My Cousin Vinny

“A Comedy Of Trial And Error”

A veces, uno encuentra alguna comedia que le hace reír.
Y más de una carcajada he soltado, viendo las comedias de inicios de los 90.
En ellas, muchas veces se usa el tema “sureño”, “confederado” y rural, para hablar de unos Estados Unidos, todavía casi anclados en El Lejano Oeste, y no tan cercanos a la vida urbana y “progresista” de otras ciudades yanquis.
Curiosamente, 2 de los temas recurrentes en el cine de Hollywood son, entre otros, las “road movies” con la extensión que tienen, y la cantidad de tramos rodados que hay, lo cierto es que dan mucho juego; y las películas de juicios, en el país donde alguien te puede demandar por estornudarle encima.
Y sucede pues, que cuando esos temas se conjugan bajo una trama llevada inteligentemente, pues se obtienen buenos resultados.
“There have been many courtroom dramas that have glorified The Great American Legal System.
This is not one of them”
My Cousin Vinny es una comedia de enredos del año 1992, dirigida por Jonathan Lynn.
Protagonizada por Joe Pesci, Marisa Tomei, Ralph Macchio, Mitchell Whitfield, Fred Gwynne, Lane Smith, Austin Pendleton, Maury Chaykin, Bruce McGill, entre otros.
El guión es de Dale Launer.
My Cousin Vinny ganó un Oscar a la Mejor Actriz de Reparto, en su única nominación para Marisa Tomei; pero corre el rumor, no confirmado por La Academia, de que el premio no era para ella, y que el actor Jack Palance, que abrió el sobre, decidió cambiarlo caprichosamente.
No se sabe si leyó erróneamente, o si decidió echarse una broma.
Lo que parece cierto, era que el Oscar era para Vanessa Redgrave por “Howards End”
Resulta que cada vez que se le preguntaba a Jack Palance al respecto, ni confirmaba ni desmentía las especulaciones, alimentado de esa manera, la leyenda y el misterio.
Como fuera el caso, My Cousin Vinny es una comedia muy disfrutable, que sin pretensiones, aborda temas diversos con mucha soltura y desparpajo, desde las relaciones de pareja, hasta un juicio por asesinato, todo ello con muchos gags que funcionan a la perfección, y le dan un rato divertido y pasajero a quién la ve.
Y es que My Cousin Vinny no es sólo una excelente comedia, sino una amena y muy recomendable muestra de cine judicial.
De hecho, My Cousin Vinny ocupa el tercer puesto, en la lista de Las Mejores 25 Películas del Género Judicial de Todos Los Tiempos, elaborada por The American Bar Association.
My Cousin Vinny inicia cuando 2 jóvenes amigos, Bill Gambini (Ralph Macchio) y Stan Rothenstein (Mitchell Whitfield) realizan un viaje por el Sur de los Estados Unidos en un viejo automóvil.
Cuando entran en un supermercado a comprar comida, 2 atracadores asaltan la tienda, y matan al cajero.
La policía del pueblo, está convencida que los amigos son los culpables, y los pone en prisión, a la espera del juicio.
Pero pronto se descubre que uno de los amigos, tiene en Nueva York, un primo que es abogado, el cual le llama por teléfono, y le pide ayuda.
El primo Vincent LaGuardia “Vinny” Gambini (Joe Pesci) llega entonces al pueblo, acompañado por su excéntrica novia, Mona Lisa Vito (Marisa Tomei)
Cuando comienzan a hablar del juicio, Vinny confiesa que no posee experiencia, y que no ha intervenido nunca en un juicio.
A pesar de ello, está decidido a actuar de abogado defensor, y dar pelea para sacar a su pariente de los apuros que le aquejan.
Es entonces que en My Cousin Vinny, la acción nos sitúa en Alabama, hasta donde llega un abogado neoyorquino, para ayudar a un primo suyo, y a un amigo de este.
El guión se ríe, abiertamente, una y otra vez, de esa “América Sureña Profunda” e incluso, deja entrever, cierta carga crítica:
Como cuando dicen que, por minucias, unos puede acabar en la silla eléctrica; o cuando dicen que saldría más a cuenta, reparar la silla eléctrica, que seguir pagando las facturas extras, que provoca el mal funcionamiento de dicha silla.
Pocos peros se le pueden poner a My Cousin Vinny, sobre todo porque es hija de su tiempo, nótese en el peinado y en el vestuario “second hand” de Mona; si acaso, alguna parte que peca de superficialidad o ingenuidad, pero que se tapa rápidamente con grandes dosis de hilaridad.
Tampoco es buena, la interpretación de los acusados, sobre todo en las escenas del juicio, todo queda un poco impostado y diría que hasta predecible.
“You knew you could ask questions, didn't you Vin?”
Si bien, la dinámica de My Cousin Vinny sigue el ritmo de la comedia, el director Jonathan Lynn, quien cuenta en su currículum, con un grado en leyes, de La Universidad de Cambridge, aprovecha para enviar un mensaje inteligente, contra la pena de muerte, y demuestra ciertas particularidades, no muy fiables, del proceso tradicional de enjuiciamiento criminal en los Estados Unidos.
Y es que el diario devenir, tarde o temprano, nos exigirá un abogado.
Y el problema para el ciudadano de a pie, es que muchas de las veces, se topará con truhanes o embusteros, leguleyos o simples charlatanes, que no sólo estafan al cliente, sino que además, laceran al gremio, y contribuyen a aumentar la diabólica popularidad, y ampliar la legendaria maldición gitana:
“Entre abogados te verás”
En My Cousin Vinny llama la atención, en primer lugar, la vocación docente de la trama:
My Cousin Vinny ofrece un acercamiento muy práctico al proceso, y es una estupenda lección de práctica forense, por ejemplo:
En lo que se refiere a la preparación de un interrogatorio.
En este sentido, resalta como, por lo general, al salir de la facultad muchos no han estado nunca en una sala de juicios, y prácticamente, como le ocurre al protagonista, por lo que no se miden los tiempos, ni controlan la puesta en escena, 2 aspectos fundamentales en la labor del abogado.
Por otra parte, hay personas que tienen cualidades innatas para interrogar, pero esto no es lo habitual, por lo que debe potenciarse también la formación en estas habilidades.
Y es que la regla de oro de la abogacía, es ganarse la confianza del cliente, otro aspecto de suma relevancia, que queda expuesto a lo largo de My Cousin Vinny.
En segundo lugar, nos detenemos en la prueba pericial:
El desmontaje de la prueba pericial, juega un papel de gran importancia en el argumento, lo que sirvió al ponente, para reflexionar sobre este elemento, al que en su opinión, no se presta la atención suficiente.
En los delitos económicos, por ejemplo, existe una gran dificultad para aprender y aún más, para transmitir al Tribunal, y a las partes, las cuestiones que no son específicamente jurídicas.
Por eso, se afirma que la necesidad de formación sobre estos aspectos, en el ejercicio de la abogacía, es imperativa.
Un tercer elemento, sería la ética:
La deontología profesional, encarnada en My Cousin Vinny por el Juez Chamberlain Haller (Fred Gwynne), que intenta establecer el origen profesional del peculiar abogado Vinny Gambini.
Es por ello que la trama de My Cousin Vinny, nos instruye sobre la importancia de la existencia de Los Colegios Profesionales.
Más aspectos interesantes:
El papel del Fiscal Jim Tottler III (Lane Smith), aquí más bien, reducido a una caricatura.
La crítica a la pena de muerte, y a un sistema en el que los medios económicos, determinan el acceso a una defensa efectiva, que se plasma en la figura ridiculizada del abogado de oficio, John Gibbons (Austin Pendleton) y que, como se ve en My Cousin Vinny, puede suponer que una persona se vea privada de asistencia legal, en su toma de declaración inicial, etc.
En la ficción, Vinny recompondrá su caso, estudiará, y con un esfuerzo, logrará que sus clientes sean declarados inocentes, en la realidad, siguen existiendo abogados sin preparación, o con poca ética, que ponen el riesgo los derechos de sus clientes, y que contribuyen a seguir alimentando la leyenda urbana del abogado del diablo.

“Mr. Gambini, didn't I tell you that the next time you appear in my court that you dress appropriately?”



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