Topaz

“I've been shot... Just a Little”

Ante la paranoia desatada luego de La Segunda Guerra Mundial, muchos directores trataron de ser muy cuidadosos en la realización de sus films, cuando los mismos se referían a temas de política internacional, o tenían una temática “social”, ya que temían ser relacionados con “el fantasma del comunismo” y a consecuencia de esto, perder sus empleos, y la posibilidad de conseguir otros.
Así, tras casi un año de total inactividad, e inmerso en una terrible depresión que apenas lo sacó de casa, la esposa de Alfred Hitchcock, Alma Reville, preocupada, movió sus hilos para intentar hacer que su esposo se volviera interesar por algún nuevo proyecto que rodar; y así fue como llegó a sus manos, la historia procedente de la novela de Leos Uris, titulada “Topaz”, un relato sobre espías y conflictos políticos, entre Estados Unidos, Francia, Cuba, y La Unión Soviética.
Era el año 1969, y La Guerra Fría está en su punto álgido, y las tensiones entre los países contendientes, estaban a flor de piel.
Los estadounidenses y los rusos, pugnaban por conseguir la mayor red de información de su adversario.
Y para ello, solicitaban los servicios de la inteligencia de sus aliados.
También, estamos en los años en los que Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara, alcanzan el poder en una Cuba que decide virar su rumbo político y económico, a los designios de La Unión Soviética, utilizando la isla como base militar cercana a Estados Unidos.
La Crisis de Los Misiles en Cuba, es como se denomina al conflicto entre los Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba, en octubre de 1962, generado a raíz del descubrimiento por parte de Estados Unidos de bases de misiles nucleares soviéticos en territorio cubano; y que junto al Bloqueo de Berlín, fueron las mayores crisis entre ambas potencias, durante La Guerra Fría, y en la de Cuba, es donde más cerca se estuvo de una Guerra Nuclear.
De hecho, ha sido la única vez, que se ha alcanzado un “Defense Condition” o “Estado de Defensa” (DEFCON) donde los niveles DEFCON se adecuaron en función de la gravedad de la situación militar.
En tiempos de paz, por ejemplo, se activa el DEFCON 5, que va descendiendo a medida que la situación se vuelve más crítica; hasta DEFCON 1, que representa la previsión de un ataque inminente, el cual, jamás se ha alcanzado.
Durante la mayor parte de La Guerra Fría, los silos de Misiles Balísticos Intercontinentales (ICBM), estuvieron en DEFCON 4, es decir, un “Double Take”, lo cual es un incremento de la vigilancia por inteligencia, y extremar las medidas de seguridad, una preparación por encima de lo normal, de color verde.
La crisis, pues, abarca el período comprendido entre el descubrimiento de los misiles, el 15 de octubre de 1962, hasta el anuncio de su desmantelamiento y traslado de vuelta a la URSS, el 28 de octubre de 1962.
Sin embargo, a otros niveles, se extendió hasta noviembre de 1962, e incluso, enero de 1963, en sucesivas “mini crisis”
Por si fuera poco, dentro de la supuesta unión de los países europeos, la tensión de Francia con sus aliados, lleva al presidente galo, Charles De Gaulle, a abandonar la OTAN, ante la imposibilidad de lograr los objetivos pactados.
En el cine de espías, ha sido siempre un género controvertido, esto de La Crisis de Los Misiles, por la utilización de sus fuentes, las tensiones políticas, y el manejo del guión, el cual, siempre ha de asegurar al espectador, que está frente a una película que no le tome el pelo, ni le cree falsas expectativas.
“Oh, the Cubans.
I love the Cubans.
They are so wild!”
Topaz es una película estadounidense del año 1969, del género suspense, dirigida por Alfred Hitchcock.
Protagonizada por Frederick Stafford, John Forsythe, Dany Robin, John Vernon, Karin Dor, Michel Piccoli, Philippe Noiret, Claude Jade, Michel Subor, Per-Axel Arosenius, Roscoe Lee Browne, Edmon Ryan, Sonja Kolthoff, Tina Hedström, John Van Dreelen, Donald Randolph, entre otros.
El guión es de Samuel A. Taylor, basado en la novela del mismo nombre, escrita por Leon Uris, y publicada en 1967.
Todo inició tras rodar “The Birds” (1963), que Hitchcock perdió a numerosos compañeros, y el apoyo de quienes antes le habían encumbrado.
Por si fuera poco, comenzaba a hacerse mayor, y el público entendía que, otro tipo de cine, estaba por llegar.
Para esta ocasión, Hitchcock adaptó una novela de Leon Uris, autor de uno de los mayores “best sellers” de aquella época:
“Exodus” (1958)
En principio, se ofreció la escritura del guión, al autor de la novela, Leon Uris, pero él y Hitchcock, jamás llegaron a conectar.
La forma de trabajar de Hitchcock, chocaba con la personalidad de Uris, y por otro lado, Hitchcock ya no era el brillante y lúcido cineasta de años atrás, y se hacía cada vez más difícil colaborar con él.
Pero el principal inconveniente fue, que sus visiones de Topaz, eran muy diferentes:
Uris sentía interés por mantener la complejidad política del original, mientras que Hitchcock, como de costumbre, prefería alejarse de la política, y aferrarse a la clásica fórmula, de centrarse en el aspecto humano de los espías.
En su lugar, se contrató a Samuel A. Taylor, con el que Hitchcock ya había colaborado, pero el guión no se completó en condiciones, y se empezó a rodar antes de que estuviera completo.
A veces incluso, las escenas se acababan de escribir pocos días antes de que se rodaran.
Universal Studios por otro lado, estaba decidida a convertir ese “best seller” en un éxito de taquilla, y para ello, se contrataron a actores internacionales de prestigio como:
Michel Piccoli o Philippe Noiret, que dotaran de caché a Topaz.
No solo eso, sino que se invirtió un generoso presupuesto, incluyendo el rodaje en varios países.
Irónicamente, eso provocó que Topaz, considerada la peor película de Hitchcock, fuera a su vez la más cara de su carrera, con un gasto de $4 millones.
Y es que Topaz, es un filme con muchos problemas:
No era un proyecto deseado por Hitchcock, pero la Universal lo presionó mucho, y el director terminó por rehacerlo sobre la marcha, con páginas del guión escritas horas antes del rodaje, gracias a la pluma de Taylor; que Hitchcock trajo a la producción, como herramienta de “salvataje”
Incluso, el final fue retocado, a pedido del estudio, etc.
Topaz, fue filmada en locaciones en Alemania Occidental, Copenhague, París, Ciudad de New York, y Washington DC.
Al momento de estreno, Topaz no fue un éxito; su anticomunismo fue juzgado de demasiado corto alcance, y además, Fidel Castro y sus amigos barbudos, eran en los años 60, ídolos para muchos en Occidente.
Es por ello que Topaz pivota sobre 2 grandes ejes:
La subordinación de los sentimientos personales, a la tiranía de los Estados; y el juego de engaño y traición de todos los protagonistas, hacia algo, o alguien.
Topaz inicia con Boris Kusenov (Per-Axel Arosenius), un alto ejecutivo de la KGB, que deserta hacia Occidente en 1962, en plena cúspide de La Guerra Fría.
Los estadounidenses lo asilan, a cambio de información, pero Kusenov no es un hombre fácil, y les brinda datos en cuenta gotas.
Les habla de un convenio secreto, entre los rusos y Fidel Castro, por la seguridad de la isla de Cuba.
La CIA desea acceder a dichos documentos, para validar lo dicho por Kusenov, pero les resulta imposible acercarse, directamente a sobornar a funcionarios de la inteligencia cubana.
Entonces, recurren a André Devereaux (Frederick Stafford), Jefe Regional del Servicio Secreto francés, el que logra obtener las pruebas.
Devereaux termina por involucrarse, totalmente en la investigación, a pedido de la CIA, visitando Cuba, y descubriendo que el acuerdo ruso/cubano implica la instalación de misiles atómicos de largo alcance en la isla.
Pero los altos mandos de la inteligencia francesa, desaprueban las acciones de Devereaux, y le exigen el regreso inmediato, para comparecer y dar explicaciones.
El problema es que la CIA, le advierte a Devereaux, que Kusenov ha revelado la existencia de una red de dobles espías, llamada “Topaz”, que trabaja con los rusos, y que está infiltrada en la dirigencia del Servicio Secreto francés.
Devereaux deberá descubrir a los traidores, antes de que la noticia de los misiles cubanos, sea dada al mundo, y antes de que él mismo la revele ante el comité.
Y sólo dispone 3 días para ello.
El principal interés de Topaz, se encuentra en las acciones de los personajes que intervienen en el relato, asociados casi todos a la traición, auténtico leitmotiv de la obra.
La primera secuencia, todo un prodigio, es significativa al respecto:
La deserción de una familia soviética, que busca asilo en los EEUU, presenta la primera traición de Topaz, y lo hace a través de un fragmento muy habitual en el cine de Alfred Hitchcock:
Una huida.
El título “Topaz”, precisamente hace referencia a una organización, compuesta por diplomáticos franceses, que trabaja para el espionaje soviético, traicionando así a su país.
Pero las traiciones que expone Topaz, no se circunscriben al terreno político:
El protagonista, Devereaux, un auténtico antihéroe, engaña a su mujer Nicole (Dany Robin) con Juanita de Córdoba (Karin Dor), que por su parte, convertida en espía anti-castrista, también traiciona a su gobierno, mientras que la propia mujer de Devereaux, tiene un affaire con el traidor, Jacques Granville (Michel Piccoli)
Los diversos personajes de Topaz, por tanto, se descubren tarde o temprano, como partícipes de alguna forma de engaño o traición:
Como respuesta a un agravio anterior, el caso de la mujer de Devereaux; como un acto de amor/odio, el asesinato de Juanita de Córdoba, a manos del comandante Rico Parra (John Vernon) es en cierto modo, una traición a su amada, y también, una traición a su gobierno que la necesitaba viva para conocer al resto de espías, algo que Parra no puede permitir, pues como él mismo le advierte:
“...hablarás por medio de las cosas que harán a tu cuerpo...”
Traición a raíz de un simple y vulgar chantaje, del secretario de Parra que se venderá a un agente de Devereaux; e incluso, algunos incitarán a otros a la traición, como el divertido momento en el que el ex-agente de la KGB que desertaba al inicio, invita a Devereaux a que abandone su país por EEUU, donde le proporcionaran una identidad nueva, una casa nueva, etc.
Como diría Truffaut, parece que el que habla, es Alfred Hitchcock; y su siguiente película “Frenzy” (1972), sería su regreso a Inglaterra, aunque ya era ciudadano de EEUU, y terminaría su carrera en Hollywood.
Una de las anécdotas más conocidas sobre Topaz, es que llegaron a montarse 3 finales distintos, que por fortuna, hoy en día podemos ver en la edición en DVD.
Resulta que Hitchcock fue llamado fuera, por asuntos familiares urgentes, y uno de sus asistentes, Herbert Coleman, fue quien rodó el final de Topaz.
El mismo consiste, en una escena donde André y Jacques, se enfrentan en un estadio, después de que éste supiera que ha sido descubierto.
El sentido de este final, es que el duelo no era solo por un tema de honor, sino también por Nicole.
Sin embargo, antes de que se disparen, un francotirador soviético mata a Jacques.
Este desenlace fue muy criticado en el pase previo, seguramente por considerarse demasiado anticuado para la época; pero las pruebas antes del estreno, no fueron buenas, y finalmente, éste fue desechado.
Por ello, Hitchcock elaboró otro final alternativo; un final mucho más cínico, que tiene lugar en el aeropuerto de París.
Después de que André haya desenmascarado a Jacques, ambos se encuentran casualmente en el aeropuerto, partiendo en direcciones contrarias:
André está a punto de coger un vuelo hacia los Estados Unidos, y Jacques otro hacia La Unión Soviética.
Lejos de guardarle rencor, Jacques le saluda sonriente, deseándole buen viaje.
Nicole se pregunta, cómo le han dejado escaparse así como así, a lo que Jacques replica, que los tipos como él, nunca pierden.
En mi opinión, es el que mejor habría funcionado de los 3; siendo éste, el que se estrenó en El Reino Unido.
Para La Unión Europea, en especial para Francia, se creó un final recortado; en el cual, Granville, después de estar expulsado de una cumbre diplomática, se mata de un balazo en su departamento.
Solo se ven las cortinas cerradas, y se oye un disparo.
Era un final que no resultaba, ni excesivamente cínico ni anticuado, pero salta a la vista que fue un arreglo de última hora.
No obstante, una de las escenas eliminadas, se explicaba que André, Nicole, y Jacques Granville, de jóvenes eran inseparables, hasta el punto de que no se sabía con cuál de los 2 se casaría Nicole.
Este pequeño detalle, hace que la relación entre André y Jacques sea más estrecha, y que sea más significativo dramáticamente, que éste último sea el traidor, y además, dota de más sentido a la relación amorosa, entre Nicole y Jacques, que tal y como está en la versión final, parece metida con calzador.
Es importante, prestar atención desde el primer minuto, y verla en versión original; y por si fuera poco, también hay que conocer el contexto histórico de Topaz; ya que es ahí donde radica la fuerza narrativa.
De hecho, pocas películas han reflejado los intrincados laberintos de los servicios de inteligencia, y pocas han cubierto la tensión internacional, como Topaz.
No es la peor de las películas de Hitchcock; simplemente es la más incomprendida, la más europea, y uno de sus proyectos más personales.
En general, Topaz tiene el defecto, de no conseguir que las relaciones entre personajes, funcionen dramáticamente.
El problema se puede atribuir al reparto, formado por buenos actores, pero que en Topaz no tienen chispa, especialmente el protagonista, Frederick Stafford, que intenta ser una versión moderna de un espía guapo y elegante, como Cary Grant, y no lo consigue.
Pero también influye mucho, el hecho de que Topaz fuera recortada, ya que inicialmente duraba 2 horas y 30 minutos, y se suprimió una media hora.
Esa media hora, tampoco habría hecho milagros, pero sí que habría ayudado a definir mejor los personajes.
“I think I'll go as a reporter.
I'm loaded with press cards.
Ebony, Playboy, Newsweek...”
El inicio de Topaz, no obstante, es bastante prometedor, al mostrarnos una situación típicamente “hitchcockiana”, basada en una premisa muy básica:
Un matrimonio y su hija, intentan huir de unos perseguidores.
Poco importa en ese momento que sean soviéticos, queriendo escapar a occidente, lo importante es el suspense en sí mismo, y la forma como lo trata el director:
El silencio que impregna toda la escena, apenas hay diálogos, el recurso clásico de Hitchcock de crear suspense, en un entorno corriente, como un taller de cerámica en este caso, etc.
Desafortunadamente, estos son los pocos momentos realmente reseñables de Topaz, porque el resto vaga sin un rumbo claro, de un escenario a otro, y sin personajes sólidos que sostengan el hilo argumental.
El episodio cubano por ejemplo, es totalmente fallido, en gran parte porque la trama sentimental entre André Devereaux y su amante, Juanita de Córdoba, no funciona, de modo que ese segmento, queda como un episodio anecdótico, del cual solo se puede destacar el plano más famoso:
La muerte de Juanita.
Se trata del momento más llamativo, visualmente, de Topaz, y casi podríamos decir, que el único atisbo de pura genialidad del director en todo el metraje:
Rico Parra descubre que Juanita, en realidad conspiraba contra el gobierno cubano, y acude a su casa a detenerla, pese a estar enamorado de ella.
Parra coge a Juanita del brazo, y la aprieta contra sí, casi como si fuera a besarla, y le habla apasionadamente, sobre cómo le ha obligado a detenerla, y tener que torturarla.
Los 2 personajes permanecen muy apretados, el uno contra el otro, casi como si fuera una escena de amor, hasta que suena un disparo, y Juanita cae muerta.
A medida que cae, su bello vestido, creación de la ENORME Edith Head, se abre como si fuera una flor, un efecto que el director consiguió, cosiendo hilos a los extremos de su vestido, y haciendo que en la filmación del plano picado, unos técnicos tiraran de los hilos para abrirlo.
Su intención era, crear un momento trágico y bello al mismo tiempo.
Y en cierto modo, aunque Parra la ha matado, en el fondo lo ha hecho por amor a ella, ya que de esta forma, la salva del suplicio de ser torturada salvajemente, como el resto de espías.
Como dato, el actor Philippe Noiret, que interpreta al personaje Henri Jarré, se había fracturado una pierna pocos meses antes del rodaje, y debía usar muletas; por ello, se adaptó el guion, para que su personaje padeciera gota.
Por su parte, el cameo de Hitchcock aparece en el aeropuerto, con una mujer que le lleva en silla de ruedas; mientras él ve a un conocido, se levanta a saludarle, y ambos se retiran caminando.
Aunque muchos piensan que Stan Lee es “El Amo del Cameo”, lo cierto es que ese título corresponde al gran Alfred Hitchcock, quien apareció en 39 cameos de sus 52 largometrajes.
Aunque cada uno de ellos es fascinante, la grandeza de este cameo, radica en que muestra a la perfección el humor negro y sarcasmo, que caracterizaron al “Maestro del Suspense”, siendo parte de una escena tan extraña, que bien puede ser apreciada por aquellos que no están familiarizados con la obra del director.
A lo largo de Topaz, hay secuencias maravillosas, que demuestran que Hitchcock seguía en plena forma:
El plano cenital de un asesinato; la incorporación del soldado, tras conocer a la persona que lo ha traicionado; o el comienzo, sin un solo diálogo audible, son muestras del buen hacer de uno de los más grandes cineastas que ha dado la Historia del Cine.
En Topaz, las influencias de la vida real, van desde la posición de la pareja torturada, que se asemeja a “Pietà” de Miguel Ángel, a hechos como:
Se ha afirmado, que el guión se aproxima mucho al de la película “The Sapphire Affair” (1962) mientras que el personaje de André, recuerda al espía francés, Philippe Thyraud de Vosjoli, del “Service de Documentation Extérieure et de Contre-espionnage” (SDECE) el cual es el nombre que tuvieron Los Servicios de Inteligencia franceses, entre 1946 y 1982, año en que fueron sustituidos por La Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE)
Topaz comienza, con un agente de la KGB rusa, desertando junto con su esposa e hija; la cual está basada en la huída de Anatoliy Golitsyn.
Sobre Juanita de Córdoba, se basa libremente, en la hermana de Castro, Juanita Castro, que desertó a los EEUU.
El capitán del Ejército cubano, el pelirrojo conocido como “Hernández” (Carlos Rivas) se basa en Manuel Piñeiro.
Justamente, lo más extraordinario y realista, es el desfile de los misiles en Moscú, y la presencia de los verdaderos, Fidel Castro y “Che” Guevara en un acto público en Cuba.
En la escena, Fidel, hace una aparición sin acreditar, junto con el “Che” en Cuba, y Devereaux asiste a ese mitin, con el fin de mantener la apariencia de su cobertura oficial, la de un agregado de comercio francés.
El título francés de Topaz es “L'étau” que significa “banco”, “vicio”, o “estrangulamiento”, para evitar cualquier referencia a “Topaze” (1951) una obra francesa de Marcel Pagnol, protagonizada por Fernandel y Yvette Etievant.
En la escritura francesa, la piedra preciosa topacio, se sustituye por “l'Opale”, que es en su defecto “ópalo”
Y no olvidemos el humor, que lo impregna todo:
Un disidente soviético, finalmente convertido en burgués tipo “five o'clok tea”
Unos dirigentes cubanos que gastan barba, puros, y gestos copiados de su líder.
Una hamburguesa en la delegación cubana…
Una cinta fúnebre, que se corta en un momento especialmente macabro, con un “Descanse en Paz”, chiste negrísimo, sobre el futuro del espía sobornado.
Un espía francés, que se interesa más por la comida, que por los informes de la OTAN, etc.
Así, se repiten situaciones habituales en la carrera del cineasta natural de Londres, casi se diría, indisociables, que recuperadas de nuevo, y alejadas de cualquier forma de complacencia, y menos aún, debidas a una posible falta de creatividad de su realizador, se revelan como un cúmulo de “set-pieces” que resumen buena parte de la filmografía de Hitchcock, y de su estilo, y por extensión, de sus miedos y deseos, de sus fobias y filias, como:
La huida-deserción del comienzo; la magistral secuencia de suspense en la embajada cubana; las relaciones familiares turbulentas, representada por Devereaux, y su peculiar familia; el agente secreto en busca del macguffin de turno; el falso culpable, que ahora en realidad sí lo es, el propio Devereaux a los ojos de Parra, o de su esposa; la historia de amor a 3 bandas, comprimida, y reducida, inolvidable y magistral, entre Juanita, Devereaux, y Parra, que concluye al contrario de lo que solía ser habitual...
Esa mirada sobre unos personajes y situaciones, que a lo largo de toda una carrera, había sido abiertamente cómica, romántica, sofisticada, misteriosa, se torna en Topaz, oscura, trágica, y tremendamente pesimista.
Pero, Topaz fue condenada desde el primer día de rodaje, comenzando por el hecho de que Hitchcock, nunca llegó a confiar del todo en ella, y que además, en aquella época, no podía rodearse de un equipo de colaboradores conocidos, que le respaldaran para intentar sacar el film adelante lo mejor posible.
Por ejemplo, quizás con un reparto más de su gusto, Topaz habría funcionado mejor, o quizás, una banda sonora de Bernard Herrmann, habría acompañado mucho mejor la trama, que la que compuso Maurice Jarre, un gran compositor, pero que aquí, aportó una banda sonora muy poco apropiada para un film de Hitchcock.
Pero en todo caso, el resultado final fue, el tipo de obras que Hitchcock había estado evitando a lo largo de su carrera, una película de espionaje, sin nada de chispa, con demasiados asuntos políticos de por medio, aun cuando el director había intentado evitar precisamente eso.
Pese a la modernidad del tema, en el contexto de su época, ha envejecido mucho peor que otros films suyos más antiguos.
El director tuvo que transigir, hasta con ciertos detalles que él mismo odiaba, como mostrar a personajes extranjeros hablando entre ellos en inglés, algo que se hace especialmente incómodo, al ser Topaz, un film internacional, con personajes de varios países.
El fracaso de Topaz, estuvo a punto de costarle la carrera a Hitchcock.
Años atrás, había sabido sobreponerse de los fracasos, pero a su edad, ya no tenía tantas fuerzas para levantarse tras 2 caídas seguidas.
Por ello, muchos pronosticaron, que difícilmente volvería a hacer películas, o al menos de interés.
Por suerte, se equivocaron, y unos pocos años después, sorprendió con un retorno espectacular, llamado:
“Frenzy” (1972)
“Hitchcock takes you behind the actual headlines to expose the most explosive spy scandal of the century!”
Alfred Hitchcock, es uno de los directores más amados a nivel mundial.
En esta ocasión, Topaz es el 2º intento, por sondear en el cine de espionaje en los 60, de plena furia James Bond, cuyo anterior film fue “Torn Curtain” (1966)
Y por lo que se ve con Topaz, El Maestro no termina por hacer buena puntería.
Alfred Hitchcock no estaba interesado en introducir temas políticos a sus films, ya que consideraba que a los espectadores, no les interesaba la política en el cine.
Es posible, como algunos hayan dicho, que Hitchcock se encontrara experimentando en los 60, la búsqueda de un James Bond realista.
Un cine de espías, con los pies en La Tierra…
Es posible, y si bien el maestro tiene experiencia en el tema, sin ir más lejos, “North By Northwest” (1959), lo cierto es, que después de “Marnie” (1964) Hitchcock se embarcó en una serie de proyectos desastrosos.
Como fuera el caso, Topaz es una película que refleja, como los gobiernos y servicios de espionaje, manipulan y explotan a sus agentes, sin ninguna consideración a sus sentimientos, y como algunos de estos agentes, se prestan a hacer lo mismo, incluso con las personas a las que les une un estrecho vinculo.
En este sentido, Topaz es una película sombría, en la que pesa un siniestro pesimismo.

“I think Playboy is more my style”



Comentarios

Entradas populares