Into The Blue

“You've dreamt about finding buried treasure ever since you were a little kid”

En EEUU, no cesan de encontrar productos que sean capaces de forrarse los bolsillos, a costa del público juvenil, al que le gusta ir al cine con sus amigos, todos los fines de semana.
Ahí quedan “blockbusters” y cintas comerciales de diferentes y variados géneros, o las interminables sagas “slashers” que tanto gustan a este tipo de público.
Productos únicamente aptos para consumo rápido de adolescentes, mezclando factores que de seguro que contentarán a este colectivo.
Factores tales como:
Ambiente refrescante y playero, unas hermosísimas vistas submarinas, algo de acción y suspense, y protagonistas atractivos.
“Winners make the rules and losers live by them”
Into The Blue es una película de acción y aventura, dirigida por John Stockwell, en 2005.
Protagonizada por Paul Walker, Jessica Alba, Scott Caan, Josh Brolin, Ashley Scott, Tyson Beckford, Dwayne Adway, Chris Taloa, entre otros.
El guión es de Matt Johnson.
Into The Blue está ambientado en la isla de Bahamas, cuyo eje narrativo es, el hallazgo casual de un barco hundido que contiene un tesoro, a pocos metros de un avión con un cargamento de cocaína.
Se plantea entonces el dilema moral a los protagonistas, usar o no la droga para conseguir el dinero, que implica rescatar el tesoro.
Un guión con el justo grado de sorpresa, permite a la dirección, el lucimiento de sus personajes, gracias a una cámara que pasa casi inadvertida, tanto fuera como debajo del agua.
Into The Blue es un título de acción y aventura, que relaciona a 2 parejas en situaciones de ocio marítimo, con lugar para el barco, la moto acuática, o el buceo; la respetable ambición de mejora social; y el conflicto moral que surge, ante la opción de practicar acciones ilícitas, como medio para lograr tal mejora.
John Stockwell, aunque narra alguna secuencia con cierto sentido del suspense, la expande de forma pesada, con repetitivas escenas subacuáticas, y enfrentamientos de ambiente criminal, con consecuencias previsibles.
Eso sí, el cuarteto protagonista, luce constantemente, el típico traje de baño, algo que parece ser la principal preocupación de los hacedores de Into The Blue.
Rodada en exteriores de Bahamas, Cayman Islands, y Florida; los escenarios naturales del lugar, son bellísimos, y muchas de las escenas marítimas, son dignas de un buen documental de National Geographic.
Las tomas submarinas que incluye Into The Blue son excelentes; y solo por esas tomas, ya vale la pena verla.
En Into The Blue, los huracanes, son sinónimo de destrucción para todo el mundo, excepto para los cazadores de tesoros submarinos.
Los huracanes revuelven el fondo oceánico, y quitan años de arena, que durante décadas, han cubierto galeones llenos de tesoros.
Allí encontramos a Jared Cole (Paul Walker), un buceador nato, su segundo hogar es el mar, y es uno de esos buscadores de tesoros, que sueña con hacerse rico.
Su hermosa y curvilínea novia, Samantha (Jessica Alba), trabaja con tiburones en un centro turístico.
Junto a 2 amigos de Jared, Bryce (Scott Caan) y Amanda (Ashley Scott), también buceadores, disfrutan del mar, y en una de sus diversiones, descubren una legendaria nave, el Zeraphine, que puede contener un tesoro en oro, y junto a ella, no muy lejos de allí, hay otro misterio más oscuro, un avión bimotor, sumergido intacto, con un cargamento de cocaína en su interior.
El pacto de los 4 de “no decir nada a nadie” pronto se rompe, las lealtades se cambian por dinero, y lo que empezó siendo una inocente búsqueda de tesoros, acaba en una batalla mortal entre ellos mismos, peligrosos traficantes, y tiburones.
La historia de Into The Blue ha sido contada mil veces:
El héroe encuentra un tesoro que es de la mafia, y tras muchas peripecias y persecuciones, logra triunfar, para quedarse con la plata y la chica.
El jefe de los traficantes, no es el verdadero jefe, sino un testaferro del verdadero, lo cual permite duplicar el enfrentamiento final, uno con cada jefe.
La gracia es que, en Into The Blue, casi todo pasa en las profundidades del mar.
El avión con la cocaína cae, y se va al fondo, justo al lado de los restos de un naufragio cargado de oro.
El héroe busca el oro, y se encuentra también con la cocaína, y allí se arma el conflicto.
Sin embargo, el problema principal de los jóvenes, no será el peligroso criminal, sino los conflictos y traiciones internas, que ocurren entre ellos.
“Whatever happened to finders keepers, losers weepers”
Amante de las olas y el mar, el director de Into The Blue, John Stockwell, se lanzó a rodar en la isla de New Providence de Las Bahamas.
El rodaje bajo el mar, fue uno de los grandes atractivos por los que aceptaron realizarlo Stockwell, y sus 2 protagonistas principales, 2 actores jóvenes y de moda:
Paul Walker, un apasionado del buceo, cuyas sus secuencias, rodadas en “freediving” en su mayoría, son buena muestra de su gran capacidad pulmonar, y junto a él, la bellísima Jessica Alba.
Por otra parte, Ashley Scott y Scott Caan, dan vida a los amigos de Jared.
Cuenta también, con un aún no muy famoso Josh Brolin, también apasionado del buceo.
Curiosamente, Into The Blue, basa sus cimientos, en el atractivo indudable de la actriz Jessica Alba, fémina fruto del mestizaje, exótica y simpática, aunque corriente intérprete.
A su lado el no menos atractivo Paul Walker, un bellísimo adonis californiano de corto recorrido, y la rubia Ashley Scott, sugerente y propietaria de una amplia sonrisa y sentido de “femme fatale”
Sin olvidar del hijo de James Caan, Scott, que muestra el lado inepto y cómico del profesional venido a menos.
Toda esta ambientación, con mares azules, arrecifes de coral, barcos piratas, y demás, es simplemente una excusa, para que Paul Walker se pase todo el metraje sin camiseta, y Jessica Alba sin pantalones, y claro, la novedad y emoción de estas 2 cosas, más o menos se acaba en cuanto uno ve el póster promocional.
No obstante, el director trata de llenar esos huecos, con impresionantes imágenes del fondo del mar...
No sólo porque Into The Blue está llena de largos planos de los bonitos paisajes, y hoteles de las Bahamas, sin duda para agradecer los servicios prestados, o porque parece más interesado en sacar el trasero de Jessica Alba, o los abdominales inferiores de Paul Walker, dominados por amplios planos, y el uso repetitivo de la cámara lenta, al más puro estilo de una retransmisión deportiva, sino que además, mantiene este esquema para las escenas de acción de Into The Blue, lo cual mata todo el interés, intriga, o tensión que puedan tener.
Los actores, cumplen con su papel, que es el de portada de “Sport Illustrated” o “Men’s Health”
El único mérito de sus actuaciones, reside simplemente, en rodar sus escenas en el agua, sin tanques de oxígeno, ni nada.
Las inmersiones, se repiten continuamente, y aunque parezca que este debería ser un tema tratado de forma exquisita, es mejor evitar imitarles, pues la simplificación de las escenas, hacen que se cometan muchos errores.
El más llamativo es, ver a los protagonistas, hacer inmersión a pulmón libre durante mayor tiempo de lo que nadie sería capaz de aguantar.
Al principio, cómo pueden aguantar la respiración tanto, y tanto rato.
No sé ni siquiera, para que llevan “snorkel” si debajo del agua, no se pueden usar.
Es gracioso como Paul Walker y Jessica Alba, se pasan todo el metraje, calientes como conejos, cómo la novia del “abogado”... El típico fiestero vicioso que va por la vida sin rumbo; desde el primer momento en que aparece en pantalla, se sabe que va a ser la que va a dar problemas, cómo los tiburones atacan a quienes quieren, matan a Amanda de un bocado en el muslo...
También, es curioso como el camarógrafo, comete el error de enfocar, una y otra vez a la superficie, cuando los buzos están bajo el agua, a no más de 10 metros de profundidad, que es la profundidad a la que se desarrolla Into The Blue.
Y cómo sin oxigeno, por intentar superar el record de 8 minutos que se tira el Walter sin respirar… no hay credibilidad.
Especial mención a Jessica Alba:
Parece que hace de rubia tonta, y luego corta brazos, retuerce dedos, y agarra paquetes.
¡Qué agresividad!
Seguramente no ha tenido recientemente, una copulación satisfactoria por tanto problema...
Y es pues, que cada vez más, la industria del cine se está viendo dañada por películas de bajo presupuesto, no quiere decir que esto sea malo, que solo buscan entretener a un pequeño grupo de adolescentes, que ni siquiera irá al cine a ver Into The Blue, pues se la bajará de Internet.
Lo que quiero decir con esto, es que mi gran sorpresa, fue que Into The Blue no solo contaba con la valiosa aportación de Jessica Alba, ni la de los otros buenos intérpretes que la componían, sino de una lucha contra el citado tipo de películas anteriormente, pues tanto su argumento como el guión, podría llamársele, “una obra de arte en los tiempos que corren”
Pero lo más destacable de Into The Blue es que el dilema moral se plantea, solo en torno al dinero mal habido, no ante el valor de la vida.
Los protagonistas dudan acerca de usar, o no usar algo ilícito para sus fines, pero no dudan un instante en matar, sin ningún remordimiento.
Incluso Sam, el personaje que enarbola la bandera de la moralidad, y que representa los principios que deben defenderse, actúa con premeditación y alevosía, al arrojar a los tiburones, a uno de los malos de Into The Blue.
Tal comportamiento de los personajes, resulta incongruente con la dimensión más profunda de los personajes, pero ello no es casual, claramente obedece a un lineamiento establecido por la industria, que para nada es inocente.
Es en las motivaciones más profundas de los personajes, donde se desnuda el sentido ideológico de cualquier filme, e Into The Blue quiere dejar en claro, dónde está el límite entre “buenos y malos”
Por tanto, Into The Blue es recomendable, para recordarnos que el maniqueísmo sigue campeando por los alrededores de Hollywood.
“We do this... and it's over”
¿Por qué ver Into The Blue?
Además de las bellas escenas marinas, es un documento histórico y antropológico del desaparecido actor, Paul Walker.
Sí, la velocidad arrancó la vida de Walker a sus 40 años, y lo condujo a su meta final, de manera violenta e inesperada.
Sin embargo, el legado de este rubio de ojos azules, de apoyar a los más necesitados, de amor por su familia, y como actor en una de las sagas cinematográficas más exitosas de la actualidad, quedarán para siempre.
Si bien, Paul Walker compartió set con bellísimas mujeres como:
Jessica Alba y Elsa Pataky, pero la verdadera escuela de caballerosidad, la aprendió en casa, al lado de su hija, Meadow Rain.
De acuerdo con una entrevista que el actor ofreció a People, en el 2011, la relación que tenía con Meadow, le enseñó la importancia de saber escuchar a las mujeres.
“Cuando la recojo del colegio, sólo me callo la boca.
Ella me platica muchas cosas, el truco es no hacer preguntas, y sólo escuchar.
Ella es la mejor compañera que he tenido” dijo el actor.
La joven de 15 años, es producto de la relación que tuvo Walker, con una mujer llamada Rebecca McBrain.
Al principio, la niña vivía con su madre en Hawaii, pero hace 3 años decidió mudarse a Los Angeles para vivir con su papá.
Cuando la niña tenía 7 años, el actor le enseñó a surfear durante unas vacaciones, según reveló en otra entrevista, también a People, pero en el 2006.
“Todos los días, la recogía de la escuela, y salíamos con una enorme tabla al mar, a ella le encantaba”, señaló.
El día de su muerte, Paul Walker estaba feliz, pues hacía algo que le gustaba tanto como actuar y conducir a gran velocidad:
Ayudar a otras personas.
“Él estaba demasiado feliz, organizando a toda la gente que llegaba, para donar sus juguetes.
Fue un gran día para él, estaba conmovido de recibir tanto apoyo”, señaló a E! News, uno de los asistentes al evento, llamado, Bill Townsend.
“Dedicó mucho de su vida, a ayudar a niños vulnerables, y a gente con necesidades”, añadió.
Durante la mañana del 30 de noviembre 2013, fue el anfitrión de una colecta de juguetes, organizada por su asociación benéfica, la Reach Out Worldwide.
La intención del evento, era llevar sonrisas a los niños que quedaron huérfanos tras el tifón que azotó a Filipinas, el pasado 8 de noviembre 2013.
Esos días, la CBS confirmó una historia, que demuestra que Walker era una especie de héroe urbano, al que le gustaba el anonimato.
Hace 10 años, el actor iba caminando cerca de la joyería Bailey Banks and Biddle, en Santa Bárbara, California, cuando notó que una pareja de novios, observaba anillos de compromiso.
“El novio había regresado de sus deberes en Iraq, e iba a ser enviado de nuevo muy pronto, y quería comprar un anillo de bodas, pero no lo podía costear.
No creo que el soldado se percatara, de cuan costosos eran esos anillos, aproximadamente $10 mil”, declaró a la cadena de televisión, la vendedora, Irene King.
De acuerdo con King, Walker llamó al gerente de la joyería, y le pidió que cargara el costo del anillo a su cuenta, pero que fuera discreto, y no revelara su identidad.
El actor salió del local, y desapareció de la escena, mientras la pareja no podía creer, que alguien desconocido, les hubiera patrocinado la argolla…
Aunque Universal Pictures anunció, que la producción de “Fast & Furious 7” (2015) fue cancelada, no sería extraño, que la decisión se modificara en los próximos días, considerando que el estudio perdería millones de dólares, si el proyecto es anulado de manera definitiva.
No se sabe a ciencia cierta, cuántas escenas le faltaron terminar a Walker, pero tomando en cuenta que es una de las franquicias más exitosas, tan sólo la última entrega, generó $789 millones a nivel mundial, el estudio podría animarse a terminarla.
De acuerdo con fuentes entrevistadas por The Hollywood Reporter, si los directivos del estudio, deciden que “Fast & Furious 7” (2015) no puede ser terminado, la aseguradora Fireman's Fund, sería responsable de compensar el dinero en producción que ya se gastó.
“Hay 2 opciones:
Terminarla o abandonarla”, opina Brian Kingman, de la agencia de seguros Arthur J. Gallagher & Co.
“Terminarla puede resultar más barato, y eso es probablemente, lo que la aseguradora querría hacer.
La aseguradora cubriría una amplia variedad de gastos, desde el costo de un retraso, hasta el de reescribir el guión, y modificar el reparto, pero es probable, que eso resulte menos costoso, que cancelar la película por completo” dijo.
Aunque la situación sentimental en la que se encontraba Walker, al momento de su muerte, es poco conocida, hay versiones que indican, que mantenía un romance secreto con Génesis Rodríguez, hija del cantante, José Luis Rodríguez “El Puma”
Ambos, protagonizaron la película mejor película de Walker “Hours” (2013), que se filmó hace un par de años, en que los actores interpretan a una pareja y, dicen, a partir de ahí, empezó su relación hasta el fatal momento, ese Noviembre 30, a las 13:00 horas; cuando Paul Walker asiste a la colecta de juguetes, organizada por la asociación Reach Out Worldwide, que él presidía, a beneficio de los niños huérfanos de Filipinas.
Su hija Meadow Rain, de 15 años, lo acompaña en este evento.
Para las 15:00 horas, el actor de 40 años, sube al Porsche Carrera GT, junto a su amigo, Roger Rodas, de 38.
Antes de arrancar, el actor se despide de Meadow.
De acuerdo con Jim Torp, uno de los asistentes, las últimas palabras del actor fueron:
“¡Hey!, regreso en 5 minutos”
A las 15:30 horas, la oficina del sheriff de Santa Clarita, California, responde a una llamada de auxilio, que reporta una colisión en el número 28300 de la Avenida Rye Canyon Loop.
Las autoridades declaran inmediatamente, que en el sitio no hay sobrevivientes…
Así nace la historia de un actor, de esos que cumplen con los dones físicos, pero no los profesionales, de ahí que sus filmes han sido objeto de culto, y su última interpretación como actor en “Hours” (2013) le hizo sacar lo mejor de sí, aunque en película “Into The Blue”, hizo verlo mejor físicamente.

“I believe in you more than the prospect of any treasure”



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