Carmina Burana

“O Fortuna velut luna statu variabilis, semper crescis aut decrescis; vita detestabilis nunc obdurat et tunc curat ludo mentis aciem egestatem, potestatem dissolvit ut glaciem…”
(Oh Fortuna, variable como La Luna como ella creces sin cesar o desapareces.
¡Vida detestable!
Un día, jugando, entristeces a los débiles sentidos, para llenarles de satisfacción al día siguiente.
La pobreza y el poder se derriten como el hielo ante tu presencia…)

“Fortūna” es el equivalente a la diosa griega Tyche, que era la diosa de la fortuna y la personificación de la suerte, buena o mala, en la religión romana, aunque siempre se tendió a asociarla con lo bueno, lo fasto, y la fertilidad; de modo que la adversidad ha pasado a ser casi sinónimo de infortunio; y a menudo se representa con un “gubernaculum” o “timón del barco”, una pelota o “Rota Fortunae” o “rueda de la fortuna”, y una cornucopia, o cuerno de la abundancia.
Ella podría traer buena o mala suerte; y podría ser representada como velada y ciega, como en las representaciones modernas de “La Dama de La Justicia”, y llegó a representar el capricho de la vida.
Ella también era una diosa del destino, como Atrox Fortuna, y en la antigüedad, también era conocida como “Automatia”
En tanto que la deidad Fortuna era casi siempre considerada fasta, “afortunada”, positiva para la gente, se distinguían con adjetivos sus otros posibles aspectos:
“Fortuna Dubia” o “Fortuna Dudosa”; “Fortuna Brevis” o “Fortuna Breve”, y “Fortuna Mala”
En lo único que coincidieron todos, fue en señalar que era la diosa más caprichosa del Olimpo.
El 11 de junio fue sagrado para ella; y el 24 de junio le dieron culto en El Festival de Fors Fortuna.
“Carmina Burana” es una colección de cantos goliardos de los siglos XII y XIII, reunidos en el manuscrito encontrado en Benediktbeuern, Alemania, en el siglo XIX; y aparecen escritos principalmente en latín medieval, algunos pocos en alto alemán medio, y otros con rastros de francés antiguo; y algunos de ellos son textos macarrónicos, es decir, son una mezcla de latín y de alemán, o de francés vernáculo.
Los autores fueron clérigos vagabundos y estudiantes pobres, pícaros de la época en que el latín era “la lingua franca” en toda Italia y en el occidente de Europa para los académicos viajeros, para las universidades y para los teólogos.
La mayor parte de los poemas y canciones, parecen ser obra de los goliardos, clérigos, estudiantes en su mayoría, que satirizaban a La Iglesia Católica.
La colección, preserva la obra de varios poetas, entre ellos:
Pedro de Blois, Gautier de Châtillon, y un poeta anónimo a quien se le denomina el “archipoeta”; y la colección constituye la muestra más importante de la poesía profana en latín medieval, y la más representativa de la llamada poesía goliárdica.
El nombre “Carmina Burana” significa “Canciones de Beuern” “Carmĕn” es poema, canto o cántico; y “Burana” es el adjetivo gentilicio que indica la procedencia, “de Beuern”, el nombre latino de Benediktbeuern, un pueblo alemán.
Los Carmina Burana están escritos en 1230, por 2 escribas diferentes en una minúscula gótica temprana, en 119 hojas de pergamino.
En el siglo XIV, se adjuntaron varias páginas gratuitas, de un tamaño ligeramente diferente, al final del texto; y en algún momento de La Baja Edad Media, las páginas manuscritas estaban encuadernadas en una pequeña carpeta llamada “Codex Buranus”; sin embargo, en el proceso de vinculación, el texto se colocó parcialmente fuera de servicio, y algunas páginas probablemente también se perdieron.
El manuscrito contiene 8 miniaturas:
La “Rota Fortunae”, que en realidad es una ilustración de canciones, pero fue colocada por la carpeta del libro como portada; un bosque imaginativo, una pareja de amantes, escenas de la historia de Dido y Eneas, una escena de beber cerveza, y 3 escenas de jugar a los dados, las mesas y el ajedrez.
No está tan claro, cómo viajó Carmina Burana a Benediktbeuern; y se sugirió que el manuscrito podría haber viajado en 1350 a través de la familia Wittelsbacher.
Los Carmina Burana fueron encontrados en 1803, por Johann Christoph von Aretin, publicista, historiador, bibliotecario y abogado alemán, en La Abadía de Bura Sancti Benedicti, Abadía de Benediktbeuern, en Baviera, Alemania; en el transcurso de la secularización, llegaron a La Biblioteca Estatal de Baviera, en Múnich, donde se conservan.
Por su parte, Johann Andreas Schmeller, lingüista y germanista alemán, fue quien dio el título “Carmina Burana” al conjunto de manuscritos; y el jurista alemán, Michel Hofmann, Director de Los Archivos Estatales de Würzburgo, ayudó a Carl Orff a elegir 24 canciones para componer una obra musical.
El Códice, recoge un total de 300 rimas, escritas en su mayoría en latín, y son en su mayoría obscenas, irreverentes y satíricas; donde se hace gala del gozo por vivir y del interés por los placeres terrenales, por el amor carnal y por el goce de la naturaleza, y con su crítica satírica a los estamentos sociales y eclesiásticos, nos dan una visión contrapuesta a la que se desarrolló en los siglos XVIII, y segunda parte del XIX, acerca de La Edad Media como una “época oscura”
Así se satirizan y critican todas las clases sociales en general, especialmente a las personas que ostentaban el poder en La Corona, y sobre todo en el clero.
Las composiciones más características, son las “Kontrafakturen” que imitan con su ritmo las letanías del antiguo Evangelio para satirizar la decadencia de la curia romana, o para construir elogios al amor, al juego y, sobre todo, al vino.
Por otra parte, narran hechos de Las Cruzadas, así como el rapto de doncellas por caballeros.
Asimismo, se concentra constantemente en exaltar el destino y la suerte, junto con elementos naturales y cotidianos, incluyendo un poema largo con la descripción de varios animales.
La importancia de esta serie de textos medievales, es que sencillamente es la más grande y antigua colección de versos de carácter laico del medievo, puesto que lo acostumbrado era realizar únicamente obras literarias religiosas.
La colección se encuentra dividida en 6 partes:
1. Carmina Ecclesiastica: Canciones sobre temas religiosos.
2. Carmina Moralia et Satirica: Cantos morales y satíricos.
3. Carmina Amatoria: Canciones de amor.
4. Carmina Potoria: contiene obras sobre la bebida, y también parodias.
5. Ludi: son representaciones religiosas.
6. Supplementum: son versiones de todas las anteriores, con algunas variaciones.
También se pueden organizar en 4 grupos según el tema:
55 canciones de moral y burla; 131 canciones de amor; 40 canciones para beber y jugar; y 2 piezas de teatro espiritual más largas.
Sin embargo, tiene muchas excepciones que se clasifican como canciones de amor, que en realidad no lo son, pues contienen una canción para el duelo por los muertos, una sátira y 2 historias educativas sobre los nombres de los animales.
Otro grupo de poemas espirituales, puede haber sido incluido en Carmina Burana y desde entonces se ha perdido.
Otros temas frecuentemente recurrentes, incluyen:
Críticas a la simonía y la codicia en la iglesia, que con el advenimiento de la economía monetaria en el siglo XII, se convirtió rápidamente en un tema importante; lamentaciones en forma de “planctus”, por ejemplo, sobre el flujo y reflujo del destino humano o sobre la muerte; la celebración hímnica del regreso de la primavera; “pastourelles” sobre la violación/seducción de pastoras por caballeros, estudiantes y clérigos; y la descripción del amor como servicio militar, topos conocidos de los poemas de amor elegíacos de Ovidio, y especialmente sus elegías eróticas fueron reproducidas, imitadas y exageradas en Carmina Burana.
Siguiendo a Ovidio, las descripciones de las relaciones sexuales en el manuscrito son francas, y algunas veces agresivas; por ejemplo, hace uso de la narración en primera persona para describir un acto de amor de 10 horas con la diosa del amor misma, Venus.
El Carmina Burana contiene numerosas descripciones poéticas de un escandaloso paraíso medieval, por el cual, el filósofo griego Epicurus, conocido por su defensa de la vida dichosa, incluso es tomado como una autoridad en el sujeto.
También describe, por ejemplo, un “ordo vagorum” u “orden vagabundo” al que fueron invitadas personas de todas las tierras y clérigos de todos los rankings, incluso presbítero “cum sua matrona” o “sacerdote con su esposa”, humorístico porque los sacerdotes católicos deben jurar un juramento de celibato; incluso proporciona un ejemplo de los ritos religiosos de esta orden, el Officium lusorum, o “Servicio” o “Misa de Los Jugadores”
En este mundo de parodias, las reglas del sacerdocio incluyen dormir, comer alimentos pesados, beber vino rico, y jugar regularmente juegos de dados.
Estas reglas, fueron descritas con tanto detalle, que las investigaciones más antiguas sobre Carmina Burana, tomaron estas descripciones literalmente y supusieron que realmente existía una orden de sacerdotes tan perezosos.
De hecho, sin embargo, este ensueño abierto de placeres vivos y libertad de obligaciones morales, muestra una actitud hacia la vida y el mundo que contrasta con las expectativas firmemente establecidas de la vida en La Edad Media; y se considera esta descripción, de un paraíso obsceno como parte de la historia temprana de la historia europea de la tierra de Cariblanco, donde se dice que el “abbas Cucaniensis” o “abad de Caribanés”, presidió un grupo de jugadores de dados.
Como obra musical, Carmina Burana es una cantata escénica, compuesta por Carl Orff entre 1935 y 1936, utilizando como texto, algunos de los poemas medievales de Carmina Burana.
Orff fue un compositor alemán, cuyo trabajo puede ser enmarcado dentro de la corriente del neoclasicismo musical; y este trabajo ejemplifica la búsqueda de Orff, por un idioma que pueda revelar el elemental poder de la música, permitiendo al oyente, experimentar la música como una fuerza primitiva y abrumadora; y con ella creó un idioma que muchos hallaron irresistible; y a pesar del notable sentimiento “primitivo” de Carmina Burana, Orff creía que la profunda llamada de la música, no era meramente física.
Por su parte, Michel Hofmann, entonces un joven estudiante de derecho y un entusiasta del latín y el griego; ayudó a Orff en la selección y organización de 24 de estos poemas en un libreto, principalmente en verso latino secular, con una pequeña cantidad de alemán medio alto antiguo provenzal, y francés antiguo.
La selección, abarca una amplia gama de temas, tan familiares en el siglo XIII como lo son en el siglo XXI:
La inconstancia de la fortuna y la riqueza, la naturaleza efímera de la vida, la alegría del regreso de la primavera y los placeres, y peligros de beber, la gula, el juego y la lujuria.
Orff, fue influido melódicamente por El Renacimiento tardío y los primeros modelos del Barroco, como William Byrd y Claudio Monteverdi; mientras que muchas de las letras en El Códice de Burana, se mejoran con neumas, casi ninguna de estas melodías había sido descifrada en el momento de la composición de Orff, y ninguna de ellas había servido a Orff como modelo melódico.
Su orquestación brillante, muestra una deferencia a Stravinsky, en particular, la música de Orff recuerda mucho al trabajo anterior de Stravinsky, “Les Noces”; y la versión de Orff, constituye junto a “Catulli Carmina” y “Trionfo di Afrodite”, La Trilogía Trionfi.
Orff, subtituló la composición:
“Cantiones profanæ cantoribus et choris cantandæ comitantibus instrumentis ataque imaginibus magicis” o “Canciones laicas para cantantes y coreutas para ser cantadas junto a instrumentos e imágenes mágicas”
Su Carmina Burana se estrenó en Frankfurt, por La Ópera de Frankfurt, el 8 de junio de 1937, bajo la dirección del conductor Bertil Wetzelsberger, con el Cäcilienchor Frankfurt, la puesta en escena de Oskar Wälterlin; y los decorados y vestuario de Ludwig Sievert.
Poco después de la exitosa “premiere”, Orff le dijo lo siguiente a su editor, Schott Music:
“Todo lo que he escrito hasta la fecha, y que lamentablemente ha impreso, puede destruirse.
Con Carmina Burana, comienzan mis trabajos recopilados”
Y tomó a Carmina Burana como el inicio real de su carrera y, por lo mismo, ordenó a su editor destruir todos sus trabajos previos, una orden que, afortunadamente, fue desoída.
Varias actuaciones se repitieron en otras partes de Alemania; donde El Régimen Nazi al principio estaba nervioso por el tono erótico de algunos de los poemas, pero finalmente abrazó la pieza.
No obstante, la composición, con sus ritmos poco usuales, fue también denunciada con argumentos racistas; y los defensores de Orff alegaron que el mismo ya se hallaba componiendo música para esta obra desde 1917 y 1927, mucho antes de que esto fuera “un favor” al gobierno nazi.
Como fuera el caso, la obra se convirtió en la pieza de música más famosa compuesta en Alemania en ese momento; y la popularidad del trabajo siguió aumentando después de la guerra, y en la década de 1960, Carmina Burana estaba bien establecida como parte del repertorio clásico internacional.
La obra de Orff, consta de una introducción, 3 partes y un final, con un total de 25 números:
Fortuna imperatrix mundi
1. O Fortuna/latín
2. Fortune plango vulnera/latín
I – Primo vere
3. Veris leta facies/latín
4. Omnia sol temperat/latín
5. Ecce gratum/latín
Uf dem Anger
6. Tanz
7. Floret silva/latín
8. Chramer, gip die varwe mir/alemán
9. a) Reie
   b) Swaz hie gat umbe/alemán
   c) Chume, chum, geselle min/alemán
   d) Swaz hie gat umbe/alemán
10. Were diu werlt alle min/alemán
II – In taberna
11. Estuans interius/latín
12. Olim lacus colueram/latín
13. Ego sum Abbas/latín
14. In taberna quando sumus/latín
III – Cour d'amours
15. Amor volat undique/latín
16. Dies, nox et omnia/latín-francés
17. Stetit puella/latín
18. Circa mea pectora/latín-alemán
19. Si puer cum puellula/latín
20. Veni, veni, venias/latín
21. In trutina /latín
22. Tempus est iocundum/latín
23. Dulcissime/latín
Blanziflor et Helena
24. Ave formosissima/latín
Fortuna imperatrix mundi
25. O Fortuna/latín
Gran parte de la estructura compositiva, se basa en la idea de girar La Rueda de La Fortuna; y el dibujo de La Rueda que se encuentra en la primera página del Códice de Burana, incluye 4 frases alrededor de ella:
“Regnabo, Regno, Regnavi, Sum sine regno” o “Reiné, reinaré, he reinado, estoy sin reino”
Dentro de cada escena, y a veces dentro de un solo movimiento, La Rueda de La Fortuna gira, la alegría se convierte en amargura, y la esperanza se convierte en dolor.
“O Fortuna”, el primer poema de la edición de Schmeller, completa este círculo, formando un marco de composición para el trabajo a través de movimientos de apertura y cierre.
Orff, desarrolló un concepto dramático que llamó “Theatrum Mundi” en el que la música, el movimiento y el habla, eran inseparables; y se dice que la fórmula artística de Orff, limitaba la música en el sentido de que cada momento musical debía relacionarse con una acción en el escenario; y es aquí donde las interpretaciones modernas de Carmina Burana no llegan a las intenciones de Orff.
Aunque Carmina Burana fue concebida como un trabajo escenificado que involucra danza, coreografía, diseño visual y otras acciones teatrales, la pieza ahora se realiza generalmente en salas de conciertos, como una cantata; que no debería ser así.
En la cantata, además de la orquesta y coros, intervienen solistas:
Soprano, tenor y barítono, destacando su abundante y espléndida percusión.
Algunas de las arias solistas, plantean retos audaces para los cantantes:
La única aria solista, “Olim lacus colueram”, a menudo se canta casi en falsete para demostrar el sufrimiento del personaje, en este caso, “un cisne de asar”
Las arias de barítono, a menudo demandan notas altas que no se encuentran comúnmente en el repertorio de barítono, y partes del aria de barítono “Dies nox et omnia” a menudo se cantan en falsete, un ejemplo único en el repertorio de barítono.
También se destaca el aria solista soprano, “Dulcissime”, que exige notas extremadamente altas.
Orff pretendía esta aria para una soprano lírica, no una coloratura, de modo que las tensiones musicales serían más obvias.
En cuanto a la música, se amoldó a la sencillez de los textos; y aproximadamente la mitad de las piezas son canciones cuya melodía se repite en cada estrofa, casi sin variantes, limitándose algunas veces a realizar simples escalas mayores o menores.
El ritmo es el encargado de dar variedad al conjunto, impidiendo así cualquier monotonía; y esta riqueza rítmica es tal vez la característica más importante de los Carmina Burana de Orff; y por ello, el estilo demuestra un deseo de franqueza de discurso y de acceso.
Por otro lado, Carmina Burana contiene poco o ningún desarrollo en el sentido clásico, y la polifonía también brilla por su ausencia; tanto que evita las complejidades armónicas manifiestas; y por tanto, es un trabajo que me ha ido creciendo a lo largo de los años, en la manera escenificada sobretodo; y es una de las piezas de música clásica más populares del siglo XX.
La icónica canción de apertura y cierre, “O Fortuna” es un elemento básico de bandas sonoras dramáticas; y se ha usado una y otra vez en películas, en televisión y en otros lugares.
Es un favorito perenne en los horarios sinfónicos; y sin embargo, la mayoría de las personas no llega a disfrutar la experiencia completa.
A menudo se realiza como un trabajo de orquesta coral, pero originalmente se planeó con escenarios, vestuario y acción para complementar la música.
De esa forma, la configuración del poema de Carl Orff ha sido llamada “la música más usada en la historia”; y se ha convertido en un elemento básico en la cultura popular, creando el ambiente para situaciones dramáticas o cataclísmicas.
Sólo “O Fortuna”, encabezó una lista de 2009, de la música clásica más reproducida de los 75 años anteriores en El Reino Unido.
“Gloriantur te letantur in melle dulcedinis, qui conantur, ut utantur premio Cupidinis:
Simus jussu Cypridis gloriantes et letantes pares esse Paridis”
(Ellos dan gloria y están contentos en la miel del placer.
Los que nos afanamos por conquistar el premio de cupido, permítasenos, por orden de Venus, la gloriosa, que estemos contentos, pues somos súbditos de Paris)
Carmina Burana es un musical del año 1975, dirigido por Jean-Pierre Ponnelle.
Protagonizado por Lucia Popp, John van Kesteren, Hermann Prey, Michael Habeck, Heino Hallhuber, Benno Hoffmann, Michel Jacot, Aviva Skell, entre otros.
El guión es de Jean-Pierre Ponnelle y Jean-Louis Martinoty, con la música de Carl Orff.
Esta fue una película colorida y lujuriosa, ambientada con la música de Carl Orff, llena de disfraces y escenarios espectaculares, que ensalza la configuración de Orff de canciones medievales sobre el amor, la lujuria, la desesperación, la bebida, el vicio y la virtud, donde las vicisitudes del destino se combinan con el vestuario y los personajes en escenarios que El Bosco reconocería en su “Jardín de Las Delicias”
La película, se titula también “Carmina Burana atque imaginibus magicis”; y fue producida junto al Coro del Bayerischer Rundfunk, el Tölzer Knabenchor, y la Münchner Rundfunkorchester que dirige Kurt Eichhorn.
William Milié fue el coreógrafo; Henri W. Sokal el director de producción; con la producción del Bavaria Atelier GmbH; siendo comisionado por Zweites Deutsches Fernsehen (ZDF); y filmado para su emisora ZDF de Alemania Occidental, en 1975, con la estrecha cooperación del mismo Carl Orff, en honor de su 80 cumpleaños; donde él colaboró en su producción, asistiendo a las sesiones, y aprobando los resultados.
No obstante hubo fuertes fuerzas opuestas al estreno televisivo, por el contenido considerado blasfemo; porque mezcla imágenes cristianas y paganas, y mezcla canciones sagradas y profanas.
Por dicha se logró salvar algunas de las copias que fueron destruidas, y el arte prevaleció.
De esa manera, las diversas historias de la lujuria y la gula, son vividas de manera lúdica y hábil, no de gran actuación, sino siempre llenas de emoción y emotividad; que la hace ser el musical mejor puesto en escena, que muestra de una manera muy divertida la música pensada por Orff.
El decorado/trasfondo principal, es una iglesia en ruinas, contra la cual los cantantes, coros y solistas, se ven con trajes medievales, con una acción, a menudo surrealista, inventada para ilustrar cada sección de la obra.
Así que el episodio del “cisne tostado”, es presentado por un monje borracho, con un gran cisne en el fondo, que en realidad se asa en un asador, con John van Kesteren como tenor.
Lucia Popp en un toque medieval, se ve y suena encantadora, cantando con una pureza deslumbrante sobre el bastón.
Hermann Prey, es el magnífico solista de barítono, asumiendo la carga principal, claro y positivo en todas partes, y el coro es brillante e incisivo.
Orff llegó a decir de la obra:
“Confíe en que las cosas escandalosas que ocurren en el escenario, crecen a partir del texto, y se somete a la atracción de sonidos e imágenes.
Las palabras, obstruirán el proceso, y las imágenes sorprenderán y deleitarán mejor en ese primer encuentro”
Obviamente, esta una producción de los años 70, pero demuestra mucho brío, escándalo, libertinaje y amor 100% al arte, a los vicios y al amor.
Una gran producción de 1 hora, y tal vez la mejor puesta en escena de la obra de Orff vista jamás.
“Ubi est antiquus meus amicus?
Hinc equitavit, eia, quis me amabit?”
(¿Dónde está mi viejo amante?
Se ausentó de aquí... ¡ay! ¿Quién me amara?)
Jean-Pierre Ponnelle filma Carmina Burana entre piezas escénicas que a menudo llevan al espectador, al que ningún público de teatro podría asistir; y el efecto es un poco como ingresar una pintura de Bosch, y por ello es espectacular.
De hecho, este es el mismo método que utilizó Ponnelle con varias óperas filmadas o en puesta en escena, pero aquí es más libre de crear un mundo de fantasía de imágenes; aquí tiene solo una serie de poemas; no hay estructura de trama que montar, solo dejarse llevar por lo que inspira la música; y si algunos de los efectos se ven un poco primitivos, otros son mágicos, todo encaja muy bien con el objetivo; y a veces, el latigazo de la comedia al horror, fue tan rápido que uno cuestiona la presunción de varias escenas, lo que quieren decir y transmitir, y rápidamente me encontré inmerso en un mundo de maravillas y delicias.
Carmina Burana se filmó completamente en interiores, con mucha iluminación, con una sincronización de labios adecuada, muchas imágenes sexuales, y un elenco muy enérgico y entusiasta, completamente atractivo, que cuenta la historia de la necesidad y el deseo, no solo del hombre, sino de todas las criaturas a medida que pasa el tiempo.
Muchos accesorios, como los disfraces, e incluso algunos disparos de efectos especiales, todos tienen un aspecto único e importante en esta película.
Orff decía:
“El tema cubierto en Carmina Burana se mantiene bastante básico:
Amor, lujuria, los placeres de beber y los estados de ánimo elevados evocados por la primavera.
Estos temas primitivos, y persistentemente relevantes, están muy bien camuflados por el latín y los viejos textos alemanes, por lo que el oyente puede fingir ignorancia mientras escucha virtualmente las letras pasadas de tono:
“¡Veni, Veni Venias!” o “¡Vente, vente, vente ahora!” en alusión al orgasmo…
La música en sí misma, se alterna entre enormes fuerzas y escenarios, y una sola voz , yuxtaponiendo la majestad y la intimidad con facilidad.
Ponnelle agregó:
“Tenía en mente mucho más que una simple experiencia musical.
Desde el punto de vista de un director de orquesta, Carmina Burana es una auténtica maravilla:
Tanta gente, texturas y variedad; y al contrario de lo que los directores pueden decirte, cuando participan más de 300 artistas, el tamaño sí importa”
La obra fílmica sigue estrictamente la obra musical en toda la puesta en escena:
I.- Fortuna Emperatriz Del Mundo
1. Oh Fortuna:
Oh Fortuna, variable como La Luna como ella creces sin cesar o desapareces.
¡Vida detestable!
Un día, jugando, entristeces a los débiles sentidos, para llenarles de satisfacción al día siguiente.
La pobreza y el poder, se derriten como el hielo ante tu presencia.
Destino monstruoso y vacío, una rueda girando es lo que eres, si está mal colocada la salud es vana, siempre puede ser disuelta, eclipsada y velada; me atormentas también en la mesa de juego; mi desnudez regresa, me la trajo tu maldad.
El destino de la salud y de la virtud, está en contra mía, es atacado y destruido siempre en tu servicio.
En esta hora sin demora, toquen las cuerdas del corazón; el destino derrumba al hombre fuerte que llora conmigo por tu villanía.
2. Llanto por las ofensas de Fortuna:
Lloro por las ofensas de Fortuna con ojos rebosantes, porque sus regalos para mí, ella rebeldemente se los lleva.
Verdad es, escrito está, que la cabeza debe tener cabello pero frecuentemente sigue un tiempo de calvicie.
En el trono de Fortuna, yo acostumbraba a sentarme noblemente con prosperidad y con flores coronado; evidentemente mucho prosperé feliz y afortunado, ahora me he desplomado de la cima, privado de la gloria.
La Rueda de La Fortuna gira; un hombre es humillado por su caída, y otro elevado a las alturas.
Todos muy exaltados; El Rey se sienta en la cima, permítanle evitar la rutina ya que bajo la rueda leemos que Hécuba es reina.
II.- Primavera
3. La cara jovial de La Primavera:
La cara jovial de La Primavera está de frente al mundo; la severidad del invierno ahora huye derrotada con variada vestimenta.
Flora reina, y en el espeso bosque es alabada con agradables himnos.
Postrado en el regazo de Flora, Febo nuevamente ríe con más de una flor a la que está unido.
Céfiro con dulce aliento, perfuma su camino.
Nos abandona raudo para competir por el premio del amor.
Aves cantando, dulce Filomena; varias flores sonrientes en prados apacibles; una bandada de pájaros revolotea por el bosque placentero, y un coro de doncellas ofrece felicidad por millares.
4. El Sol conforta a todos:
Conforta a todos El Sol puro y fino; está de nuevo radiante la cara del mundo en abril; hacia el amor se apresura el corazón del hombre, y sobre un pueblo feliz, reina el dios de la juventud.
¡Cuántas novedades en la celebración de La Primavera!
Su autoridad nos ordena estar contentos.
Nos ofrece caminos ya conocidos, y en tu propia Primavera, es leal y correcto poseer a tu amante.
Ámame fielmente, piensa que confío en ti; con todo mi corazón, con toda mi voluntad estoy contigo, aun cuando yo esté muy lejos.
Quien ama como yo, está girando en La Rueda.
5. Ve complaciente:
Ve complaciente y anhelante que La Primavera renueva la alegría; un resplandor de color, pues la pradera está florecida, y El Sol ilumina todo.
¡Dejemos que la tristeza se vaya!
El Verano regresa, y desaparece la ferocidad del Invierno.
Ya se derrite y desvanece el granizo, la nieve y todo; se dispersa la bruma y ahora se amamanta La Primavera de los pechos del Verano.
El que bajo el reinado de la vida, no disfrute de ella ni la goce, es un alma miserable.
Ellos dan gloria, y están contentos en la miel del placer.
Los que nos afanamos por conquistar el premio de Cupido, permítasenos, por orden de Venus, la gloriosa, que estemos contentos, pues somos súbditos de Paris.
III.- En El Jardín
6. Danza
7. El noble bosque florece:
El noble bosque florece con flores y hojas.
¿Dónde está mi viejo amante?
Se ausentó de aquí… ¡ay!
¿Quién me amara?
El bosque florece por doquier, y yo añoro a mi amante.
Si el bosque está verde por doquier:
¿Por qué mi amante está tan lejos?
Él se ha ido de aquí… ¡ay!
¿Quién me amará?
8. El tendero me da color:
El tendero, me da el color para ruborizar mis mejillas, así puedo cazar a los muchachos, gracias a ti, por cortejarme.
¡Miradme muchachos, y dejadme complaceros!
¡Haced el amor muchachos y muchachas adorables!
El amor os hace intrépidos, y os permite ser muy honorables.
¡Miradme muchachos, y dejadme complaceros!
¡Bienvenido, mundo, tú que estás tan lleno de alegrías!
Yo seré tu esclava, siempre segura en tu amor.
¡Miradme muchachos, y dejadme complaceros!
9. Danza circular.
Ellas van de aquí para allá, todas son doncellas.
Ellas no han tenido un hombre en todo este largo Verano.
Ven, ven mi señora te imploro lastimoso, te imploro lastimoso, ven, ven mi señora.
Dulce boca de color rosado, ven y haz que me sienta bien, ven y haz que me sienta bien, dulce boca de color rosado.
Ellas van de aquí para allá todas, son doncellas, ellas no han tenido un hombre en todo este Verano.
10. Si el mundo fuera mío
Si el mundo fuera mío, desde el mar hasta El Rin, gustoso lo entregaría porque La Reina de Inglaterra yaciera entre mis brazos.
IV.- En La Taberna:
11. Ardiendo interiormente
Ardiendo interiormente con ira vehemente, en mi amargura hablo conmigo mismo.
De materia hecho, mi elemento es la ceniza, soy como una hoja con la que los vientos juegan.
En vista de que es lo propio para que un hombre sabio pueda colocar sobre la roca los cimientos de su morada, soy indómito, como un río impetuoso, bajo cuyo curso nada perdura.
Soy arrastrado violentamente como una nave sin marinero, igual que por los aires vaga un ave extraviada.
Las cadenas no me atan, una llave no me retiene; busco a aquellos que son como yo, y me encuentro con la perversidad.
La languidez de mi corazón parece un asunto grave; bromear es agradable y más dulce que los panales.
Todo lo que Venus pueda ordenar es muy agradable, ella nunca habita en los corazones indolentes.
Sobre un escabroso camino voy, como cualquier hombre joven, sumergido en la depravación, olvidando la virtud, ávido de placer más que de salud, muerto en espíritu, yo cuido mi piel.
12. El cisne asado canta
En otro tiempo yo vivía en el lago, en otro tiempo yo era hermoso, cuando yo era un cisne.
¡Desdichado de mí!
¡Ahora negro y churrascado!
El asador da vueltas y vueltas, mi pira funeraria vorazmente me asa; ya se acerca a mí el sirviente.
¡Desdichado de mí!
¡Ahora negro y churrascado!
Ahora me encuentro en una bandeja y no puedo volar lejos, veo dientes impacientes.
¡Desdichado de mí!
¡Ahora negro y churrascado!
13. Yo soy el abad de Cucaniensis
Yo soy el abad de Cucaniensis, y mi consejo es para los bebedores, y mi voluntad es ser fiel a Decius, y quien me busque temprano en la taberna, para el atardecer saldrá desnudo, y así despojado de sus ropas, llorará:
“¡Wafna, Wafna!
Destino ruin.
¿Qué has hecho?
¡Los placeres de nuestra vida, todos te los has llevado!”
14. Cuando estamos en la taberna
Cuando estamos en la taberna, no nos interesa donde sentarnos, sino el apresurarnos al juego que siempre nos hace sudar.
Lo que sucede en la taberna, es que el dinero se gasta; más vale que preguntes antes, si yo te lo digo, entonces escucha.
Algún juego, alguna bebida, algo que disfruten unos y otros de aquellos que se quedan a jugar.
Algunos están desnudos, otros están vestidos, y otros cubiertos con sacos.
Ninguno teme a la muerte, y echan suertes en honor a Baco.
Una vez, por el tabernero, los hombres libres beben ansiosamente; 2 veces, beben por los cautivos; luego, 3 veces por la vida; 4 por todos los cristianos; 5 veces por los mártires; 6 por los hermanos enfermos; 7 por los soldados en guerra.
8 veces por los hermanos errantes; 9 por los monjes disgregados; 10 veces, por los navegantes; 11 por los desavenidos; 12 veces por los penitentes; 13 veces por los viajeros; tanto por El Papa como por El Rey, todos beben sin límite.
La señora bebe, el señor bebe, el soldado bebe, el clérigo bebe, el hombre bebe, la mujer bebe, el esclavo bebe, la esclava bebe, el hombre activo bebe, el indolente bebe, el hombre blanco bebe, el negro bebe, el perseverante bebe, el vago bebe, el ignorante bebe, el sabio bebe.
El hombre pobre bebe y el inválido bebe, el desterrado bebe, y el desconocido bebe, el muchacho bebe, el anciano bebe, el presidente bebe, el decano bebe, la hermana bebe, el hermano bebe, el viejo bebe, la madre bebe, esta bebe, aquel bebe, centenares beben, miles beben.
600 monedas son muy pocas para que alcancen, cuando desenfrenados e incesantes, todos están bebiendo.
Déjenlos beber cuanto quieran, la gente los inoportuna tanto a pesar de ser tan pobres.
Dejen que se confundan los inoportunos, y en justicia no figuren entre los probos.
V.- La Corte de Amor:
15. El amor vuela por todos lados
El amor vuela por todos lados, y es capturado por el deseo.
Jóvenes, hombres y mujeres, copulad merecidamente.
La muchacha sin compañero carece de placer, y pasa las noches sola e ínfima con su corazón anhelante.
Es el destino más amargo.
16. Día, noche y todas las cosas
El día, la noche y todas las cosas están en contra mía.
La charla de las doncellas me hace llorar.
Con frecuencia suspiro, y eso me hace temer más.
¡Oh amigos, jugad!
Y ustedes que saben, díganme; compadézcanse de mí, es mi tristeza grande en dolor; al menos por gentileza, aconséjenme.
Tu hermoso rostro me hace llorar a raudales, hielo es tu pecho.
Para curarme, ahora mismo quisiera, revivir por un beso.
17. Una muchacha se detuvo
Una muchacha se detuvo con una túnica roja; alguien la tocó, y la túnica se rompió, ¡ay!
Una muchacha se detuvo, era como un botón de rosa, su cara era radiante, su boca una flor, ¡ay!
18. En mi pecho
En mi pecho hay muchos suspiros por tu hermosura que me hieren cruelmente.
“Manda liet, manda liet” mi amante, no viene.
Tus ojos son brillantes como los rayos del Sol, como el resplandor del relámpago que da luz en la oscuridad.
“Manda liet, manda liet” mi amante no viene.
Podrá Dios, podrán los dioses conceder los deseos de mi mente:
Que sus virginales lazos pueda yo romper.
“Manda liet, manda liet” mi amante, no viene.
19. Si un muchacho y una muchacha
Si un muchacho y una muchacha, yacen en una pequeña habitación, feliz su unión.
A medida que el amor aumenta, y desde su intimidad, el tedio es lanzado lejos, y empieza un inefable juego en sus miembros, sus brazos, sus labios.
20. Ven, ven, ven
Ven, ven, ven.
Ven, ven, ven, no me hagas morir, hyrca, hyrce, nazaza, trillirivos…
Tu hermoso rostro, el brillo de tus ojos, los rizos de tu cabello, ¡oh que gloriosa criatura!
Más roja que la rosa, más blanca que el lirio, más bella que todo, ¡siempre te glorificaré!
21. En la balanza
En la balanza incierta de mi razón, los adversarios vacilan, entre el amor y el pudor, pero yo elijo lo que veo, ofrezco mi cuello al yugo:
Me someto a tan dulce yugo.
22. Este es un tiempo alegre
Este es un tiempo alegre, oh doncellas, gozad ahora muchachos.
Oh, oh, oh, estoy rejuveneciendo.
Por el amor de una doncella, me consumo totalmente; un nuevo, un nuevo amor es por lo que muero.
Me conformo cuando prometo, me deprimo, cuando rechazo.
Oh, oh, oh, estoy rejuveneciendo por el amor de una doncella, me consumo totalmente; un nuevo, un nuevo amor es por lo que muero.
En la temporada invernal, el hombre es paciente; en las brisas primaverales está anhelante.
Oh, oh, oh, estoy rejuveneciendo por el amor de una doncella, me consumo totalmente; un nuevo, un nuevo amor es por lo que muero.
Juega con mi virginidad, estimula mi simplicidad.
Oh, oh, oh, estoy rejuveneciendo por el amor de una doncella, me consumo totalmente; un nuevo, un nuevo amor es por lo que muero.
Ven, mi señora, con alegría, ven, ven, mi preciosa, ahora que estoy muriendo.
Oh, oh, oh, estoy rejuveneciendo por el amor de una doncella, me consumo totalmente; un nuevo, un nuevo amor es por lo que muero.
23. Dulcísima
¡Dulcísima me entrego por entero a ti!
VI.- Blancaflor & Helena:
24. Salve, hermosísima
Salve, hermosísima, gema preciosa, salve, gloria de las doncellas, gloriosa doncella, salve, luz del mundo, salve, rosa del mundo, Blancaflor y Helena.
¡Venus generosa!
VII.- Fortuna Emperatriz del Mundo:
25. Oh Fortuna
Oh Fortuna, variable como La Luna como ella creces sin cesar o desapareces.
¡Vida detestable!
Un día, jugando, entristeces a los débiles sentidos, para llenarles de satisfacción al día siguiente.
La pobreza y el poder, se derriten como el hielo ante tu presencia.
Destino monstruoso y vacío, una rueda girando es lo que eres, si estás mal colocada la salud es vana, siempre puede ser disuelta, eclipsada y velada; me atormentas también en la mesa de juego; mi desnudez regresa me la traigo a tu maldad.
El destino de la salud y de la virtud está en contra mía, es atacado y destruido siempre en tu servicio.
En esta hora sin demora, toquen las cuerdas del corazón; el destino derrumba al hombre fuerte, que llora conmigo por tu villanía.
Esta producción de la obra de Orff, es una adaptación fuerte, robusta, lujuriosa, rugiente, contundente, digámoslo todo, no hecha para cualquiera; porque hay muchas cosas, muchos detalles en una gran cantidad de situaciones de muchas lecturas que se suceden en la pantalla; por lo que es difícil no imaginarse a Ponnelle de pie en algún lugar entre las alas y gritando:
“¡Más alboroto!”
Y es de suponer que estaba rodeado por un grupo de animadores entusiastas, vestidos con camisones, arrojándose cada vez más los unos a los otros, pero divirtiéndose en el camino, como si estuvieran en un carnaval veneciano sin fin.
Podría haber sido más aconsejable optar por un enfoque menos literal, y/o proporcionar algunos momentos de reflexión silenciosa, ya que este ataque implacable a los sentidos, lo deja a uno tambaleante, y realmente impacta tanto como lo fue entonces; aunque a estos tiempos alguno que otro desnudo quedaría muy bien; pero el problema es que aquí  hay un fuerte olor a “kitsch” o al “camp”, y algunas interpretaciones desafían la descripción, al tiempo que se exceden en la repetición de algunos planos, aunque uno puede esperar que los actores que interpretan a jóvenes lujuriosos comiéndose a las doncellas núbiles, se vean así en la vida real.
Sin embargo, la película de alguna manera funciona, a pesar de todo el maíz y el jamón, en una Carmina Burana excepcional, de referencia y uno de los mejores trabajos de Ponnelle; y en términos de ideas e imaginación, tal vez su logro más interesante, porque hay momentos de encanto, ingenio y percepción real.
Ponnelle y sus colaboradores, conocían de historia del arte, y hay divertidos “riffs” sobre, entre otras cosas, el arte medieval en miniatura, el amor cortesano, el “Roman de La Rose”, la vida y tiempos del criminal y poeta Villon, y demás.
Como las cabezas de los niños, como frutas o estorninos, emergen de los árboles; un artista desencantado viaja alegremente en un barco rodeado de una variedad de castigos que le hacen sangrar; los demonios y los ángeles se dan mutuamente buenos aires medievales; algo muy extraño le sucede a La Reina de Inglaterra; una rica mujer de la nobleza, toma un baño mientras luce un elaborado tocado de la variedad, de un metro de alto y en crecimiento…
En “In trutina”, la misma mujer noble, ahora envuelta castamente en yardas de tela, mira recatadamente a la cámara, mientras muerde una manzana:
La escena proyecta una feminidad tan ardiente, que se convierte en una invitación increíblemente erótica.
Las películas, los decorados y los vestuarios de Ponnelle, siempre fueron interesantes; y algunos pueden criticarlos por ser demasiado anticuados o demasiado simples, sin embargo, los encuentro muy elegantes para el tipo de obra.
El trabajo de la cámara también es excelente, y mejora el drama en lugar de distraerlo.
El sonido le da justicia a la potencia de la orquestación y la calidad de la imagen, y la hace una orgía visual de imágenes icónicas y referencias de historia del arte, un tributo a lo sagrado, lo profano, lo celestial, lo mundano, y todo lo que hace al arte ser precisamente algo artístico; trasciende los límites de lo sagrado y lo profano, mostrando cómo música, texto y escena, componen lo que es ser humano.
Pero para la película, el sexo es Rey, pues hay muchas de referencias sexuales, tanto que uno se pregunta, si el director escénico tenía algo más en mente, o en su mente para ese asunto durante el rodaje; o cuando concibió este proyecto.
Pero él no es el único, porque el propio Orff escribió la pieza como una oda y celebración de la vida.
El mensaje, es no tomar la vida demasiado en serio, y disfrutar de la vida tal como es.
Si eso significa encontrar a la persona de su fantasía y acostarse con ella, que así sea.
No vemos mucho sexo, solo muchas imágenes sexuales e insinuaciones; y todo el asunto cristiano está en conflicto con los instintos y los deseos naturales de las personas; todas las cosas espirituales de la mente, están ahí, pero esencialmente se ponen de lado, porque hombres y mujeres se necesitan unos a otros.
Se conocen, se desean entre ellos, y la mujer desafía a su hombre para que demuestre su valía...
Él se pone a la altura de las circunstancias y, a través de la lucha, se juntan... sexualmente,
En definitiva, esta es la interpretación dramática de la pieza de música más famosa de Carl Orff, cómo quería que se viera, y que rara vez se realiza como tal hoy en día.
Del reparto, John Van Kesteren como el tenor, era el que menos conocía, pero tiene una voz muy agradable.
Lucia Popp fue una gran soprano que murió demasiado joven, y aquí hay una sinceridad y calidad etérea a su ya maravillosa voz, que nunca fue menos.
Hermann Prey tenía una voz clara y cordial, y siempre entretenida.
Aquí está un poco más apagado, pero la resonancia y la claridad todavía están allí, así como la presencia.
La música embriagadora, por supuesto, fue maravillosa desde “O Fortuna” y todo el camino de vuelta otra vez.
La música es brillante y cantada brillantemente por un coro muy característico y convincente, tocada con una riqueza evocadora por una orquesta dirigida con autoridad.
Sé que a algunos puede no gustarles el hecho de que no se ve la orquesta, y no hay mucho del coro aparte de los saltos ocasionales, pero no me importó.
La música en sí misma es muy hermosa, queda en la mente por mucho tiempo, pues también tiene un alcance operístico con el que Orff infunde una gran cantidad de alegría y magnificencia, a un nivel que la mayoría de los demás compositores envidiaría.
“Minnet, tugentliche man, minnecliche frouwen!
Minne tuot iu hoch gemuot unde lat iuch in hohlen eren schouwen.
Seht mich an jungen man!
Lat mich iu gevallen!”
(¡Haced el amor muchachos y muchachas adorables!
El amor os hace intrépidos y os permite ser muy honorables.
¡Miradme muchachos, y dejadme complaceros!)
Existe una pintura llamada “Das Goldene Zeitalter” o “La Edad de Oro” (1530) del pintor alemán, Lucas Cranach der Ältere; y compone la portada del primer CD que compré en la vida:
“Carmina Burana” de Carl Orff con Sylvia Greenberg, James Bowman y Stephen Roberts; con la RSO Berlin und Chor; conduciendo Riccardo Chailly; y la anécdota vienen de un equívoco:
Compré el disco pensando que era la pieza electrónica homónima de Apotheosis, la sorpresa que me llevé, me introdujo de lleno en la música clásica.
Por cierto, en 1991, Apotheosis, un grupo de techno de Bélgica, produjo su primer sencillo, “O Fortuna”, que muestra en gran medida la pieza clásica originalmente compuesta por Carl Orff, sin embargo, la propiedad de Carl Orff, quien murió en 1982, tomó medidas legales ante El Tribunal para detener la distribución de los registros por infracción de derechos de autor.
El juicio, finalmente fue otorgado a la herencia de Orff, pero la pieza se encuentra muy bien en Internet.
volviendo a la pintura, es una reflexión sobre “La Edad de Oro” que proviene de la mitología griega, y que fue recogida por primera vez en el poema “Los Trabajos y Días” del poeta griego Hesíodo; y se refiere a la etapa inicial de las edades del hombre en la que vivió en un estado ideal o utopía, cuando la humanidad era pura e inmortal.
En las obras literarias, “La Edad de Oro” usualmente acaba con un acontecimiento devastador que trae consigo La Caída del hombre; y según el poeta, se trata de la primera edad mítica, el tiempo de “una dorada estirpe de hombres mortales, que crearon en los primeros tiempos los inmortales que habitaban el Olimpo.
Vivieron en los tiempos de Crono, cuando reinaba en el cielo...”; por lo que Hesíodo describe otras 4 Eras que sucedieron a La Edad de Oro en orden cronológico:
La Edad de Plata, La Edad de Bronce, La Edad de Los Héroes, y La Edad del Hierro.
La mítica Edad de Oro descrita por Hesíodo, está “en la base de toda la historia del pensamiento griego, alimentando los sueños de los que por diversas razones rechazan el mundo en que viven”
La Edad de Oro no conoce ni la guerra, ni el trabajo, ni la vejez, ni la enfermedad, las personas mueren en un sueño pacífico; pues la tierra produce bienes en cantidad suficiente para satisfacer todas las necesidades y, por consiguiente, no hay razón para que surja ningún conflicto, por lo que los hombres de La Edad de Oro llevan una vida tranquila y feliz.
Por su parte, La Iglesia nunca negó el mito de La Edad de Oro:
Los Padres de La Iglesia, sobre todo San Agustín y San Ambrosio, no dudaban de que en un principio Dios había creado el mundo para que sus riquezas fueran comunes a todos los hombres.
Pero el pecado original había destruido este orden natural primitivo, obligando al hombre a trabajar, y causando la desigualdad entre los hombres.
La Iglesia aceptó esta desigualdad, solo una élite de clérigos o laicos podía soñar con encontrar estas formas comunitarias e igualitarias que se encarnaban en la vida monástica; pero a principios del siglo XIV, cuando las bases laica y eclesiástica de la sociedad feudal comienza a resquebrajarse, y la idea de un retorno a la igualdad natural, va a presentarse para algunos, como la única solución a los males de su tiempo, y el mito de La Edad de Oro va a verse reforzado con una crítica extremadamente viva de la desigualdad social.
Desde entonces, cada vez que escucho esta obra, pienso en el cuadro “De Tuin der Lusten” de El Bosco; así como en las obras de Fellini y Pasolini.
El poema inicial y final, circular como la vida misma, “O Fortuna”, está dedicado a Fortuna, y su actual popularidad se inició con la versión del músico alemán Carl Orff, tocada tanto por grupos de música clásica como por artistas de otros estilos, como el caso de la agrupación Therion en su disco “Deggial”, o por Enigma en su disco “The Screen Behind The Mirror”, especialmente en los temas “Gravity of Love” y “Modern Crusaders”; y del grupo Era en su disco “The Mass”, en el tema homónimo.
También fue usada en la película de 1981, “Excalibur” de John Boorman, basada en la obra de Sir Thomas Malory, “The Death Of Arthur”
Además, una pequeña parte del poema, también fue usado en una canción de la banda británica, Little Mix llamada “Lightning”
Tan famosa es que en los Estados Unidos, Carmina Burana representa una de las pocas certezas de taquilla en el repertorio del siglo XX.
Pero atención, la música en sí no comete pecados simplemente por ser y seguir siendo popular.
Que Carmina Burana haya aparecido en cientos de películas y comerciales de televisión, es una prueba de que no contiene ningún mensaje diabólico, de hecho, “no contiene ningún mensaje”; todo lo contrario, la obra de Orff puede haber sido arruinada por su popularización y su uso en películas y comerciales, utilizada a menudo como un tintineo, separado de manera significativa de su poderoso mensaje; por lo que su uso contemporáneo, es a menudo bromista o de naturaleza satírica, debido a su sobresaturación en la cultura popular.
En el fondo, hay cerca de 200 mitos e historias folclóricas de 30 culturas antiguas que hablan de un ciclo de edades ligadas al movimiento de los cielos.
En la mitología griega clásica, La Edad de Oro fue presidida por el líder Titan Cronus; y en alguna versión del mito, Astraea también gobernó.
Ella vivió con hombres hasta el final de La Edad de Plata, pero en La Edad del Bronce, cuando los hombres se volvieron violentos y codiciosos, huyeron a las estrellas, donde aparece como la constelación de Virgo, sosteniendo las escamas de La Justicia o Libra.
La tradición literaria pastoral europea, a menudo representaba ninfas y pastores viviendo una vida de inocencia rústica y paz, ambientada en Arcadia, una región de Grecia que era la morada y centro de culto de su deidad tutelar, Pan, el de patas de cabra que habitaba entre ellos.
Algunos creyentes utópicos, tanto políticos como religiosos, sostienen que La Edad de Oro volvería después de un período de decadencia...
Otros consideran, en particular los hindúes modernos, que La Edad de Oro volverá gradualmente como una consecuencia natural de los cambiantes “iugás” o Eras.
Orff decía:
“A menudo me preguntan por qué casi siempre selecciono material antiguo, cuentos de hadas y leyendas para mis trabajos escénicos.
No los veo como viejos, sino como material válido.
El elemento de tiempo desaparece, y solo el poder espiritual permanece.
Todo mi interés está en la expresión de las realidades espirituales.
Escribo para el teatro, para transmitir una actitud espiritual”
La idea es:
“Experimenta primero, luego intelectualiza”
Carl Orff murió a la edad de 86 años, en Múnich, el 29 de marzo de 1982.
Su vida, por demás interesante, atravesó 4 períodos históricos importantes:
El Imperio Alemán, La República de Weimar, La Alemania Nazi, y La Alemania Occidental de la posguerra.

“Wafna, wafna!
Quid fecisti sors turpissima?
Nostre vite gaudia abstulisti omnia!”
(¡Wafna, Wafna!
Destino ruin.
¿Qué has hecho?
¡Los placeres de nuestra vida, todos te los has llevado!)



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