Wishful Drinking
“I'm Carrie Fisher and I'm an alcoholic”
Carrie Frances Fisher, fue una actriz, escritora y guionista estadounidense de cine y televisión, conocida principalmente por interpretar a La Princesa Leia Organa en la trilogía original de Star Wars; e hizo del personaje, una damisela que podía lidiar con su propia angustia, ya fuera enfrentando la villanía del temido Darth Vader, o los intereses románticos del pícaro contrabandista Han Solo.
Ganando la admiración de incontables fanáticos, Fisher nunca interpretó a Leia como una Princesa indefensa:
Tenía la dureza de escapar de las garras del monstruoso gánster Jabba The Hutt, y la ternura de decirle a Han Solo, mientras está a punto de ser congelado en carbonita:
“Te amo”
Hija del cantante Eddie Fisher, y de la actriz Debbie Reynolds; Carrie tenía un hermano menor, el actor Todd Fisher, y sus abuelos paternos fueron inmigrantes judíos, procedentes de Rusia.
Por parte materna, sus ancestros procedían de Inglaterra y Escocia, de religión evangélica.
Carrie apareció en algunas producciones con su madre, antes de empezar su primer trabajo de cine, cuando interpretó a la seductora joven de Warren Beatty en “Shampoo” (1975); y 2 años después, surgió el papel por el que sería ampliamente reconocida:
La Princesa Leia Organa, en la película inicialmente conocida como “Star Wars” (1977)
Una interpretación que repitió en las continuaciones:
“The Empire Strikes Back” (1980), “Return Of The Jedi” (1983) y, 32 años más tarde, en “Star Wars: The Force Awakens” (2015)
Entre medias, en 1980, Carrie apareció en otras películas como “The Blues Brothers”
Después de estos éxitos, luchó contra la dependencia de las drogas y el alcohol, y vivió un breve matrimonio con el cantante Paul Simon.
Su carrera cinematográfica, se resintió considerablemente, lo que se reflejaría en la poca calidad de las películas que interpretaba, exceptuando a la ganadora de 3 premios Oscar, “Hannah and Her Sisters” (1986)
A partir de entonces, trabajó como actriz secundaria, en comedias tales como:
“When Harry Met Sally...” (1989), y más recientemente, se usó su imagen para crear un holograma para el exitoso filme “Rogue One: A Star Wars Story” (2016); quedando pendiente la producción de “Star Wars: Episode VIII”, siendo estrenado como filme póstumo.
Es curioso que, habiéndose hecho conocida con un personaje tan serio como Leia, Carrie Fisher dedicara una parte importante de su carrera a la comedia, sobre todo en televisión.
Ejerció también de escritora, publicando la novela semi autobiográfica “Postcards From The Edge” (1987), y en 1990, el director Mike Nichols, le encargó el guión para la adaptación al cine de su libro, con Shirley MacLaine en el papel de su madre, en una época de su vida.
Fisher siguió escribiendo, y publicó:
“Surrender The Pink” (1990), “Delusions Of Grandma” (1993), “Hollywood Moms” (2001) y “The Best Awful There Is” (2004)
Y trabajo en los guiones de:
“E-Girl” (2007), y con el doctorado:
“Sister Act” (1992), “Last Action Hero” (1993), y “The Wedding Singer” (1998)
En 2001, se llevó a la pantalla otro guión suyo, fue el telefilme “These Old Broads”, con un cuarteto protagonista de lujo, formado por su madre, Debbie Reynolds, su antigua enemiga, Elizabeth Taylor; Shirley MacLaine, y Joan Collins.
En otro orden de interés, Fisher contó públicamente, los problemas que había tenido con las drogas, su batalla con el trastorno bipolar, y la adicción a los antidepresivos en el programa 20/20, del canal de televisión de la ABC.
En septiembre de 2009, publicó una biografía llamada “Wishful Drinking”, donde narra sus experiencias en clave de humor, riéndose de su tendencia al alcoholismo, y sus fracasos sentimentales; y se embarcó en una gira por los medios de comunicación, diciendo:
“Es divertida y hay inmediatez, cada noche es distinta, por lo que el espectáculo cambia, y lo hace más entretenido para mí, y también para el público”, dijo la actriz sobre su obra, de casi 90 minutos de duración.
En diciembre de ese año, la grabación de libros de audio de Fisher, de “Wishful Drinking” le ganó una nominación para un Grammy, en la categoría de Mejor Álbum de Palabras Hablado.
En una visita a Australia en 2010, para promocionar el documental “Wishful Drinking”, basado en un libro escrito por la actriz, y con claro carácter autobiográfico, Fisher aseguró que empezó a consumir cocaína en 1980, durante el rodaje de “The Empire Strikes Back”
Lo hizo, aseguraba, para mantener el ritmo, no porque le gustara, pero su adicción la llevó a visitar regularmente las clínicas de desintoxicación, e incluso sufrió una sobredosis.
En 2010, HBO filmó el largometraje documental de la obra teatral, y lo estrenó en TV.
En 2011, Carrie Fisher publicó “Shockaholic”, una novela de no-ficción; y el 23 de diciembre de 2016, sufrió un infarto masivo mientras se encontraba en un vuelo que la trasladaba de Londres a Los Angeles, aplicándose inmediatamente medidas de reanimación.
Fisher fue trasladada a un centro médico de la ciudad en grave estado.
Para entonces, la popular actriz estadounidense, se encontraba realizando la gira de promoción de su nuevo libro, “The Princess Diarist” (2016)
El libro se basa en los diarios que mantuvo durante la filmación de la trilogía original de “Star Wars”, a finales de los años 70 y principios de los 80.
Pero un infarto en el aire, en pleno vuelo, ha podido con la incombustible Princesa Leia.
Ni Darth Vader, ni El Imperio, ni miles de cazas en combate, fueron capaces de anular a la rebelde, indómita e insumisa Carrie Fisher.
La actriz, ha muerto a los 60 años, en el hospital de Los Angeles, en el que se encontraba ingresada desde hace 4o días, tras sufrir un infarto minutos antes del aterrizaje.
La actriz fue atendida por el personal, recibió maniobras de reanimación, y fue trasladada al centro médico de la Universidad de California en Los Angeles.
Según informó el diario Los Angeles Times, al llegar al hospital, Fisher se encontraba ya en estado crítico.
El portavoz de la familia, Simon Halls, ha enviado un comunicado a los medios, en el que se anuncia la muerte de la intérprete:
“Con profunda tristeza, Billie Lourd, única hija de la actriz, ha confirmado que su querida madre ha fallecido a las 8.55 de esta mañana, del 27 de diciembre de 2016.
Era querida por el mundo, y la echaremos de menos.
Toda nuestra familia les agradece sus rezos y buenos pensamientos”
El día en que Fisher murió, le sobrevivió su madre, Debbie Reynolds, su hija Billie Lourd, su hermano Todd Fisher, sus hermanas, Joely y Tricia Leigh Fisher, y su perro Gary.
No obstante, Debbie Reynolds murió al día siguiente, después de ser llevada al hospital de la casa de su hijo en Beverly Hills, donde se reunían para planear el funeral de Fisher.
Todd Fisher dijo que su madre había sufrido un derrame cerebral, y dijo:
“Lo único bueno de esto, es que mi mamá quería estar con mi hermana”, y lo dijo ella misma en una oportunidad:
“Quiero estar con Carrie”, dijo Reynolds, poco antes de su muerte.
En el mismo libro, “Wishful Drinking”, Carrie Fisher escribió acerca de su esperado obituario:
“I want it reported that I drowned in moonlight, strangled by my own bra”
Wishful Drinking es una comedia documental del año 2010, dirigida por Fenton Bailey y Randy Barbato.
Protagonizada por Carrie Fisher, Debbie Reynolds, Eddie Fisher, Elizabeth Taylor, Paul Simon, George Lucas, entre otros.
El guión es de Carrie Fisher, y fue grabado ante una audiencia en vivo, en South Orange, New Jersey.
La artista, hija de Eddie Fisher y Debbie Reynolds, resume ingeniosamente en la obra Wishful Drinking, sus 54 años, unos desperdiciados por el alcoholismo, la drogadicción y un desorden psiquiátrico; y además, presenta a su conocida familia.
En realidad, Wishful Drinking no se trata ni tan siquiera de un documental, sino de una actuación en un escenario como si del “Club de La Comedia” se tratara.
La comedia en vivo, en inglés, “stand-up comedy”, o “comedia de pie”, es un estilo de comedia, donde el comediante se dirige directamente a una audiencia en vivo.
A diferencia del teatro tradicional, el comediante en vivo, interactúa con el público, estableciendo diferentes tipos de diálogos.
Aquí, Carrie Fisher realiza comedia en vivo, de pie, monologuista, y charlista, donde compartió su vida; con mucho humor negro, y referida a rutinas de hipocresía, ironías y situaciones de la vida diaria de una forma entretenida, una burla al industria de Hollywood, la sociedad, la cultura, los valores, las costumbres o tradiciones, hábitos, o incluso a sí misma.
Y desgrana su biografía con una valentía admirable, pues narra aspectos nada agradables, aunque al hacerlo en clave de humor, parece que se trate de otra persona.
Así vemos a una Carrie Fisher inteligente, irónica, bastante bocazas, con voz de cazallera y sobrepeso, explica su debacle con el alcohol, las drogas y sus trastornos de bipolaridad en un monólogo brillante.
Fisher lo cuenta todo, creciendo en Hollywood, teniendo a Eddie Fisher como padre, el triángulo Liz-Debbie-Eddie, La Princesa Leia, su adicción a las drogas y su “invitación a un hospital psiquiátrico”; y nos da una mirada a través de una gran junta de su “Hollywood Genealogy Tree”, diciendo:
“Pero no te preocupes, Eddie no estuvo solo por mucho tiempo...”
Llena de imágenes y flechas de sus padres, sus cónyuges, sus hijos, y ella.
Con 2 matrimonios e hija, tratando de averiguar si su hija y un nieto de Elizabeth Taylor podrían salir, o si, de hecho, estaban relacionados.
Debido a su retención de la licencia de Star Wars, Fisher nos aconseja también, que George Lucas posee su imagen y semejanza, para que “cada vez que me miro al espejo, tengo que pagarle unos cuantos dólares”
Y le dice a la audiencia:
“Si tienes la oportunidad de ser un separador de libros, hazlo”
Ella es, después de todo, la hija de la gran Debbie Reynolds, que fue nominada para un Oscar por “The Unsinkable Molly Brown” (1964); pero perdió frente a Julie Andrews, por su interpretación multicapa, emocional y profunda de “Mary Poppins”
Y dijo:
“Si mi vida no fuera divertida, sería real, y eso sería inaceptable”
Lo interesante de Wishful Drinking, es conocer en primera persona, cómo se destruye un mito del cine, y cómo una persona que ha pasado por un dragón kan, es capaz de superarse a través de la aceptación de la realidad, riéndose de ella misma, y contándola directamente al público.
¡Este acto, es histéricamente divertido y conmovedor!
Simplemente me gustó su encanto e ingenio, por lo que lamento su fallecimiento temprano, siendo tan talentosa.
Y es que ella nunca se mete en la autocompasión como tantas otras estrellas de cine.
Ella puede mirar hacia atrás, en sus problemas, y hacer algo divertido de ello, que es algo que siempre anima.
¿Por qué tomarse la vida tan en serio?
“Resentment is like drinking poison and waiting for the other person to die”
El canal de televisión por cable, HBO, lanzó un documental filmado del show Wishful Drinking, dirigido por Fenton Bailey y Randy Barbato, y se emitió por primera vez, en diciembre de 2010.
La película fue lanzada en DVD, el 13 de septiembre de 2011; y ambas recibieron una mezcla de reseñas.
La revisión del New York Times, de enero de 2009, lo describió como una “graciosa, sardónica y pequeña memoria”, pero “muy leve, rellenada grandemente con entre las líneas, y algunas fotografías de la familia, que muestra a veces, una necesidad casi antigua de entretener”
Carrie Fisher, cubre su vida desde el principio hasta el momento actual, en Wishful Drinking, sin dejar nada a la imaginación.
Este no es ciertamente un mundo perfecto, y ella nos muestra sus faltas, así como aquellos que han sido parte de la vida.
Dada la distancia con la que su árbol genealógico alcanza el mundo de la celebridad, es increíble que tenga algún alcance del mundo real.
El espectáculo es a veces triste e increíble, hay que decirlo todo.
No lo encontré cruel, grosero o desagradable de ninguna manera.
Lo que está aquí, es su historia de vida llena de buenos y malos momentos, como todos nosotros, aunque la suya ha estado en el ojo público.
Sin embargo, nada de lo que ella dice realmente, parece malicioso.
Tanto Debbie Reynolds como Eddie Fisher, estaban vivos cuando ella comenzó este espectáculo, ella incluso mencionó que su padre lo vio.
Eddie Fisher, moriría 3 meses después de la grabación, el 22 de septiembre de 2010.
Y en una entrevista con su mamá, Debbie dijo que Carrie no le pidió consejo o notas, y sólo pidió la opinión de Debbie, después de que el programa se había cerrado.
No se puede decir lo mucho mejor que hubiera podido ser, si Carrie se hubiera maravillado al pedir el consejo de su madre, y esta le hubiera puesto su característico condimento.
Y es que Carrie nunca habla de algo que no sea bien conocido.
Ella parece cordial con sus ex maridos, y ama a su hijo; no es ni se muestra amarga; de hecho, me pareció el espectáculo bastante optimista, teniendo en cuenta el desastre su vida había sido.
Y recuerda su infancia dorada vivida en ese mundo de la creencia, donde sus padres famosos, Eddie Fisher y Debbie Reynolds crearon, solamente para verlo pararse totalmente, cuando su padre dejó el hogar, para perseguir una estrella glamorosa que fuera una amiga cercana:
Elisabeth Taylor.
Su propia experiencia con el hombre a quien amaba, Paul Simon, también es examinada por el dolor que le causó, y las canciones/indirectas que le dedicó.
El matrimonio Simon duró menos de un año, de agosto de 1983 a julio de 1984, pero la pareja continuó su relación después del divorcio, e incluso ambos visitaron a un brujo durante un viaje por El Amazonas, según relató Peter Ames Carlin en su libro “Homeward Bound: The Life Of Paul Simon”
También habló de su matrimonio con Bryan Lourd, que acabó rompiendo con Fisher, e iniciando una relación con otro hombre, circunstancia de la que luego Carrie Fisher ha hablado abiertamente, y con gran sentido del humor, como solía hacer con todas sus historias personales:
“Me dijo después, que yo le había vuelto gay… por recaer en la codeína”, uno de los medicamentos opiáceos a los que la actriz fue adicta.
Y yo le respondí:
“Sabes, nunca leí esa advertencia en el prospecto”, contaba en su autobiografía, Wishful Drinking.
Pese a todo, Carrie Fisher y Bryan Lourd, que recientemente contrajo matrimonio con el empresario de restauración Bruce Bozzi, han mantenido a lo largo de los años, una relación de amistad y cariño:
“Bryan es un buen hombre en muchos aspectos.
Me costó un tiempo recomponerme, pero luego empezamos a ir juntos de vacaciones, Billie, Bryan y yo, y el hombre con el que salía.
Porque los 2 la queríamos mucho.
Y yo quería que Billie viese que podíamos ser amigos, porque eso es algo que yo nunca pude vivir con mis propios padres.
Estoy contenta de haberle dado a Billie un buen padre.
En realidad, él es todo lo que mi padre no fue.
Incluyendo gay”, contaba sin perder su sentido del humor.
Su afirmación de la fama, como La Princesa Leia, es otro capítulo histérico de su vida.
La relación con George Lucas, se examina trayendo aspectos que uno nunca conoció.
Pero el punto culminante, es la pizarra gigante de su árbol de familia famoso, con el cual, ella intenta discernir si su hija debe salir a un hombre que puede o no puede ser un pariente, por ser familia de Elisabeth Taylor.
Con ese “Genealogy Chart”, Carrie se divierte, y nosotros también, porque es historia de Hollywood, de la realeza que no tiene EEUU.
Pero hay que decirlo todo, siendo Eddie Fisher, su padre, quien recibe la mayoría de los dardos envenenados, y claramente los merecía; pero debió de haberle perdonado hace mucho tiempo; tanto que el espectáculo está dedicado a él.
Y sí, ella se pone las famosas trenzas para recordarnos la oportunidad que le permitió salir de la sombra de sus famosos padres, y entrar por derecho propio en la iconografía cultural.
En el fondo, este monólogo es una especie de catarsis para una mujer que ha vivido la mayor parte de su vida en el mundo del espectáculo.
Viniendo de ese ambiente enrarecido, Carrie Fisher no pica palabras al decir a su audiencia, aspectos de una vida que ha vivido, la mayor parte de ella, en el ojo público y del huracán.
Aunque su obsesión con sus padres y padrinos, los Todd-Taylor, puede ser un poco cansado, para ser honesto, incluso mientras las historias absurdas de Hollywood, siguen siendo escandalosas.
Pero uno puede sentir su dolor a medida que avanza Wishful Drinking, para contar la historia de su vida; y sobre el papel que ejerce sobre personas con problemas, Fischer señaló que se siente más cómoda con su influencia sobre aquellos que sufren de enfermedades mentales:
“Me siento más cómoda como modelo de aquellos, que tienen un problema mental.
Hay personas que participan más de su abstinencia que yo, y eso me impresiona mucho”, señaló.
Lo único que te salva en muchas ocasiones, es la capacidad de reírse de ti mismo.
Y aquí denota no sólo auto comprensión y madurez, sino inteligencia y buen juicio.
La verdad es que pocas son las veces en que los famosos dan muestra de ello.
La mayoría de los que han pasado por divorcios, adicción a las drogas, tratamientos siquiátricos y demás, no han dado más que material para notas escandalosas y amarillistas, y para revistas del corazón.
Es por eso que este híbrido entre show y documental, basado en un libro autobiográfico, resulta poco menos que sorprendente.
Carrie Fisher despliega un talento poco usual para hablar de ella misma, y desde ella misma, en un monólogo donde hace uso de fotos y videos, contando su vida y con público en vivo, es la manera que elige La Princesa Leia, para contarnos el lado más oscuro de ser famosa e hija de famosos, ícono cultural, esposa y pareja de artistas, pero en medio de todo eso, la tragedia de ser una mujer bipolar y adicta.
¿Lo novedoso de Wishful Drinking?
Nadie acaba compadeciéndose de esta asombrosa mujer, que en medio de frases sencillas y poderosas, cargadas de un ácido sentido del humor, logra que la admires todavía más que cuando la viste por primera vez en versión hologramática, pidiéndole ayuda a Obi-Wan Kenobi.
Y lo mejor de todo, es que es divertidísima.
Una especie de terapia colectiva, que hace que nos cuestionemos severamente lo inútil de crear ídolos, de necesitar figuras falsas para obsesionarnos con ellas, para luego desencantarnos, porque son tan humanas como nosotros.
Carrie Fisher hace del desencanto, una delicia.
Divertida y profunda, fans y no fans de Star Wars, no deben perderse Wishful Drinking, porque es la muestra de que se puede haber sido seducido por El Lado Oscuro, y sin embargo, eso solo sirve para comprobar que La Fuerza, en realidad, nunca dejó de acompañarle.
Y las frases, sin duda son como para hacer una antología:
Divertidas, sarcásticas, profundas, aquí algunas muestras:
“Todo aquel que rebasa los 40 años, es un sobreviviente”; “Mi abuela me dijo: “Llora mucho, orinarás menos”; “Dicen que la religión es el opio de los pueblos: yo consumí opio religiosamente, y en masa”; “…y oigo voces de ángeles. Es eso o que me equivoqué de pastillas”; “Voy a las convenciones de Star Wars cuando me siento sola”; “Le digo a mi hija que si puede reírse de que tiene una madre adicta y un padre gay, eso le va ayudar mucho a no sufrir en la vida”; “Estuve buena y fui bonita cuando todo mundo lo es. Nadie me dijo que firmaba un contrato donde decía que así me tenía que quedar para siempre. Obviamente, violé el contrato”
¿Qué se le puede achacar a Wishful Drinking?
El humor de EEUU no siempre es lo más divertido que existe.
Un “stand up comedy” con el estilo gringo, no siempre es del gusto de todos…
Y al ser un hibrido de show y documental, no queda del todo delineado, seguramente porque no se sigue “una fórmula”
Incluso, es discutible si es documental, porque es evidente que Carrie Fisher no está siendo “dirigida”
Wishful Drinking trata de la grabación de un show, con buena producción, y ya.
¡Pero que buen show!
“I haven't been naked in fifteen years.
And I haven't been sleeveless in twenty.
Some of you ladies would know what I'm talking about”
La noticia de la muerte de Carrie Fisher, ha sido un duro golpe, no sólo para todos los fanáticos de la saga “Star Wars”, sino para todos los que disfrutaban de su ingenio, y su rapidez mental, además de la gran vis cómica, que siempre desplegó en todos sus trabajos.
La actriz, tenía solo 20 años cuando se estrenó “Star Wars”, y el inmediato y gigantesco éxito de la película, unido a su desorden bipolar, la llevó a una espiral de drogas de la que tardó muchos años en salir, pero pese a todo, siempre estuvo agradecida al personaje de Princesa Leia:
“La gente quiere oírme decir, que estoy harta de interpretar a Leia, y que ese personaje arruinó mi vida.
Pero si mi vida era tan fácil de arruinar, entonces merecía ser arruinada”, dijo en 2015
Fisher, de 52 años, ha vuelto a ser noticia, después de que el diario británico Daily Mail, publicase unas fotos suyas, en las que se observa un considerable aumento de peso.
Esta ha declarado, que actualmente no es capaz de verse a sí misma en la película que la lanzó a la fama.
También declaró, que su sobrepeso “es una cosa poco importante”, y que no es su mayor problema:
“Es despreciable, un problema de clase alta, pero te convierte en alguien vulnerable”, reconocía la actriz.
Y agregó después:
“Puedes reconocer los síntomas de la mayoría de las enfermedades.
Fiebre, dolor de estómago, frío...
Con la depresión maníaca, es promiscuidad sexual, gastos excesivos y abuso de sustancias.
¡Y eso sonaba simplemente como un fantástico fin de semana en Las Vegas para mí!”, asegura la actriz en el libro y show, Wishful Drinking.
Y es que durante años, Carrie Fisher no supo controlarse, rechazaba los tratamientos que le proponían los médicos, y actuaba por impulsos.
Uno de ellos, le llevó a casarse con el cantante Paul Simon…
Aunque la revelación de la que más se habló, fue de la relación que la actriz y Harrison Ford mantuvieron durante 3 meses en el rodaje de la primera entrega de “Star Wars”:
“Si Harrison era incapaz de ver que yo sentía algo por él, entonces no era tan listo como yo creía que era, como sabía que era.
Le quise, y él lo permitió”, aseguró la actriz en su último libro.
También reconoció, que no se sintió bien al tener una relación con un hombre casado, mayor que ella, pues Ford tenía 33, y con 2 hijos, y por eso no habló de la relación hasta 4 décadas más tarde.
Wishful Drinking devela entonces, secretos y adicciones de una actriz inestable, que sin embargo nunca quiso culpar ni a su temprana fama, ni a su mitificado personaje de Princesa Leia, de sus problemas posteriores.
El desconcierto, a raíz de trascendencia a una Galaxia Lejana… se mezcla con el luto en las filas galácticas.
Los seguidores de “Star Wars”, no sólo lamentan su muerte, sino que se preguntan:
¿Qué ocurrirá con los episodios pendientes de la nueva trilogía, el VIII y el IX?
Al menos el VIII terminó de realizarse en julio, con participación de la actriz.
Ese nuevo filme, que debe estrenarse el 15 de diciembre del 2017, se halla ahora en fase de postproducción, sin que se sepa si Disney y Lucasfilm se plantean ajustes.
Más peliagudo es el Episodio IX, donde estaba previsto que Leia Organa tuviera un papel destacado.
De modo que los actuales responsables de “Star Wars”, habrán de cambiar sustancialmente sus planes, y tal vez su guión para esa última entrega.
Hace apenas 1 año, el cineasta que se encargará de dirigir “Star Wars: Episode IX”, Colin Trevorrow, dijo estar ansioso por encontrar “nuevos espacios” para los personajes del General Leia Organa y Luke Skywalker.
Por lo que se ha filtrado en los últimos meses, a través de los medios hollywoodienses, ya en El Episodio VIII, Leia tiene un rol destacado y, al igual que en el recién estrenado Episodio VII, “The Force Awakens” (2015), la hija de Fisher, Billie Lord, tiene un pequeño papel, aunque mayor que en la anterior ocasión.
Además, la propia Fisher reveló hace meses, que en la VIII parte se había rodado el funeral de Han Solo (Harrison Ford), que muere en “The Force Awakens” (2015), pero sobre cuya reaparición en el siguiente episodio han circulado especulaciones varias…
A no ser que Han Solo no se limite a reaparecer, por ejemplo en un “flashback”, sino que resucite de algún modo…
También, ha llegado a vaticinarse la opción de precipitar la muerte de Leia en el último episodio de la actual trilogía de “Star Wars”, obviamente mediante un giro de guión…
Se haría muy cuesta arriba, desde la perspectiva de la trama, eliminar a 2 personajes tan icónicos, constituiría un golpe tremendo para la historia, dada la relevancia de ambos en La Resistencia contra El Imperio.
La opción está, no obstante, sobre la mesa, y compite con otras que ya se apuntan.
Una de esas otras posibilidades, consistiría en la sustitución de Fisher por otra actriz que interprete a Leia Organa, como se ha hecho no pocas veces en la televisión, y algunas en el cine; por ejemplo, cuando el actor Richard Harris murió después de hacer de Albus Dumbledore en las 2 primeras películas de la serie de “Harry Potter”, y fue reemplazado por Michael Gambon.
Otra alternativa que se baraja, es recurrir a lo último en tecnología cinematográfica, en las imágenes generadas por computadora, CGI, por sus siglas en inglés, para recrear digitalmente la apariencia de la actriz.
El sistema se empleó ya en “Rogue One: A Star Wars Story” (2016), donde la actriz noruega, Ingvild Deila, hizo de Leia cuando era joven, y el actor británico Guy Henry, sirvió de base para un revivido Peter Cushing, muerto en 1994, como el personaje de Grand Moff Tarkin, una operación que dio lugar a un interesante debate sobre los límites éticos en el uso de las nuevas tecnologías en cine.
Galaxias al margen, porque me gusta Star Wars, Carrie Fisher aparecerá en uno de los 6 episodios de la 3ª temporada de “Catastrophe” de Amazon, que se verá la próxima primavera.
No está claro, cómo el fallecimiento de la actriz, puede afectar a la serie, que tiene confirmada una 4ª temporada.
Tampoco se sabe, hasta qué punto queda tocada la película sobre el mundo de la moda, “Wonderwell” de Vlad Marsavin, en la que la intérprete tenía asignado un papel, pero sobre cuyo plan de filmación, y estado del trabajo de Fisher, el director mantiene las incógnitas.
La actriz, Carrie Fisher, eso sí culminó su participación, junto a su madre, en el documental “Bright Lights: Starring Carrie Fisher and Debbie Reynolds”, que HBO emitirá en marzo de 2017.
De todos modos, la desaparición de la artista, deja más de un agujero negro en el espacio del cine; y tan sólo unas horas después de morir, Fisher se convirtió en escritora de superventas a título póstumo.
Su último libro, “The Princess Diarist”, en el que desveló el amorío que mantuvo con Harrison Ford en 1976, cuando rodaban la primera parte de “Star Wars”, se alzó hasta el primer puesto de los más vendidos por Amazon.
En vida, ella dijo:
“Soy La Princesa Leia, pase lo que pase.
Si estuviera intentando conseguir una buena mesa en un restaurante, no diría que escribí “Postcards From The Edge”
O si estoy intentando que alguien acepte mi cheque, y no tengo identificación, no diría:
“¿Has visto “When Harry Met Sally…”?
La Princesa Leia estará en mi lápida”
Tras su muerte, en ausencia de una estrella para Fisher en El Paseo de La Fama de Hollywood, los fanáticos crearon su propio monumento, usando una estrella en blanco.
Junto con las flores y las velas, las palabras puestas en la estrella en blanco leyeron:
“Carrie Fisher May The Force Be With You Always...”
Carrie Frances Fisher, fue una actriz, escritora y guionista estadounidense de cine y televisión, conocida principalmente por interpretar a La Princesa Leia Organa en la trilogía original de Star Wars; e hizo del personaje, una damisela que podía lidiar con su propia angustia, ya fuera enfrentando la villanía del temido Darth Vader, o los intereses románticos del pícaro contrabandista Han Solo.
Ganando la admiración de incontables fanáticos, Fisher nunca interpretó a Leia como una Princesa indefensa:
Tenía la dureza de escapar de las garras del monstruoso gánster Jabba The Hutt, y la ternura de decirle a Han Solo, mientras está a punto de ser congelado en carbonita:
“Te amo”
Hija del cantante Eddie Fisher, y de la actriz Debbie Reynolds; Carrie tenía un hermano menor, el actor Todd Fisher, y sus abuelos paternos fueron inmigrantes judíos, procedentes de Rusia.
Por parte materna, sus ancestros procedían de Inglaterra y Escocia, de religión evangélica.
Carrie apareció en algunas producciones con su madre, antes de empezar su primer trabajo de cine, cuando interpretó a la seductora joven de Warren Beatty en “Shampoo” (1975); y 2 años después, surgió el papel por el que sería ampliamente reconocida:
La Princesa Leia Organa, en la película inicialmente conocida como “Star Wars” (1977)
Una interpretación que repitió en las continuaciones:
“The Empire Strikes Back” (1980), “Return Of The Jedi” (1983) y, 32 años más tarde, en “Star Wars: The Force Awakens” (2015)
Entre medias, en 1980, Carrie apareció en otras películas como “The Blues Brothers”
Después de estos éxitos, luchó contra la dependencia de las drogas y el alcohol, y vivió un breve matrimonio con el cantante Paul Simon.
Su carrera cinematográfica, se resintió considerablemente, lo que se reflejaría en la poca calidad de las películas que interpretaba, exceptuando a la ganadora de 3 premios Oscar, “Hannah and Her Sisters” (1986)
A partir de entonces, trabajó como actriz secundaria, en comedias tales como:
“When Harry Met Sally...” (1989), y más recientemente, se usó su imagen para crear un holograma para el exitoso filme “Rogue One: A Star Wars Story” (2016); quedando pendiente la producción de “Star Wars: Episode VIII”, siendo estrenado como filme póstumo.
Es curioso que, habiéndose hecho conocida con un personaje tan serio como Leia, Carrie Fisher dedicara una parte importante de su carrera a la comedia, sobre todo en televisión.
Ejerció también de escritora, publicando la novela semi autobiográfica “Postcards From The Edge” (1987), y en 1990, el director Mike Nichols, le encargó el guión para la adaptación al cine de su libro, con Shirley MacLaine en el papel de su madre, en una época de su vida.
Fisher siguió escribiendo, y publicó:
“Surrender The Pink” (1990), “Delusions Of Grandma” (1993), “Hollywood Moms” (2001) y “The Best Awful There Is” (2004)
Y trabajo en los guiones de:
“E-Girl” (2007), y con el doctorado:
“Sister Act” (1992), “Last Action Hero” (1993), y “The Wedding Singer” (1998)
En 2001, se llevó a la pantalla otro guión suyo, fue el telefilme “These Old Broads”, con un cuarteto protagonista de lujo, formado por su madre, Debbie Reynolds, su antigua enemiga, Elizabeth Taylor; Shirley MacLaine, y Joan Collins.
En otro orden de interés, Fisher contó públicamente, los problemas que había tenido con las drogas, su batalla con el trastorno bipolar, y la adicción a los antidepresivos en el programa 20/20, del canal de televisión de la ABC.
En septiembre de 2009, publicó una biografía llamada “Wishful Drinking”, donde narra sus experiencias en clave de humor, riéndose de su tendencia al alcoholismo, y sus fracasos sentimentales; y se embarcó en una gira por los medios de comunicación, diciendo:
“Es divertida y hay inmediatez, cada noche es distinta, por lo que el espectáculo cambia, y lo hace más entretenido para mí, y también para el público”, dijo la actriz sobre su obra, de casi 90 minutos de duración.
En diciembre de ese año, la grabación de libros de audio de Fisher, de “Wishful Drinking” le ganó una nominación para un Grammy, en la categoría de Mejor Álbum de Palabras Hablado.
En una visita a Australia en 2010, para promocionar el documental “Wishful Drinking”, basado en un libro escrito por la actriz, y con claro carácter autobiográfico, Fisher aseguró que empezó a consumir cocaína en 1980, durante el rodaje de “The Empire Strikes Back”
Lo hizo, aseguraba, para mantener el ritmo, no porque le gustara, pero su adicción la llevó a visitar regularmente las clínicas de desintoxicación, e incluso sufrió una sobredosis.
En 2010, HBO filmó el largometraje documental de la obra teatral, y lo estrenó en TV.
En 2011, Carrie Fisher publicó “Shockaholic”, una novela de no-ficción; y el 23 de diciembre de 2016, sufrió un infarto masivo mientras se encontraba en un vuelo que la trasladaba de Londres a Los Angeles, aplicándose inmediatamente medidas de reanimación.
Fisher fue trasladada a un centro médico de la ciudad en grave estado.
Para entonces, la popular actriz estadounidense, se encontraba realizando la gira de promoción de su nuevo libro, “The Princess Diarist” (2016)
El libro se basa en los diarios que mantuvo durante la filmación de la trilogía original de “Star Wars”, a finales de los años 70 y principios de los 80.
Pero un infarto en el aire, en pleno vuelo, ha podido con la incombustible Princesa Leia.
Ni Darth Vader, ni El Imperio, ni miles de cazas en combate, fueron capaces de anular a la rebelde, indómita e insumisa Carrie Fisher.
La actriz, ha muerto a los 60 años, en el hospital de Los Angeles, en el que se encontraba ingresada desde hace 4o días, tras sufrir un infarto minutos antes del aterrizaje.
La actriz fue atendida por el personal, recibió maniobras de reanimación, y fue trasladada al centro médico de la Universidad de California en Los Angeles.
Según informó el diario Los Angeles Times, al llegar al hospital, Fisher se encontraba ya en estado crítico.
El portavoz de la familia, Simon Halls, ha enviado un comunicado a los medios, en el que se anuncia la muerte de la intérprete:
“Con profunda tristeza, Billie Lourd, única hija de la actriz, ha confirmado que su querida madre ha fallecido a las 8.55 de esta mañana, del 27 de diciembre de 2016.
Era querida por el mundo, y la echaremos de menos.
Toda nuestra familia les agradece sus rezos y buenos pensamientos”
El día en que Fisher murió, le sobrevivió su madre, Debbie Reynolds, su hija Billie Lourd, su hermano Todd Fisher, sus hermanas, Joely y Tricia Leigh Fisher, y su perro Gary.
No obstante, Debbie Reynolds murió al día siguiente, después de ser llevada al hospital de la casa de su hijo en Beverly Hills, donde se reunían para planear el funeral de Fisher.
Todd Fisher dijo que su madre había sufrido un derrame cerebral, y dijo:
“Lo único bueno de esto, es que mi mamá quería estar con mi hermana”, y lo dijo ella misma en una oportunidad:
“Quiero estar con Carrie”, dijo Reynolds, poco antes de su muerte.
En el mismo libro, “Wishful Drinking”, Carrie Fisher escribió acerca de su esperado obituario:
“I want it reported that I drowned in moonlight, strangled by my own bra”
Wishful Drinking es una comedia documental del año 2010, dirigida por Fenton Bailey y Randy Barbato.
Protagonizada por Carrie Fisher, Debbie Reynolds, Eddie Fisher, Elizabeth Taylor, Paul Simon, George Lucas, entre otros.
El guión es de Carrie Fisher, y fue grabado ante una audiencia en vivo, en South Orange, New Jersey.
La artista, hija de Eddie Fisher y Debbie Reynolds, resume ingeniosamente en la obra Wishful Drinking, sus 54 años, unos desperdiciados por el alcoholismo, la drogadicción y un desorden psiquiátrico; y además, presenta a su conocida familia.
En realidad, Wishful Drinking no se trata ni tan siquiera de un documental, sino de una actuación en un escenario como si del “Club de La Comedia” se tratara.
La comedia en vivo, en inglés, “stand-up comedy”, o “comedia de pie”, es un estilo de comedia, donde el comediante se dirige directamente a una audiencia en vivo.
A diferencia del teatro tradicional, el comediante en vivo, interactúa con el público, estableciendo diferentes tipos de diálogos.
Aquí, Carrie Fisher realiza comedia en vivo, de pie, monologuista, y charlista, donde compartió su vida; con mucho humor negro, y referida a rutinas de hipocresía, ironías y situaciones de la vida diaria de una forma entretenida, una burla al industria de Hollywood, la sociedad, la cultura, los valores, las costumbres o tradiciones, hábitos, o incluso a sí misma.
Y desgrana su biografía con una valentía admirable, pues narra aspectos nada agradables, aunque al hacerlo en clave de humor, parece que se trate de otra persona.
Así vemos a una Carrie Fisher inteligente, irónica, bastante bocazas, con voz de cazallera y sobrepeso, explica su debacle con el alcohol, las drogas y sus trastornos de bipolaridad en un monólogo brillante.
Fisher lo cuenta todo, creciendo en Hollywood, teniendo a Eddie Fisher como padre, el triángulo Liz-Debbie-Eddie, La Princesa Leia, su adicción a las drogas y su “invitación a un hospital psiquiátrico”; y nos da una mirada a través de una gran junta de su “Hollywood Genealogy Tree”, diciendo:
“Pero no te preocupes, Eddie no estuvo solo por mucho tiempo...”
Llena de imágenes y flechas de sus padres, sus cónyuges, sus hijos, y ella.
Con 2 matrimonios e hija, tratando de averiguar si su hija y un nieto de Elizabeth Taylor podrían salir, o si, de hecho, estaban relacionados.
Debido a su retención de la licencia de Star Wars, Fisher nos aconseja también, que George Lucas posee su imagen y semejanza, para que “cada vez que me miro al espejo, tengo que pagarle unos cuantos dólares”
Y le dice a la audiencia:
“Si tienes la oportunidad de ser un separador de libros, hazlo”
Ella es, después de todo, la hija de la gran Debbie Reynolds, que fue nominada para un Oscar por “The Unsinkable Molly Brown” (1964); pero perdió frente a Julie Andrews, por su interpretación multicapa, emocional y profunda de “Mary Poppins”
Y dijo:
“Si mi vida no fuera divertida, sería real, y eso sería inaceptable”
Lo interesante de Wishful Drinking, es conocer en primera persona, cómo se destruye un mito del cine, y cómo una persona que ha pasado por un dragón kan, es capaz de superarse a través de la aceptación de la realidad, riéndose de ella misma, y contándola directamente al público.
¡Este acto, es histéricamente divertido y conmovedor!
Simplemente me gustó su encanto e ingenio, por lo que lamento su fallecimiento temprano, siendo tan talentosa.
Y es que ella nunca se mete en la autocompasión como tantas otras estrellas de cine.
Ella puede mirar hacia atrás, en sus problemas, y hacer algo divertido de ello, que es algo que siempre anima.
¿Por qué tomarse la vida tan en serio?
“Resentment is like drinking poison and waiting for the other person to die”
El canal de televisión por cable, HBO, lanzó un documental filmado del show Wishful Drinking, dirigido por Fenton Bailey y Randy Barbato, y se emitió por primera vez, en diciembre de 2010.
La película fue lanzada en DVD, el 13 de septiembre de 2011; y ambas recibieron una mezcla de reseñas.
La revisión del New York Times, de enero de 2009, lo describió como una “graciosa, sardónica y pequeña memoria”, pero “muy leve, rellenada grandemente con entre las líneas, y algunas fotografías de la familia, que muestra a veces, una necesidad casi antigua de entretener”
Carrie Fisher, cubre su vida desde el principio hasta el momento actual, en Wishful Drinking, sin dejar nada a la imaginación.
Este no es ciertamente un mundo perfecto, y ella nos muestra sus faltas, así como aquellos que han sido parte de la vida.
Dada la distancia con la que su árbol genealógico alcanza el mundo de la celebridad, es increíble que tenga algún alcance del mundo real.
El espectáculo es a veces triste e increíble, hay que decirlo todo.
No lo encontré cruel, grosero o desagradable de ninguna manera.
Lo que está aquí, es su historia de vida llena de buenos y malos momentos, como todos nosotros, aunque la suya ha estado en el ojo público.
Sin embargo, nada de lo que ella dice realmente, parece malicioso.
Tanto Debbie Reynolds como Eddie Fisher, estaban vivos cuando ella comenzó este espectáculo, ella incluso mencionó que su padre lo vio.
Eddie Fisher, moriría 3 meses después de la grabación, el 22 de septiembre de 2010.
Y en una entrevista con su mamá, Debbie dijo que Carrie no le pidió consejo o notas, y sólo pidió la opinión de Debbie, después de que el programa se había cerrado.
No se puede decir lo mucho mejor que hubiera podido ser, si Carrie se hubiera maravillado al pedir el consejo de su madre, y esta le hubiera puesto su característico condimento.
Y es que Carrie nunca habla de algo que no sea bien conocido.
Ella parece cordial con sus ex maridos, y ama a su hijo; no es ni se muestra amarga; de hecho, me pareció el espectáculo bastante optimista, teniendo en cuenta el desastre su vida había sido.
Y recuerda su infancia dorada vivida en ese mundo de la creencia, donde sus padres famosos, Eddie Fisher y Debbie Reynolds crearon, solamente para verlo pararse totalmente, cuando su padre dejó el hogar, para perseguir una estrella glamorosa que fuera una amiga cercana:
Elisabeth Taylor.
Su propia experiencia con el hombre a quien amaba, Paul Simon, también es examinada por el dolor que le causó, y las canciones/indirectas que le dedicó.
El matrimonio Simon duró menos de un año, de agosto de 1983 a julio de 1984, pero la pareja continuó su relación después del divorcio, e incluso ambos visitaron a un brujo durante un viaje por El Amazonas, según relató Peter Ames Carlin en su libro “Homeward Bound: The Life Of Paul Simon”
También habló de su matrimonio con Bryan Lourd, que acabó rompiendo con Fisher, e iniciando una relación con otro hombre, circunstancia de la que luego Carrie Fisher ha hablado abiertamente, y con gran sentido del humor, como solía hacer con todas sus historias personales:
“Me dijo después, que yo le había vuelto gay… por recaer en la codeína”, uno de los medicamentos opiáceos a los que la actriz fue adicta.
Y yo le respondí:
“Sabes, nunca leí esa advertencia en el prospecto”, contaba en su autobiografía, Wishful Drinking.
Pese a todo, Carrie Fisher y Bryan Lourd, que recientemente contrajo matrimonio con el empresario de restauración Bruce Bozzi, han mantenido a lo largo de los años, una relación de amistad y cariño:
“Bryan es un buen hombre en muchos aspectos.
Me costó un tiempo recomponerme, pero luego empezamos a ir juntos de vacaciones, Billie, Bryan y yo, y el hombre con el que salía.
Porque los 2 la queríamos mucho.
Y yo quería que Billie viese que podíamos ser amigos, porque eso es algo que yo nunca pude vivir con mis propios padres.
Estoy contenta de haberle dado a Billie un buen padre.
En realidad, él es todo lo que mi padre no fue.
Incluyendo gay”, contaba sin perder su sentido del humor.
Su afirmación de la fama, como La Princesa Leia, es otro capítulo histérico de su vida.
La relación con George Lucas, se examina trayendo aspectos que uno nunca conoció.
Pero el punto culminante, es la pizarra gigante de su árbol de familia famoso, con el cual, ella intenta discernir si su hija debe salir a un hombre que puede o no puede ser un pariente, por ser familia de Elisabeth Taylor.
Con ese “Genealogy Chart”, Carrie se divierte, y nosotros también, porque es historia de Hollywood, de la realeza que no tiene EEUU.
Pero hay que decirlo todo, siendo Eddie Fisher, su padre, quien recibe la mayoría de los dardos envenenados, y claramente los merecía; pero debió de haberle perdonado hace mucho tiempo; tanto que el espectáculo está dedicado a él.
Y sí, ella se pone las famosas trenzas para recordarnos la oportunidad que le permitió salir de la sombra de sus famosos padres, y entrar por derecho propio en la iconografía cultural.
En el fondo, este monólogo es una especie de catarsis para una mujer que ha vivido la mayor parte de su vida en el mundo del espectáculo.
Viniendo de ese ambiente enrarecido, Carrie Fisher no pica palabras al decir a su audiencia, aspectos de una vida que ha vivido, la mayor parte de ella, en el ojo público y del huracán.
Aunque su obsesión con sus padres y padrinos, los Todd-Taylor, puede ser un poco cansado, para ser honesto, incluso mientras las historias absurdas de Hollywood, siguen siendo escandalosas.
Pero uno puede sentir su dolor a medida que avanza Wishful Drinking, para contar la historia de su vida; y sobre el papel que ejerce sobre personas con problemas, Fischer señaló que se siente más cómoda con su influencia sobre aquellos que sufren de enfermedades mentales:
“Me siento más cómoda como modelo de aquellos, que tienen un problema mental.
Hay personas que participan más de su abstinencia que yo, y eso me impresiona mucho”, señaló.
Lo único que te salva en muchas ocasiones, es la capacidad de reírse de ti mismo.
Y aquí denota no sólo auto comprensión y madurez, sino inteligencia y buen juicio.
La verdad es que pocas son las veces en que los famosos dan muestra de ello.
La mayoría de los que han pasado por divorcios, adicción a las drogas, tratamientos siquiátricos y demás, no han dado más que material para notas escandalosas y amarillistas, y para revistas del corazón.
Es por eso que este híbrido entre show y documental, basado en un libro autobiográfico, resulta poco menos que sorprendente.
Carrie Fisher despliega un talento poco usual para hablar de ella misma, y desde ella misma, en un monólogo donde hace uso de fotos y videos, contando su vida y con público en vivo, es la manera que elige La Princesa Leia, para contarnos el lado más oscuro de ser famosa e hija de famosos, ícono cultural, esposa y pareja de artistas, pero en medio de todo eso, la tragedia de ser una mujer bipolar y adicta.
¿Lo novedoso de Wishful Drinking?
Nadie acaba compadeciéndose de esta asombrosa mujer, que en medio de frases sencillas y poderosas, cargadas de un ácido sentido del humor, logra que la admires todavía más que cuando la viste por primera vez en versión hologramática, pidiéndole ayuda a Obi-Wan Kenobi.
Y lo mejor de todo, es que es divertidísima.
Una especie de terapia colectiva, que hace que nos cuestionemos severamente lo inútil de crear ídolos, de necesitar figuras falsas para obsesionarnos con ellas, para luego desencantarnos, porque son tan humanas como nosotros.
Carrie Fisher hace del desencanto, una delicia.
Divertida y profunda, fans y no fans de Star Wars, no deben perderse Wishful Drinking, porque es la muestra de que se puede haber sido seducido por El Lado Oscuro, y sin embargo, eso solo sirve para comprobar que La Fuerza, en realidad, nunca dejó de acompañarle.
Y las frases, sin duda son como para hacer una antología:
Divertidas, sarcásticas, profundas, aquí algunas muestras:
“Todo aquel que rebasa los 40 años, es un sobreviviente”; “Mi abuela me dijo: “Llora mucho, orinarás menos”; “Dicen que la religión es el opio de los pueblos: yo consumí opio religiosamente, y en masa”; “…y oigo voces de ángeles. Es eso o que me equivoqué de pastillas”; “Voy a las convenciones de Star Wars cuando me siento sola”; “Le digo a mi hija que si puede reírse de que tiene una madre adicta y un padre gay, eso le va ayudar mucho a no sufrir en la vida”; “Estuve buena y fui bonita cuando todo mundo lo es. Nadie me dijo que firmaba un contrato donde decía que así me tenía que quedar para siempre. Obviamente, violé el contrato”
¿Qué se le puede achacar a Wishful Drinking?
El humor de EEUU no siempre es lo más divertido que existe.
Un “stand up comedy” con el estilo gringo, no siempre es del gusto de todos…
Y al ser un hibrido de show y documental, no queda del todo delineado, seguramente porque no se sigue “una fórmula”
Incluso, es discutible si es documental, porque es evidente que Carrie Fisher no está siendo “dirigida”
Wishful Drinking trata de la grabación de un show, con buena producción, y ya.
¡Pero que buen show!
“I haven't been naked in fifteen years.
And I haven't been sleeveless in twenty.
Some of you ladies would know what I'm talking about”
La noticia de la muerte de Carrie Fisher, ha sido un duro golpe, no sólo para todos los fanáticos de la saga “Star Wars”, sino para todos los que disfrutaban de su ingenio, y su rapidez mental, además de la gran vis cómica, que siempre desplegó en todos sus trabajos.
La actriz, tenía solo 20 años cuando se estrenó “Star Wars”, y el inmediato y gigantesco éxito de la película, unido a su desorden bipolar, la llevó a una espiral de drogas de la que tardó muchos años en salir, pero pese a todo, siempre estuvo agradecida al personaje de Princesa Leia:
“La gente quiere oírme decir, que estoy harta de interpretar a Leia, y que ese personaje arruinó mi vida.
Pero si mi vida era tan fácil de arruinar, entonces merecía ser arruinada”, dijo en 2015
Fisher, de 52 años, ha vuelto a ser noticia, después de que el diario británico Daily Mail, publicase unas fotos suyas, en las que se observa un considerable aumento de peso.
Esta ha declarado, que actualmente no es capaz de verse a sí misma en la película que la lanzó a la fama.
También declaró, que su sobrepeso “es una cosa poco importante”, y que no es su mayor problema:
“Es despreciable, un problema de clase alta, pero te convierte en alguien vulnerable”, reconocía la actriz.
Y agregó después:
“Puedes reconocer los síntomas de la mayoría de las enfermedades.
Fiebre, dolor de estómago, frío...
Con la depresión maníaca, es promiscuidad sexual, gastos excesivos y abuso de sustancias.
¡Y eso sonaba simplemente como un fantástico fin de semana en Las Vegas para mí!”, asegura la actriz en el libro y show, Wishful Drinking.
Y es que durante años, Carrie Fisher no supo controlarse, rechazaba los tratamientos que le proponían los médicos, y actuaba por impulsos.
Uno de ellos, le llevó a casarse con el cantante Paul Simon…
Aunque la revelación de la que más se habló, fue de la relación que la actriz y Harrison Ford mantuvieron durante 3 meses en el rodaje de la primera entrega de “Star Wars”:
“Si Harrison era incapaz de ver que yo sentía algo por él, entonces no era tan listo como yo creía que era, como sabía que era.
Le quise, y él lo permitió”, aseguró la actriz en su último libro.
También reconoció, que no se sintió bien al tener una relación con un hombre casado, mayor que ella, pues Ford tenía 33, y con 2 hijos, y por eso no habló de la relación hasta 4 décadas más tarde.
Wishful Drinking devela entonces, secretos y adicciones de una actriz inestable, que sin embargo nunca quiso culpar ni a su temprana fama, ni a su mitificado personaje de Princesa Leia, de sus problemas posteriores.
El desconcierto, a raíz de trascendencia a una Galaxia Lejana… se mezcla con el luto en las filas galácticas.
Los seguidores de “Star Wars”, no sólo lamentan su muerte, sino que se preguntan:
¿Qué ocurrirá con los episodios pendientes de la nueva trilogía, el VIII y el IX?
Al menos el VIII terminó de realizarse en julio, con participación de la actriz.
Ese nuevo filme, que debe estrenarse el 15 de diciembre del 2017, se halla ahora en fase de postproducción, sin que se sepa si Disney y Lucasfilm se plantean ajustes.
Más peliagudo es el Episodio IX, donde estaba previsto que Leia Organa tuviera un papel destacado.
De modo que los actuales responsables de “Star Wars”, habrán de cambiar sustancialmente sus planes, y tal vez su guión para esa última entrega.
Hace apenas 1 año, el cineasta que se encargará de dirigir “Star Wars: Episode IX”, Colin Trevorrow, dijo estar ansioso por encontrar “nuevos espacios” para los personajes del General Leia Organa y Luke Skywalker.
Por lo que se ha filtrado en los últimos meses, a través de los medios hollywoodienses, ya en El Episodio VIII, Leia tiene un rol destacado y, al igual que en el recién estrenado Episodio VII, “The Force Awakens” (2015), la hija de Fisher, Billie Lord, tiene un pequeño papel, aunque mayor que en la anterior ocasión.
Además, la propia Fisher reveló hace meses, que en la VIII parte se había rodado el funeral de Han Solo (Harrison Ford), que muere en “The Force Awakens” (2015), pero sobre cuya reaparición en el siguiente episodio han circulado especulaciones varias…
A no ser que Han Solo no se limite a reaparecer, por ejemplo en un “flashback”, sino que resucite de algún modo…
También, ha llegado a vaticinarse la opción de precipitar la muerte de Leia en el último episodio de la actual trilogía de “Star Wars”, obviamente mediante un giro de guión…
Se haría muy cuesta arriba, desde la perspectiva de la trama, eliminar a 2 personajes tan icónicos, constituiría un golpe tremendo para la historia, dada la relevancia de ambos en La Resistencia contra El Imperio.
La opción está, no obstante, sobre la mesa, y compite con otras que ya se apuntan.
Una de esas otras posibilidades, consistiría en la sustitución de Fisher por otra actriz que interprete a Leia Organa, como se ha hecho no pocas veces en la televisión, y algunas en el cine; por ejemplo, cuando el actor Richard Harris murió después de hacer de Albus Dumbledore en las 2 primeras películas de la serie de “Harry Potter”, y fue reemplazado por Michael Gambon.
Otra alternativa que se baraja, es recurrir a lo último en tecnología cinematográfica, en las imágenes generadas por computadora, CGI, por sus siglas en inglés, para recrear digitalmente la apariencia de la actriz.
El sistema se empleó ya en “Rogue One: A Star Wars Story” (2016), donde la actriz noruega, Ingvild Deila, hizo de Leia cuando era joven, y el actor británico Guy Henry, sirvió de base para un revivido Peter Cushing, muerto en 1994, como el personaje de Grand Moff Tarkin, una operación que dio lugar a un interesante debate sobre los límites éticos en el uso de las nuevas tecnologías en cine.
Galaxias al margen, porque me gusta Star Wars, Carrie Fisher aparecerá en uno de los 6 episodios de la 3ª temporada de “Catastrophe” de Amazon, que se verá la próxima primavera.
No está claro, cómo el fallecimiento de la actriz, puede afectar a la serie, que tiene confirmada una 4ª temporada.
Tampoco se sabe, hasta qué punto queda tocada la película sobre el mundo de la moda, “Wonderwell” de Vlad Marsavin, en la que la intérprete tenía asignado un papel, pero sobre cuyo plan de filmación, y estado del trabajo de Fisher, el director mantiene las incógnitas.
La actriz, Carrie Fisher, eso sí culminó su participación, junto a su madre, en el documental “Bright Lights: Starring Carrie Fisher and Debbie Reynolds”, que HBO emitirá en marzo de 2017.
De todos modos, la desaparición de la artista, deja más de un agujero negro en el espacio del cine; y tan sólo unas horas después de morir, Fisher se convirtió en escritora de superventas a título póstumo.
Su último libro, “The Princess Diarist”, en el que desveló el amorío que mantuvo con Harrison Ford en 1976, cuando rodaban la primera parte de “Star Wars”, se alzó hasta el primer puesto de los más vendidos por Amazon.
En vida, ella dijo:
“Soy La Princesa Leia, pase lo que pase.
Si estuviera intentando conseguir una buena mesa en un restaurante, no diría que escribí “Postcards From The Edge”
O si estoy intentando que alguien acepte mi cheque, y no tengo identificación, no diría:
“¿Has visto “When Harry Met Sally…”?
La Princesa Leia estará en mi lápida”
Tras su muerte, en ausencia de una estrella para Fisher en El Paseo de La Fama de Hollywood, los fanáticos crearon su propio monumento, usando una estrella en blanco.
Junto con las flores y las velas, las palabras puestas en la estrella en blanco leyeron:
“Carrie Fisher May The Force Be With You Always...”
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