The River Wild

“I'm in charge now.
I could bury you and Roarke tonight.
I could do anything I want with you”

Las Montañas Rocosas, conforman un marco incomparable, para los amantes del riesgo, en especial, los aficionados a ese deporte tan emocionante, como es el rafting.
El descenso de ríos o balsismo, conocido internacionalmente como “rafting”, es una actividad deportiva y recreativa, que consiste en recorrer el cauce de ríos en la dirección de la corriente, río abajo, por lo general, sobre algún tipo de embarcación o balsa.
Por lo común, los ríos que se navegan, tienen algún grado de turbulencia, éstos también son llamados “ríos de aguas blancas” debido a que este color es característico de la espuma que genera la turbulencia en los cuerpos de agua.
Otra denominación común para este tipo de ríos, es simplemente “rápidos”
Las embarcaciones más comunes que se utilizan son la balsa, la canoa, o el kayak, que puede ser rígido, o inflable.
La presencia de un  monitor, o guía,  hace que cualquiera pueda probar lo que se siente bajando un río.
A medida que vayamos adquiriendo experiencia, nos podremos adentrar en aguas más bravas, donde la tensión, la emoción, y la sensación de riesgo serán continuas.
Un buen descenso en balsa, suele ser una experiencia inolvidable, donde todos los sentidos están alerta, y donde la ayuda y colaboración de nuestros compañeros de aventura, son fundamentales para que todo acabe bien.
El éxito de este deporte, reside en que no son necesarios unos profundos conocimientos técnicos, o una preparación física excepcional.
La labor más difícil recae en el guía, presente siempre en todo el descenso, que es quien se encarga de llevar el bote por las zonas apropiadas, mientras que los demás navegantes, sólo deben seguir unas instrucciones simples, para facilitar su labor.
Por la naturaleza de la actividad, se requiere un estricto apego a la técnica, al equipo, y a la seguridad.
El adecuado uso del equipo, y el conocimiento de las técnicas básicas de remado y rescate, es indispensable, aun cuando se va con un guía experto, o con una compañía de descenso de ríos.
El equipo personal de guía, es básicamente el siguiente:
1. Casco.
2. Chaleco salvavidas.
3. Calzado apropiado.
4. Traje de neopreno.
5. Cabo extensible de emergencia.
6. Cuchillo para río.
7. Embarcación y remos especializados para descenso de ríos.
8. Un guía, también llamado timonel, posee experiencia y conocimientos sólidos de los rápidos, de acuerdo a la clase de río por recorrer.
El equipo personal es el chaleco, casco, ropa, y calzado adecuados, en casos necesarios, un traje de neopreno.
Equipo colectivo adicional son cuerdas de rescate, bolsas secas, alimentos y bebidas, bomba de aire, anillas, y botiquín.
Equipo adicional para timonel, es un silbato.
Equipo personal adicional de seguridad y rescate, son un cuchillo para río, cinta extensible, o cola de vaca, y arnés.
Toda persona que realiza descenso de ríos, debe conocer como mínimo, las siguientes técnicas:
1. Voces básicas de remada y su ejecución, es decir “adelante”, “atrás”, “derecha”, “izquierda”, “piso” y “alto”, además es indispensable saber, qué hacer en caso de “lado alto” para evitar voltearse, o evitar caídas.
2. Uso correcto del equipo básico personal, es decir casco, chaleco, y remo.
3. Que hacer en caso de caer al agua, o cómo ayudar a un compañero que ha caído al agua, para incorporarse a la embarcación.
Todo guía de una embarcación para descenso de ríos, debe dominar los siguientes aspectos técnicos:
1. Conocer muy bien, el manejo de todo el equipo de descenso de ríos.
2. Saber “leer el río”, es decir, interpretar adecuadamente sus turbulencias, olas, hoyos, remolinos, etc., para así, dirigir la embarcación por los lugares adecuados.
3. Conocer las señales básicas de comunicación.
4. Saber las técnicas de rescate, tanto de personas, como de embarcaciones.
5. Al caer al agua, saber moverse dentro del rápido, y auto reincorporarse a la embarcación.
Existen ciertas señales visuales indispensables para la comunicación en los rápidos, ya sea entre personas, o entre embarcaciones.
Las principales son:
Hombre al agua; Alto; Adelante; Reunión, etc.
Una buena medida de seguridad adicional, es no navegar solo, siempre es recomendable, descender un río en grupos de 2 o más embarcaciones.
Resulta que a comienzos de los años 90, se pusieron algo de moda, las películas que mezclaban acción policial, con deportes extremos, sea alpinismo, surf, paracaidismo, y un pequeño etcétera.
Alguien discurrió, que era una buena idea, hacer la misma combinación, pero con el descenso en balsa por los ríos.
“Then go ahead.
Don't keep telling me how tough you are, Wade, just show me”
The River Wild es una película de acción, dirigida por Curtis Hanson, en 1994.
Protagonizada por Meryl Streep, Kevin Bacon, David Strathairn, Joseph Mazzello, John C. Reilly, Stephanie Sawyer, Benjamin Bratt, entre otros.
El guión es de Denis O'Neill; a ritmo de thriller que combina intriga, aventura, acción, y drama familiar.
The River Wild se rodó entre el 25 de julio, y el 9 de noviembre de 1993, en diversas localizaciones de Estados Unidos, destacando los estados de:
Massachusetts, Montana, Oregon, la ciudad de Boston, y el Glacier National Park.
The River Wild sigue Gail (Meryl Streep) y Tom Hartman (David Strathairn), un matrimonio maduro que está en crisis.
Ante el próximo cumpleaños de su hijo Roarke (Joseph Mazzello), ambos deciden hacer una excursión, que consistirá en descender un río haciendo rafting.
Gail es toda una experta en hacer rafting, pues ha descendido en numerosas ocasiones dicho río, y conoce todos los peligros.
Sin embargo, hay un peligro que la familia no había previsto...
Cuando los Hartman se cruzan en el camino con 2 delincuentes que acaban de asaltar un banco, Wade (Kevin Bacon), un frío psicópata y asesino a sangre fría, y Terry (John C. Reilly)
Estos secuestrarán a la familia, con el fin de poder descender el río de forma segura, y así poder escapar de las autoridades.
Gail deberá demostrar toda su destreza, enfrentándose al río, y a sus secuestradores, para poder salvar la vida de su familia, y la suya propia.
Manufacturada por un notable cineasta como Curtis Hanson, The River Wild irradia tensión, bien latente, bien manifiesta, en cada plano.
Nos contagia la angustiosa experiencia, a la que es sometida la adorable familia, con sus riñas sentimentales y demás, liderada por una mujer como Gail, por parte de los temidos bandoleros liderado por Wade.
A ello, súmenle la pizca de adrenalina, inherente al descenso de tan peligroso río.
Combinando en su narración, el cineasta, las 2 historias simultáneas, del descenso y del rapto, que gravitan en torno a la idea de la supervivencia, de un modo más que digno, aún sin olvidar para los postres, el “happy end” requerido con este tipo de productos.
Con todo, The River Wild es una muestra de acción de lo más convencional, de la que lo más destacable, es la belleza de los paisajes de los diversos ríos en los que se rodó:
El Upper Rogue, El Kootenai, y El Flathead, en los Estados de Montana y Oregon.
“I am a nice guy.
Just a different kind of nice guy”
The River Wild es una película de aventura y acción, ambientada en los rápidos de EEUU, donde una familia se apresta para pasar unas bellas vacaciones.
The River Wild es un film que tiene mucho ritmo, y no decae en ningún momento.
Por un lado, la estupenda fotografía, y aproximación al rafting, y al cine deportivo; y por el otro, una historia de suspense y policial, con un Bacon que mete miedo.
Todo ello, se apoya en unas meritorias interpretaciones, provenientes del cuarteto protagonista de lujo:
Solo la curiosidad de ver a Meryl Streep haciendo una de acción, vale la pena; e  incluso, en un rol tan poco desafiante dramáticamente, se las arregla para demostrar, por qué es una de las actrices más legendarias de todos los tiempos.
Kevin Bacon, dentro del registro en el que mejor se maneja, haciendo de malo.
John C. Reilly, hace de malo/bueno, un personaje con un toque de problema mental…
Y David Strathairn, actor que aquí se daba el gusto de hacer de papá/héroe; un esposo trabajólico, que descubre el valor de la familia, y la valentía escondida.
A ellos, se les une Joseph Mazzello, como paradigma de la inocencia perturbada; y Benjamin Bratt en sus inicios, haciendo un papel casi de adorno, aunque con diálogo.
Y el magnífico río, que es el verdadero protagonista, vigorosamente filmado en las escenas de los rápidos, que dejan sin aliento.
Todo ello hace de The River Wild, un viaje iniciático familiar, tanto para el rescate de la familia, como para el paso de niño a adolescente de parte del hijo, y la valía de una mujer, que probablemente fue tomada a menos por parte de su esposo.
Lo mejor de The River Wild es sin duda las escenas de los rápidos, y la misma Meryl Streep.
La escena de los títulos de apertura, con una Streep en perfecto estado físico, remando por las aguas de Boston, con unos paisajes excepcionales en todo el metraje, los atardeceres bellísimos, y una música acorde.
Sin olvidar, las importantes lecciones, diría que para niños y mayores.
Después de todo, la obediencia a los padres, por parte de los más pequeños, sí es un valor, al igual que la idea de que tu padre puede que no sea el más “cool” o el más “bravo” pero aun así, nadie te va a querer más que él, junto a tu madre.
Del mismo modo, hay una especie de alegato conservador para sacar a flote, nunca mejor dicho, a las parejas en crisis, y no darse la fácil salida del divorcio, como también, la vieja receta de más familia, y menos trabajo.
También destacar la importancia del rescate de la cultura nativo estadounidense y el idioma para sordomudos.
Es interesante, desde su contrastante, la banda sonora de Jerry Goldsmith, que combina melodías idílicas, para amenizar los paisajes repletos de naturaleza, y por otro lado, tensas composiciones, para los momentos en que las situaciones riesgosas derivadas de los rápidos y las cascadas, se apoderan del relato.
“My mom got us down the river”
Los deportes de aventura, como el descenso de ríos, o “rafting” aportarán esa dosis de adrenalina y emoción, que nuestro cuerpo y mente necesitan.
No obstante, este tipo de actividades deportivas, suponen cierto riesgo que puede poner en peligro nuestro bienestar, e integridad física, por ello, hay que tomar una serie de precauciones.
Los deportes de aventura, provocan en nuestro interior, un doble sentimiento de atracción y precaución, o temor al mismo tiempo.
Si no adoptamos las medidas, seguridad, y equipo necesarios, podremos perjudicar innecesariamente nuestra salud, a la que muchas veces no prestamos la atención que se merece, y la dejamos en un segundo plano; pues la aventura, siempre tiene un precio, siempre es caprichosa, y el riesgo a veces, cobra un peaje alto.

“My dad?
He saved our lives”



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