Dark Shadows

“What sorcery is this?”

“Dark Shadows” fue una teleserie gótica, que originalmente se transmitió durante días de la semana, en la Cadena de televisión ABC, desde el 27 de junio de 1966 hasta el 2 de abril de 1971; y fue creado por Dan Curtis.
El guion de la historia, que fue escrito por Art Wallace, no menciona elementos sobrenaturales, pero la serie se convirtió en un evento sin precedentes en la televisión diurna, cuando los fantasmas aparecieron unos 6 meses después de que comenzara.
La serie “Dark Shadows” se hizo muy popular, cuando el vampiro Barnabas Collins (Jonathan Frid) apareció un año de iniciada la transmisión.
“Dark Shadows” presentaba elementos como los hombres lobo, zombis, hombres que se transformaban en monstruos, brujas, hechiceros, viajes en el tiempo, y universos paralelos.
Una pequeña compañía de actores, se encargaba de interpretar muchos papeles, como los actores iban y venían, algunos personajes se interpretaban por más de un actor.
Los principales escritores, además de Art Wallace, incluían a Malcolm Marmorstein, Sam Hall, Gordon Russell, y Violet Welles.
“Dark Shadows” se distinguió por sus actuaciones, vívidamente melodramáticas, atmosferas interiores, historias memorables, numerosos giros dramáticos, una banda sonora inusualmente atrevida, y un amplio y épico cosmos de aventuras heroicas.
Ahora, la serie es considerada un clásico “Camp”, disfrutando de un intenso culto.
A pesar de que “Dark Shadows” solo duró 5 años, su programación como serie diaria, le permitió presentar más episodios, uno 1,225 durante su exhibición, más que otras series de ciencia ficción o fantasía, producidas para la televisión de habla inglesa, tales como:
“Doctor Who” o “Star Trek”
La MGM, lanzó una película titulada “House Of Dark Shadows” en 1970; dirigida por Dan Curtis, y con guion de Sam Hall y Gordon Russell.
Muchos miembros del elenco original de la telenovela, retomaron sus papeles.
En la filmación, estuvieron:
Jonathan Frid, Hall Grayson, Roger Davis y Kathryn Leigh Scott, entre otros.
En el año de 1971, llegó “Night Of Dark Shadows” otra película dirigida nuevamente por Dan Curtis, quien en esta ocasión, también escribiría el guion junto a Sam Hall.
Entre los que participaron se encontraban:
David Selby, Grayson Hall, Kate Jackson y Parker Lara.
Directores como Tim Burton, Quentin Tarantino, y el icono del pop, Madonna, se declaran públicamente, como fans de la serie.
Cuando era niño, Johnny Depp estuvo obsesionado con Barnabas Collins, al punto de querer ser como él.
“Dark Shadows” también está acreditada, por haber introducido el concepto del “vampiro compasivo”, el vampiro en su mayor parte “bueno” torturado por su aflicción, y en busca de una cura.
Este concepto ha sido, y sigue siendo utilizado, en muchas películas y series de televisión sobre vampiros.
Por ejemplo, la popular serie de Joss Whedon, “Buffy The Vampire Slayer” y “Angel”, en sus tramas, continúan con el camino trazado por “Dark Shadows”
En el 2004 y 2007, “Dark Shadows” estuvo en los lugares #19 y #23 de la lista “TV Guide Top de Shows de Culto de Siempre”
“My name is Barnabas Collins.
Two centuries ago, I made Collinwood my home... until a jealous witch cursed me, condemning me to the shadows, for all time”
Dark Shadows es una comedia cinematográfica estadounidense de drama sobrenatural, dirigida por Tim Burton en el año 2012.
Protagonizada por Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Helena Bonham Carter, Eva Green, Jackie Earle Haley, Johnny Lee Miller, Chloë Grace Moretz, Bella Heathcote, Gulliver McGrath, Christopher Lee, Ray Shirley, Alice Cooper, entre otros.
Con guion firmado por Seth Grahame-Smith, Dark Shadows está basada en el serial televisivo de corte gótico homónimo, creado por Dan Curtis, que tuvo multitud episodios, y en cuya atmósfera gótica, veíamos seres tan particulares como vampiros, monstruos, brujas, hombres lobo, fantasmas y zombies...
Cabe resaltar en Dark Shadows, el cameo de 4 actores de la serie original:
Jonathan Frid, Lara Parker, David Selby, y Kathryn Leight Scott.
Los 4 aparecen como invitados en el baile de la mansión Collinwood.
La filmación de Dark Shadows, se llevó a cabo en su totalidad en Inglaterra, en los estudios Pinewood, y en diversas localizaciones.
Vampiros, brujas, fantasmas, horror gótico…
Oscuridad...
Éstas han sido las etiquetas que han caracterizado el bizarro mundo de Tim Burton a través de los años.
A grandes trazos, Dark Shadows es una historia de venganza, de una bruja hacia un vampiro que nunca correspondió su amor; a menores, el tedioso pulseo entre 2 familias por controlar el negocio de la pesca en un pueblito.
Así como “The Munsters” o “Addams Family” Dark Shadows se encarga de presentar, la extraña forma de convivir de una familia, que está rodeada por atributos escalofriantes como fantasmas, vampiros y brujas; pero situado en los años 70.
Tim Burton pretende presentarnos a esas personas, disfrazadas tras un traje monstruoso, o con una naturaleza aberrante, con un alma igual de sensible y humana, a quienes calificamos como más normales.
Así las cosas, es el año 1752, Joshua (Ivan Kaye) y Naomi Collins (Susanna Cappellaro), con su jovencito hijo Barnabas (Thomas McDonell), zarpan de Liverpool, Inglaterra, para iniciar una nueva vida en América.
Pero incluso, un océano no es suficiente para escapar de la misteriosa maldición que ha caído sobre su familia.
Pasan 2 décadas, y el ahora mayor Barnabas (Johnny Depp), tiene el mundo a sus pies, o por lo menos, la ciudad de Collinsport, Maine.
Barnabas, el amo de Collinwood Manor, es rico, poderoso, y además, un mujeriego impenitente, hasta que comete el grave error, de romperle el corazón a Angelique Bouchard (Eva Green), una bruja en toda la extensión de la palabra.
Ésta decide asesinar a sus padres, y posteriormente con un embrujo, induce a la prometida de Barnabas, Josette Dupress (Bella Heathcote) a suicidarse.
Al no resistir vivir sin su amada, Barnabas Collins intenta quitarse la vida, lanzándose del mismo acantilado de donde se lanzó su amada, y finalmente, acaba por ser convertido en vampiro, y es enterrado en vida.
2 siglos después, Barnabas sale de su tumba, y emerge en 1972, en un mundo muy distinto del que conocía.
Regresa a Collinwood Manor, para encontrar que lo que en su tiempo, era una gran casa solariega, y está ahora en ruinas.
Barnabas descubre, que su mansión está habitada por sus descendientes, y que la matriarca es Elizabeth Collins Stoddard (Michelle Pfeiffer)
A los restos disfuncionales de la familia de Collins, no les ha ido mucho mejor que a la casa, y cada uno de ellos, encierra oscuros secretos.
Por lo que Elizabeth, ha recurrido a una psiquiatra residente, la Dra. Julia Hoffman (Helena Bonham Carter), para que la ayude en sus problemas familiares.
Pero, Barnabas tiene algo pendiente, más allá de adaptarse a los años 70:
Conseguir que la bruja le libere de su hechizo, y el amor de Victoria Winters (Bella Heathcote), la nueva institutriz de David (Gulliver McGrath) que, paradójicamente, guarda un parecido con su amada Josette.
Tras un estupendo prólogo, Dark Shadows se toma su tiempo, a la hora de mostrarnos a los distintos protagonistas de la historia, una situación que también se repite, cuando Barnabas Collins regresa a su hogar, tras casi 2 siglos encerrado en una tumba.
Existe un ambiente, deliciosamente surrealista, en buena parte de estas escenas, bien sea por encontrarnos con personajes de lo más delirantes, caso de la Dra. Julia Hoffman, y su afición a la bebida; o por los traviesos toques de humor del guión.
No obstante, hay que reconocer que esta equilibrada atmósfera, no se consigue mantener a lo largo de todo el metraje, de ahí que existan claros altibajos en su segunda mitad.
“It is said that blood is thicker than water.
It is what defines us, binds us... curses us”
¿Dark Shadows es una comedia?
¿Es un cuento gótico?
¿Es una historia de amor?
¿Es una producción de Disney Channel?
¿Es una historia de terror?...
En ningún momento sabes hacia dónde va el argumento, ni qué te pretenden contar, ni con qué propósito, y así se van languideciendo las escenas por la pantalla, escurriendo minutos de sopor, y olvidándose de seguir ningún arco argumental.
Por lo que concluyo que Dark Shadows puede llegar a ser la peor película de Tim Burton, con creces, y para mal, Dark Shadows amenaza con secuela.
Y es que Dark Shadows se muestra insípida, aburrida, plana, sin gracia, con actuaciones vacías y simplonas; ni siquiera su aspecto técnico la salva; la fotografía crea buen contraste entre luz/sombra, pero no satisface, y el maquillaje es muy pobre, y demasiado falso.
En los personajes, Barnabas tiene los atributos de un vampiro clásico, por cierto, no es Drácula:
El rostro pálido, los colmillos afilados, sediento de sangre, mata por convicción, tiene unos dedos largos, junto a uñas bien afiladas, y vestimenta gótica.
En ese aspecto, Dark Shadows resulta un poco llamativo, aunque excesivo la mayor parte del tiempo.
Dark Shadows quiere satirizar este tipo de mundo, puesto que los personajes se parodian así mismos, con los diálogos monótonos, que expresan cuando están hablando unos con otros.
En esta familia extraña, tenemos a:
Elizabeth Collins: la seria madre autoritaria.
Carolyn: la típica rebelde sin causa.
Roger: el hermano avaro de Elizabeth.
David: el hijo tímido de Roger.
La Dra. Julia Hoffman: la psiquiatra personal de la familia;
Y Willie (Jackie Earle Haley) el conserje raro-miedoso, que cuida la mansión Collins.
Todos ellos, se hacen sentir como personajes secos, que carecen de desarrollo personal; particularmente, por tratar de parodiar este tipo de familia monstruosa disfuncional en los 70s.
Por ello, Burton desgasta a Depp, y siempre vemos lo mismo.
Me parece una repetición de otros personajes ya creados, una y otra vez, y siempre con el mismo tipo de mujer:
Rubia pálida, sin cejas, inexpresiva, bruja…
Y un Depp que intenta salir de su rol de galán…
El papel de Pfeiffer no dio para más, pero ella sí dio lo mejor de sí.
Y bueno, Eva Green que bien le queda de mala…
Cabe destacar, la precoz sensualidad y el talento natural, de Chloë Grace Moretz, que le roba más de un plano a Depp.
Es inaceptable, que se nos presente un personaje aparentemente importante y vital, como lo es Victoria (Bella Heathcote), la institutriz que llega a casa de los Collins, antes de la aparición de Barnabas, y que desaparezca por completo de la narración, sino hasta el final, donde la historia lo exige.
Los cameos de Alice Cooper y del gran Christopher Lee, son sencillamente vergonzosos…
¿Para qué?
Sólo gastó tiempo, de metraje, y para nada importante…
No viene a cuento, que la niña sea una licántropo, si antes, no contaron algo para que eso no esté fuera de lugar.
El fantasma se pasa pidiendo ayuda…
¿Para qué?
Y Barnabas, si tantas ganas tiene de morir, porque no pide que lo maten, y así se acaba su tormento…
Burton con Dark Shadows, debería estar hablando de la trágica historia que escondía David, el más pequeño de la familia Collins; o de la misteriosa personalidad de su hermana Carolyn; o de las inquietantes visiones de Victoria; todos elementos fundamentales a la hora de comprender las motivaciones, y la pasión que mueve al vampiro, a amar a su nueva familia, y a vengar la muerte de los suyos, pero que finalmente quedan en nada, probablemente, en las hojas en borrador de un guión, que prefirió rellenar con fáciles alusiones semi-eróticas, gags desmedidos, y entre medio, uno que otro dato suficiente, para entender un final esperado desde el primer minuto, llevándonos de la comedia al terror, luego al misterio, y después al romance, y reiniciando este ciclo, sin ningún ritmo narrativo.
Por otro lado, simbolizar en un McDonald’s la entrada al Averno…
“M” = Mefistófeles, quien capta almas para Satanás.
El asfalto es un material desconocido para Barnabas, la compostura no tiene validez, hablar refinado mucho menos, es Liverpool con Hippies en las calles, música frenética, una sociedad turbulenta, pero enquistada en sus propias deidades:
El consumo.
La línea conductora es la familia, aquella resquebrajada, la única riqueza con la que contamos, esa misma que nos define desde la sangre.
Pero también, el hecho mayor es el amor, el cual se dice en Dark Shadows que:
“El amor significa nunca decir que lo sientes”
Y Barnabas vive un amor imposible, trágico, cuyas acciones son románticas, indelebles, y la concreción solo será posible, en el mundo de los muertos.
Tim Burton volvió a la carga con una película fiel a su mundo:
La rareza con la dura crítica, tantas veces menospreciada, o no entendida.
Por otro lado, rogaría a los expertos, que fuesen más rigurosos al catalogar las películas, ya que indicar que no está recomendada para menores de 7 años, y al ser “comedia”, da mucho margen para el error.
Lo único de “comedia” que tiene Dark Shadows, son las imágenes del tráiler, y tiene bastantes escenas muy fuertes para un niño de 9 años, y otro de 12, que quizá no entiendan muy bien todavía, el humor irónico.
Dark Shadows viene a ser:
La 8° película que Tim Burton trabaja con Johnny Depp.
La 7° de Burton con Helena Bonham Carter.
La 5° con Christopher Lee, y la 2° con Michelle Pfeiffer.
La banda sonora de Danny Elfman agrada pero no emociona.
“What if I made you?”
Durante los últimos 15 años, Tim Burton se ha transformado en una especie de restaurador de viejas ideas.
Se ha dedicado a tomar series o películas antiguas, empaparlas de modernidad, darles cierto toque humorístico, y presentarlas al mundo, como:
“La Nueva Maravilla de Burton”
Y bueno, Dark Shadows viene a ser el último refrito que se agrega a la lista.
Lamentable que poco importe, que el espectador medio de hoy en día, desconozca el referente televisivo en el que se basa la historia, puesto que tampoco nadie se molestó en repasar los cromos de “Mars Attacks!” (1996), o la filmografía de “Ed Wood” (1994) para disfrutar de esas cintas; antes que como adaptación, la versión de Burton se ve lastrada por cierto reciclaje visual y narrativo, cada vez más entumecido, y por un guión endeble, muy inclinado a la réplica facilona, y a recursos más propios de los “Kids Choice Awards”
Con el correr de los años, Burton quedó al descubierto como un hombre de dudoso talento, cuyo prestigio se encuentra basado más en el marketing, que en otra cosa.
La marca “Tim Burton” vende, y sus películas tienden a ser bastante esperadas, de hecho, cuentan con una amplia maquinaria de promoción, pero bien sabemos que vender no siempre es sinónimo de calidad.
A estas alturas, la figura de Tim Burton parece haber superado toda prueba, para constituirse en un lugar definitivo entre la cultura pop.
El director ha generado, a lo largo de su carrera, una imagen de talento que tenía más que ver con sus afinidades estéticas, que con la originalidad de sus planteamientos, ganándose a un sector del público, que le exigirá más de lo mismo, no importa tanto si mejor.
Y en el otro bando, ha generado una cierta animadversión automática y desmedida, con el riesgo de resultar tan acrítica, como en el primer caso, que crece a medida que el realizador prolonga su filmografía, con producciones cada vez más acomodaticias, sin espacio para el riesgo de sus primeros tiempos.

“If I can't have you, my love, I'll destroy you!”



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