Burn After Reading

“Intelligence is relative”

La frase “la inteligencia es relativa” se refiere a la competencia que cada persona tiene:
Bill Gates, es brillante en tecnología; pero un jardinero es más inteligente que él, para mantener un jardín.
Isaac Asimov, es una persona con un coeficiente intelectual bastante superior a la media, y probablemente, es el escritor de ciencia ficción, más importante que ha dado la literatura…
Mientras que para Einstein, es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada.
La ciencia, nace de la curiosidad, y vive en la duda y el replanteo.
En ciencia, hay pocas cosas tan firmes, como La Teoría de La Relatividad, que sostiene que, aunque el espacio y el tiempo pueden variar, la velocidad de la luz no cambia.
Entonces, para tener una gran idea, se necesita curiosidad.
La mayoría, trabaja como empleados, y hacen lo que se les dice… por tanto tienen poca libertad.
Si los Estados Unidos son vanguardia, en cuanto a la exportación de estilos de vida, es en parte, porque estimulan la caricatura como forma de autorretrato; llegando incluso a globalizarse “El American Way Of Life” cuando el sistema en otros países, ni siquiera se basa en un modelo estadounidense; pero por la tecnología, como el Internet, si podemos afirmar, que todos somos un espía en potencia.
“Osbourne Cox?
I thought you might be worried... about the security... of your shit”
Burn After Reading es una comedia del año 2008, escrita y dirigida por Joel e Ethan Coen.
Protagonizada por George Clooney, Frances McDormand, Brad Pitt, John Malkovich, Tilda Swinton, Richard Jenkins, Elizabeth Marvel, David Rasche, J.K. Simmons, Olek Krupa, Michael Countryman, Kevin Sussman, J.R. Horne, Hamilton Clancy, Armand Schultz, Pun Bandhu, entre otros.
El guión, se basa en la novela “Burn Before Reading: Presidents, CIA Directors, and Secret Intelligence” (2005) del ex jefe de La CIA, Stansfield Turner.
Durante su mandato como director de La CIA, en la década de 1980, cuando se le preguntó en un programa de entrevistas, acerca del “espionaje doméstico”, Turner dijo:
“Los estadounidenses, no son una fuente de mucha inteligencia”
Aunque ambas tramas, la literaria como cinematográfica, incluyen a La CIA, y sus títulos derivan del término Top Secret de clasificación, el guión de los Coen, no tiene ninguna relación con el libro de Turner; sin embargo, el rumor no fue aclarado hasta 1 año después, en un artículo de Los Angeles Times.
El rodaje principal, tuvo lugar en los alrededores de Brooklyn Heights, Paramus, New Jersey; el Condado de Westchester, New York; y Washington, D.C., particularmente en el barrio de Georgetown.
Burn After Reading, es el primer guión original de Joel e Ethan Coen, desde “The Man Who Wasn't There” de 2001.
Ethan Coen, comparó Burn After Reading, con la novela política de Allen Drury, “Advise and Consent”, y la llamó “nuestra versión del estilo de películas de Tony Scott/Jason Bourne, sin las explosiones”
Joel Coen dijo, que intentaron hacer una película de espionaje, porque “no habíamos hecho una antes”, pero que sintió que el resultado final fue más una película basada en personajes, que una historia de espionaje.
Joel, también dijo que Burn After Reading, no intentó hacer un comentario, o ser una sátira de Washington D.C.
La acción gira sobre Osbourne Cox (John Malkovich), un ex agente de La CIA, que decide escribir sus memorias, mientras que su mujer, Katie (Tilda Swinton), tiene un “affaire” con el empleado del Departamento del Tesoro, Harry Pfarrer (George Clooney), y quiere divorciarse de Cox.
Tras acudir al abogado, éste le recomienda que antes de todo, compruebe todos los datos sobre cuentas bancarias que Cox pueda tener en el ordenador, el mismo que utiliza para escribir sus memorias.
Las memorias, quedan guardadas en un CD, y accidentalmente, las encuentran los empleados de un gimnasio:
Chad Feldheimer (Brad Pitt) y Linda Litzke (Frances McDormand), que creen que es información confidencial de La CIA, y con la que pueden ganar mucho dinero...
Así pues, Burn After Reading nos habla, de cómo la paranoia hacia el “enemigo invisible”, ha acabado idiotizando a la sociedad, hasta límites insospechados.
“No, no.
God no.
We don't need those idiots fucking everything up.
Burn the body.
Get rid of it”
Los hermanos Coen, regresan a la comedia con su peculiar y mortífera visión de un ser humano actual, absorbido por la idiotez, la ambición, y la violencia, en otra gran muestra de cine misantrópico, que fagocita un estilo propio.
Burn After Reading, es una especie de comedia oscura de situación, que mezcla de manera muy irregular, la parodia de los filmes de agentes secretos de los años 50, con el costumbrismo hiperrealista de adicción al sexo, los gimnasios donde se rinde culto al cuerpo, y recauchutados estéticos; los viajes promocionales de autores de libros infantiles, con la compra-venta de material de alta seguridad entre espías de EEUU y rusos; el atisbo de corrupción administrativa con la ultra vigilancia a la que están sometidos los ciudadanos, y no sólo por la policía…
Y como en toda comedia de situación:
Un hecho simple, se va complicando y complicando, por medio de malos entendidos, que llevan a los personajes, a extremos que se balancean entre lo divertido, y lo verdaderamente perturbador.
Y ese es uno de los grandes aciertos de Burn After Reading:
Su capacidad para divertir, y hacernos reír con situaciones que sin duda, pueden llegar a la realidad, y que distan mucho de ser graciosas.
Con base en la novela del Almirante Stansfield Turner, es una mera excusa para retratar la avaricia, la vanidad, y la gilipollez de unos individuos obstinados, que no difieren al paradigma de los Coen, con la habilidad de vulnerar la cotidianidad, y verse envueltos en una pesadilla de violencia e intereses ajenos, donde el destino tiene la última palabra.
Según dicen los Coen, sus personajes son “auténticos pedazos de alcornoque, aunque no por eso se deja de quererles.
Les pedimos a los actores, que encontraran al alcornoque que llevan dentro”
Joel Coen añade que:
“Es una historia acerca de personas de mediana edad.
Todos están pasando por crisis personales, profesionales, y sexuales, que pueden poner en peligro la seguridad nacional.
Por eso, debía transcurrir en Washington D.C.
La trama gira alrededor de La CIA, y el mundo de los gimnasios, y de lo que pasa cuando estos 2 mundos se cruzan y colisionan”
Todo en Burn After Reading, se utiliza como subterfugio de dobles intenciones; una comedia que acaba por proponer una película de espionaje, e historias cruzadas de adulterios, un objeto aparentemente ultra secreto, que es manejado por gente de a pie, como “valiosa información”, y que no es más que un “mcguffin”, que no interesa a nadie, y aquí ni siquiera interesa a los rusos; y que desencadena una serie de catastróficos incidentes, y la imprevisibilidad de los acontecimientos,
En Burn After Reading, la idiotez parece transmitirse a todos los involucrados en la historia, creando un sistema de equívocos, dejando en entredicho a La CIA, personificados en un agente, y un alto cargo, sumidos en la más profunda impericia, incapaces de investigar, o reflexionar sobre los motivos que van hilvanando el enredo, riéndose, de paso; del miedo, de la conspiración, y la paranoia que envuelve al pensamiento yanqui actualmente.
Es, por tanto, ése “enemigo invisible”, el responsable de tanta estupidez.
Otro de los ingredientes que los Coen quisieron añadir a la ecuación, son los servicios de citas por Internet…
Algo que hará que los personajes interpretados por Clooney y McDormand se conozcan, y que consigan una conexión increíble, a todos los niveles.
El drama, es realmente triste, sobre las parejas, las infidelidades, el matrimonio, y la soledad... bastante desolador, y de nuevo, muy acertado.
Desde la producción, Burn After Reading fue la primera película de los hermanos Coen, que no contó con Roger Deakins como cinematógrafo, desde “Miller's Crossing”
El nominado al Oscar, Emmanuel Lubezki, ocupó el lugar de Deakins.
Mary Zophres, se encargó del diseño de vestuario, siendo esta, su 8ª película consecutiva con los hermanos Coen.
El compositor, Carter Burwell, que previamente había trabajado con los Coen en 11 ocasiones, se encargó de la banda sonora original.
Partes del guión, fueron escritas mientras los Coen estaban escribiendo su adaptación de “No Country for Old Men” (2005)
Los hermanos, dijeron que la idiotez, fue la temática central de Burn After Reading.
Joel Coen dijo, que su hermano tiene “un largo historial escribiendo guión para personajes idiotas”, y describió los personajes de Clooney y Pitt, como un “duelo de idiotas”
Y es que Los Coen, crearon los personajes, teniendo en mente a los actores George Clooney, Brad Pitt, Frances McDormand, John Malkovich, y Richard Jenkins, y el guión se originó por el deseo de incluirlos en una “historia divertida”
Ethan dijo, que el personaje de Pitt, estuvo parcialmente inspirado por un comercial de colorante para cabello, que el mismo actor filmó en su momento…
Por otra parte, Burn After Reading, es la 3ª película de Los Coen, donde actúa Clooney, quien es consciente de que a menudo interpreta a un tonto en sus películas:
“He hecho 3 películas con ellos, y las llaman mi Trilogía de Idiotas”
Joel declaró:
“George dijo:
“Bien, ¡He interpretado mi último idiota!”
Así que supongo que no volverá a trabajar con nosotros”
Brad Pitt, quien interpreta a un personaje particularmente poco inteligente, dijo sobre su papel:
“Después de leer el personaje, el cual me dijeron que fue escrito para mí, no estaba seguro si debía sentirme halagado o insultado”
Pitt, además comentó, que cuando le mostraron el guión, le dijo a Los Coen, que no sabía cómo interpretar el rol, porque el personaje era muy idiota:
“Hubo una pausa, y entonces Joel dijo...
“Estarás bien”
Sobre las lecturas de Burn After Reading, primero que nada:
Critica al “Sistema de Seguridad” de los Estados Unidos.
Los hermanos Coen, atacan a las agencias de investigación, sin piedad.
Nos muestran la crueldad con la que funcionan, y hasta qué punto pueden llegar a cometer crímenes inauditos, que se enmascaran tras la “seguridad nacional”
Y todo ello, claro, con la tranquilidad con la que cualquier civil se compra una hamburguesa, en cualquier restaurante callejero… por lo que las conversaciones sobre muertos y cadáveres, resultan hilarantes y espeluznantes al mismo tiempo.
La superficialidad de la sociedad de EEUU, su búsqueda de salidas fáciles, y de cambios sin esfuerzo, está representada en diversos personajes.
La persecución de la felicidad sencilla, sin lucha, sin motivaciones reales, y de fondo, pero más que nada, el daño que puede hacer una persona determinada en alcanzar metas vacías, sin la necesidad de esforzarse, utilizando a todos los que están en su camino, para hallar aquello que, desde su visión retorcida de la vida, tiene el mayor valor.
Eso es, la obsesión de nuestro siglo XXI, con la apariencia, con la delgadez, con la eterna juventud, y los extremos a los que los seres humanos son capaces de llegar, con tal de alcanzar falsos ideales.
Burn After Reading, no es sino también, una atroz crítica al mundo de Internet:
A quien lo creó, La CIA, y a muchos de quienes lo utilizan como único medio de comunicarse o relacionarse con los demás.
Estos últimos, están representados por la estúpida egoísta que encarna Frances McDormand, y el egoísta paranoico George Clooney.
Sólo cuando se entiende el mensaje, se entiende Burn After Reading, en la que, a primera vista, el argumento parece ser absurdo, inconexo, y críptico...
La “negatividad”, la “autoestima”…
¿Quién no ha recibido en su buzón correos, sobre temas tan manidos?
La mentira, la irrealidad, las frases “recurrentes” del mundo de los internautas, son la causa, la explicación, la razón última de Burn After Reading.
Y es que, para Los Coen, el mundo real está un paso más allá de la puerta de cada casa; por el contrario, para muchos mortales, la “real irrealidad”, la fantasía infantil, la banalidad, el “rollo”, el sexo, la seducción, y lo aparente, se muestra en todo su esplendor, en toda su dimensión, en las páginas de contactos, a un solo “click” del “intro” del teclado…
y todo es cutre en Burn After Reading, todo.
Hasta los componentes del mismísimo Centro de Inteligencia, son cutres.
Y describir la cutres, no sólo es arte, sino un difícil arte; en especial, cuando lo que se critica, pertenece a la misma época en la uno vive, y se desenvuelve.
Por ponerle un pero a Burn After Reading, me hubiese gustado que el personaje de Pitt, hubiese “durado vivo” un poco más, y que le hubiesen dado algo más de protagonismo a J.K. Simmons, que está de impacto con lo que dice...
Y es que la vida es así:
Uno se puede cruzar con 30 personas en una misma calle, sin saber porque esas personas están en ese lugar, y en ese preciso momento, ni de que parte de la ciudad vienen, ni a que parte de la ciudad se dirigen…
Solo hay un punto en común entre todas:
“Conforman La Jungla Urbana”
Lo más lamentable es que, a veces, como sucede en Burn After Reading, las cosas pueden tener un precio demasiado elevado, lo que en principio debería ser un simple enredo, puede costar la vida de personas que no han hecho nada tan importante, como para merecerse ese destino que les llega tan de repente, y tan sin sentido… para que al final, nunca lleguen a saber de qué va todo su entorno.
Y el final, que quiere decir que:
“Hay gente que no le importa lo que pase, con tal de conseguir lo que quiere; y que de la nada, se hace un mundo”
“Put up a note?
“Highly classified shit found:
Signal intelligence shit, CIA shit?”
Hello, anybody lose their secret CIA shit?
I don't think so!”
Los medios de comunicación, han hecho adquirir reflejos idiotas, a gente relativamente inteligente.
La gran preocupación del gobierno, porque el pueblo no se quede sin su dosis diaria de adormecimiento de inteligencia y voluntad, a través de la estupenda programación que ofrecen los canales de televisión abierta, destinando una importante suma proveniente de nuestros impuestos, en regalarles pantallas receptoras de señal digital, ante el así llamado “apagón analógico”, deja en claro que, a cierto sector de la sociedad, es mejor mantenerlo sedado, porque si despierta…
Pero se trata, con el debido respeto, de una parte de la población con un escaso nivel cultural.
Aquí el problema es la “gente relativamente inteligente”, es decir, quien por lo menos se jacta de contar, tal vez, con una carrera profesional, o un determinado nivel sociocultural…
En efecto, me refiero a aquellos que andan por las calles como zombies, sin despegar la vista del celular, con los audífonos puestos.
Aquellos que han causado más de un accidente, por ir “texteando” en un grupo de Whatsapp que formaron con los amigos, con quien recientemente estuvieron reunidos en el café, sin voltearse a ver entre ellos, por estar ocupados en actualizar su estado en Facebook, narrando ahí, cada minuto de la vida que viven, más en dicha red social que en su propia realidad.
A esa gente “relativamente inteligente” que de todo opina, y a todos critica, sin aportar nada, pero que encuentra en la confrontación “ideológica”, un mecanismo de defensa ante su propia frustración…
Esta problemática, amenaza con una pandemia, cuyos síntomas, lo hemos dicho, son la adquisición de reflejos idiotas.
Por tanto, “la cura” es usar la tecnología en nuestro favor, y no permitamos más, que sea ésta, la que nos use a nosotros.

“You see, you're one of the morons I've been fighting my whole life.
My whole fucking life.
But guess what...
Today, I win”



Comentarios

Entradas populares