Baise-Moi

“Ma chatte, je peux empêcher personne d'y entrer, alors je mets rien de précieux à l'intérieur”
(Mi vagina, no puedo evitar que nadie entrara, así que poner algo de valor en el interior)

Sin ser un género que me agrade en demasía, sí que profeso cierta simpatía, al tipo de películas que se engloban dentro del universo del “exploitation”
Simpatía motivada, en su gran mayoría, por lo desvergonzado y portentoso de sus posters, y la cutres y picardía de sus tráileres:
Sexo, drogas, delincuencia, violencia, carreras temerarias de coches y motos, “Black Power”, crímenes, nudismo, psicodelia, y mucho “rock and roll” es lo que vamos a encontrar en estos filmes, de bajísimo presupuesto, y más baja calidad que, a pesar de los limitados medios con los que se crean, han conseguido calar hondo, en un amplio sector de la sociedad cinéfila, que ha elevado a la categoría “de culto” a alguna de estas películas.
El “Rape/Revenge” es un subgénero del “exploitation” y la ficción de suspenso que presenta, un argumento común entre sus películas, iniciando con una mujer que es abusada sexualmente, que se rehabilita, y que termina asesinando a la persona que abusó de ella.
Este enfoque del cine de explotación, recurre al sexo explícito, el erotismo, el abuso sexual, la violencia física, la utilización de armas, el gore, y el asesinato, para la construcción de su argumento principal.
Aunque en infinidad de películas, la mujer ha sido protagonista, tanto en dramas como en aventuras; el cine ha reflejado, documentalmente, su situación, de que la mujer ha sufrido durante el siglo XX, quedando en muchas ocasiones, en segundo plano, o considerándose solamente como compañera, novia, o amante.
La violencia hacia la mujer, no solamente se da en la pareja, el cine la filma en el trabajo, en forma de acoso, en la calle, las prostitutas son casi siempre maltratadas por policías y chulos, infinidad de películas reflejan la tortura y las violaciones sexuales, la persecución, la presión emocional, desapariciones, encarcelamiento, e incluso la muerte.
El tratamiento pornográfico de muchas películas, enaltece la visión de la mujer como simple objeto de placer, llegándose en ocasiones, al asesinato filmado.
“Le plus de sexe, moins la pensée et un meilleur sommeil”
(Entre más sexo, menos piensas y mejor duermes)
Baise-Moi es una película francesa de suspenso, del año 2000, escrita y dirigida por Virginie Despentes y Coralie Trinh Thi.
Protagonizada por Karen Bach, Raffaëla Anderson, Delphine MacCarty, Lisa Marshall, Estelle Isaac, Karen Lancaume, Sebastian Barrio, entre otros.
Baise-Moi está basada en la novela homónima de Virginie Despentes, publicada en 1999.
Para comenzar, diré que el término “baiser” proviene del verbo francés “coger” o “joder”, sino que también significa “beso” cuando se usa como sustantivo:
“un baiser”
Baise-Moi se traduciría entonces como “No me jodas”; aunque también se ha proyectado en algunos mercados como “Viólame”, pero esta traducción, que no está en la palabra francesa, fue rechazada por las directoras en una entrevista de 2002.
Baise-Moi narra la historia de 2 mujeres, que inician un frenesí de violencia en contra de una sociedad en la que se sienten marginadas.
Baise-Moi se realizó en 6 semanas, entre octubre y diciembre de 1999, en Biarritz, Burdeos, Lyon, y Marsella; y se realizó sin iluminación artificial.
Fue codirigida por la actriz Coralie Trinh Thi, cuyos trabajos anteriores, fueron películas porno como actriz.
El actor pornográfico Ian Scott, así como otros del medio, aparecieron en Baise-Moi como violadores, o figurantes de representación sexual.
Baise-Moi recibió una extensa cobertura de los medios gráficos, debido a su mezcla de elementos violentos, de realismo duro, y sexo explícito, por lo que fue censurada en varios países.
En su país de origen, Francia, Baise-Moi fue estrenada con clasificación “+16”, pero esto causó indignación entre los miembros de la extrema derecha, y grupos religiosos, fuertemente asociados con El Movimiento Nacional Republicano.
Éstos estaban de acuerdo, que Baise-Moi fuera catalogada como “X”, por sus escenas de violencia y sexo, pero finalmente, obtuvo una clasificación “+18”
En Australia, Baise-Moi fue clasificada “R - Mayores de 18”
En Canadá, fue prohibida en la ciudad de Ontario, por ser considerada muy pornográfica, y después calificada “R”
En Québec, Baise-Moi fue más exitosa que en el resto del país.
El Reino Unido la estrenó con certificación “R” y con algunas escenas menos.
En Estados Unidos, Alemania, México, Japón, y Hungría, Baise-Moi fue estrenada sin editar.
En Nueva Zelanda se calificó como “R” y se prohibió su despacho en video, mientras que en Irlanda, fue totalmente prohibida.
Como vemos, Baise-Moi dividió a los críticos por varios motivos; uno de ellos fue su bajo presupuesto.
Por otro lado, muchas críticas afirmaron, que Baise-Moi era “pornográfica”, lo cual fue rechazado por la codirectora Trinh Thi, quien dijo en una entrevista, que “esta película no es para la masturbación, así que no es porno”
Despentes estuvo de acuerdo, afirmando que la película “no es erótica”
En todo caso, Baise-Moi es un film interesante, que echa mano del “sexploitation” y la violencia, para ilustrar la realidad; con escenas de sexo, extremadamente explícito, y violencia gráfica, que algunas personas encontrarían desconcertantes; más razones aún para verla...
Baise-Moi gira alrededor de Nadine (Karen Lancaume), una prostituta de tiempo parcial, y Manu (Raffaëla Anderson), una joven que hace películas porno.
Un día, Manu y una amiga, son brutalmente violadas, por un trío de degenerados.
Cuando Manu regresa a casa, y le cuenta a su hermano lo sucedido, él reacciona con violencia, y decide tomar venganza contra los violadores, para lo cual, busca un arma de fuego.
Manu toma el arma, y al ver que él no se preocupa por su estado de salud y mental; lo mata.
Mientras tanto, Nadine sufre un shock emocional, cuando su único amigo, quien también es proxeneta, es asesinado a tiros, antes de que ella hiciera con él algunos negocios.
Más tarde, esa noche, Manu y Nadine, que no se conocían, intentan tomar el último tren de la estación, sin lograr el objetivo.
Mientras se encuentran casualmente ahí, empiezan a hablar, y se dan cuenta de que comparten el mismo sentimiento de rabia, y juntas empiezan un viaje por carretera violento, y caracterizado por la pauta de conseguir a un hombre, tener relaciones sexuales con él, y luego matarlo.
Por la necesidad de dinero, matan a una mujer que usaba el cajero automático.
Por último, después de mucha muerte y conducción, las mujeres entran en un local de intercambio de parejas, donde matan a muchas de las personas que se encontraban allí.
Después, las 2 hablan sobre lo que han hecho, y consideran que fue un acto inútil, porque nada ha cambiado dentro de ellas.
Todo termina, cuando Manu muere al intentar robar otra tienda.
Nadine mata al encargado de la tienda, y se lleva el cuerpo de su amiga hasta una ribera, donde lo envuelve con una frazada, y lo incinera.
Luego intenta suicidarse, pero no lo hace, sino que se duerme, y es despertada por policías, que insisten en saber, dónde está su compañera…
Baise-Moi es una “road movie” de vidas más allá del límite, y que se empapa del odio y el extremismo de lo que cuenta, hasta convertirse en una película desagradable, pero con sentido, pornográfica pero rotunda, y con la virtud o el defecto cinematográfico, de ser libre, a costa de la provocación al espectador.
Rodada con una pequeña cámara de vídeo digital, y sin artificios, lenta en su planteamiento, y si se soporta, interesante, Baise-Moi afronta su historia con una técnica concienzudamente provocadora, construida a partir de elementos acertados, o fallidos, según se aprecie, pero siempre radicales; con una banda sonora con temas de rock duro y punk, escenas de sexo en formato tranquilamente pornográfico, una cámara que se mueve a veces, a ritmo de corriente “Dogma” y una violencia sin tapujos.
“Je suis entre sautant, ou m'a mis sur le feu, mais le brûlage est un peu prétentieux”
(Estoy entre saltar al vacío o prenderme fuego, aunque quemarse es un poco pretencioso)
Baise-Moi es una película francesa, muy famosa, creo que fue una de las que inicio parte de lo que han llamado el “extremismo francés” que son películas francesas, que no son “cine-arte” sobre triángulos amorosos, gays, o drogas.
Baise-Moi fue grabada en video, y no se utilizo iluminación que no fuera de ambiente, por eso, notaran la calidad de bajo presupuesto.
Una de las directoras, Virginie Despentes, es la diva “destroy punk” de las letras francesas, ex vendedora de discos, ocasional trabajadora en un “peep-show” y ex prostituta, autora de la controvertida y censurada novela “Baise-Moi” (1998), “Les Chiennes Savantes” (1998), “Trois Étoiles” (2001) y “King Kong Théorie” (2007), entre otras, en las que las protagonistas, ocupan posiciones tradicionalmente reservadas a los hombres, entre “sangre, sexo y rock-and-roll”
Por su parte, Coralie Trinh Thi, es una actriz porno francesa, de origen alemán y vietnamita.
Con respecto a la censura, para Despentes, que antes de dedicarse al cine y a las letras, hizo un poco de todo, tampoco hay dudas:
“No es una casualidad que la censura, “la calificación X”, haya caído sobre nuestra película.
Somos todas mujeres; ellas 3 vienen del pomo, y yo no salí de una escuela de cine, precisamente.
Mientras las chicas estemos en 4 patas, en tren de chupar lo que sea, somos todas simpáticas, pero si renunciamos a este pequeño juego, los hombres se enfurecen.
En las películas tradicionales, las chicas son forzadas, pero siempre de manera que parezca algo divertido.
Y no hay nada divertido en ser una chica.
Por eso, era importante empezar la película con una violación, y con un asunto de prostitución.
Y reivindicar también nuestro derecho, como mujeres, de filmar esa escena, y de filmarla de esa manera, sin buscar la sensualidad.
Llegó el momento de llamar a las cosas por su nombre”
Después de su estreno en Francia, un miembro de una asociación de extrema derecha, presentó un alegato al Ministerio de Cultura, para que Baise-Moi fuera calificada “X”, de acuerdo con una ley que no se utilizaba desde hace más de 20 años, según las directoras.
Baise-Moi fue retirada de los circuitos comerciales, acción que despertó el debate sobre el tema de la censura, y las calificaciones gubernamentales en el país.
Intelectuales y cineastas como Jean-Luc Godard y Maurice Pialat, protestaron por esta decisión burocrática, que atentaba contra la libertad de expresión artística.
Finalmente, Baise-Moi se hizo un hueco en las carteleras convencionales, y gozó de una masiva distribución internacional, siempre acompañada por el escándalo.
La directora define su ópera prima como “un alegato feminista al estilo de “Thelma & Louise” (1991) pero con escenas de sexo real, violaciones, y asesinatos gratuitos”
Con el escándalo, llegó la notoriedad, y la actriz Karen Lancaume, decidió aprovechar el tirón, para continuar su carrera en el cine convencional como “Karen Bach” y abandonar definitivamente la industria XXX, no sin antes renegar de ella.
Lamentablemente, Karen Lancaume, se suicido en el 2005, con unas pastillas.
Muchos especulan, que fue por su paso en el cine porno, ya que no solía hablar muy bien de ese mundo.
Una vez dijo:
“Doble penetración en 5 °C, seguida de una eyaculación.
Vidriada de esperma, empapada, muerta de frío, nadie me tendió una toalla.
Una vez que se termina la escena, vale más nada”
El rodaje de Baise-Moi fue para ella, la ocasión de una determinada venganza, al mismo tiempo, que la afirmación de un mensaje feminista.
Lo cierto es que, Karen Lancaume, no tuvo suerte con su nueva aventura y, ante la sorpresa de muchos de sus allegados, que declaraban “que estaba ilusionada", decidió quitarse la vida.
Según la versión oficial, Karen se suicidó con una sobredosis de somníferos, en la casa parisina de unos amigos, a los que había ido a visitar durante un fin de semana.
Como curiosidad, recalcar que en la actriz que interpreta al personaje que es violado, Raffaëla Anderson, sufrió una violación en la vida real, cuando contaba con apenas 19 años, lo que complicó el rodaje de dicha escena.
También, apuntar lo curioso que resulta, que esa misma actriz, es lesbiana.
En el reparto de Baise-Moi figuran media docena de actrices y actores porno, lo que añade verosimilitud a las situaciones más escabrosas; como son:
La de la doble violación a una de las protagonistas y a una amiga suya, o la de la fiesta privada en el putero, con numerosos insertos de sexo explícito…
Y es que me encanta que haya sexo explícito, y se vean mamadas, penetraciones, y semen.
Al fin y al cabo, el sexo en la vida real es así, no pasa como en las películas comerciales, donde con suerte se ve una teta, y todo hay que imaginárselo, porque de lo contrario:
¿Para qué lo ponen, si no lo vemos?
Sin embargo, en Baise-Moi hay unas cuantas preguntas sin respuesta, como:
¿Quién es la rubia que entra a buscar a su novio al bar, mientras él juega al billar?
¿Por qué Raffaëla quiere defender a un chico que corre de unos matones?
Será que es gay y los matones unos “skinheads” homofóbicos…
¿Para qué se vea que ella, en realidad, es buena?
¿Por qué entran esas 2 mujeres asesinas en un burdel?
Se dice que Baise-Moi es “un manifiesto feminista”, según la autora de la historia, incluye una escena de violación como nunca se había visto en una película, originalmente pensada para su explotación en salas comerciales.
Decían por ahí que es ridícula, es una caricatura de la típica película “hembrista” de mantis religiosas mata-hombres…
Falso, en Baise-Moi se puede ver perfectamente, que matan tanto hombres como mujeres; muy probablemente, porque son mujeres que asientan del negocio del sexo, como aborregadas por los hombres…
Y ellas no matan, haciendo gala de la feminista radical histérica, que rompe las cadenas del machista opresor, no matan para vengarse de los hombres, o del machismo, nada que ver…
Ellas son solo 2 mujeres hartas, y por ello, sin escrúpulos, que se lo pasan muy bien, o mal, pegando tiros, y jodiendo al que se cruce en su camino, siempre y cuando, ellas se sientan amenazadas.
Y es que aquí follamos, matamos, y robamos, cómo en EEUU, pero por lo menos, en Baise-Moi se ven las cosas que en EEUU hubiesen sido imposibles de pasar por la censura del “país más libre del mundo”
“Thelma & Louise” (1991) es una mierda.
Baise-Moi es, por lo menos, una mierda de verdad.
“Cela me rappelle la maison qui n'ont jamais”
(A mí me recuerda la casa que nunca tendremos)
El cine, desde sus comienzos, ha filmado con mucha dureza la violencia, que se ha visto acrecentada durante las últimas décadas.
La violencia filmada contra la mujer, refleja una actitud real de la sociedad, un documento fehaciente de la conducta humana, y al mismo tiempo, una denuncia contra esa misma situación de indefensión psíquica, física, y cultural.
Si bien es cierto, que todo se ha filmado, incluso la justificación de esa violencia, lo más normal es que el cine, con sus duras imágenes, en muchas ocasiones, saque a flote, una situación para que el espectador, por sí mismo, extraiga sus propias conclusiones, normalmente negativas, al maltrato a la mujer, en lo que se refiere a la violencia física, no tanto, o mucho menos, cuando la violencia es sexual o psicológica.
En muchos casos, es la propia mujer la que hace su propia justicia, vengándose de los agresores, e imponiendo sus propias leyes.
El cine ha reproducido también, el lenguaje sexista, imponiendo la violencia que se transmite a través del lenguaje, cuando se reproducen los comportamientos de una sociedad, en la que predomina la cultura y la ley del varón, cuando se presenta a la mujer, como simple objeto sexual, expresando la relación de desigualdad entre hombres y mujeres, basando en la afirmación de la superioridad de un sexo sobre el otro; de los hombres sobre las mujeres, presentando a las niñas, como personas que aprenden a ceder, pactar, cooperar, entregar, obedecer, cuidar… aspectos que no llevan al éxito ni al poder, y que son considerados, socialmente inferiores a los masculinos, quedando las mujeres, reducidas al espacio doméstico de la familia.
El mérito de Baise-Moi, es que muestra unas actitudes poco comunes en mujeres, en otras películas he visto personajes femeninos violentos, o diferentes, pero siempre tienen un toque especial, mas sensiblero, emocional, blando, en este caso no, son 2 individuos de lo más brutales, son tan brutales como cualquier mafioso, o matón, o más todavía, un sadismo exacerbado, pasotismo ante una violación, gusto por el porno, gusto por matar, y las drogas, matar a alguien, porque te busca las cosquillas, demuestran que la frialdad, y la brutalidad, no entienden de sexos.
Su mensaje, en contra de lo que los rumores sobre Baise-Moi vienen desarrollando, no es el de un feminismo radical, contado a través de una historia de “mantis religiosas” que pretenden vengar al supuesto sexo débil de la masculinidad imperante.
Lo que Baise-Moi expone, es el desarraigo de 2 mujeres asqueadas del mundo en el que viven, sucio no sólo por el machismo, sino por un odio omnipresente, que es el que las destruye como personas, y el que las sitúa en otro estado del ser, absolutamente infrecuente, y en cierto modo superior, y basado en el sexo, y la violencia extrema.
Baise-Moi es un viaje de liberación, y como tal, deja muchas secuelas por el camino:
Muertos, sangre, semen…
Baise-Moi es una cinta nada convencional, que posiblemente era mejor como concepto, que como obra cinematográfica…
Para Despentes, la cosa es aún más clara:
“Baise-Moi es un film de guerra.
Hay violencia ahí afuera, y la película responde a esa violencia.
La violencia sexual es violencia social.
La explotación sexual es explotación social.
Durante años, el cine se ha apropiado de nuestra imagen, y de nuestra sexualidad como mujeres, y con Baise-Moi queremos revertir la situación”

“Je voudrais terminer tout cela, ainsi que cela a commencé.
C'est comme raconter une blague”
(A mí me gustaría acabarlo todo, tan bien como empezó.
Es como contar un chiste)



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