The Craft

“Have you ever heard of invoking the spirit?”

La Tierra es la misma naturaleza en su forma más obvia para el observador humano.
La Tierra firme sobre la que estamos y pasamos nuestras vidas, es tan esencial para nuestra supervivencia, como el aire que respiramos; quizás incluso más, ya que no tendríamos aire, sin La Tierra sobre la que las plantas y árboles crecen, creando oxígeno para respirar.
La mayoría de los espíritus de la naturaleza que vienen a la mente cuando pensamos en hadas, son espíritus de La Tierra:
Las hadas de las flores, rocas, plantas, árboles, y muchas otras asociaciones, son espíritus de La Tierra.
La Tierra, es el bloque de construcción de todo lo que está en el mundo material, por lo que La Tierra, como elemento alquímico, representa la existencia material de todas las cosas.
La Tierra, en magia, representa al mundo material, y las cosas asociadas con él, tales como:
La salud, la prosperidad, y los asuntos mundanos.
Sin embargo, eso no la hace menos espiritual como elemento, que cualquiera de los otros:
Aire, Fuego, Agua, y Éter.
Si somos honestos con nosotros mismos, mucha de la magia que hacen las brujas y magos modernos, está muy dirigida a afectar a algo sobre el plano de La Tierra.
Comenzando por definir algunos conceptos, diríamos que la brujería, es el grupo de creencias, conocimientos prácticos, y actividades atribuidos a ciertas personas llamadas “brujas”, existe también la forma masculina, “brujos”, aunque es menos frecuente; que están supuestamente dotadas de ciertas habilidades mágicas, que emplean con la finalidad de dañar.
Tradicionalmente, se asocia la imagen de la bruja, a una mujer anciana, fea, y especialmente desagradable; sin embargo se creía que, entre sus poderes, estaba el de poder modificar su aspecto a voluntad, mostrándose como una joven hermosa y deseable.
La bruja utilizaría esta apariencia, para seducir a los hombres, y llevarlos a la perdición.
La creencia en la brujería, es común en numerosas culturas, desde la más remota antigüedad, y las interpretaciones del fenómeno, varían significativamente de una cultura a otra.
Si bien este es el concepto más frecuente del término “bruja”, desde el siglo XX, el término ha sido reivindicado por sectas ocultistas, y religiones neopaganas, como La Wicca, para designar a todas aquellas personas que practican cierto tipo de magia, sea esta maléfica, o magia negra; o benéfica o magia blanca, o bien a los adeptos de una determinada religión.
A la etimología de la palabra inglesa “witchcraft” o “brujería” se le han dado interpretaciones como “Craft Of The Wise” o “El Arte/Oficio de Los Sabios” y, con el mismo sentido, “Craft Of The Wicca”
Otro nombre muy extendido, es simplemente “The Craft” o “El Arte”
También, se utiliza el término “Religión Antigua”
Un uso más extenso del término, se emplea para designar, en determinadas sociedades, a los magos o chamanes.
La palabra “wicca”, por su parte, sirve para referirse a la religión en sí misma, que empezó a adoptarse a partir de los años 70, especialmente en Estados Unidos, como un modo de evitar las connotaciones negativas de la palabra “brujería” y para diferenciarse de otras ramas de “la brujería tradicional no gardneriana”
Los elementos básicos, también son parte importante de la cosmovisión wiccana.
Las manifestaciones naturales, expresan alguno de los 4 elementos arquetípicos:
Tierra, Aire, Fuego, y Agua, o combinaciones de éstos.
El significado de los elementos, se da de acuerdo a la característica que tienen en común, en el cual veremos a continuación:
Aire (vaiu):
Representa el pensamiento, inteligencia, razonamiento, y meditación.
Esto lleva a entender, que examina la manera en la cual analizamos el sentido de la vida, es decir, el espíritu.
Fuego (agní):
Símbolo de la pasión, el instinto, y el ímpetu.
Representa la parte instintiva del ser humano, la cual es la que muestra los actos reflejos de un individuo.
Tierra (bhumi):
Representa la base secundaria del ser humano, es decir, las necesidades primordiales de supervivencia, que son la alimentación, la educación, y la voluntad.
Agua (apu):
Significa el conjunto de los sentimientos abstractos que experimenta la persona, y a su vez, el ciclo vital de la misma.
El agua está ligado con el aire, porque lleva a la comprensión y el entendimiento de nuestros actos.
Suele añadirse un 5º elemento denominado “Espíritu” (Éter o Akasha):
Y es la base principal del individuo, que tiene el control total de los elementos antes mencionados.
Es decir, es la voluntad del mismo que ejerce.
Es el sentido en el cual, tenemos de la vida, y por la cual existimos.
Los elementos, son simbolizados por el pentagrama, que entre otras cosas, representa los 4 elementos, con el “Espíritu” en la parte de arriba.
Las 3 puntas superiores, representan los 3 aspectos de la Diosa:
Doncella, madre y anciana, mientras que las 2 puntas inferiores, representan al Dios en su aspecto de Dios de luz, y Dios de la oscuridad
Al trazar el círculo mágico para los rituales religiosos, además de los dioses, se invoca a los 4 elementos que se corresponden con los 4 puntos cardinales; siguiendo el orden:
Este, Sur, Oeste, y Norte.
Por otra parte, un “aquelarre” o “coven” es el nombre utilizado para describir una reunión de brujas.
Debido a la asociación de la palabra con las brujas, también se considera como una reunión de wiccanos, los seguidores de la brujería moderna, basada en el neopaganismo, que también se describe como un “aquelarre”
La palabra, fue originalmente un término medieval escocés, circa 1500, que significaba “una reunión”, de acuerdo con el diccionario de Inglés de Oxford; y se deriva de la palabra de raíz latina “convenire” cuyo significado sería “para reunirse”, que también dio origen a la palabra en Inglés “convene” o “convocar”
El primer uso registrado de la misma, que se aplica a las brujas, llega mucho más tarde, a partir de 1662, en El Juicio de Brujas de Isobel Gowdie, que describe un círculo de 13 miembros.
La palabra “coven” ó “aquelarre”, permaneció casi sin uso, hasta 1921, cuando Margaret Murray la volvió a poner en circulación debido a sus estudios, ahora muy discutidos, pues en ellos, afirmaba que todas las brujas en toda Europa, se reunieron en grupos de 13 años, a la que llamaron “aquelarres”
Así pues, durante la última década, más y más personas, se han interesado en La Wicca, conduciendo a una escasez de maestros wiccanos.
Contrario a lo que se piensa, muchas personas se ven obligadas, o están eligiendo formar sus propios grupos de trabajo con los amigos, sin haber tenido ninguna formación sobre La Wicca; y llaman a sus grupos “covens”, creyendo que cualquier grupo de personas trabajando juntas, con el fin de practicar la brujería, puede reclamar este título.
No voy a discutir este punto, pero sí quiero hacer saber, que desde el comienzo de La Wicca, en 1949, los “covens” han tenido estructura, programas de capacitación, y formación de sacerdotes y sacerdotisas.
Tradicionalmente, los nuevos están formados por “covens” que provienen de un “coven madre”
En otras palabras, cuando un sacerdote y/o una sacerdotisa, han alcanzado el nivel de competencia, y éste considera que posee la sabiduría suficientes para ejecutar un “coven”, oficialmente sus maestros le dan el permiso a separarse, y formar un nuevo “coven”
Observamos que la definición de “coven” se ha convertido en algo muy diluido por el número de grupos autodidactas, que usan el término, dejando muchos puntos o cabos sueltos.
En otro orden de ideas, y para ir avanzando en el tiempo, si algo tenían los 90's, era un gusto por las brujas, La Wicca, y todo lo que sonara a New Age.
En la segunda mitad de los 90, el terror adolescente vivió una segunda Edad Dorada.
El género había tenido una gran Edad de Oro en los 80, que poco a poco había caído en el olvido, y gracias a éxitos unos éxitos cinematográficos, el terror se había vuelto un género mucho más adulto y serio, a comienzos de la última década del siglo XX.
Sin embargo, y como casi siempre, todo vuelve a empezar... muy poco a poco.
“Relax... it's only magic...”
The Craft es una película de terror y fantasía estadounidense, dirigida en 1996, por Andrew Fleming.
Protagonizada por Robin Tunney, Fairuza Balk, Neve Campbell, Rachel True, Skeet Ulrich, Assumpta Serna, entre otros.
El guión es de Andrew Fleming y Peter Filardi.
La trama es de temática sobrenatural, que gira en torno a un grupo de adolescentes, que usan la brujería para su propio beneficio.
The Craft nos cuenta la historia de Sarah Bailey (Robin Tunney), una adolescente de 17 años, que se muda con su padre y su madrastra a Los Angeles.
Sarah comienza a ir a un nuevo instituto, uno católico, para más INRI, y allí se enamora de un chico muy guapo y popular, llamado Chris Hooker (Skeet Ulrich)
Sin embargo, 3 chicas bastante raras, comienzan a llamar su atención.
La más tímida de todas es Bonnie (Neve Campbell), una muchacha con el cuerpo cubierto de llagas.
Luego está Rochelle (Rachel True) una chica negra, que sufre bullying de unas cuantas compañeras racistas.
Y la líder del grupo, Nancy Downs (Fairuza Balk) que fue engañada por Chris, y busca venganza.
El tema es, que estas chicas son aficionadas a la magia.
Cuando Sarah se une a ellas, sus trucos, de pronto, comienzan a funcionar, y las 4 adquieren “ciertos” poderes especiales:
Son capaces de hacer levitar a otra chica, o cambiarse el color de ojos y de pelo.
Trucos sencillos, y aparentemente sin importancia.
Sin embargo, tanto Nancy, como Bonnie y Rochelle, comienzan a perder un poco la cabeza, y a usar la magia en beneficio propio.
La cosa se va de las manos, cuando la perturbada Nancy, mata a su padrastro, y a Chris, el chico guapo del instituto; y Sarah tendrá que luchar contra ellas... y descubrir si es o no, una bruja de verdad.
No obstante, The Craft no deja de ser una típica película estudiantina yanqui:
Están los segregados, y están los chicos con clase, que se dedican a hacerle la vida imposible a los primeros.
A esto se le incorpora la magia y la situación se da vuelta.
Como curiosidad, no hay mucha diferencia, entre lo que hacen estas brujas adolescentes, y lo que le ocurría a “Carrie” (1976), en donde los poderes sobrenaturales de turno, servían para que la protagonista se ganara el respeto social.
Y si bien, The Craft no llega al nivel de análisis sicológico que el filme de Brian de Palma, The Craft tiene su propio perfil humano, algo más light, pero muy bien desarrollado.
Estas chicas, viven vidas desastrosas por una u otra razón, y la magia, como si fueran “súper poderes” les brinda la oportunidad de tener un balance.
Hasta uno llega a aplaudir, cuando las chicas desatan su galería de pequeñas venganzas sociales, algunas más crueles que otras...
Ahora, The Craft es una buena cinta sobre mujeres, y es porque se trata sobre brujas.
Antes de que salten a conclusiones, y “me conviertan en sapo”, lo digo porque demuestra que las mujeres tienen un lado oscuro, y no sólo el abrazo, la lágrima y la pasión por películas de amor.
He ahí lo interesante de ver, como 4 chicas invocan espíritus, formulan encantamientos, y hacen 2 que 3 travesuras, además de verse muy, pero muy sexies:
Sarah es la que, además de haber perdido a su madre, ha intentado suicidarse, y mudado a una ciudad donde no conoce a nadie, resulta ser una bruja nata.
Esto lo detectan Nancy, Bonnie, y Rochelle, las 3 separatistas de la escuela, y deciden invitarla a su grupo, y así, juntar a los 4 puntos cardinales, y los 4 elementos, para invocar a Manon, que es algo así como todo, pero no... ¿Comprenden?
Cada una pide algo:
Sarah quiere que Chris se enamore de ella.
Rochelle desea, que no la molesten por ser negrita.
Bonnie pide, que se le quiten unas cicatrices que tiene en la espalda.
Y Nancy sugiere... pues pide nada más y nada menos, que el poder de Manon, y todos los derechos paganos mágicos y místicos que esto conlleva.
Todas obtienen lo que desean, pero como Lirio (Assumpta Serna) la encargada de la tienda de brujería dice:
“Si rompes el equilibrio de la naturaleza, se te regresarán las cosas multiplicadas por tres”
Por otro lado, The Craft es sumamente interesante, porque habla de lo que es una verdadera amistad, y de lo que significaría tener poderes, más allá de la lógica.
En ocasiones se vuelve aburrida, e incluso, hay partes realmente odiosas.
Tiene buenos efectos especiales, y el ambiente es ideal para la realización, como la escuela es religiosa, hay murales con arte sacro por todas partes, cada una está vestida según su elemento, etc., hasta se consiguieron una bruja de a de veras, para echarles la mano en eso del realismo, pero pocas son tan atrevidas en cuanto a la mezcla de lo oscuro y bizarro, con mujeres sensuales.
Ojo que las brujas ya no usan sombrero de pico y verrugas... ya eso está pasado de moda.
“You know, in the old days, if a witch betrayed her coven, they would kill her”
El argumento de The Craft es bastante sencillo.
No hace grandes alardes de nada, está escrito de forma lineal, y presenta un conflicto típico del terror, con una villana carismática, víctimas que se lo merecen, y la clásica trama de instituto, con amoríos, personajes variopintos, grupitos de todo tipo, y aún así, a lo largo de The Craft, nos llevaremos alguna que otra sorpresa, por ejemplo:
A pesar de su sencillez, The Craft cuenta con unos estupendos efectos visuales por ordenador, que en su día, dieron bastante de que hablar; y aunado a la historia, hizo de The Craft, una película de culto; y me parece que está bien realizada, ya que demuestra que debemos enfrentar nuestros miedos, que no son más que cosas que tenemos en el subconsciente.
Demuestra que debemos de tener confianza en nosotros mismos, y que no debemos dejarnos manipular por personas, que lo único que quieren es utilizarnos para cumplir sus fines.
Aunque The Craft tuvo poco prestigio, debe catalogarse como buena, ya que se ha utilizado gran cantidad de información de la nueva religión Wicca, para amantes del misticismo y la magia, donde se toman sus dioses, herramientas, rituales, creencias, y procesos, se manejó muy bien el tema de la magia; pero lo que baja su rendimiento, es la exageración de la trama, al darle tanto poder a una de las 4 chicas, cuando todas forman parte de un grupo.
Ciertamente, el show está ayudado por un casting impecable:
Robin Tunney es muy sólida como protagonista, mostrando un buen rango, tanto cuando hace de chica débil y traumatizada, como cuando se convierte en una persona decidida, gracias a la seguridad en sí misma, que le transmiten sus poderes.
Neve Campbell, demostrando una vez más, que sólo tiene talento para lloriquear, en dupla con Skeet Ulrich.
Pero quien se roba el show es, por lejos, Fairuza Balk.
Con su maquillaje “dark”, La Balk posee una presencia salvaje y dominante, y cuando The Craft la decanta en villana a modo full, pareciera la encarnación femenina del “Joker” de Batman.
Ella interpreta una chica, cuya traumática situación familiar, hace que encuentre en la magia negra, un escape a sus problemas.
Balk tiene un rango interpretativo enorme, y puede cambiar de sicótica cínica, a desprotegida adolescente, en cuestión de segundos.
Es una lástima que no haya obtenido la carrera posterior, que su talento merecía.
The Craft supone, una vez más, la lucha entre los absolutos, del bien y el mal, y una de las máximas mejor reconocidas en ese tipo de luchas:
“Hacer el mal es mucho más tentador, que hacer el bien”
Así, Nancy, tras recibir ese poder absoluto, se convierte en un ser perverso, que ni tiene respeto por las leyes del equilibrio propias de La Wicca, ni por la gente que le rodea.
Por suerte, una de Las 13 Leyes de esa misma creencia en la que se basa The Craft, contempla que:
“Por cada acción negativa que hagas, recibirás la misma acción, multiplicada por 3”
Dicho lo cual, no hace falta decir en que se basan los conjuros realizados por las jóvenes brujas.
De hecho, para realizar The Craft, se utilizaron enseñanzas, prácticas, y conjuros reales de La Wicca, pero cambiando los nombres, mientras que la diosa Manon, fue inventada.
Curiosamente, la actriz Fairuza Balk, se convirtió a La Wicca en la vida real, tras filmar The Craft; que en realidad, no es más que una doctrina filosófica y espiritual, como cité, que promueve un estilo de vida, en armonía con el mundo y la naturaleza, y cuyo principio fundamental es, el respeto por lo que nos rodea, algo así como hippies naturistas.
Si bien, cabe señalar que The Craft tiene algunos detalles bastante cercanos a la realidad, pero esto no significa, que todos los rituales, y todas las acciones dentro de los rituales que se realizan, hayan sido tomados de prácticas reales.
Por supuesto, el problema con The Craft es el último acto, que se ve forzado, y excesivamente recargado de efectos especiales.
Hasta ese momento, la historia era impecable, uno sentía compasión por estas chicas, y se alegraba que obtuvieran una merecida revancha, gracias a sus poderes, pero el libreto decide forzar la marcha, y convertir a Fairuza Balk en una sicótica asesina en cuestión de un par de escenas.
Si bien, uno puede ver de lejos el desequilibrio del personaje, desde el momento en que invoca al Gran Espíritu, y provoca una matanza de animales marinos en la playa, en donde realizan la ceremonia, el ensañamiento con el carácter de Robin Tunney, tiene algo de gratuito.
A esto se suma tanto el duelo final, como la revelación a último momento, que Robin Tunney es una súper hechicera de clase A.
Atención a las maravillosas secuencias, en las que Sarah se cambia el color de pelo, cuando invocan a las ballenas que mueren en la playa, o al clímax repleto de serpientes.
De que casi todas las jóvenes, menos Sarah, usaban cruces en el cuello; es un sin sentido, ya que las brujas son paganas, y no utilizan símbolos del Cristianismo; y raya al hartazgo, que se insulten como “brujas” si eso es lo que son.
A pesar de ello, en el ritual de la playa, son usadas verdaderas invocaciones Wicca, de hecho, se dice que durante su rodaje, ocurrieron cosas que podrían juzgarse como “extrañas”
“No one can help me”
La Wicca es hoy en día, una religión que está causando un gran auge entre la población juvenil, todo ello, provocado por el descontento general ante las religiones ya establecidas, y crece el interés en lo paranormal, el misterio, lo sobrenatural, y las antiguas creencias y religiones, entre las que se encuentra La Wicca, que poco a poco se va abriendo paso en la sociedad.
Así, en el mundo moderno, es muy común creer que existe la magia, aunque no se lo sepa exactamente.
Comúnmente se usa la idea de la magia en muchos sitios, principalmente libros, historias, cuentos, animación, u otros, en los que la magia aparece como un extraordinario poder de modificar, o manipular la naturaleza, a voluntad propia.
La Wicca, es una religión neopagana, aparecida como un “renacimiento” de la antigua religión de la brujería, e iniciada por Gerald Gardner.
La misma, ha sido reformada por muchos practicantes, y “covens no tradicionalistas” que no se sienten cómodos con las primeras enseñanzas de Gardner.
Un eclecticismo, en la cual, la mayoría de sus practicantes, utilizan la magia cuidadosamente, en auxilio de la evolución humana.
Muchos wiccanos, acuden primeramente al uso de oráculos, para consultar si es conveniente realizar magia en cierta situación.
La magia en La Wicca se define entonces, como el arte de enviar conciencia a voluntad, en ocasiones, respaldando estos pensamientos, o esta fe, con objetos o hierbas, que representen la intención del Mago Wicca.
Otro hecho destacado en su desarrollo, es la fundación por parte de feministas estadounidenses, a finales de los 60, principios de los 70, del movimiento de La Wicca Diánica, conocida también como, “Brujería Diánica Feminista” y se basan en diversos textos, principalmente “Aradia”, o “El Evangelio de Las Brujas”, publicado por Charles Leland, que recopila relatos alegóricos de brujas italianas tradicionales; en las que se hacen mucho énfasis en la creatividad, y en la espontaneidad.
Así las cosas, un “coven tradicional” no es para todos.
Un “coven” es una única entidad; no es un club:
Un club puede incluir miembros que dejan de participar en cuanto tienen algo mejor que hacer, sólo se sumaron para encontrar amigos, sin tener un interés sincero en el club que le llamó la atención, sino porque pertenecer a ese club.
Siempre y cuando pagues su cuota, sigues siendo un miembro del club; esto no funcionará en un “coven”
No es un sustituto de la familia:
Una familia, se compone de muchas personas que pueden congeniar o no, como los demás, y pueden o no, haber optado por ser parte de la familia.
Puede haber tensión y conflictos de personalidad, que tienen gran energía entre los miembros, eso no funcionará así en un “coven”
Un “coven” debe tener como premisa, que las personas pertenecientes al mismo, se respeten unos a otros, y sepan trabajar bien juntos.
Es importante mantener las relaciones familiares, incluso cuando sus familiares no son paganos, y no pueden entender lo que son sus creencias; ya que su familia es su sistema de apoyo, en tiempos de crisis.
En el “coven” cada miembro tiene su propia familia para hacer frente a las crisis, y al mismo tiempo ayudarse mutuamente entre los miembros del “coven”
La relación con los demás dentro del “coven” se refiere principalmente, a cuestiones espirituales.
Mientras que un “coven” se puede sentir como una familia, es importante no dejar de hacerse cargo de su propia vida, de tal manera que, si se presiona en el “coven” no deje de lado su familia biológica.
No se trata de una iglesia:
Las Iglesias tienen grandes congregaciones, grande edificios con el fin de apoyarse.
Estas pueden llegar a contener dentro de su estructura, muchos ministerios, cuyo objetivo puede ser, enseñar a los niños, visitar a los enfermos, la recaudación de fondos para la iglesia, o la comunidad.
La mayoría de los “covens” no tienen fondos pagados por el clero, ni de recaudación de fondos de sub-grupos, tampoco los obtienen de cualquier práctica en grupo; un “coven” tiene un número limitado de miembros, que principalmente está compuesto, por personas que trabajan en empleos, a tiempo completo.
De La Wicca se dice que es una religión, porque se trata de culto de los dioses, de sacerdotes, y sacerdotisas, y proporciona una plataforma para el crecimiento espiritual.
A pesar de que en muchos casos, y erróneamente se hace referencia a La Wicca como sinónimo de “brujería” o “antigua religión”, existen tradiciones de brujería, que no se identifican ni comparten orígenes con La Wicca.
A estas tradiciones de brujería, se les llama “Brujería Tradicional”
Hay diversas similitudes, entre tradiciones de brujería tradicional; entre ellas podemos citar:
Tratar con espíritus y elementos de la naturaleza, rendir culto a los antepasados, creencia en el animismo, y un uso de la magia popular, o la magia baja, en vez de la alta magia.
Los brujos tradicionales, basan sus prácticas en cantos, conjuros, baladas, supersticiones, colecciones de tradición oral, y prácticas de brujería y rituales documentados.
Estas tradiciones, prescinden de algunos elementos característicos de Wicca, como la Rede, y La Ley de La Triplicidad.
La Rede, es vista tanto por wiccanos, como por otras personas, como muy similar a “La Regla de Oro” donde:
“Cada acción buena o mala que hagas, se te regresara por triplicado” y es una de sus formulaciones típicas, una creencia supuestamente existente, en casi todas las religiones.
Mientras La Regla de Oro prohíbe hacer daño subjetivamente, La Rede Wicca no prohíbe nada más que, el hacer daño a otros, entre los que se incluye, a la persona misma.
A veces, La Rede tiene una 2ª línea que aclara el punto:
“Si no daña a nadie, haz lo que quieras, si causa daño, haz lo que debes”
El Libro de Las sombras, por su parte, es un libro de magia Wicca, que contiene la sabiduría, prácticas, y rituales centrales, de una tradición wiccana.
Normalmente, cada “coven” o “aquelarre” tiene su propio Libro de Las Sombras, copiado a mano, pero existen también individuales.
Rituales, hechizos, velas, hierbas, inciensos, la rede, festividades, e información sobre los dioses, son algunos de los contenidos del mismo.
En este libro, es donde los estudiantes y practicantes escriben, tanto sus trabajos, como la información que necesitan para su vida wiccana; el motivo principal, es dejar un legado a los futuros practicantes, y mejorar día a día su contenido.
Algunos wiccanos sostienen, que El Libro de Las Sombras, debe ser estrictamente para hechizos, y mantienen un libro separado, a veces llamado “Libro de Los Espejos” y que contiene sus pensamientos, sentimientos, y experiencias relacionados a La Wicca.
También, existen libros que son diarios de los sueños, donde se registran los sueños que ha tenido la persona mientras duerme, y puede servir para su interpretación.
En el ámbito de la Ética, reconocen que puede ser ambigua, dependiendo de cada situación, y hacen hincapié en que, el individuo debe asumir la responsabilidad de sus acciones.
Sin embargo, volviendo al tema religioso, La Wicca difiere de las religiones convencionales en muchas maneras.
Todos en La Wicca se consideran un sacerdote o una sacerdotisa, o están en la formación para convertirse en un sacerdote o sacerdotisa.
En La Wicca, no se cree, que se necesita a alguien que intervenir entre nosotros y los dioses.
Los Sumos Sacerdotes y Sacerdotisas de La Wicca, sirven como guías para indicar el camino a la iluminación, pero nunca deben ser vistos como una parte indispensable de la espiritualidad.
El “coven” enseña, que cada individuo tiene la capacidad de extraer energía de los dioses, y el universo en sí mismos, con el fin de la curación y la magia.
“No pedimos, rezamos a los dioses, que hagan las cosas para nosotros.
Les pedimos que nos guíen, nos instruyan, y nos den fuerza, para lograrlas nosotros”
No se trata tampoco, de una escuela convencional:
En una escuela, la mayoría de las lecciones se imparten en un aula, con un programa de estudios, claramente por escrito; se proporcionan libros de texto, que contienen la mayoría de las informaciones que deben ser aprendidas.
Los exámenes se dan, y los grados o puntos se conceden, a los avances que se obtengan; hay competencia para encabezar la clase, no esperemos nada de eso en un “coven”
Si bien, en el coven, algunas de las lecciones se imparten en un aula, la mayoría ocurre en todas partes, aunque el aprendizaje sea en el aula.
Los exámenes son orales y en curso, no hay competencia.
Cada persona avanza a su propio ritmo, y no hay presión para avanzar a través de todos los niveles de un “coven”
Así pues, un “coven” es como una escuela tradicional de La Wicca.
Tal es que los estudiantes, son dirigidos hacia la iluminación, a través de experiencias, de los enigmas, y la meditación.
No hay grados, los estudiantes no se comparan entre sí, o con cualquier estándar fijo.
El crecimiento espiritual y la iluminación, es totalmente libre en la persona.
Un estudiante de un “coven wicca” debe ser, o estar muy auto-motivados.
Un “coven” se trata, por decirlo de otra manera, de un grupo de apoyo que tiene un programa de un año y un día; donde los miembros se ayudan entre sí, para trabajar, y resolver los problemas que ellos encuentran difíciles, o imposibles de manejar por sí solos.
Por tanto, nadie debería entrar en un “coven” con la idea en mente que va arreglar todos sus problemas.
Los dioses le pueden dar la habilidad para superar muchos de sus problemas, y esto sólo puede lograrse, mediante la construcción de una sólida relación con los dioses mismos, y con uno mismo.
Un “coven” es un lugar para las personas que tienen sus problemas personales bajo control, a través de ellos mismos, o en su defecto, que están trabajando con un grupo, o con un terapeuta.
No hay ni tiempo, ni personal en la mayoría de los “covens” para manejar los problemas personales de los demás.
Si bien, los miembros de un “coven” pueden felizmente apoyarse mutuamente en tiempos de crisis, los problemas personales son, en última instancia, la responsabilidad de la propia persona.
En un “coven” queremos llamar la fuerza y la energía de los dioses y el universo, para ayudarnos a nosotros mismos.
En The Craft, dicen algo que es muy cierto, y es que la magia es universal, el bien o el mal, solo está en las personas mismas.

“We are the weirdos, mister”



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares