After Earth

“I've heard stories of Earth.
A paradise.
Until we destroyed it”

Para la mayoría de los niños, hacerse hombre significa, sencillamente, no ser mujer.
Es decir, mientras las niñas se definen por su feminidad, por su capacidad de comprensión, por su habilidad para conectarse con los demás, y ser consideradas, los niños se definen por lo que no son:
No ser débiles, no ser vulnerables emocionalmente, o no ser dependientes, parece ser la fórmula de masculinidad que les espera.
Una de las cualidades más importantes de la identidad masculina, es la exigencia del distanciamiento de la madre.
Para no ser llamado “niño de mamá”, o para no emular características femeninas, los niños se desconectan de su mamá, y con ello, de partes de sí mismo, y de su habilidad para relacionarse con los demás.
Uno de los mitos más comunes, es el que adjudica la homosexualidad, a la conexión emocional del hijo varón con su madre.
Incluso, este malentendido, continúa vigente en muchos países latinoamericanos.
Otros adjudican la agresión en el varón, a la sobre compensación, como reacción a una madre afeminizante.
Sin embargo, no existe ninguna evidencia de esta teoría.
Los hijos varones, incluidos aquellos que son educados por madres solteras o lesbianas, no son menos masculinos, que aquellos que son educados por sus papás.
Muchas veces, este criterio errado, proviene del entendimiento que las madres son cariñosas, y demasiado complacientes, mientras que los padres, son los que establecen la disciplina para hacerlos “hombres”
Pero esta hipótesis, tampoco tiene fundamento, ya que la mayoría de los papás que viven en la casa con los hijos, sólo disponen de minutos al día para ellos, los que mayormente se emplean jugando, según estadísticas recogidas recientemente.
Por tanto, son las mamás, quienes establecen los límites, ya que son ellas quienes comparten más tiempo con sus hijos.
Algunas veces, el niño aprende de otros varones de la familia, a despreciar a la mujer...
Cuando un niño rechaza a su mamá, porque “es sólo una mujer”, establece una competencia de poder, y desvaloriza a su madre, mientras deprecia el concepto de la mujer.
Estos niños, por lo general, tienen serias dificultades para relacionarse a nivel emocional con los demás, como también anulan su propia vida emocional, al desconectarse de su propia madre.
Para “hacerse hombre”, si hacerse hombre significa madurar, el niño necesita de su mamá, no sólo de pequeño, sino a través de los distintos estadios de su evolución, para poder reemplazar las formas de relacionarse que aprendió de niño, por aquellas más maduras, de conexión emocional con los demás, en lugar de suprimirlas.
“Fear is not real.
The only place that fear can exist is in our thoughts of the future.
It is a product of our imagination, causing us to fear things that do not at present and may not ever exist”
After Earth es una película de ciencia ficción, dirigida en 2013, por M. Night Shyamalan
Protagonizada por Jaden Smith, Will Smith, Sophie Okonedo, Zoë Kravitz, Kristofer Hivju, Sacha Dhawan, Chris Geere, David Denman, Monika Jolly, Jaden Martin, entre otros.
El guión es de M. Night Shyamalan, Gary Whitta sobre una historia de Will Smith.
After Earth, coproducida por la Familia Smith, Shyamalan y otros, fue filmada en Costa Rica, específicamente, en La Fortuna de San Carlos, y Sarapiquí.
After Earth sigue el viaje iniciático de Kitai Raige (Jaden Smith), un aspirante a “Ranger” que es perfecto en todo aspecto, salvo por uno, no tiene madera física y mental, para ser un soldado, por lo que reprueba el examen de La Academia.
Cypher Raige (Will Smith), es El Comandante Supremo del Cuerpo de Rangers, que llega de una larga estadía, en una de las misiones, para mantener la seguridad de la población de su mundo.
Cypher es el líder que llevó a la humanidad a la victoria contra los S'krell, una raza extraterrestre, que casi les lleva al punto de la extensión.
El mundo de los Raige, subyace 1000 años después de que la humanidad abandonara La Tierra, que dejaron por sus propios actos, en un estado deplorable, y en la búsqueda de un nuevo hogar, llegan al planeta que llaman “Nova Prime”, donde su enemigo crea bestias ciegas, conocidas como los “Ursa”, que tienen un único propósito, cazar humanos, la única manera de combatirlos, es no sintiendo miedo, algo que logran mediante una técnica que descubrió Cypher llamada “desfase”
Pero el joven Kitai, tiene traumas de su infancia, relacionados con el fallecimiento de su hermana, Senshi Raige (Zoë Kravitz) a manos de un Ursa, y es una de las causas por las que decide alistarse.
La madre de Kitai, Faia (Sophie Okonedo) aconseja a Cypher, a tratar de ayudar a su hijo a superar su pérdida, a lo que al final accede.
Al llevar a su hijo en un viaje a una de las estaciones de los Rangers, un campo de asteroides, daña gravemente a su nave, y se ven obligados a aterrizar en La Tierra, después de hacer un salto espacial, planeta que durante esos mil años, ha evolucionado, soportando las condiciones duras dejadas por los humanos.
Peor al caer la nave y matar a la tripulación, salvo Kitai, su padre está gravemente herido, y debe enviar a su hijo, para que encuentre una baliza que envíe una señal de ayuda, pero el problema es, que está a 100 kilómetros de su posición actual.
El joven, deberá recorrer un camino lleno de peligros, donde todos los seres han evolucionado para matar a los humanos.
Padre e hijo, tendrán que aprender a trabajar juntos, y confiar el uno en el otro, si quieren tener la oportunidad de regresar a casa.
El punto de partida de After Earth es muy sencillo, encontrándonos con un respetado militar, cuyo hijo le decepciona.
Durante una misión, la nave en la que viajan se estrella en La Tierra de dentro de mil años, un lugar hostil que los humanos abandonaron hace mucho tiempo.
Dado que su padre está herido, el joven protagonista de la historia, tendrá que recorrer decenas de kilómetros para activar una baliza que les permita regresar a su hogar.
La estructura de After Earth, no presenta complejidad alguna y, ciertamente, se echa en falta, una mayor intensidad en su desarrollo.
Las andanzas de Kitai, se nos antojan demasiado breves, pausándose a causa de los diálogos que mantiene con su progenitor, quien se ocupa de guiarle hasta su objetivo.
“This mission has reached abort criteria.
I take full responsibility.
You did your best.
You have nothing more to prove.
Now return to the ship”
After Earth nace de una historia original de Will Smith, llevada a guion por Gary Whitta, cuyo texto fue posteriormente retocado por Shyamalan, al aceptar la silla de director, al parecer, Stephen Gaghan y Mark Boal, también trabajaron en el libreto.
Es la primera vez, en la carrera del realizador, que parte de un guion ajeno, si bien quiso implicarse en la elaboración del relato, para aportar su particular sensibilidad.
Al ver After Earth, se nota su mano en diálogos, y situaciones que recuerdan a trabajos previos, pero donde queda más clara su firma, es en la composición de los encuadres, siempre elegantes e inteligentes, nunca arbitrarios o caprichosos, el ritmo narrativo, y el dominio de la tensión y la emoción, y para comprobarlo, es necesario escuchar la versión original.
After Earth, es una cinta de aventuras, inexplicablemente severa, que trata de armonizar la planificación minimalista, el uso del silencio y el sonido, así como recurso al suspense sobrenatural, reconocibles en la filmografía de Shyamalan, con el dinamismo y la aventura de una gran producción de efectos especiales.
Como ya hiciera con anterioridad, Shyamalan se sirve del planteamiento fantástico, para hablar del ser humano, en circunstancias extraordinarias.
Bajo la capa de espectáculo de acción y ciencia-ficción, encontramos conflictos íntimos, una relación paterno-filial puesta a prueba, personajes obligados a superar remordimientos, traumas, debilidades, y temores, a dar lo mejor de sí mismos para volver a casa.
La muerte, siempre está ligada al cine de Shyamalan, además, plantea y estructura sus historias, generalmente con 2 mundos paralelos que coexisten, a veces se interrelacionan, en otras entran en conflictos, que unas veces son irresolubles.
El agua, es un elemento casi imprescindible en el cine de Shyamalan, como la columna vertebral de esa pasión por la naturaleza del director.
El agua en After Earth, está tremendamente presente:
En relatos, ríos, cascadas, lluvia…
En un viaje por el río, Kitai hablará con su hermana, ensoñación consigo mismo, pero personificado en su hermana, negándose a seguir, evadiéndose de su responsabilidad, pero finalmente, respondiendo a su deber.
Todas las películas del realizador, han versado sobre el miedo, de una u otra forma.
Quizás por eso, aceptó dirigir por una primera vez, un guión que había sido idea de otro.
Porque After Earth trata sobre el miedo, y la capacidad que tenemos para enfrentarnos a él.
Y lo hace en un escenario apocalíptico, y de ciencia-ficción que supone, a mi parecer, el verdadero lastre de After Earth.
Porque si la acción no transcurriera en un planeta Tierra, evolucionado para aniquilar al ser humano, el espectador prestaría muchísima más atención a los personajes y a sus emociones, que para Shyamalan son lo que importan.
Además, After Earth es una película de aventuras, que sigue el esquema rutinario:
Esto es, el viaje se va complicando a medida que el protagonista, el niño, avanza hacia un destino que parece inalcanzable.
Y los obstáculos que encuentra, hacen el trayecto entretenido para nosotros, pero tampoco sorprenden, ni nos dejan con la boca abierta, ni nos sumen en un estado de tensión, de los de dejarnos las uñas en la butaca...
También, hay una lectura vital, el padre que guía a su hijo, pero es éste, el que debe “volar solo” para madurar.
Es muy interesante la idea y la forma en que Cypher guía a su hijo, hay cierta insinuación religiosa.
Cypher tendrá cámaras, que no se muestran regularmente su posición, que le permitirán ver cada paso de su hijo, para advertirle, incluso antes de que él se dé cuenta, de cualquier peligro, o circunstancia importante.
Así, como si de un Dios se tratara, Cypher controlará cada paso de su hijo/discípulo.
El hijo, le pedirá y necesitará de su guía y ayuda, pero en un momento dado, la comunicación se interrumpirá por problemas técnicos.
Aquí asistimos al “Silencio de Dios”, un hijo suplicando a su padre, que no puede comunicarse con él.
Finalmente, en el último tercio, padre e hijo se comunicarán instintivamente, convirtiéndose en uno solo, cuando el hijo siga las órdenes de su padre, sin poder oírlas, previo paso a su madurez, y conclusión de su misión… con éxito.
En la secuencia final, será Kitai el que logre comunicarse con su padre, pero él no sabe si lo logra, ya que no le llega respuesta, nuevamente “El Silencio de Dios” a la inversa, oyendo las súplicas, pero sin dar una contestación explícita, quizá la dé de otra forma, ya que en ese momento, padre e hijo se fundirán en uno, y por intuición, el chico irá siguiendo las instrucciones de su padre, sin que pueda oírlas en realidad.
Después de todo, es una bella idea.
Se ha comentado y hablado, sobre que After Earth podría tener un mensaje subyacente, a favor de La Cienciología, especialmente por el hecho de estar Will Smith implicado, la verdad es que lo desconozco, pero lo que sí se aprecia, son ciertos toques místicos.
En este sentido, Kitai dará “un salto de fe”, literalmente, para reducir el tiempo que le permita llegar a la nave, ya que al haber roto los viales, no sería factible.
Todo esto contradiciendo a su padre.
Será a partir de aquí, cuando pierda, precisamente, contacto con él, algo que relaciona, defiende, y subraya la concepción religiosa, antes mencionada, con el padre como Dios.
Este “acto de fe” y rebeldía, será un desahogo para el hijo, que verbalizará, por fin, lo que lleva dentro, las recriminaciones contra su padre, su ausencia soportada todos esos años.
Para aumentar la tensión, Shyamalan recurrirá a típicos recursos de guión, la herida del padre empeorando, los viales de oxígeno rotos, y por tanto, más limitados, Kitai mermado, y apremiado por la helada nocturna…
El hijo mentirá acerca de los viales que le quedan, inclusive.
Y el agua salvadora típica del director, dejará un regalito, una sanguijuela que provoca una reacción alérgica mortal en el joven.
Kitai seguirá a duras penas, las instrucciones de su padre, para inocularse un antídoto, será en este momento, cuando nos situemos en el inicio de After Earth, cuando vimos a Kitai, casi inconsciente, llevándonos al “flashback”, algo que se antoja bastante gratuito.
Finalmente Kitai:
¿Renacerá y se recuperará?
¿O todos morirán a partir de ahí, y lo demás es lo que pudo ser?
La metáfora del “salto al vacío” literal en After Earth, y figurado en nuestro imaginario, es a su vez, polisémica:
Primero, se trata de un salto al vacío personal, en cuanto que Kitai no conoce las consecuencias de desobedecer a su padre, ni el incierto y peligrosísimo final del camino emprendido con el salto.
Segundo, se trata de un salto al vacío generacional, en cuanto que After Earth plantea de diversos modos, la importancia que en el planeta Nova Prime, tiene el aprendizaje que se transmite de los mayores a los jóvenes.
Y en tercer lugar, es una metáfora, con claras resonancias en nuestro mundo real, donde ya existen pocas dudas, de que estamos experimentando un verdadero cambio civilizatorio, y estamos urgentemente necesitados de “héroes” que salten al vacío, para tratar de solucionar lo que no podrá solventarse, desandando el camino andado.
El final, nos deja una simpática broma, para distender, cuando el obseso Kitai decida que quiere trabajar mejor con su madre, antes que seguir con su carrera de Ranger, lo que satisfará a su padre, que seguirá su mismo camino, e incluso, le despertará una sonrisa, algo que el personaje de Will Smith, no regala con asiduidad.
El padre, lo recibirá con un bello gesto, levantándose, a pesar de sus heridas, para realizar un saludo militar.
En contraste su hijo, le dará un abrazo.
El círculo cerrado, Cypher pasa, por fin, de superior a padre.
Aquí lo malo fue, que Will Smith trata por todos los medios, de vender a su hijo como una estrella, cuando realmente no tiene el talento, ni el carisma, simplemente, no hacen química.
En primer lugar, la historia proviene de una idea original de Will Smith, y producida en gran parte, por toda la familia, en manada, que se ha emperrado en hacer de su hijo, un actor, y que tras ésta interpretación, va a tener muy difícil, que alguien vuelva a confiar en él, a menos que sea un proyecto financiado por papá y mamá.
Es curioso, que éste chavalo, se haya hecho un adolescente tan enclenque en pantalla, y sobre todo, poniendo unas caras que resultan difíciles de observar, y sobre todo de aguantar la risa.
Su escena en el peñasco, gritando a su padre, es tan ridícula y mal interpretada, que no se puede aguantar las risotadas, más verla en versión original, una interpretación tan mala, merece ser apreciada como debe.
Y es que Jaden, se pasa todo el metraje, moviendo las cejas, intentando poner cara de angustia, y poniendo morritos, o intentando ser sexy como su papi… y no sabe cuánto daño está haciendo al mundo del cine, con su sola presencia.
Espero que de este experimento fallido, saque algo bueno:
No volver a hacer ni siquiera, un cortometraje en su vida.
Mientras que Will Smith esta tan serio, que produce risa, y se pega unos monólogos, que aburren al más pintado.
Pero lo peor es la historia en sí, se trata de un padre incapaz de transmitir el aprecio a su hijo, que se esfuerza en tratar de conseguir el afecto de su progenitor de manera infructuosa, en un viaje iniciático de la niñez a la adolescencia.
Además, hay unas cuantas incoherencias en el guión, que acaban de matar el conjunto, un adelanto:
En una tierra sin contaminación desde hace siglos, y recubierta de vegetación, resulta que no hay suficiente oxígeno para los seres humanos, pero eso sí, para los tigres, águilas, y otros animales, si es suficiente…
El modo de ir avanzado el metraje, recuerda peligrosamente, al de un videojuego, en el que se van avanzado pantallas…
Las secuencias con mensaje pseudo militarista, son risibles, el chaval lo intenta, pero la culpa es de papi, por meterlo en semejante fregado.
Eso sí, lo del frio instantáneo, no tiene sentido, porque la tierra tiene atmósfera, y no se pasa del frio al calor en un instante.
Cuando el hijo llega a la cola de la nave, Will Smith puede oírle, pero al revés no.
¿Un poco raro, no?
Y para rematarlo, Will Smith recibe una imagen clara de su hijo…
¿Qué tipo de interferencias son esas, que solo afectan al sonido?
¿Dónde está la cámara del monitor del padre en todo momento, no se aprecia nunca?
¿Qué dirían los críticos, si el adolescente impetuoso y arrogante, hubiera acabado condecorado como el Ranger más heroico de La Galaxia?
Y no diciéndole a su padre el general:
“¡Quiero irme con mamá!”
Buff... no quiero ni imaginármelo.
En segundas lecturas, obvio de carácter sexual, podemos ver cierta amaneramiento en Kitai, probablemente natural, que hace que su padre, también cuestionado en el tema homo en la vida real, obligue a su hijo a “hacerse hombre” llevándolo de “tour”
Resulta curioso a manera de alegoría al útero materno, con el contenedor del monstruo, en función de que lo que se convierte uno, si no logra superar el miedo…
Un mejor final de After Earth, hubiese sido, que el padre muriera...
Así daría más impacto a lo que quería transmitir.
“You're still in that box.
It's time to come out”
De un tiempo a esta parte, se viene observando lo que es una falta total de narratividad en las películas:
La ausencia o ligereza de una historia bien contada, en favor de bellas o bellísimas tomas de espacios naturales, o creados por ordenador, para el caso, es lo mismo.
Es lo que se podría llamar “El Efecto Avatar”, siendo esta película de James Cameron, aunque no la primera en este curso de acontecimientos, sí el máximo exponente de este subgénero de anti cine.
Y es que todos los seres humanos, tenemos una curva de creatividad; aprendemos, desarrollamos nuestros talentos y, en un determinado momento de nuestra vida, tenemos un pico de brillantez, cuya duración es indeterminada, y depende de cada caso.
Luego, agotada la instancia de ser novedoso, uno comienza a copiarse a sí mismo, y entra en un período de decadencia, cuya pronunciación depende de la capacidad de adaptación/reinvención de cada uno.
Eso es inevitable:
El cerebro humano posee su desgaste, y la vida misma nos agota, con lo cual no nos inspiran las mismas cosas, ni sentimos el mismo ímpetu de cuando éramos jóvenes.
Aún los artistas más geniales, tienen su declive, simplemente, porque nadie es perfecto, y eso le ocurre precisamente a Manoj Night Shyamalan.
Por otro lado, en After Earth vemos la obsesión que tienen en EEUU con el miedo, con dominar el miedo, con que el miedo es una opción, o con que el miedo no es una opción, o conque el mayor héroe, es el que domina su miedo, o con que el mayor héroe, es el que no tiene miedo, etc.
El concepto argumental de After Earth, es el de un camino iniciático mil veces visto en el cine, el de un niño que cuando acabe dicho recorrido, será un hombre.
Cada paso que da, debe ser una prueba de supervivencia y superación.
Debe superar sus miedos reales, y sus fantasmas personales.

“Everything on this planet has evolved to kill humans.
Do you know where we are?”



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