Romeos

“Man hat nichts mit dem anderen zu tun”
(Uno no tiene nada que ver con la otra)

Dentro del cine de temática gay, uno de los conflictos que han sido tratados más tímidamente, ha sido el de la transexualidad.
En la mayoría de los casos, las películas que han osado acercarse al tema, lo han hecho desde el punto de vista del transexual femenino, es decir, una persona que ha nacido con órganos genitales masculinos, pero que se siente mujer.
Para aclarar términos, un transexual masculino, en inglés “transman” o “transguy”, es una persona que nace con genitales femeninos, pero que se identifica con el género masculino.
El cambio se realiza, desde el llamado género asignado, femenino; al actual, masculino, no tratándose como un proceso con comienzo y final.
Algunos transexuales masculinos, no quieren verse como “Female to Male” (FtM), es decir, “de femenino a varón”, argumentando que ellos han sido siempre varones, así que se autodenominan “Male to Male” (MtM), o “de varón a varón”
Por su parte, el término cisgénero, en el campo de los estudios de género, es un término que se utiliza para describir a personas, cuya identidad de género, y género biológico, son concordantes al comportamiento que a este le fue socialmente asignado, es decir, es un término utilizado para describir a personas que no se identifican como transgénero.
Derivado de este término, se concibe el término cisexualidad, término utilizado para describir a personas, que no se identifican como transexuales.
El cisgénero corresponde a un término social, aplicado a aquellas personas que poseen determinada identidad de género, concordante con los papeles sociales que son asignados al género biológico de determinada persona:
Alineamiento entre identidad de género, sexo biológico, y comportamiento acorde al género biológico.
Diversas cuestiones sociales, determinan la presencia del cisgénero, basándose en la normatividad de género, lo que la sociedad identifica como “correcto” en cada género biológico.
Algunos elementos y concepciones, incluyen normalmente:
La expresión de la sexualidad, el comportamiento sexual humano, la orientación sexual, la identidad de género, la forma de vestir, el desempeño laboral, los manerismos, la expresión emocional, etc.
Una persona cisgénero, no se identifica con ninguna identidad transgénero, ni con ninguna de sus características clínicas; a pesar de que la expresión sexual, y el estilo de vida moderno en las sociedades y la cultura occidental, normalmente correspondan a una mínima expresión del transgénero, adopción de la moda socialmente asignada al sexo opuesto, o la presencia de manerismos, calificando socialmente dentro de los estándares de la masculinidad y la feminidad.
Así pues, el término cisexual, se refiere a un concepto de menor extensión que cisgénero, que se clasificaría dentro de este, debido a que la transexualidad, corresponde a una identidad transgénero.
A veces, como surgidas de la nada, aparecen películas con una perspectiva diferente, una temática distinta, o un punto de vista novedoso.
Y aunque parezca mentira, tras más de un siglo de millones de kilómetros de rollos de celuloide, por momentos, parece que ya hemos asistido a todo en las salas de cine.
Pero de repente, normalmente cuando menos te lo esperas, aparece algo distinto, que refleja la enorme variedad, complejidad, y riqueza del cuerpo, y no digamos, del alma del ser humano.
“Romeos... anders als du denkst!”
(Romeos es... diferente de lo que piensas!)
Romeos es una película dramática del año 2011, escrita y dirigida por Sabine Bernardi.
Protagonizada por Rick Okon, Maximilian Befort, Liv Lisa Fries, Felix Brocke, Silke Geertz, Gilles Tschudi, Sigrid Burkholder, Johannes Schwab, entre otros.
Sabine Bernardi, su directora, que proviene del ámbito de la televisión, firma con Romeos, su ópera prima; un excelente film alemán, que pide a gritos la libertad, la igualdad, y la aceptación, desde un agudo guión, tan alegre como triste, que no teme decir la verdad, mostrando unos personajes muy reales.
De hecho, todo Romeos respira sinceridad, por ser una de esas películas diferentes, tiernas, valientes, y respetuosas.
Romeos habla de la transexualidad, así como orientación sexual es en primer término, pero a continuación, subyacen temas como:
La amistad, el valor de ésta, el amor, la dificultad de expresar este sentimiento, así como esos muros sociales, que impiden que una persona transexual, pueda sentirse integrado en la sociedad.
Así inicia Romeos, con un guapo veinteañero llamado Miri/Lukas (Rick Okon), que abandona su localidad, para trasladarse a la gran ciudad, y empezar una vida nueva, como siempre soñó.
Allí será donde conozca a Fabio (Maximilian Befort), un apuesto y temerario joven, que resulta todo lo que él desea ser.
Pronto comenzará entre ellos, una profunda amistad, que irá evolucionando hacia una atracción sin precedentes y muy poderosa, que les unirá de una forma que jamás imaginaron.
En un principio, Lukas envidia la perfección física de Fabio, con una musculatura bien definida, que es la que aspira conseguir para sí mismo.
Pero esta admiración, da paso a una atracción irrefrenable, que será correspondida por Fabio.
El miedo a que éste descubra su transexualidad, hace que Lukas viva este romance, de una manera tan complicada como tormentosa.
A este conflicto romántico, se unen las difíciles circunstancias laborales en las que se encuentra, a causa de los injustos trámites burocráticos.
En su nuevo trabajo para el servicio comunitario, Lukas es asentado en el ala de la residencia destinada a las mujeres, por lo que se ve obligado a emprender una particular lucha por ser admitido junto al resto de los compañeros masculinos, por lo que no podrá mantener un secreto, que cambiará todo completamente. Buscando apoyo y consejo en su mejor amiga, Ine (Liv Lisa Fries), una lesbiana que lo conoce muy bien, decidirá ir paso a paso, para conseguir una asimilación más fácil, aunque todo se complicará, a medida que sus sentimientos vayan aumentando.
Los personajes son:
Lukas, es una chica que se encuentra en una transformación de sexo, se inyecta Testosterona como paso previo a la operación de cambio de sexo.
Rick Okon, transexual en la vida real, logra realizar una interpretación basado en la contención, contención que consigue trasmitir angustia, al intentar “ocultar” al resto su situación.
Como dato, Okon se encontraba en pleno proceso de reasignación de sexo, cuando intervino en Romeos, mostrando con toda naturalidad, unos senos aún de mujer, que contrastaban con un físico masculino.
La claustrofobia que siente el personaje, interpretado a la perfección por el transexual Rick Okon, se transmite muy bien en Romeos.
Es normal que sienta claustrofobia, pues está encerrado en un cuerpo con el que no se identifica, a modo de metáfora “de gusano a mariposa”
Y además, nadie le entiende, y la gente le juzga con facilidad.
Pero se enamora, como cualquier otra persona, pero él sabe que no encontrará alguien que le corresponda de verdad, hasta que la verdad salga a la luz...
La aceptación, es lo único que busca, pero no es tan sencillo...
Ine es la amiga del colegio de “Miri”
Ella es lesbiana, y no comprende el cambio de su amiga, que actualmente se llama Lukas.
Ine es quizás, el personaje más interesante de la historia, que en un momento dado, pregunta a Lukas:
“Si eras chica y te gustaban los chicos:
¿Por qué estás haciendo esto?
¿Para qué complicarlo todo?”
Ine es el personaje más atormentado de la historia, porque al ser mujer y lesbiana, no entiende nada de los deseos de Miri, pero aun así la acepta por amistad, siendo sincera en lo que piensa y en lo que siente por Miri, como se comprobó, fueron amantes.
Fabio, es un joven del que se enamora Lukas.
Maximilian Befort da la réplica con corrección a Okon, en su papel de Fabio, pese a que tiene bastantes menos posibilidades de lucimiento dramático, que sí de físico, pues todo lo tiene bien puesto, ya que sus continuos desnudos harán las delicias del público amante del homoerotismo.
De su trabajo depende, que nos creamos absolutamente, los distintos estados de ánimo por los que pasa su personaje, desde el enamoramiento inicial, al rechazo por lo diferente, pasando por la  cultura latina, esta vez italiana, que no tolera la homosexualidad, comenzando por la suya propia, por lo que se esconde y lleva una vida de clase media-alta, como se comprueba con su ropa, al llegar el final de la obra, y por ser el único del grupo que posee automóvil.
Los 2 personajes, Lukas/Fabio van a ir de, sorpresa en sorpresa.
Lukas, que se ve obligado a vivir en una residencia de chicas por el momento, no puede evitar sentirse atraído por Fabio, de origen italiano, y costumbres más acordes con el clima del sur, desde el primer momento que lo ve.
Por su parte, Fabio tendrá que admitir que la ley del deseo, se compone de millones de excepciones, y una única regla:
Ser feliz.
Con sentido del humor, sensibilidad, y mucha naturalidad, Bernardi ha logrado en la que es su primera ópera prima, dar una visión diferente de la transexualidad, a través de esta historia de amor vitalista, en la que la directora, ha logrado que nos olvidemos de la orientación sexual de cada uno, haciéndonos ver que las convenciones, y los problemas, se dan por igual, seas gay o heterosexual.
“Wenn ihr Jungs mögen, Stick Frau, wird es leichter sein”
(Si te gustan los chicos, quédate mujer, será más fácil)
Romeos es una de las pocas que yo conozca, que trata este proceso “Female to Man” (FtM), siendo mucho más habitual en las pantallas, de hombre a mujer.
El guión parte de una premisa, que me parece muy interesante, y bastante esclarecedor sobre problemas prácticos a los que se enfrenta la comunidad transexual.
Romeos retrata de una manera rigurosa y veraz, la lucha diaria a la que se deben enfrentar estas personas, para lograr ser aceptadas, tal y como son.
La incomprensión de gran parte del entorno, tanto familiar como laboral, unida a las burlas a las que son sometidos por una sociedad en la que la homofobia, nunca termina de extinguirse del todo, está reflejada en Romeos con precisión y claridad.
La condición de transexual de Rick Okon en la vida real, le da una credibilidad extra a la propuesta, ya que sabe de primera mano de lo que se habla.
Su interpretación es magnífica, logrando que el espectador sea partícipe de sus dudas y tristezas, pero también, de sus victorias del día a día.
La paulatina transformación física de Lukas, gracias al ejercicio y a la medicación, con la aparición de una incipiente barba, o el incremento del volumen de sus músculos, suponen estos pequeños triunfos, que le hacen avanzar en ese camino que le llevará a convertirse en la persona que siempre ha soñado ser.
La pregunta es:
“¿Hasta qué punto, están ligadas la transexualidad y la homosexualidad?”
Me parece un punto de partida muy interesante.
Sin embargo, creo que Romeos trata el tema de manera superficial.
Se supone que el mensaje es que el cuerpo, con el que te sientes cómodo, y tu sexualidad, no siempre tienen que ir de la mano, y que cuando se habla de sentimientos, no sirven de nada las “etiquetas”
Por capricho del guión, lo novedoso del asunto reside en que, pese a que Lukas siendo mujer, se siente hombre, sus gustos sexuales no se inclinan hacia las mujeres, sino hacia los hombres.
Ahí es cuando Sabine Bernardi riza el rizo, al abordar en Romeos, y con el mismo personaje, la transexualidad y la homosexualidad, pero lo hace de una manera tan sutil y delicada, que en ningún momento resulta forzada, o exagerada.
Huye también del exhibicionismo habitual de este tipo de obras, dotando de una generosa sensualidad, a los acercamientos entre Lukas y Fabio, pero sin caer jamás en la torridez en sus escenas más íntimas.
No obstante, Bernardi no esquiva algunos de los tópicos y lugares comunes del cine de temática gay, especialmente, en lo concerniente al dibujo de Ine, la amiga lesbiana de Lukas.
Esto supone un defecto mínimo, dentro de un notable trabajo que le debe mucho, estética y narrativamente, al cine independiente.
El problema es que el desarrollo que le da la directora al tema, me parece que queriendo hacer en claro alegato a favor de la libertad de amar, sentir, o querer a alguien, siendo indiferente el sexo de origen, es pobre, no hace ningún favor a esta comunidad de personas, y en lugar de trabajar con una historia que se base en lo implícito, lo sutil, que al fin y al cabo es lo complicado, se va a lo explicito, e incluso, desagradable como ejemplo de ello, es lo del pene de goma…
Creo que la sensación que uno tiene al ver Romeos, es que los transexuales, sólo se dedican a salir de fiesta por bares lúgubres de calentón fácil, carecen de una familia que les apoye, la gente a su alrededor, continuamente se ríe de ellos… en definitiva, una postal que no me creo que esa imagen sea una generalidad.
La historia, al moverse únicamente en los inconvenientes físicos/sexuales que los transexuales pueden encontrar, en lugar de profundizar en temas como la familia, o la relación con la sociedad, tiene que recurrir a escenas como la del lago, las de la discoteca, o las de cama, de claro componente morboso.
Romeos, por contra, pone todas las cartas sobre la mesa:
Quiere enseñar la transición “Female to Male” (FtM), y tira del uso de una webcam, para los momentos en los que Lukas comparte inquietudes con otros transexuales en la red, experimentando así, con el cuerpo transexual, como materia, vemos inyecciones, pesas, etc.; quiere mostrar la fascinación por lo masculino, y la cámara insiste en acercarse, y acercarse al rostro y al cuerpo de Fabio; quiere denunciar los problemas burocráticos, y plantea una secuencia a la que se le ven las costuras, en “la secuencia de denuncia”; quiere dibujar una historia sentimental, y juega atropelladamente, con la persecución como metáfora; quiere arriesgarse con escenas de sexo, pero entonces, la cámara se aleja del cuerpo, lo omite.
Entonces:
¿Hacia dónde se dirige la mirada de Sabine Bernardi?
Es meritoria la aproximación al tema, pero es una lástima, que el tratamiento al mismo, resulte confuso y disperso.
La necesidad de de/mostrar toda la carga teórica, acaba por convertir Romeos en una película que se pierde en su propio discurso.
Bernardi debería haber girado alrededor de las palabras de Ine, por muy hirientes e ingenuas que fueran.
En ellas, estaba el origen de la disputa.
El principal problema es que, los personajes no tienen un rumbo claro, siempre regidos por lo sentimientos, y nunca por la mente.
En la segunda mitad, ya no hay ningún tipo de sorpresa, ya se sabe la verdad, sólo la excelente banda sonora, nos saca de una monotonía en la parte final, con un gran momento, en donde canta una chica transexual, en la voz original del contratenor alemán, Andreas Scholl, “I Am A Poor Wayfaring Stranger” tan triste como fantástico.
Por encima de sus cualidades, estrictamente cinematográficas, que las tiene, Romeos supone, una muy valiosa aportación al género, que hasta el momento había abordado esta problemática, de una manera algo superficial, salvo honrosas excepciones.
También, se agradece el mensaje optimista de la historia, ya que aunque no se rehúyen los episodios sórdidos, como las burlas de los compañeros de residencia, la crueldad infantil de la hermana pequeña de Lukas, siempre prevalece la fuerza, y el constante afán de superación del valiente personaje principal.
No contento con enfrentarse a sus propias trabas cotidianas, se dedica a apoyar y enseñar con sus vivencias, a otros muchachos que se encuentran en sus mismas circunstancias, por medio de videoconferencias a través de Internet.
Hay una escena, posiblemente la más hermosa, en la que un transexual canta una hermosa canción en un bar, ante un emocionado Lukas, que se siente profundamente identificado con la letra:
“Soy un pobre caminante, que viaja por este valle de desgracias.
Y no hay enfermedad, fatiga, ni peligro, en el mundo al cual me dirijo…”
Pese a todo, nuestro héroe sabe que su lucha tendrá un final feliz, que tanto sacrificio de hoy, tendrá su recompensa mañana.
Y se agradece a Bernardi que, por una vez, se desmarque en su desenlace de los caminos tortuosos habituales, para dejar una puerta abierta a la esperanza, y al triunfo del amor sobre los prejuicios.
Hacen falta más ejemplos positivos y normalizadores como éste en el cine, por lo que Romeos está destinada a ser, desde ya, una obra de referencia dentro del género.
El que tenga un final feliz, ayuda a dar una imagen positiva de la transexualidad, pues es horrible comprobar, que todavía las visiones de la homosexualidad, o la transexualidad, sean siempre con personajes torturados, o que acaban mal.
Y en este caso, ni está torturado, ni acaba mal.
“Wenn geboren mit weiblichen Genitalien sind weiblich und Ihr Wunsch wird ein Männchen sein, so wird Ihre sexuellen Praktiken in einer bestimmten Weise, natürlich, heterosexuell”
(Si naces con genitales femeninos, eres mujer, y tu deseo será, un ser masculino, por lo que tus prácticas sexuales serán de una determinada manera, por supuesto, heterosexuales)
Ante películas que abordan el transgénero, nace la complejidad de la identidad del individuo, esto es a qué sexo pertenece, macho o hembra, qué conciencia tiene de sí mismo género, hombre o mujer, y qué orientación sexual desarrolla, como la tendencia afectiva y/o sexual, llámese heterosexual, homosexual, bisexual…
Precisamente, en una película que da tantas vueltas al género, el que Bernardi sea mujer, ayuda a feminizar el fotograma, y dotar al guion, de una sensibilidad única.
Romeos es una historia sobre la aceptación, y el profesarse amor hacia uno mismo, para empezar a recibir el ajeno.
También, es una lámina sobre la propia sociedad, y los prejuicios que albergan en ella.
En absoluto, y de este hilo intenta tirar Bernardi, para reivindicar, cuán duro resulta no sólo el proceso de transformación del cuerpo, sino, el lugar que ocupa cada individuo, dentro de las construcciones socioculturales establecidas.
Romeos refleja a la perfección, las dificultades de aceptación social, que tienen los transexuales en general, y de auto aceptación, ya que es un proceso complejo, difícil, en el que se ven algo aislados, aunque el personaje se relaciona con otros por Internet.
Y que exige tanta auto dedicación, que les hace parecer obsesionados con lo “trans”, como le dice Ine a Lukas.
La transfobia por su parte, hace referencia a la discriminación hacia la transexualidad, y las personas transexuales, o transgénero, basada en su identidad de género interna.
La transfobia, puede tener consecuencias graves para el sujeto de la actitud negativa.
Las personas transexuales, también experimentan homofobia por parte de personas que incorrectamente asocian el trastorno de identidad de género, como un tipo de homosexualidad.
La conducta discriminatoria, o intolerante hacia transexuales, puede incluir el acoso, agresión, o asesinato.
Formas directas de intolerancia, se pueden manifestar también, de maneras sin violencia física, como violencia psicológica, y violación, o negación de derecho de asilo.
La discriminación indirecta, puede incluir el rechazo a que se trate a las personas transexuales, de la misma forma que a las no transexuales.
En la base de todas las formas de transfobia, se encuentra la negación de la identidad sexual de las personas transexuales, el prejuicio de que por haber nacido con los genitales del otro sexo “no son realmente mujeres” las mujeres transexuales, o “no son verdaderamente hombres” los hombres transexuales:
Cuando se acepta, que sexo de una persona, es su sexo psicológico, que son mujeres u hombres exactamente igual que el resto de mujeres y hombres, deja de verse con rechazo, desprecio u odio, el que una mujer transexual, viva como la mujer que es, o un hombre transexual, viva como el hombre que es.
Aunque también hay otras posturas, que mencionan que el sexo es biológico, no psicológico, y en realidad, la transexualidad se toma como una enfermedad en el manual más importante de enfermedades psiquiátricas, el DSM-V e IDC-10.
Pero es en “La Guía del Activista para Usar Los Principios de Yogyakarta” que:
“Es importante observar, que mientras que la “orientación sexual” ha sido retirada de la clasificación de enfermedades mentales en muchos países, la “identidad de género” o el trastorno de identidad de género, sigue apareciendo en las listas”

“Wie kann man jemanden lieben, wenn Sie nicht zeigen, wer Sie sind?”
(¿Cómo se ama a alguien, sin mostrar quién eres?)



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