The Unsinkable Molly Brown
“Nobody wants to see me down like I want to see me up”
Desde el comienzo de Denver, en Colorado, EEUU; las mujeres trabajaron para mejorar sus vidas en situaciones muy difíciles.
Trabajaban tan duro como los hombres, tratando de mantener la ropa limpia, alimentar a sus familias, manejar negocios y ranchos, fundar escuelas, y cuidar de los pobres, enfermos y hambrientos.
Especialmente Margaret Tobin Brown, una activista y filántropa estadounidense de orígenes muy humildes; que cuando cumplió 18 años, se fue a buscar fortuna a Colorado, donde conoció al que sería su marido:
James Joseph Brown.
Millonaria tras el descubrimiento de oro en una mina de la Ibex Company, la pareja entró en la alta sociedad, y Margaret, comprometida y militante, se dedicó a los más desfavorecidos, especialmente en la defensa de los derechos de las mujeres, los niños y los mineros de Colorado.
Aprovechó también para viajar por el mundo y, sobre todo a Francia, país del que se enamoró.
Esto hizo que se mudara precipitadamente a Picardía, cuando se produjo el estallido de La Primera Guerra Mundial.
Pero junto con otras estadounidenses, curó soldados, acción que le valió La Legión de Honor; también se dedicó a su pasión, el teatro, e interpretó sobre los escenarios neoyorquinos y parisinos, los papeles de su ídolo, Sarah Bernhardt.
Sin embargo, Margaret es más conocida, por ser una de las supervivientes del hundimiento del Titanic, una tragedia que le confirió renombre internacional, como “La Insumergible”, pues ella se salvó a bordo del bote Nº 6, en el que lamentó el comportamiento del cabo Robert Hichens, y asumió la dirección del bote.
Posteriormente, ella participó en la creación del Comité de Supervivientes.
Sin contacto con sus hijos, desde la muerte de James Brown, y por los problemas derivados de la herencia, Margaret murió sola, mientras dormía en el hotel Barbizon en New York, el 26 de octubre de 1932, de un accidente cerebrovascular.
La autopsia reveló la presencia de un gran tumor cerebral; siendo enterrada en el cementerio de The Holly Rood, en el condado de Nassau, New York, al lado de su marido, James Joseph Brown.
Y 100 años después del hundimiento del Titanic, “La Insumergible” Brown, es conocida como “Molly”, aunque nunca recibió tal apelativo en vida.
Se trata, pues, de una invención que utilizó su historia para crear un mito, sobre todo en una comedia musical, en la que su papel era interpretado por la hoy desparecida Debbie Reynolds.
“Can a girl find happiness with $20,000,000?
You Bet!”
The Unsinkable Molly Brown es una comedia musical del año 1964, dirigido por Charles Walters.
Protagonizado por Debbie Reynolds, Harve Presnell, Ed Begley, Jack Kruschen, Hermione Baddeley, Vassili Lambrinos, Fred Essler, Harvey Lembeck, Lauren Gilbert, entre otros.
El guión es de Helen Deutsch, basados en la obra de Richard Morris, “The Unsinkable Molly Brown”, un musical de 1960, con música y letra de Meredith Willson.
La trama, es un relato ficticio de la vida de Margaret Brown, que sobrevivió al hundimiento del RMS Titanic, y su rico marido minero.
La producción original de Broadway, se estrenó en Winter Garden Theatre, el 3 de noviembre de 1960, y tuvo 532 actuaciones.
Un dato que creó el mito, es que en la vida real, Margaret Brown nunca fue llamada “Molly”
A ella se llamaba “Maggie” o “Mrs. Brown”
Fue la compositora, Meredith Willson, quien cambió su nombre por Molly Brown, para el musical de Broadway, porque pensó que “Molly” sonaba mejor que “Maggie”
De todo el reparto, solo Harve Presnell repitió su papel en la película, siendo su debut en la pantalla grande.
Aunque Tammy Grimes había originado el papel principal, y había ganado El Premio Tony como Mejor Actriz por su actuación, los ejecutivos de MGM, querían a Shirley MacLaine para la película.
Después de firmar, la productora de Hal B. Wallis, afirmó que estaba bajo contrato con él, y MacLaine se vio obligada a retirarse del proyecto.
Cuando Debbie Reynolds fue reemplazada en su lugar, MacLaine públicamente la acusó de aceptar un salario inferior, por hacer el papel, y el director, Charles Walters, que prefería MacLaine, trató de persuadir a Reynolds, a rechazar el papel.
Cuando Reynolds le preguntó “¿Por qué?”
Se comentó que era “por ser demasiado pequeña”, a lo que Reynolds respondió:
“Bueno, ¿Qué tan corto es el papel?”
Ese fue el final de las objeciones.
Durante la producción, MGM estaba poniendo todos sus recursos en su próximo filme:
“Doctor Zhivago” (1965), y al menos $1 millón fue recortado del presupuesto de Molly Brown.
Sin dinero para completar la película, el director Charles Walters, propuso cortar el hermoso número de baile “He’s My Friend”, escrito especialmente para la película. Y para salvar el número, el elenco y el equipo, finalmente decidieron filmarlo en un día, usando múltiples cámaras para reducir el tiempo de rodaje.
The Unsinkable Molly Brown obtuvo 6 nominaciones al Oscar:
Mejor Actriz (Debbie Reynolds), decoración, fotografía, vestuario, sonido y adaptación musical; pero no consiguió ninguno.
Aun así, The Unsinkable Molly Brown es la película favorita, y de cariño muy personal de Debbie Reynolds.
Los exteriores de The Unsinkable Molly Brown, fueron filmados en el Black Canyon del Parque Nacional Gunnison, en el oeste de Colorado.
La acción inicia cuando Shamus Tobin (Ed Begley), encuentra un bebé tras unas inundaciones, y lo recoge criándolo como si fuera suyo.
Años después, el bebé es Molly (Debbie Reynolds), una joven alocada, ruda y maleducada, que pelea con los chicos.
Pero Molly siente, que ya ha llegado el momento de comportarse como una mujer, y decide dejar su hogar, para ir a Denver, casarse con un millonario, y convertirse en una señora respetable; pero en su camino se encontrará con Johnny Brown (Harve Presnell), un joven humilde que le pondrá el mundo a sus pies, y con el que se casará.
Poco después, Johnny y Molly descubren un filón de oro en sus tierras, el mayor de la historia en la región, que los convertirá en “nuevos ricos”
Contra todo pronóstico, Molly luchará también, por hacerse un lugar en la sociedad de Colorado.
Sí hubiera un personaje a la medida de Debbie Reynolds, ese sería Molly Brown, la mujer que además de haber sido feminista, actriz, escritora y filántropa, sobrevivió al desastre del Titanic.
Debbie Reynolds, también fue una mujer insumergible, a quien no pudieron detener ni envejecer antes de tiempo, sus fracasos matrimoniales en serie, de los cuales, siempre se repuso.
Por eso, el tiempo respetó su angelical belleza, que la sitúa entre las más rutilantes del universo de Hollywood, ese monstruo que no pudo devorarla y echarla a la basura del olvido.
De ese mismo olvido, con su fuerza maternal, salvaría del “Lado Oscuro” de las drogas, a su hija Carrie, de 60 años, que se la llevó con su muerte.
Así como Castor y Pólux, los hijos de Zeus, le queda la tarea a los astrónomos, de bautizar la constelación de Debbie y Carrie, por la mujer y la hija que ayudaron a construir la imagen del nuevo “Sueño Americano”, revelado en sus memorias, como una pesadilla racial y machista.
“Here I'm pleasant, at home I'm vulgar, I guess it's like here you eat snails, at home you step on them”
Pocas veces, creo que ninguna más, ha habido tantas películas musicales nominadas a las diversas categorías de los premios Oscar, como en la edición de 1965.
Nada menos que 6 filmes optaron a los galardones que anualmente, desde 1929, otorga La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidense, y fueron:
“My Fair Lady”, “Mary Poppins”, The Unsinkable Molly Brown, “Robin and The 7 Hoods”, “A Hard Day's Night”, y “Les Parapluies de Cherbourg”
Todas ellas, se estrenaron en 1964, es decir, hace más de 50 años.
En especial, The Unsinkable Molly Brown, es la adaptación de una comedia musical de Richard Morris y Meredith Wilson, que estrenada en Broadway por Tammy Grimes, bajo la dirección de Dore Schary, se mantuvo casi 2 años en escena, siendo siempre todo un éxito; y constituye uno de los últimos musicales clásicos, en el que su director no llegó a la altura de sus obras mayores, pero mantuvo un tono aceptable.
Con pocos meses de vida, Molly Brown vivió una horrible inundación en su ciudad natal, que acabó con toda su familia.
Ella, afortunadamente fue encontrada con vida por Shamus, un hombre gentil que la crio como si fuera su propia hija.
Molly, tiene un carácter muy tosco, y sus modales no son los más refinados, sin embargo, pasada la adolescencia, decide dar un cambio a su vida, y buscar a un hombre rico con el que casarse, y garantizarse así un futuro.
Por lo que conoce a Johnny Brown, un muchacho que al igual que ella, es de origen humilde, pero que en pocos años hará mucho dinero, gracias a una mina de oro.
Después de vivir momentos de grandeza, el matrimonio vuelve a sufrir una crisis... principalmente debido a la ambición de Molly de quererse labrar un lugar dentro de una sociedad hipócrita y pedante.
The Unsinkable Molly Brown es la famosa biografía musical del mito de Molly Brown, apodada “La Insumergible”, tras sobrevivir por 2 ocasiones a una muerte segura:
Primero, siendo un bebé en las inundaciones, mostrada al inicio; y posteriormente, tras salvarse del naufragio del Titanic, que se muestra durante muy pocos minutos, y casi al final, que muy curiosamente, en la oscarizada película de James Cameron, el personaje fue interpretado por Kathy Bates, con un parecido mucho más exacto que Debbie, que era muy hermosa.
La primera parte de la historia, es completamente cómica, y es la parte más interesante precisamente por esta comicidad, donde destaca el carácter inquebrantable de Molly, y sus ansias por conocer y aprender.
De esta parte destaca en especial, el número musical en la cantina, es para verlo de pie.
Y en su segunda mitad, deja a un lado la comicidad, para centrarse completamente en el drama, con los problemas matrimoniales de Los Brown, y sus problemas para ser aceptados en la sociedad.
No obstante, el amor y el romance, entre Molly y James, se ve y se siente, poseen gran química y se nota que se quieren mucho.
A nivel artístico, The Unsinkable Molly Brown es impresionante, sobre todo los decorados y el vestuario, tremendamente cuidados, con detalles muy hermosos, aunque la banda sonora y las canciones no llegan a la altura, aunado a las otras películas musicales estrenadas ese año; lo cual explica el por qué la película no caló tanto entre los fanáticos del género, que se decantaron más por “Mary Poppins” y “My Fair Lady”, en especial en Hollywood, producciones bastante superiores a Molly Brown, en todo, excepto en la calidad interpretativa de sus actrices, ya que Debbie Reynolds está absolutamente fantástica, enorme verla en esos “close ups” que llenan el encuadre con arrebatadora su belleza, tanto en la comedia como en el drama, y ni hablar del baile… podemos decir que ella merecía más El Oscar que La Andrews.
Como historia, tanto el musical como la película, dan una imagen falseada de Margaret Brown, puesto que la presentan como una huérfana...
A pesar de todo, la película fue uno de los mayores éxitos cinematográficos de 1964, y a los ojos de todos, se convirtió en “La Insumergible Molly”, y como sucede con la mayoría de los biopics de Hollywood, hay diferencias con la historia verdadera:
El más notablemente es que al final, Margaret y James, nunca se reconciliaron.
Tras 23 años de matrimonio, ella descubrió que su marido la engañaba, y de común acuerdo, decidieron separarse en 1909, aunque siguieron siendo buenos amigos, que cuidaron profundamente el uno al otro hasta su muerte.
Ella recibió una compensación en metálico, así como La Mansión de Denver, por lo que James Brown se comprometió a pasarle $700 al mes, para que pudiera seguir con sus actividades y sus viajes.
No estuvieron oficialmente divorciados, así que ella conservó el apellido de su marido, y mantuvo contacto con él.
Enviudó en 1922, cuando James Brown, de 67 años, murió de una crisis cardiaca, en el hospital de Nassau en New York, al lado de su hija, Helen.
Tras su separación de Brown, Margaret aprovechó para viajar.
El 24 de enero de 1912, embarcó a bordo del RMS Olympic, buque gemelo del Titanic, para dirigirse a Europa a visitar a su hija, que estudiaba en La Sorbona de París.
Durante el mes de febrero, las 2 mujeres visitaron Egipto, y fue en El Cairo donde ambas se reunieron con John Jacob Astor IV, que estaba en compañía de su joven esposa, Madeleine.
La pareja, que estaba de Luna de Miel, les habló del Titanic, el lujoso transatlántico en el que ellos habían reservado los billetes de vuelta, debido a que se trataba del viaje inaugural, de un buque considerado el más lujoso del mundo, en ese momento.
Durante su estancia, Brown visitó a un vidente, que le advirtió de que no se hiciera a la mar, porque se pondría en peligro...
Esto le pareció gracioso, porque para volver a América, tenía que abordar un barco obligatoriamente.
A pesar de todo, compró un pequeño talismán de jade, que representaba una momia, y que supuestamente, le daría suerte.
Y vaya que así fue…
Margaret, tampoco era la marginada social como se muestra en la película.
Otros aspectos de su vida, que faltaban en la película, era que el matrimonio tuvo 2 hijos, una pareja, un hijo y una hija.
Margaret, era una apasionada en la cruzada social y filántropa; ella era una defensora de los derechos de las mujeres, incluyendo la educación, y lucho para conseguir el derecho al voto.
También defendió los derechos de los trabajadores, la preservación histórica, la educación y la alfabetización, y el bienestar de los niños; incluido su papel decisivo en la fundación del moderno sistema de Tribunales de Menores.
Después del hundimiento del Titanic, ella apuntó sus esfuerzos en reconocer el heroísmo de los hombres a bordo del barco.
Después de La Primera Guerra Mundial, fue también líder en ayudar a reconstruir Francia, y ayudar a los soldados heridos, recibiendo La Legión de Honor francesa.
Ella también fue nominada en 2 ocasiones, al Senado de los EEUU.
Margaret Brown, murió en 1932, a los 65 años.
Otro dato cuenta que la historia de James Brown, quemando accidentalmente su dinero, después de que Molly lo escondiera en la estufa, no ocurrió realmente.
Fue inventado por un periodista de Denver, después de Molly Brown se convirtiera en una heroína del Titanic.
Cuando se le preguntó del por qué no refutó la historia falsa, Molly Brown supuestamente respondió:
“Es mejor que escriban algo sobre mí, que nada”
De hecho, Kathy Bates, como Molly Brown, repite la historia en “TITANIC” (1997) de James Cameron.
También se dice que Molly Brown narró esa historia con un final ligeramente diferente:
Molly escondía dinero en la estufa, en su cabina de Leadville; y Johnny, sin saberlo, encendió el fuego en una noche particularmente fría.
Eso está en consonancia con la otra versión, pero el final de la historia, según lo dicho por Molly, y reportado en entrevistas de periódicos posteriormente, fue un poco diferente.
Su adición era:
“¡Piensa si hubiese sido papel moneda!”
El dinero era moneda de oro y plata que se derritió y se fundió dentro de la estufa.
Los mineros, no confiaron en el papel moneda en esos años; por lo que la estufa tuvo que romperse, separarse y ser reesmaltada para separar del hierro, el oro y la plata.
Claro que el argumento de The Unsinkable Molly Brown, no es más que el pretexto para que Debbie Reynolds se luzca con unas cuantas canciones, y baile tan maravillosamente como lo hizo, en canciones como:
“I Ain’t Down Yet” y “Belly up to Bar, Boys”
La banda sonora es de Robert Armbruster, Jack Elliott, Calvin Jackson, Léo Arnaud, Jack Hayes y Leo Shuken, aunque en los créditos no figuran.
Sólo 5 de los 17 números musicales del musical de teatro, se utilizaron en la película, y la misma Meredith Willson escribió “He's My Friend”, para ampliar la partitura de la banda sonora.
Por último, e genial Peter Gennaro, que había coreografiado la producción original de Broadway, organizó las secuencias musicales.
“I'm interested in everything because I don't know nothing”
Debbie Reynolds fue una de las actrices más populares y alabadas de La Época Dorada de Hollywood, famosa por su papel en muchos musicales, falleció a los 84 años, este 28 de diciembre, irónicamente en El Día de Los Santos Inocentes, a los 84 años, a solo 1 día después de la muerte de su hija, Carrie Fisher.
Pese a no ser bailarina profesional, Debbie fue seleccionada para coprotagonizar la monumental “Singin' In The Rain” (1952) con Gene Kelly, considerado el gran musical de todos los tiempos, y la 5ª Mejor Película de La Historia del Cine de Hollywood.
A Gene Kelly, la estrella y director del proyecto, no le quedó más remedio que aceptarla, pero la sometió a un riguroso entrenamiento para prepararla para el papel; hecho que Reynolds siempre se lo agradeció:
“Escogieron a este talento virginal, a esta cosita, y esperaban que estuviera a la altura de Gene Kelly y Donald O’Connor, 2 de los mejores bailarines de la industria”, recordó.
A lo que siguieron varios musicales de MGM, en los que La Reynolds interpretaba siempre a una heroína joven y sana, antes de ser postulada al Oscar por The Unsinkable Molly Brown, en 1964.
Pero entre los principales galardones de su carrera, están el premio a “toda una vida” que le hizo entrega El Sindicato de Actores en 2015, y El Premio Oscar Humanitario, Jean Hersholt, que le entregó ese mismo año La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, pero que Reynolds no puso recibir en persona, por estar convaleciente de una operación:
“Cuando mi madre recibió el premio, le empezaron a decir lo bueno que era que se lo entregaran a una mujer.
Ella prefirió recordar, que hasta la fecha, solo 17 mujeres han recibido el galardón, entre 56 hombres.
Vamos, que mejor que no lo vendan como una victoria para la diversidad de géneros”, recordó en su momento su hija, durante su última entrevista.
Pero sobre todo, Reynolds es reconocida como la principal coleccionista de recuerdos de Hollywood, por preservar la memoria de un Hollywood que ahora ha desaparecido.
Debbie compró colecciones enteras de vestuarios y otras piezas de atrezo, cuando estudios como MGM, empezaron a deshacerse de ellos.
Su deseo era que formaran parte de ese museo que La Meca del Cine, paradójicamente todavía no posee.
Por lo que Debbie, finalmente tuvo que subastar la mayor parte de sus piezas, por la dificultad de mantenerlas.
Algunas sin embargo, han quedado en manos de La Academia, para la futura construcción de ese museo que Reynolds nunca llegó a ver.
En 2013, en su autobiografía llamada, “Unsinkable: A Memoir”, Debbie Reynolds detalló los altos y los bajos de su vida, y su carrera cinematográfica en medio del glamur de Hollywood, durante esos Años Dorados.
Mientras la casa de su personaje en The Unsinkable Molly Brown, fue vendida tras la muerte de Margaret, en 1932.
La casa acogió a una nueva familia, antes de que la comprara Art Leisenring, y se convirtiera en un hogar para niñas rebeldes en los años 1960.
En esta época, Denver conoció una importante renovación urbana, y numerosos edificios antiguos, fueron derrumbados.
Temiendo por la casa, Leisenring creó un grupo de apoyo, con otros ciudadanos, al que enseguida se unió La Asociación Histórica de Denver, que llamó a los medios de comunicación y, gracias a las donaciones, se consiguió comprar la casa, y llevar a cabo una remodelación minuciosa del edificio.
Para devolverle el esplendor de sus primeros días, se realizaron análisis microscópicos de las pinturas, así como investigaciones arquitectónicas, a partir de fotografías originales de la mansión en 1910.
Actualmente, la casa es un museo dedicado a la vida de Margaret Brown.
El museo, es una representación perfecta de una mansión victoriana, y de la vida cotidiana de aquella época, la cual conserva objetos que pertenecían a La Familia Brown, donde se pueden ver inclusive, cuadros que representan el naufragio del Titanic.
El nieto de Margaret, Lawrence Palmer Brown, ha donado también fotos de su familia al museo, siendo actualmente, el único propietario.
Mientras su bisnieta, Muffet Laurie Brown, realizó una serie de investigaciones sobre la vida de su bisabuela, siendo uno de los primeros miembros de la familia, que colaboró con los historiadores del RMS Titanic.
Además, redactó el prefacio de la biografía de su bisabuela, escrita por Kristen Iversen, y que fue publicada en 1999.
La hija de Margaret, que se apellidaría Bezinger tras su boda en 1913, vivió hasta los 97 años, y falleció el 17 de octubre de 1993, en Greenwich, Connecticut.
En la actualidad, el Molly Brown House Museum, ayuda a los visitantes a conocer la vida y la época de una de las ciudadanas más famosas de Denver.
Algo que Hollywood le debe a Reynolds, por su contribución al rescate del Hollywood más clásico, en lo propio.
¡Algún día, esperamos!
“I mean more to me than I mean to anybody else”
Desde el comienzo de Denver, en Colorado, EEUU; las mujeres trabajaron para mejorar sus vidas en situaciones muy difíciles.
Trabajaban tan duro como los hombres, tratando de mantener la ropa limpia, alimentar a sus familias, manejar negocios y ranchos, fundar escuelas, y cuidar de los pobres, enfermos y hambrientos.
Especialmente Margaret Tobin Brown, una activista y filántropa estadounidense de orígenes muy humildes; que cuando cumplió 18 años, se fue a buscar fortuna a Colorado, donde conoció al que sería su marido:
James Joseph Brown.
Millonaria tras el descubrimiento de oro en una mina de la Ibex Company, la pareja entró en la alta sociedad, y Margaret, comprometida y militante, se dedicó a los más desfavorecidos, especialmente en la defensa de los derechos de las mujeres, los niños y los mineros de Colorado.
Aprovechó también para viajar por el mundo y, sobre todo a Francia, país del que se enamoró.
Esto hizo que se mudara precipitadamente a Picardía, cuando se produjo el estallido de La Primera Guerra Mundial.
Pero junto con otras estadounidenses, curó soldados, acción que le valió La Legión de Honor; también se dedicó a su pasión, el teatro, e interpretó sobre los escenarios neoyorquinos y parisinos, los papeles de su ídolo, Sarah Bernhardt.
Sin embargo, Margaret es más conocida, por ser una de las supervivientes del hundimiento del Titanic, una tragedia que le confirió renombre internacional, como “La Insumergible”, pues ella se salvó a bordo del bote Nº 6, en el que lamentó el comportamiento del cabo Robert Hichens, y asumió la dirección del bote.
Posteriormente, ella participó en la creación del Comité de Supervivientes.
Sin contacto con sus hijos, desde la muerte de James Brown, y por los problemas derivados de la herencia, Margaret murió sola, mientras dormía en el hotel Barbizon en New York, el 26 de octubre de 1932, de un accidente cerebrovascular.
La autopsia reveló la presencia de un gran tumor cerebral; siendo enterrada en el cementerio de The Holly Rood, en el condado de Nassau, New York, al lado de su marido, James Joseph Brown.
Y 100 años después del hundimiento del Titanic, “La Insumergible” Brown, es conocida como “Molly”, aunque nunca recibió tal apelativo en vida.
Se trata, pues, de una invención que utilizó su historia para crear un mito, sobre todo en una comedia musical, en la que su papel era interpretado por la hoy desparecida Debbie Reynolds.
“Can a girl find happiness with $20,000,000?
You Bet!”
The Unsinkable Molly Brown es una comedia musical del año 1964, dirigido por Charles Walters.
Protagonizado por Debbie Reynolds, Harve Presnell, Ed Begley, Jack Kruschen, Hermione Baddeley, Vassili Lambrinos, Fred Essler, Harvey Lembeck, Lauren Gilbert, entre otros.
El guión es de Helen Deutsch, basados en la obra de Richard Morris, “The Unsinkable Molly Brown”, un musical de 1960, con música y letra de Meredith Willson.
La trama, es un relato ficticio de la vida de Margaret Brown, que sobrevivió al hundimiento del RMS Titanic, y su rico marido minero.
La producción original de Broadway, se estrenó en Winter Garden Theatre, el 3 de noviembre de 1960, y tuvo 532 actuaciones.
Un dato que creó el mito, es que en la vida real, Margaret Brown nunca fue llamada “Molly”
A ella se llamaba “Maggie” o “Mrs. Brown”
Fue la compositora, Meredith Willson, quien cambió su nombre por Molly Brown, para el musical de Broadway, porque pensó que “Molly” sonaba mejor que “Maggie”
De todo el reparto, solo Harve Presnell repitió su papel en la película, siendo su debut en la pantalla grande.
Aunque Tammy Grimes había originado el papel principal, y había ganado El Premio Tony como Mejor Actriz por su actuación, los ejecutivos de MGM, querían a Shirley MacLaine para la película.
Después de firmar, la productora de Hal B. Wallis, afirmó que estaba bajo contrato con él, y MacLaine se vio obligada a retirarse del proyecto.
Cuando Debbie Reynolds fue reemplazada en su lugar, MacLaine públicamente la acusó de aceptar un salario inferior, por hacer el papel, y el director, Charles Walters, que prefería MacLaine, trató de persuadir a Reynolds, a rechazar el papel.
Cuando Reynolds le preguntó “¿Por qué?”
Se comentó que era “por ser demasiado pequeña”, a lo que Reynolds respondió:
“Bueno, ¿Qué tan corto es el papel?”
Ese fue el final de las objeciones.
Durante la producción, MGM estaba poniendo todos sus recursos en su próximo filme:
“Doctor Zhivago” (1965), y al menos $1 millón fue recortado del presupuesto de Molly Brown.
Sin dinero para completar la película, el director Charles Walters, propuso cortar el hermoso número de baile “He’s My Friend”, escrito especialmente para la película. Y para salvar el número, el elenco y el equipo, finalmente decidieron filmarlo en un día, usando múltiples cámaras para reducir el tiempo de rodaje.
The Unsinkable Molly Brown obtuvo 6 nominaciones al Oscar:
Mejor Actriz (Debbie Reynolds), decoración, fotografía, vestuario, sonido y adaptación musical; pero no consiguió ninguno.
Aun así, The Unsinkable Molly Brown es la película favorita, y de cariño muy personal de Debbie Reynolds.
Los exteriores de The Unsinkable Molly Brown, fueron filmados en el Black Canyon del Parque Nacional Gunnison, en el oeste de Colorado.
La acción inicia cuando Shamus Tobin (Ed Begley), encuentra un bebé tras unas inundaciones, y lo recoge criándolo como si fuera suyo.
Años después, el bebé es Molly (Debbie Reynolds), una joven alocada, ruda y maleducada, que pelea con los chicos.
Pero Molly siente, que ya ha llegado el momento de comportarse como una mujer, y decide dejar su hogar, para ir a Denver, casarse con un millonario, y convertirse en una señora respetable; pero en su camino se encontrará con Johnny Brown (Harve Presnell), un joven humilde que le pondrá el mundo a sus pies, y con el que se casará.
Poco después, Johnny y Molly descubren un filón de oro en sus tierras, el mayor de la historia en la región, que los convertirá en “nuevos ricos”
Contra todo pronóstico, Molly luchará también, por hacerse un lugar en la sociedad de Colorado.
Sí hubiera un personaje a la medida de Debbie Reynolds, ese sería Molly Brown, la mujer que además de haber sido feminista, actriz, escritora y filántropa, sobrevivió al desastre del Titanic.
Debbie Reynolds, también fue una mujer insumergible, a quien no pudieron detener ni envejecer antes de tiempo, sus fracasos matrimoniales en serie, de los cuales, siempre se repuso.
Por eso, el tiempo respetó su angelical belleza, que la sitúa entre las más rutilantes del universo de Hollywood, ese monstruo que no pudo devorarla y echarla a la basura del olvido.
De ese mismo olvido, con su fuerza maternal, salvaría del “Lado Oscuro” de las drogas, a su hija Carrie, de 60 años, que se la llevó con su muerte.
Así como Castor y Pólux, los hijos de Zeus, le queda la tarea a los astrónomos, de bautizar la constelación de Debbie y Carrie, por la mujer y la hija que ayudaron a construir la imagen del nuevo “Sueño Americano”, revelado en sus memorias, como una pesadilla racial y machista.
“Here I'm pleasant, at home I'm vulgar, I guess it's like here you eat snails, at home you step on them”
Pocas veces, creo que ninguna más, ha habido tantas películas musicales nominadas a las diversas categorías de los premios Oscar, como en la edición de 1965.
Nada menos que 6 filmes optaron a los galardones que anualmente, desde 1929, otorga La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidense, y fueron:
“My Fair Lady”, “Mary Poppins”, The Unsinkable Molly Brown, “Robin and The 7 Hoods”, “A Hard Day's Night”, y “Les Parapluies de Cherbourg”
Todas ellas, se estrenaron en 1964, es decir, hace más de 50 años.
En especial, The Unsinkable Molly Brown, es la adaptación de una comedia musical de Richard Morris y Meredith Wilson, que estrenada en Broadway por Tammy Grimes, bajo la dirección de Dore Schary, se mantuvo casi 2 años en escena, siendo siempre todo un éxito; y constituye uno de los últimos musicales clásicos, en el que su director no llegó a la altura de sus obras mayores, pero mantuvo un tono aceptable.
Con pocos meses de vida, Molly Brown vivió una horrible inundación en su ciudad natal, que acabó con toda su familia.
Ella, afortunadamente fue encontrada con vida por Shamus, un hombre gentil que la crio como si fuera su propia hija.
Molly, tiene un carácter muy tosco, y sus modales no son los más refinados, sin embargo, pasada la adolescencia, decide dar un cambio a su vida, y buscar a un hombre rico con el que casarse, y garantizarse así un futuro.
Por lo que conoce a Johnny Brown, un muchacho que al igual que ella, es de origen humilde, pero que en pocos años hará mucho dinero, gracias a una mina de oro.
Después de vivir momentos de grandeza, el matrimonio vuelve a sufrir una crisis... principalmente debido a la ambición de Molly de quererse labrar un lugar dentro de una sociedad hipócrita y pedante.
The Unsinkable Molly Brown es la famosa biografía musical del mito de Molly Brown, apodada “La Insumergible”, tras sobrevivir por 2 ocasiones a una muerte segura:
Primero, siendo un bebé en las inundaciones, mostrada al inicio; y posteriormente, tras salvarse del naufragio del Titanic, que se muestra durante muy pocos minutos, y casi al final, que muy curiosamente, en la oscarizada película de James Cameron, el personaje fue interpretado por Kathy Bates, con un parecido mucho más exacto que Debbie, que era muy hermosa.
La primera parte de la historia, es completamente cómica, y es la parte más interesante precisamente por esta comicidad, donde destaca el carácter inquebrantable de Molly, y sus ansias por conocer y aprender.
De esta parte destaca en especial, el número musical en la cantina, es para verlo de pie.
Y en su segunda mitad, deja a un lado la comicidad, para centrarse completamente en el drama, con los problemas matrimoniales de Los Brown, y sus problemas para ser aceptados en la sociedad.
No obstante, el amor y el romance, entre Molly y James, se ve y se siente, poseen gran química y se nota que se quieren mucho.
A nivel artístico, The Unsinkable Molly Brown es impresionante, sobre todo los decorados y el vestuario, tremendamente cuidados, con detalles muy hermosos, aunque la banda sonora y las canciones no llegan a la altura, aunado a las otras películas musicales estrenadas ese año; lo cual explica el por qué la película no caló tanto entre los fanáticos del género, que se decantaron más por “Mary Poppins” y “My Fair Lady”, en especial en Hollywood, producciones bastante superiores a Molly Brown, en todo, excepto en la calidad interpretativa de sus actrices, ya que Debbie Reynolds está absolutamente fantástica, enorme verla en esos “close ups” que llenan el encuadre con arrebatadora su belleza, tanto en la comedia como en el drama, y ni hablar del baile… podemos decir que ella merecía más El Oscar que La Andrews.
Como historia, tanto el musical como la película, dan una imagen falseada de Margaret Brown, puesto que la presentan como una huérfana...
A pesar de todo, la película fue uno de los mayores éxitos cinematográficos de 1964, y a los ojos de todos, se convirtió en “La Insumergible Molly”, y como sucede con la mayoría de los biopics de Hollywood, hay diferencias con la historia verdadera:
El más notablemente es que al final, Margaret y James, nunca se reconciliaron.
Tras 23 años de matrimonio, ella descubrió que su marido la engañaba, y de común acuerdo, decidieron separarse en 1909, aunque siguieron siendo buenos amigos, que cuidaron profundamente el uno al otro hasta su muerte.
Ella recibió una compensación en metálico, así como La Mansión de Denver, por lo que James Brown se comprometió a pasarle $700 al mes, para que pudiera seguir con sus actividades y sus viajes.
No estuvieron oficialmente divorciados, así que ella conservó el apellido de su marido, y mantuvo contacto con él.
Enviudó en 1922, cuando James Brown, de 67 años, murió de una crisis cardiaca, en el hospital de Nassau en New York, al lado de su hija, Helen.
Tras su separación de Brown, Margaret aprovechó para viajar.
El 24 de enero de 1912, embarcó a bordo del RMS Olympic, buque gemelo del Titanic, para dirigirse a Europa a visitar a su hija, que estudiaba en La Sorbona de París.
Durante el mes de febrero, las 2 mujeres visitaron Egipto, y fue en El Cairo donde ambas se reunieron con John Jacob Astor IV, que estaba en compañía de su joven esposa, Madeleine.
La pareja, que estaba de Luna de Miel, les habló del Titanic, el lujoso transatlántico en el que ellos habían reservado los billetes de vuelta, debido a que se trataba del viaje inaugural, de un buque considerado el más lujoso del mundo, en ese momento.
Durante su estancia, Brown visitó a un vidente, que le advirtió de que no se hiciera a la mar, porque se pondría en peligro...
Esto le pareció gracioso, porque para volver a América, tenía que abordar un barco obligatoriamente.
A pesar de todo, compró un pequeño talismán de jade, que representaba una momia, y que supuestamente, le daría suerte.
Y vaya que así fue…
Margaret, tampoco era la marginada social como se muestra en la película.
Otros aspectos de su vida, que faltaban en la película, era que el matrimonio tuvo 2 hijos, una pareja, un hijo y una hija.
Margaret, era una apasionada en la cruzada social y filántropa; ella era una defensora de los derechos de las mujeres, incluyendo la educación, y lucho para conseguir el derecho al voto.
También defendió los derechos de los trabajadores, la preservación histórica, la educación y la alfabetización, y el bienestar de los niños; incluido su papel decisivo en la fundación del moderno sistema de Tribunales de Menores.
Después del hundimiento del Titanic, ella apuntó sus esfuerzos en reconocer el heroísmo de los hombres a bordo del barco.
Después de La Primera Guerra Mundial, fue también líder en ayudar a reconstruir Francia, y ayudar a los soldados heridos, recibiendo La Legión de Honor francesa.
Ella también fue nominada en 2 ocasiones, al Senado de los EEUU.
Margaret Brown, murió en 1932, a los 65 años.
Otro dato cuenta que la historia de James Brown, quemando accidentalmente su dinero, después de que Molly lo escondiera en la estufa, no ocurrió realmente.
Fue inventado por un periodista de Denver, después de Molly Brown se convirtiera en una heroína del Titanic.
Cuando se le preguntó del por qué no refutó la historia falsa, Molly Brown supuestamente respondió:
“Es mejor que escriban algo sobre mí, que nada”
De hecho, Kathy Bates, como Molly Brown, repite la historia en “TITANIC” (1997) de James Cameron.
También se dice que Molly Brown narró esa historia con un final ligeramente diferente:
Molly escondía dinero en la estufa, en su cabina de Leadville; y Johnny, sin saberlo, encendió el fuego en una noche particularmente fría.
Eso está en consonancia con la otra versión, pero el final de la historia, según lo dicho por Molly, y reportado en entrevistas de periódicos posteriormente, fue un poco diferente.
Su adición era:
“¡Piensa si hubiese sido papel moneda!”
El dinero era moneda de oro y plata que se derritió y se fundió dentro de la estufa.
Los mineros, no confiaron en el papel moneda en esos años; por lo que la estufa tuvo que romperse, separarse y ser reesmaltada para separar del hierro, el oro y la plata.
Claro que el argumento de The Unsinkable Molly Brown, no es más que el pretexto para que Debbie Reynolds se luzca con unas cuantas canciones, y baile tan maravillosamente como lo hizo, en canciones como:
“I Ain’t Down Yet” y “Belly up to Bar, Boys”
La banda sonora es de Robert Armbruster, Jack Elliott, Calvin Jackson, Léo Arnaud, Jack Hayes y Leo Shuken, aunque en los créditos no figuran.
Sólo 5 de los 17 números musicales del musical de teatro, se utilizaron en la película, y la misma Meredith Willson escribió “He's My Friend”, para ampliar la partitura de la banda sonora.
Por último, e genial Peter Gennaro, que había coreografiado la producción original de Broadway, organizó las secuencias musicales.
“I'm interested in everything because I don't know nothing”
Debbie Reynolds fue una de las actrices más populares y alabadas de La Época Dorada de Hollywood, famosa por su papel en muchos musicales, falleció a los 84 años, este 28 de diciembre, irónicamente en El Día de Los Santos Inocentes, a los 84 años, a solo 1 día después de la muerte de su hija, Carrie Fisher.
Pese a no ser bailarina profesional, Debbie fue seleccionada para coprotagonizar la monumental “Singin' In The Rain” (1952) con Gene Kelly, considerado el gran musical de todos los tiempos, y la 5ª Mejor Película de La Historia del Cine de Hollywood.
A Gene Kelly, la estrella y director del proyecto, no le quedó más remedio que aceptarla, pero la sometió a un riguroso entrenamiento para prepararla para el papel; hecho que Reynolds siempre se lo agradeció:
“Escogieron a este talento virginal, a esta cosita, y esperaban que estuviera a la altura de Gene Kelly y Donald O’Connor, 2 de los mejores bailarines de la industria”, recordó.
A lo que siguieron varios musicales de MGM, en los que La Reynolds interpretaba siempre a una heroína joven y sana, antes de ser postulada al Oscar por The Unsinkable Molly Brown, en 1964.
Pero entre los principales galardones de su carrera, están el premio a “toda una vida” que le hizo entrega El Sindicato de Actores en 2015, y El Premio Oscar Humanitario, Jean Hersholt, que le entregó ese mismo año La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, pero que Reynolds no puso recibir en persona, por estar convaleciente de una operación:
“Cuando mi madre recibió el premio, le empezaron a decir lo bueno que era que se lo entregaran a una mujer.
Ella prefirió recordar, que hasta la fecha, solo 17 mujeres han recibido el galardón, entre 56 hombres.
Vamos, que mejor que no lo vendan como una victoria para la diversidad de géneros”, recordó en su momento su hija, durante su última entrevista.
Pero sobre todo, Reynolds es reconocida como la principal coleccionista de recuerdos de Hollywood, por preservar la memoria de un Hollywood que ahora ha desaparecido.
Debbie compró colecciones enteras de vestuarios y otras piezas de atrezo, cuando estudios como MGM, empezaron a deshacerse de ellos.
Su deseo era que formaran parte de ese museo que La Meca del Cine, paradójicamente todavía no posee.
Por lo que Debbie, finalmente tuvo que subastar la mayor parte de sus piezas, por la dificultad de mantenerlas.
Algunas sin embargo, han quedado en manos de La Academia, para la futura construcción de ese museo que Reynolds nunca llegó a ver.
En 2013, en su autobiografía llamada, “Unsinkable: A Memoir”, Debbie Reynolds detalló los altos y los bajos de su vida, y su carrera cinematográfica en medio del glamur de Hollywood, durante esos Años Dorados.
Mientras la casa de su personaje en The Unsinkable Molly Brown, fue vendida tras la muerte de Margaret, en 1932.
La casa acogió a una nueva familia, antes de que la comprara Art Leisenring, y se convirtiera en un hogar para niñas rebeldes en los años 1960.
En esta época, Denver conoció una importante renovación urbana, y numerosos edificios antiguos, fueron derrumbados.
Temiendo por la casa, Leisenring creó un grupo de apoyo, con otros ciudadanos, al que enseguida se unió La Asociación Histórica de Denver, que llamó a los medios de comunicación y, gracias a las donaciones, se consiguió comprar la casa, y llevar a cabo una remodelación minuciosa del edificio.
Para devolverle el esplendor de sus primeros días, se realizaron análisis microscópicos de las pinturas, así como investigaciones arquitectónicas, a partir de fotografías originales de la mansión en 1910.
Actualmente, la casa es un museo dedicado a la vida de Margaret Brown.
El museo, es una representación perfecta de una mansión victoriana, y de la vida cotidiana de aquella época, la cual conserva objetos que pertenecían a La Familia Brown, donde se pueden ver inclusive, cuadros que representan el naufragio del Titanic.
El nieto de Margaret, Lawrence Palmer Brown, ha donado también fotos de su familia al museo, siendo actualmente, el único propietario.
Mientras su bisnieta, Muffet Laurie Brown, realizó una serie de investigaciones sobre la vida de su bisabuela, siendo uno de los primeros miembros de la familia, que colaboró con los historiadores del RMS Titanic.
Además, redactó el prefacio de la biografía de su bisabuela, escrita por Kristen Iversen, y que fue publicada en 1999.
La hija de Margaret, que se apellidaría Bezinger tras su boda en 1913, vivió hasta los 97 años, y falleció el 17 de octubre de 1993, en Greenwich, Connecticut.
En la actualidad, el Molly Brown House Museum, ayuda a los visitantes a conocer la vida y la época de una de las ciudadanas más famosas de Denver.
Algo que Hollywood le debe a Reynolds, por su contribución al rescate del Hollywood más clásico, en lo propio.
¡Algún día, esperamos!
“I mean more to me than I mean to anybody else”
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