Cavalleria Rusticana

“C'è un tipo speciale di pagamento per prendere in prestito" la moglie di un altro uomo”

El verismo literario, es una tendencia surgida entre 1875 y 1896 en Italia, y operada por un grupo de escritores, principalmente narradores y comediógrafos, que constituyeron una verdadera y propia escuela fundada sobre principios precisos; y viene aunada fundamentalmente para referirse a un tipo de personajes, situaciones y emociones reales, incluso de la vida de las clases sociales bajas; y se caracteriza por sus tramas sórdidas.
Giovanni Carmelo Verga, fue un escritor italiano, considerado el mayor exponente de esta corriente literaria verista; su interés se focalizaba sobre los “vencidos de la vida”; y se adhiere moralmente al coraje con que los hombres enfrentan la vida.
Verga enuncia así “El ideal de la ostra”, esto es el apego desde el nacimiento, a las antiguas costumbres, la resignación a la dureza de una vida algunas veces deshumana, la conciencia, radicada en todos, que esa sociedad cerrada, arcaica, frecuentemente estrecha, es la única defensa contra el nuevo que viene de fuera, y que no está listo para aceptar, la obstinación a resistir a la adversidad; no obstante, la fidelidad tiene sentimientos simples y valores antiguos, una rígida concepción de la jerarquía familiar, un sentimiento arcaico del honor, la constatación de que, el que renuncia a todo aquello, está destinado a sucumbir, ya que el progreso quema los colores que no son atractivos, pero no estamos preparados para vivirlo.
Tal visión es virilmente pesimista y trágica, porque Verga, positivamente, no cree en La Providencia, y Dios está ausente de sus libros, pero no cree tampoco en un futuro mejor de conquistarse sobre La Tierra, con la fuerza de los hombres.
De esa manera “vencido es alguien que quiera romper con el pasado de manera improvisada y sensacional, sin haberse preparado”, mientras los matices que aceptan el propio destino con resignación consciente, poseen sabiduría y moralidad.
El descubrimiento de la humanidad de los plebeyos, el análisis de la implicación negativa del progreso, mueve a Giovanni Verga a considerar el presente y el futuro, con un pesimismo que lo induce a la crítica de la sociedad burguesa, pero también a la renuncia desafiante a todo tentativo de lucha; y teoriza un estilo anti-romántico, cuyo fulcro es el canon de la impersonalidad.
Al verismo, también se le denomina a una tradición operística post-romántica italiana, asociada a compositores tales como:
Pietro Mascagni, Ruggero Leoncavallo y Giacomo Puccini, quienes defendían traer el naturalismo de escritores como Émile Zola y Henrik Ibsen, a la ópera.
Por tanto, el contexto es muy importante para comprender el significado cierto del término verismo, que es utilizado como descripción de los dramas apasionados y duros de la clase trabajadora, para el cual, el término fue acuñado, pero también como el movimiento cultural de estos compositores; así el verismo realmente llega después de 15 años en Italia, con el estreno de “Cavalleria Rusticana” (1890) de Pietro Mascagni; una ópera cuyo título original se traduce en español como “Nobleza Rústica” o “Caballerosidad Rústica”; y es un melodrama en I acto, con música de Mascagni, y libreto en italiano de Giovanni Targioni-Tozzetti y Guido Menasci; basados en el relato “Vita dei Campi” (1880) del novelista Giovanni Verga; que es una historia de amor y celos, ambientada en una ciudad siciliana, en Vizzini, en la segunda mitad del siglo XIX, después de la empresa de Giuseppe dei Mille de 1860 de 1860, y La Unificación de Italia en 1861; siendo uno de los textos más famosos de Verga, de hecho, la trama se usó para el libreto de la obra de Pietro Mascagni, que fue un gran éxito, pero Verga abrió una causa de plagio.
La causa fue ganada por Verga, quien fue compensada; y esto le garantizó, durante un cierto período de tiempo, una tranquilidad financiera justa.
Como obra lírica, Cavalleria Rusticana está considerada una de las clásicas óperas del verismo, estrenada el 17 de mayo de 1890, en El Teatro Constanzi de Roma; y es la más famosa de las óperas veristas.
El Verismo aquí, se corresponde con El Naturalismo literario, caracterizado por libretos sacados de la vida cotidiana, y un canto crudo, realista, hasta alcanzar el alarido.
Todo inició en julio de 1888, cuando el editor milanés de música, Edoardo Sonzogno, anunció una competición abierta a todos los jóvenes compositores italianos, que aún no hubieran visto una ópera suya representada en el escenario.
Se les invitó a presentar una ópera en un acto, y las 3 mejores, seleccionadas por un jurado de 5 destacados críticos y compositores italianos, se representarían en Roma, a cargo de Sonzogno.
Mascagni oyó hablar del concurso solo 2 meses antes de la fecha final, y pidió a su amigo, Giovanni Targioni-Tozzetti, un poeta y profesor de literatura en La Real Academia Naval Italiana en Livorno, que le proporcionara un libreto.
Targioni-Tozzetti eligió “Cavalleria Rusticana”, el cuento popular de Giovanni Verga como la base de la ópera; y él, junto con su colega Guido Menasci, se pusieron a componer el libreto, enviándoselo a Mascagni a trozos, a veces solo unos pocos versos esa vez en la parte de atrás de una postal…
La ópera fue finalmente presentada el último día del plazo; y en total, se presentaron 73 óperas, y el 5 de marzo de 1890; y los jueces seleccionaron las 3 obras finales:
“Labilia” de Niccola Spinelli, “Rudello” de Vincenzo Ferroni y Cavalleria Rusticana.
La primera representación de Cavalleria Rusticana causó sensación, con Mascagni apareciendo 40 veces a saludar en la noche del estreno, y ganando El Primer Premio; y aquel mismo año, después de venderse todas las representaciones en El Teatro Costanzi, la ópera se produjo por toda Italia y el resto del mundo.
La acción se desarrolla en la Sicilia del siglo XIX, en El Día de Pascua:
Turiddu, un joven del pueblo, ha vuelto del servicio militar para encontrarse con el hecho de que, mientras él estaba afuera, su amor Lola, se ha casado con Alfio, el próspero carretero del pueblo.
En venganza, Turiddu seduce a Santuzza, una muchacha del mismo pueblo.
Al empezar la ópera, Lola, muerta de celos por Santuzza, ha comenzado una relación adúltera con Turiddu… y sin haberse levantado aún el telón, comienza la ópera con uno de los fragmentos para solistas más famosos, la serenata conocida como “La siciliana”, que Turiddu dedica a Lola.
Lola y Turiddu hablan fuera de escena; y el telón se alza sobre la plaza principal del pueblo.
Se ve, al fondo a la derecha una iglesia, y a la izquierda, la taberna y la casa de Mamma Lucía, donde ella vive con su hijo Turiddu.
Los hombres corren al reclamo de amor de las mujeres, como vuela el pájaro al reclamo de su amada.
Todo el pueblo está reunido en la iglesia, delante de la taberna de Mamma Lucia.
Los parroquianos van entrando; y canta un coro que se interpreta frecuentemente en conciertos de coros de ópera, y un himno a La Virgen María.
Algunos campesinos entran en la iglesia, y otros van paseando mientras su canto disminuye.
Mamma Lucía sale de la taberna; y Santuzza, que ha tenido relaciones con Turiddu, sospecha que la ha traicionado con Lola, por lo que está preocupada, y se acerca a Lucía; le pregunta por Turiddu, pero esta le responde que él ha ido a Francofonte a comprar vino.
Santuzza le dice que lo han visto entrando por la noche a la casa de Lola; y Lucia le pide que entre para hablar, pero justo en aquel momento, Alfio se presenta con su carro, acompañado por los campesinos.
Él alaba las alegrías de la vida del carretero y la belleza de su esposa; y le pide a Mamma Lucía algo de su mejor vino añejo.
Ella le dice que se ha quedado sin él, y que Turiddu se ha ido a comprar más…
Alfio replica que vio a Turiddu por la mañana cerca de su casa; y Lucia empieza a expresar su sorpresa, pero Santuzza la detiene.
Alfio se une a los demás en la iglesia; y en La Procesión de Pascua de Resurrección, todo el pueblo entona un himno de Pascua, “Regina Coeli Laetare”, en el cual, Santuzza y el coro entremezclan sus voces con sus plegarias.
El intermezzo musical y la oración himno son los fragmentos más famosos de esta ópera.
Todos entran en la iglesia; y solo quedan fuera, Mamma Lucia y Santuzza.
Mamma Lucía le pregunta a Santuzza, por qué la ha hecho callar cuando Alfio dijo que había visto a Turiddu aquella mañana…
Santuzza revela su sufrimiento en una de las arias más hermosas del repertorio:
Antes de que Turiddu se hiciera soldado, él le había jurado a Lola fidelidad eterna, y cuando volvió, Lola se había casado con Alfio.
Turiddu trató de apagar la llama de su corazón con un nuevo amor, con Santuzza, pero parece que nunca se ha apagado la llama de su amor por Lola.
Lola, celosa, se ha dedicado desde entonces a seducir a Turiddu.
Así, Lucia se apena por Santuzza, a quien los habitantes del pueblo consideran excomulgada, debido a que ha sido seducida por Turiddu.
Por ello Santuzza no puede entrar en la iglesia, y le ruega a Lucia que entre, y que rece por ella.
Mamma Lucía entra a la Iglesia y llega Turiddu a la taberna, según él, viene de Francofonte...
Santuzza le dice que quiere hablarle, que por la mañana ella lo vio, y también Alfio.
Le dice que ella sabe que estuvo con Lola.
A lo que Turiddu piensa que lo ha espiado… entonces empieza un dúo musical donde Santuzza suplica a Turiddu que no la deje…
Entra Lola, y canta su solo, uno que coquetea con Turiddu, y se burla de Santuzza; de ahí, entra a la Iglesia.
Turiddu se vuelve para seguir a Lola, pero Santuzza le ruega que se quede.
Turiddu la desdeña, la tira al suelo, y se va a la Iglesia.
Santuzza termina deseándole una mala Pascua…
Entra en escena Alfio, buscando a Lola; y Santuzza le cuenta la infidelidad de Lola.
Alfio está furioso, y jura que se vengará.
Al quedarse la plaza vacía, suena el “Intermezzo”, pieza que suele interpretarse en conciertos.
Luego salen los pueblerinos de la iglesia.
Turiddu está alegre porque está con Lola, y parece que Santuzza se ha ido.
Invita a sus amigos a la taberna de su madre, y canta un brindis; entonces llega Alfio; Turiddu le ofrece un vaso de vino, y Alfio lo rechaza violentamente, diciendo que se puede convertir en veneno dentro de su pecho.
Turiddu le responde “como quieras”, y arroja el vino.
Las mujeres se llevan a Lola; y Alfio reta a Turiddu; siguiendo la costumbre siciliana, los 2 hombres se abrazan, y Turiddu, como muestra de su aceptación, muerde la oreja de Alfio, haciéndole sangre, lo que significa una lucha a muerte.
Alfio se marcha, y Turiddu llama a su madre; le dice que va a salir a airearse y, presintiendo el desenlace, Turiddu pide a su madre que lo bendiga, y que si algo le pasara, cuidase de Santuzza como una hija.
Turiddu se marcha apresuradamente; y Lucia, llorando, vaga sin dirección afuera de su casa; mientras Santuzza se le acerca y la abraza.
Los pueblerinos comienzan a rodearlas; mientras en el huerto, Alfio mata a Turiddu.
Se oyen voces a lo lejos, y una mujer grita que “han matado al compadre Turiddu”
Santuzza se desmaya, y Mamma Lucía se desvanece en los brazos de las mujeres del pueblo.
El estilo de Cavalleria Rusticana se distingue por el retrato realista, algunas veces sórdido o violento de la vida cotidiana contemporánea, especialmente la vida de las clases bajas, rechazando los temas históricos del Romanticismo, o los míticos.
El enfoque “realista” del verismo, se extiende también a la música, la cual es en general continua, y no está dividida en números separados en la partitura; números que podrían ser extractados, y fácilmente presentados en conciertos, como sucedía en los géneros operísticos anteriores.
El verismo, así, abandona las arias de coloratura  arias cerradas, en favor de un canto más fluido y los recitativos; aunque esto no es siempre cierto, al menos Cavalleria Rusticana, “Pagliacci” y “Tosca” poseen arias y coros que son constantemente presentados en recitales.
Aparte de grabaciones en video de representaciones en vivo de esta obra, ha habido varias versiones de cine, siendo las más destacadas:
Una película muda de 1916, acompañada por la partitura de Mascagni, dirigida por Ugo Falena, con Gemma Bellincioni, quien había creado el papel de Santuzza en el estreno mundial de la ópera.
La película de 1953, dirigida por Carmine Gallone.
“Il bacio della sfida”
Cavalleria Rusticana es un drama del año 1953, dirigido por Carmine Gallone.
Protagonizado por May Britt, Ettore Manni, Kerima, Anthony Quinn, Virginia Balestrieri, Umberto Spadaro, Grazia Spadaro, entre otros.
El guión es de Carmine Gallone, Basilio Franchina, Art Cohn, Francesco De Feo, Mario Monicelli; basados en el relato de Giovanni Verga, y en el libreto de Guido Menasci y Giovanni Targioni-Tozzetti; con la música y la trama de la ópera homónima de Mascagni.
El título proviene de la novela del escritor siciliano Giovanni Verga, que se especializó en historias realistas, ambientadas en la Sicilia rural; y más tarde se convirtió en una parte de la ópera que acompaña a la acción filmada de manera realista, algo que funciona muy bien, gracias al buen hacer de Carmine Gallone, un aclamado director de cine, guionista y productor de cine italiano, considerado uno de los primeros directores del cine italiano, que en su carrera dirigió más de 120 películas en 50 años, entre 1913 y 1963.
Cavalleria Rusticana se distribuyó en inglés como “Fatal Desire”, y se produjo como un melodrama italiano, en formato 3D, con la estrella en ciernes Anthony Quinn, siendo doblado por Tito Gobbi, en una canción.
A destacar los decorados de la película, que fueron diseñados por el director de arte, Gastone Medin; pero lamentablemente, la película, que se filmó en FerraniaColor y 3D, ahora parece existir solo en malas copias, donde se ve muy mal; de hecho, cuando llegó a los EEUU, en 1963 y como “Fatal Desire”, fue doblado en inglés, y se mostró solo en esas copias en blanco y negro.
Rodada en locaciones reales, la acción sigue a Turiddu (Ettore Manni), un soldado que regresa de la guerra, y descubre que Lola (Kerima) su prometida, se ha casado con otro hombre llamado Alfio (Anthony Quinn) durante su ausencia, lo cual conduce a los celos, la traición y el crimen; y en la sombra, el amor de Santuzza (May Britt)
La mayoría de los personajes, atraviesan la vida sin siquiera conocerse, y mucho menos involucrarse con una mujer que puede inspirar anhelos tan terribles y celos imprudentes, sin imaginar que la belleza extrema puede no ser benigna y placentera, sino peligrosa, y muy posiblemente mortal.
Esta es una obra emotiva, de amores desvelados y traicionados, de celos y pasiones, traiciones y muerte, es de una belleza, fuerza y pasión que son transmitidas de una manera perfecta en su desarrollo, que utiliza bien la ópera como motivos para las escenas, muy a pesar que está muy mal editada, o tal vez es la gran culpa de ser una copia...
“Voi lo sapete, o Mamma, prima s'andar soldato Turiddu aveva a Lola eterna fè giurato”
Ha habido numerosas versiones de la historia, de la obra de Giovanni Verga, y de la ópera de Pietro Mascagni basada en el trabajo; y esta película es una amalgama de la ópera, y una versión dramática directa, con resultados aceptables.
La conocida trama de amor, celos y venganza sicilianos, está dirigida aquí por Carmine Gallone, que se especializó en, entre otras cosas, la transferencia de textos operísticos a la pantalla, y en películas sobre compositores clásicos.
Gallone, fue un director de cine italiano, conocido fundamentalmente por sus películas históricas, cuya exaltación de la “romanidad” sirvió también de propaganda para el régimen fascista; y debido a su gusto por las reconstrucciones históricas, fue comparado con Cecil B. DeMille; y son recordadas algunas de sus películas que sirvieron para que el régimen de Mussolini exaltara sus afanes imperiales, mediante la reivindicación de La Grandeza de La Antigua Roma; siendo el director, considerado como uno de los creadores del péplum.
Pero Gallone también dirigió muchas películas inspiradas en el mundo de la ópera, como Cavalleria Rusticana, cuya acción se desarrolla en un pueblo de Sicilia durante El Día de Pascua, a finales del siglo XIX.
Allí, Turiddu regresa de la guerra después de una ausencia de 3 años.
Él está ansioso por reunirse con su novia Lola, y casarse con ella según lo acordado por los 2 amantes antes de la guerra; y aunque está feliz de ver a su hijo regresar vivo de la guerra, la madre de Turiddu, Mamma Lucia (Virginia Balestrieri) le advierte que las cosas han cambiado en la aldea desde el comienzo de la guerra.
Ella le informa a su hijo, que Lola, cansada de esperar a Turiddu, se casó con otro hombre en el pueblo, Alfio.
Alfio, es dueño de una pequeña empresa, y es un buen proveedor para Lola que parece apreciar las cosas materiales en una sociedad plagada de pobreza.
Inicialmente, Turiddu expresa su decepción por las noticias, pero decide actuar con madurez, y desea suerte a Lola y Alfio en su matrimonio.
Incluso invita a los recién casados a la bodega de vinos de su familia, donde él y otros lugareños brindan por la fortuna y la felicidad de los novios.
Pero en los meses siguientes, Turiddu se encuentra con, y comienza a cortejar a Santuzza, una joven hermosa que vive al lado de Lola y Alfio.
Las cosas parecen funcionar para todos, hasta que Lola, aburrida con su nuevo marido, comienza a arrojarse a su viejo amor, Turiddu, que se resiste a la tentación, sabiendo que Lola ahora es una mujer casada.
Sin embargo, Lola persiste, y las defensas de Turiddu se desmoronan…
Cuando Alfio deja el pueblo en un viaje de negocios de 9 días, su esposa infiel, Lola, y Turiddu, comienzan una apasionada historia de amor.
Sin embargo, Santuzza, que se entera de todo, y está embarazada del hijo de Turiddu, por lo que trata de poner fin al asunto, rogándole a Turiddu que se olvide de Lola.
El Día de Pascua, mientras todo el pueblo se prepara para la misa de la iglesia y las festividades tradicionales, Alfio regresa a casa de su viaje.
Santuzza intenta nuevamente suplicarle a Turiddu, y este se enfada, la abofetea, y la vuelve loca...
Mientras Turiddu y Lola se dirigen a la misa de la iglesia, una devastada Santuzza llora incontrolablemente frente a la iglesia, y cuando Alfio se apresura a la misa, Santuzza le revela todo.
Alfio, enfurecido y traicionado, jura vengarse del hombre que deshonró a su esposa y su matrimonio; y después de la misa, mientras comienzan las festividades en el pueblo, Alfio busca a Turiddu, y exige satisfacción “al estilo siciliano”
Cavalleria Rusticana no es una historia de venganza, que se dice que se disfruta fríamente, sino que, al final, una pelea a vida o muerte entre 2 hombres que una vez fueron amigos, se juegan la vida por una mujer.
No es una pelea a sangre caliente; no es muy melodramático en el desarrollo, como sí lo es la ópera, sino que un anciano sombrío de rostro pálido, está determinado a honrar su vida, a su mujer y su matrimonio por una mezcla de razones:
Por orgullo personal y honor como marido, castigo por la traición del joven y, finalmente, eliminar a un rival por su hermosa y deseable joven esposa; y para ello luchará hasta la muerte.
El personaje de Quinn, acepta su propia muerte como una probabilidad, y llama brevemente a la casa de su anciana madre para despedirse definitivamente…
Mientras Manni, el hombre más joven, también sabe que puede morir, pero también él se siente agraviado…
Ambos creen que la muerte es un precio que vale la pena pagar; y ninguno quiere vivir después de perder.
Para cada uno, es la vida y la mujer, o la muerte.
Eso es lo completamente crudo y elemental, y apenas necesita agregarse, es trágico.
Por su parte, la actriz sueca, May Britt, como la ofendida Santuzza, parece angelical; pero no es el bello objeto del deseo de estos 2 hombres, sino la magnética actriz argelina, Kerima, que está excelente como el objeto deshonesto de la pasión de Turiddu; pero la interpretación más impresionante, y más fuerte, sin duda está hecha por Anthony Quinn como el Alfio vengativo, sugiriendo este papel temprano, algunas de las cualidades que lo harían famoso en su actuación posterior como Zorba, El Griego; donde aquí él es doblado en italiano, y esos últimos 10 minutos, son los más inolvidables, precisamente gracias a la actuación de Anthony Quinn.
Al Cavalleria Rusticana se le puede achacar el mal estado, supongo natural de la copia; así como la mala edición, una pésima dirección de las escenas, con cortes muy abruptos de las mismas y de la música de Mascagni, que también debo suponer que se debe a la mala condición de la copia, que bien, presumo, pudo ser manipulada con malas intenciones.
Pero quedan bellas imágenes de Sicilia, natural con la música de Mascagni de fondo.
Como dato, el gran barítono italiano, Tito Gobbi, es quien doble a Quinn en la canción, con una banda sonora que toma muchas piezas clave de la obra de Mascagni y que fueron conducidas por Oliviero De Fabritiis, admirado por su calidez de expresión italianizada, y por su habilidad a la hora de equilibrar la consideración por las voces y detalles instrumentales.
“Così ricambi l'amor che ti porto?
Vuoi che m'uccida?”
La ópera Cavalleria Rusticana, fue la primera obra terminada y más representada de Mascagni; y sigue siendo la más conocida de sus 15 óperas y operetas.
Su éxito ha sido un fenómeno desde su primera representación en El Teatro Costanzi en Roma, hasta la actualidad; y cuando Mascagni murió en 1945, la ópera había alcanzado, tan solo en Italia, las 14.000 representaciones.
Sin embargo, Cavalleria Rusticana estuvo rodeada de inconvenientes desde las primeras sesiones de grabación ocurridas entre el 16 y 25 de Junio de 1953.
La mezzo elegida para interpretar a Santuzza, no pudo con la inclemente tesitura que le provocó una serie de accidentes y fallos vocales, que obligaron a suspender las sesiones, y reprogramarlas para el verano de ese mismo año.
Cuando llegó la fecha pactada, la mezzo se declaró enferma, y el sello EMI decidió prescindir de ella.
Tal y como lo había hecho en ocasiones pasadas, la soprano griega, Maria Callas aceptó el reto, y entró como reemplazo de último minuto en un rol que no cantaba desde sus años de estudio en Grecia; de hecho, Santuzza fue el primer personaje que interpretó La Callas de manera completa sobre un escenario.
La ocasión tuvo lugar el 2 de abril de 1939, en El Teatro Olympia de Atenas, era una producción realizada por estudiantes; y la soprano tenía apenas 15 años de edad.
Regresaría al personaje de Mascagni en mayo de 1944, con la Opera Nacional Griega, y ya convertida en estrella local, en 5 funciones realizadas en el mismo Teatro Olympia.
Luego de esto, la soprano abandonaría el rol para siempre.
Si bien se anunció que lo cantaría, siendo dirigida por Leonard Bernstein en EL Teatro alla Scala durante la temporada 1954 – 1955, las funciones nunca se llevaron a cabo.
Callas, junto a Giuseppe di Stefano y Rolando Panerai, genios del arte, están sencillamente conmovedores, e impresionantes, cantando con pasión y entrega, siendo veraces y elocuentes.
Y la dirección del genial Tullio Serafin es maravillosa, qué gran director para provocar emociones, logrando una flexibilidad y sonoridad orquestal preciosa, y acompañando de manera magistral a los cantantes; tanto que en la grabación, La Callas mantiene la intensidad interpretativa acostumbrada, su Santuzza se aleja bastante del modelo verista, más declamado de otras colegas, pero a cambio está dotada de una vocalidad robusta y solvente.
A pesar de las excelencias en la expresión, la competencia discográfica es ardua en la comparación con otras Santuzza referenciales; y debido a esto, la lectura de Callas no logra posicionarse del todo, y es de las pocas veces en que se puede decir que otras colegas la superan tanto en el frente vocal, como en el expresivo, como lo fue Renata Tebaldi.
El resto del elenco se completa con el estupendo Turiddu de Giuseppe di Stefano, de gran belleza vocal, y gran expresividad muy apropiada al estilo.
Y por su parte, Rolando Panerai compone un estupendo y firme Alfio, de gran vocalidad y expresión.
La grabación, ya con La Callas integrada al elenco, se realizó el 3 y 4 de Agosto de 1953, en La Basílica di Santa Eufemia en Milán; junto a Ebe Ticozzi como Mamma Lucia, y Ana Maria Canali como Lola; con Tullio Serafin dirigiendo la Orquesta del Teatro alla Scala.
Sírvase la reseña para catalogar la Cavalleria de La Callas, como documento histórico, en muchos casos, de referencia.
Y como ópera, por su corta duración, de 1 hora 15 minutos; desde 1893 se ha representado a menudo en un programa doble de 2 horas y media llamado, “Cav/Pag”, con la otra ópera de I acto llamada “Pagliacci” de Ruggero Leoncavallo.
Pero con Cavalleria Rusticana, vale decir que hay piezas que se suelen interpretar por separado en conciertos, como los coros o el intermedio orquestal; y la popularidad de esta obra, de gran emotividad, se vio enormemente reforzada por la inclusión de parte de una representación de la misma en varias películas, por ejemplo, El Intermedio sinfónico de la ópera, ha figurado en la banda sonora de varias películas, especialmente en la apertura de “Raging Bull” (1980); y en “The Godfather: Part III” (1990), donde se aprecia una representación de la ópera como clave en el clímax de la película, pero tomándose libertades en un estilo típicamente hollywoodiense, con Anthony Vito Corleone, hijo de Michael Corleone, en el papel de Turiddu en su ópera debut, donde canta realmente con su voz, y cuya banda sonora combina muy bien los fragmentos de la ópera, con uno de los temas principales del filme de Francis Ford Coppola.

“E con quella coltellata vendica non solo l'onore ma anche l'amore”



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