Michael Collins

“Ireland, 1916.
His dreams inspired hope.
His words inspired passion.
His courage forged a nation's destiny.
An epic tale of passion and destiny”

Desde el 1 de enero de 1801, y hasta el 6 de diciembre de 1922, Irlanda como unidad, perteneció al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda.
La Guerra de Independencia Irlandesa, también conocida como La Guerra Anglo-Irlandesa, es el nombre de la campaña montada contra el gobierno británico y sus fuerzas, en Irlanda, por El Ejército Republicano Irlandés, también conocido por su sigla en inglés, IRA, aunque debe ser diferenciado de la organización posterior, que opera bajo las iniciales IRA; generalmente datada entre enero de 1919, y julio de 1921.
La guerra dio por resultado, la formación de un país independiente llamado:
Estado Libre Irlandés.
La guerra terminó con una tregua en 1921, la cual llevó a la negociación del Tratado Anglo-Irlandés, y a la creación del Estado Libre Irlandés, en 1922.
Una minoría de aquellos involucrados en La Guerra de Independencia, rehusó aceptar el tratado, por lo que estalló La Guerra Civil Irlandesa, la cual duró hasta mediados de 1923, y costó las vidas de algunos líderes del movimiento de independencia, en especial, Michael Collins.
La Guerra Civil Irlandesa, tuvo lugar entre 1922 y 1923, a causa de la división que provocó en el Sinn Féin, la aceptación del Tratado Anglo-Irlandés, firmado en Londres, el 6 de diciembre de 1921, por medio del cual, se había establecido lo que sería El Estado Libre de Irlanda.
El tratado, establecía que el nuevo Estado Libre de Irlanda, formaría parte de la futura Commonwealth británica, con la misma categoría que Canadá o Australia, por lo que la jefatura del Estado, seguiría estando en El Rey de Inglaterra.
Asimismo, La Corona Británica, estaría representada en el nuevo Estado, por un Gobernador General, y los miembros del Parlamento Irlandés, tendrían que jurar lealtad a La Monarquía Británica.
Aunque este convenio hacía inevitable la división de Irlanda, el punto clave de la disputa sobre El Tratado, fue el rechazo a los símbolos de La Monarquía de Gran Bretaña.
Los partidarios del acuerdo, cuyos líderes eran Arthur Griffith y Michael Collins, señalaban que los términos ofrecidos, eran los mejores que se habían propuesto hasta ese momento.
El Estado Libre dispondría de Parlamento y gobierno propios, y tendría pleno control sobre su economía, y su defensa.
Este resultado, ocasionó la división del Sinn Féin y del IRA en 2 grupos:
Uno contrario al Tratado Anglo-irlandés, y otro favorable.
Las negociaciones para lograr la reunificación del movimiento, se prolongaron durante 6 meses, pero ambas posturas seguían siendo irreconciliables.
Así pues, estalló una guerra civil, a finales de junio de 1922.
Michael Collins, Comandante en Jefe de Las Fuerzas favorables al Tratado Anglo-irlandés, murió 10 días después en una emboscada al oeste de Cork, cuando realizaba un recorrido de inspección.
El conflicto, que se prolongó hasta mayo de 1923, se convirtió en una guerra de agotamiento.
Michael Collins, en irlandés, Mícheál Eoin Ó Coileáin, fue un líder revolucionario irlandés, que sirvió como Ministro de Finanzas de La República Irlandesa, fue Director de Inteligencia del IRA, y miembro de la delegación irlandesa que negoció El Tratado Anglo-Irlandés, siendo también, Presidente del Gobierno Provisional, y Comandante en Jefe del Ejército Nacional.
Desde pequeño, Michael Collins se mostró como un niño brillante y precoz, con un fuerte temperamento, y una apasionada simpatía por el nacionalismo irlandés.
Después de dejar la escuela, se afilió a la asociación local Atlética Gaélica, y a través de esta, a La Hermandad Republicana Irlandesa, una organización secreta, que promovía La Independencia de Irlanda.
Cuando se concedió la amnistía general a los rebeldes, Collins se había convertido en una de las figuras capitales del Sinn Féin, un pequeño Partido Nacionalista, al que El Gobierno Británico, y la prensa local irlandesa, habían culpado del levantamiento.
En octubre de 1917, Collins se había convertido en miembro de la ejecutiva del partido, y asumido el cargo de Director de Organización del IRA; por su parte, Éamon de Valera, era El Presidente de ambas organizaciones.
Como todos los miembros veteranos del Sinn Féin, Michael Collins fue elegido en las elecciones generales de 1918, en El Reino Unido, para representar a Irlanda, en La Cámara de Los Comunes.
Y para 1919, Collins ostentaba varios cargos.
En verano de ese mismo año, fue elegido Presidente de la IRB, lo que le convertía, según la doctrina de la organización, en Presidente de iure de La República Irlandesa.
En septiembre, fue nombrado Director de Inteligencia del Ejército Republicano Irlandés (IRA), el antiguo cuerpo de Voluntarios Irlandeses, comenzando La Guerra de La Independencia, el 21 de enero.
El ya bastante atareado Collins, fue nombrado por de Valera, como Ministro de Finanzas; y creó un cuerpo especial llamado “Los 12 Apóstoles”, especialmente preparado para eliminar agentes británicos, y se hizo cargo del Gobierno de La República, durante la estancia de Éamon de Valera, en Estados Unidos.
En 1920, El Gobierno Británico ofreció una recompensa de 10,000 libras esterlinas, por cualquier información que llevara a la captura, o muerte de Michael Collins.
Su fama, había trascendido en el seno del IRA, y era apodado como “The Big Fellow” o “El Grandulón”
Entre otros líderes nacionales, se enemistó especialmente con Cathal Brugha, Ministro de La Guerra, ya que el puesto de Jefe de Inteligencia de Collins, hacía que ambos chocaran continuamente.
También, se deterioraron paulatinamente, sus relaciones con El Presidente del Dáil Éireann, Éamon de Valera.
Así las cosas, de Valera decidió nombrar una delegación encabezada por Arthur Griffith, y Michael Collins, para llevar a cabo las negociaciones.
Collins protestó ante esta decisión:
En primer lugar, porque no se consideraba un hombre de estado y, en segundo lugar porque, si participaba en las negociaciones, sería reconocido por los ingleses, lo que mermaría su efectividad como Jefe Militar, si se reiniciaban las hostilidades.
Collins sabía, que El Tratado, en particular la cuestión de la partición, no sería bien recibido por el pueblo irlandés.
Al firmar El Tratado, Michael Collins comentó:
“He firmado mi propia sentencia de muerte”
Las negociaciones, concluyeron con la firma del Tratado Anglo-Irlandés, el 6 de diciembre de 1921, que abrían la puerta a un nuevo estado, llamado:
Estado Libre Irlandés, traducción literal del término “Saorstát Éireann”
La firma del Tratado, fue objeto de gran controversia en todo el país:
En primer lugar, Éamon de Valera, Presidente de La República hasta el 9 de enero, se mostraba descontento ante el hecho de que Collins, hubiera firmado el acuerdo sin su autorización…
En segundo lugar, los términos del acuerdo, no habían gustado a todo el mundo.
Éamon de Valera, y otros muchos líderes republicanos, se negaban a aceptar el estatus de Irlanda, como dominio del Imperio Británico, y a tener que prestar juramento ante El Rey de Inglaterra como consecuencia.
También, fue motivo de disputa, el hecho de que El Reino Unido mantuviese el control de algunos puertos en la costa sur de la isla, para el abastecimiento del Royal Navy.
El nuevo Gobierno Provisional, o “Rialtas Sealadach na hÉireann”, estaba presidido por Collins.
En su biografía “Michael Collins: A Biography” (1990), Tim Pat Coogan, recordaba que, cuando Fitzalan reprochó a Collins, el haber llegado 7 minutos tarde a la ceremonia del 16 de junio, Collins replicó:
“Nosotros hemos estado esperando más de 70 años, ustedes pueden quedarse esperando 7 minutos”
Posteriormente, en la carretera a Bandon, en el pueblo de Béal na mBláth, en irlandés, “La Boca de Las Flores”, la columna de Collins se detuvo para pedir direcciones.
El hombre al que preguntaron, Dinny Long, formaba parte del IRA anti-tratado.
Se preparó entonces, una emboscada para el viaje de retorno del convoy, de vuelta a la ciudad de Cork.
Sabían que Collins regresaría por la misma ruta, ya que las otras carreteras entre Cork y Bandon, habían sido bloqueadas por los rebeldes.
Los emboscados, comandados según se dice, por Liam Deasy, se había dispersado a las 8 de la tarde, cuando Collins y sus hombres, volvieron a pasar por Béal na mBlath, pero 5 miembros de la partida, permanecían en el lugar, y abrieron fuego sobre el convoy.
Habían colocado una mina en el camino, que podía haber matado a mucha más gente; sin embargo, estaba desconectada en el momento en que empezó el tiroteo.
Allí, Michael Collins resultó muerto, en un tiroteo que duró aproximadamente 20 minutos; siendo el único muerto durante el ataque.
Collins tenía 31 años, y en el momento de su muerte, estaba prometido con su novia, Kitty Kiernan.
Kitty, que ya había captado el interés del amigo de Collins, Harry Boland; sin embargo, fue Collins con quien se comprometió, con planes de casarse en noviembre de 1922, en una ceremonia conjunta con Maud Kiernan y Gearóid O'Sullivan.
Pero Collins murió 4 meses antes de la celebración de su única boda.
El moderno Estado Irlandés, consiguió su independencia efectiva del Reino Unido, en 1922, tras una Guerra de Independencia, que acabó con la firma del Tratado Anglo-Irlandés, mientras que Irlanda del Norte, optó por permanecer en El Reino Unido.
Aunque en principio, Irlanda fue un dominio dentro del Imperio británico, con el nombre de Estado Libre Irlandés, en 1931, se clarificó su completa independencia legislativa, y en 1937, adoptó una nueva constitución, y el nombre de Irlanda.
En 1949, se eliminaron los deberes restantes de la figura del Rey de Irlanda, y el país se declaró una república.
El Estado, no tuvo relaciones formales con Irlanda del Norte, durante la mayor parte del siglo XX, pero desde 1999, han cooperado en varias políticas, en el marco del Consejo Ministerial Norte-Sur, creado por El Acuerdo de Viernes Santo.
Muchos partidos políticos irlandeses, honran a Michael Collins, siendo los miembros y partidarios del Fine Gael, quienes mantienen un particular respeto por su memoria.
¿Cuántas personas estarían, hoy por hoy, dispuestas a tomar las banderas de libertad de Michael Collins?
“Give us the future, we've had enough of your past.
Give us back our country, to live in, to grow in, to love”
Michael Collins es un drama irlandés-británico-estadounidense, del año 1996, escrito y dirigido por Neil Jordan.
Protagonizada por Liam Neeson, Aidan Quinn, Stephen Rea, Alan Rickman, Julia Roberts, Ian Hart, Brendan Gleeson, Sean McGinley, Charles Dance, Gerard McSorley, Owen Roe, Frank O'Sullivan, Stuart Graham, Jonathan Rhys-Meyers, entre otros.
La obra trata de la vida política de Michael Collins, patriota y revolucionario irlandés, muerto durante La Guerra Civil Irlandesa; el cual fue apreciado por los críticos, en cuanto a su forma narrativa y estructura, aunque fue bastante cuestionado por los historiadores, debido a sus errores e imprecisiones históricas.
Michael Cimino, escribió un guión, y participó en el trabajo de preproducción, de una posible película de Collins, durante más de un año, a principios de 1990, con Gabriel Byrne como estrella.
Pero Cimino fue despedido, debido a preocupaciones presupuestarias.
Neil Jordan menciona en su diario, que Kevin Costner, también se había interesado en el desarrollo de una película sobre Collins, y había visitado Béal na blath, y las áreas circundantes.
Con un presupuesto estimado en $25 millones, con un 12% de La Irish Film Board, Michael Collins fue una de las películas más caras, jamás producidas en Irlanda.
Como dato, durante el rodaje, la ruptura del alto el fuego del IRA, causó que el estreno de Michael Collins, se retrase de junio a diciembre, lo que hizo que Warner Bros., especialmente, El Productor Ejecutivo, Rob Friedman, presionara al director, para que filme una secuencia, centrada en la historia de amor entre Collins y Kiernan, en un intento de restar importancia a la ruptura de las negociaciones del Tratado Anglo-Irlandés.
El Film Censor irlandés, pensó inicialmente, dar a Michael Collins una certificación  “sobre-15”, pero más tarde decidió, que debía ser puesto en libertad, con un certificado “PG”, por su importancia histórica.
El censor, emitió un comunicado de prensa, defendiendo su decisión, alegando que Michael Collins, fue un hito en el cine irlandés, y que “debido a la materia, los padres deben tener la opción de hacer su propia decisión, sobre si sus hijos deben ver la película, o no”
El lanzamiento del video fue realizado con un certificado “de 12”; y clasificada “15” en El Reino Unido, por la British Board of Film Classification.
Michael Collins obtuvo 2 nominaciones al Oscar:
Mejor fotografía, y banda sonora original – drama.
Michael Collins se rodó en los alrededores de Dublín, Irlanda; y trata la vida política del líder revolucionario, miembro del IRA, y patriota irlandés, Michael Collins (Liam Neeson), su destacado papel durante La Guerra de Independencia, La Guerra Civil Irlandesa, y la creación de La República de Irlanda; y es que Collins fue un líder revolucionario, que luchó encarnizadamente contra la ocupación inglesa de su patria; con sus jóvenes pistoleros, llevó a cabo una serie de sanguinarios atentados, que generaron una no menos cruel represión.
Michael Collins narra el origen de, cómo unos granjeros, se convierten en asesinos a la fuerza, de la testarudez y vehemencia, que llevaría a tantos revolucionarios a la muerte, y su posterior división.
De cómo hermanos irlandeses, se dividen en una Guerra Civil, que enfrentaría en los años 20, al Ejército de Irlanda, y al que hoy se conocería como escisión del verdadero, IRA terrorista.
¿Cómo es posible, que al padre de la independencia irlandés, lo maten sus propios hijos?
¿Cómo es posible, que cohabiten dentro de unos mismos ideales, tantas y absurdas contradicciones?
“So what happens now?
Do I get to wear that hat?”
Michael Collins, es uno de los personajes más reconocidos en la historia de Irlanda, un revolucionario que formó parte del conocido IRA, Ejército Republicano Irlandés, cuando después de interminables guerras y hambrunas, El Imperio Británico dominaba la isla Irlandesa, años en los que religión y cultura, levantaron un movimiento que cambiaría el futuro del nacionalismo Irlandés.
Michael Collins cuenta la historia de la vida política, del que llegaría a ser Presidente del Gobierno Provisional, y el más alto cargo de los ejércitos de Irlanda.
El director, narra una epopeya, y todos los elementos apuntan en tal dirección:
Desgarradora, dura, intensa, demoledora.
La historia de Michael Collins, es la historia de un pueblo que luchó por su libertad, y del precio que pagó por ella; y está contada como se cuentan las epopeyas épicas, a fuego lento, pero con un gran sentido del ritmo.
Pero la puesta en escena, prodigiosa, conjuga a la perfección, drama intimista con acción.
Los movimientos de masas, están perfectamente coreografiados, el suspense de la entrada en una fortaleza inglesa, es sobrecogedor; y a la vez, está la soledad del héroe, sus dudas, bien reflejadas en imágenes.
La fotografía de Chris Menges, da un maravilloso y realista aire de época, gracias a una rica paleta de grises, azules, verdes, y marrones.
Es cierto que Michael Collins tiene un ritmo lento y pausado, tarda un poco en comenzar, a meterte en la historia, y a hacerte partícipe de la misma, pero consigue que sigas el desarrollo con interés, y que aprecies lo que supuso para Irlanda, la figura del protagonista, cuya imagen va mejorando conforme avanza el metraje.
Michael Collins describe sus actuaciones, desde el levantamiento de Pascua de 1916, hasta su muerte, en atentado terrorista, en 1922, en circunstancias no aclaradas.
Jordan fustiga, sin contemplaciones, el dominio británico sobre la isla, de modo que los atentados promovidos por Collins, se presentan como la única manera de obtener la independencia.
Sin ahorrar crudeza al mostrar estas acciones violentas, el director las rodea de un aura romántica, al estar dirigidas sobre todo, hacia las fuerzas de ocupación, y porque se contraponen con las duras represalias de los ingleses, como la matanza del estadio, una de las secuencias mejor resueltas, de gran belleza plástica, y de horrorosa realidad y consecuencias.
Y a la vez, insufla vida a los caminantes de la historia:
Michael Collins, generoso y legendario; Éamon de Valera (Alan Rickman), Primer Presidente Irlandés, político, y al que se presenta como envidioso del carisma de Collins; Harry Boland (Aidan Quinn), cuya amistad se resiente por una disputa amorosa, y diferencias políticas; Ned Broy (Stephen Rea), espía en campo británico; Kity Tiernan (Julia Roberts), con el corazón dividido entre Boland y Collins... y un jovencísimo Jonathan Rhys-Meyers, en un pequeño pero decisivo papel, al final…
La humanidad, y señas de identidad de los personajes, enriquecen la narración, evitando que caiga en la fría exposición de hechos.
Y es que Michael Collins, fue uno de los legendarios héroes, de la lucha contra la dominación británica, que acabó asesinado por los propios revolucionarios irlandeses; siendo una figura contradictoria y ambigua:
“Por un lado es pragmático, por otro defiende la violencia hasta los extremos”, explica Jordan.
“Este hombre, que vivía en conflicto consigo mismo, representa los 2 aspectos esenciales del carácter irlandés” aseguró.
La trama, insiste sobre la monstruosidad de la violencia, pero también sobre su necesidad más absoluta, “mientras más profundizaba mis investigaciones, más me inspiraba el puro espíritu heroico, que en aquel periodo acompañaba a la naturaleza íntima de la violencia”, admite el director.
Y es prácticamente imposible, narrar el transcurso de La Independencia Irlandesa, siendo imparciales con Inglaterra, que masacró y gobernó bajo extirpación y tortura, con el mismo entusiasmo y “modus operandi” que en su Edad Dorada.
Aun así, Neil Jordan aborda el tema político de manera muy franca, con la meticulosidad de un casto historiador; pero también hay otra verdad, que Jordan quiere y necesita mostrarnos, que la guerra, fraguada por el motivo que sea, destruye lo que esencialmente somos, y extrae de nosotros, lo peor y lo más cruel.
Afirma el director, que Michael Collins es “simplemente, una lección de historia”
Pero es inevitable plantearse, si es posible un cine histórico.
¿Hasta dónde ha de sujetarse a los hechos ciertos conocidos?
¿Con qué margen se cuenta para la conjetura?
Jordan, además de tomar partido por la causa irlandesa, carga las tintas en la utilización política de Collins, por de Valera, en las negociaciones con los ingleses, y arroja la duda sobre la posible implicación del Presidente, en el asesinato de Collins.
El personaje interpretado por Julia Roberts, existió realmente y, tal y como se ve, mantuvo una relación a 3 bandas con Michael Collins, y su mejor amigo.
La única diferencia entre el film y los hechos reales, es que esta joven irlandesa, no se parecía mucho físicamente a Julia Roberts.
El que sí se parece mucho al personaje que interpreta, es Alan Rickman, que se mete en la piel del político irlandés más importante del siglo XX:
Éamon de Valera.
Rickman estudió los gestos, y la forma de hablar del político, para imitarle al detalle.
En una escena, en la que Rickman está dando un discurso, los productores lograron reunir la cifra récord de 8,000 extras, lo más asombroso es que trabajaron gratis, ya que para los ciudadanos de Irlanda, era todo un orgullo trabajar en una película sobre la vida de un héroe nacional, y cobrar por ello, les habría parecido un insulto.
En Inglaterra, la prensa conservadora, ha acogido con hostilidad Michael Collins.
“Antes de verla, ya comenzaron a atacarla; dijeron, por supuesto, que siendo yo irlandés, iba a ser muy parcial.
Pero creo que se llevarán una gran sorpresa” dijo Jordan.
No hay más que leer un poco sobre el conflicto, para enterarse de que Michael Collins tergiversa situaciones y personajes, como por ejemplo el de Ned Broy, quién en el film, muere violentamente a manos de la policía inglesa... cuando en la realidad, no falleció, y si de muerte natural, en realidad, se convirtió en Comisionado de La Garda Síochána, entre 1933 y 1938; y murió en 1972.
La muerte de Harry Boland; no murió en la forma sugerida; y si le dispararon a muerte, en una escaramuza con soldados del Estado Libre de Irlanda, en The Grand Hotel, Skerries, North Co. Dublín, durante La Batalla de Dublín.
Sobre el conflicto en general, las inexactitudes no son muy graves, es totalmente cierto, que los ingleses realizaron matanzas crueles, brutales, e indiscriminadas en la castigada Irlanda... pero lo que había en Irlanda, no era un estado de bienestar, con una represión policial británica, y un terrorismo irlandés, forzado por la situación...
Lo que había era una guerra en toda regla, que no afectó a todas las zonas por igual.
Y Collins, dentro de esa guerra, realizó ciertas matanzas indiscriminadas, no a objetivos “culpables”, sino a gente inocente, digámoslo todo.
Estas inexactitudes, tampoco son muy graves.
Pero lo más grave, es la visión que trata de dar el film a de Valera, como antítesis de Collins.
Se llega incluso a sugerir, que de Valera ordenó la muerte de Collins…
El que el film trate de ensalzar la figura de Collins, en detrimento a de Valera, es un tanto injusto, cuando ambos personajes fueron polémicos y controvertidos por igual.
Para el cineasta irlandés, la gran fuerza en la que se apoya el mito de Collins, no es su herencia legendaria, sino lo que hubiese podido cambiar si aún viviera.
“A 93 años de su muerte, todo podría ser diferente.
No existirían conflictos entre Irlanda del Norte e Irlanda del Sur, y las bombas no hubiesen explotado en Londres”, admite Jordan.
La banda sonora, también destacable, del siempre interesante Elliot Goldenthal, crea un poderoso “score”, que consigue magnificar las escenas donde hace presencia.
También, la cantante Sinead O'Connor, participa en la misma, destacando su interpretación de la canción final.
“I'm afraid because once I start...
There'll be no stopping me”
No hay consenso, sobre quien realizó el disparo fatal que le cobró la vida a Michael Collins.
Los estudios más recientes, sugieren que el disparo fue hecho por Denis “Sonny” O'Neill, un miembro del IRA anti-tratado, y antiguo tirador del Ejército Británico, que falleció en 1950.
Esta teoría, vendría avalada por las declaraciones de los participantes en la emboscada:
O'Neill usaba munición “dum-dum”, que se desintegra al impactar, y dejaría una herida en el cráneo de Collins.
Se deshizo del resto de balas, por miedo a las represalias del Ejército Irlandés.
Los hombres de Collins, llevaron su cuerpo a Cork, desde donde embarcó hacia Dublín, ya que existía el temor a que el cuerpo de Collins fuera robado, si el traslado se realizaba por carretera.
Se instaló La Capilla Ardiente durante 3 días, en El Ayuntamiento de Dublín, donde miles de personas se acercaron a despedirle.
Su funeral tuvo lugar, en La Catedral de Santa María de Dublín, contando con la asistencia de numerosos dignatarios irlandeses, y extranjeros.
La muerte de Collins, dio lugar a numerosas Teorías de La Conspiración en Irlanda, e incluso, la identidad y móvil de los asesinos, se han convertido en temas de debate.
Algunos republicanos, mantienen que Michael Collins fue asesinado por un agente británico.
Algunos pro-tratadistas, afirman que fue Éamon de Valera, el que ordenó el asesinato de Collins.
Otros afirman, que fue asesinado por uno de sus propios hombres, Jock McPeak, que se pasó al bando anti-tratadista, unos meses después, con un vehículo blindado.
Meda Ryan, que ha investigado exhaustivamente el tema, concluye que no hay base real para esas teorías.
“Michael Collins, fue disparado por un rebelde, que dijo en la noche de la emboscada:
He matado a un hombre”
Liam Deasy, que estaba al frente de la emboscada, dijo:
“Todos supimos, que era la bala de Sonny O’Neill”

“It is my considered opinion that in the fullness of time history will record the greatness of Michael Collins and it will be recorded at my expense”



Comentarios

Entradas populares