, y las disciplinas asociadas a los mismos, aunque asociados a diferentes tácticas y normas, contribuyeron a formar la imagen moderna de las técnicas más usadas en campeonatos de Artes Marciales Mixtas; sin embargo, existe libertad para aplicar tácticas y técnicas de cualquier sistema de combate y/o arte marcial en dichos torneos, siempre que no se violen las reglas del caso.
El precursor del reglamento actual de las MMA, puede hallarse en sus primeros eventos, donde originalmente se promovían luchas de normas mínimas, con la intención de encontrar el arte marcial más efectivo para el combate cuerpo a cuerpo.
Más tarde, los luchadores comenzaron a adoptar múltiples artes marciales en su estilo, lo que conllevó a la adopción de reglas adicionales, destinadas a aumentar la seguridad de los competidores, y promover su aceptación como deporte.
Desde entonces, este deporte ha aumentado su popularidad, rivalizando otras disciplinas como el boxeo y la lucha libre profesional.
En la actualidad, el negocio de Las Artes Marciales Mixtas, ha sido llevado por compañías como “Ultimate Fighting Championship” y la extinta “PRIDE Fighting Championships”, así como por empresas menores.
“Shooto”, es considerada la primera compañía organizada de MMA, todavía en actividad, aunque en sus inicios contó con un reglamento ligeramente diferente.
Como dato, en junio del año 2008, el primer “reality show” en español, se filmó en Costa Rica, y se llamó “El Gran Peleador”, que aún tiene pendiente su gran final...
Este programa, mantuvo a 30 peleadores de diferentes países de América Latina, encerrados en una mansión en una provincia de Guanacaste; y en su estancia, los peleadores no tenían derecho a ver televisión, usar teléfonos, o Internet.
Su única preocupación era entrenar y pelear.
La mecánica del programa, eran combates en los que el peleador que perdía, debía abandonar inmediatamente la casa.
Lo visto en programas de concurso, solo que con peleas…
“If you gonna be the best, you have to take out the best”
Never Back Down es una película de acción, del año 2008, dirigida por Jeff Wadlow.
Protagonizada por Sean Faris, Djimon Hounsou, Amber Heard, Cam Gigandet, Leslie Hope, Lauren Leech, Evan Peters, Affion Crockett, Ryan Watson, Jill Sayre, Alexandria Iona, Jin R. Coleman, Rich Freeman, Rachael Thompson, entre otros.
El guión es de Chris Hauty, y lo escribió cuando su hijo le mostró vídeos de varias peleas de secundaria, posteadas en YouTube, como también, una que ocurrió en su escuela.
El título original “Get Some”, pero ese título tenía connotaciones sexuales, por lo que los productores no les gustó, y decidieron cambiarlo a “Never Back Down”; la cual obtuvo una clasificación PG-13, por “material temático maduro, que involucra secuencias intensas de lucha/violencia, algo de sexualidad, alcohol, y el lenguaje, todo involucrando adolescentes”
Sin embargo, una versión no clasificada, llamada “Extended Down Beat Edition”, mostrando desnudez y más sangre, fue lanzado en DVD, el 29 de julio de 2008.
La filmación, tuvo lugar en el centro de Orlando, Sanford, y Clermont, Florida, EEUU.
En un intento por encajar en la nueva ciudad, Jake Tyler (Sean Faris) acepta la invitación de su compañera Baja Miller (Amber Heard), para acudir a una fiesta, en la que acaba inmerso en una dura pelea.
Después de ser vencido y humillado por Ryan McDonald (Cam Gigandet), un compañero le habla de un deporte conocido como “Mixed Martial Arts” (MMA), y le presenta a su mentor, Jean Roqua (Djimon Hounsou) que lo acoge bajo su tutela.
Con Jean, Jake aprenderá a ser disciplinado y paciente, claves que quizá le servirán para llegar a lo más alto, y definirse a sí mismo.
Never Back Down saca a relucir el alma de camorrero que llevamos dentro, un filme que te invita a soñar con la venganza, y con el éxito en las causas aparentemente imposibles.
Incita a combatir, y a disciplinar al imbécil que se vanagloria… y con la chica que hay de premio mayor, digámoslo todo.
¿Quién no se transformaría en un bravucón, que arregla todo a los golpes y patadas?
“It's on you, always has been, always will be”
Never Back Down directamente está destinada al público joven, y le da lo que más les gusta:
Caras bonitas, cuerpazos machacados en el gimnasio, peleas grandiosas... pero simple en argumento, bien hecha, y que cumple con su cometido:
Entretener, y que bien lo hace, porque el ritmo es constante, y el tiempo se pasa volando.
No obstante, Never Back Down es una más del clásico “género de las peleas”, una mezcla justamente de temas ya vistos pero con estudiantes rebeldes, que quieren figurar en su colegio; y allí vemos a Jake Tyler, que se tiene que mudar a Orlando, Florida; ya que su hermano menor, Charlie Tyler (Wyatt Smith), es un futuro jugador de Tenis, y gana una beca para jugar, preparándose desde temprana edad.
Al llegar, conoce a Baja Miller, y ella invita a Jake a una fiesta donde conoce a Max Cooperman (Evan Peters), y a Ryan McCarthy, que mediante un video subido a Internet, ve a Jake “knockeando” a un compañero mientras jugaba fútbol americano; entonces, en la fiesta, Ryan lo incita a pelear.
En esa pelea, Ryan lo vence, y entonces Jake, mediante Max, conoce un lugar donde entrenar para pelear, el entrenador es Jean Roqua.
Jake tenía planeado pelear en “The Beatdown”, un campeonato de “Artes Marciales Mixtas”, en el cual, Ryan es el último campeón, pero Jake consigue olvidarse sobre esto, ya que Baja y él, empiezan a salir, y eso hace enojar a Ryan, porque Baja era su novia.
Así, éste lo agarra contra Max, a la salida del gimnasio, y le da una golpiza, dejándolo en un estado muy grave, casi muerto, en la puerta de la casa de Jake.
Jake al ver a Max en ese estado, decide anotarse en “The Beatdown” para pelear contra Ryan, y así poder vencerlo de una vez, para no pelear más, pero en las semifinales, Ryan es descalificado, por tanto, Jake al no poder pelear con él, decide retirarse, e irse.
Al irse, Ryan encara a Jake por la espalda, y comienzan a pelear afuera.
Jake vence a Ryan, y cuando vuelven al colegio, Jake es como un héroe para todos, y Ryan cambia su forma de ser, y respeta a Jake.
A todo esto, Roqua, que tenía problemas con su padre, decide ir a Brasil, a enfrentar a su padre que tiene un restaurante allí.
En Never Back Down, hay un grupo de chicos, que lo único que hacen, es buscar peleas…
Hay una chica popular en la escuela, y que es el interés romántico del protagonista; un maestro sabio y sereno, que tiene una forma de enseñarle a su discípulo, quien no necesariamente está de acuerdo con el entrenamiento; y habrá un torneo, donde el protagonista y su antagonista se enfrentarán, pero primero tienen que vencer a una serie de contrincantes antes de la pelea final...
Habiendo dicho esto, es un tanto fácil predecir lo que va a pasar; y la convierte en una copia moderna de “Karate Kid” (1984)
Así que nada nuevo bajo los puños; todo conduce a una batalla final como clímax; pero es difícil construir un suspense, cuando sabes que llegará, y sabes quién va a ganar.
De la misma manera que las MMA, Never Back Down viene a ser una mezcla de todo tipo de artes marciales, y una mezcla de todo tipo de películas de artes marciales; llena de clichés, pues es muy obvio lo que va a pesar, y el mensaje que me deja, es que “debo preocuparme por la generación que disfruta su vida por medio de lo que capta la cámara de su teléfono móvil”
Atención a la escena final, en que el protagonista saluda amistosamente al tipo que llevaba persiguiendo todo el metraje, como dando a entender, que todo lo que ha pasado, no fuera en realidad “nada personal”, como si fuera la forma de reaccionar ante la injusta sociedad.
Brutal, claro, al final, tienen que ser amigos, total “solo te has metido con mi difunto padre, y le diste una paliza de muerte a mi mejor amigo, pero tranquilo”
Con combates, entrenamiento, esfuerzo, rendición, coraje, prepotencia, orgullo, envidia, triunfo, y sobre todo, en el “casting” debieron pensar:
¡Viva la cirugía, y que se mueran los feos!
Porque la fealdad y el sobrepeso, no existen en Never Back Down.
La actuación de los personajes principales y secundarios, no son nada fuera de lo extraordinario, salvo quizás Djimon Hounsou como el maestro Jean Roqua; quien nos demuestra una vez más, que los actores de color están infravalorados en la industria cinematográfica, cuando son ellos lo que consiguen que películas como estás funcionen, y evitan que los espectadores abandonen la sala, a mitad del metraje.
A Cam Gigandet, lo he querido golpear con un martillo desde el primer instante; indicio de que interpreta bien a su personaje, que por cierto, entreno durante 4 semanas para prepararse, y estar a tono con la producción; de la misma manera Sean Faris, que tal parece que piensa dejar atrás sus papeles de “niño bueno”, que bien podría unirse a “Fast & Furious”
¿Pero qué hace el protagonista en la casa de alguien que le odia, y desprecia?
Comenzamos con los cuestionamientos:
Pues intentar cepillarse a su novia…
Así pues, el pleito se lo buscó.
Never Back Down, se basa en la violencia gratuita, sin trama original ni fundamento, sin justificación.
Se trata de ver violencia y más violencia, algo que podría ser divertido, si no fuera una tergiversación que produce enormes problemas reales en la sociedad actual.
¿Qué clase de sádicos son estos que disfrutan ver, cómo el estudiante nuevo es molido a golpes?
La violencia por orgullo...
La violencia promovida desde YouTube, con las filmaciones caseras sobre pleitos callejeros…
La violencia como elemento básico, como impulso vital que te acerca a los límites, como violencia que llama a la violencia...
La violencia verbal, que deriva en violencia física:
En este aspecto, Never Back Down es bastante visceral, y algunos comentarios son de un nivel de virulencia que irrita.
Es acaso de la violencia y los golpes se han vuelto “cool”
Añadir que las peleas, o mejor dicho las coreografías están bien hechas, sin embargo, se les notan los cortes en la edición.
Por otro lado, siguiendo la narración, si el “sensei” viera que ha perdido tantos días de su vida, en el entrenamiento de un pupilo caprichoso, que lo que desea es vengarse a puño limpio, se tiraría del balcón.
Lo peor de esta filosofía cargada de frasecitas a lo “nunca te rindas, lucha para ganar, y alcanzarás la gloria”, es que acaba aplastando al resto de posturas mucho más sensatas y cívicas, haciendo una irrisoria apología de la lucha preventiva, como solución de los problemas.
Y trata ineficazmente, de dotar al protagonista de cierto trasfondo psicológico, para legitimar sus acciones.
Las relaciones padre/hijo, tanto del protagonista, como del entrenador, como el malo maloso de la trama, generan “su propia lucha” a partir de factores de violencia vertical, con sus respectivos padres.
Lo que es significativo, porque desde ese punto “x”, la destrucción se va expandiendo a nivel social, hasta alcanzar nuevos carriles.
Desde luego, Never Back Down toma esto lateralmente, y establece como plato fuerte, el espectáculo, pero determinadas secuencias dan a entender, que originalmente aquí había mucho más de lo que terminaron mostrando.
Incluso, nos hacen replantearnos sobre el papel de Internet en nuestra sociedad, y el poder que ejerce entre los más jóvenes.
Lo que ocurre es que cuando una persona se valora por su capacidad de golpear más fuerte, por ser “el más popular”, y por conseguir la chica más guapa, y no por su cerebro, o su madurez emocional, nos encontramos con un problema:
Estamos mandando un mensaje muy primitivo, a las generaciones que han de confrontarse con auténticos problemones sociales y medioambientales, les estamos diciendo que la ley de la selección natural, protege a los guapos, agresivos, y fuertes, que pelean por las mejores hembras...
Una vuelta a las cavernas del paleolítico superior...
¿Te gusta este mensaje?
¡Pues Never Back Down sin duda es tu película!
“Walking away and giving up are not the same thing”
Never Back Down, sufre de la esquizofrenia moral de muchas otras producciones similares; mientras que Las Artes Marciales Clásicas suelen ir acompañadas de un “corpus filosófico” que acompaña a la noble actividad de arrearse en un ring, imagínense qué enseñanzas vitales, puede ofrecer algo que viaja bajo el nombre de “tudo verga”, digo “tudo vale”
Así, en Never Back Down, nos encontramos que, mientras se glorifica una de las más abiertamente brutales actividades deportivas posibles, se nos pretende aleccionar sobre lo mala que es la violencia.
Cualquiera que haya visto uno de estos combates de MMA, se habrá percatado de lo poco estéticos que son.
En la mayoría de las divisiones, gran parte del tiempo, uno de los luchadores, o ambos, están en el suelo, intentando estrangular a su oponente, o recibiendo mamporros de éste, o toqueteándose de manera homoerótica.
Así que en Never Back Down las peleas, el meollo de la cuestión, al fin y al cabo, no terminan de tener la espectacularidad que Las Artes Marciales más estilizadas suelen ofrecer, y por lo general, tienen más pinta de pelea de patio de colegio, sustituyendo eso sí, los empujones de gallito, por patadas en la cabeza.
A decir verdad, no hay nada mejor que las armas de fuego, y nos dejamos de pendejadas, así, a lo más cobarde y por la espalda, pero de ser así, no tendríamos película, o ¿sí?

“Never give up, never back down!”



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