Being John Malkovich

“Be All That Someone Else Can Be”

¿Le parece divertido imaginar ser otro, durante unas horas?
¿Y ser otro durante 15 minutos?
¿Leer durante días, imaginando ser el personaje del libro?
Entonces:
¿Se quiere usted, a sí mismo?
¿Por qué sino querría ser otro?
Aunque en ocasiones no es usted, ni cuando lo es.
¿Es usted otra persona, cuando intenta seducir a alguien?
Y si se enamora de ese alguien, pero él/ella, solo se enamora de la persona que finge ser…
¿Sería usted capaz de fingir, para estar con ese alguien?
¿De veras cree que duraría mucho, hasta que su enamorado descubra su verdadero yo?
Y cuando te deje:
¿Acaso lo querrías tanto, como para seguir fingiendo ser otro, alguien amigable, aunque tenga que ver cómo está con otro?
Y si es usted muy mayor:
¿Le parecería correcto, sacrificar la vida de una persona, para poder vivir eternamente?
¿Y para que unos cuantos vivan eternamente?
¿Sería capaz de compartir cada momento de su vida eterna, con tal de no estar solo por siempre?
¿Se ha hecho usted, alguna vez, estas preguntas?
“Ever wanted to be someone else?
Now you can”
Being John Malkovich es una película estadounidense de cine independiente, del género comedia fantástica, realizada en el año 1999, por el director Spike Jonze, en su debut cinematográfico; sobre un guion original, escrito por Charlie Kaufman, quien también ofició su debut como libretista.
Protagonizada por John Cusack, Cameron Diaz, Catherine Keener, John Malkovich, Orson Bean, Mary Kay Place, Charlie Sheen, Octavia Spencer, Spike Jonze, Charlie Sheen, Brad Pitt, Sean Penn, Winona Ryder, Andy Dick, entre otros.
Being John Malkovich se destaca por su particular argumento, manejado con originalidad, sobre la idea de la existencia de un extraño túnel, que transporta de forma literal, a la mente del famoso actor John Malkovich, siendo reconocida especialmente, por la labor de Kaufman como autor.
Being John Malkovich ganó numerosos premios de la crítica, y obtuvo 3 nominaciones a los Premios Oscar:
Mejor director, actriz de reparto (Catherine Keener) y guión original.
Spike Jonze, afamado creador de videoclips para gente tan dispar como Weezer o Beastie Boys, y esporádico actor, presenta una sorprendente película debut, deudora del universo de Terry Gilliam, y de diversas fuentes literarias como:
Franz Kafka, Sigmund Freud, o Lewis Carroll y su “Alice’s Adventures In Wonderland”
Con un sobresaliente comienzo, esta comedia surrealista de carácter fantástico, muestra el estudio existencial de identidades, el poder, y la atracción de la celebridad, o la fama, como cauce de expresión de talento.
Como dato, Being John Malkovich, es una película que cuenta en su producción, con el líder del grupo R.E.M, Michael Stipe, es una propuesta arriesgada, valiente y diferente.
Being John Malkovich es una historia digna de un cuento fantástico, pero trasladada al contexto del mundo actual, donde probablemente, las dudas y los dilemas, sean los mismos que acosaban a los seres de aquellos antiguos relatos:
Las ambiciones, el amor, la fama, la soledad, la relación cuerpo – mente, la propia conciencia, la percepción…
Y aquí, tratados, tanto en forma de comedia como dramáticamente, se plantean inquietantes consideraciones al respecto.
Being John Malkovich gira alrededor de Craig Schwartz (John Cusack), un marionetista callejero talentoso, pero sin mucho éxito, de carácter tímido e introvertido, que está casado con la parlanchina y algo extravagante, Lotte (Cameron Diaz)
Agobiado por su fracaso, busca trabajo en una compañía en Manhattan, donde ejercerá de archivero.
Allí, se interesa en Maxine Lund (Catherine Keener), una compañera de trabajo, que al principio empieza a considerarle un perdedor.
No obstante, en uno de sus ratos libres en el trabajo, descubre cerca de la oficina en donde ejerce su labor, un pasadizo secreto que, tras probar sumergirse dentro de él, se da cuenta de que lleva directamente, a la mente de John Horatio Malkovich (John Malkovich), viviendo literalmente, dentro de su mente, y la cotidianeidad de su día a día, por un breve lapso de unos minutos.
Lo que en un principio le resulta curioso y divertido a Craig, de a poco se transformara en un asunto, que se le irá yendo de las manos, cuando los demás sepan de la existencia del pasadizo, y se pongan intereses en conflicto, tanto como para ver cómo hacer de ello un negocio poco más que rentable, como para saber, quién verdaderamente, merece vivir en la mente del famoso actor, así como también, surgirán las discordancias y los extraños efectos que todos, y cada uno de los protagonistas involucrados, empezarán a tener en materia de su propio conflicto de personalidades interno.
Con un argumento ingenioso y muy divertido, que da pie a reflexiones acerca de la medida del éxito, y de la gracia, según se es conocido o no; del desdoblamiento de personalidad; de la usurpación de la intimidad; de la felicidad transitoria que nos produce ser otra persona a la que idealizamos...
Being John Malkovich es una singular y maravillosa comedia fantástica, de viajes en el tiempo y en el espacio, una pesadilla surrealista de sesgo kafkiano, a veces muy divertida, sobre todo, lo referente al tema amoroso y de infidelidades, que pese a ser quizás larga en exceso, y en cierto modo, algo enredada en su propia base genial, queda como una película notable, y en cierto sentido, absolutamente insólita; siendo una original manera de mostrar, cómo los grandes miedos del ser humano como a la soledad, al fracaso, al rechazo amoroso, a la vejez, etc., desatan sus peores instintos para con sus semejantes.
También, caben en el argumento, un poco de reflexión filosófica, ciencia ficción, y hasta un punto de efectismo añadido, para aderezar la puesta en escena de esa idea principal.
“Do you have any idea what it's like to have two people look at you, with total lust and devotion, through the same pair of eyes?”
Laberinto surrealista, poema visual, comedia ácida y mordaz, drama sobre la incomprensión, etc.
Definitivamente, Charlie Kaufman tiene una gran creatividad.
El acercamiento que hace al asunto de estar en la mente de otro, no es lo nuevo, pero sí, su sentido del humor, acompañado de la complejidad de los sentimientos de los personajes.
Además de las situaciones graciosas que vemos a través de los ojos de Malkovich, Kaufman nos sitúa en ese problema contemporáneo, de la identidad:
Todos buscamos nuestro lugar en el mundo, nuestro propio rol, muchas veces, imaginándolo desde aquellos ideales viciados, que el mundo de la fama, que nos meten a la fuerza por todas partes, nos ha impuesto.
Y es que Craig, el diestro marionetero, que le da vida a las marionetas, que con tanta delicadeza realiza, con su apariencia triste, no puede animar su propia vida.
Sólo cuando se recubre del cuerpo, de la identidad de otro, John Malkovich, se atreve a ser quien es, pero cargando siempre, con el yugo de no ser querido por él mismo, sino por el disfraz que porta.
Creo que, a veces, a muchos de nosotros nos sucede lo mismo…
Being John Malkovich es entonces, la mezcla de un montón de realidades:
El delirio maquillado de cordura, la tristeza de no ser querido, el amor apasionado, el engaño de quienes menos se espera, el desenfreno sexual…
Todo esto, está puesto con maestría por Jonze, quien nos compone una pieza de arte bien armada.
Sólo alguien como él, podría retratarnos la locura pura, sin que por un momento nos quepa un ápice de duda, sobre la verosimilitud de lo que sucede.
Being John Malkovich se destaca indudablemente, por su originalidad, sobre todo, en ciertas partes de la historia, luego decae en otras, y no presenta una línea ascendente, más bien ondulante.
El tema de las marionetas, por lo general, es muy realizado aquí, tanto desde la parte estética, como del significado que tiene implícito, quizás nos controlan en cada movimiento, el estado a nivel terrenal, o el creador a nivel de nuestra naturaleza humana.
Además, Being John Malkovich tiene un claro contenido transexual, esa ambivalencia de muchas personas sobre su identidad sexual, y la lucha interna que enfrentan cada día.
La premisa en sí misma, y todos los detalles que le rodean, como las oficinas del piso 7 ½ y ese fantástico vídeo corporativo que le hacen ver a Craig, es tan extraña, que parece sacada de un gag de Monty Python.
Pero lo que hace que sea especialmente interesante, no es lo rara que resulta en sí misma, sino el hecho de que Kaufman, consiguiera extraer de ella, un argumento con profundidad, convirtiendo una premisa surrealista y absurda, en un medio de narrar lo que al fin y al cabo es, un triángulo amoroso.
Lotte y Craig están enamorados de la misma mujer, pero sólo pueden llegar a seducirla, a través de John Malkovich.
Al inicio del metraje, Craig es un fracasado que intenta utilizar sus marionetas para vivir, a través de ellas, todo lo que le es negado en la vida real.
Cuando Maxine le rechaza, él representa por la noche, un pequeño espectáculo, en que ella se interesa por sus aficiones y acaban juntos.
Del mismo modo, más adelante, utilizará el cuerpo de John Malkovich para seducirla a ella, ya que él solo, no puede aspirar a ello, únicamente puede conseguirlo, a través de otro cuerpo, por sus marionetas o por John Malkovich.
El deseo de Craig Schwartz, no es más que conquistar a Maxine, algo que cree conseguir, metiéndose accidentalmente, en el cuerpo de otra persona, en este caso John Malkovich, ya que no se siente capaz de lograrlo siendo él mismo.
Lotte Schwartz, la enamorada y menospreciada esposa de Craig, es quien realmente acaba despertando el animal que lleva dentro Maxine, objeto de deseo de su marido.
¿Es debido esto a la fama del personaje en cuestión?
Evidentemente no, se trata de algo desconocido, intangible.
Por principio, me parece que Being John Malkovich se fundamenta en la aceptación de que, en un mundo donde es imposible encontrar razones cósmicas, y donde el principio de causa y efecto, es tan sólo una ocurrencia esporádica, lo único que queda por explorar, es la propia identidad, no sin antes intentar verificar su existencia.
Esta es la idea básica, que empapa cada cuadro de Being John Malkovich.
Las escenas cómicas, las dramáticas, e incluso las incoherentes, se basan en dicha exploración, tomando a los personajes, como objetos de estudio en un ambiente, donde las nociones convencionales de identidad, son torcidas hasta el límite y luego destrozadas.
El contraste entre los invasores y el invadido, es evidente.
El titiritero y su esposa, viven en el ambiente más anti-glamur posible; ellos mismos han aparentemente, abandonado todo concepto de amor propio.
El titiritero parece un vago, y su actividad preferida, es la de dar vida a sus títeres, y expresar por medio de ellos, la insatisfacción que siente en su vida.
Incluso, la elección de actores es parte del mensaje:
Cameron Diaz, una mujer muy atractiva, aparece aquí irreconocible, desechando por completo su imagen pública para gran efecto.
No sólo nos convence el personaje, sino nos sorprende que sea la misma actriz, que hemos visto en otros papeles.
Por otro lado, John Malkovich vive la que supongo, no es su vida propia, sino su vida como la percibe el público:
Regodeándose en ese mismo glamur, lleno de languidez artística, y afectaciones que le dan cierto aire de artista sufrido, seguramente, para hacerlo un personaje más agradable, pero finalmente anónimo.
Su única conexión con el público, es que lo conocemos desde antes.
El desarrollo de su personaje es mínimo, lo cual es lo correcto, dado que su función es ser un lienzo en blanco, donde luego se dibujará su cambiante personalidad, según los eventos posteriores en Being John Malkovich.
Pero en además, se tratan otros temas; aunque de una manera más tangencial, también se abordan con gran acierto, los factores que intervienen en el éxito:
Craig, gran maestro de marionetas, no alcanza el reconocimiento, hasta que muestra sus habilidades a través del cuerpo de Malkovich; la incapacidad, o la falta de valor, para vivir la vida que uno quiere vivir, como cuando Craig hace realidad sus sueños, a través de sus marionetas, pero no en su vida real; y ese deseo con el que muchos hemos coqueteado de vivir para siempre…
Así las cosas, el gran acierto en Being John Malkovich, tanto de Kaufman al concebirlo, como de Jonze al plasmarlo en imágenes, radica en la existencia de ese piso 7 ½, que representa la naturaleza surreal, imposible, y mágica del subconsciente.
Quizás su único defecto sea su razón de ser, que de un tema trivial o excéntrico, se quiera sacar algo profundo, pero pienso, que lo importante no es:
Que cuenta, sino como se cuenta...
“Sounds great.
Who the fuck is John Malkovich?”
¿Cómo te sientes siendo otra persona, totalmente diferente a ti, y tú mismo a la vez?
Por supuesto, si la idea es de por sí increíblemente surrealista, lo que le da un atractivo añadido a Being John Malkovich, es el hecho de contar con el mismísimo John Malkovich real, interpretándose a sí mismo, en un argumento tan enrevesado.
Muchos pagaríamos, por ver la cara que se le quedó, cuando llegó el guión de Being John Malkovich a sus manos, y lo cierto es, que la elección de Malkovich entre todos los actores posibles, es más que acertada, al ser un intérprete respetable, que no convirtiera a Being John Malkovich en una parodia fácil.
Su extravagante interpretación, es uno de los atractivos, ya que no sólo tiene que interpretarse a sí mismo, sino a sí mismo, estando “poseído” por otras personas, que utilizan su cuerpo como un instrumento.
Junto a él, destaca un eficiente John Cusack, y una sorprendente Cameron Diaz, en un personaje totalmente alejado de sus papeles típicos.
Pero, la que se lleva las palmas, es Catherine Keener, quien interpreta a Maxine; una mujer calculadora, ambiciosa, manipuladora, y sarcástica; aunque al mismo tiempo, estos atributos hacen que tanto los personajes de Being John Malkovich, como el mismo espectador, se sientan atraídos hacia ella.
La actuación de Keener es una de las más morbosas y sugerentes que yo jamás haya visto en pantalla, es muy difícil, por no decir imposible, quedar atrapado en ese halo de sensualidad que desprende su actuación, en cualquier momento de Being John Malkovich.
Y es que todos aspiramos a un ideal, queremos “ser como” alguien ,dejar nuestros trabajos “que no están a nuestra altura” o eso pensamos, pero sobre todo, Being John Malkovich es una metáfora del cine mismo, en el que por un momento, en 15 minutos, o 2 horas, eres otra persona, y ves el mundo a través de sus ojos, otra persona encarnada en un actor apuesto, y después de estos minutos, apareces en la cuneta, te estampas literalmente en ella, y vuelves a la dura realidad, el batacazo es de aúpa, y queremos más.
¿Por qué el cine es una gran industria?
Porque el poder de esa transformación, esa evasión de nosotros mismos, es algo demasiado fuerte e incontrolable.
El hecho de sentirnos un héroe por un rato.
Los abuelos no podrían vivir, sin estar un rato en la piel de ese actor de moda, que se liga a las chicas más sexys... el poder que llega a tener en nuestro subconsciente, se refleja en el comportamiento errático de los personajes, los no iniciados, el público.
Al final, es poesía también, es el oficio del titiritero.
¿Y el hombre que se siente abandonado por su mujer, porque hace más caso a esos “animales” que tiene en casa que a él?
¿No os recuerda a muchos matrimonios con hijos, donde la mujer se ocupa constantemente de los niños, y el hombre se siente relegado?
“I have been to the dark side.
I have seen a world that no man should see”
¿Aceptarías, si te dijera que puedes hacerlo para siempre?
Las razones pueden ser muy variadas:
Desde querer evitar la muerte, a no soportar la propia vida, y querer cambiar, pero de una manera radical, y equivocada…
Otro cuerpo, otra historia, sólo es tu mente, en un recipiente distinto.
¿Somos eso?
¿Son nuestros cuerpos, simples recipientes?
¿Sería justo apropiarse del recipiente de otra persona?
¿De aniquilar las voluntades de otra mente, su vida entera?
¿Quién preferirías ser, John Malkovich o tú mismo?
¿O ambos?
Entonces:
¿Por cuánto tiempo?
¿Toda profesión es apasionante?
¿Vives tú realmente, la vida que has elegido?
Muchos califican el argumento confeccionado por el guionista, como una excentricidad sin justificación; estas personas, simplemente no son capaces de mirar más allá de lo irreal de las situaciones desarrolladas en Being John Malkovich; es decir, ideas que manifiestan la compleja estructura y forma de operar de la mente humana.
Queramos o no, existen innumerables factores, según los cuales, nos decantamos por unos u otros gustos; nos enamoramos de una persona que, siguiendo criterios lógicos, no debería atraernos; sentimos de forma diferente, ante estímulos idénticos, en situaciones que nada tienen que ver entre sí; en ocasiones, nos sentimos irracionalmente atraídos, hacia personas que nos desprecian…
Intentar ser otra persona, no es esconderse tras una máscara, sino ponerse una lupa, para maximizar y exponer nuestras miserias.

“Forever doomed to watch the world through someone else's eyes”



Comentarios

  1. A mi "Being John Malkovich" me encantó. Lo que me fascina de Charlie Kaufman como guionista, es que tiene una capacidad increíble para general surrealismo simbólico con una fuerte metatextualidad. Lo hizo también con “Adaptation”, “Eternal Sunshine of the Spotless Mind”, etc. Es un tipo muy ingenioso y sabe manejar muy bien el suspenso.
    Esta es una comedia negra brillante, que más de una década después, sigue siendo un clásico absolutamente sublime. Una trama cautivadora que permite varios niveles de interpretación, actuaciones fantásticas y un guión más que sólido.

    Te invito a mi propio análisis de "Como ser John Malkovich" en mi página: http://on.fb.me/154AXPL

    También aprovecho a invitarte a que me sigas en mi página para más novedades de cine, entre otras cosas

    https://www.facebook.com/sivoriluciano

    ¡Saludos!

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  2. Muchas Gracias Luciano por dejar su comentario, el cual aprecio mucho.
    De mi parte, debo decir que Charlie Kaufman es un guionista "difícil", claro está para quien no entienda su metodología, sus films son infravalorados, porque no son para cualquier espectador; sin embargo, para quienes amamos el cine, Kaufman es lo más genial e inteligente que hay en guionistas.
    Lo que más me gusta de Kaufman son los detalles más pequeños, en sus guiones está prohibido parpadear, para no perder detalle de sus símbolos y pistas; pero lo mejor, es lo fácil que se llega a entender al ser humano, desde un "difícil" desarrollo argumental.
    Gracias por invitarme a su blog y Facebook, de los que ya soy seguidor, de igual manera, lo pondré entre los blog amigos de "Lecturas Cinematográficas"
    Lo invito a hacerse seguidor de este, su blog, y del Facebook de Lecturas Cinematográficas:
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    Saludos, y muchas gracias nuevamente.

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