Ghostbusters

“We came, we saw, we kicked its ass!”

¿Cuántos de nosotros crecimos con miedo a los fantasmas?
Del griego “aparición”, en el folclore de muchas culturas, son supuestos espíritus, o almas desencarnadas de seres muertos, más raramente aún vivos, que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible, por ejemplo:
Tomando una apariencia visible, produciendo sonidos, aromas, o desplazando objetos, “poltergeist”, principalmente en lugares que frecuentaban en vida, o en asociación con sus personas cercanas.
Gracias a nuestra cultura popular, aprendimos a tenerle miedo a la oscuridad, a los monstruos, y a los fantasmas.
Esto en parte a un factor llamado TV y Hollywood.
Desde películas como “Poltergeist” (1982), “The Entity” (1982), y muchas más que sembraron en nuestro celebro, esa semilla de miedo a lo desconocido, y a lo inexplicable.
¿Quién no recuerda, tener que verificar debajo de la cama, o dentro del closet, para ver que no había nada, y podíamos acostarnos a dormir tranquilos?
En la cultura popular, un “cazafantasmas” se define como el individuo que estudia e investiga asuntos vinculados a lo paranormal, con una metodología científica, específicamente, con lo referente a manifestaciones espirituales, comúnmente llamado fantasma, y ectoplásmicas.
El “ectoplasma”, es una supuesta materia viva, que se halla presente en el cuerpo físico de cualquier ser vivo, capaz de asumir estados líquidos, o sólidos, y sus propiedades, de la cual no existe ninguna evidencia.
La denominación fue propuesta por Charles Richet; y es generalmente descrita por los médiums físicos:
Fluye en la oscuridad, a través de los poros, y los distintos orificios del cuerpo, siendo generalmente, de aspecto luminoso.
El “cazafantasmas” es entonces, un tópico bastante explorado en la ciencia ficción.
“Try to imagine all life as you know it stopping instantaneously and every molecule in your body exploding at the speed of light”
Ghostbusters es una comedia fantástica, con algunos toques de ciencia ficción, del año 1984, producida y dirigida por Ivan Reitman.
Protagonizada por Bill Murray, Dan Aykroyd, Sigourney Weaver, Harold Ramis, Ernie Hudson, Rick Moranis, William Atherton, Annie Potts, David Margulies, Reginald VelJohnson, entre otros.
El guión es de Dan Aykroyd, Harold Ramis, y Rick Moranis.
La  idea original, se fraguó en la cabeza de Dan Aykroyd, a tenor de 2 de sus pasiones:
El humor y lo paranormal.
Para crear la historia, tomó como influencia un artículo sobre física cuántica y parapsicología, y películas de género.
Bajo el título de “Ghost Smashers”, y con la incógnita del resto del reparto principal, la película iba a ser protagonizada por Aykroyd y su gran amigo, y compañero de Saturday Night Live, John Belushi.
La trama, incluiría viajes espacio-temporal, un montón de monstruos gigantescos, como el malvavisco gigante, que sólo iba a ser uno de ellos; y varios grupos de cazafantasmas.
También, existían diferencias en cuanto a los trajes, por ejemplo, llevaban casco; o al equipo de protones, originalmente era una varita mágica.
Cuando se lo presentó a Ivan Reitman, a este le gustó, pero le advirtió que tendría que retocar el guión, si no quería que los productores lo rechazasen, por conllevar un presupuesto inasumible.
Fue el propio Reitman, el que aconsejó a Aykroyd, que incluyese a Harold Ramis, y Bill Murray, y al parecer, sin tener el guión definitivo, y se presentó delante de los productores
Harold Ramis y Dan Aykroyd, escribieron juntos el guión en el sótano de la casa de éste, en unas 3 semanas.
Los cambios fueron varios:
No sólo simplificaron las partes más grandilocuentes de la versión anterior, sino que bajo consejo de Reitman, y el propio Ramis, centraron la historia en el inicio de Los Cazafantasmas.
Durante la escritura, John Belushi murió, por lo que Bill Murray interpretaría al doctor Venkman.
Para el papel de Winston Zeddmore, habían pensado en Eddie Murphy, pero tuvo de declinar la propuesta, al estar rodando otra película.
Otro intérprete original que cambió, fue John Candy, quien en principio iba a interpretar a Louis Tully, papel que recayó en el magnífico Rick Moranis.
En cuanto a Egon Spengler, fue el propio Harold Ramis el que puso su nombre, basándose en un compañero de escuela que se llamaba Egon, y en el filósofo alemán, Oswald Spengler.
Con Sigourney Weaver como Dana Barret, y Annie Potts en el papel de Janine, el reparto quedó completo.
Y Ghostbusters fue un éxito de taquilla, y se registró como “la comedia más taquillera de la década” con un presupuesto de $30 millones, los beneficios que alcanzó en taquilla, superaron los $238 millones, en poco más de un año.
A raíz de esto, surgió una secuela, series de televisión, videojuegos, y todo tipo de “merchandising”, que voló literalmente de las tiendas en pocas semanas, destinado a satisfacer el voraz apetito de los fans.
El logo del fantasma, es uno de los más reconocidos en el mundo, junto con el logo de Coca-Cola, o Superman.
Ghostbusters obtuvo 2 nominaciones al Oscar:
Mejores efectos especiales, y canción original: “Ghostbusters” de Ray Parker Jr.
El rodaje, transcurrió entre localizaciones reales, en la ciudad de New York, el plató de Columbia Pictures, y otras localizaciones de Los Angeles.
Ghostbusters sigue a:
Peter Venkman (Bill Murray), Ray Stantz (Dan Aykroyd), y Egon Spengler (Harold Ramis) que son 3 parapsicólogos expulsados de la Columbia University, en New York, debido a sus estudios, y prácticas poco ortodoxos, y que comienzan su propio negocio, trabajando como “cazafantasmas”, e investigando fenómenos paranormales, usando tecnología sofisticada, para intentar capturar las manifestaciones ectoplasmáticas.
El éxito de su negocio, les hace contratar a Janine Melnitz (Annie Potts), su despreocupada secretaria, y a Winston Zeddemore (Ernie Hudson), como cazafantasmas de apoyo.
Su primer cliente, es Dana Barret (Sigourney Weaver), una chelista, que tiene una extraña visión en su apartamento, y que se convierte en el interés amoroso de Peter.
Tanto Dana, como su vecino, Louis Tulley (Rick Moranis), son poseídos, y convertidos en los avatares que darán entrada a una entidad destructora en nuestra realidad.
Los cazafantasmas, descubren que el edificio en el que residían, fue construido por un arquitecto que practicaba ocultismo, y es una puerta dimensional, que permitirá el paso, vía ritual del “Key Master”/Tulley; y la “Gatekeeper”/Barret; a Gozer “The Gozerian”, un semidios interdimensional, que amenaza con destruir New York, y a todo el mundo.
Los problemas aumentan, cuando Walter Peck (William Atherton), un empleado de salubridad, que tiene desprecio por Venkman, apaga la unidad contenedora, liberando los espectros que habían sido atrapados.
En medio de un gran esfuerzo, los cazafantasmas derrotan a Gozer, salvan a Dana, a Louis, y a la ciudad de New York.
Ghostbusters, además de hacernos reír y soñar con algún día, ser uno de los cazafantasmas, nos enseñó a no temerle a estos espectros.
Forma parte de nuestra vida, y verla, supone un viaje a una época de películas comerciales, pero maravillosas sensaciones, a un tiempo adolescente, lleno de fantasmas que ahuyentar con sonrisas.
“They're Here To Save The World”
Ghostbusters, es la prueba viviente de la gran variedad de productos cinematográficos que, con un argumento tan arriesgado, como disparatado, como innovador, salieron en cartelera aquellos años, y vieron el éxito.
Los años 80, estuvieron poblados de cintas de este estilo, con un encanto personal, y que derrochan pasión, y entrega en su visionado.
La dirección de Ivan Reitman es correcta; da rienda suelta a chistes y situaciones desternillantes, sin desdeñar escenas genuinamente fantásticas, e incluso, alguna que roza el terror.
Lo inverosímil, va “in crescendo”, culminando con un hombre de malvavisco gigante, pero la grandeza de Ghostbusters, se encuentra en tornar lo que podría resultar ridículo, en un momento hilarante tras otro, y conjugarlo con una temática fantástica, dando como resultado, un híbrido perfecto, de humor y fantasía.
De hecho, gran parte de los diálogos, fueron improvisados, sobre todo los de Bill Murray.
Hay algunas escenas, que ni siquiera estaban en el guión, o que fueron grabadas justo después de que a alguien se le ocurriese.
Sus personajes, quedan bien definidos a grandes rasgos:
Peter Venkman es el caradura, mordaz, y ligón empedernido.
Raymond Stantz es el ingenuo y optimista.
Y Egon Spengler, es el cerebrito, y más serio de todos.
Sigourney Weaver, venía de 2 grandes películas, y buscaba demostrar que era una actriz versátil, probando suerte en el terreno de la comedia.
Su personaje de Dana, es el interés amoroso del Dr. Venkman y, pese a que es poco más que “la chica de la película”, salió bastante airosa del reto.
Quien está realmente memorable en su aportación secundaria, es Rick Moranis.
Su papel de Louis Tully, el vecino enamorado de Dana, es una suerte de heredero de los tics de Woody Allen en sus películas.
Un tipo feúcho, maniático, y a la vez encantador, que se ve envuelto por accidente, en toda la trama de advenimientos demoníacos, y posesiones.
Los efectos visuales, de Ghostbusters, están al servicio de la historia, sin llegar a saturar en momento alguno.
El humor surge de manera espontánea de sus diálogos, y de la personalidad de los mismos personajes, sin resultar forzado, o demasiado alocado.
John de Cuir, fue el encargado del diseño de producción, y de la dirección artística; y recurrió a un diseño muy artesanal, basado fundamentalmente en maquetas y decorados, como el del Templo de Gozer, o las gárgolas del edificio.
El supervisor de los efectos visuales, fue el ganador de 2 Oscar, Richard Edlund.
El de los efectos especiales, fue Chuck Gaspar; tanto en el caso de los efectos especiales, como en los visuales, predominan las técnicas artesanales.
Lo que hay que tener en cuenta, es que el año de Ghostbusters, fue la antesala de los efectos digitales, utilizados por primera vez en “Young Sherlock Holmes” (1985), después de esto, el trabajo manual, y el de los efectos ópticos, se simplificó muchísimo.
Hay muchos efectos especiales, eficaces en su momento, con creaciones tan inolvidables como el ectoplasma verde “Slimer”, que capturan los protagonistas en la escena del hotel, o “Stay Puft”, el muñeco gigante de malvavisco, que ataca la ciudad al final.
Un logro simpático, fue la creación de “Slimer”, el fantasma verde que, como cualquier “poltergeist”, es caótico y desordenado.
Produce un ectoplasma viscoso, es extremadamente glotón y sucio, se asusta con facilidad, y no suele llevarse bien con los de su especie.
Tiene muchas características propias de un niño, y es mentalmente débil ante otros fantasmas de mayor maldad.
No posee nombre oficial en Ghostbusters, sin embargo, en los créditos de la secuela, se refieren a él, con el nombre dado en la serie animada:
“Slimer”
“Stay Puft Marshmallow Man”, traducido del inglés como “El Hombre de Malvavisco que se mantiene esponjoso”, traducido en ocasiones, incorrectamente como “Hombre de Malvavisco”, es una mascota, y personaje ficticio de la franquicia, y es la amenaza final en la primera película original.
Lleva un lazo, y un pañuelo de marinero, así como un gorrito de marinero, con las letras “Stay Puft”, en inglés “se mantiene esponjoso”, empresa ficticia de la franquicia.
No confundir a este personaje, con la mascota de la empresa Michelin, la cual es parecida.
Se construyeron 3 muñecos del “Stay Puft Marshmallow Man”, que tuvieron un coste muy elevado, y terminaron siendo completamente destruidos.
Las gárgolas que adornan la azotea del edificio donde vive Dana, también cobran vida, transformándose en unos monstruosos perros demoníacos.
Otro momento remarcable en el aspecto técnico, es la posesión del personaje de Dana, convertida en “Gatekeeper”, una especie de parodia de “The Exorcist” (1973), levitando en su cama, ante los atónitos ojos de Venkman.
Además, otro de los grandes aciertos de Ghostbusters, es el hecho de que, aunque está centrado en torno a la temática sobrenatural, y sus protagonistas son “científicos”, se mantiene alejado de la cháchara técnica, para justificar lo que pasa.
Si “el dios sumerio de la destrucción” va a entrar al mundo por un ático de New York, pues entra y punto, pero no hay una larga parrafada “condensador-de-fluzo-midiclorianos-spock-a-puente” para intentar justificarlo.
Esto, y una cierta condescendencia del público, para sus efectos especiales, le ha permitido a Ghostbusters, envejecer con mucha dignidad.
Como dato dentro del film:
Egon Spengler y Ray Stantz, desarrollaron una serie de equipos para cazar, y contener fantasmas, espectros, “poltergeist”, y otros seres sobrenaturales.
Dicho equipo, se volvió clásico en la saga de la serie:
El arma principal de los cazafantasmas, es un equipo de protones, que consiste en un disparador nuclear de protones de alta capacidad, que aparenta ser lo único capaz de herir, y retener a un fantasma, si bien no logra “matarlo”
Se supone, que son “artefactos atómicos de alta potencia”
La trampa, es un objeto rectangular, utilizado para absorber a los fantasmas, y atraparlos por poco tiempo.
Generalmente producen mucho humo, una vez absorbida la entidad, y deben ser rápidamente descargadas en la unidad contenedora.
La unidad contenedora, en las películas, nunca se ve el interior, y se descubre que es una especie de “puerta interdimensional” que conecta con una dimensión fantasmal infinita, repleta de nieblas y piedras flotantes, dando a pensar que, la unidad contenedora, contiene una dimensión de bolsillo en su interior.
Si bien la dimensión fantasmal a la que conecta la unidad contenedora, pareciera ser un lugar ameno para fantasmas, estos frecuentemente, intentan salir.
El medidor PKE que significa “Psico-Kinetic-Energy”; o “energía psico-quinética”, es un equipo que permite medir la radiación de ectoplasma, logrando así detectar, el grado de poderío que tiene un fantasma, o medir si una estructura, persona, u objeto, han estado en contacto con entidades fantasmales.
El vehículo de los cazafantasmas, el ECTO 1, es un automóvil, modelo original Cadillac Ambulance, de 1959, que solía ser una limusina fúnebre de color negra, que fue decorada con los colores oficiales, el logo, y sirenas.
Por último, “La Guía de Los Espíritus de Tobin”, es un libro de referencia, utilizado principalmente por Egon, para consultar sobre la identidad de diferentes entidades paranormales:
Fantasmas, demonios, duendes, espíritus, y dioses antiguos.
Como dato curioso, en la entrevista a Alice (Alice Drummond), la bibliotecaria, ella dice que su tío creía ser Saint Jerome, es el santo de los bibliotecarios.
La pregunta sobre su menstruación, en realidad si es relevante, según la parapsicología, el ciclo menstrual, está vinculada con la telekinesis…
La escena en la que se cae una estantería con libros, no estaba en el guión, es más, la estantería cayó por error, y los actores improvisaron las frases, quedo tan bien, que decidieron dejarla tal cual.
La secuencias del montaje, en las que se les ve corriendo por New York, y conduciendo el Ectomovil, fueron grabados el primer día de rodaje.
No tenían permisos para hacerlo, y de hecho, en una escena, se ve lo que parece un guardia de seguridad persiguiéndoles.
En dicho montaje, aparece Larry King, siendo esta, la primera vez que sale en una película.
Curiosamente, los experimentos con electro shocks, están basados en algo real.
En la década de los 30, fueron llamados “Experimentos Rhine”, en los que un psicólogo interesado en la parapsicología, usaba 25 cartas con 5 símbolos diferentes, y los sujetos de prueba, tenían que adivinar, qué símbolo tenían sin verlas.
Hubo solamente 1 que acertó las 25 cartas.
La banda sonora de Ghostbusters, fue compuesta por Elmer Bernstein, como el tema principal de títulos y el “Tema de Dana”, y con participaciones de:
Air Supply, Laura Branigan, y Alessi Brothers, entre otros.
En reediciones posteriores, se incluyeron versiones del tema “Ghostbusters”, y “Disco Inferno”, por The Trammps.
La canción homónima, compuesta e interpretada por Ray Parker, Jr., fue un súper éxito, que lideró la lista Billboard, durante varias semanas, y sumó ingentes beneficios, a los ya logrados en las salas de cine.
El videoclip, resultó un reclamo comercial fabuloso, y en él aparecen los propios cazafantasmas, junto con Chevy Chase, Danny de Vito, o John Candy, entre otros.
La canción, no estuvo exenta de polémica, al denunciar el compositor y cantante Huey Lewis, que la melodía era un plagio de una canción suya, compuesta en 1983, y titulada “I Want a New Drug”
“This is a sign that we are all out of bussiness”
Por lo general, la caza de fantasmas, se refiere a la acción de encontrar pruebas de vida, después de la muerte, basados en actividad paranormal.
Para la parapsicología, que es una pseudociencia, que estudia los fenómenos paranormales, o fenómenos “psi” como la percepción extrasensorial, telequinesia, telepatía, precognición, clarividencia, las experiencias extracorpóreas, el espiritismo y los “poltergeist”; que según la comunidad científica, dado que la propia existencia de los fenómenos paranormales, no es demostrable científicamente; desde el año 1996, La Fundación Educativa James Randi, ofrece la suma de $1 millón, a quien consiga, bajo condiciones controladas y supervisadas de laboratorio, demostrar un solo fenómeno paranormal, como los anteriormente mencionados.
Hasta ahora, nadie ha podido hacer una demostración satisfactoria, y el premio sigue sin ser reclamado.
Y es que según expertos, las interacciones en los fenómenos paranormales, pueden ser peligrosas, debido a lo que tratas, pero los peligros, no paranormales, también están involucrados en esta práctica.
No importa qué tan experimentado un cazador de fantasmas sea, hay una regla de oro que todos, especialmente los novatos, deben seguir:
Nunca ir a investigar solo.
Investigar hospitales psiquiátricos abandonados, resulta peligroso y aterrador, pero en la nueva serie de Discovery “Ghost Asylum” trata sobre un intrépido equipo, que emprende una gran búsqueda para cazar vibraciones y apariciones aterradoras, por todos los medios posibles, incluso, si ello implica atraer a los fantasmas, sirviendo como señuelo.
“Respetar, detectar, y recopilar” es el lema de los cazadores de Tennessee, y el motivo central de cada episodio.
Dirigido por su fundador Chris Smith, el equipo busca separar los hechos del folclore, utilizando todos, y cada uno de los trucos de su arsenal, para capturar a un espíritu errante.
En definitiva, “Ghost Asylum” sigue a uno de los equipos paranormales, más apasionados de los Estados Unidos, los cazadores de fantasmas de Tennessee, mientras inspeccionan algunos de los asilos, hospitales psiquiátricos, y sanatorios más temibles de los Estados Unidos.
Su objetivo, no es sólo el de invocar espíritus, y recoger pruebas, sino también, el de emprender una misión para capturar a las almas inquietas, con sus trampas de vanguardia, y su ingenio.
El equipo, caza historias letales, en las que enfermeras asesinadas, que todavía deambulan por las salas de los hospitales, conducen a las personas que allí entran, hasta la locura absoluta, y visita centros de rehabilitación, en los que se escuchan gritos desgarradores desde las ventanas.
Ayudados por expertos del mundo de la investigación paranormal, estos cazadores de fantasmas, son un auténtico grupo de élite, que combina la metodología, la habilidad, el sentido común, y el gusto por la aventura, con el fin de desacreditar, refutar, o validar cada caso.
“Cada ciudad de los Estados Unidos, alberga algún tipo de edificio embrujado en una colina, una misteriosa leyenda, o una historia de fantasmas, que cuestiona la verdad y la realidad de los espíritus persistentes” dijo uno de ellos.
Algunos investigadores de lo paranormal, se encuentran experimentando daños físicos, tales como rasguños, o heridas, al ser empujados por fuerzas invisibles.
Los cazadores de fantasmas aficionados, no tienen experiencia en la forma de interactuar, y comunicarse con los fenómenos paranormales, y pueden verse atrapados con entidades maliciosas.
Otros peligros físicos, incluyen los del entorno, en el que un investigador está “cazando fantasmas”
Algunos lugares, se encuentran en edificios viejos, con agujeros en el suelo, donde los investigadores pueden caer, o hay clavos oxidados que sobresalen de las paredes, que pueden causar rasguños, a cualquier persona que pase por allí.
Por razones de seguridad, se recomienda ir al lugar de día, antes de investigar por la noche, y haciendo un mapa de todos los posibles peligros físicos que puedan existir.
Cayendo en la más peligrosa realidad, los cazadores de fantasmas aficionados, pueden enfrentarse a algunos problemas legales, al realizar una investigación en un lugar, como un cementerio, o residencia privada.
Asegurarse de obtener el permiso del dueño de la propiedad, antes de realizar una investigación paranormal, es esencial; o puedes encontrarte con una acusación de entrada ilegal.
Además, asegurarse de dejar en claro, que no puedes garantizar que sus problemas serán resueltos, y que solo estás ahí, para tratar de encontrar evidencia de fantasmas.
Los propietarios de viviendas, que sientan que fueron engañados por un investigador aficionado, podrían presentar una demanda en un tribunal contra él.
Además, recuerda pedir permiso, antes de compartir algún detalle acerca de la investigación, o puedes tener que ir a la corte, por incumplimiento de los derechos de privacidad.

“Who you gonna call?”



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