The Princess and The Frog

“I never get anything I wish for!”

Los hermanos Grimm:
Jacob (1785–1863) y Wilhelm (1786–1859), son universalmente conocidos y valorados por su recolección, edición, y publicación de cuentos populares.
La razón para la persistencia y el éxito de sus “cuentos de hadas”, es que tratan de cuestiones universales como:
La justicia, la humanidad, la maldad, y la traición, la recompensa a la bondad, o la lucha entre el bien y el mal.
También, muestran las emociones básicas de los seres humanos:
La felicidad, la avaricia, la valentía, el amor filial, fraternal, y de pareja, la tristeza, el hambre, la esperanza, la envidia, o la alegría.
El cuento, da pautas para solucionar los conflictos, y llegar a un final positivo, donde las personas que lo merecen:
“Sean felices para siempre”
Los Grimm, publicaron 2 volúmenes de “Kinder- und Hausmärchen” o “Cuentos de Niños y del Hogar” entre 1812 y 1815, con un total de 156 cuentos de hadas.
El primero de todos, se titula:
“Der Froschkönig oder der eiserne Heinrich” o “El Príncipe Rana” o “El Rey Rana o Enrique, El Férreo”
Este cuento es el Nº1 y corresponde al tipo 440, de la clasificación de Aarne-Thompson; y trata sobre una mimada y orgullosa Princesa, a la que su padre le regala una bola de oro, la cual le fascinó, pero un día, jugando cerca de un pozo, cae al agua.
En el pozo, habitaba una rana, con la cual hace un trato:
Ésta le traerá la pelota, y ella a cambio, será su amiga, y la llevará al palacio.
Pero La Princesa, una vez recuperado la bola de oro, se olvida de su promesa…
Sin embargo, la rana se presenta en el palacio, y reclama lo que es suyo.
Fastidiada, La Princesa accede, porque así se lo pide su padre, siendo obligada a comer del mismo plato, y a dormir en la misma cama, como la rana lo exige.
Pero su fastidio, se torna en ilusión, cuando descubre que la rana es, en realidad, un Príncipe Encantado.
Al final, El Príncipe Rana, le perdona a La Princesa los malos, y ariscos tratos que le hizo cuando estaba convertido en rana, y para agradecerle a La Princesa, que ha roto el hechizo, ellos se casan, y viven felices eternamente…
“I was beginning to think wishing on stars was just for babies and crazy people...”
The Princess and The Frog es una película animada de Disney, del año 2009, dirigida por John Musker y Ron Clements.
Protagonizada por Anika Noni Rose, Oprah Winfrey, Keith David, Jim Cummings, John Goodman, Jenifer Lewis, Bruno Campos, Michael-Leon Wooley, Peter Bartlett, Terrence Howard, entre otros.
El guión es de Ron Clements, Greg Erb, Rob Edwards, Don Hall, John Musker, y Jason Oremland, basados libremente, en el libro “The Frog Princess” (2002), de E.D. Baker; y a su misma vez, en el cuento “Der Froschkönig oder der eiserne Heinrich” de Los Hermanos Grimm.
“The Frog Princess” en lo particular, es una novela juvenil, escrita por la escritora estadounidense, publicada por primera vez, en 2002.
Gran parte de The Princess and The Frog, de Disney, está basada en esta novela:
Emeralda, alias Emma, es torpe con todo, incluyendo el toque mágico que heredó de los primeros siglos de brujas, y se ríe como una sirena de niebla.
Cuando su madre le dice que tiene que casarse con el engreído Príncipe Jorge, su peor enemigo, ella corre hasta el pantano.
Allí se encuentra con El Príncipe Eadric, convertido en una rana por una bruja.
Emma le da un beso, tratando de revertir el hechizo, pero su vida cambia del todo cuando, por el contrario, ella misma se convierte también en una rana.
Emma y Eadric, parten en busca de la bruja que convirtió al Príncipe, para que rompa el hechizo.
Y así emprenden una aventura, en la que Emma intenta salvar a Eadric, y a ella misma, de ser para siempre unas ranas.
La novela, es el primer libro de una serie basada en el mismo personaje:
El segundo es “Dragon's Breath” (2005), luego vinieron:
“Once Upon a Curse” (2006), “No Place for Magic” (2008), y como precuela, “The Salamander Spell” (2008)
Disney, había anunciado que “Home On The Range” (2004), sería su última película animada tradicional en 2D, dentro de su canon.
Sin embargo, después de la adquisición de Pixar, a inicios del 2006, se reportó que Ed Catmull y John Lasseter, los nuevos líderes del departamento de animación, estaban interesados en volver a hacer animación tradicional en 2D.
Por tanto, la película promete el regreso de los musicales “tipo Broadway” al estilo de los clásicos de Disney, y de su resurgimiento a finales de los años 80, e inicios de los 90.
Rhett Wickham reportó, que John Lasseter pidió personalmente a Ron Clements y John Musker, que escribieran y dirigieran la película, y que podrían escoger el tipo de animación a usar:
Tradicional 2D, o en computadora, 3D, o CGI.
Debido a que el antiguo sistema de producción de Disney, CAPS, es ya obsoleto, se tendría que desarrollar software nuevo, y actualizado.
Aunque ya se ha experimentado con animación sin papel, con el cortometraje de Goofy, titulado “How to Hook Up Your Home Theater”, los artistas de The Princess and The Frog, usarán lápiz sobre papel, que después sería digitalizado, escaneado en la computadora.
Aunque el estudio ha desarrollado un nuevo proceso de animación a mano, como el uso de coloreado digital sin CAPS, el proceso de animación, sigue siendo el mismo.
La premisa de la película, es la de un cuento de hadas moderno, musical, ambientado en New Orleans, durante La Era del Jazz, en la década de los años 20, del siglo XX.
En esa ocasión, se presentaron los personajes de la película, incluyendo a la protagonista de nombre Maddy; pero el 20 de abril de 2007, la cadena de televisión E!, reportó que el título de la película, podría cambiar de “The Frog Princess” a “The Princess and The Frog”, y que el personaje principal, Maddy, también sufriría un cambio de nombre.
El 4 de mayo de 2007, el periódico USA Today, publicó un artículo en el cual, hacían referencia a la película con su nuevo título, y se referían al personaje principal, con el nombre de “Tiana”, en lugar de Maddy.
Así pues, The Princess and The Frog se convirtió en la 49ª película animada, dentro del canon de animación de la productora, y 1ª película de animación tradicional, dibujo a mano sobre celuloide, desde “Home On The Range” (2004)
The Princess and The Frog obtuvo 3 nominaciones al Oscar:
Mejor Película de Animación, y doble nominación a mejor canción:
“Almost There” & “Down in New Orleans”
The Princess and The Frog, tiene aventura, humor, desilusión, sueños, y magia.
Todos los “buenos ingredientes”, para que un filme de Disney triunfe, además de una Princesa, un Príncipe, un amigos graciosos, y un malo aterrador.
The Princess and The Frog está situado en Estados Unidos, al estilo Broadway, con ambientación en el “French Quarter” de New Orleans, en los años 1920.
En la historia, un Príncipe de nombre Naveen (Bruno Campos), del país europeo de Maldonia, es transformado en rana, aunque en el título original de la película, utilice la palabra “sapo”, para adaptarse a la versión en español del cuento, en el que La Princesa besa al sapo, por el malvado brujo voodoo “The Shadow Man” Dr. Facilier (Keith David).
Así pues, El Príncipe Rana, le pide a una joven de nombre Tiana (Anika Noni Rose), que lo bese para romper el hechizo.
Sin embargo, el beso no solo no rompe el encanto, sino que convierte también a Tiana en rana.
Juntos, tendrán que encontrar a la sacerdotisa voodoo delbayou, Mama Odie (Jenifer Lewis), acompañados de un caimán llamado Louis (Michael-Leon Wooley), que toca la trompeta, y una luciérnaga llamada Ray (Jim Cummings), romántica empedernida, para romper el encantamiento.
The Princess and The Frog podría ser la historia de Naveen, un Príncipe que sólo quiere seguir siéndolo, y vivir del cuento.
Pero no lo es:
Es la historia de Tiana, una chica corriente y trabajadora, que llegó a ser Princesa, junto a su sapo particular, que se convirtió en hombre, siendo anfibio primero, mucosidad incluida.
“There is no way I am kissing a frog and eating a bug on the same day”
Disney, nunca ha sido fiel a los cuentos en los que se basa, pero siempre fue para bien, ya que conseguían unos guiones, aunque sencillos, bastante interesantes, y divertidos.
Y The Princess and The Frog:
¿Consigue lo que se propone?
Veamos:
Por primera vez, Walt Disney Studios, produce un cuento de hadas animado, protagonizado por una Princesa Negra.
El tono general, The Princess and The Frog, hace alarde de su buena estrella, de su mensaje de esperanza, y de su calidad técnica, inobjetable por demás; recupera el vigor rítmico, y la vistosidad plástica de las obras maestras de Disney, mientras inunda la pantalla con paletas divergentes, asociadas a cada estado de ánimo.
La estética Disney, sigue siendo consecuente con su esquema binario y maniqueo de entender la diversidad del espectro social:
Los buenos son retratados con colores pasteles, y formas sinuosas en ambientes de recargamiento neobarroco de ascendencia kistch.
Los malos son esqueléticos como cuchillos, y deambulan en paisajes tenebrosos, inspirados en los trazos gruesos de la pintura goyesca, y en los misterios exóticos de las culturas de la residencia, desde una perspectiva etnocéntrica y puritana.
Al igual que en “Beauty and The Beast” (1991), Tiana no es una Princesa, y de ahí viene todo el jaleo.
La estructura narrativa, es parecida a “Beauty and The Beast” (1991), en el sentido que El Príncipe, no es ni apuesto ni guapo, sino que es una rana, convertido, no por una malvada bruja, sino por un hechicero de voodoo.
Tiana, tampoco es una Princesa al uso, tiene sus ideas y sus sueños, y sabe que para conseguirlos tiene que luchar por ellos.
Ella no está esperando a un Príncipe azul, aunque finalmente encuentre a uno.
La ambientación, ha cambiado respecto a las películas Disney anteriores.
Las otras películas, estaban ambientas en lugares inconcretos, y en este caso, todo ocurre en New Orleans, a principios del siglo XIX.
En The Princess and The Frog, toda la trama recae en ambos personajes, no habiendo un protagonista, sino 2 coprotagonistas, al mejor estilo de musical de Hollywood.
Porque The Princess and The Frog es un auténtico musical, y es que hemos visto que la importancia de los números musicales iba en aumento desde “The Little Mermaid” (1989), y aquí llega a su clímax, sin llegar a resultar pesadas las canciones que intervienen dentro de la historia.
La música cambia, con respecto a las otras películas tiene mucho más ritmo, y está basada en el jazz, el personaje del caimán, por ejemplo, es un pequeño homenaje a Louis Amstrong, al llevar su nombre, y tocar la trompeta; o Ray, la luciérnaga, a Ray Charles, como chiste desagradable, pues el músico era ciego…
Pero veamos los personajes principales:
La Princesa Tiana:
Es la heroína, una niña que no cree en Los Príncipes Azules, ni en los sapos que se convierten en Príncipes, y en Princesas.
Tiana crece, y se convierte en una muchacha que vive para trabajar.
Una joven camarera, y aspirante cocinera de 19 años, que sueña con ser dueña de su propio restaurante, algún día.
Ella cree en el trabajo duro, no esperando a un Príncipe por venir.
Mientras intenta cumplirlo, se encuentra con uno arruinado, que busca desposar a la muchacha más rica de la ciudad, que en este caso, es la mejor amiga de Tiana.
En el transcurso del metraje, ella aprende que lo que quiere, no es lo que necesita, y lo que necesita es a sus amigos, y a Naveen.
Al final, ella se casa con Naveen, y abre su restaurante.
El Príncipe Naveen:
El Príncipe, de inicio se llamaría Harry; cambios de última hora, hicieron que se llamara “Naveen”
Es un Príncipe atractivo, seductor, sociable, despreocupado, y amante de la diversión, que viene al barrio francés para la escena del jazz, y del que Tiana y Charlotte, se enamoran.
Por ser nuevo en la ciudad, es convencido por el sospechoso Dr. Facilier, a pasar por su oficina, lo que resulta en una maldición, transformándolo en una rana.
Naveen, aprende a lo largo del metraje, que el dinero que tanto busca, no lo es todo, pero los amigos y el amor sí, enamorándose de Tiana.
Él es un Príncipe mujeriego, que quiere timar a una familia rica por dinero, y es un vividor, ya que sus padres no le dan ni un centavo más, porque se lo gasta todo en viajar, y en hacer nada.
A lo largo del metraje, se puede ver que se preocupa por Tiana, y le hace un anillo de compromiso.
Al final, se casa con ella, y le ayuda a alcanzar su sueño, de conseguir un restaurante.
No está claro, si sus padres han restaurado su fortuna… lo que sí se sabe es que su nombre, es un nombre tradicional de la India, de ahí el color de piel diferente.
Como dato curioso, en The Princess and The Frog, es El Príncipe, el que busca Princesa, y no al revés, como solía hacer en sus películas anteriores, por tanto, podemos decir que Disney, intenta reflejar un poco más la realidad, de que los Príncipes no son tan azules, pero sí muy verdes, y aquí en triple sentido:
Mujeriego, por dinero, y por sapo, es un parásito en toda regla.
¿No es esto lo suficientemente destructivo?
Pero hay más:
Naveen le confiesa a Tiana, que ha salido con miles de mujeres, pero que a ella la quiere, porque parece un hombre...
Así, el antaño conservador Disney, se suma al ataque a la feminidad, y al elogio de la mujer masculina...
Charlotte “Lottie” La Bouff:
Es una joven mimada, debutante del sur, diva, y la mejor amiga de Tiana, de 18 años de edad.
Ella es una chica alocada y mimada, que consigue todo lo que quiere, y dice cada frase… la verdad, ella es que es la nota de humor humano, de la película; pero a diferencia de muchos personajes mimados, Charlotte es realmente muy amable.
Ella quiere desesperadamente, casarse con un Príncipe, y ser una Princesa de verdad.
Charlotte, es un poco lenta en descubrir exactamente lo que ha estado sucediendo en todo el metraje, es despistada, pero aun así, apoya por completo la relación de Naveen y Tiana.
Dr. Facilier:
Es el antagonista principal, un malvado, pérfido, y ambicioso brujo voodoo, experto en quiromancia, que engaña a Naveen, utilizando deliberadamente una engañosa jerga, en aceptar un acuerdo con él, en que El Príncipe se convierte en una rana, le pregunta a Naveen, si el “verde”, que Naveen pensaba que era dinero, era lo que quería…
Como Facilier explica, sus poderes son limitados, en cuanto no puede conjurar cosas por sí mismo:
También depende de sus “amigos del otro lado”, que toman la forma de máscaras de voodoo en su salón, y con quien tiene que negociar, para obtener favores.
Al parecer, le debe algo a las sombras, presumiblemente su alma, pero nunca es realmente revelado.
Él le teme un poco a “estos amigos”, y ofrece todas las almas del díscolo de New Orleans, después de que él se convierta en el hombre más rico de la ciudad.
Al final, las sombras lo llevan a su mundo, y muere.
Su sombra, parece tener vida propia.
El villano, en un principio se llamaría “Dr. Duvalier”, en memoria de François Duvalier, “Papa Doc”, quien sometió a su país, por medio de la superstición del voodoo, e iba a ser un practicante de magia voodoo.
Y aquí se adaptó como un practicante de quiromancia y, además, brujo voodoo.
La iconografía de este personaje, está fuertemente basada en El Barón Samedi, “Señor de Los Cementerios en La Religión Voodoo”
El Barón Samedi, tiene su origen en el Nuevo Mundo, y no en África.
De hecho, El dictador de Haití, François “Papa Doc” Duvalier, era conocido por vestirse como El Barón Samedi, lo que le ayudó a oprimir a la población rural de la isla.
En efecto, el villano evoca a la bruja de “Snow White and The Seven Dwarfs” (1937), al valerse de la magia negra, para conseguir sus fines personales.
El voodoo resulta, entonces, degradado, y reducido a la condición de una barajita de consumo rápido, para rematar en un parque temático.
Es la “disneyficación” del voodoo… imagínenselo.
Mama Odie:
Es una sacerdotisa voodoo, ciega, de 197 años de edad, que sirve como “la hada madrina”
Ella vive en un viejo barco, situado encima de un árbol de mangle gigante, en el bayou, y es dueña de una serpiente mascota llamada JuJu, que sirve como su perro lazarillo, y caña blanca.
Ella cocina “gumbo”, en una bañera enorme en su casa y, como Facilier, con sus tarjetas, Mama Odie es capaz de ver pasado, presente, y futuro en sus remolinos.
Su tema voodoo, es la luz del sol, en contraste con el tema de las sombras de Facilier.
Ray:
Es una luciérnaga cajún, enferma de amor, que conoce a Mama Odie, y se ofrece a ayudar a las ranas para llegar a ella.
Él está enamorado de La Estrella Azul, que ha nombrado “Evangeline”, y piensa que es otra luciérnaga…
Él es asesinado por Facilier al final, pero se une a su Evangeline.
Este personaje estelar, está inspirada en “Évangéline, A Tale of Acadie”, un poema épico, del poeta estadounidense, Henry Wadsworth Longfellow; que trata sobre el amor puro, y la fidelidad que demuestra Évangéline, simboliza la confianza eterna, sentimiento que numerosos grupos sociales pueden probar.
Cuando se experimenta esta confianza, ellos ven a continuación, una aurora de esperanza en la oscuridad de la intolerancia, y el rechazo.
Évangéline, es portadora de un mensaje, a la vez mítico y metafórico, “la llama del amor, y de la esperanza eterna”, no solamente para las víctimas de la deportación, sino para esos que buscan desesperadamente un sentido a una existencia vacía.
Se trata una función muy importante del mito, a los ojos de miles de personas, pues Évangéline es la imagen de la emoción que ella encarna, un periplo difícil a través de las alegrías y las penas de la existencia, dando un sentido al gran viaje que es la vida.
Louis:
Es un caimán, cantante de jazz, cómico, maníaco, muy nervioso, y toca la trompeta.
Su sueño es convertirse en humano, para que pueda unirse a una banda de jazz.
Lawrence:
Es el valet de servicio, pomposo y hastiado del Príncipe Naveen, quien es claramente molesto con las payasadas de su despreocupado amo.
En el fondo, él siempre ha estado celoso de la fama, y vida de Naveen.
Cuando los 2 conocieron al Dr. Facilier, el mago diabólico voodoo, lo convence de convertirse en su aliado, después de haber predicho, a través de las cartas del tarot, que en el futuro, sería “el hombre que siempre quiso ser”
Después de aceptar la oferta, Facilier le da a Lawrence un amuleto que contiene la sangre de Naveen, que le permite tomar la apariencia del Príncipe.
Lawrence, procede entonces a la corte de Charlotte, como parte del trato.
Sin embargo, justo cuando están a punto de casarse, el hechizo de Facilier se rompe, y Lawrence vuelve a ser él mismo, dando lugar a su arresto.
En cuanto a los personajes, todos son entrañables, y se hacen de querer rápidamente, el caimán Louis, y la luciérnaga Ray, ponen el toque de humor, siendo especialmente divertida, la escena de las luciérnagas.
Incluso, habiendo un tragedia, la muerte de Ray, este hecho se convierte en “algo bueno”, y que no es motivo de tristeza.
El malo, es “Dr. Shadows”, hechicero voodoo, que se gana la vida engañando a la gente, y que tendrá un final bastante trágico.
Aunque creo que protagoniza una de las mejores escenas, con sus aliadas las sombras.
El personaje más flojo, curiosamente es Tiana, quien es rescatada por un sapo, y un villano que roban cámara con sólo sonreír…
La protagonista, tampoco escapa de las clasificaciones tradicionales al uso:
Es una joven carenciada, dependienta de una familia adinerada, en una adaptación afro de “Cinderella” (1950), a la pista, en apariencia, de un Príncipe Azul redentor.
Su relación con la familia adinerada, es de tolerancia y aceptación resignada de sus diferencias de clase.
Ella trabaja para ellos, y sueña con emularlos, al regentar un restaurante de 2 pisos.
Su fantasía, quiere demostrar la vigencia, la persistencia, y la realidad del mito del “American Dream” en New Orleans.
Por su lado, el sapo es carismático, alegre, y con una personalidad que conquista a todos, y cada uno de los presentes, la animación, juega a su favor en todo momento.
Pero cada vez entiendo menos las películas de Disney en 2D… y eso que siempre cuentan lo mismo.
Uno de los temas más comunes y frecuentes, es la zoofilia…
Vimos zoofilia en:
“Beauty and The Beast” (1991), “The Little Mermaid” (1989)… y la entrepierna de un ciervo en “Bambi” (1942), “Brother Bear” (2003), era un llamamiento a los hombres homosexuales peludos...
Y paro, porque me parece vergonzoso…
Que nos vendan que aquí hay una Princesa Negra, cuando sólo es Princesa un 1% del metraje, y rana durante el otro 80%, dice muchas cosas… y pocas buenas.
Parece que ser verde, y shreckizado, es más beneficioso que ser negro en un mundo donde la monarquía, pese a estar a precios de saldos, sale beneficiada.
A Los Príncipes, y hombres, se les conquista con el estómago…
Y empezando con las lecturas:
The Princess and The Frog es una película sobre un “braguetazo”, pero sin bragueta, ni rana, ni Rey, pero que nos habla del poder de la magia, y el dinero.
Y para no variar, el villano es todo lo que se podía pedirse de un villano de Disney.
Paradójicamente, la fuente del mal, procede de la cultura negra, no de la cultura blanca.
Aparte, el malo encarna el clásico estereotipo del oportunista afroamericano, mitad bandolero, mitad mercenario, cosificado por el cine de Hollywood.
Una verdadera impostura.
Porque Disney, siempre se ha caracterizado por colocar elementos de magia en sus películas, pero siendo objetivos, The Princess and The Frog, excede los límites de usar estos, en una película infantil, pues están hablando de magia voodoo, eso no es ningún juego, además que el dibujo del mago, es diabólico en apariencia.
Acompañado de esa magia, negra africana, llena de cráneos, sombras, y voodoo, los espectros juegan a su favor.
Su cinismo, sólo es comparable con una sombra tipo “Peter Pan” (1953), que no dejamos de ver, mientras se hace presente.
Los personajes incidentales, son precisamente eso.
Aparecen poco, cocodrilos, luciérnagas, cazadores, y muchos más, sólo son un pretexto para entregar rutinas que son excelentes, pero nos quedamos con ganas de más de ellos.
Cada uno es agradable para la vista, para los niños, y para los no tan niños.
Pero Disney, se cubre de gloria con todos sus personajes, exceptuando uno:
La Princesa, en su personaje de rana, no convence, es poco tierno, siempre ambivalente, entre humano y anfibio; además, la historia romántica, junto con sus divertidísimos personajes secundarios, puede que sea muy repetitiva dentro del canon.
La Princesa, en esta ocasión, Tiana, es una chica afroamericana de New Orleans, que en el color de su piel, trae todos los prejuicios que Disney no termina nunca de manejar bien.
La importancia de tener una Princesa de raza negra, ha sido discutida desde que se Disney se atrevió a romper sus normas, e ir por el multiracialismo.
No sorprende, que haya cambiado de profesión, desde la concepción del arte, y que cada uno de los personajes, estén diseñados para tratar de no ofender de ninguna manera a la audiencia, a la que va dirigida.
Pero a pesar de las buenas intenciones, el esfuerzo se nota, y se nota tanto, que termina afectando el producto final.
El racismo tiene 2 caras, y aquí se peca de hacer una segregación, que sólo muestra que las diferencias, aunque la balanza se cargue ahora del lado del que nunca ha estado en Estados Unidos, pues no se han superado.
Que Tiana sea una protagonista negra, ha sido aplaudido por muchos, como un movimiento de la empresa, en pro de la diversidad, porque como todos sabemos, casi todas sus Princesas son blancas, a excepción de Jasmine que es india, y Pocahontas que aborigen.
Sin embargo, cuando se dio a conocer la imagen del Príncipe en The Princess and The Frog, fue lo que causó el alboroto, porque si se fijan, su piel es mucho más clara que la de Tiana, hasta que se tuvo que explicar que era de procedencia foránea.
Como se supo, desde el inicio, hubo controversia cuando se reveló que el nombre de la heroína de The Princess and The Frog, de herencia afroamericana, sería Maddy, apócope del nombre francés, Madeleine.
Algunas personas, percibieron que el nombre del personaje, era un estereotipo de esclava, ya que el personaje era una sirvienta de clase baja, al servicio de un adinerado hombre de raza blanca.
Se presentaron quejas de personas, que consideraban esta situación, racista.
Por otro lado, Maddy, ahora Tiana, iba a ser una criada, pero también eso provocó acusaciones.
Así que Disney cambió el papel de La Princesa.
De criada, pasó a heroína, lo cual también ha levantado polémica, puesto que otras Princesas de Disney, como Cinderella, o Snow White, también fueron criadas...
¿Entonces?
Ahora bien, la ilusión de apertura, que puede sostenerse en los primeros minutos, cuando se sirve de un par de secuencias para exhibir las diferencias sociales históricas, entre blancos y negros, termina en decepción, una vez que observamos que la joven protagonista, aparece con su fisonomía humana, y negra, al principio y al final, y que el resto del metraje, transcurre con ella, ¡convertida en sapo!
En ese sentido, lo único que puede sonarnos, mínimamente revolucionario, aunque muy inverosímil, es que El Príncipe sea negro…
Ya sé que estas películas son “muy infantiles”, y no tiene por qué reportar algo histórico, pero cuando tocan el tema de la época del racismo, en los años 20...
Y ves que, en un bar hay blancos y negros, cuando sabes que eso es imposible, como también es imposible, que una mujer blanca se quiera casar con un hombre negro, por muy Príncipe que sea, de un país inventado.
Como resultado, el 8 de mayo de 2007, la cadena de televisión BET, y algunos sitios en Internet, reportaron que Heidi Trotta, vocera de Disney, confirmó que la Princesa Tiana, sería una heroína en la tradición de Las Princesas de Disney, y que los otros aspectos, y personajes de la historia, serían tratados con gran respeto y sensibilidad.
¿Se cumplió?
Creo que simplemente es una excusa para una historia de lucha y superación, de la clase baja, llegando al principado...
Historia que hemos visto en muchas otras películas de la factoría, de uno u otro modo.
A parte la zona donde se sitúa, es la cuna del jazz, y le da la excusa perfecta para ofrecernos un derroche musical, que no fue notable, como los de Alan Menken, donde Disney dijo, no más, para no “sonar repetitivo”
Posteriormente, el frenesí por The Princess and The Frog cesó, la empresa intentó salirle al paso, a cada comentario negativo, en una cadena de desatinos, y muchos empezaron a sospechar la cancelación del proyecto, o su estreno directo al video.
Sin embargo, la inesperada victoria de Barack Obama, disipó la ola de la polémica y la incertidumbre, al propinarle una definitiva inyección de sangre fresca, a la recta final de The Princess and The Frog.
Así, basan y perpetúan el control sobre la demanda y la oferta, sobre la torta del mercado, sobre la gente de a pie.
Hacen películas para capitalizar los escombros calientes del Huracán Katrina, para glorificar su escueta filosofía tecnocrática de “pare de sufrir”, y para legitimar su orden monárquico de “Reyes Blancos”
La triste verdad de The Princess and The Frog es simple:
Ninguno de sus productores, es negro.
Por último, la banda sonora contiene 10 canciones originales, y 7 piezas, todas, excepto una, de las cuales fueron compuestas, arregladas, y dirigidas por el compositor ganador del Oscar, Randy Newman.
“My daddy never did get what he wanted.
But he had what he needed.
He had love!
He never lost sight of what was really important.
And neither will I!”
En “La América” del “Yes, We Can”, ellos también “Can” y “Can-Can”
Hasta el siglo XXI, la compañía Disney, apenas quiso dar un vuelco de 180 grados a su cerrada cultura corporativa, y a su imagen de Ku Kux Klan, al abrirse a las leyendas originarias de los aborígenes estadounidense, de las tradiciones asiáticas, de las historias del medio oriente, y de las venas abiertas de América Latina, por puras razones comerciales, por meros compromisos de expansión y conquista imperial, de mercados difíciles, al borde del cautiverio.
Desde entonces, ninguna cinta del estudio, se había atrevido a concentrar su interés, en el desarrollo de un argumento protagonizado por una figura “de color”, a pesar de las protestas, y de las reacciones de la comunidad agraviada y segregada, que actualmente mantiene.
La idea, de que la protagonista sea negra, algo que alimenta el aspecto musical de The Princess and The Frog, suena oportunista en el país presidido por Barack Obama.
Lo cierto es que el ascenso al poder de Obama, no resulta algo muy extraño, dada la apertura sociocultural que existe hoy en Estados Unidos, no es casual que una mujer negra, Oprah Winfrey, sea la presentadora más popular de la televisión de EEUU, mientras se dedica a la producción de films de reivindicación social como “Precious: Based On The Novel “Push” By Sapphire” (2009)
De la misma manera, no debería resultarnos extraño, que una compañía tradicionalmente conservadora y republicana como Disney, haya lanzado un film animado, protagonizado por una joven negra.
Total, el cuento de Los Grimm en sí, es bastante breve, pero deja un montón de cabos sueltos, un montón de subhistorias, que no se llegan a desarrollar.
Y los personajes son tan interesantes, que merecen un análisis individualizado.
En las notas originales de Los Grimm sobre “El Príncipe Rana”, aparece que “la rana, caía sobre la cama donde yacía como un joven y hermoso Príncipe, y que la hija del rey se tumbaba junto a él”
Nada de eso, tan sugerente, apareció nunca en la versión impresa… pero ahí está.
El Príncipe Rana, puede tener muchas lecturas:
Según Las Teorías Psicoanalíticas, la rana, resbaladiza y fea, y que puede hincharse cuando está excitada, representa al pene.
La Princesa, es la mujer que desarrolla su sexualidad, y la bola de oro perdida, sería su psique ingenua, y que despierta a la pubertad.
Para otras tendencias psicológicas, con más base científica, El Príncipe Rana, es una fábula sobre la pérdida de la inocencia, el proceso de llegada a la vida adulta, y el miedo del niño, ante la llegada de la madurez, y la emergencia de la sexualidad.
Desde el punto de vista neurobiológico, la historia de “El Príncipe Rana” se relaciona con la presencia en la piel de algunos anfibios, de una sustancia, la bufotenina, capaz de causar alucinaciones, ilusiones de vuelo, visiones de colores, luces, y formas, un auténtico “viaje”, si el animal es besado o… chupado.
Eso explicaría que las personas que besaran, o lamieran un sapo, tuvieran alucinaciones visuales, o auditivas, “percepciones grandiosas”, y un estado alterado de la consciencia:
Los animales hablan, los seres se transforman unos en otros, los protagonistas hacen cosas increíbles, muy Disney todo.
Aunque en el cuento de los Grimm, la rana no aparece con corona, muchas veces se le representa con ella, por si a La Princesa no le parecía evidente la sangre azul que corría por las venas de la rana...
Pero:
¿Por qué motivo, El Príncipe había sido transformado en rana?
¿Habría sido una transformación pasional?
¿Una venganza?
¿Y quién habría sido el desalmado, en hacer los pases mágicos, para convertir a un real heredero, en un real sapo?
¿Sabría la rana, que el hechizo que le hacía ser verde, y de ojos saltones, se desharía, estando cerca de la cama de La Princesa, o simplemente quería un rollo con ella?
La chica del cuento, que no es negra, esa fue una ocurrencia del Disney más Obamita, es más egoísta, inmadura, y malcriada, con quien se podría haber topado El Príncipe Rana.
Que la chica tiene dinero, es evidente:
¿Quién podría tener una pelota de oro macizo para jugar?
También es maleducada, pues está constantemente despreciando a la rana.
Parece mentira, que se le recompense su incumplimiento de promesas, con la transformación de la rana, en un Príncipe atractivo.
Aunque en las versiones del cuento más modernas, el encantamiento se rompe gracias al beso de La Princesa, en el cuento de los Grimm, es la violencia de ésta, y en otras versiones de la historia, es simplemente el dormir junto a la joven, lo que hace que El Príncipe recupere su forma humana real.
El Rey por su parte, este buen hombre, intenta hacer que La Princesa se comporte como una señorita, cumpliendo la promesa que le dio a la rana, pero parece ser, que no se da cuenta, de que con esta actitud, lo que está haciendo, es empujar a su hija, a meterse en la cama con un desconocido.
Para que luego digan que, para los padres, ningún hombre es merecedor de sus hijas…
Llegamos al momento cumbre:
Heinrich, el único personaje de la historia de los Grimm, que tiene nombre, y que incluso, llega a dar nombre al cuento, pues el cuento se titula “El Príncipe Rana” o “Heinrich, El Fiel” unas veces, y “El Rey Rana o Heinrich El Férreo” en otras.
Pero cómo es posible, que dé nombre al cuento, si casi ni aparece en la historia, ni su papel es importante, es más, hasta podría prescindirse de él…
Sólo puede significar una cosa:
Que el criado realmente tenía un romance con El Príncipe…
Alguna relación tiene que tener con él, no parece posible, que un criado pueda necesitar atar su corazón con hierros, porque su amo se vuelva sapo…
Estos 2 tenían un lío, de seguro.
La escena más famosa, en la cual, La Princesa besa a la rana, que entonces sufre una metamorfosis a un bello Príncipe, no aparece en la historia original de Los Grimm, ni en la versión que leen los niños alemanes…
Muchos investigadores piensan, que la leyenda original, incluía el beso, como un estímulo catártico, pero que los 2 hermanos censuraron en la historia, eliminando esta imagen, explícitamente erótica, y sustituyéndola por algo más aceptable, aunque más violento, la metida a la cama…
Sin embargo, es la historia que se conoce en Estados Unidos, y por extensión, en todos los países influidos por la industria Disney.
“Besar ranas” o “besar sapos” se ha convertido en una metáfora de la búsqueda del amor.
“Hay que besar muchas ranas, antes de encontrar al verdadero Príncipe”, y cómo es necesario, pasar por conocer a algunos individuos desagradables, antes de encontrar el amor verdadero…
¡Vaya lección!
Es llamativo, que esas historias, surgidas muchas de ellas, en un mundo rural, en la época medieval, en un paisaje de castillos, reyes, princesas, hadas, venenos, pociones, y brujas, sigan teniendo ese atractivo para los niños de la era digital.
La única explicación posible, es que encierran un mensaje que trasciende los siglos:
Cómo actuar ante lo desconocido, y los peligros, cómo superar los miedos, cómo actuar con rectitud, cómo encontrar el amor, y la felicidad, cómo enfrentar este mundo caótico y complejo, donde a veces, nos sentimos una hoja en medio de un vendaval.
La respuesta está clara:
Lame unos cuantos sapos, y busca unos enanos que te ayuden.
 
“You just kissed yourself a princess!”



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