The Manxman
“What shall it profit a man if he gain the whole world and lose his own soul?”
Después del enorme éxito que tuvo Alfred Hitchcock con “The Lodger: A Story Of The London Fog” (1927), a nadie se le ocurrió la idea, de que el director británico debería dirigir más films de “suspense”, así que en su lugar, dedicó su filmografía silente, básicamente a melodramas y comedias, bastante prescindibles en el mejor de los casos.
Y The Manxman fue su última obra de ese periodo, y por desgracia, no fue un cierre bastante memorable…
The Manxman fue un encargo que el director recibió de la British International Picture, que como bien le dijo a Françoise Truffaut:
“El único interés de The Manxman, es que es mi última película silente”
Posteriormente, La British entró de lleno en la producción del cine sonoro, con la siguiente obra de Hitchcock:
“Blackmail” (1929)
El estilo “hitchcockiano”, comenzó a definirse en esta etapa final de su trabajo en Inglaterra, sobre todo, en películas como:
“Murder!” (1930), “Number Seventeen” (1932) y, especialmente, con “The 39 Steps” (1935), y “The Lady Vanishes” (1938)
El suspense de las tramas, se sostenía sobre la base de combinar ingredientes dramáticos, con elementos fruto del azar, o casi inverosímiles, confrontando lo cotidiano con lo excepcional, todo ello, desde la sutil ironía que impregna muchas acciones, y una estructura narrativa sólida, dotada de gran ritmo.
Y The Manxman fue pues, una bella despedida del cine silente, el cineasta empezaba ya una nueva etapa, el sonoro llamaba a la puerta…
Unos nuevos horizontes artísticos, que le encumbrarían como el mejor cineasta británico de la época.
“Is it wanting to get done with me, you are, Pete?”
The Manxman es un drama de 1929, dirigido por Alfred Hitchcock.
Protagonizado por Carl Brisson, Malcolm Keen, Anny Ondra, Randle Ayrton, Clare Greet, Wilfred Shine, Nellie Richards, Harry Terry, Kim Peacock, entre otros.
El guión es de Eliot Stannard, basado en la novela homónima escrita por Sir Thomas Henry Hall Caine, en 1894.
Hall Caine, fue un autor “Manx”, mejor conocido como novelista y dramaturgo de la última parte de La Era Victoriana y Las Eras Eduardianas.
En su tiempo, Hall Caine era extremadamente popular, y, en la cima de su éxito, sus novelas se vendieron más que los de sus contemporáneos.
Muchas de sus novelas, también fueron llevadas al cine.
Sus novelas fueron principalmente romances, involucrando triángulos amorosos, pero también, abordaron algunos de los más graves problemas políticos y sociales de la época.
La novela “The Manxman”, es notable por su uso regular del dialecto de La Isla de Man, en el habla.
Pete Quilliam, y la mayoría de los personajes más pequeños en la novela, hablan de una manera coloquial, única de La Isla de Man, dictada con sinceridad en la novela, a través de ortografía inusual, estructura gramatical inusual, e incluso, ocasionales palabras y frases Manx gaélicas, todos los cuales se explican en el texto.
La novela, fue adaptada 2 veces para películas silentes:
En 1917, por George Loane Tucker; y en 1929, Alfred Hitchcock.
Para entonces, Alfred Hitchcock vivía con su esposa Alma Reville, y pronto con la pequeña Patricia, en el 153 de Cromwell Road, un chalet en las afueras al oeste de Londres, desde donde dirige sus últimas películas de su Era Silente:
“Champagne” (1928), y “The Manxman” (1929)
Pero en The Manxman, no habrá asesinatos, persecuciones, o intrigas.
Ambientada en la comunidad pesquera de la remota Isla de Man, pero filmada en Cornwall, siendo uno de los mejores, y más maduros trabajos de sus comienzos.
Hall Caine, quien escribió el libro en que se basó The Manxman, se incomodó con la manera en que se le dio un giro a ciertos aspectos de la trama.
Hitchcock por su parte, declaró no estar satisfecho con el producto final...
De hecho, The Manxman, no le gustó mucho a John Maxwell, por aquel entonces productor, y jefe de Hitchcock.
Así que la guardó, y no se supo de ella durante un tiempo, pero al cabo de un año, se acabó estrenando, y fue todo un éxito de público, y crítica.
Recalcar que The Manxman posee algunos diálogos escritos, como era costumbre.
Destacan múltiples tomas filmadas desde la parte posterior de puertas y ventanas, esto a lo largo de todo el metraje, repetidamente.
Filmada casi en su totalidad en el pequeño pueblo de pescadores de Polperro en Cornwall; otras escenas fueron rodadas en la British International Pictures, en Elstree Studios.
Como dato, el director comenzó a trabajar en The Manxman, apenas 2 semanas después del nacimiento de su hija, Patricia Hitchcock; y narra la historia de un triángulo amoroso en La Isla de Man, en Inglaterra.
La Isla de Man, en manés, “Ellan Vannin” o “Mannin”, es una dependencia de La Corona Británica, con gobierno autónomo, formada por una isla principal, y algunos islotes situados en el mar de Irlanda, entre Irlanda y Gran Bretaña.
El soberano de la isla, es La Reina Elizabeth II, en calidad de “Señor de Man”
El Señor de Man, es representado por El Gobernador General.
La isla, no es parte del Reino Unido, pero su representación internacional, defensa, y gobierno, son responsabilidad del Reino Unido.
Así pues, el relato sigue a 2 amigos de la infancia, que toman caminos bien diferentes al hacerse adultos:
Uno, Pete Quilliam (Carl Brisson), se convierte en pescador; y el otro, Philip Christian (Malcolm Keen), en abogado.
Pero ambos se enamoran de la misma mujer, Kate Cregeen (Anny Ondra), hija de un posadero.
Pete, pide la mano de Kate en matrimonio, pero el padre de ésta, se opone a la unión, dado que el muchacho es pobre…
Entonces, él parte hacia África, para hacer fortuna, no sin antes obtener de Kate, la promesa de que lo esperará.
Al tiempo, creyendo que Pete ha muerto, Philip y Kate se hacen amantes…
Cuando Pete vuelve siendo un hombre rico, se casa con Kate, la cual está embarazada de Philip…
Éste último, es nombrado juez de La Isla de Man.
Kate abandona a Pete y a su pequeña hija, y se esconde en casa de Philip...
Cuando se da cuenta de que éste no huirá con ella, intenta suicidarse; y es llevada a juicio por intento de suicidio, y debe ser juzgada por Philip.
El padre de Kate, que ha adivinado la verdad, denuncia públicamente, que la bebé es hija de Philip, tras lo cual, éste, Kate, y la hija de ambos, abandonan la isla, repudiados por la multitud.
“Pete, we too have suffered”
The Manxman, es un melodrama en alto voltaje.
Lo más interesante de todo, es ver un poco de la vida rural de aquella época.
Ya que la mayoría de las películas de los años 20, 30, y 40, narran historias de reyes, condes, marqueses... gente adinerada, con lo que poco se ve la vida normal de la gente.
Como bien mostrara Hitchcock, en anteriores películas suyas, nos hace ver en The Manxman, lo peligroso que es la amistad, como puede llevar a la traición.
Da la impresión, de que el cineasta no sentía simpatía por The Manxman, debido quizás, a la falta de humor, pero lo cierto es que su seriedad, que alcanza una melodramática contundencia, resulta perfectamente coherente en este caso, ya que es una historia, en el que se dan cita el amor, los imperativos éticos, el desequilibrio social, y hasta lo inevitable de ciertos odios, o egoísmos.
Posiblemente, ese pesimismo que se desprendía de The Manxman, fuera también el principal culpable del poco éxito en taquilla, pero no es menos cierto, que ese pesimismo tal vez sea, visto ahora, uno de los apoyos básicos de su modernidad.
Además, y después de las comedias precedentes, Hitchcock volvía a huir del encasillamiento fácil…
Desde el departamento actoral, una interpretación compleja y sensual de Anny Ondra, mitad huérfana vulnerable, mitad provocadora “Femme Fatale”
Claramente, la razón por la que Hitchcock la convocara para su obra maestra del suspenso, y prima ópera sonora, “Blackmail”, ese mismo año; pero decir que Hitchcock sustituye su voz por la de otra actriz, Joan Barry, al no convencerle el acento checo de ella, en el contexto de la historia.
La Ondra está muy bien aquí, manejando la transición entre la joven enamorada, y la mujer atrapada en un matrimonio que no soporta.
Lo único que parece no funcionar del todo bien en este aspecto, es la química entre Keen y Ondra…
Carl Brisson, retoma una suerte de variante de su personaje en “The Ring” (1927), la del hombre pobre de gran corazón, que asciende socialmente, para dar a su amada, una mejor vida, y que en el ínterin, es traicionado por ésta.
Su interpretación es muy conmovedora, ya sea en su alegría inocente, cuando se entera de que su esposa está embarazada; o en su desazón de padre soltero, abandonado por Kate, impresionante la escena en la cual, Pete da explicaciones sobre la ausencia de Kate a las vecinas, en la puerta de su casa… zurciendo una media…
Malcolm Keen, parece haber madurado, como hombre y como actor, desde que lo viéramos en “The Lodger: A Story Of The London Fog” (1927), tan sólo 2 años antes, y ofrece un retrato adecuado de un hombre dividido entre el deber y el deseo.
Desde el punto de vista estético, es verdad que The Manxman está filmada en una forma bastante convencional, aunque responde claramente al estilo del director:
Vemos aquí a los personajes avanzar hacia el frente, en lugar de hacerlo de manera lateral, y mirar directamente hacia la cámara.
Asimismo, Hitchcock vuelve a recurrir a la superposición de imágenes, en la escena en la cual, Pete se da cuenta de que su esposa lo ha abandonado, con un pequeño detalle revelador, y muy bien logrado:
Pete mira la mesa, en la cual sólo se ha puesto la vajilla para una persona, y vemos aparecer brevemente, un segundo juego de platos...
Sabemos que él comprendió la situación, sin necesidad de ninguna exclamación de su parte.
Rescato asimismo, la utilización de los exteriores, muy apropiados para la historia, que transcurre en una isla de pescadores, y sobre todo, una hermosa imagen de Philip, esperando a Kate en la playa, a lo lejos, reencuadrada a través de las rocas.
A destacar el escenario del acantilado y la playa, mientras se reúnen Kate y Philip, para hablar sobre el retorno de Peter…
Ella sube una pendiente, mientras la cámara, desde abajo, retrata su perfil, y al fondo el sol…
Las enormes rocas tienen huecos naturales, ella está arriba, Philip abajo en la playa.
En una especie de “punto de vista” o primera persona, le vemos a él en la playa, a través del hueco en la roca.
Luego la toma se invertirá, y veremos a ella arriba, a su vez a través de un hueco en la roca…
Sólo me queda una duda:
¡¿Por qué, incomprensible razón, Pete y Kate celebran su almuerzo de bodas, en el mismo molino en el cual, ella y Philip se unieron por primera vez?!
Supongo que a ello, Hitchcock respondería negando con la cabeza, y suspirando por “nuestro amigos los verosímiles”…
Como dije al principio, con The Manxman, finaliza la etapa silente de Hitchcock.
Estos son sus inicios, donde aprendió mucha técnica, sobre todo de cineastas alemanes, y que se vieron plasmados en sus películas.
Y una cosa que creo que es importante, aprendió a dar más importancia a la acción, sobre el dialogo, y esto se verá muy bien en muchas de sus películas sonoras, donde hay grandes escenas, que apenas contienen diálogos, pero que mantienen al espectador expectante.
Dejando la teatralidad, y llenando la pantalla de momentos.
“There’s my black, I can sell it for something, it’s never been wore at me since I sat through the service”
En esta etapa silente, Hitchcock se movió en los terrenos del melodrama romántico, la comedia de situaciones, y hasta la comedia romántica, encontrándose tanto con el aplauso del público y la crítica, o el fracaso con ambas.
Lo cierto es que fuera en el género que pisaba, Alfred Hitchcock iba construyendo un universo fílmico, y un discurso propio.
Abundan en estas películas, las falsas apariencias, las mujeres fatales que destruyen el destino de los hombres, las víctimas que son también victimarios a la vez, los dilemas morales que enfrentan a sus personajes sin remedio, las rígidas convenciones sociales, como obstáculo para la felicidad; o bien, como páramo para poder desarrollar a gusto, los vicios privados, y las virtudes públicas.
Pero sobre todo, puede observarse a un cineasta capaz de manipular perversamente al espectador, para hacerlo pensar mal, obligándolo a enfrentarse a sus propios prejuicios, a sus propios demonios.
Formalmente, su cine fue desde estos inicios, deslumbrante, tomando en cuenta cada mirada, dando suma importancia dramática a cada objeto, o elemento involucrado en su cuadro.
Cada movimiento de cámara, cada corte, tiene un valor moral en su cine, trascendiendo el mero artificio.
Esta etapa terminó con “Blackmail” (1929), curiosamente, filmada silente, que tuvo que ser realizada de nuevo ya sonora, al arribar esta tecnología al cine inglés; sobre una muchacha, asesina involuntaria, chantajeada por alguien que dice haber atestiguado su crimen, fue la médula de una película que cimentó la identidad del cine británico, en las pantallas del mundo entero.
Pero el mundo de Alfred Hitchcock, ya había sentado sus bases, y ahora se preparaba para transformarse de nuevo, ya con el sonido.
Así las cosas, si el futuro del cine se encuentra en su pasado, la restauración de películas, es una apuesta al futuro, al cine, y a las nuevas generaciones de espectadores, y cinéfilos.
Después de ser pensado en el dominio público durante décadas, los derechos de The Manxman fueron obtenidos por la compañía de medios francesa Canal+ en 2005.
Una versión restaurada e impresa remasterizada, fue lanzada en DVD por Lionsgate Home Entertainment, en 2007.
En un proyecto de restauración y rescate de copias, más grande y complejo, emprendido hasta la fecha, por el Archivo Nacional del British Film Institute (BFI)
Una tarea que incluyó la remoción de décadas de daños y desgastes, el mejoramiento en la nitidez de la imagen, y la recuperación de nuevas tomas, e intertítulos.
El BFI, empleó elementos de 7 archivos internacionales, en el proceso de restauración, siempre a partir de las mejores copias disponibles, pero fueron los materiales de su Archivo Nacional, que incluyen muchos de los negativos originales, los que desempeñaron un papel fundamental en el proyecto, para que nosotros podamos ver concluida, La Era Silente del Maestro del Suspense.
“Can't you see, Pete?
Can't you see?”
Después del enorme éxito que tuvo Alfred Hitchcock con “The Lodger: A Story Of The London Fog” (1927), a nadie se le ocurrió la idea, de que el director británico debería dirigir más films de “suspense”, así que en su lugar, dedicó su filmografía silente, básicamente a melodramas y comedias, bastante prescindibles en el mejor de los casos.
Y The Manxman fue su última obra de ese periodo, y por desgracia, no fue un cierre bastante memorable…
The Manxman fue un encargo que el director recibió de la British International Picture, que como bien le dijo a Françoise Truffaut:
“El único interés de The Manxman, es que es mi última película silente”
Posteriormente, La British entró de lleno en la producción del cine sonoro, con la siguiente obra de Hitchcock:
“Blackmail” (1929)
El estilo “hitchcockiano”, comenzó a definirse en esta etapa final de su trabajo en Inglaterra, sobre todo, en películas como:
“Murder!” (1930), “Number Seventeen” (1932) y, especialmente, con “The 39 Steps” (1935), y “The Lady Vanishes” (1938)
El suspense de las tramas, se sostenía sobre la base de combinar ingredientes dramáticos, con elementos fruto del azar, o casi inverosímiles, confrontando lo cotidiano con lo excepcional, todo ello, desde la sutil ironía que impregna muchas acciones, y una estructura narrativa sólida, dotada de gran ritmo.
Y The Manxman fue pues, una bella despedida del cine silente, el cineasta empezaba ya una nueva etapa, el sonoro llamaba a la puerta…
Unos nuevos horizontes artísticos, que le encumbrarían como el mejor cineasta británico de la época.
“Is it wanting to get done with me, you are, Pete?”
The Manxman es un drama de 1929, dirigido por Alfred Hitchcock.
Protagonizado por Carl Brisson, Malcolm Keen, Anny Ondra, Randle Ayrton, Clare Greet, Wilfred Shine, Nellie Richards, Harry Terry, Kim Peacock, entre otros.
El guión es de Eliot Stannard, basado en la novela homónima escrita por Sir Thomas Henry Hall Caine, en 1894.
Hall Caine, fue un autor “Manx”, mejor conocido como novelista y dramaturgo de la última parte de La Era Victoriana y Las Eras Eduardianas.
En su tiempo, Hall Caine era extremadamente popular, y, en la cima de su éxito, sus novelas se vendieron más que los de sus contemporáneos.
Muchas de sus novelas, también fueron llevadas al cine.
Sus novelas fueron principalmente romances, involucrando triángulos amorosos, pero también, abordaron algunos de los más graves problemas políticos y sociales de la época.
La novela “The Manxman”, es notable por su uso regular del dialecto de La Isla de Man, en el habla.
Pete Quilliam, y la mayoría de los personajes más pequeños en la novela, hablan de una manera coloquial, única de La Isla de Man, dictada con sinceridad en la novela, a través de ortografía inusual, estructura gramatical inusual, e incluso, ocasionales palabras y frases Manx gaélicas, todos los cuales se explican en el texto.
La novela, fue adaptada 2 veces para películas silentes:
En 1917, por George Loane Tucker; y en 1929, Alfred Hitchcock.
Para entonces, Alfred Hitchcock vivía con su esposa Alma Reville, y pronto con la pequeña Patricia, en el 153 de Cromwell Road, un chalet en las afueras al oeste de Londres, desde donde dirige sus últimas películas de su Era Silente:
“Champagne” (1928), y “The Manxman” (1929)
Pero en The Manxman, no habrá asesinatos, persecuciones, o intrigas.
Ambientada en la comunidad pesquera de la remota Isla de Man, pero filmada en Cornwall, siendo uno de los mejores, y más maduros trabajos de sus comienzos.
Hall Caine, quien escribió el libro en que se basó The Manxman, se incomodó con la manera en que se le dio un giro a ciertos aspectos de la trama.
Hitchcock por su parte, declaró no estar satisfecho con el producto final...
De hecho, The Manxman, no le gustó mucho a John Maxwell, por aquel entonces productor, y jefe de Hitchcock.
Así que la guardó, y no se supo de ella durante un tiempo, pero al cabo de un año, se acabó estrenando, y fue todo un éxito de público, y crítica.
Recalcar que The Manxman posee algunos diálogos escritos, como era costumbre.
Destacan múltiples tomas filmadas desde la parte posterior de puertas y ventanas, esto a lo largo de todo el metraje, repetidamente.
Filmada casi en su totalidad en el pequeño pueblo de pescadores de Polperro en Cornwall; otras escenas fueron rodadas en la British International Pictures, en Elstree Studios.
Como dato, el director comenzó a trabajar en The Manxman, apenas 2 semanas después del nacimiento de su hija, Patricia Hitchcock; y narra la historia de un triángulo amoroso en La Isla de Man, en Inglaterra.
La Isla de Man, en manés, “Ellan Vannin” o “Mannin”, es una dependencia de La Corona Británica, con gobierno autónomo, formada por una isla principal, y algunos islotes situados en el mar de Irlanda, entre Irlanda y Gran Bretaña.
El soberano de la isla, es La Reina Elizabeth II, en calidad de “Señor de Man”
El Señor de Man, es representado por El Gobernador General.
La isla, no es parte del Reino Unido, pero su representación internacional, defensa, y gobierno, son responsabilidad del Reino Unido.
Así pues, el relato sigue a 2 amigos de la infancia, que toman caminos bien diferentes al hacerse adultos:
Uno, Pete Quilliam (Carl Brisson), se convierte en pescador; y el otro, Philip Christian (Malcolm Keen), en abogado.
Pero ambos se enamoran de la misma mujer, Kate Cregeen (Anny Ondra), hija de un posadero.
Pete, pide la mano de Kate en matrimonio, pero el padre de ésta, se opone a la unión, dado que el muchacho es pobre…
Entonces, él parte hacia África, para hacer fortuna, no sin antes obtener de Kate, la promesa de que lo esperará.
Al tiempo, creyendo que Pete ha muerto, Philip y Kate se hacen amantes…
Cuando Pete vuelve siendo un hombre rico, se casa con Kate, la cual está embarazada de Philip…
Éste último, es nombrado juez de La Isla de Man.
Kate abandona a Pete y a su pequeña hija, y se esconde en casa de Philip...
Cuando se da cuenta de que éste no huirá con ella, intenta suicidarse; y es llevada a juicio por intento de suicidio, y debe ser juzgada por Philip.
El padre de Kate, que ha adivinado la verdad, denuncia públicamente, que la bebé es hija de Philip, tras lo cual, éste, Kate, y la hija de ambos, abandonan la isla, repudiados por la multitud.
“Pete, we too have suffered”
The Manxman, es un melodrama en alto voltaje.
Lo más interesante de todo, es ver un poco de la vida rural de aquella época.
Ya que la mayoría de las películas de los años 20, 30, y 40, narran historias de reyes, condes, marqueses... gente adinerada, con lo que poco se ve la vida normal de la gente.
Como bien mostrara Hitchcock, en anteriores películas suyas, nos hace ver en The Manxman, lo peligroso que es la amistad, como puede llevar a la traición.
Da la impresión, de que el cineasta no sentía simpatía por The Manxman, debido quizás, a la falta de humor, pero lo cierto es que su seriedad, que alcanza una melodramática contundencia, resulta perfectamente coherente en este caso, ya que es una historia, en el que se dan cita el amor, los imperativos éticos, el desequilibrio social, y hasta lo inevitable de ciertos odios, o egoísmos.
Posiblemente, ese pesimismo que se desprendía de The Manxman, fuera también el principal culpable del poco éxito en taquilla, pero no es menos cierto, que ese pesimismo tal vez sea, visto ahora, uno de los apoyos básicos de su modernidad.
Además, y después de las comedias precedentes, Hitchcock volvía a huir del encasillamiento fácil…
Desde el departamento actoral, una interpretación compleja y sensual de Anny Ondra, mitad huérfana vulnerable, mitad provocadora “Femme Fatale”
Claramente, la razón por la que Hitchcock la convocara para su obra maestra del suspenso, y prima ópera sonora, “Blackmail”, ese mismo año; pero decir que Hitchcock sustituye su voz por la de otra actriz, Joan Barry, al no convencerle el acento checo de ella, en el contexto de la historia.
La Ondra está muy bien aquí, manejando la transición entre la joven enamorada, y la mujer atrapada en un matrimonio que no soporta.
Lo único que parece no funcionar del todo bien en este aspecto, es la química entre Keen y Ondra…
Carl Brisson, retoma una suerte de variante de su personaje en “The Ring” (1927), la del hombre pobre de gran corazón, que asciende socialmente, para dar a su amada, una mejor vida, y que en el ínterin, es traicionado por ésta.
Su interpretación es muy conmovedora, ya sea en su alegría inocente, cuando se entera de que su esposa está embarazada; o en su desazón de padre soltero, abandonado por Kate, impresionante la escena en la cual, Pete da explicaciones sobre la ausencia de Kate a las vecinas, en la puerta de su casa… zurciendo una media…
Malcolm Keen, parece haber madurado, como hombre y como actor, desde que lo viéramos en “The Lodger: A Story Of The London Fog” (1927), tan sólo 2 años antes, y ofrece un retrato adecuado de un hombre dividido entre el deber y el deseo.
Desde el punto de vista estético, es verdad que The Manxman está filmada en una forma bastante convencional, aunque responde claramente al estilo del director:
Vemos aquí a los personajes avanzar hacia el frente, en lugar de hacerlo de manera lateral, y mirar directamente hacia la cámara.
Asimismo, Hitchcock vuelve a recurrir a la superposición de imágenes, en la escena en la cual, Pete se da cuenta de que su esposa lo ha abandonado, con un pequeño detalle revelador, y muy bien logrado:
Pete mira la mesa, en la cual sólo se ha puesto la vajilla para una persona, y vemos aparecer brevemente, un segundo juego de platos...
Sabemos que él comprendió la situación, sin necesidad de ninguna exclamación de su parte.
Rescato asimismo, la utilización de los exteriores, muy apropiados para la historia, que transcurre en una isla de pescadores, y sobre todo, una hermosa imagen de Philip, esperando a Kate en la playa, a lo lejos, reencuadrada a través de las rocas.
A destacar el escenario del acantilado y la playa, mientras se reúnen Kate y Philip, para hablar sobre el retorno de Peter…
Ella sube una pendiente, mientras la cámara, desde abajo, retrata su perfil, y al fondo el sol…
Las enormes rocas tienen huecos naturales, ella está arriba, Philip abajo en la playa.
En una especie de “punto de vista” o primera persona, le vemos a él en la playa, a través del hueco en la roca.
Luego la toma se invertirá, y veremos a ella arriba, a su vez a través de un hueco en la roca…
Sólo me queda una duda:
¡¿Por qué, incomprensible razón, Pete y Kate celebran su almuerzo de bodas, en el mismo molino en el cual, ella y Philip se unieron por primera vez?!
Supongo que a ello, Hitchcock respondería negando con la cabeza, y suspirando por “nuestro amigos los verosímiles”…
Como dije al principio, con The Manxman, finaliza la etapa silente de Hitchcock.
Estos son sus inicios, donde aprendió mucha técnica, sobre todo de cineastas alemanes, y que se vieron plasmados en sus películas.
Y una cosa que creo que es importante, aprendió a dar más importancia a la acción, sobre el dialogo, y esto se verá muy bien en muchas de sus películas sonoras, donde hay grandes escenas, que apenas contienen diálogos, pero que mantienen al espectador expectante.
Dejando la teatralidad, y llenando la pantalla de momentos.
“There’s my black, I can sell it for something, it’s never been wore at me since I sat through the service”
En esta etapa silente, Hitchcock se movió en los terrenos del melodrama romántico, la comedia de situaciones, y hasta la comedia romántica, encontrándose tanto con el aplauso del público y la crítica, o el fracaso con ambas.
Lo cierto es que fuera en el género que pisaba, Alfred Hitchcock iba construyendo un universo fílmico, y un discurso propio.
Abundan en estas películas, las falsas apariencias, las mujeres fatales que destruyen el destino de los hombres, las víctimas que son también victimarios a la vez, los dilemas morales que enfrentan a sus personajes sin remedio, las rígidas convenciones sociales, como obstáculo para la felicidad; o bien, como páramo para poder desarrollar a gusto, los vicios privados, y las virtudes públicas.
Pero sobre todo, puede observarse a un cineasta capaz de manipular perversamente al espectador, para hacerlo pensar mal, obligándolo a enfrentarse a sus propios prejuicios, a sus propios demonios.
Formalmente, su cine fue desde estos inicios, deslumbrante, tomando en cuenta cada mirada, dando suma importancia dramática a cada objeto, o elemento involucrado en su cuadro.
Cada movimiento de cámara, cada corte, tiene un valor moral en su cine, trascendiendo el mero artificio.
Esta etapa terminó con “Blackmail” (1929), curiosamente, filmada silente, que tuvo que ser realizada de nuevo ya sonora, al arribar esta tecnología al cine inglés; sobre una muchacha, asesina involuntaria, chantajeada por alguien que dice haber atestiguado su crimen, fue la médula de una película que cimentó la identidad del cine británico, en las pantallas del mundo entero.
Pero el mundo de Alfred Hitchcock, ya había sentado sus bases, y ahora se preparaba para transformarse de nuevo, ya con el sonido.
Así las cosas, si el futuro del cine se encuentra en su pasado, la restauración de películas, es una apuesta al futuro, al cine, y a las nuevas generaciones de espectadores, y cinéfilos.
Después de ser pensado en el dominio público durante décadas, los derechos de The Manxman fueron obtenidos por la compañía de medios francesa Canal+ en 2005.
Una versión restaurada e impresa remasterizada, fue lanzada en DVD por Lionsgate Home Entertainment, en 2007.
En un proyecto de restauración y rescate de copias, más grande y complejo, emprendido hasta la fecha, por el Archivo Nacional del British Film Institute (BFI)
Una tarea que incluyó la remoción de décadas de daños y desgastes, el mejoramiento en la nitidez de la imagen, y la recuperación de nuevas tomas, e intertítulos.
El BFI, empleó elementos de 7 archivos internacionales, en el proceso de restauración, siempre a partir de las mejores copias disponibles, pero fueron los materiales de su Archivo Nacional, que incluyen muchos de los negativos originales, los que desempeñaron un papel fundamental en el proyecto, para que nosotros podamos ver concluida, La Era Silente del Maestro del Suspense.
“Can't you see, Pete?
Can't you see?”
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