Invasion Of The Body Snatchers
“They come from another world!”
Tras La Segunda Guerra Mundial, el mundo quedó dividido en 2 bloques, separados por El Telón de Acero:
El Comunista, liderado por la URSS, y El Capitalista, liderado por los EEUU.
Ambas potencias, nunca llegaron a enfrentarse directamente, las batallas se libraban en países satélites, cuyos bandos eran financiados, e incluso ayudados directamente, por estas 2 grandes potencias.
Era lo que se llamó La Guerra Fría.
No había un enfrentamiento directo entre ambos bloques, pero el riesgo era real.
El desarrollo de las armas nucleares, y la posibilidad de enviarlas a largas distancias, no hizo más que aumentar el temor a una Guerra Nuclear.
En ambos bandos, se creó una paranoica búsqueda de espías y colaboradores del otro bando.
No sólo hubo purgas en el bando comunista, en Estados Unidos, supuesta “Tierra de La Libertad” se inició una caza de brujas contra todo simpatizante o colaborador con el comunismo.
Y se creó, la famosa Comisión de Actividades Anti Americanas, promovida por El Senador por Wisconsin, Joseph McCarthy, y cientos de personas fueron investigadas y acusadas de espiar y colaborar con los comunistas.
El caso fue especialmente sangrante en Hollywood, decenas de profesionales del cine, fueron perseguidos y apartados de sus trabajos, entrando en las famosas Listas Negras.
Cualquiera era susceptible de ser denunciado, y cualquiera podía denunciarte, incluso, tu propia familia.
El género de la ciencia ficción, por su parte, conoció su mejor época en EEUU, en la década de los años 50.
Aunque su gran fuente se encontraba en el cine de bajo presupuesto, y por lo general, no gozaron de mucho prestigio, no cabe duda de que el espectador, encontraba un gran placer en esta clase de películas.
La década de los años 50, en Estados Unidos, fue la década de la ciencia ficción en el cine y la televisión.
Los escritores del género, solían renegar de las películas que se estrenaban en las salas, pero lo cierto es que, calaban hondo en el espectador.
Había un miedo general, y compartido a lo diferente, a lo extraño, a lo desconocido.
Y por otro lado, La Guerra Fría contra los soviéticos, estaba en su apogeo, y esa amenaza que podía provenir de los cielos, se llevó al delirio al dársele forma de extraterrestres.
Pero no solo esto, que es importante, sino también que esos años, fueron propicios para la fantasía y la ensoñación, no siempre inocente y blanca, y en un ámbito más terrenal, debido al éxito de los autocines.
Se debe tener en cuenta, que esas películas estaban rodadas en plena Guerra Fría, y la paranoia colectiva, fueron un perfecto campo de cultivo, para la perpetración de distopías futuristas, y al final, El Macartismo.
En esta época, muchas de las películas de invasiones extraterrestres eran, en realidad, propaganda anticomunista:
Los invasores provenían de Marte, el planeta rojo, carecían de individualidad, y golpeaban a los Estados Unidos, con una manifiesta maldad.
“Tomorrow you'll be one of us... There's no need for love…
Love, desire, ambition, faith… Without them, life is so simple, believe me”
Invasion Of The Body Snatchers es una película estadounidense, del año 1956, de los géneros de terror y ciencia ficción, dirigida por Don Siegel.
Protagonizada por Kevin McCarthy, Dana Wynter, Larry Gates, Carolyn Jones, King Donovan, Virginia Christine, Tom Fadden, Guy Way, Sam Peckinpah, entre otros.
El guión es de Daniel Mainwaring, y está basado en la novela de Jack Finney:
“The Body Snatchers” (1955) cabe señalar que el guionista tenía como nombre real, Geoffrey Homes, que firmó con el seudónimo de Daniel Mainwaring, ya que estaba incluido en las famosas Listas Negras.
El guión, preconiza el fin del paradigma racionalista que predominaba en los años 40 y 50, anticipando una defensa de la irracionalidad humana, que se hará más manifiesta en la década de los 60.
“The Body Snatchers” es una novela de ciencia ficción, serializada originalmente en Colliers Magazine en 1954, y que narra cómo una ciudad de California, Santa Mira, es invadida por semillas llegadas desde el espacio.
Las semillas, sustituyen a la gente mientras duerme, creando duplicados perfectos, que se desarrollan en vainas, mientras que sus víctimas humanas, se convierten en polvo.
Los duplicados, tan sólo viven 5 años, y no pueden reproducirse sexualmente, en consecuencia, si no se detienen, La Tierra rápidamente se convertiría, en un planeta muerto, y pasarían al siguiente mundo.
La novela, se transforma por una parte, en la búsqueda de respuestas racionales, donde parece no haber nada más que una especie de psicosis colectiva, y por otra parte, en la lucha sin esperanza contra la invasión deshumanizadora, que amenaza con extenderse a otras localidades.
Una historia corta de Philip K. Dick, “The Father-Thing”, publicada en diciembre de 1954 en “Magazine of Fantasy and Science Fiction”, utiliza también la idea de la duplicación de seres humanos en vainas, siendo el fuego, el método de destrucción de éstas.
Algunas fuentes afirman, que el interés del productor Walter Wanger, por “The Body Snatchers” provenía de lo mucho que le recordaba su vida en la cárcel, donde le encerraron después de haber intentado asesinar al agente de su esposa, la actriz Joan Bennett, por sospechar que era su amante…
Invasion Of The Body Snatchers se rodó en 24 días, y con un presupuesto de $400,000; y está considerada de culto, tanto que fue incorporada al National Film Registry, de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
Debido a la época en la que fue realizada, Invasion Of The Body Snatchers no ha podido optar a los principales premios de ciencia ficción, mucho más tardíos.
De ella, se han realizado ya, 3 remakes:
“Invasion Of The Body Snatchers” (1978), “Body Snatchers” (1993) y “The Invasion” (2007)
La serie de televisión de la década de 1980, “V” también narra, cómo los extraterrestres, cobran forma humana.
Asimismo, la serie “Threshold” explora temas similares.
Invasion Of The Body Snatchers, suma los géneros de terror, horror, ciencia ficción, y thriller.
Es el largometraje nº 11 de Siegel, el que le dio a conocer, y una de las obras clave de su filmografía.
Imprime a la acción, un ritmo intenso, que sostiene el desarrollo de un crescendo de terror y horror de magnífica factura.
El origen del mal, no se presenta como una fuerza exterior contra la que se ha de luchar, sino, como un enemigo que se infiltra en la sociedad, la domina, y la maneja con sigilo e impunidad.
Siegel hace una demostración brillante de eficacia narrativa.
Lo aterrador, es la forma que toma esta silenciosa invasión:
Esa sustitución de los habitantes del pueblo, por unos “doppelgängers” sin emociones.
De ahí que Invasion Of The Body Snatchers, es el paradigma del género; no hay explosiones ni movilizaciones masivas, o militares en acción.
Es algo subterráneo, que está ocurriendo en el patio de su propia casa.
Invasion Of The Body Snatchers narra una invasión extraterrestre, en la que esporas provenientes del espacio exterior, dan origen a vainas, de las que surgen copias idénticas de seres humanos.
La intención de estos extraterrestres, es reemplazar a toda la raza humana, por copias carentes de cualquier tipo de sentimiento.
La acción tiene lugar en Santa Mira, pequeña ciudad californiana ficticia, en 1956; y narra la historia del doctor Miles Bennell (Kevin McCarthy), un médico de provincias, que regresa al pueblo de Santa Mira, tras un congreso médico.
Al llegar, se encuentra con una situación extraña:
Algunos de sus pacientes, acuden a él asegurando, que un pariente cercano: padre, hermano, cónyuge... no es quien dice ser, que tiene su apariencia y sus recuerdos, pero que carece de sentimientos.
Al cabo de uno o dos días, ese mismo paciente, acude a la consulta, asegurando que todo ha vuelto a la normalidad, y que no hay nada de qué preocuparse.
En mitad de una cena, en un restaurante misteriosamente vacío, Bennell recibe la llamada de un amigo que, sin dar detalles, le pide que acuda a su casa.
Al llegar, el amigo y su mujer, le muestran un extraño cadáver:
Un cuerpo con la complexión de un adulto, pero sin rasgos definidos, ni tan siquiera, huellas dactilares.
Con una tensión creciente, se descubre que los habitantes del pequeño pueblo de Santa Mira, están siendo sustituidos por réplicas, que nacen en unas misteriosas vainas, sin procedencia verificable; una invasión implacable, e invisible.
Invasion Of The Body Snatchers, narrado en clave de “flashback”, respira desde su comienzo, de una atmósfera enrarecida y paranoica, manejada por Don Siegel, con un excelente pulso, y con un crescendo en la tensión magnífico.
El desarrollo de la historia, a partir del punto de vista del doctor, permite 2 cosas:
La primera es que, el espectador, descubre los hechos al lado del protagonista, que sepa lo que éste sabe, y no sepa lo que éste no sabe.
Al tener la misma información, cada revelación dentro de la historia, es una revelación para el espectador, la conexión crea una empatía que posiciona al que ve Invasion Of The Body Snatchers, del mismo lado que los personajes que la viven.
Esta forma de develación de hechos, permite crear un misterio constante; las personas comienzan a actuar de manera extraña, para luego ser remplazadas por dobles alienígenas.
Cómo y por qué, son sólo algunas de las preguntas que surgen.
La sensación de desesperación, inseguridad y angustia que se planta en los personajes, es el grado de miedo necesario, para catalogar a Invasion Of The Body Snatchers dentro del género del terror; la lucha por la supervivencia, y para no ser sustituidos por alienígenas, es el motor que la impulsa.
La segunda oportunidad, que la narración permite al contar la historia desde la lógica del protagonista, es el análisis de la situación que éste hace de los sucesos; un análisis que revela la temática que aborda con su desarrollo, subtexto, y esencia.
Que el doctor tenga una profesión científica, le da credibilidad al personaje, hacia los otros con los que interactúa, pero también hacia el espectador; de algún modo, su opinión puede contar con mayor grado de certidumbre analítica, tanto médica como clínica, lo que promueve una asimilación de las explicaciones y motivaciones dentro de la historia.
Por otra parte, están las deducciones de los hechos planteadas por los personajes.
Miles y sus colegas, atribuyen en un inicio el cambio de comportamiento de las personas, como una respuesta causada por la preocupación de lo que sucede en el mundo; ellos la consideran como una epidemia histérica masiva.
Este punto es muy importante, porque llega al inicio de Invasion Of The Body Snatchers, antes que se establezca claramente el factor de ciencia ficción en el relato, antes de que se muestren pruebas del modo operativo de los seres extraterrestres, que en capullos plantados, recrean la forma humana idéntica a las de los hombres y mujeres que planean sustituir, para luego realizar el cambio, cuando el huésped auténtico se queda dormido.
El suspenso de la huída de los protagonistas por la supervivencia, no es más que una lucha por conservar una identidad propia, los personajes reconocen a las personas que han sido sustituidas, porque éstas no presentan sentimientos ni emociones, todos actúan de la misma manera de forma casi automática, sin libre albedrío, búsqueda permanente del ser humano por vivir, convivir, sobrevivir conforme a su propio criterio, ante la avalancha mercantilista que uniforma gustos, conductas, maneras de vestir, de disfrutar, de expresar, etc.
Aunque con un final aparentemente esperanzador y optimista, adherido por requerimiento de los ejecutivos del estudio productor, y diferente al original escrito por Finney, el cual también es más heroico y alegre, el escenario por sí solo, incita a una reflexión respecto a la identidad, los valores, y las formas sociales en las que se vive.
De hecho, pensándolo bien, la resolución no acaba con el temor:
El peligro continúa:
“Tú puede ser el siguiente”
El director Don Siegel, había planeado terminar Invasion Of The Body Snatchers, con el doctor Miles Bennell completamente enloquecido, avisando a los conductores de una autopista de Los Angeles, y con ellos, al espectador:
Lanzado sus gritos a la cámara, de que, en efecto, los extraterrestres “ya están aquí”
Ese es el final de algunas de las copias exhibidas en Europa, y en circuitos de Estados Unidos…
El actor Kevin McCarthy, realiza una estupenda interpretación del doctor Miles Bennell, quien descubrirá cómo, poco a poco, todos sus vecinos empiezan a experimentar un comportamiento extraño, para pasar en un segundo momento, a una despiadada persecución.
El actor refleja a la perfección, la transmutación de su personaje, que pasa de ser un médico seguro de sí mismo, de la lógica, y sus conocimientos, a un sujeto paranoico, histérico, y desconfiado de todos los demás.
Cabe señalar que, en Invasion Of The Body Snatchers, Sam Peckinpah participó sin acreditar en la escritura del guión, además de tener un breve cameo.
Lo que eleva a Invasion Of The Body Snatchers, por encima de la gran mayoría de películas del género, y la coloca directamente en El Olimpo del Cine de Ciencia Ficción y de Terror, se encuentra en las múltiples lecturas que pueden realizarse sobre ella.
Dado su contexto, no cabe duda de que se trata de una alegoría de La Guerra Fría pero:
¿Estamos ante una plasmación del riesgo que supone la amenaza comunista, o ante una ridiculización de La Caza de Brujas, perpetrada por El Senador McCarthy?
De lo que si hay seguridad, es que es una apología preciosa, de la importancia de aquello que es consustancial al ser humano, y lo define:
Su capacidad para sentir.
Ya sea amor, odio, la felicidad más exaltada, o el sufrimiento más profundo; esto es lo irrenunciable e inherente a la naturaleza humana, esto es lo que distingue a alguien vivo, de un simple cadáver, o de un cuerpo robado.
He de resaltar, que me parece especialmente impactante, y magistral, que se mencione que es mejor morir, a experimentar un mundo sin dolor.
De hecho, sólo esta palabra suelta en medio del guión, hace que se eleve a cumbres que otros films siquiera vislumbran.
No hay mayor forma de homenajear la emoción, que anteponer la sensación más aversiva que un ser humano puede experimentar, al mero hecho de no sentir.
Cualquiera, preferiría morir a vivir en un mundo sin amor, o sin belleza, pero pocos veneran tanto los sentimientos, como para descubrir que incluso, el sufrimiento es preferible a la ausencia de los mismos.
“Only when we have to fight to stay human do we realize how precious it is to us, how dear”
Obra maestra de la paranoia de La Guerra Fría, basada en un relato de Jack Finney, Invasion Of The Body Snatchers es una fábula de sentido metafórico ambiguo, porque su búsqueda, va más allá de la superficie ideológica:
Se la puede leer, indistintamente como anticomunista, o como anti macartista.
Pero su fuerza reside, en mostrar la delgada línea que separa una humanidad capaz de soltar su carga emocional de meros muñecos insensibles, que cumplen fríamente con las reglas sociales.
Además, sondea la mirada médica, a través de su protagonista, que poco a poco va dándose cuenta, de que a su pueblo original, lo va tragando la muerte en vida de habitantes antes queridos amigos o familiares, y hoy, meros reflejos fríos, incomprensibles.
El final, donde el médico corre contra una corriente de coches, tratando de avisar al mundo del peligro, tiene una fuerza asombrosa.
Invasion Of The Body Snatchers, podría parecer una más de estas películas de invasiones.
Tal vez las vainas no provengan de Marte, pero son malvadas, y carecen de sentimientos propios, sólo tienen una conciencia colectiva y, cuando intentan convencer al doctor Bennell para que se rinda, no hacen sino predicar la bondad de un sistema, en el que las diferencias entre individuos, serán suprimidas.
Sin embargo, y a diferencia de muchas otras películas similares, Invasion Of The Body Snatchers está mucho mejor construida, y su invasión silenciosa e invisible, es mucho más inquietante, que los clásicos platillos volantes, y sus armas de rayos:
El enemigo, extraterrestre o comunista, permanece oculto, actuando en la sombra y, tal vez, pueda tratarse de alguien muy cercano, quizá un familiar, por lo que hay que desconfiar siempre de todo, y de todos, y no bajar nunca la guardia.
Se utiliza la idea de los extraterrestres, como instrumento de crítica al sistema que nacía en la otra parte del mundo, El Comunismo, esa idea de futuro sobre la humanidad que proclama Invasion Of The Body Snatchers, es sin duda, el ejemplo de la base comunista, una ejemplar crítica al sistema ruso.
Casualmente, los invasores se parecen mucho a los comunistas:
No consumen, y parecen no tener sentimientos, ni anhelos.
Son muertos en vida.
Invasion Of The Body Snatchers explota sabiamente esa teoría, de que el miedo es mucho más terrorífico cuando no se ve, o cuando lo provoca algo cercano.
Cuando nuestra familia y nuestros vecinos son la amenaza, da mucho más miedo, que cuando son marcianos verdes.
Quizás el origen de la amenaza sea extraterrestre, pero el espectador la siente muy real, ya que los propios parientes forman parte de ella.
Invasion Of The Body Snatchers crea perfectamente esa sensación de paranoia, que se apodera de los personajes principales.
¿Existe algo más aterrador, que ser traicionado por tus seres queridos?
Por otro lado, también se puede ver en Invasion Of The Body Snatchers, una crítica a La Caza de Brujas que se llevó a cabo durante esos años.
En todo caso, habrá de tenerse en cuenta, que el propio Don Siegel dijo haberse sorprendido, al oír que su película, podía interpretarse de esas formas.
Aunque el autor ha negado que la historia sea una especie de metáfora, en relación con el macartismo y el comunismo, algunos aspectos llegan a dar detalles de referencias sobre esta época.
Durante 1950 a 1956, El Senador de los Estados Unidos, Joseph McCarthy, realizó múltiples acusaciones y persecuciones, relacionadas con sospechas de comunismo.
El nivel de paranoia, influencia en el discurso, ocultación, y falsas acusaciones, están presentes en Invasion Of The Body Snatchers; si las referencias son directas o indirectas, es independiente del hecho que lo quiera o no, refleja el comportamiento de la sociedad de la época en la que toma lugar.
Más allá de ello, el estado social y de control, aún puede ser un tema actual, la sustitución de personas por dobles implantados, los cambios de conducta originados por factores externos, puede expresar la enajenación mental que provocan los medios masivos de comunicación, y puede también hacer referencia a otras formas de organización y control, que se presentan de alguna manera u otra en cada sociedad.
Si esos seres sin alma y obedientes a un sentido deshumanizado de comunidad, para muchos eran un espejo de lo que El Comunismo podía hacer con tu vecino, con tu amigo, o con un familiar cercano, también es cierto, que bien podrían representar la opinión común, mayoritaria, y falta de criterio, que hace ver como enemigos, a aquellos que mantienen su independencia y sus ideas propias, frente a la mayoría opresora.
Esto es McCarthy y los suyos, machacando sin piedad, a quienes diferían de sus encorsetadoras ideas.
Precisamente sobre el punto de la carencia de emociones, algunos han debatido sobre si se trata de una alegoría anti conformista.
La clase media de los EEUU de la post guerra, que ha olvidado el sufrimiento, que se rodeara de los lujos del renacer económico de la nación, y que por ende, terminaran inertes en su conformismo.
Si ese es el punto, me parece algo flojo.
Es más obvio el tinte anti comunista, ya que Kevin McCarthy dice en un momento, que “él odiaría vivir en una sociedad donde todos fueran iguales”
Las emociones también atentan contra el pensamiento comunista, el deseo de destacar y ser diferente, no se conlleva en una sociedad sin clases.
Convertir Invasion Of The Body Snatchers en una metáfora sobra el macartismo, pues el productor, Walter Wanger, sería acosado por La Caza de Brujas, y el guionista Daniel Mainwaring estaba en La Lista Negra, donde la transformación en un ser sin sentimientos, ofrecería una visión del clima de delación que vivió los Estados Unidos por aquel entonces:
La Caza de Brujas se convertía, literalmente, en la conversión en un ser diferente, inhumano, donde el que piensa de forma distinta, el que tiene ideas izquierdistas, debe ser eliminado.
Sea como fuere, se trate de un film de derechas o izquierdas, tanto da, lo cierto es que Invasion Of The Body Snatchers es, sin lugar a dudas, una de las mejores películas de ciencia ficción de todos los tiempos.
Un clásico que congela al espectador con su mensaje desesperado y terrible sobre la soledad humana, el desarraigo, y la pérdida de todo ese mundo acogedor y confortable que deseamos sea el que nos rodee.
En fin, de ese mundo que representaban los Estados Unidos en los años 50, en el cual, hasta las amenazas se tornaban fantasías sin igual.
Más allá del mensaje, lo que hace de Invasion Of The Body Snatchers, una película brillante, e incapaz de pasar de moda, es su soberbia concepción visual.
No es difícil caer en la cuenta, de que el aspecto visual está planteado como si fuera una película de género negro, pero con matices muy importantes.
Otra aproximación acertada, sería analizarla bajo los preceptos del cine de género, concretamente dentro del cine fantástico, y más concretamente, desde su vertiente de ciencia ficción, que es la forma que principalmente adopta el fantástico en los 50.
En ese sentido, Invasion Of The Body Snatchers es absolutamente recomendable:
Intensa, perturbadora, misteriosa, desasosegante, y con toda la densa carga alegórica que se le suponía al género, y más en los tiempos que corrían.
Aún hoy, sigue siendo una de las cumbres del género, por su potencia visual, por su precisión narrativa y, sobre todo, por su considerable mala intención.
Vista desde la distancia, con la mirada condescendiente y paternalista de La Era de la Híper Tecnología, Invasion Of The Body Snatchers tiene incluso el encanto naif de unos efectos visuales maravillosamente cutres. Invasion Of The Body Snatchers es maravillosa, llena de detalles que captan el alma de una comunidad rural y encerrada.
El elemento extraño, está introducido con sutilidad, pero desde la cotidianidad más absoluta:
La Familia.
Para mí, el punto fuerte, el que más destaca, es el secretismo, un secretismo atosigante, de aquellos que confabulan, de elementos extraños venidos de no se sabe dónde, que conspiran en nuestro entorno, en nuestras familias, en nuestro pueblo…
Entre la ignorancia de todos.
El verdadero terror, está precisamente en eso mismo, la pérdida de la identidad como ser humano, esa identidad que hace única, a cada uno de nosotros, y a base de hurgar en los miedos más ancestrales:
Miedo a la noche, a que ocurra algo mientras dormimos, a la muerte, a la ausencia de emociones en uno mismo, o sus semejantes; consigue mantenerte en vilo.
Con alegorías o sin ellas, el ingenio de Invasion Of The Body Snatchers está en su capacidad para generar miedo, sin recurrir al susto fácil, o sofisticados efectos visuales, la normalidad es esencialmente su punto fuerte, y lo que hace que sea perturbadora.
La fotografía de Ellsworth J. Fredericks, por ejemplo, cuida hasta el extremo esa sensación, de que cualquiera puede ser tu enemigo.
Las sonrisas luminosas, siempre están teñidas de cierta sombra, el aparente pueblo feliz, nunca reluce como se supondría o, si lo hace, siempre tiene un contrapunto.
De hecho, este uso de los contrastes, se convierte en pura maestría cinematográfica, en la escena más famosa e impactante:
El protagonista corre por la carretera, gritando a los conductores, que no hacen caso a la amenaza, inclusive, mirando fijamente a la cámara.
Hay momentos, como ése, en que Invasion Of The Body Snatchers se transforma en un film de terror.
De hecho, huye de convencionalismos de la ciencia ficción:
No hay apenas efectos especiales, y la amenaza extraterrestre nunca toma forma, más allá de la humana.
Sólo la aparición de las vainas, certifica el hecho de estar ante un invasor extraterrestre.
El momento en el que su personaje descubre que los besos de Dana Wynter, ya no son lo que eran, así como ese progresivo acercamiento al abismo de la locura, son fundamentales para que el espectador, nunca se salga del film.
Eso sí, no queda claro, como el matrimonio amigo de Bennell, encuentra el cuerpo a medio formar en su casa, no me cuadran esas absorciones de cerebros, sin necesidad siquiera, de establecer contacto con la víctima.
Si se supone que los humanos se sustituyen por clones:
¿Por qué Becky Driscoll (Dana Wynter) se vuelve un clon con solo dormirse?
No me quedó muy claro.
¿Se supone que había semillas en la cueva?
No hay tiempo para grandes explicaciones, e Invasion Of The Body Snatchers, no la posee.
Es cierto que los cambios que nota la gente, no son demasiado notables para el espectador; sería preferible que hubieran sido explicitados con algunos ejemplos, especialmente, para detallar que los seres de reemplazo, son clones sin alma, es interesante notar, que Invasion Of The Body Snatchers está hablando, 50 años antes de todo el tema de la clonación, en otros términos más primitivos y fantásticos.
Porque la ausencia de espíritu, significa el fin de la esencia humana, lo que transforma a ese ser en una criatura viviente, pero no en un hombre.
La explicación es algo más o menos digerible, por suerte, detallado de modo expeditivo, que podría interpretarse como una elección, o una cualidad de la raza alienígena, lo de no tener sentimientos.
Con todo, la raza humana sufre, debido a fenómenos alienígenos, así como una reveladora muestra de pesimismo, en torno al concepto de “sociedad”, aquí desintegrada, y hecha clónica a merced de fuerzas exteriores.
Y hoy, y cada día será más, somos clónicos, deshumanizados, manipulados, y engañados.
En vez de por extraterrestres, por políticos, banqueros y, sobre todo, por el cancerígeno dinero.
La música, de la compositora californiana Carmen Dragon, aporta una partitura intensa, de bajos profundos, y agudos vibrantes, que genera sentimientos de terror.
“I want to love and be loved.
I want your children.
I don't want a world without love or grief or beauty.
I'd rather die”
Inmersos en un dossier sobre el cine de la década de los 50, y siendo éste, a su vez, un texto sobre Invasion Of The Body Snatchers, resultaría un olvido imperdonable, no aproximarse, aunque muy por encima, al convulso contexto socio-político vivido en Estados Unidos, y que tanto daño hizo en todos los ámbitos de la sociedad, Hollywood, por supuesto, incluido.
Es la época de la tristemente célebre Caza de Brujas, del vergonzoso proceso de “busca y captura” de todo “elemento subversivo” que oliese a comunista.
Toda la ingente cantidad de propaganda pro-americana, era sinónimo de feroz anticomunismo.
Los sectores más reaccionarios en la lucha contra el enemigo comunista, se encontraron en Hollywood, aglutinados en una asociación llamada “Defensa de Los Ideales Americanos” (MPAPAI), presidida por el director Sam Wood.
Surgieron entonces, Las Comisiones:
Parnell Thomas, Comisión Wood, Comisión Velde, y Comisión Walter; y los Comités de Actividades Antiamericanas, presididas por El Senador McCarthy que, en 1947, acusó a La Industria Cinematográfica de “infiltración comunista”
Lo siguiente fueron los seudónimos para poder trabajar los exiliados y, en el peor de los casos, para unas 214 personas, la mitad de ellos guionistas, el ostracismo absoluto dentro de la industria, lo que supone que, toda una generación de cineastas, directores, y guionistas sobre todo, llegados a la madurez en los 50, y destinados a suceder a los de la generación anterior como:
Ford, Hawks, Lubitsch, Cukor, Wyler, Capra…, se vean abocados a la marginalidad de la independencia, cuando no al exilio, o la retirada.
Todos ellos:
Lossey, Rossen, Huston, Welles, Trumbo, Preminger, Dassin, Zinnemann, Dmytryk… constituyen “La Generación Perdida”
Así, a mediados de los años 50, todavía con Las Listas Negras rondando por Hollywood, y con la amenaza de que al levantar una piedra, pudiera salir un comunista con la bomba atómica bajo el brazo, al amparo de las producciones independientes, surgieron una serie de títulos que pueden considerarse los reductos de la serie B.
Productos en su mayoría, reflejo de los temores que acongojaban a la sociedad, a medio camino entre la burla hacia estos temores, y la infundada sospecha de que los peligros que los provocaban, pudieran ser reales.
Producciones de coste ínfimo, que encontraron entre el terror y la ciencia ficción, un terreno idóneo en el que retratar las circunstancias de toda una sociedad.
Invasion Of The Body Snatchers constituye un alegato contra el totalitarismo de cualquier color… como se dijo en el seno de las revoluciones estudiantiles… como el hecho de que esa polémica exista, porque significa que funciona como lo que es, como el reflejo nítido de una sociedad deformada, borrosa.
Y eso es lo que le otorga su entidad de obra relevante, y lo que la convierte en un excelente medidor de la temperatura cinematográfica, social y política, de toda una década, en Estados Unidos. Curiosa y científicamente, El Síndrome de Capgras, o Mal de Capgras, es un trastorno mental, que afecta a la capacidad de identificación del paciente.
Este cree, que una persona, generalmente un familiar, es reemplazada por un impostor idéntico a esa persona.
En El Tratado de Psiquiatría de Hales-Talbott (1996) se define como:
“El paciente cree que una persona, estrechamente relacionada con él, ha sido sustituida por un doble”
Y en La Sinopsis de Psiquiatría de Helen Singer Kaplan (1999) como:
“La idea delirante de que otras personas, normalmente muy cercanas al paciente, han sido reemplazadas por dobles exactos, que son impostores”
El síndrome, fue nombrado en honor a Jean Marie Joseph Capgras, psiquiatra francés, que reconoció la enfermedad bajo el nombre de “L'Illusion des Sosies” o “Ilusión de Los Dobles”, en 1923.
Capgras reportó el caso de una mujer de 74 años, que afirmaba que su esposo, había sido remplazado por un extraño.
La paciente reconocía con facilidad a los demás familiares, todos excepto a su esposo.
Esta enfermedad, está relacionada con la pérdida del reconocimiento emocional de los rostros familiares.
Su causa, podría ser una desconexión entre el sistema de reconocimiento visual, y la memoria afectiva.
Es una de las falsas identificaciones que se han descrito en el 23-50% de los pacientes con demencia, así como El Síndrome de Frégoli, la confusión entre televisión y realidad, o El Síndrome del Huésped Fantasma.
Una noticia excelente, consiste en el inesperado interés del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en esta incapacidad selectiva, pues el instituto considera, que el conocimiento de los mecanismos de la prosopagnosis, una forma específica de agnosia visual, caracterizada por una incapacidad de reconocer los rostros; permitirá grandes avances para enfrentar los más grandes retos en la Inteligencia Artificial, para la próxima generación de computadoras, programas de software, y en el desarrollo de las nuevas máquinas robóticas.
No cabe duda de que el estudio de este padecimiento, permitirá cambios importantes en los instrumentos de identificación de personas, así como una mayor efectividad en la identificación de terroristas y delincuentes, en los cruces fronterizos.
“Look, you fools, you're in danger!
Can't you see?!
They're after you!
They're after all of us!
Our wives, our children, everyone!
They're Here, Already!
You're Next!”
Tras La Segunda Guerra Mundial, el mundo quedó dividido en 2 bloques, separados por El Telón de Acero:
El Comunista, liderado por la URSS, y El Capitalista, liderado por los EEUU.
Ambas potencias, nunca llegaron a enfrentarse directamente, las batallas se libraban en países satélites, cuyos bandos eran financiados, e incluso ayudados directamente, por estas 2 grandes potencias.
Era lo que se llamó La Guerra Fría.
No había un enfrentamiento directo entre ambos bloques, pero el riesgo era real.
El desarrollo de las armas nucleares, y la posibilidad de enviarlas a largas distancias, no hizo más que aumentar el temor a una Guerra Nuclear.
En ambos bandos, se creó una paranoica búsqueda de espías y colaboradores del otro bando.
No sólo hubo purgas en el bando comunista, en Estados Unidos, supuesta “Tierra de La Libertad” se inició una caza de brujas contra todo simpatizante o colaborador con el comunismo.
Y se creó, la famosa Comisión de Actividades Anti Americanas, promovida por El Senador por Wisconsin, Joseph McCarthy, y cientos de personas fueron investigadas y acusadas de espiar y colaborar con los comunistas.
El caso fue especialmente sangrante en Hollywood, decenas de profesionales del cine, fueron perseguidos y apartados de sus trabajos, entrando en las famosas Listas Negras.
Cualquiera era susceptible de ser denunciado, y cualquiera podía denunciarte, incluso, tu propia familia.
El género de la ciencia ficción, por su parte, conoció su mejor época en EEUU, en la década de los años 50.
Aunque su gran fuente se encontraba en el cine de bajo presupuesto, y por lo general, no gozaron de mucho prestigio, no cabe duda de que el espectador, encontraba un gran placer en esta clase de películas.
La década de los años 50, en Estados Unidos, fue la década de la ciencia ficción en el cine y la televisión.
Los escritores del género, solían renegar de las películas que se estrenaban en las salas, pero lo cierto es que, calaban hondo en el espectador.
Había un miedo general, y compartido a lo diferente, a lo extraño, a lo desconocido.
Y por otro lado, La Guerra Fría contra los soviéticos, estaba en su apogeo, y esa amenaza que podía provenir de los cielos, se llevó al delirio al dársele forma de extraterrestres.
Pero no solo esto, que es importante, sino también que esos años, fueron propicios para la fantasía y la ensoñación, no siempre inocente y blanca, y en un ámbito más terrenal, debido al éxito de los autocines.
Se debe tener en cuenta, que esas películas estaban rodadas en plena Guerra Fría, y la paranoia colectiva, fueron un perfecto campo de cultivo, para la perpetración de distopías futuristas, y al final, El Macartismo.
En esta época, muchas de las películas de invasiones extraterrestres eran, en realidad, propaganda anticomunista:
Los invasores provenían de Marte, el planeta rojo, carecían de individualidad, y golpeaban a los Estados Unidos, con una manifiesta maldad.
“Tomorrow you'll be one of us... There's no need for love…
Love, desire, ambition, faith… Without them, life is so simple, believe me”
Invasion Of The Body Snatchers es una película estadounidense, del año 1956, de los géneros de terror y ciencia ficción, dirigida por Don Siegel.
Protagonizada por Kevin McCarthy, Dana Wynter, Larry Gates, Carolyn Jones, King Donovan, Virginia Christine, Tom Fadden, Guy Way, Sam Peckinpah, entre otros.
El guión es de Daniel Mainwaring, y está basado en la novela de Jack Finney:
“The Body Snatchers” (1955) cabe señalar que el guionista tenía como nombre real, Geoffrey Homes, que firmó con el seudónimo de Daniel Mainwaring, ya que estaba incluido en las famosas Listas Negras.
El guión, preconiza el fin del paradigma racionalista que predominaba en los años 40 y 50, anticipando una defensa de la irracionalidad humana, que se hará más manifiesta en la década de los 60.
“The Body Snatchers” es una novela de ciencia ficción, serializada originalmente en Colliers Magazine en 1954, y que narra cómo una ciudad de California, Santa Mira, es invadida por semillas llegadas desde el espacio.
Las semillas, sustituyen a la gente mientras duerme, creando duplicados perfectos, que se desarrollan en vainas, mientras que sus víctimas humanas, se convierten en polvo.
Los duplicados, tan sólo viven 5 años, y no pueden reproducirse sexualmente, en consecuencia, si no se detienen, La Tierra rápidamente se convertiría, en un planeta muerto, y pasarían al siguiente mundo.
La novela, se transforma por una parte, en la búsqueda de respuestas racionales, donde parece no haber nada más que una especie de psicosis colectiva, y por otra parte, en la lucha sin esperanza contra la invasión deshumanizadora, que amenaza con extenderse a otras localidades.
Una historia corta de Philip K. Dick, “The Father-Thing”, publicada en diciembre de 1954 en “Magazine of Fantasy and Science Fiction”, utiliza también la idea de la duplicación de seres humanos en vainas, siendo el fuego, el método de destrucción de éstas.
Algunas fuentes afirman, que el interés del productor Walter Wanger, por “The Body Snatchers” provenía de lo mucho que le recordaba su vida en la cárcel, donde le encerraron después de haber intentado asesinar al agente de su esposa, la actriz Joan Bennett, por sospechar que era su amante…
Invasion Of The Body Snatchers se rodó en 24 días, y con un presupuesto de $400,000; y está considerada de culto, tanto que fue incorporada al National Film Registry, de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
Debido a la época en la que fue realizada, Invasion Of The Body Snatchers no ha podido optar a los principales premios de ciencia ficción, mucho más tardíos.
De ella, se han realizado ya, 3 remakes:
“Invasion Of The Body Snatchers” (1978), “Body Snatchers” (1993) y “The Invasion” (2007)
La serie de televisión de la década de 1980, “V” también narra, cómo los extraterrestres, cobran forma humana.
Asimismo, la serie “Threshold” explora temas similares.
Invasion Of The Body Snatchers, suma los géneros de terror, horror, ciencia ficción, y thriller.
Es el largometraje nº 11 de Siegel, el que le dio a conocer, y una de las obras clave de su filmografía.
Imprime a la acción, un ritmo intenso, que sostiene el desarrollo de un crescendo de terror y horror de magnífica factura.
El origen del mal, no se presenta como una fuerza exterior contra la que se ha de luchar, sino, como un enemigo que se infiltra en la sociedad, la domina, y la maneja con sigilo e impunidad.
Siegel hace una demostración brillante de eficacia narrativa.
Lo aterrador, es la forma que toma esta silenciosa invasión:
Esa sustitución de los habitantes del pueblo, por unos “doppelgängers” sin emociones.
De ahí que Invasion Of The Body Snatchers, es el paradigma del género; no hay explosiones ni movilizaciones masivas, o militares en acción.
Es algo subterráneo, que está ocurriendo en el patio de su propia casa.
Invasion Of The Body Snatchers narra una invasión extraterrestre, en la que esporas provenientes del espacio exterior, dan origen a vainas, de las que surgen copias idénticas de seres humanos.
La intención de estos extraterrestres, es reemplazar a toda la raza humana, por copias carentes de cualquier tipo de sentimiento.
La acción tiene lugar en Santa Mira, pequeña ciudad californiana ficticia, en 1956; y narra la historia del doctor Miles Bennell (Kevin McCarthy), un médico de provincias, que regresa al pueblo de Santa Mira, tras un congreso médico.
Al llegar, se encuentra con una situación extraña:
Algunos de sus pacientes, acuden a él asegurando, que un pariente cercano: padre, hermano, cónyuge... no es quien dice ser, que tiene su apariencia y sus recuerdos, pero que carece de sentimientos.
Al cabo de uno o dos días, ese mismo paciente, acude a la consulta, asegurando que todo ha vuelto a la normalidad, y que no hay nada de qué preocuparse.
En mitad de una cena, en un restaurante misteriosamente vacío, Bennell recibe la llamada de un amigo que, sin dar detalles, le pide que acuda a su casa.
Al llegar, el amigo y su mujer, le muestran un extraño cadáver:
Un cuerpo con la complexión de un adulto, pero sin rasgos definidos, ni tan siquiera, huellas dactilares.
Con una tensión creciente, se descubre que los habitantes del pequeño pueblo de Santa Mira, están siendo sustituidos por réplicas, que nacen en unas misteriosas vainas, sin procedencia verificable; una invasión implacable, e invisible.
Invasion Of The Body Snatchers, narrado en clave de “flashback”, respira desde su comienzo, de una atmósfera enrarecida y paranoica, manejada por Don Siegel, con un excelente pulso, y con un crescendo en la tensión magnífico.
El desarrollo de la historia, a partir del punto de vista del doctor, permite 2 cosas:
La primera es que, el espectador, descubre los hechos al lado del protagonista, que sepa lo que éste sabe, y no sepa lo que éste no sabe.
Al tener la misma información, cada revelación dentro de la historia, es una revelación para el espectador, la conexión crea una empatía que posiciona al que ve Invasion Of The Body Snatchers, del mismo lado que los personajes que la viven.
Esta forma de develación de hechos, permite crear un misterio constante; las personas comienzan a actuar de manera extraña, para luego ser remplazadas por dobles alienígenas.
Cómo y por qué, son sólo algunas de las preguntas que surgen.
La sensación de desesperación, inseguridad y angustia que se planta en los personajes, es el grado de miedo necesario, para catalogar a Invasion Of The Body Snatchers dentro del género del terror; la lucha por la supervivencia, y para no ser sustituidos por alienígenas, es el motor que la impulsa.
La segunda oportunidad, que la narración permite al contar la historia desde la lógica del protagonista, es el análisis de la situación que éste hace de los sucesos; un análisis que revela la temática que aborda con su desarrollo, subtexto, y esencia.
Que el doctor tenga una profesión científica, le da credibilidad al personaje, hacia los otros con los que interactúa, pero también hacia el espectador; de algún modo, su opinión puede contar con mayor grado de certidumbre analítica, tanto médica como clínica, lo que promueve una asimilación de las explicaciones y motivaciones dentro de la historia.
Por otra parte, están las deducciones de los hechos planteadas por los personajes.
Miles y sus colegas, atribuyen en un inicio el cambio de comportamiento de las personas, como una respuesta causada por la preocupación de lo que sucede en el mundo; ellos la consideran como una epidemia histérica masiva.
Este punto es muy importante, porque llega al inicio de Invasion Of The Body Snatchers, antes que se establezca claramente el factor de ciencia ficción en el relato, antes de que se muestren pruebas del modo operativo de los seres extraterrestres, que en capullos plantados, recrean la forma humana idéntica a las de los hombres y mujeres que planean sustituir, para luego realizar el cambio, cuando el huésped auténtico se queda dormido.
El suspenso de la huída de los protagonistas por la supervivencia, no es más que una lucha por conservar una identidad propia, los personajes reconocen a las personas que han sido sustituidas, porque éstas no presentan sentimientos ni emociones, todos actúan de la misma manera de forma casi automática, sin libre albedrío, búsqueda permanente del ser humano por vivir, convivir, sobrevivir conforme a su propio criterio, ante la avalancha mercantilista que uniforma gustos, conductas, maneras de vestir, de disfrutar, de expresar, etc.
Aunque con un final aparentemente esperanzador y optimista, adherido por requerimiento de los ejecutivos del estudio productor, y diferente al original escrito por Finney, el cual también es más heroico y alegre, el escenario por sí solo, incita a una reflexión respecto a la identidad, los valores, y las formas sociales en las que se vive.
De hecho, pensándolo bien, la resolución no acaba con el temor:
El peligro continúa:
“Tú puede ser el siguiente”
El director Don Siegel, había planeado terminar Invasion Of The Body Snatchers, con el doctor Miles Bennell completamente enloquecido, avisando a los conductores de una autopista de Los Angeles, y con ellos, al espectador:
Lanzado sus gritos a la cámara, de que, en efecto, los extraterrestres “ya están aquí”
Ese es el final de algunas de las copias exhibidas en Europa, y en circuitos de Estados Unidos…
El actor Kevin McCarthy, realiza una estupenda interpretación del doctor Miles Bennell, quien descubrirá cómo, poco a poco, todos sus vecinos empiezan a experimentar un comportamiento extraño, para pasar en un segundo momento, a una despiadada persecución.
El actor refleja a la perfección, la transmutación de su personaje, que pasa de ser un médico seguro de sí mismo, de la lógica, y sus conocimientos, a un sujeto paranoico, histérico, y desconfiado de todos los demás.
Cabe señalar que, en Invasion Of The Body Snatchers, Sam Peckinpah participó sin acreditar en la escritura del guión, además de tener un breve cameo.
Lo que eleva a Invasion Of The Body Snatchers, por encima de la gran mayoría de películas del género, y la coloca directamente en El Olimpo del Cine de Ciencia Ficción y de Terror, se encuentra en las múltiples lecturas que pueden realizarse sobre ella.
Dado su contexto, no cabe duda de que se trata de una alegoría de La Guerra Fría pero:
¿Estamos ante una plasmación del riesgo que supone la amenaza comunista, o ante una ridiculización de La Caza de Brujas, perpetrada por El Senador McCarthy?
De lo que si hay seguridad, es que es una apología preciosa, de la importancia de aquello que es consustancial al ser humano, y lo define:
Su capacidad para sentir.
Ya sea amor, odio, la felicidad más exaltada, o el sufrimiento más profundo; esto es lo irrenunciable e inherente a la naturaleza humana, esto es lo que distingue a alguien vivo, de un simple cadáver, o de un cuerpo robado.
He de resaltar, que me parece especialmente impactante, y magistral, que se mencione que es mejor morir, a experimentar un mundo sin dolor.
De hecho, sólo esta palabra suelta en medio del guión, hace que se eleve a cumbres que otros films siquiera vislumbran.
No hay mayor forma de homenajear la emoción, que anteponer la sensación más aversiva que un ser humano puede experimentar, al mero hecho de no sentir.
Cualquiera, preferiría morir a vivir en un mundo sin amor, o sin belleza, pero pocos veneran tanto los sentimientos, como para descubrir que incluso, el sufrimiento es preferible a la ausencia de los mismos.
“Only when we have to fight to stay human do we realize how precious it is to us, how dear”
Obra maestra de la paranoia de La Guerra Fría, basada en un relato de Jack Finney, Invasion Of The Body Snatchers es una fábula de sentido metafórico ambiguo, porque su búsqueda, va más allá de la superficie ideológica:
Se la puede leer, indistintamente como anticomunista, o como anti macartista.
Pero su fuerza reside, en mostrar la delgada línea que separa una humanidad capaz de soltar su carga emocional de meros muñecos insensibles, que cumplen fríamente con las reglas sociales.
Además, sondea la mirada médica, a través de su protagonista, que poco a poco va dándose cuenta, de que a su pueblo original, lo va tragando la muerte en vida de habitantes antes queridos amigos o familiares, y hoy, meros reflejos fríos, incomprensibles.
El final, donde el médico corre contra una corriente de coches, tratando de avisar al mundo del peligro, tiene una fuerza asombrosa.
Invasion Of The Body Snatchers, podría parecer una más de estas películas de invasiones.
Tal vez las vainas no provengan de Marte, pero son malvadas, y carecen de sentimientos propios, sólo tienen una conciencia colectiva y, cuando intentan convencer al doctor Bennell para que se rinda, no hacen sino predicar la bondad de un sistema, en el que las diferencias entre individuos, serán suprimidas.
Sin embargo, y a diferencia de muchas otras películas similares, Invasion Of The Body Snatchers está mucho mejor construida, y su invasión silenciosa e invisible, es mucho más inquietante, que los clásicos platillos volantes, y sus armas de rayos:
El enemigo, extraterrestre o comunista, permanece oculto, actuando en la sombra y, tal vez, pueda tratarse de alguien muy cercano, quizá un familiar, por lo que hay que desconfiar siempre de todo, y de todos, y no bajar nunca la guardia.
Se utiliza la idea de los extraterrestres, como instrumento de crítica al sistema que nacía en la otra parte del mundo, El Comunismo, esa idea de futuro sobre la humanidad que proclama Invasion Of The Body Snatchers, es sin duda, el ejemplo de la base comunista, una ejemplar crítica al sistema ruso.
Casualmente, los invasores se parecen mucho a los comunistas:
No consumen, y parecen no tener sentimientos, ni anhelos.
Son muertos en vida.
Invasion Of The Body Snatchers explota sabiamente esa teoría, de que el miedo es mucho más terrorífico cuando no se ve, o cuando lo provoca algo cercano.
Cuando nuestra familia y nuestros vecinos son la amenaza, da mucho más miedo, que cuando son marcianos verdes.
Quizás el origen de la amenaza sea extraterrestre, pero el espectador la siente muy real, ya que los propios parientes forman parte de ella.
Invasion Of The Body Snatchers crea perfectamente esa sensación de paranoia, que se apodera de los personajes principales.
¿Existe algo más aterrador, que ser traicionado por tus seres queridos?
Por otro lado, también se puede ver en Invasion Of The Body Snatchers, una crítica a La Caza de Brujas que se llevó a cabo durante esos años.
En todo caso, habrá de tenerse en cuenta, que el propio Don Siegel dijo haberse sorprendido, al oír que su película, podía interpretarse de esas formas.
Aunque el autor ha negado que la historia sea una especie de metáfora, en relación con el macartismo y el comunismo, algunos aspectos llegan a dar detalles de referencias sobre esta época.
Durante 1950 a 1956, El Senador de los Estados Unidos, Joseph McCarthy, realizó múltiples acusaciones y persecuciones, relacionadas con sospechas de comunismo.
El nivel de paranoia, influencia en el discurso, ocultación, y falsas acusaciones, están presentes en Invasion Of The Body Snatchers; si las referencias son directas o indirectas, es independiente del hecho que lo quiera o no, refleja el comportamiento de la sociedad de la época en la que toma lugar.
Más allá de ello, el estado social y de control, aún puede ser un tema actual, la sustitución de personas por dobles implantados, los cambios de conducta originados por factores externos, puede expresar la enajenación mental que provocan los medios masivos de comunicación, y puede también hacer referencia a otras formas de organización y control, que se presentan de alguna manera u otra en cada sociedad.
Si esos seres sin alma y obedientes a un sentido deshumanizado de comunidad, para muchos eran un espejo de lo que El Comunismo podía hacer con tu vecino, con tu amigo, o con un familiar cercano, también es cierto, que bien podrían representar la opinión común, mayoritaria, y falta de criterio, que hace ver como enemigos, a aquellos que mantienen su independencia y sus ideas propias, frente a la mayoría opresora.
Esto es McCarthy y los suyos, machacando sin piedad, a quienes diferían de sus encorsetadoras ideas.
Precisamente sobre el punto de la carencia de emociones, algunos han debatido sobre si se trata de una alegoría anti conformista.
La clase media de los EEUU de la post guerra, que ha olvidado el sufrimiento, que se rodeara de los lujos del renacer económico de la nación, y que por ende, terminaran inertes en su conformismo.
Si ese es el punto, me parece algo flojo.
Es más obvio el tinte anti comunista, ya que Kevin McCarthy dice en un momento, que “él odiaría vivir en una sociedad donde todos fueran iguales”
Las emociones también atentan contra el pensamiento comunista, el deseo de destacar y ser diferente, no se conlleva en una sociedad sin clases.
Convertir Invasion Of The Body Snatchers en una metáfora sobra el macartismo, pues el productor, Walter Wanger, sería acosado por La Caza de Brujas, y el guionista Daniel Mainwaring estaba en La Lista Negra, donde la transformación en un ser sin sentimientos, ofrecería una visión del clima de delación que vivió los Estados Unidos por aquel entonces:
La Caza de Brujas se convertía, literalmente, en la conversión en un ser diferente, inhumano, donde el que piensa de forma distinta, el que tiene ideas izquierdistas, debe ser eliminado.
Sea como fuere, se trate de un film de derechas o izquierdas, tanto da, lo cierto es que Invasion Of The Body Snatchers es, sin lugar a dudas, una de las mejores películas de ciencia ficción de todos los tiempos.
Un clásico que congela al espectador con su mensaje desesperado y terrible sobre la soledad humana, el desarraigo, y la pérdida de todo ese mundo acogedor y confortable que deseamos sea el que nos rodee.
En fin, de ese mundo que representaban los Estados Unidos en los años 50, en el cual, hasta las amenazas se tornaban fantasías sin igual.
Más allá del mensaje, lo que hace de Invasion Of The Body Snatchers, una película brillante, e incapaz de pasar de moda, es su soberbia concepción visual.
No es difícil caer en la cuenta, de que el aspecto visual está planteado como si fuera una película de género negro, pero con matices muy importantes.
Otra aproximación acertada, sería analizarla bajo los preceptos del cine de género, concretamente dentro del cine fantástico, y más concretamente, desde su vertiente de ciencia ficción, que es la forma que principalmente adopta el fantástico en los 50.
En ese sentido, Invasion Of The Body Snatchers es absolutamente recomendable:
Intensa, perturbadora, misteriosa, desasosegante, y con toda la densa carga alegórica que se le suponía al género, y más en los tiempos que corrían.
Aún hoy, sigue siendo una de las cumbres del género, por su potencia visual, por su precisión narrativa y, sobre todo, por su considerable mala intención.
Vista desde la distancia, con la mirada condescendiente y paternalista de La Era de la Híper Tecnología, Invasion Of The Body Snatchers tiene incluso el encanto naif de unos efectos visuales maravillosamente cutres. Invasion Of The Body Snatchers es maravillosa, llena de detalles que captan el alma de una comunidad rural y encerrada.
El elemento extraño, está introducido con sutilidad, pero desde la cotidianidad más absoluta:
La Familia.
Para mí, el punto fuerte, el que más destaca, es el secretismo, un secretismo atosigante, de aquellos que confabulan, de elementos extraños venidos de no se sabe dónde, que conspiran en nuestro entorno, en nuestras familias, en nuestro pueblo…
Entre la ignorancia de todos.
El verdadero terror, está precisamente en eso mismo, la pérdida de la identidad como ser humano, esa identidad que hace única, a cada uno de nosotros, y a base de hurgar en los miedos más ancestrales:
Miedo a la noche, a que ocurra algo mientras dormimos, a la muerte, a la ausencia de emociones en uno mismo, o sus semejantes; consigue mantenerte en vilo.
Con alegorías o sin ellas, el ingenio de Invasion Of The Body Snatchers está en su capacidad para generar miedo, sin recurrir al susto fácil, o sofisticados efectos visuales, la normalidad es esencialmente su punto fuerte, y lo que hace que sea perturbadora.
La fotografía de Ellsworth J. Fredericks, por ejemplo, cuida hasta el extremo esa sensación, de que cualquiera puede ser tu enemigo.
Las sonrisas luminosas, siempre están teñidas de cierta sombra, el aparente pueblo feliz, nunca reluce como se supondría o, si lo hace, siempre tiene un contrapunto.
De hecho, este uso de los contrastes, se convierte en pura maestría cinematográfica, en la escena más famosa e impactante:
El protagonista corre por la carretera, gritando a los conductores, que no hacen caso a la amenaza, inclusive, mirando fijamente a la cámara.
Hay momentos, como ése, en que Invasion Of The Body Snatchers se transforma en un film de terror.
De hecho, huye de convencionalismos de la ciencia ficción:
No hay apenas efectos especiales, y la amenaza extraterrestre nunca toma forma, más allá de la humana.
Sólo la aparición de las vainas, certifica el hecho de estar ante un invasor extraterrestre.
El momento en el que su personaje descubre que los besos de Dana Wynter, ya no son lo que eran, así como ese progresivo acercamiento al abismo de la locura, son fundamentales para que el espectador, nunca se salga del film.
Eso sí, no queda claro, como el matrimonio amigo de Bennell, encuentra el cuerpo a medio formar en su casa, no me cuadran esas absorciones de cerebros, sin necesidad siquiera, de establecer contacto con la víctima.
Si se supone que los humanos se sustituyen por clones:
¿Por qué Becky Driscoll (Dana Wynter) se vuelve un clon con solo dormirse?
No me quedó muy claro.
¿Se supone que había semillas en la cueva?
No hay tiempo para grandes explicaciones, e Invasion Of The Body Snatchers, no la posee.
Es cierto que los cambios que nota la gente, no son demasiado notables para el espectador; sería preferible que hubieran sido explicitados con algunos ejemplos, especialmente, para detallar que los seres de reemplazo, son clones sin alma, es interesante notar, que Invasion Of The Body Snatchers está hablando, 50 años antes de todo el tema de la clonación, en otros términos más primitivos y fantásticos.
Porque la ausencia de espíritu, significa el fin de la esencia humana, lo que transforma a ese ser en una criatura viviente, pero no en un hombre.
La explicación es algo más o menos digerible, por suerte, detallado de modo expeditivo, que podría interpretarse como una elección, o una cualidad de la raza alienígena, lo de no tener sentimientos.
Con todo, la raza humana sufre, debido a fenómenos alienígenos, así como una reveladora muestra de pesimismo, en torno al concepto de “sociedad”, aquí desintegrada, y hecha clónica a merced de fuerzas exteriores.
Y hoy, y cada día será más, somos clónicos, deshumanizados, manipulados, y engañados.
En vez de por extraterrestres, por políticos, banqueros y, sobre todo, por el cancerígeno dinero.
La música, de la compositora californiana Carmen Dragon, aporta una partitura intensa, de bajos profundos, y agudos vibrantes, que genera sentimientos de terror.
“I want to love and be loved.
I want your children.
I don't want a world without love or grief or beauty.
I'd rather die”
Inmersos en un dossier sobre el cine de la década de los 50, y siendo éste, a su vez, un texto sobre Invasion Of The Body Snatchers, resultaría un olvido imperdonable, no aproximarse, aunque muy por encima, al convulso contexto socio-político vivido en Estados Unidos, y que tanto daño hizo en todos los ámbitos de la sociedad, Hollywood, por supuesto, incluido.
Es la época de la tristemente célebre Caza de Brujas, del vergonzoso proceso de “busca y captura” de todo “elemento subversivo” que oliese a comunista.
Toda la ingente cantidad de propaganda pro-americana, era sinónimo de feroz anticomunismo.
Los sectores más reaccionarios en la lucha contra el enemigo comunista, se encontraron en Hollywood, aglutinados en una asociación llamada “Defensa de Los Ideales Americanos” (MPAPAI), presidida por el director Sam Wood.
Surgieron entonces, Las Comisiones:
Parnell Thomas, Comisión Wood, Comisión Velde, y Comisión Walter; y los Comités de Actividades Antiamericanas, presididas por El Senador McCarthy que, en 1947, acusó a La Industria Cinematográfica de “infiltración comunista”
Lo siguiente fueron los seudónimos para poder trabajar los exiliados y, en el peor de los casos, para unas 214 personas, la mitad de ellos guionistas, el ostracismo absoluto dentro de la industria, lo que supone que, toda una generación de cineastas, directores, y guionistas sobre todo, llegados a la madurez en los 50, y destinados a suceder a los de la generación anterior como:
Ford, Hawks, Lubitsch, Cukor, Wyler, Capra…, se vean abocados a la marginalidad de la independencia, cuando no al exilio, o la retirada.
Todos ellos:
Lossey, Rossen, Huston, Welles, Trumbo, Preminger, Dassin, Zinnemann, Dmytryk… constituyen “La Generación Perdida”
Así, a mediados de los años 50, todavía con Las Listas Negras rondando por Hollywood, y con la amenaza de que al levantar una piedra, pudiera salir un comunista con la bomba atómica bajo el brazo, al amparo de las producciones independientes, surgieron una serie de títulos que pueden considerarse los reductos de la serie B.
Productos en su mayoría, reflejo de los temores que acongojaban a la sociedad, a medio camino entre la burla hacia estos temores, y la infundada sospecha de que los peligros que los provocaban, pudieran ser reales.
Producciones de coste ínfimo, que encontraron entre el terror y la ciencia ficción, un terreno idóneo en el que retratar las circunstancias de toda una sociedad.
Invasion Of The Body Snatchers constituye un alegato contra el totalitarismo de cualquier color… como se dijo en el seno de las revoluciones estudiantiles… como el hecho de que esa polémica exista, porque significa que funciona como lo que es, como el reflejo nítido de una sociedad deformada, borrosa.
Y eso es lo que le otorga su entidad de obra relevante, y lo que la convierte en un excelente medidor de la temperatura cinematográfica, social y política, de toda una década, en Estados Unidos. Curiosa y científicamente, El Síndrome de Capgras, o Mal de Capgras, es un trastorno mental, que afecta a la capacidad de identificación del paciente.
Este cree, que una persona, generalmente un familiar, es reemplazada por un impostor idéntico a esa persona.
En El Tratado de Psiquiatría de Hales-Talbott (1996) se define como:
“El paciente cree que una persona, estrechamente relacionada con él, ha sido sustituida por un doble”
Y en La Sinopsis de Psiquiatría de Helen Singer Kaplan (1999) como:
“La idea delirante de que otras personas, normalmente muy cercanas al paciente, han sido reemplazadas por dobles exactos, que son impostores”
El síndrome, fue nombrado en honor a Jean Marie Joseph Capgras, psiquiatra francés, que reconoció la enfermedad bajo el nombre de “L'Illusion des Sosies” o “Ilusión de Los Dobles”, en 1923.
Capgras reportó el caso de una mujer de 74 años, que afirmaba que su esposo, había sido remplazado por un extraño.
La paciente reconocía con facilidad a los demás familiares, todos excepto a su esposo.
Esta enfermedad, está relacionada con la pérdida del reconocimiento emocional de los rostros familiares.
Su causa, podría ser una desconexión entre el sistema de reconocimiento visual, y la memoria afectiva.
Es una de las falsas identificaciones que se han descrito en el 23-50% de los pacientes con demencia, así como El Síndrome de Frégoli, la confusión entre televisión y realidad, o El Síndrome del Huésped Fantasma.
Una noticia excelente, consiste en el inesperado interés del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en esta incapacidad selectiva, pues el instituto considera, que el conocimiento de los mecanismos de la prosopagnosis, una forma específica de agnosia visual, caracterizada por una incapacidad de reconocer los rostros; permitirá grandes avances para enfrentar los más grandes retos en la Inteligencia Artificial, para la próxima generación de computadoras, programas de software, y en el desarrollo de las nuevas máquinas robóticas.
No cabe duda de que el estudio de este padecimiento, permitirá cambios importantes en los instrumentos de identificación de personas, así como una mayor efectividad en la identificación de terroristas y delincuentes, en los cruces fronterizos.
“Look, you fools, you're in danger!
Can't you see?!
They're after you!
They're after all of us!
Our wives, our children, everyone!
They're Here, Already!
You're Next!”
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