Allied

“Nothing is as it seems”

Los gobiernos, de cualquier signo ideológico, no dudan en recurrir a operaciones especiales de inteligencia, que son clandestinas e ilegales, cuando las creen necesarias para salvaguardar sus intereses nacionales.
El éxito o fracaso de las mismas, dependerá del profesionalismo del personal de inteligencia que las implementa como de las “reglas de empeñamiento” que recibe de su gobierno.
La Dirección de Operaciones Especiales, (SOE), fue una organización creada durante La Segunda Guerra Mundial por Winston Churchill y Hugh Dalton, para llevar a cabo espionaje, sabotaje y reconocimiento militar y especial contra las potencias del Eje en la Europa ocupada por la Alemania nazi.
Aunque la organización propiamente dicha la formaron unos 13 mil agentes, de los cuales, alrededor de 3.200 eran mujeres, se calcula que dieron apoyo a alrededor de 1 millón de agentes secretos extranjeros en todo el mundo, sobre todo a los movimientos de resistencia como los partisanos yugoslavos, el mayor grupo de resistencia de la guerra; el Armia Krajowa polaco, los partisanos soviéticos, las Fuerzas Francesas del Interior, la resistencia noruega y la griega.
Por último, es conveniente reiterar, que cuando estás operaciones se descubren, los únicos que terminan en la cárcel, o pierden sus cargos o la vida, son los funcionarios de inteligencia responsables de su implementación, no los funcionarios políticos que las ordenaron.
“You've looked into her eyes”
Allied es un drama bélico y de suspense, del año 2016, dirigido por Robert Zemeckis.
Protagonizado por Brad Pitt, Marion Cotillard, Jared Harris, Daniel Betts, Lizzy Caplan, August Diehl, Simon McBurney, Thierry Frémont, Matthew Goode, Anton Lesser, Marion Bailey, Camille Cottin, Charlotte Hope, entre otros.
El guión es de Steven Knight; siendo el primer trabajo de Robert Zemeckis que tiene una trama relacionada con el espionaje y la guerra; una mezcla bien equilibrada de espionaje, melodrama y suspense, de aspecto “vintage” y puesta en escena clásica; con esas pinceladas modernas que enriquecen la época ambientada en La Segunda Guerra Mundial:
El uso recreativo y en algunos casos, militar, de las drogas, la libertad sexual de algunos de sus protagonistas, como la pareja de lesbianas que pasean su amor en público, en un Londres bombardeado; o la violencia cruda de las escaramuzas.
El film fue rodado en Canadá, Gran Bretaña, Francia y España.
Se eligió Las Islas Canarias, por su buena climatología; cuyas localizaciones incluyen Las Palmas de Gran Canaria, y Fuerteventura.
La acción se sitúa en el Marruecos de 1942.
Max Vatan (Brad Pitt), es un agente del Servicio de Inteligencia canadiense, que conoce a una integrante de La Resistencia Francesa, Marianne Beausejour (Marion Cotillard), en una misión secreta tras las líneas enemigas.
La pareja, se reúne en Londres posteriormente y se casa, y finalmente tienen una hija juntos.
Su relación es profunda y normal, pero una amenaza se cierne sobre ella...
La guerra crea una brecha entre ellos, cuando Vatan se da cuenta de que es posible, que su amada Beausejour, sea una agente encubierta que trabaja para los alemanes.
Entonces, Vatan se ve sometido a una presión insoportable, al tener que elegir entre matar a Beausejour él mismo, o ser ejecutado por negarse a obedecer las órdenes.
Convencido de la inocencia de su mujer, se lanza a una peligrosísima misión para limpiar su nombre; conjetura que de confirmarse, se consideraría como “traición íntima”, cuya pena es ejecutar a la pareja de forma inmediata, o enfrentarse a la horca por alta traición.
Allied es un espléndido “thriller” de época, con una historia inteligente, y varios giros inesperados que mantienen hasta el final la duda de los verdaderos sentimientos de la protagonista.
¿Será una espía alemana, o una fervorosa esposa y madre?
“Being good at this kind of work is not very beautiful”
Allied no da ninguna vuelta de tuerca particularmente impactante; la verdadera sorpresa aquí, es lo mucho que una historia bien contada y bien actuada puede resonar, con 2 partes claramente diferenciadas:
La primera hora, se desarrolla en Casablanca, donde predomina la acción, y se sientan las bases de la pareja protagonista.
Una maravillosa ambientación y precisos paisajes que se sienten como un homenaje al Hollywood de los años 40 en general, y a Casablanca en particular.
No creo que sea casualidad la elección de dicha ciudad marroquí, mientras que Pitt y Cotillard recuerdan mucho a Bogart y Bergman, salvando las distancias.
Y durante la siguiente hora, la trama se traslada a un Londres devastado por los bombardeos, donde la pareja ha conseguido construir una familia que se ve amenazada por la noticia de que Marianne es, en realidad, una espía alemana.
Es un “thriller” puro de sospechas y engaños, que resulta tenso y absorbente, y donde el suspense se mantiene hasta el final.
Brillante la escena, casi final, en la que ella está en el coche, con el bebé, a la puerta de la joyería, mientras espera la salida de su marido...
Para ser una historia donde la confianza o la traición es lo más importante de la trama, la química de la pareja protagonista, es más bien justa; siendo en esencia, un melodrama “vintage”, sobre lo difícil que es mantener una vida normal en tiempos de guerra, para todos aquellos que de alguna manera están relacionados con el estamento militar; y el conflicto bélico como obstáculo a la posibilidad de enamorarse y formar una familia.
Una realidad que solo proporciona alegrías pasajeras, antes de que se imponga la tragedia.
La dirección de Zemeckis es muy buena, con un buen manejo, bien dosificado de la información y la intriga, donde todo el desarrollo es pausado, a modo de la narrativa clásica y sobria, para tomarle cariño a los personajes, al tiempo que los conocemos.
Max y Marianne, son capaces de pasar todas las pruebas, mientras obtenemos un preciado pasaje a la intimidad de lo que comparten entre medias.
No parecen tener sueños o ambiciones, viven para su misión y nada más, recordándose cuidadosamente, dónde deben colocarse en el escenario.
Su falta de sentimientos o empatía, parece un adecuado complemento a los sádicos generales que les rodean, a la vez que un preciado secreto:
Ellos no alardean abiertamente de su habilidad asesina, pero sabemos que serían capaces de mostrarla.
Los desequilibrios son mínimos, sabemos que pueden llevar a cabo su misión, y si acaso, el único reparo es disparar a quien antes recibías con falsa sonrisa…
Zemeckis nos permite entonces, un momento de felicidad, compromisos, familiares entornos, y blancos deseos.
No deja de ser una obra de teatro lo que hemos presenciado, y en el fondo es perfectamente consciente de cómo acabaría.
Es entonces, cuando llega el giro vilmente revelado... cuando se podría decir que empieza la verdadera historia.
Hasta eso, solo se han dispuesto las piezas sobre el tablero, creíamos ver algo; y entonces se convierte en algo increíble:
Una verdadera historia de espionaje, con verdadera intriga, y un incómodo factor humano, porque no habría verdadera tensión, si no tuviéramos algo en peligro.
Nos hemos mezclado tanto en la vida de Max, de la manera más pacífica, que ahora nos resulta imposible escapar de una situación que se ha vuelto violenta.
Sensaciones viscerales, paranoia constante... ya no vemos los decorados ni las actitudes fingidas.
Todo parece tan peligrosamente real, que tememos tanto como Max, el encuentro de lo cotidiano con una cara falsa; justo lo mismo que debería sentir un espía.
Por lo que Zemeckis juega mucho con las miradas y sus reflejos, como los del baño o a través del retrovisor; y en miradas que hablan.
El director prefiere centrarse en sus personajes y sus aventuras, con raros intentos de revitalizar su puesta en escena con efectos de la cámara, creando movimientos imposibles, dentro de los vehículos, por ejemplo, y no permite que el espectador se sienta fuera de la película, por lo que lo deja como merodeando alrededor de los personajes, logrando así cierta empatía hacia ellos, y las decisiones que posteriormente toman.
Técnicamente, el trabajo de fotografía de Don Burgess es adecuado, llevando esa atmosfera clásica que el director quiso impregnar, teniendo su punto más alto en las ultimas secuencias, donde un par de secuencias nocturnas tienen hecho.
Los efectos especiales visuales y de sonido, son muy buenos, sin excederse; la cinematográfica como el decorado, son muy hermosos, pero es el elegante vestuario quien se lleva todos los reconocimientos, un trabajo artesanal de buen gusto y estilo, realmente maravilloso.
Las inspiraciones para los trajes eran “Casablanca” (1942) y “Now, Voyager” (1942), donde los trajes combinaron simplicidad y belleza.
Del reparto, la pareja Pitt-Cotillard, tiene bastante química, pero destaca el nivel interpretativo de la francesa.
Cotillard, está absolutamente sublime, y encara todas las variaciones de su personaje con un aplomo que causa escalofríos.
En cuanto a Brad Pitt, mantiene su carisma, y está terriblemente guapo, pero su falta de expresión facial, le hace perder el duelo interpretativo con su compañera.
Centrándonos en los personajes, es difícil no hablar de amor en esta historia, a pesar de ese halo de guerra que cubre todo el relato, la complicidad entre estos 2 actores, es total.
Se muestra como en un principio tienen que fingir su amor por exigencias de la misión, pero cómo, poco a poco, les resulta imposible no enamorarse perdidamente…
¿Alguien dijo Jolie-Pitt?
Ambos interpretan unos personajes fríos, valientes, incluso temerarios y letales, que están entrenados para ocultar sus sentimientos, pero que curiosamente acaban derritiéndose uno por el otro, algo para lo que ninguno de los 2 estaba preparado, y que se convierte en uno de los pilares de la historia.
En Allied, vivimos la evolución de una relación que presenta secretos e intenciones ocultas desde el primer momento, lo cual consigue que nunca te acabes de creer si los sentimientos son reales, o se trata de una ilusión, otro pilar de la trama…
Y gran culpa de ello, lo tiene el enigmático papel de Marianne, cuya identidad oculta, fluctúa entre el personaje que interpreta en la misión, durante la que conoce a Max, una asesina francesa, o la agente doble.
Con todo, es difícil no sospechar de ella, pero aún más complicado, es no sentirte atrapado por su mirada, pues Cotillard llena la pantalla con su mera presencia a pesar de tener a su lado a todo un Brad Pitt.
Tal es así, que Max cae en sus redes, a pesar de su apariencia impenetrable e impasible, entregándose casi sin darse cuenta a una mujer de la que conoce muy poco, pero con la que decide casarse en contra del consejo de Los Servicios de Inteligencia.
Sin ninguna duda, existe química entre ambos actores, y prueba de ello es que acabas creyendo en su historia de amor, aunque probablemente por el hermetismo de sus personajes, y del papel que juegan en la trama, en algunas ocasiones parecen distantes, y no salten “chispas”, lo cual no llega a menoscabar la intensidad de su interpretación, que va en aumento a medida que se acerca el desenlace.
Como dato curioso, el apellido del personaje de Brad Pitt, Vatan, significa “patria” en turco y árabe.
Sin embargo, el personaje es francocanadiense; y resulta curioso oírle hablar en francés, según Marion, debería sonar más parisino, y no de Quebec.
También lo podemos ver leyendo “Brighton Rock” (1938), una novela de Graham Greene, autor clásico y de gran prestigio durante la época en que transcurre el filme.
Brad Pitt y August Diehl, también aparecieron en “Inglourious Basterds” (2009), y sus escenas en ambas películas, giraban alrededor de un juego de cartas.
En general, Allied es una buena película romántica de espías; pero a Zemeckis le interesa más la trama amorosa, que la intriga.
Quizá por ello, las 2 mejores escenas de la película, tienen lugar en el espacio reducido de un coche.
Allí, la pareja hace el amor por primera vez, mientras afuera hay una tormenta de arena, en una escena tan excesiva que, al menos, rompe el orden de una película demasiado pulcra; y trae recuerdos del oscarizado “The English Patient” (1996)
El fondo, Allied bien se puede resumir en aquella frase genial de William Faulkner:
“Entre el dolor y la nada, prefiero el dolor”
Donde late el fundamental subtexto de que la certeza de saberse amado, es superior a cualquier sacrificio que ella conlleve, aunque se trate de renunciar a la misma persona amada.
Porque al final, lo más importante de Allied es la historia de fidelidades e infidelidades que nos cuentan, y cómo puedes anteponer su propio interés personal y la vida, a unos determinados ideales más o menos impuestos por un país o un ejército.
Anacronismos varios, los acontecimientos de Allied tienen lugar entre 1942 y 1945; por lo que en las escenas establecidas en Londres, vemos bombardeos realizados por la Luftwaffe…
Sin embargo, bombardeos ocurrieron después de mayo del 1941, y no ocurrió en Londres.
Los bombarderos que atacaron Londres en la escena de la fiesta de la casa, son Heinkel, que nunca bombardeó a Inglaterra, y no se habría visto combate después de 1943, debido a la superioridad aérea aliada.
Además, Allied tienen una laguna argumenta en la trama:
El personaje de Marion Cotillard, admite que es una traidora debido a la amenaza que corre sobre la cabeza de su hija; pero su traición comenzó antes del nacimiento del niño.
Lo que más choca, son esos intentos de encajar una narración antigua con la permisividad actual.
Que los héroes de la historia hablen de follar, no es suficiente; y luego tenemos el hecho anonadante de mostrar a una pareja de lesbianas, comportarse con total desinhibición; si incluso hoy día habría problemas en según qué ambientes, ver aquí a 2 mujeres abrazadas sin embozo alguno en plena calle, no causa sino el escepticismo más grande.
Por último, Alan Silvestri es el compositor de la banda sonora, la cual incluye temas clásicos como “Sing, Sing, Sing (With a Swing)” de Louis Prima, “You Are My Lucky Star” interpretado por Louis Armstrong, o “Flying Home” compuesto por Benny Goodman y Lionel Hampton.
“I'm very good at pretending, Max”
Todo se vale en el amor y en la guerra, ¿verdad?
Mientras la prensa rosa se frota las manos ante las primeras apariciones públicas de Brad Pitt tras su divorcio de Angelina Jolie, e inventan affaires con su compañera de reparto, Marion Cotillard, culpándola de la ruptura de la pareja, desde luego es una publicidad extra para Allied, sin entrar en temas de corazón, prefiero exaltar el talento de ambos, y lo que pueden dar de sí, trabajando mano a mano bajo las órdenes de Robert Zemeckis.
Y es que, sin duda, estamos ante 2 grandes estrellas; por lo que Paramount Pictures publicó el “teaser” promocional, solo horas después de que se conociera la noticia sobre el complicado divorcio de Brad Pitt y Angelina Jolie, en el cual, la propia Cotillard se ha visto involucrada, debido a los rumores de una supuesta infidelidad.
El tema de la familia, se recalca muy bien en Allied, y empatizas rápido con los 2 protagonistas que comparten una química espectacular, aunque muchos vean lo contrario… y mucho de la sutil realidad; pues recordemos que sus primeros 45 minutos son una tapadera como pareja, por lo cual es mayormente fingido.
Y es que si notan, Marion se parece a Angelina hace unos años, como cuando “Mr. & Mrs. Smith” (2005), véase la ironía.
No creo que el candente divorcio de Brangelina tenga nada que ver con Allied, pero no deja de ser una divertida coincidencia, que la cosa vaya de 2 talentosos espías que se enamoran, y que podría ser que estuvieran en bandos opuestos, como aquella otra en la que se conocieron los Pitt-Jolie; porque a veces, el fenómeno cinematográfico del estreno de una película, se ve sobrepasado con otros factores que a la postre, tienen poco que ver con la historia que nos quieren contar.
La mayoría de las veces, eso puede ser un gran valor añadido a la cinta de estreno, pero otras puede empañarla de polémicas estériles, que le hacen un flaco favor.
Sería una pena que recordáramos Allied, precisamente por este dato.

“They're watching us... now kiss me”



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