Fifty Shades Of Grey

“I like to see your face. 
Gives me some clue what you might be thinking”

De entrada decir que, cuando el “boca-oreja” funciona, se crean modas en las que, en tiempos tan globalizados, es imposible no caer, y nos hace consumir productos que en condiciones normales, no elegiríamos, aunque solo sea para no ser excluido del debate, y poder opinar con fundamento sobre el tema del que todo el mundo comenta.
Con el cine, el ser humano alcanza la plenitud de su condición de mirón. 
El cine, casi no hace falta mencionarlo, forma parte indivisible de la condición humana de inicio de siglo, y de milenio.
Al margen de las películas que forman parte de los circuitos de la pornografía comercial, el cine ha tratado desde sus inicios, en profundidad, las relaciones BDSM; desde 1909 hasta la década actual, un periodo este último, con abundantes muestras.
El “BDSM” es un término creado para abarcar un grupo de prácticas y fantasías eróticas. 
Se trata de una sigla formada con las iniciales de las siguientes palabras:
Bondage; Disciplina/Dominación; Sumisión/Sadismo; y Masoquismo. 
Abarca, por tanto, a una serie de prácticas y aficiones sexuales relacionadas entre sí, y vinculadas a lo que se denomina “sexualidades no convencionales” o “alternativas”
A veces, en el habla cotidiana, se utilizan las expresiones “sado” o “sadomasoquismo”, para referirse al BDSM, aunque ambos términos resultan equívocos, en parte por tratarse de palabras creadas por la psiquiatría, para definir enfermedades mentales, y en parte, porque las prácticas abarcadas por el BDSM son variadas, y admiten gran cantidad de manifestaciones diferentes.
Al igual que ocurre respecto a la historia del BDSM, conviene recordar que al definir la literatura sobre el BDSM, no se puede simplificar, y recurrir a un listado de las obras escritas sobre todas, y cada una de las partes que lo integran, sadomasoquismo, flagelación, etc. 
En primer lugar, ese listado sería materia de los artículos sobre cada uno de esos conceptos, y en segundo lugar, faltaría el elemento integrador que da sentido al BDSM, el concepto del consenso, y la tolerancia activa para con los practicantes de otras variantes. 
Por tanto, y por la propia definición de BDSM, no pueden buscarse ejemplos literarios mucho más atrás de La Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, en el tópico literario del “amor cortés” por ejemplo, de la lírica trovadoresca medieval, total sumisión del enamorado a la dama, lo que origina un “sufrimiento gozoso”, encontramos un claro antecedente del BDSM.
Así las cosas, en 2011, se publicó la novela “Fifty Shades Of Grey” de la escritora E.L. James, primer libro de una trilogía romántica, basada en una relación de dominación/sumisión, que se convirtió en uno de los libros más vendidos de todos los tiempos, con especial éxito entre las mujeres, abriendo un amplio debate internacional sobre la importancia de los deseos, y fantasías BDSM en la sociedad.
“Fifty Shades Of Grey”, es una novela erótica de la autora Erika Leonard, nombre de soltera, Erika Mitchell, narrada en gran medida en Seattle, siendo la primera entrega de una trilogía que describe la relación entre una recién graduada de la universidad, Anastasia Steele, y un joven magnate de negocios, Christian Grey. 
Se destaca por sus escenas explícitamente eróticas, con elementos de las prácticas sexuales que involucran: 
Bondage/disciplina, dominación/sumisión, sadismo/masoquismo, es decir “BDSM”
El libro, ha acumulado todo tipo de atención, incluyendo su supuesto protagonismo en la revitalización de la sexualidad femenina, y también, incómodas acusaciones de misoginia. 
La trilogía de Fifty Shades Of Grey incluye: 
“Fifty Shades Of Grey” (2011); “Fifty Shades Darker” (2012), y “Fifty Shades Freed” (2012), que fueron desarrolladas a partir de una “fanfiction” de la obra “Twilight”, titulado originalmente “Master Of The Universe”, y publicado por episodios, en los sitios web de “fanfiction” bajo el seudónimo de “Snowqueen's Icedragon”
El relato, contaba con personajes que llevaban los nombres de los personajes que Stephenie Meyer creó para “Twilight”:
Edward Cullen y Bella Swan. 
Después de que surgieran varios comentarios acerca de la naturaleza sexual del material, James eliminó la historia de los sitios web de “fanfiction”, y la publicó en su propia página web, FiftyShades.com. 
Más tarde, volvió a escribir “Master Of The Universe”, como un relato original, en el que renombró los personajes principales con los nombres:
Christian Grey y Anastasia Steele, y lo eliminó de su sitio web, antes de su publicación.
Esta versión mejorada y ampliada de “Master Of The Universe”, se dividió en 3 partes:
El primer libro, titulado “Fifty Shades Of Grey”, fue lanzado a la venta como libro electrónico, y como libro de bolsillo de impresión bajo demanda, en mayo de 2011, por The Writers' Coffee Shop, una editorial virtual, con sede en Australia.
El segundo libro, fue publicado en septiembre de 2011, y el tercer libro, en enero de 2012.
The Writers' Coffee Shop, tenía un presupuesto de mercadeo restringido, y confió la publicidad en gran medida, a blogs de libros, pero las ventas de la novela se vieron impulsadas por la recomendación de “boca a boca”
La naturaleza erótica del libro, y la percepción de que su base demográfica de lectores, estaba conformada en gran parte por mujeres casadas, de más de 30 años, y llevó a que el libro sea tildado como “porno para mamás”, por algunas agencias de noticias.
El libro, también ha sido popular entre las adolescentes y mujeres universitarias.
Con el lanzamiento del tercer libro, en enero de 2012, los noticiarios en los Estados Unidos, habían comenzado a informar sobre La Trilogía “Fifty Shades”, como un ejemplo de mercadotecnia viral, y del aumento de la popularidad de la literatura erótica femenina, atribuyendo su éxito, a la naturaleza discreta de los dispositivos de lectura electrónica.
James, ha descrito la trilogía como: 
“Esta es mi crisis de mediana edad, con mayúsculas.
Todas mis fantasías en ese país, y eso es todo”
“Mr. Grey will see you now”
Fifty Shades Of Grey es una película erótica, del año 2015, dirigida por Sam Taylor-Johnson.
Protagonizada por Dakota Johnson, Jamie Dornan, Max Martini, Eloise Mumford, Luke Grimes, Marcia Gay Harden, Jennifer Ehle, Rita Ora, Andrew Airlie, Victor Rasuk, Callum Keith Rennie, Anthony Konechny, Dylan Neal, Emily Fonda, Jason Cermak, entre otros.
El guion es de Kelly Marcel, basada en la en la novela superventas del mismo nombre, publicada en 2011, por la británica E.L. James, que describe la relación erótica entre una chica virgen, recién graduada de la universidad, y un joven magnate.
Obtuvo 1 nominación al Oscar como mejor canción original:
"Earned It"
La novela, se ha convertido en un fenómeno mundial, llegando a traducirse hasta en 50 idiomas desde su lanzamiento, y habiendo vendido más de 70 millones de copias, en todo el mundo.
La serie de novelas ha vendido 31 millones de copias en todo el mundo, y los derechos del libro, han sido vendidos en 37 países, estableciendo el récord como la edición de bolsillo de ventas, más rápida de todos los tiempos, superando a la serie de “Harry Potter”, por lo que E.L. James se convirtió, en la autora más vendida, superando a J.K. Rowling.
A principios de 2012, se anunció que existía un interés profesional en una producción cinematográfica de La Trilogía “Fifty Shades”
Warner Bros., Sony Pictures, Paramount Pictures, Universal Pictures, así como la compañía de Mark Wahlberg, pusieron todas las licitaciones para obtener los derechos de la novela.
Finalmente, Universal Pictures, y Focus Features, obtuvieron los derechos de La Trilogía, en marzo de 2012.
La autora, E.L. James, pidió mantener un cierto control durante el proceso creativo.
Los productores, Mike De Luca y Dana Brunetti, firmaron un contrato para producirla, después de haber sido elegidos por E.L. James.
El rodaje de Fifty Shades Of Grey, se hizo en varios lugares icónicos de Vancouver, Canadá, como la Universidad de Columbia Británica, el barrio de Gastown, y el Hotel Fairmont; y fue estrenada en El Festival Internacional de Cine de Berlín, el 11 de febrero de 2015, llegando 2 días después a las salas de cine estadounidenses.  
No obstante, hubo una exhibición exclusiva, para seguidores de la novela, en El Teatro Ziegfeld de Nueva York, donde además, participaron los protagonistas, y el equipo de producción.
En esa ocasión, la directora Sam Taylor-Johnson, confirmó la realización de las otras 2 partes de La Trilogía: 
“Fifty Shades Darker” y “Fifty Shades Freed”
Así las cosas, la trama sigue a Anastasia “Ana” Rose Steele (Dakota Johnson), una estudiante de literatura, que acude a una entrevista con el millonario Christian Grey (Jamie Dornan) como un favor para su compañera de cuarto, y descubre a un guapo, brillante, e intimidante hombre. 
La inocente e ingenua Ana, que ha comenzado a desearlo a pesar de su enigmática reserva, termina desesperada por acercarse a él. 
Incapaz de resistirse a la belleza, y al espíritu libre de Ana, Grey admite que la quiere también, pero en sus propios términos. 
Ana vacila, cuando descubre los singulares gustos sexuales de Grey... 
A pesar de su éxito en negocios internacionales, su vasta riqueza, y su entrañable familia, Grey está consumido por su necesidad de controlarlo todo. 
A medida que ambos se conocen, Ana descubre los secretos de Grey, y explora sus propios deseos.
El éxito literario de la novela, aunque con una prosa muy pobre según parece, tenía un carácter instructor, sobre el reconocimiento del deseo sexual extremo, en una sociedad que lo reprime hacia las mujeres. 
El planteamiento de Fifty Shades Of Grey, no cumple el mismo objetivo, es más machismo de siempre. 
¿Realmente creen que las mujeres solo quieren ser dominadas por un galán?
“Listen to me. 
I don't do romance. 
My tastes are very singular. 
You wouldn't understand”
Sin lugar a dudas, estamos ante una de las películas más esperadas del año, que ha creado unas expectativas enormes, y que ha roto muchos records de nuestro cine actual, consiguiendo tener el tráiler más visto de la historia, casi 95 millones de visitas, y rompiendo todas las previsiones de venta de entradas por anticipado mundial.
En lo técnico, la dirección de Sam Taylor-Johnson es correcta y sobria, y ofrece, unido a la selección musical y a la fotografía, un acabado elegante, de ambiente glamuroso, acentuado en las escenas de sexo.
La elección de Sam Taylor-Johnson como directora, resulta bastante acertada, como mujer, logra darle ese “toque femenino” que se requería, logrando que muchas espectadoras se sientan augusto con lo que ven, pero para los cinéfilos más exigentes, no logra justificar su fama. 
Raras veces, una película hará justicia a un libro o novela.
Dicho esto, aunque hay opiniones para todo:
Que Fifty Shades Of Grey luce muy elegante las escenas de sexo, y sus protagonistas dan en el blanco en sus interpretaciones. 
Un Christian Grey frío, y una Anastasia Steele fuerte y soñadora.
La pareja protagonista, también ha sido analizada, criticada, y escrutada con lupa por parte del público, desde su elección:
Dakota Johnson, con los genes del cine en su cuerpo serrano, nieta de Tippi Hedren, e hija de Melanie Griffith y Don Johnson; luchaba por hacer olvidar su ADN.
Y Jamie Dornan tenía que superar su momento estelar, con esa mirada del anuncio de Calvin Klein con Eva Méndez, y convencer al público, que estaba incluido en el “casting”, no sólo por sus irlandeses abdominales de enciclopedia médica.
El reparto lo completan:
Luke Grimes, en el papel de Elliot, el hermano de Christian; Eloise Mumford como Kate, la mejor amiga y compañera de piso de Anastasia; Victor Rasuk, como José, amigo de Anastasia; la oscarizada Marcia Gay Harden como La Dra. Grace Trevelyan Grey, madre de Christian; Jennifer Ehle como Carla, la madre de Anastasia; Dylan Neal como Bob, el marido de Carla; Rita Ora como Mia, la hermana de Christian; Callum Keith Rennie como Ray, el padrastro de Anastasia; y Max Martini como Taylor, el guardaespaldas de Christian.
Aunque al principio, el personaje femenino principal, se presente como la más típica representación de la torpeza, pues se tropieza, tartamudea, vomita… desde el momento en que pierde la virginidad, como momento liberador, se transforma en la mujer que decide, negocia, y toma las riendas de la relación, tampoco había que exagerar tanto, pero bueno… hasta cambia el vestuario. 
Lo importante es que, en realidad, ella tiene al chico, cogido por el mando del látigo, en prácticamente todo el metraje; siendo “La Caperucita Roja”, más feroz que el lobo.
Frente a esta estudiante de literatura inglesa, el personaje masculino principal, es un multimillonario, orgulloso, y viril, que va de macho dominador, se convierte en un cervatillo adorable.
El duro, no lo es tanto, y acepta todo lo que siempre ha rechazado, hasta la presentación a los padres, y foto oficial en el periódico junto a su novia, acompañado de los inevitables regalos, paseos por el bosque, y vuelos en helicóptero, para dar el vértigo necesario a la relación. 
Si es que al final, más que Grey, es bastante “White” si me permiten el chiste fácil, aunque se perciba algo de Gray, el Dorian de Oscar Wilde.
El cuanto a la expectativa de la intensidad sexual, se trata de un “film erótico”, nivel sesión de medianoche, y mucho más sensual, que sexual. 
El espectador entonces, tendrá que esperar media hora para el primer beso, ¾ para algo más lúcido, y una hora y media, para entrar en la célebre habitación roja. 
Como siempre, el cuerpo femenino, más bien, la actriz que dobla a la protagonista, se expone mucho más que el masculino, y la exhibición es más puritana que en el cine europeo, como viene siendo habitual en el cine Hollywood. 
Mucha nalga y tetas, y pocas nueces a ese nivel, vamos ni el bulto, ni erección.
Y es que en esta primera entrega, todos los focos de la sombra de Grey, son para la actriz Dakota Johnson, que ha tenido que hacer frente a multitud de escenas de desnudo en el rodaje; pero hay una escena, en la que azotan sus nalgas, que se negó a grabar.
“Hay un primer plano de un trasero golpeado por un cinturón. 
Ese no es mi trasero, porque no quería que me pegaran con un cinturón”, contó la actriz en “Entertainment Tonight”
En este aspecto, tengo la impresión de que Fifty Shades Of Grey, va con el freno de mano echado, y se muestra lo justo, e incluso en algunas ocasiones, las escenas resultan demasiado cortas.
La escena cuando él le dice con esa mirada de violador en serie “este es mi cuarto de juegos”
Y ella le contesta:
“¿Xbox y todo eso?”, me entró una risa tremenda...
Y es que en el fondo de esa habitación, la idea de una sexualidad negociada, y no impuesta entre los protagonistas, la posibilidad de aceptar los gustos sexuales de la pareja, por distintos que sean, o la búsqueda del equilibrio entre sus deseos, sitúan a Fifty Shades Of Grey, en los vientos favorables de la época que debería defender una sexualidad compartida y consentida, siempre, y en todo momento.
Definir “la normalidad” es tan complicado, como establecer una única realidad; tanto que crea controversia.
En El Reino Unido, la compañía de té “Twinings”, organizó una promoción especial para Fifty Shades Of Grey, obsequiando a sus clientes, una exclusiva caja que contenía una corbata similar a la que aparece en la portada de la novela. 
Sin embargo, semanas antes del estreno de la película, “Twinings” ofreció disculpas públicas, y retiró su promoción del mercado, como respuesta a la protesta de sus clientes, quienes consideraron que la película Fifty Shades Of Grey, retrataba la violencia sexual y doméstica, de manera glamurosa.
En Estados Unidos, El Centro Nacional contra La Explotación Sexual, instó al público a boicotearla, por legitimar la violencia contra las mujeres, a través de la violencia sexual, el abuso de poder, la desigualdad de género, y la coerción.
A más de un mes de su debut, La Asociación Cinematográfica de Estados Unidos, decidió otorgarle a Fifty Shades Of Grey, la clasificación “R” por su fuerte contenido sexual, incluyendo diálogos, conductas inusuales, y desnudez gráfica.
En Malasia, en tanto, La Junta de Censura Cinematográfica, prohibió el estreno, por considerar que algunas de sus escenas, contenían actividad sexual “no natural”
La socióloga israelí, Eva Illouz, analiza el libro en su estudio “Erotismo de Autoayuda” y se pregunta:
¿Cómo es posible que se haya difundido tanto una obra que “contiene muestras de la peor escritura que he visto nunca”; y presenta de modo favorable el sadomasoquismo, y el sometimiento de la mujer?
Su hipótesis es que sintoniza con tendencias muy promovidas en la sociedad occidental, como la reducción de la sexualidad, a objeto de consumo, o la creencia de que la satisfacción, o el éxito sexual en este caso, se consiguen aplicando recetas, como la base de la literatura de autoayuda.
Andrea Reiher, expresó su frustración por la representación de la saga, y afirmó que “ser sumisa sexual, no es sinónimo de ser víctima de abuso”, o que las mujeres estén “renunciando a su poder, o su igualdad con su pareja”
Otros sitios, como el blog femenino “Jezabel”, respondieron a este artículo, y presentaron las razones de la popularidad del libro, afirmando que “la mayoría de los seguidores de la saga, elogian la relación sentimental entre Anastasia y Christian, y no el sexo”
La crítica, Soraya Chemaly, de The Huffington Post, argumentó que el interés en la serie, no era una tendencia, pero que encajaba directamente dentro de la tradición y el éxito del género romántico, que es motivado por relatos de doncellas, hombres trastornados, y temáticas de sumisión y dominación. 
También indicó, que los libros no son notables por el sexo transgresivo, sino por el hecho de que las mujeres ahora utilizan la tecnología para subvertir la vergüenza de género, mediante la exploración de contenido sexual explícito en privado, a través de lectores electrónicos. 
En lugar de fantasías de sumisión, que representan un malestar post-feminista con el poder, y el libre albedrío, el libro es un éxito feminista, porque impulsa el consumo abierto de las mujeres, el intercambio, y la discusión de contenido sexual.
Por otro lado, la relación del BDSM, y la legislación, es compleja, dada la especial naturaleza de estas relaciones. 
No conviene olvidar, que las leyes que regulan la interacción sexual, son muy diferentes según país: 
En Arkansas, EEUU, por ejemplo, una práctica oral, incluso en el seno de un matrimonio legalmente constituido, puede ser delito. 
En cambio, la legislación holandesa, permite las relaciones entre adultos y menores de 16 años, si estas no son forzadas. 
Pero, además, lo que le presta una especial configuración al BDSM, es su premisa de consenso, la voluntariedad que impregna todas sus actividades. 
Y esa es, a menudo, la piedra de toque en los casos de conflicto legal.
Pero no sólo los cines se van a beneficiar del éxito de Fifty Shades Of Grey.
En EEUU, los fabricantes de juguetes y accesorios sexuales, han visto como en las últimas semanas, con la amplia promoción que ha recibido el filme, se han disparado las ventas de algunos de los productos que utilizan en sus relaciones sexuales, los personajes de Christian Grey y Anastasia Steele, un fenómeno que ya ocurrió tras la publicación de la novela, en 2011.
Recientemente, el diario The New York Times, informaba que gracias a Fifty Shades Of Grey, se le puede atribuir en parte, el incremento de ventas del 7,5% que registró en 2013, la industria de los productos eróticos en EEUU, según datos de la consultora IBISWorld.
Incluso, existe una línea de productos que lleva la marca “Fifty Shades Of Grey” fabricada por la compañía Lovehoney, y que puede encontrarse hasta en Target, la segunda cadena más importante de tiendas minoristas de EEUU.
La venta en Target de estos productos, que incluyen antifaces, aceites para baño y masajes, velas, y hasta un anillo vibrador, desató las quejas de algunos clientes, por tratarse de una tienda “familiar”
“Gracias al libro, y ahora la película, el público se está enterando de la existencia de estos productos, que en realidad no son nada nuevo, ya que hace décadas que los vendemos”, explica Desiree Duffy, directora de marketing de la compañía.
“Fifty Shades Of Grey, ha ayudado a que la gente entienda cómo funcionan estos juguetes”, apunta Duffy, en conversación con BBC Mundo.
En opinión de Sara Ramírez, de la publicación especializada en la industria del entretenimiento para adultos XBIZ:
“El libro y el filme, han hecho que productos que antes eran considerados sólo para fetichistas, hayan dejado de intimidar a muchos consumidores, que ya los ven como unos juguetes sexuales más”
Pero la alegría de los fabricantes de juguetes sexuales, por el estreno de la película, no es compartida por todo el mundo.
Algunas organizaciones que trabajan para erradicar la violencia doméstica, se han quejado de que Christian Grey, el personaje central, tiene rasgos de abusador, y han pedido que la gente no vaya al cine…
Mientras, grupos religiosos, han organizado protestas por el contenido sexual de la cinta.
Si la película, no hubiera sido hecha por Hollywood, y fuera realizada en Europa, toda la discusión anterior, no hubiera hecho falta, ahora veamos por qué:
El film no trata, como yo creía, sobre un tipo llamado Grey, al que lo alumbran con 50 lámparas ubicadas en posiciones diferentes, sino que es una película de sadomasoquismo. 
Además de que el guión es muy malo, fiel reflejo de la calidad literaria de la novela original, los diálogos son muy malos, personajes planos, y reducidos a un par de rasgos:
Ella virginal; el dominador y rico, muy rico.
Las actuaciones muy malas, o más bien rígidas, y ambas cosas se combinan en diálogos tontos, dichos con bastante frialdad, aunque intentan provocar lo contrario; y no logra lo básico que se propone: 
¡Excitar!
Aquí todo es muy frío, no hay verdadera pasión, o ardor, se cuida tanto en no ser vulgar, en ser elegante, que todo queda demasiado mecánico, sin reflejar verdadero entusiasmo, o excitación. 
Tomen en cuenta que Fifty Shades Of Grey, además sería sin duda clasificada como “R” en todos los tipos de calificación cinematográfica, por tanto, no tenían por qué cuidarse, o contenerse tanto.
Además de que el supuesto “atrevimiento” con el tema del sadomasoquismo, y la relación entre el placer y el dolor se limita unos cuantos latigazos bastante suaves, y a la exagerada reacción de ella... pues vamos, que ni se me paró.
Creo, firmemente, que Mr. Grey sufría de eyaculación precoz, porque fueron las escenas de sexo más cortas en toda la historia del cine, vamos que ni las bolas le vimos.
Aquí, no trabaja ningún actor famoso; las únicas estrellas, son las que le hacen ver a la protagonista, de tanto que le pegan. 
Ah sí, una ENORME Marcia Gay Harden, totalmente desaprovechada, pero con un sueldo millonario por menos de 5 minutos.
Cierto que Jamie Dornan, tiene una buena musculatura, y anda todo el tiempo con el torso desnudo, para beneplácito de las espectadoras más adolescentes de espíritu, pero no le avisó a los músculos de su rostro, que ellos también deben formar parte de la interpretación.
Y es que los padres de Dakota, son nada más y nada menos que Don Johnson y Melanie Griffith, lo que significa además, que su abuela es la “híper hitchcockniana” Tippi Hedren, y su padrastro, el almodovareño Antonio Banderas.
¿No hay combinación de ADN posible, para que mezclando esos genes, salga una buena actriz?
Anastasia, es cortejada por un latino llamado José, que no tiene chances porque es pobre, y como entre amor y dinero, lo segundo es lo primero, aparece Grey, que tiene en su armario más corbatas que yo calzones.
La lleva a pasear en todos los vehículos aéreos inventados por el hombre, le faltó llevarla en dirigible; y que además, le regala vinos, una MacBook, y hasta un auto, a cambio de 3 latigazos.
La imagen del bondage y el sadomasoquismo que muestra Fifty Shades Of Grey, no pasa nunca del simple postureo, y si hay que justificar el comportamiento del guaperas millonario, se tira del recurso del trauma infantil, y apañado. 
¿Un alegato que todo aquel que le gusten estas prácticas, es porque fue abusado, o traumado?
De esta manera, Grey resulta ser el peor amo dominante del mundo:
Azota flojo, como desganado, y siempre después de pedir permiso educadamente, ufff, que mal. 
Menos perverso imposible, pero claro, es que se ha enamorado…
Fifty Shades Of Grey, también queda corta en atrevimiento, lo que resulta en su principal error, teniendo en cuenta las expectativas a las que se enfrentaba. 
El contenido sexual, opta en general, por mantener un tono bastante moderado, y en cuanto se comienza a intuir que va a ir un poco más allá, la edición opta por esconder, y desviar cualquier tipo de imagen “inapropiada”
Sin embargo, si esas escenas fueran más intensas, Fifty Shades Of Grey hubiera pasado a un nivel de relato sexual transgresor, que cuestiona los códigos del sexo permitido, y las rígidas ideas que existen del rol de poderes en una relación. 
En el desarrollo, esta disputa se pierde en la redundancia. 
Y el relato defiende el mismo modelo romántico tradicional de siempre: 
La mujer pretende una relación conservadora con citas y mimos; y el hombre, lo único que quiere, es tener sexo extremo todas las noches…
El gran vacío de Fifty Shades Of Grey, es que se ha quedado únicamente, con el proceso de negociación entre ambos, en lugar de graficar a 2 personajes que se devoran entre sí. 
Y su conflicto, parece demasiado tonto en esencia, porque su verdadera complejidad, radica en el juego de poderes, alrededor del sexo. 
Y es que la vulgaridad, no se puede suprimir, pues se dice que aparece con cada vuelta de papel. 
Por tanto, el sexo parece condenado a ser necesariamente explícito; donde la perversión aflora, al mismo tiempo que se genera un profundo instinto de supervivencia, y excitación. 
De esto sólo cabe concluir que, en el trabajo de producción, se optó por enfatizar más la relación entre los protagonistas, y sus respectivas historias, que el aspecto erótico de la novela. 
Eso no es nada que no se haya visto antes, en una cinta de otra temática, y siendo el sadomasoquismo, una de las ideas en la que se apoya el libro, ésta parafilia se siente vagamente mostrada.
¿Cómo es posible, que una mujer occidental, universitaria, y joven, se pase 115 minutos de largometraje, pensando en, si acepta una relación de macho dominante, y controlador? 
Que cada uno en su dormitorio haga lo que quiera, pero la vida que transcurre fuera de él, es otra cosa. 
El final de Fifty Shades Of Grey, es lo que no me gustado, la manera de “cerrarlo”
Muy abrupto, por decirlo de alguna manera. 
No tengo ni idea, de cómo ocurre en el libro, si termina igual, pero lo que es aquí, es como un “coitus interruptus”, que te deja con ganas de ver más. 
Si llega a ser el episodio piloto de una serie, habrá que tener en cuenta que solamente le hubiera faltado que apareciera el rótulo de:
“Continuará…”
En este caso, el masoquismo lo ponen los que van a ver Fifty Shades Of Grey, y el sadismo corre por cuenta de quien fija el precio de la entrada. 
Ahora, los yanquis estrenan películas de sadomasoquismo, en el día de “San Valentín”, porque en el siglo XXI no basta con que “Cupido te tire el flechazo”, sino que además, tiene que retorcer la punta de la flecha en la carne viva de la herida.
Será esperar a fin de año, que sale la versión extendida en DVD, con el corte del director, con 12 sombras inéditas…
Con todo, Fifty Shades Of Grey es una película demasiado pulcra para creer en ella. 
Solamente los más conservadores o reprimidos, sentirán alguna inspiración.
A ver con qué cara van a hablarnos de la independencia económica de la mujer, la cosificación, y la asimetría de poder, si medio planeta está fantaseando con ser la esclava sexual de un millonario.
¡Ouch, eso duele!
Y a este ritmo, creo que las siguientes 2 partes, también seguirán esa tendencia, y en ese caso, y teniendo en cuenta el seguro éxito que tendrá en taquilla, tenemos aseguradas que las otras entregas, irán de mal en peor. 
Corren malos tiempos para el sexo en Hollywood, es definitivo.
Lo mejor, la partitura de Danny Elfman, que está completada por una banda sonora que nos lleva por el tempestuoso recorrido de la pareja, desde su encuentro en el despacho de Christian, hasta las profundidades de La Sala Roja. 
La supervisora musical, Dana Sano, escogió 16 temas de conocidos cantantes como:
Frank Sinatra “Witchcraft”; The Rolling Stones “Beast of Burden”; y Annie Lennox “I Put a Spell on You (Fifty Shades Of Grey)”
Así como canciones que aún no habían visto la luz de:
Ellie Goulding “Love Me Like You Do”; Sia “Salted Wound”; Skylar Grey “I Know You”; Jessie Ware “Meet Me In The Middle”; Laura Welsh “Undiscovered”; Vaults “One Last Night”; Awolnation “I’m on Fire”; y 2 temas nuevos de The Weeknd:
“Where You Belong” y “Earned It (Fifty Shades Of Grey)”
De hecho, Sam Taylor-Johnson, dirigió el videoclip de The Weeknd, en el que trabajó con Seamus McGarvey, y la actriz Dakota Johnson, que quedó mejor inclusive que la misma obra, Fifty Shades Of Grey.
“Enlighten me, then”
Como práctica erótica, el BDSM se apoya siempre en el consenso de los participantes, y se distingue radicalmente del sadismo criminal.
La comunidad internacional, vinculada al BDSM, viene poniendo especial énfasis en que las prácticas sean SSC, es decir, “Safe, Sane and Consensual” o “Seguro, Sensato y Consensuado”, término acuñado en 1983, por David Stein. 
Su ideólogo, lo definió del siguiente modo:
“Las relaciones BDSM, deben seguir un modo seguro, sensato y consensuado, respecto a sus prácticas:
Seguras:
En cuanto al conocimiento necesario sobre su desarrollo, y sobre el material usado, así como sobre la prevención de riesgos.
Sensatas:
En cuanto a la capacidad razonable de decisión por parte de los actores, no alterada por drogas o bebidas, y acorde con la experiencia de cada participante, sabiendo diferenciar, fantasía y realidad.
Consensuadas:
En cuanto a que los participantes estén de acuerdo, sobre la forma e intensidad con la que se realicen, e igualmente, que dicho acuerdo pueda rescindirse en cualquier momento”
Dado que muchas de las situaciones durante una sesión, contienen elementos de fantasía y rol, y que en algunos de ellos se escenificaba la “protesta” del participante sumiso, era necesario crear un sistema de comunicación que le permitiera a este, dejar claro el momento en que su protesta era real, y equivalía al deseo de no continuar. 
Y era preciso que el dominante, pudiera percibir nítidamente este deseo, y diferenciarlo de la escenificación del “¡no, no más!”, que podía ser parte del juego sexual pactado. 
La solución fue la denominada “palabra de seguridad”
Puede ser una palabra de rápida dicción y sonora, como “Yellow” o “Red” en Fifty Shades Of Grey, o una que sea significativa para quien la debe recordar, por ejemplo, el nombre de una persona familiar, etc.
La “palabra-código”, también así llamada, es usada por la parte sumisa, para indicar de forma rápida, que el grado, las circunstancias, o la actividad que se está desarrollando, no es de su gusto, y que desea parar. 
La ética del BDSM, prefija que en todo momento, la parte dominante respetará dicha manifestación, e interrumpirá la actividad.
Y es que en el BDSM, se identifican 2 roles: 
Dominante, también usado el término “top” o “activo”; y sumiso, también llamado “bottom” o “pasivo”
El dominante, es el que disfruta de estas prácticas, manteniendo la iniciativa y el control de la acción; mientras que la parte sumisa, obtiene placer al entregarse en manos del dominante, para que sea éste quien le dirija.
Además, algunas personas gustan de ejercer ambos roles, dependiendo del momento, o de la persona con la que actúe. 
En ese caso, se habla de un activista “switch”, término inglés, con el que se designa aquello capaz de conmutar, o invertir una acción, o un fenómeno.
Dada la diversidad que caracteriza al BDSM, es difícil hacer una descripción de las prácticas, que más frecuentemente se dan en ese tipo de relaciones. 
Hay que recordar que, por ejemplo, es muy posible que activistas del bondage, jamás practiquen ninguna de las opciones habituales en la subcultura S/M. 
Quizás sea la Dominación/sumisión (D/s), la familia BDSM que mayor número de prácticas reúna, ya que en principio, asume indiscriminadamente todas las de los otros grupos, si a la pareja D/s les parecen adecuadas para canalizar su relación.
De todos modos, existen las llamadas “listas de prácticas”, que enumeran algunas de las más comunes; y se pueden contar entre las prácticas BDSM más comunes:
“Bondage”, o atamientos, ritualizados o no; cera derramada sobre el cuerpo; pinzas colocadas habitualmente en lugares estratégicos como pezones, zona inguinal, etc.; sumisión y humillación ritual; flagelación erótica; sexualidad dirigida;
uso de determinadas señales, como el collar de sumisión; dominación ecuestre, como monta y/o exhibición; código de vestuario, por ejemplo, la renuncia al uso de prendas de lencería interior, de pantalones en las mujeres de rol sumiso, etc.; lactancia erótica; prácticas de sexo extremo como “fisting” o “introducción de puños”, “lluvia dorada”, etc.
Sin embargo, muchas de las prácticas y usos, sí revisten una común importancia, como el collar, las ceremonias de iniciación, los anillos, las marcas, y tatuajes, la ropa, y las señales de código, etc.
Algo importantísimo es el límite, aplicado al BDSM, que se refiere a todo aquello que la persona sumisa no acepta que se practique en una sesión.
Es recomendable establecer claramente, los límites antes establecer una relación seria, o de quedar para una sesión. 
Es importante que ambas partes dejen claros, cuáles son sus deseos en este respecto. 
Tanto el dominante, como el sumiso, pueden exponer sus límites, bien de forma oral, o por escrito, mediante algún tipo de formulario, o descripción minuciosa.
Los tipos de límites pueden ser:
Límite absoluto: 
Algo que no debe hacerse bajo ningún concepto, como rebasar uno de estos límites, suele acarrear el fin de la sesión, o de la relación, como la zoofilia.
Límite negociable: 
Algo que sólo se haría bajo circunstancias excepcionales, o específicas, como en un momento de gran excitación sexual, o con alguien de mucha confianza; como por ejemplo: 
“No acepto ser prestado a otra persona, a no ser que la conozca bien”
Límite positivo:
Es el elemento del que no se puede prescindir. 
Ejemplo: 
“Sólo me dejaré azotar, si no dejas marcas”
Sin límites: 
Aquí no se expone ningún tipo de restricción a las acciones que el dominante puede llevar a cabo. 
Generalmente denota gran falta de experiencia, o un exceso de literatura. 
A medida que se adquiere experiencia, uno se va dando cuenta, de qué prácticas le pueden agradar, cuáles no, y hasta qué punto puede soportarlas.
También puede ser un síntoma de confianza en una relación afianzada, donde se sabe que el dominante no va a realizar prácticas que desagraden, y se confíe en él, por dicho conocimiento de los gustos mutuos.
Una persona sin experiencia, puede no comprender la importancia de los límites, o puede no saber cuáles son los suyos. 
En dicho caso, se haría necesario aprender de forma cuidadosa y sistemática, cuáles son. 
Si la primera experiencia es demasiado extrema, puede causar rechazo, y dar lugar a que posteriormente no disfrute de dicha práctica, nunca más.
Si ambas partes son nuevas al mundo del BDSM, la experiencia puede ser aún más compleja, puesto que uno no sabe cómo no quiere las cosas, y otra parte no llega a saber muy bien, el alcance de sus actos.
Si ése no es el caso, la parte con más experiencia, debería ayudar a la otra a informarse.
Los límites, no son inamovibles, suelen variar con el tiempo, las circunstancias, y la confianza que se adquiera. 
Es normal que esto ocurra. 
También es bastante habitual, que el umbral de dolor tolerable varíe. 
También se pueden cambiar los límites por curiosidad, como probar algo que normalmente te desagradaría, por la curiosidad de saber cómo es, o por la satisfacción de haber sido capaz de hacerlo. 
Siempre se está a tiempo de parar.
Sólo es aceptable, que un dominante rebase los límites de un sumiso o masoquista, si éste se lo pide.
Desde la ciencia, la psiquiatría tradicional, ha considerado que algunas prácticas que integran el BDSM, constituyen trastornos mentales, incluyéndolas en el concepto de parafilias, principalmente a través de la noción psiquiátrica de sadismo, masoquismo, o sadomasoquismo, aunque a veces, también se ve involucrado el fetichismo, como parafilia. 
La noción psiquiátrica de parafilia, está referida a ciertas prácticas eróticas, consideradas diferentes de las “normales”, asociando genéricamente la “normalidad” a patrones de sexualidad orientados a la reproducción, y el coito, así como ciertos comportamientos tradicionales, asignados por el género. 
El grupo de parafilias, abarca muy diferentes comportamientos y fantasías sexuales, desde la pedofilia, y la zoofilia, al fetichismo, el masoquismo, y el sadismo. 
Se ha cuestionado el concepto de “parafilia”, en particular con relación al masoquismo y al sadismo, por no distinguir entre relaciones consensuadas, y no consensuadas, y por recurrir a un criterio de “normalidad sexual”
En 2013, fue publicada la 5ª versión del DSM estadounidense, el DSM-5. 
Esta versión, marcó un cambio con respecto a la versión anterior (DSM-IV):
Mantiene la noción de “parafilia”, pero establece que las parafilias, solo se considerarán “desórdenes mentales”, “desórdenes parafílicos”, si se establecen relaciones no consensuales, o con personas que no tienen la edad legal para consentir, o causan estrés personal que no provenga de la desaprobación social.
En el DSM-5, el masoquismo, el sadismo, y el fetichismo, no son más desórdenes mentales, si se realizan en relaciones consensuadas, y sin que las mismas produzcan sufrimiento emocional a las personas que las practican.
El CIE, en su versión 10ª (CIE-10) de la OMS, fue publicado 1992, y está prevista una reedición para 2015. 
Los desórdenes mentales relacionados con la sexualidad, están incluidos en el capítulo V. 
Allí, el “fetichismo” (F65.0), y el “sadomasoquismo” (F65.5), figuran como “trastornos de orientación sexual”

“What about you? 
I'd like to know more about you”

Adenda:
Terminando de ver el blu-ray de “Fifty Shades Of Grey” (2015) UNRATED EDITION; del que solo le agregaron 3 minutos a diferencia de la versión vista en los cines… donde encontré más desnudo frontal, algunas escenas extendidas o momentos adicionales durante las escenas sexuales; pero defrauda las expectativas.
Casi todas las escenas de sexo, tienen adiciones que son típicas de la censura de La Asociación Cinematográfica de EEUU (MPAA)
El único momento memorable, es cuando Ana es azotada en la ingle... se ven pezones, se muestra el pubis de Christian con la base de su pene; se ve cuando usa el condón, y hay un poco más de erotismo en varias tomas, como una posición “de perrito” con Christian sujetando la nuca de Ana para inmovilizarla; demás las cláusulas del contrato entre Christian y Ana, es más detallado.
También hay algunas adiciones a la trama, sin un fondo sexual, como:
Ana viajando en un avión, en primera clase, con el fin de visitar a su madre en Georgia; y después de graduarse, se la puede ver con Christian en el coche...
Esto puede parecer irrelevante, pero en realidad es una buena adición al desarrollo de los personajes.
Se nota más la naturaleza controladora de Christian, y la postura crítica de Ana.
Por último, pero no menos importante, hay un final alternativo, que simplemente se ha añadido a la terminación regular de “Fifty Shades Of Grey” (2015)
Ahora se puede ver que, tanto están sufriendo de la ruptura/separación, y el curso de la próxima película se está produciendo.
Si esto es realmente necesario, con el final de Ana llorando, ambos recordando lo vivido, y Christian en una reunión, completamente ido, se levanta dispuesto a… o el final original, con la despedida en el ascensor.
Es cuestión de gustos, por lo que cada espectador tiene que responder por sí mismo.
¿Cuál le gustó más?
Sigo pensando que “Fifty Shades Of Grey” (2015) debe ser más osada, y dejar de una vez por todas, ese tufo adolescente para pasar a un ambiente más adulto.
Vamos, que si me vas a mostrar a un hombre que disfruta del “BDSM”, no es suficiente mostrar pezones, y pubis…
Muestra la vagina, el pene erecto, muestra el semen, el sexo duro que tanto hace alarde… No sutilezas, estamos preparados.




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