Aguirre Der Zorn Gottes

“A breathtaking journey into the heart of darkness”

La historia está llena de personajes, a los que se denomina “menores”, con lo que se quiere decir, que no alcanzaron la gloria o el poder.
Otros, en cambio, son descritos como sanguinarios y terribles, mientras que los verdaderos tiranos, son a menudo recordados como “hombres justos”
El Dorado, es un legendario reino o ciudad, supuestamente ubicado en el territorio del antiguo Virreinato de Nueva Granada, en una zona donde se creía que existían abundantes minas de oro.
La leyenda se origina en el siglo XVI, en Quito, Ecuador, cuando los conquistadores españoles, tienen noticias de una ceremonia realizada más al norte, en El Altiplano Cundiboyacense, donde un Rey se cubría el cuerpo con polvo de oro, y realizaba ofrendas en una laguna sagrada.
La supuesta existencia de un “reino dorado”, motivó numerosas expediciones, y se mantuvo vigente hasta el siglo XIX, aunque su localización, se fue trasladando desde Colombia hacia Las Guayanas, a medida que avanzaba el proceso de conquista y colonización del territorio sudamericano.
Así pues, en 1560, partió desde el Perú, una expedición al mando de Pedro de Ursúa, organizada por el propio Virrey, Andrés Hurtado de Mendoza, con el objetivo de buscar El Dorado, que según se creía, estaba por el lado del río de Orellana, también conocido como “Marañón” o Amazonas.
Entre ellos, se encontraba Inez de Mendoza, una bella mestiza, amante de Ursúa, cuya presencia fue mal vista desde el principio, y que a decir de algunos de los cronistas que participaron en los sucesos, fue una de las causas del desastre, como consecuencia de la nefasta influencia que ejercía sobre Ursúa.
Los 400 soldados que componían la expedición de Ursúa, habían sido reclutados en base a su valentía y experiencia en campañas anteriores, sin tener en cuenta su moral, o su apego a la autoridad, lo que marcaría el inesperado futuro de la expedición.
Los primeros meses de viaje por el río Amazonas, no arrojaron resultado alguno, incrementando el desánimo entre los soldados.
A pesar de que varias veces se le advirtió a Pedro de Ursúa, de que se estaba organizando una conspiración en su contra, éste no le dio mayor importancia.
Ursúa, finalmente resultó asesinado a puñaladas, la noche del 1º de enero de 1561.
El ideólogo de la conspiración, había sido el soldado, Lope de Aguirre, quien ya tenía numerosos antecedentes en levantamientos e insurrecciones.
Aguirre, que viajaba en la expedición junto a su hija mestiza Elvira, había logrado ganarse el aprecio de todos los oficiales, poniéndolos en contra de la autoridad de Ursúa, quien tenía una actitud rígida y distante hacia sus subordinados.
A la mañana siguiente del asesinato, los amotinados se juntaron para definir el futuro de la expedición, que pasó a estar a cargo de Don Fernando de Guzmán, mientras que Lope de Aguirre, fue nombrado Maestre de Campo.
La mayor parte de los oficiales, capitanes, y demás integrantes de la sublevación, estaban de acuerdo en continuar con la búsqueda de la tierra de los Omaguas, “El Dorado”, ya que el cumplimiento de la misión, les garantizaría la indulgencia real, por el asesinato del Gobernador.
A los pocos días, la expedición partió de aquel campamento, y lo que siguió, fue una sucesión de asesinatos, intrigas, y disputas internas.
Lope de Aguirre, que no había emitido opinión en la primera junta, comenzó a pregonar el retorno, y la conquista del Perú.
Según él, una vez muerto el Gobernador, ya no se debían a la autoridad del Rey, y conseguir las tierras buscadas, tampoco les garantizaba la indulgencia.
En otra escala del itinerario, Fernando de Guzmán y sus capitanes, viendo el mal camino que llevaban, y arrepentidos del amotinamiento que le habían perpetrado a Pedro de Ursúa, se juntaron para rever la situación.
Allí plantearon, que lo mejor sería retomar la misión original, y que para ello, sería necesario deshacerse de Lope de Aguirre, quien siempre estaba rodeado de gran cantidad de amigos fuertes, y bien armados, y que por tanto, lo mejor sería matarlo cuando estuviesen navegando en los bergantines.
Sin embargo, uno de los capitanes, llamado Gonzalo Guiral de Fuentes, avisó a Aguirre sobre el plan, y éste a su vez, decidió adelantarse a ellos, matando primero a unos hombres de confianza de Guzmán, luego a un clérigo de misa, y finalmente, al propio Guzmán
Tras la muerte de Guzmán, Aguirre justificó sus actos como “normales para una situación de guerra”, y se autoproclamó General.
Así, los marañones continuaron su viaje hacia El Atlántico, arribando y tomando por asalto, La Isla de Margarita, donde fueron asesinados, tanto El Gobernador, como varios religiosos, y algunos hombres y mujeres.
Luego, Aguirre pasó con su gente a tierra firme, y en su camino, saqueó e incendió varias poblaciones.
Finalmente, sus propios hombres, tan crueles y feroces como su líder, le traicionaron, y le dieron muerte en Barquisimeto, actual Venezuela.
Antes de morir, Lope de Aguirre apuñalo a su propia hija, según él, para que ella no pagara por sus crímenes, diciéndole:
“Mejor morir ahora como hija de Rey, que después como hija de traidor, y como puta de todos”
El vasco, Lope de Aguirre, fue muerto por 2 de los marañones, que le apuntaron con sus arcabuces; uno de ellos disparó, pero solo consiguió rozarlo, causando la mofa de Aguirre.
El otro marañón sí acertó, matándolo en el acto.
Saltó luego sobre él un soldado, llamado Custodio Hernández, y por orden del Maestre de Campo Paredes, le cortó la cabeza, y sacándola de los cabellos, que los tenía largos, se fue con ella a recibir al Gobernador, pretendiendo ganar indulgencias con él.
Su cuerpo fue descuartizado, y sus restos fueron comidos por los perros, con la excepción de su cabeza, que fue enjaulada, y expuesta como escarmiento en El Tocuyo, y sus manos mutiladas, llevadas a Trujillo.
En un juicio post mortem, fue declarado culpable del delito de “lesa majestad”, y varios de sus marañones, fueron declarados culpables de los crímenes cometidos, y sentenciados a muerte.
En la nómina de muertes atribuidas al tirano Lope de Aguirre, se acumulaban al menos, 72 almas.
“That man is a head taller than me.
That may change”
Aguirre Der Zorn Gottes es una película alemana de aventuras, del año 1972, escrita y dirigida por Werner Herzog.
Protagonizada por Klaus Kinski, Helena Rojo, Del Negro, Ruy Guerra, Peter Berling, Cecilia Rivera, Dany Ades, Armando Polanah, entre otros.
De entrada decir que, Werner Herzog es, junto al desaparecido cineasta alemán, Rainer Werner Fassbinder, uno de los fundadores del llamado “Nuevo Cine Alemán”; por tanto, la idea de Aguirre Der Zorn Gottes, surgió después de que un amigo le prestara a Herzog, un libro sobre aventureros históricos, El Diario de Fray Ginés de Carvajal, el cual narraba, hasta dónde pudo, la enloquecida aventura/epopeya que un grupo de soldados españoles, comandados y subyugados por el vasco, Lope de Aguirre, cuando emprendieron por la inhóspita selva amazónica, río abajo, en busca de El Dorado, leyenda india que hablaba de una tierra bañada en oro.
Después de leer una página sobre Lope de Aguirre, el cineasta inmediatamente comenzó a concebir la historia.
Herzog escribió el guión en sólo 2 días y medio; y gran parte de este, fue escrito durante un viaje a Viena, con el equipo de fútbol de Herzog.
Sus compañeros, se emborracharon después de ganar un partido, y uno de ellos vomitó en varias páginas del manuscrito de Herzog, que inmediatamente lo arrojó por la ventana.
El director afirmó, que no pudo recordar todas las cosas que escribió en esas hojas…
Aunque está basada libremente en la figura histórica de Aguirre, la historia principal de Aguirre Der Zorn Gottes, es ficticia, como reconocería años más tarde el propio Herzog.
Algunos de los personajes, y de las tramas, podrían estar inspiradas en el relato de Gaspar de Carvajal, sobre la expedición por El Amazonas, aunque él no participó en el viaje representado en Aguirre Der Zorn Gottes.
El propio director, declaró más tarde, que el objetivo de filmar Aguirre Der Zorn Gottes, era el de crear una película comercial, diferente a sus anteriores trabajos, que estaban destinados a una sola porción del público; y el resultado fue el reconocimiento de la crítica, y rápidamente fue catalogada como “película de culto”, pues tuvo un gran éxito, sobre todo, porque sumerge al espectador, en una particular atmósfera impregnada de misterio, terror, y fascinación por lo desconocido…
Varios críticos de cine, la han certificado como una Obra Maestra, y aparece en la lista de Las 100 Mejores Películas de Todos Los Tiempos, elaborada por la revista Time.
Rodada con un presupuesto de $370,000, de los cuales 1/3 fue para pagar el salario de Klaus Kinski; la filmación tuvo lugar en la selva amazónica peruana, Machu Picchu, y los afluentes del río Amazonas, en la región del Ucayali, durante 5 semanas, después de 9 meses de planificación; siendo filmada de manera cronológica, para reflejar en su reparto, el viaje de los exploradores de la historia.
Partiendo de una historia minimalista, y de diálogos rudimentarios, Aguirre Der Zorn Gottes recrea una visión del hambre, la fiebre, la locura, y la irracionalidad humanas, que sirve de contrapunto a la riqueza exuberante, pero implacable de La Selva Amazónica.
En 1560, poco después de la destrucción del Imperio Inca, a La Selva Amazónica, emprende viaje una compañía colonizadora, a través del río, comandado por Gonzalo Pizarro (Alejandro Repullés), financiada por La Monarquía Española, con el objetivo de encontrar La Ciudad de Oro de Los Incas, conocida como “El Dorado”, que según las leyendas de la época, albergaba enormes reservas de oro.
Pizarro, elige para esta tarea, a Pedro de Ursúa (Ruy Guerra) como Comandante del convoy; a Lope de Aguirre (Klaus Kinski) como su segundo al mando; al representante de La Familia Real Española, Fernando de Guzmán (Peter Berling), y al hermano, Gaspar de Carvajal (Del Negro), para extender la palabra de Dios.
También, acompañan a la expedición, en contra de la opinión de Pizarro, la prometida de Ursúa, Inez de Atienza (Helena Rojo), y la hija adolescente de Aguirre, Flores (Cecilia Rivera)
Tras un conflicto entre integrantes de la expedición, Lope de Aguirre encabezará la búsqueda, desde una perspectiva radical, conspirando contra sus Comandantes, La Corona, e incluso Dios.
Sumidos en los bellos parajes de La Selva Amazónica, somos testigos de una paradoja inteligente, con tintes metafóricos; el silencio natural, corrompido por el ruido humano.
Hemos pervertido un área que consideramos inhóspita, pudiendo violar a gusto el estatus de habitante de los indígenas.
Aguirre Der Zorn Gottes, no pretende plasmar enfrentamientos bélicos entre los aborígenes, y la compañía militar; su objetivo es reflejar los daños psicológicos, causados por el hostil ambiente selvático, desencadenado a su vez, por los mismos hombres degradantes de la naturaleza; de manera que resultan un poco nebulosos los momentos finales, llegando a confundir, realidad con ilusión.
En Aguirre Der Zorn Gottes, hace aparecer a Fray Gaspar de Carvajal, como Capellán y cronista del enloquecido descenso de Lope de Aguirre por El Amazonas.
Esta expedición, que tuvo lugar en 1561, casi 20 años después de la de Orellana, fue la fuente de inspiración de Herzog, pero ésta incluye situaciones y personajes provenientes de la crónica de Carvajal, esto es, de la expedición de Orellana.
“That is no ship.
That is no forest”
Aguirre Der Zorn Gottes es monumental, tanto que supuso el reconocimiento mundial para su director, quien deposita todas sus manías y obsesiones, en este magistral relato sobre la ambición y la locura.
Herzog, hace gala de su gran capacidad como documentalista, para entregarnos geniales escenas, en donde el río y la jungla, se convierten en protagonistas de la acción, al mismo tiempo que nos sumerge en el abismo de muerte y desesperación, en el que van cayendo los integrantes de la expedición.
Fundamentalmente, Aguirre Der Zorn Gottes es una obra de contrastes, desmesurada y fascinante.
Haciendo uso de un estilo casi de documental, con cámara inquieta y dinámica, ofrece unas impactantes imágenes, que consiguen transmitir credibilidad, realismo, como si el espectador estuviera muy próximo a lo que ocurre, hasta llegar a verse involucrado en una historia dramática y épica, de tintes dementes.
Se trata de una obra de translúcida personalidad, intenciones, y estilo, narrada brillantemente.
Su ritmo lento, apagado, casi irreal, le otorga un aura de pesadilla, preámbulo, y preludio del descenso a los infiernos.
Y aquí es cuando comienza la bajada; y donde entra la voluntad de Lope de Aguirre, en su primera faceta, que veremos varias, de Caronte, el barquero del Hades.
El soldado, representa de esta manera al barquero, que en la mitología griega llevaba a las almas al Inframundo.
En esta analogía, su Hades, es el propio Amazonas, y la utopía de La Ciudad de Oro, no es otra cosa que el Inframundo griego; aquello a lo que va encaminado Aguirre y su séquito.
El ambicioso Herzog, cuenta la búsqueda de El Dorado, por parte de una expedición de conquistadores españoles, a lo largo de las salvajes junglas del Perú de 1560.
Las duras condiciones de la hostil, e inhabitable jungla, los fantasmagóricos indios enemigos, y los propios conflictos por alcanzar el poder en la expedición, son los grandes impedimentos que tendrán que soportar.
Ya desde el inicio, observamos a los personajes descendiendo Los Andes, con caballos, carros, cañones, armas, y demás parafernalia; a los esclavos cargando con las damas, e inmediatamente comprendemos, que se trata de una empresa imposible, inhumana, derrotada de antemano en su enfrentamiento ante la impenetrable e indómita naturaleza.
La infernal odisea, se convertirá en un camino lleno de tormento y calvario, prácticamente de pesadilla.
Ese tono desasosegante y desgarrador, es consecuencia de un estilo visual sobrecogedor, repleto de imágenes de gran poder, de gran belleza e, incluso, de un toque considerablemente bizarro.
El hecho de que la amenaza india, sea casi invisible, refuerza sobremanera la sensación de inquietud, dotándoles de un misterio temible, al no identificar al enemigo, al no saber exactamente, a qué se enfrentan.
Sin embargo, el mayor enemigo de la expedición hispana, es más bien su propia condición de hombres, movidos por una riqueza imposible de alcanzar, que les empujará a adentrarse en inhóspitos territorios de los que nunca saldrán.
“Lo que muestro en Aguirre es el transcurrir del tiempo, que pasa en relación con el transcurrir del agua, es la inmovilización del tiempo.
Muestra a la naturaleza, en un coma prolongado, y una tierra que todavía no ha despertado.
Muestro el delirio de todo un paisaje, que se infiltra poco a poco en el interior de los personajes, y que termina en un delirio humano”, dijo Werner Herzog.
Y es que apenas hay diálogos, y cuando los hay, son prácticamente irrelevantes, salvo que salgan de la boca de Aguirre, que tampoco va más allá de ser una expedición sin sentido.
Aquí la acción es de las palabras y de los hombres, y no de la aventura, es decir, es una acción teatral:
La voz de los hombres, su convicción, puede más que los hechos.
No hay escenas de lucha, hay apenas batallas, y los indígenas a los que se prevé conquistar, prácticamente no aparecen.
Como dato, Aguirre Der Zorn Gottes fue la primera de 5 colaboraciones entre Herzog y Kinski; y de hecho, el director y el actor, tenían distintos puntos de vista sobre el carácter del personaje principal, y durante el rodaje, sostuvieron varios enfrentamientos, que fueron tan famosos o mejor que la misma película.
Por ejemplo, se cuenta que el famoso temperamento violento del actor Klaus Kinski, llegó hasta tal punto, que en medio del rodaje en la selva peruana, disparó con arma de fuego 3 veces contra la cabaña, donde miembros del equipo de rodaje, jugaba a las cartas, debido a que le molestaba el ruido que hacían, volándole la punta del dedo a uno de ellos.
Muchas de estas anécdotas, aparecen en el documental de Werner Herzog, llamado “Mein Liebster Feind - Klaus Kinski” (1999)
Sobre el rodaje, el actor llegó a decir en su libro autobiográfico “Ich Brauche Liebe” (1992):
“Herzog es un individuo miserable, rencoroso, envidioso, apestoso a ambición y codicia, maligno, sádico, traidor, chantajista, cobarde, y un farsante de cabeza a los pies.
Su supuesto “talento”, consiste únicamente en torturar criaturas indefensas y, si hace falta, matarlas de cansancio, o asesinarlas.
Nadie ni nada le interesa, a excepción de su penosa carrera de supuesto cineasta.
Impulsado por un ansia patológica de causar sensación, provoca él mismo las más absurdas dificultades y peligros, y pone en juego la seguridad, e incluso la vida de otros, sólo para después poder decir que él, Herzog, ha domeñado fuerzas aparentemente insuperables…
No tiene la menor idea, de cómo se hace una película”
Todos sabemos las pujanzas esquizofrénicas del actor, por ende, nadie mejor que él, para interpretar un papel de alta complejidad como lo era “El Loco”
Y Kinski realiza una enérgica e histriónica interpretación de Lope de Aguirre, apodado “El Loco” o “El Tirano”, incluso por sus propios hombres, también “El Peregrino” como se denominaba a sí mismo; un hombre completamente desequilibrado, loco, ciego por la avaricia, por el mando, y por alcanzar un objetivo imposible e inexistente, ubicado en la imaginación colectiva, en el puro mito.
Para ello, sacrificará lo que sea necesario, incluyendo a su inocente hija, con la que incluso, planea casarse, para asegurar la pureza de su raza.
Caracterizado por presentar un rostro completamente ido e imprevisible, manteniendo una postura extrañamente inclinada, y repitiendo gestos retorcidos, compone un personaje estremecedor, excesivo, y obseso hasta el límite, en la enfermiza búsqueda de su objetivo.
Sus últimas imágenes, a bordo de la balsa, solo, desesperado, perdido, e inmerso en una absoluta locura, tras conducir a sus compañeros a la muerte trágica, constituyen uno de los pasajes más antológicos que sea posible recordar.
Se trata de un final acorde con el aliento fatalista de una historia destinada a la catástrofe.
El actor, en su libro autobiográfico “Ich Brauche Liebe” (1992) dijo del personaje:
“Le digo a Herzog, que Aguirre tiene que ser un tullido, porque no tiene que parecer que su poder proceda de su físico.
Tendré una joroba.
Mi brazo derecho, será demasiado largo, como el brazo de un mono.
El izquierdo en cambio, será demasiado corto, de manera que tenga que llevar sujeta a la parte derecha del pecho, soy zurdo, la vaina de mi espada, en lugar de en la cadera, como es habitual.
Mi pierna izquierda, será más larga que la derecha, de modo que tenga que arrastrarla.
Caminaré de lado, como un cangrejo.
Tendré el pelo largo, me lo dejaré crecer hasta los hombros, antes de que empiece el rodaje.
Para la joroba, no necesitaré ninguna prótesis, ningún maquillador que me toquetee.
Seré un tullido, porque quiero serlo.
Igual que soy guapo cuando quiero; feo, fuerte, endeble, bajo y alto; viejo y joven cuando quiero.
Acostumbraré mi columna vertebral a la joroba…”
Por otra parte, La Iglesia quedará muy mal parada, con su hipócrita labor evangelizadora, se encuentra presente en el personaje del clérigo, cuyo fin es comunicar La Palabra de Dios, como vehículo o excusa para obtener el ansiado El Dorado, la tierra prometida, “El Cielo en La Tierra”
Así mismo, no se escatima un ápice, el mostrar con estremecedora crueldad, la esclavización del pueblo peruano, totalmente a merced de unos inmisericordes invasores, tan despiadados como parapetados tras su infinito abuso de poder, en pro de la colonización a cualquier precio.
Y les acompañan:
Helena Rojo como Inez; el también director, Ruy Guerra, como Don Pedro de Ursúa; Peter Berling como Don Fernando de Guzmán; o Del Negro como el hermano Gaspar de Carvajal.
El resto del reparto, era un grupo de actores iberoamericanos, entre los cuales también había misioneros, e incluso, una tribu indígena de la cooperativa de Lauramarca.
Todos los actores, hicieron sus diálogos en inglés.
Los miembros del reparto y el equipo, provenían de 16 países diferentes, y este idioma, era el único común entre ellos.
Además, Herzog pensó, que si la filmaba en inglés, mejoraría las posibilidades de que la película se distribuyera de manera internacional.
Sin embargo, una vez finalizada la producción, fue doblada al alemán.
Herzog reveló, que Kinski exigía demasiado dinero por la sesión de doblaje, así que la voz del protagonista, fue grabada por otro actor...
El escaso presupuesto, impidió el uso de dobles, o de elaborados efectos especiales.
Filmada en el lugar natural donde se desarrolla la propia historia, La Selva Amazónica, el rodaje se vio sacudido por las dificultades climáticas y geográficas que castigaban diariamente al equipo, así como por el inaguantable carácter de Kinski, auténtico azote de los participantes en esta monumental obra de arte.
El reparto y el equipo, hubieron de escalar montañas, talar pesados árboles para abrir rutas en distintos lugares de la selva, y utilizar balsas construidas por los nativos, para atravesar los rápidos del río.
Al inicio, podemos ver, cómo el cortejo de conquistadores españoles, acompañados de indígenas esclavizados, desciende por la ladera de una montaña, todo es real.
Como dato curioso, cuando la cámara se va acercando, vemos que soldados y esclavos portan numerosos enseres, entre los que se incluyen una jaula con gallinas...
En principio, esto pasaría por una simple anécdota, de no ser porque Herzog siente una curiosa fascinación por las aves, y un visceral odio por las gallinas.
Su aparición en sus películas, es metáfora de la estupidez, según sus propias palabras.
Tal vez, con esta presencia, ya desde el inicio, el director nos esté hablando, de lo ridículo de toda la empresa que se dispone a mostrarnos.
Así pues, fue filmada siguiendo las directrices del guión, salvo algunas diferencias:
En la escena en la que Pizarro ordena a Ursúa, dirigir la nueva expedición, el guión señalaba que también le encomendaba descubrir el paradero de la peregrinación de Francisco de Orellana, que había desaparecido sin dejar rastro años antes.
Más tarde, según el guión, Aguirre y sus hombres, encuentran un barco con los cadáveres de los soldados de Orellana, y posteriormente, otra embarcación, completamente vacía, en la copa de un árbol…
Sin embargo, Herzog eliminó las referencias a Orellana, y la secuencia del barco atrapado en las ramas, aparece como una alucinación.
El único pero importante que le veo; es que salga Pizarro al principio, cuando fechan en 1560, la expedición de los marañones, lo cual es cierto, pero quien estaba al mando era otro.
Gonzalo Pizarro, tenía el pequeño problema de llevar unos 20 años muerto, acontecido el 10 de abril de 1548.
Por otra parte, la conclusión era significativamente distinta del guión original:
El director comentó al respecto:
“Sólo recuerdo que el final, era totalmente diferente.
La balsa lograba salir al mar abierto, y era arrastrada de nuevo hacia el interior, debido a las corrientes del Amazonas.
Finalmente un loro grita:
“El Dorado, El Dorado”
Situaciones surrealistas como en la que la cabeza decapitada continúa hablando, o aquella extraña declamación que rezaba:
“Las lanzas largas están de moda”, incrementan el carácter extraño de esta magnífica obra, cuya influencia visual, le llegó al propio Francis Ford Coppola, al dirigir su obra maestra:
“Apocalypse now” (1979)
Otro dato de producción, fue que para obtener los monos utilizados en la última escena, el director pagó a varios nativos, a cambió de que le consiguieran 400 ejemplares.
Como éstos ya habían recibido la mitad del dinero, una vez capturados, los vendieron a personas en el extranjero, sin embargo; Herzog se hizo pasar por veterinario, y antes de que abandonaran el país, alegó que debían estar vacunados.
Una vez que el cineasta consiguió a los simios, y la escena se rodó, los soltó en la selva.
Además, en el fondo, Aguirre Der Zorn Gottes, hace hincapié, y se pronuncia sobre otros temas, como son:
La esclavitud de los indígenas, y el maltrato que éstos recibían, y cómo con el fin de conquistar nuevas tierras para explotar sus riquezas, todo era válido por supuesto, siendo todo ello en “Nombre de Dios”, mostrándonos la permisividad de La Iglesia ante los abusos cometidos.
Y qué decir de cierta frase de Aguirre, haciendo un guiño al fascismo.
¿Un patético paralelismo entre el fascismo racista del siglo XX, y la España Imperial, quizás?
Como si pretendiera el director, comparar absurdamente, las aberraciones de la historia contemporánea de su natal Alemania nazi, con las de la España del siglo XVI…
Por último, la banda sonora fue interpretada por Popol Vuh, una banda alemana de rock progresivo y krautrock, que nos envuelve en una atmósfera tranquila, pero a la vez incierta, que combinada con las potentes imágenes del Amazonas, que componen el ambiente perfecto para esta obra maestra del cine alemán.
“If I, Aguirre, want the birds to drop dead from the trees... then the birds will drop dead from the trees.
I am the wrath of God”
Más que de Aguirre como un héroe de La Grecia Clásica de Homero, valdría la pena hablar de Aguirre, como uno de esos personajes enloquecidos por el poder, la ambición, y la venganza de Las Tragedias de Shakespeare, en el mejor estilo de Macbeth, Hamlet, Coroliano, o El Rey Lear.
Por lo que no es extraño que Herzog reproduzca con maestría, la muerte por ambición.
Aguirre Der Zorn Gottes, es un retrato de la ambición humana, llevada al extremo de la misma locura, ambientado en un escenario, donde fue precisamente la ambición, aquello que promovió La Conquista.
Dicha Conquista, a menudo se redujo a un errante vagabundeo, ajeno a la envergadura heroica de gesta romántica alguna, por territorios hostiles y desconocidos, repletos de peligros, y arcanos misterios ajenos, a lo que los habitantes del antiguo continente, pudieron confeccionar en su imaginación.
Unos hombres, que no habían terminado de salir de las supercherías medievales, pero debían conciliarlas con la realidad que se abría a sus ojos por primera vez; que nadie se las había contado antes, que no coincidía con lo que esperaban, y que en absoluto comprendían.
Por ello, Aguirre Der Zorn Gottes, puede ser considerada una representación tecno romántica del mito del individuo absoluto en una tierra infinita.
Lope, es un personaje romántico, e inquietante, que está motivado por un propósito heroico.
Y Herzog representa a este personaje romántico, de un modo romántico...
Aguirre Der Zorn Gottes, produce emociones, más que pensamientos.
El mito del individuo, puede tener un equivalente en otros países, con otras anécdotas, porque la lucha para convertirse en un individuo, comienza en el mundo occidental, durante El Renacimiento o antes, esto es, en la época en que el individuo, comienza a existir como realidad política y social.
Esta lucha, no está representada en Aguirre Der Zorn Gottes, de modo racional, tampoco de una forma clásica, ni tampoco mediante la conciliación de las fuerzas opuestas de la sociedad, por un lado; y la persona singular, por el otro.
El espectador, es confrontado con una tierra, y un personaje infinitos.
Herzog, escoge una forma sublime de representar un carácter sublime:
Ambicioso, cruel, y sanguinario.
Así, la figura de Lope de Aguirre, se convirtió en una de las más atractivas e inquietantes de la historia de La Conquista de América.
Sus “hazañas”, se escribieron con sangre, traición, y destrucción, atrayendo la atención, y la fascinación de los historiadores, a lo largo de los siglos.
Su nombre, es hoy sinónimo de “leyenda”
Un dudoso honor que se ganó con sus terribles crímenes; que tras el fallecimiento del rebelde, un encolerizado Rey Felipe II, ordenó la prohibición de citar su nombre, y exigió la destrucción de cualquier escrito surgido de su pluma.
Una suerte de “damnatio memoriae” que se completó con una sentencia condenatoria del Tribunal de La Audiencia de Santo Domingo, que recaía igualmente sobre su memoria, y con una tercera condena emitida por El Tribunal de Tocuyo, en la que se proclamaba a los hijos de Aguirre, ya fueran legítimos o bastardos, “infames por siempre jamás, e indignos de poder tener honra, ni dignidad, ni oficio público, ni poder recibir herencia, ni manda de pariente, ni de extraña persona”
El Estado Moderno, se fundó bajo un gran genocidio, escrito en letras doradas en la historia de España, y por eso es tan interesante el punto de vista alemán, con un conocimiento tácito de la barbarie.

“I am the great traitor.
There must be no other”



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