Genghis Khan
“Born a slave, I never was!”
No se sabe con certeza cuál es la fecha de nacimiento de Temüdyin, llamado “Ghengis Khan”, y se calcula entre el 1155 o 1156, pero también podría haber nacido un 16 de abril de 1162, fecha que suele ser más aceptada, pues no lo situaría a con una edad excesivamente avanzada en los últimos años de su carrera.
Ghengis Khan fue el fundador del Imperio Mongol, hijo de Yesugei, miembro del clan real Borjigin, de religión chamanista, que había dominado Mongolia Oriental hasta que fue prácticamente aniquilada por los tártaros a mediados del siglo XII.
El Khan nació en un ambiente aristocrático, en una sociedad profundamente feudal; aunque no parece haber ejercido un poder muy amplio, debido a que los mongoles no eran uno de los pueblos más poderosos en la estepa.
Sin embargo, la favorable situación de Temüdyin y de su clan se vio truncada por la muerte de Yesugei, envenenado por los tártaros, y el consecuente abandono de los clanes que lo apoyaban, debido a que por aquel entonces, el heredero no tendría más de 10 años.
A partir de este momento, La Familia de Temüdyin, compuesta por él, su madre y sus 6 hermanos, se vieron abocados a vivir en la indigencia, alimentándose de la recolección agrícola y de la pesca, agravado esto por la persecución a la que se vieron sometidos por los clanes rivales, especialmente el de los taichi´ut, que aspiraba al posible Khanato dejado vacante por la muerte de Yesugei.
En este período, mediante la participación en razzias entre otras actividades, comenzó a adquirir fidelidades de otros individuos jóvenes, muchas veces en su misma situación, que se unieron a él.
Su más fiel compañero fue el primero que se unió a él, Boghurtschi, el cual cabalgó con él en su juventud, ayudándole a arrancar a los bandidos tai-eschutos a sus 8 caballos, la única fortuna que tenía en ese momento.
Cabe destacar también un personaje de bastante importancia que fue Jamukha, un joven de sangre noble, que realizó juramento de “anda” o “hermano”, al igual que Boghurtschi, con Temüdyin; y parece ser que la posición de Jamukha ayudó en cierta medida a su anda a subir posiciones en la carrera hacia el poder, aunque más tarde, celoso de su amigo de la infancia, se volvió en su contra.
Así se comenzó a formar el núcleo de lo que en un futuro sería su Guardia Imperial; pero más importante que el apoyo de Jamukha, fue el de un antiguo aliado de su padre que había sido anda de éste:
Togrhul, Khan de los keraitas, que le aceptó como un jefe de segunda fila.
Su posición ahora favorable, unida al propio magnetismo personal de Temüdyin, le proporcionó la adhesión voluntaria de aún más hombres a sus filas; y en este momento se produce un incidente que va a afianzar aún más el poder de Temüdyin:
Su mujer, Börte, es raptada por un clan merkita, pero ya entonces Temüdyin está en condiciones de pedir apoyo militar, y Jamukha se suma con su clan a una ofensiva, tras la cual, el clan merkita es derrotado, y la posición del futuro Ghengis Khan se afianza.
No obstante, disputas y rivalidades por el poder, llevaron a la separación de Jamukha y su anda, de tal forma que el primero intentó retirar el apoyo a Temüdyin, pero por motivos de linaje, de carisma personal o de mejor posición; y muchos clanes bajo el mando de Jamukha se separaron de él para ponerse voluntariamente bajo el mando de Temüdyin.
Al final del siglo XII, los yurchen en China promovieron una campaña contra los tártaros, a quienes habían utilizado anteriormente para eliminar a Qabul Khan, y que ahora se habían vuelto demasiado fuertes, empezando a resultar una amenaza.
Para ello propusieron a los clanes keraitas, bajo el mando de Togril, luchar contra sus vecinos por el oeste, mientras los propios yurchen atacarían por el sur.
Al lado de su aliado, lucharían Temüdyin y sus hombres.
Cuando la campaña terminó, los tártaros habían dejado de ser un pueblo independiente, y habían sido sometidos al poder de ambos clanes.
Los chinos otorgaron títulos a sus aliados, pero en estos se reflejaba una subordinación de Temüdyin a Togril, que recibió el título de “Wang” o “Rey”
Después de esta importante victoria, ambos aliados siguieron sometiendo a una serie de tribus vecinas, y ampliando aún más su poder.
Y Jamukha, viendo semejante ascensión, reunió una coalición de todas las tribus descontentas o resentidas con Temüdyin y su aliado.
El Wang-Heang Togril, quizás también asustado por el creciente aumento de poder de Temüdyin, ahora su anda, o debido a su avanzada edad, comenzó a desarrollar una actitud reacia a colaborar, hasta que acabó significando la ruptura.
Concretamente, el desencadenante fue la negativa del Togril a dar a su hija en matrimonio a Jochi, hijo mayor de Temüdyin; y esto provocó la ruptura y el preludio para la guerra entre ambas facciones.
El Wang-Khan se alió con Jamukha, y le puso al frente de su ejército.
Cuando se produjo el enfrentamiento, las divisiones internas entre la facción de Jamukha y Togril les llevaron a la derrota, así como el abandono de muchos clanes que luchaban a su lado, para adherirse voluntariamente a la causa de Temüdyin, bajo la que veían mejores posibilidades de futuro.
Se produjo de esta manera, la caída de los keraitas, y el final de su existencia como clan independiente.
Ahora el poder que más directamente competía con el futuro Khan, eran los naimanos, bajo cuya protección se habían refugiado Jamukha y sus seguidores.
Los naimanos no tardaron en ser derrotados y sometidos, aunque bastantes sectores lo hicieron de nuevo de forma voluntaria.
Según “La Historia Secreta de Los Mongoles”, poco después, 2 Generales de Jamukha lo entregaron a Ghengis Khan, pero éste consideró que como habían traicionado a su anterior líder, nada impedía que lo hicieran con él, y los mandó ejecutar.
Temüdyin le ofreció a Jamukha el perdón por ser “su hermano de sangre” pero éste le contestó que como “había un solo Sol en el cielo, solo podía haber un Señor de La Tierra”, y le pidió que le diera una muerte noble, sin sangre.
Y Temüdyin cumplió; e hizo que le rompieran la columna vertebral, era el año 1206.
Los restos del clan merkita, que habían sido aliados de los naimanos, fueron derrotados por Subotai, miembro de la guardia personal de Temüdyin, y personaje que llegaría a ser El General más brillante al servicio del Khan.
Ese mismo año se celebra una “juriltai” o asamblea, a las orillas del río Onon, que tradicionalmente se señala como el punto decisivo en la vida política de Temüdyin.
En este momento toma el título de “khaqan” y el nombre de Ghengis Khan, “Ghengis” significa “Océano”, con lo que quería significar una soberanía tan amplia como el mar que circundaba La Tierra, algo así como Khan universal.
También es en este momento cuando todas las tribus que formaban parte de la confederación, pasan a denominarse mongoles, y es bastante posible que la Yassa se promulgase en esta juriltai.
Ghengis Khan era un brillante gobernante y un terrible vengador, y es considerado un héroe en Mongolia, siendo uno de los más grandes estrategas de todos los tiempos, a la altura de Alejandro Magno o Napoleón Bonaparte.
El terror fue una de las muchas armas que Ghengis Khan usó a través de sus campañas; al unificar a las tribus nómadas de esta etnia del norte de Asia, fundando el primer Imperio Mongol, el imperio contiguo más extenso de la Historia; y bajo su liderazgo como “Gran Khan”, rango imperial en las lenguas túrquicas y mongola, equivalente al estatus de Emperador, los mongoles comenzaron una oleada de conquistas que extendió su dominio a un vasto territorio, desde Europa Oriental hasta El Océano Pacífico, y desde Siberia hasta Mesopotamia, la India e Indochina.
En la primera fase de esta expansión, las hordas mongolas conquistaron importantes reinos de Asia, como El Imperio Jin del norte de China, de 1211 a 1216; El Imperio Tanguta, el Khanato de Kara-Kitai y El Imperio Corasmio.
Su nombre de nacimiento “Temüdyin” significaba “El Mejor Acero”, y en la versión china es “T'ie Mou Jen” que significa “Hombre Supremo en La Tierra”; mientras “Ghengis Khan” es un título que en idioma mongol se escribe actualmente con caracteres cirílicos como “Чингис Хаан”, y que recibió Temüdyin tras ser entronizado como “Emperador de los Mongoles” en 1206, o “Gran Khan”, a sus 39 años por una gran asamblea de príncipes mongoles reunida a orillas del río Onon.
Luego, tras haber unificado las tribus mongolas y turco mongolas del Gobi bajo su mando, y reorganizado su ejército según la división decimal de unidades de combate, consideró llegado el momento de acometer su empresa más ambiciosa:
La Conquista del Mundo.
Ghengis Khan organizó a su ejército de una forma espectacular, ya que estaba dividido en decenas, centenas, millares y miríadas; y eran dirigidos por sus respectivos jefes, pero los 5 Generales más importantes del ejército mongol, fueron los denominados “Los Lobos de Temüdyin”:
Bogorchu, su anda; Yebe “La Flecha”, Kubilai, Yelme y Subotei.
Ellos eran guerreros tan espectaculares, que los enemigos decían que:
“Se alimentaban de rocío y carne humana.
Son tan feroces que Ghengis Khan tiene que atarlos, pero cuando los libera para marchar a la guerra, cabalgan al viento delante de los arqueros, con la boca abierta, babeantes de alegría”
Un aspecto que a veces se ha resaltado mucho sobre la figura de Ghengis Khan, es su utilización de la guerra psicológica, y la implantación de un régimen de terror en muchos de los territorios conquistados.
Los mongoles ejecutaron matanzas realmente repugnantes, y exhibían los resultados de estas para hacer cundir el pánico entre la población.
Otra de las ventajas estratégicas fundamentales del ejército mongol, es el desconocimiento que de ellos tenían sus enemigos, siendo así muy difícil para sus adversarios calcular su número.
Ghengis Khan fue de los primeros que usó elefantes en sus batallas, se cuenta que en una batalla crucial, contra sus enemigos Targutai y Jamukha, Ghengis Khan, viendo que sus fuerzas eran muy inferiores, hizo que cada soldado hiciera un muñeco del porte de una persona, y lo pusiera en su caballo de reserva, cuando un caballo se cansaba, se usaba otro que se llevaba al lado, siendo este ejército uno de los más rápidos de la historia; así el ejército del Khan se vio 2 veces más numeroso, atemorizando a sus adversarios, lo que fue crucial para el desenlace de la batalla.
Uno de los más grandes aportes de Khan, fue que implantó el sistema de correo más rápido de la historia, ya que cada mensajero iba a galope tendido con un buen par de caballos de reserva, utilizando un sistema como la posta, o relevo, para pasar los mensajes.
Este sistema también se usaba para vigilar los alrededores del Ordu o Campamento Imperial.
Otra curiosidad es que Ghengis Khan introdujo una innovación al formar las unidades mezclando razas y tribus, esto obviamente mejoro la cohesión interna del ejército en los niveles más fundamentales; de ahí también se cuenta que Ghengis Khan engendró miles de hijos, y su multiplicación geométrica a partir del siglo XIII, ha contribuido a dejar su signatura genética no sólo en Asia, sino también en Europa, de donde habría pasado a América.
Pero Ghengis Khan no era un libertino, tampoco un asceta, y tuvo acceso a varios cientos de mujeres en el transcurso de los 40 años que dedicó a construir su Imperio.
Los investigadores han descubierto que el 8% de los hombres que viven en la zona que en la antigüedad componía El Imperio Mongol, portan la variedad del cromosoma Y del pueblo mongol; esta variación afecta a 16 millones de personas, el 0,5% de la población masculina mundial.
El patrón de variación genética que se originó en Mongolia hace mil años, no se distribuyó por casualidad, sino por selección.
En las sociedades conquistadas por los mongoles, los descendientes masculinos de Khan, tenían mayor posibilidad de reproducción; siendo este un claro ejemplo de que los factores culturales juegan un papel muy importante en los patrones de variación genética y la diversidad en los seres humanos.
También este es el primer caso documentado de, cómo una cultura humana causa que un linaje genético se extienda en apenas unos pocos cientos de años; y aunque Ghengis Khan tuvo más esposas, como era normal entre los mongoles, la primacía de Börte era indiscutible, y fueron sus hijos los que gobernaron el gigantesco Imperio que se formó a la muerte de Ghengis.
Börte se convirtió en La Jefa de La Primera Corte de Ghengis Khan, y Gran Emperatriz de su Imperio; pero poco se sabe sobre los detalles de su vida temprana, pero ella estaba comprometida con Ghengis a una edad temprana, se casó a los 17 años, y luego fue secuestrada por una tribu rival...
La decisión de su esposo de rescatarla, puede haber sido una de las decisiones clave que lo inició en su camino para conquistar el mundo.
Ella dio a luz a 4 hijos y 5 hijas, uno que, junto con sus propios descendientes, fueron el linaje clave que amplió aún más El Imperio Mongol.
Sin embargo existían dudas sobre la legitimidad de su primogénito, Yochi, pero su hijo Batu fue el primer Khan de La Horda de Oro; mientras que en el segundo, Chagatai, está el origen del Imperio Mogol de la India.
Su tercer hijo Ogodei, y el hijo de este, Guyuk heredaron el título de Gran Khan, y finalmente de Tolui, son hijos de otro Gran Khan como Mongke, El Emperador de China Kublai Khan, y fundador del IlKhanato de Persia, Hulegu.
Ghengis Khan tenía 36 esposas, que tras su desaparición, el 18 de agosto de 1227, El Imperio Mongol por él forjado, que se extendía desde Corea hasta El Mar Caspio, se dividió entre sus hijos.
Ogodei consolidó las conquistas de su padre, completó la sumisión del norte de China en 1234 y Corea en 1236, ensanchó El Imperio; estableció el protectorado mongol sobre Georgia, Armenia y el Cáucaso, y penetró en Rusia y en la llanura del Danubio de 1237 a 1240.
Para preservar el sitio de enterramiento de Ghengis Khan, todos los que presenciaron su cortejo fueron pasados a cuchillos, y así, desde entonces, la muerte de Ghengis Khan se ha convertido en un misterio que aún no ha podido resolverse, pues su cuerpo jamás pudo encontrarse.
Como legado, hay 2 rasgos muy importantes que cabe destacar en la política administrativa de Ghengis Khan:
La política de tolerancia religiosa llevada a cabo por los mongoles no debe sorprendernos, pues no habían sido alcanzados por ninguna religión superior.
Los mongoles estaban convencidos de que Ghengis Khan había sido elegido para conquistar La Tierra, y no tenían ninguna intención, ni interés de compartir su fe con los pueblos sedentarios, cuyos modos y forma de vida despreciaban.
No preocupándose mucho por ese aspecto, Ghengis Khan otorgó total libertad a todos los cultos, en tanto ellos no coartaran la libertad de otros; por lo que El Imperio Mongol se llenó de misioneros, que por otra parte prestaron ayuda a un régimen que les permitía tal libertad.
Y el fomento del Comercio:
Este aspecto es con mucho más importante que el anterior, por el control de las rutas comerciales y el apoyo reciproco entre Ghengis Khan y los comerciantes, fue un factor clave para el éxito del Imperio Mongol.
El comercio aportaba ingresos, y reforzaba los vínculos entre las zonas conquistadas, a la vez que los comerciantes se beneficiaban de la estabilidad de Imperio Mongol y de la protección que del Khan recibían.
Ghengis Khan consciente de esto, hizo lo que pudo para fomentar el intercambio mercantil:
Asegurar los caminos, ofrecer protección armada, persecución de ladrones y bandidos, etc.
Las rutas asiáticas recibieron un gran impulso, y se transformaron en más seguras de lo que nunca habían sido.
La grandeza de Ghengis Khan como líder militar, no sólo se debió a sus conquistas, sino también a la excelente organización, disciplina y maniobrabilidad de sus ejércitos.
Además, el dirigente mongol fue un admirable hombre de Estado; su Imperio estaba tan bien organizado que, según se decía, los viajeros podían ir desde un extremo a otro de sus dominios sin ningún tipo de temor o peligro.
Sin embargo, Ghengis Khan mostró un salvajismo sin límites hacia sus rivales y enemigos, y utilizó el asesinato como arma habitual en sus conquistas.
A pesar de su fama de conquistador cruel y despiadado, Ghengis Khan fue un soberano hábil e inteligente, que impuso la paz y el orden en sus dominios, acabó con las seculares rivalidades tribales y el bandolerismo, creó nuevas vías de comunicación, respetó las diferentes creencias de sus súbditos y, sin saber leer, supo valorar la utilidad del lenguaje escrito.
Ha habido varias películas, novelas y otras obras sobre el gobernante de Mongolia; numerosos proyectos lo trataron de diferente manera, pero todas ellas buscan hacer justicia al gran valor y peso histórico de un personaje que cambió las fronteras, y se atrevió a unir pueblos distantes entre sí, y hacer de ellos un gran Imperio.
Un hombre que no sólo era un militar, un guerrero, también un amante de su tierra.
Su nombre, aún resuena en los desiertos y estepas del centro de Asia, y su leyenda la pasean sus compatriotas allá por donde caminan.
“It is better to light one candle than to curse the darkness”
Genghis Khan es un drama del año 1965, dirigido por Henry Levin.
Protagonizado por Omar Sharif, Stephen Boyd, James Mason, Eli Wallach, Françoise Dorléac, Telly Savalas, Robert Morley, Yvonne Mitchell, Michael Hordern, Woody Strode, Kenneth Cope, Roger Croucher, Don Borisenko, Patrick Holt, entre otros.
El guión es de Beverley Cross y Clarke Reynolds, basados en una historia de Berkely Mather, que se basa en los hechos históricos del Emperador Mongol.
También, “Genghis Khan” (1965), es una novelización de la película, para la cual Mather había escrito la historia original.
Esta es una película británico-estadounidense, en Tecnicolor y Panavision; y es quizás la película más famosa de la vida del conquistador mongol; una gran producción europea que fue filmada en Yugoslavia y en estudios en Berlín.
Algo extraño, es el gran reparto de estrellas, que no parece creíble en su presentación asiática; sin embargo se destaca el diseño de muchas escenas a cargo de Heinrich Weidemann.
La película es sobre todo un relato ficticio de la vida del famoso mongol, por lo que la acción sigue a Genghis Khan (Omar Sharif), el caudillo mongol cuyos ejércitos del siglo XIII conquistaron gran parte del mundo conocido.
Nombrado Temüdyin, el guerrero rival Jamuga (Stephen Boyd) lo tomó prisionero desde pequeño, y como castigo, se vio obligado a llevar en el cuello una gran bola de madera redonda que restringió severamente sus movimientos.
En su vida adulta, con la ayuda de 2 partidarios, el sabio Geen (Michael Hordern) y el hombre fuerte, Sengal (Woody Strode), logran escapar.
Temüdyin ahora comienza su búsqueda para unificar a todas las tribus mongoles; y se enfrenta a muchos retos con un gran éxito, pero su vieja némesis, Jamuga sigue apareciendo en varias ocasiones en la vida del líder, hasta llegar a una batalla final entre los 2.
La vida del legendario príncipe mongol, Genghis Khan, es material para una película colosal, transfiguradora si se quiere, con escenas coloridas de masas, y el esfuerzo habitual del género, y como si fuera una espectacular pintura de pared ancha sobre el fundador del Imperio Mongol, aquí se dibujan sus antecedentes políticos sobre un diseño formal; pero la admiración acrítica con que se celebra a Genghis Khan como un tirano noble y comprensivo, requiere serias reservas…
La película lamentablemente fue mal recibida porque se estanca en su desarrollo y no logra exponer la grandeza de los logros del protagonista; tanto que Allen y Euan Lloyd, que trabajaban en la publicidad del filme, querían hacer un seguimiento llamado “Clive of India” basado en un guión de Terence Young, pero nunca se hizo.
Por lo que aún hace falta un filme que cubra toda la magnitud del Gran Khan.
“Only once in the furied history of adventure and conquest... did one man rule so vast an Empire!”
Como Temüdyin o como Ghengis Khan, el mundo del cine no fue ajeno a ambos.
Centrándose en sus vivencias, en sus orígenes, o en la épica de sus conquistas, su filmografía aporta diferentes películas que narran la vida y hechos del conquistador mongol.
Con un filmografía variopinta, con luces y claros, cuyo recorrido cronológico comenzó en 1928, con la producción soviética “Потомок Чингисхана” o “Tempestad sobre Asia”, y con un mayor presupuesto, arrancó en 1953, la película más ambiciosa sobre el ascenso de Temüdyin a Ghengis Khan, con “The Conqueror” (1956); dirigida por Howard Hughes, y protagonizada por John Wayne como Temüdyin; y Susan Hayward como La Princesa Börte.
Pero esta producción fue un rotundo fracaso, y fue considerada una de las peores películas de los años 50; siendo uno de los factores, los cambios que se produjeron en el “casting”, y una serie de desgracias que convirtieron el plató de la obra de Hughes, en una de las malditas del cine de Hollywood, pues la leyenda habla que la zona de rodaje había sido utilizada previamente para el lanzamiento de armamento nuclear; por lo que miembros del equipo enfermaron durante el rodaje, y todos los intérpretes, durante años sucesivos, fallecieron de algún tipo de cáncer...
Esa película pudo haber sido la más lograda cinta sobre el héroe de Mongolia, y cuyo guión narraba el ascenso de Temüdyin hasta ser Emperador, pero se quedó en nada, y paso a la historia de sucesos del cine.
Mientras que Genghis Khan es una película biográfica introspectiva sobre Temüdyin, que unificó las tribus enfrentadas de Asia en La Edad Media; y contó con un elenco internacional, ofreciendo actuaciones correctas en guión ocasionalmente trillado, que enfatiza la motivación personal en lugar de la pompa.
El guión de la historia de Berkely Mather, depende de la venganza continua entre el cacique tribal y el Jefe de los mongoles, una vez esclavizado por el primero, pero escapándose para forjar un Imperio que amenazó la civilización occidental y oriental hace unos siglos.
Y es que cuando uno se sienta a ver cine histórico, uno tiene que partir asumiendo que va a enfrentarse a una versión ficcionalizada de los hechos, tamizados a través del filtro de la conveniencia narrativa, la ideología consciente o inconsciente de los productores, y la suprema “cojonología” del guionista de turno; y sobre todo, uno va preparado para notar las licencias artísticas; pero aquí se ven las caracterizaciones de los mongoles, el vestuario y las armas, da que pensar bastante de la planificación del proyecto, y su interés por lo que pensaban contar; así como la cantidad de extras, se presenta el filme más colosal y espectacular que sustancioso.
El joven Temüdyin, ve a su padre torturado y asesinado por una tribu rival, dirigida por Jamuga.
Siendo preso, está sujeto a una gran rueda de madera alrededor de su cuello, y atormentado por los niños de la tribu.
Un día se encuentra con la joven Börtei (Françoise Dorléac) y después de un acto de bondad hacia ella, es castigado por Jamuga.
Temüdyin luego escapa, y se esconde en las colinas, seguido por Geen y Sengal, quienes juran fidelidad al hombre que jura unir a todas las tribus mongolas.
Las incursiones a lo largo de las rutas de las caravanas aumentan gradualmente el tamaño de su ejército, y luego Temüdyin decide capturar como su esposa a la joven Börtei.
Él lo hace, pero luego ella es recapturada de nuevo por Jamuga, quien la viola, deshonrando a Temüdyin…
Tiempo después del nuevo rescate de Börtei, se van rumbo a China, y en el camino se encuentran con Kam Ling (James Mason), un embajador chino varado, y es ayudado por Temüdyin, quien acompaña al diplomático a China a ver al Emperador (Robert Morley), donde es proclamado “Genghis Khan”, Príncipe de Los Conquistadores”
Su ejército mongol permanece en Pekín durante un largo período de tiempo, entrenando, aprendiendo y volviéndose complaciente.
En una de las batallas junto al ejército chino, Jamuga es capturado, y encarcelado; pero luego se escapa…
Finalmente, sintiéndose atrapados en China, los mongoles abandonan su cautiverio, y comienzan la conquista de Asia.
Después de arrasar con todo, desde Manchuria hasta Moscú, el ejército mongol finalmente combate al Sha de Khwarezm (Eli Wallach), derrotándolo y capturando a Jamuga por última vez.
Temüdyin y Jamuga pelean una última batalla, mano a mano, y aunque vencedor, Temüdyin sucumbe a sus heridas poco después, dejando su Imperio a su esposa, hermanos de sangre e hijos.
Así se narra el ascenso del joven noble hasta conquistar todo el territorio asiático, todo mostrado después el punto de vista épico y de grandes batallas.
Un film que la crítica destrozó en su momento, por tener demasiadas licencias históricas, con unos personajes estereotipados que caían en la parodia, y una producción que denotaba falta de presupuesto.
Levin, sin dejarse aplastar por la corpulencia de la épica mongola, nos presenta un Genghis Khan feminista, amén de diplomático, que acepta como hijo al que tiene su mujer Börtei, que es biológico de Jamuga, su peor enemigo.
Genghis Khan ama a Börtei, y perdona a Jamuga hasta que no tiene más remedio que matarlo en el gran duelo final.
Del reparto, el recién salido del papel de Ali en “Lawrence of Arabia” (1962), y justo antes de su turno como “Dr. Zhivago”, Omar Sharif es medianamente interesante como el personaje principal; hace un trabajo casi excelente al proyectar con facilidad el celo que impulsó a Temüdyin de la esclavitud a una educación política en China, y finalmente a morir por su sueño, la unidad mongola.
Mientras Boyd trae una ligera amenaza como Jamuga; es menos exitoso como la espina en el costado de Sharif, siendo en general demasiado restringido para la caracterización sostenida, a pesar sus destellos antagónicos.
La caracterización más inusual, es dada por James Mason, interpretando al consejero imperial que contrasta claramente con la política china; Mason está terriblemente mal caracterizado, hasta es incómodamente hilarante como Kam Ling, así como Robert Morley en el papel del Emperador.
El malogrado Dorléac le da belleza al elenco, pero esta “espada y sandalia” épica no es un escaparate de encanto femenino.
Telly Savalas interpreta a un Kojak del siglo XII, y Eli Wallach aparece demasiado poco y hacia el final de la película como el Sha; ambos no tienen el peso ni el minutaje en pantalla suficiente para valorarlos debidamente.
En la producción, se supo que Omar Sharif estaba furioso porque los $25,000 que ganaba Eli Wallach por semana, eran más de lo que se le pagaba a Sharif por toda la película.
Wallach, solo había asumido el papel después de que una obra teatral londinense en la que estaba programada su aparición colapsó, y necesitaba urgentemente un día de pago rápido... al tiempo que la molestia se dio porque Wallach aparece solo unos minutos y realmente no es parte de la totalidad de la drama guionizado.
Desde el punto de vista histórico, lo más coherente es ver a Temüdyin explicando La Teoría de Los 3 Círculos:
El Círculo Oriental correspondía al Imperio Chino, sus enormes sedas y riquezas.
El Círculo Occidental encerraba la Persia más fabulosa.
Y en El Círculo Medio, el más vacío, estaba Mongolia, una sucesión de hordas enfrentadas.
Genghis Khan visualiza que El Círculo Central se puede apoderar de los otros 2 mediante la unión de todos los mongoles.
Sin embargo, se decanta por una larga estadía en China, que es más cómica que otra cosa, y no se basa en los logros históricos más importantes, que solo se dicen como parte del diálogo y de manera muy rápida como para que quede en la memoria; y como errores de producción están:
No fue sino hasta La Dinastía Qing o Manchú, que reinó de 1644 a 1912; que los hombres chinos se vieron obligados a usar el pelo en una coleta como se muestra en esta película.
Antes de eso, solían usar el pelo largo atado en un nudo en la parte superior de la cabeza, o debajo de un sombrero, al estilo del magistrado.
Genghis Khan, no comenzó la guerra en Khwarezm, aunque podría haber tenido intenciones al respecto.
El Sha mató a los mensajeros de Ghengis Khan, quienes luego comenzaron un baño de sangre en venganza; y El Sha le ofrece a Jamuga a sus 2 hijas, pero en el Islam, un hombre no puede casarse con una mujer y su pariente cercano al mismo tiempo, además de que una mujer musulmana, no puede casarse con un pagano.
Khwarezm no cayó en una batalla; los mongoles conquistaron cada ciudad, una a una; y El Sha no murió en la batalla:
Huyó a una isla en El Caspio, y murió allí.
Genghis Khan, no murió en Khwarezm, sino que murió debido a un accidente de caza, unos 7 años después.
Lo malo del filme es que se alarga demasiado en escenas que no se necesitan, y otras se atropellan para pasar rápido a otro asunto; resultando de todo ello, una ausencia de tempo narrativo que afecta seriamente al conjunto; y es que la película quiere retratar a este gran personaje, pero se queda en todo momento a medio gas, ya que la historia no llega a conectar del todo, y se pierde en unas tramas con poca fuerza; una historia que resulta interesante en algunos aspectos, pero que en general no entusiasma; y ese entusiasmo no es porque el personaje no cause sensación, sino simplemente porque todo está desarrollado de una manera bastante superficial, y eso produce que no llegue a conectar al espectador con la trama, y por consiguiente que no se involucre; y eso que el personaje tiene mucho que dar, por lo que se pudo sacar más partido gracias al gran personaje que expone.
No obstante, las escenas de batalla son adecuadamente grandes y bastante bien organizadas, pero ocupan una parte sorprendentemente pequeña de toda la película.
Todavía hace falta producir una película a la altura del Khan.
“Do not weep for me yet.
There will be much time after I am dead”
Cuando uno habla de grandes conquistadores del mundo y de grandes guerreros, Ghengis Khan tiene un hueco de honor gracias a todo lo que aportó al mundo y a su pueblo.
Su hazaña le hizo ganar un puesto en la historia, y ser recordado como uno de los grandes personajes que han existido; pues en tan solo 25 años, el ejército mongol conquistó tierras que nunca imaginó poseer:
El Imperio era del tamaño de África, desde El Océano Pacífico hasta El Mediterráneo.
La mayoría de la población actual del mundo, vivía en esas tierras conquistadas por Ghengis, más de 30 países modernos con 3000 millones de habitantes.
Y de acuerdo con algunas interpretaciones, las conquistas de Genghis Khan causaron una destrucción mayor, en una escala sin precedentes en ciertas regiones geográficas, lo que provocó cambios en la demografía de Asia.
Por ejemplo; Moscú saltó a la fama mientras estaba bajo el yugo mongol-tártaro, un tiempo después de que a los gobernantes rusos se les concediera el estatus de recaudadores de impuestos para los mongoles.
El hecho de que los rusos recaudaran tributos e impuestos para los mongoles, significaba que los mongoles rara vez visitarían las tierras que poseían.
Los rusos, eventualmente ganaron poder militar, y su gobernante, Iván III, derrocó completamente a los mongoles para formar El Zarismo.
Después de que La Gran posición en el río Ugra probara que los mongoles eran vulnerables, El Gran Ducado de Moscú obtuvo la independencia.
El conocimiento de Europa sobre el mundo conocido, se vio inmensamente expandido por la información que trajeron embajadores y comerciantes.
Cuando Colón navegó en 1492, su misión era llegar a Cathay, la tierra del Gran Khan en China, y darle una carta de los monarcas Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla.
Lamentablemente, algunos estudios indican que La Peste Negra que devastó Europa a fines de la década de 1340, pudo haber viajado desde China a Europa a lo largo de las rutas comerciales del Imperio Mongol.
El número total de muertes a nivel mundial por La Pandemia, se estima en 75 a 200 millones, con hasta 50 millones de muertes solo en Europa.
Mientras que en las conquistas, 30 millones de personas fueron asesinadas bajo el gobierno del Imperio Mongol; y algunas estimaciones alcanzan los 80 millones de muertos.
La población de China cayó a la mitad en 50 años de dominio mongol; ya que una de las tácticas más exitosas empleadas por los mongoles, fue eliminar a las poblaciones urbanas que se negaron a rendirse; y durante la invasión mongola de Rusia, casi todas las ciudades principales fueron destruidas.
Tras la muerte de Ghengis en el año 1227, sus sucesores, bajo el segundo jan, Ogodei, continuaron la expansión.
Esta expansión incluyó a Persia, que acabó con los Xia y los restos de los corasmios, y condujo a un conflicto con La Dinastía Song de China meridional, comenzando una guerra que no acabó hasta el año 1279, en el cual se produjo la ocupación total del país, y la reunificación del gobierno de China bajo los mongoles.
A finales de la década de 1230, los mongoles, bajo el mando de Batu Khan, invadieron Rusia, provocando la muerte de alrededor de la mitad de la población local, para luego reducir la mayoría de sus principados al vasallaje.
En el año 1241, tras haber derrotado a los ejércitos polaco y alemán en La Batalla de Liegnitz, a los húngaros en La Batalla de Mohi, y a punto de lanzarse a la conquista de toda Europa, campaña que se prometía exitosa, tuvieron que volver a Mongolia para elegir al siguiente Gran Khan, tras la muerte de Ogodei, si bien devastaron grandes áreas de Europa Oriental, incluidas:
Polonia, Lituania, Hungría, Croacia y Bulgaria.
Durante el año 1256, el nieto de Ghengis Khan, Hulagu, partiendo desde la base mongola en Persia, conquistó el califato Abasida en Bagdad, y destruyó el culto a los nizaríes, entrando por Siria y Palestina hacia Egipto.
Pero El Gran Khan Möngke, su hermano, murió, por lo que Hulagu tuvo que volver para la elección de nuevo Gran Khan, y las fuerzas que había dejado como guarnición en Palestina, al mando del General Kitbuqa, fueron derrotadas por los mamelucos bajo el mando del sultán egipcio Kutuz, y su General Baibars en el año 1260, en Ain Yalut.
Durante El Reinado de Kublai Khan, hermano de Möngke y de Hulagu; El imperio empezó un proceso de división en varios Khanatos más pequeños.
Kublai se dedicó a la guerra contra La Dinastía Song, consiguiendo el dominio sobre China, y a la región la llamó Manzi; mientras que los Khanatos occidentales iban separándose progresivamente.
La rivalidad entre las tribus, producida por el complicado proceso de sucesión, el cual paralizó 2 veces operaciones militares importantes y remotas como las de Hungría y Egipto, desbaratando campañas que se anunciaban victoriosas; y la tendencia de algunos Khanes a beber en demasía, hasta el punto de producirles la muerte, como fue el caso de Kuyuk; causó crisis sucesorias que aceleraron la desintegración del Imperio.
La decadencia del Imperio Mongol se dio entonces por diversos factores, entre los cuales destacan los siguientes:
Rivalidad tribal y crisis sucesorias:
La estructura tribal del Imperio Mongol era relativamente frágil, y se mantenía cohesionada por la figura temible de Ghengis Khan.
Cuando murió, El Imperio, por su gran extensión, inevitablemente terminó por dividirse.
Aquella división salvó a muchos pueblos de la amenaza que les representaba los mongoles, en especial a los habitantes de Europa.
Por ejemplo, las disputas por la sucesión, hicieron que los mongoles se retiraran de Europa Central.
La asimilación de las culturas conquistadas:
Los mongoles, un pueblo que alcanzó el éxito militar por su condición de nómadas, asimilaron la cultura de los países conquistados, y rápidamente fueron absorbidos por los mismos.
Además, su éxito creó divisiones, y pronto los mongoles comenzaron a pelear entre sí por los botines conquistados.
El modelo militar anticuado:
A pesar de que las tácticas que utilizaron los mongoles, los volvieron casi invencibles; pronto mostraron sus limitaciones cuando el ejército mongol se hallaba en terrenos adversos.
El ejército mongol se fundamentaba en los ataques en masa de su caballería ligera, ataques que no podían realizarlos cuando el terreno no permitía las maniobras a caballo.
Así por ejemplo, conquistaron las rutas y ciudades principales de Afganistán, pero nunca pudieron pacificar las regiones montañosas.
Tampoco tuvieron éxito al intentar practicar La Guerra Naval, por ser un pueblo que durante mucho tiempo no tuvo acceso al mar.
Este aspecto tuvo hasta cierto punto incidencia en la derrota de los mongoles al intentar conquistar Japón.
El desarrollo de la agricultura y la carencia de efectivos militares:
A pesar del extenso territorio que los mongoles tenían bajo su poder, contaban con un número de efectivos militares limitado.
Eran muy pocos los jinetes y caballos lo suficientemente fuertes y hábiles como para formar parte del ejército, y ese número iba disminuyendo conforme los mongoles se alejaban de su lugar de origen.
Por último, el avance de la agricultura y su incursión en las estepas redujo la base económica que sustentaba la producción de los soldados y caballos.
El uso de la pólvora:
Finalmente, el uso de la pólvora en armas de fuego, cambió el modo de hacer la guerra, y volvió anticuado el uso de las tropas de caballería, que era el fuerte de los mongoles, no sólo en Asia sino también en otras partes del mundo.
Entre los imperios resultantes del Imperio Mongol, están el formado por La Dinastía Yuan, de fundación mongola en China; el IlKhanato con base en Persia; y La Horda de Oro que controló Asia Central y Rusia meridional.
Aunque conocido por la brutalidad de sus campañas, y considerado por muchos como un gobernante genocida, a Genghis Khan también se le atribuye haber puesto “La Ruta de La Seda” bajo un ambiente político cohesivo.
Esto llevó la comunicación y el comercio desde el noreste de Asia hasta el sudoeste musulmán y la Europa cristiana, ampliando así los horizontes de las 3 áreas culturales; siendo ese tal vez, su logro más importante.
Total, El Imperio Mongol desapareció en el año 1368.
Cabe señalar que las esposas principales de los Khanes, podían llegar a tener una enorme influencia y, de hecho, como después de la muerte de Ghengis Khan, ostentar el poder real como regentes o como gobernantes de facto.
También, Ghengis Khan confiaba en Börte, como en ningún otro miembro de su familia, y parece que fueron sus consejos los que decidieron finalmente la caída en desgracia del chamán Teb Tengueri, en su rivalidad con el hermano menor de Ghengis, Temugue.
Börte, debió morir entre 1219 y 1224; y Genghis Khan murió en 1227, después de derrotar al Xia occidental.
Según “La Historia Secreta de Los Mongoles”, Genghis Khan se cayó de su caballo mientras cazaba, y murió debido a la lesión; para entonces ya estaba viejo y cansado de sus viajes.
Años antes de su muerte, Genghis Khan pidió ser enterrado sin marcas, de acuerdo con las costumbres de su tribu.
Después de su muerte, su cuerpo fue devuelto a Mongolia, y presumiblemente a su lugar de nacimiento en Khentii Aimag, donde muchos suponen que está enterrado en algún lugar cerca del río Onon y la montaña Burkhan Khaldun, parte de la cordillera Kentii.
Según la leyenda, la escolta fúnebre mató a cualquiera, y cualquier cosa en su camino para ocultar dónde finalmente fue enterrado.
El Mausoleo de Genghis Khan, construido muchos años después de su muerte, es su monumento conmemorativo, pero no su sitio de entierro.
En 1939, los soldados nacionalistas chinos tomaron El Mausoleo de su posición en “El Recinto del Señor” en mongol “Edsen Khoroo” en Mongolia, para protegerlo de las tropas japonesas; y fue llevado a través del territorio controlado por los comunistas en Yan'an, a unos 900km en carros para su seguridad en un monasterio budista, el Dongshan Dafo Dian, donde permaneció durante 10 años.
En 1949, cuando las tropas comunistas avanzaron, los soldados nacionalistas lo trasladaron otros 200km más al oeste, hasta el famoso monasterio tibetano del monasterio de Kumbum, o Ta'er Shi cerca de Xining, que pronto cayó bajo el control comunista.
A principios de 1954, el féretro y las reliquias de Genghis Khan, fueron devueltos al “Recinto del Señor” en Mongolia; y en 1956, un nuevo templo se erigió allí para alojarlos.
El Mausoleo de Genghis Khan, es un templo dedicado a Genghis Khan, donde es adorado como antepasado, fundador dinástico y deidad; pero nunca ha contenido realmente el cuerpo del Khan; por lo que es el centro principal de la adoración de Ghengis Khan, una práctica creciente en el chamanismo mongol, tanto de Mongolia Interior, donde se encuentra El Templo, como de Mongolia Exterior.
El Templo se encuentra en el recinto de Khandehuo, en la ciudad de Xinjie, en la bandera de Ejin Horo en la prefectura de Ordos de Mongolia Interior, en China.
La sala principal, es en realidad un cenotafio donde el ataúd no contiene su cuerpo, sino solo sus tocados y accesorios, porque la tumba real de Genghis Khan nunca se ha descubierto.
La estructura actual, fue construida entre 1954 y 1956 por el gobierno de La República Popular China, en el estilo tradicional de Mongolia.
Fue profanada, y sus reliquias destruidas durante La Revolución Cultural, pero fue restaurada con réplicas en la década de 1980, y sigue siendo el centro de culto de Genghis Khan; siendo nombrada por La Administración Nacional de Turismo de China, como una atracción turística con calificación AAAAA, en 2011; es decir, una de las atracciones turísticas más importantes y mejor conservadas en el país.
El 6 de octubre de 2004, una excavación arqueológica mixta, japonesa-mongola, descubrió lo que se cree que es El Palacio de Genghis Khan en las zonas rurales de Mongolia, lo que plantea la posibilidad de ubicar realmente el sitio funerario perdido hace mucho tiempo del gobernante.
El folklore dice que un río fue desviado sobre su tumba, para que sea imposible de encontrar, la misma forma de entierro que El Rey sumerio Gilgamesh de Uruk; y Atila “El Huno”
Otros relatos dicen que su tumba fue profanada, y que los árboles fueron plantados sobre el sitio, y el permafrost también hizo su parte en la ocultación del sitio del entierro…
Sobre su descendencia, además de la mayoría de la nobleza mongola hasta el siglo XX, la madre del Emperador mogol Babur, era su descendiente más conocida.
Timur, también conocido como Tamerlane, el líder militar del siglo XIV, y muchas otras nobles de los países del centro de Asia, declararon descendencia de Genghis Khan.
Lamentablemente durante la purga soviética, la mayor parte de la nobleza mongola, en Mongolia, fue purgada; pero con la popularidad reciente de las pruebas de ADN genealógico, un círculo más grande y más amplio de personas, comenzaron a reclamar descendencia de Genghis Khan.
Actualmente se desconoce sus descendientes directos, pero si se sabe que algunos habitan la zona… sin saberlo.
“Perhaps once, in many centuries, does the world produce a man with the power and the will equal to his vision and destiny.
Genghis Khan is such a man!”
No se sabe con certeza cuál es la fecha de nacimiento de Temüdyin, llamado “Ghengis Khan”, y se calcula entre el 1155 o 1156, pero también podría haber nacido un 16 de abril de 1162, fecha que suele ser más aceptada, pues no lo situaría a con una edad excesivamente avanzada en los últimos años de su carrera.
Ghengis Khan fue el fundador del Imperio Mongol, hijo de Yesugei, miembro del clan real Borjigin, de religión chamanista, que había dominado Mongolia Oriental hasta que fue prácticamente aniquilada por los tártaros a mediados del siglo XII.
El Khan nació en un ambiente aristocrático, en una sociedad profundamente feudal; aunque no parece haber ejercido un poder muy amplio, debido a que los mongoles no eran uno de los pueblos más poderosos en la estepa.
Sin embargo, la favorable situación de Temüdyin y de su clan se vio truncada por la muerte de Yesugei, envenenado por los tártaros, y el consecuente abandono de los clanes que lo apoyaban, debido a que por aquel entonces, el heredero no tendría más de 10 años.
A partir de este momento, La Familia de Temüdyin, compuesta por él, su madre y sus 6 hermanos, se vieron abocados a vivir en la indigencia, alimentándose de la recolección agrícola y de la pesca, agravado esto por la persecución a la que se vieron sometidos por los clanes rivales, especialmente el de los taichi´ut, que aspiraba al posible Khanato dejado vacante por la muerte de Yesugei.
En este período, mediante la participación en razzias entre otras actividades, comenzó a adquirir fidelidades de otros individuos jóvenes, muchas veces en su misma situación, que se unieron a él.
Su más fiel compañero fue el primero que se unió a él, Boghurtschi, el cual cabalgó con él en su juventud, ayudándole a arrancar a los bandidos tai-eschutos a sus 8 caballos, la única fortuna que tenía en ese momento.
Cabe destacar también un personaje de bastante importancia que fue Jamukha, un joven de sangre noble, que realizó juramento de “anda” o “hermano”, al igual que Boghurtschi, con Temüdyin; y parece ser que la posición de Jamukha ayudó en cierta medida a su anda a subir posiciones en la carrera hacia el poder, aunque más tarde, celoso de su amigo de la infancia, se volvió en su contra.
Así se comenzó a formar el núcleo de lo que en un futuro sería su Guardia Imperial; pero más importante que el apoyo de Jamukha, fue el de un antiguo aliado de su padre que había sido anda de éste:
Togrhul, Khan de los keraitas, que le aceptó como un jefe de segunda fila.
Su posición ahora favorable, unida al propio magnetismo personal de Temüdyin, le proporcionó la adhesión voluntaria de aún más hombres a sus filas; y en este momento se produce un incidente que va a afianzar aún más el poder de Temüdyin:
Su mujer, Börte, es raptada por un clan merkita, pero ya entonces Temüdyin está en condiciones de pedir apoyo militar, y Jamukha se suma con su clan a una ofensiva, tras la cual, el clan merkita es derrotado, y la posición del futuro Ghengis Khan se afianza.
No obstante, disputas y rivalidades por el poder, llevaron a la separación de Jamukha y su anda, de tal forma que el primero intentó retirar el apoyo a Temüdyin, pero por motivos de linaje, de carisma personal o de mejor posición; y muchos clanes bajo el mando de Jamukha se separaron de él para ponerse voluntariamente bajo el mando de Temüdyin.
Al final del siglo XII, los yurchen en China promovieron una campaña contra los tártaros, a quienes habían utilizado anteriormente para eliminar a Qabul Khan, y que ahora se habían vuelto demasiado fuertes, empezando a resultar una amenaza.
Para ello propusieron a los clanes keraitas, bajo el mando de Togril, luchar contra sus vecinos por el oeste, mientras los propios yurchen atacarían por el sur.
Al lado de su aliado, lucharían Temüdyin y sus hombres.
Cuando la campaña terminó, los tártaros habían dejado de ser un pueblo independiente, y habían sido sometidos al poder de ambos clanes.
Los chinos otorgaron títulos a sus aliados, pero en estos se reflejaba una subordinación de Temüdyin a Togril, que recibió el título de “Wang” o “Rey”
Después de esta importante victoria, ambos aliados siguieron sometiendo a una serie de tribus vecinas, y ampliando aún más su poder.
Y Jamukha, viendo semejante ascensión, reunió una coalición de todas las tribus descontentas o resentidas con Temüdyin y su aliado.
El Wang-Heang Togril, quizás también asustado por el creciente aumento de poder de Temüdyin, ahora su anda, o debido a su avanzada edad, comenzó a desarrollar una actitud reacia a colaborar, hasta que acabó significando la ruptura.
Concretamente, el desencadenante fue la negativa del Togril a dar a su hija en matrimonio a Jochi, hijo mayor de Temüdyin; y esto provocó la ruptura y el preludio para la guerra entre ambas facciones.
El Wang-Khan se alió con Jamukha, y le puso al frente de su ejército.
Cuando se produjo el enfrentamiento, las divisiones internas entre la facción de Jamukha y Togril les llevaron a la derrota, así como el abandono de muchos clanes que luchaban a su lado, para adherirse voluntariamente a la causa de Temüdyin, bajo la que veían mejores posibilidades de futuro.
Se produjo de esta manera, la caída de los keraitas, y el final de su existencia como clan independiente.
Ahora el poder que más directamente competía con el futuro Khan, eran los naimanos, bajo cuya protección se habían refugiado Jamukha y sus seguidores.
Los naimanos no tardaron en ser derrotados y sometidos, aunque bastantes sectores lo hicieron de nuevo de forma voluntaria.
Según “La Historia Secreta de Los Mongoles”, poco después, 2 Generales de Jamukha lo entregaron a Ghengis Khan, pero éste consideró que como habían traicionado a su anterior líder, nada impedía que lo hicieran con él, y los mandó ejecutar.
Temüdyin le ofreció a Jamukha el perdón por ser “su hermano de sangre” pero éste le contestó que como “había un solo Sol en el cielo, solo podía haber un Señor de La Tierra”, y le pidió que le diera una muerte noble, sin sangre.
Y Temüdyin cumplió; e hizo que le rompieran la columna vertebral, era el año 1206.
Los restos del clan merkita, que habían sido aliados de los naimanos, fueron derrotados por Subotai, miembro de la guardia personal de Temüdyin, y personaje que llegaría a ser El General más brillante al servicio del Khan.
Ese mismo año se celebra una “juriltai” o asamblea, a las orillas del río Onon, que tradicionalmente se señala como el punto decisivo en la vida política de Temüdyin.
En este momento toma el título de “khaqan” y el nombre de Ghengis Khan, “Ghengis” significa “Océano”, con lo que quería significar una soberanía tan amplia como el mar que circundaba La Tierra, algo así como Khan universal.
También es en este momento cuando todas las tribus que formaban parte de la confederación, pasan a denominarse mongoles, y es bastante posible que la Yassa se promulgase en esta juriltai.
Ghengis Khan era un brillante gobernante y un terrible vengador, y es considerado un héroe en Mongolia, siendo uno de los más grandes estrategas de todos los tiempos, a la altura de Alejandro Magno o Napoleón Bonaparte.
El terror fue una de las muchas armas que Ghengis Khan usó a través de sus campañas; al unificar a las tribus nómadas de esta etnia del norte de Asia, fundando el primer Imperio Mongol, el imperio contiguo más extenso de la Historia; y bajo su liderazgo como “Gran Khan”, rango imperial en las lenguas túrquicas y mongola, equivalente al estatus de Emperador, los mongoles comenzaron una oleada de conquistas que extendió su dominio a un vasto territorio, desde Europa Oriental hasta El Océano Pacífico, y desde Siberia hasta Mesopotamia, la India e Indochina.
En la primera fase de esta expansión, las hordas mongolas conquistaron importantes reinos de Asia, como El Imperio Jin del norte de China, de 1211 a 1216; El Imperio Tanguta, el Khanato de Kara-Kitai y El Imperio Corasmio.
Su nombre de nacimiento “Temüdyin” significaba “El Mejor Acero”, y en la versión china es “T'ie Mou Jen” que significa “Hombre Supremo en La Tierra”; mientras “Ghengis Khan” es un título que en idioma mongol se escribe actualmente con caracteres cirílicos como “Чингис Хаан”, y que recibió Temüdyin tras ser entronizado como “Emperador de los Mongoles” en 1206, o “Gran Khan”, a sus 39 años por una gran asamblea de príncipes mongoles reunida a orillas del río Onon.
Luego, tras haber unificado las tribus mongolas y turco mongolas del Gobi bajo su mando, y reorganizado su ejército según la división decimal de unidades de combate, consideró llegado el momento de acometer su empresa más ambiciosa:
La Conquista del Mundo.
Ghengis Khan organizó a su ejército de una forma espectacular, ya que estaba dividido en decenas, centenas, millares y miríadas; y eran dirigidos por sus respectivos jefes, pero los 5 Generales más importantes del ejército mongol, fueron los denominados “Los Lobos de Temüdyin”:
Bogorchu, su anda; Yebe “La Flecha”, Kubilai, Yelme y Subotei.
Ellos eran guerreros tan espectaculares, que los enemigos decían que:
“Se alimentaban de rocío y carne humana.
Son tan feroces que Ghengis Khan tiene que atarlos, pero cuando los libera para marchar a la guerra, cabalgan al viento delante de los arqueros, con la boca abierta, babeantes de alegría”
Un aspecto que a veces se ha resaltado mucho sobre la figura de Ghengis Khan, es su utilización de la guerra psicológica, y la implantación de un régimen de terror en muchos de los territorios conquistados.
Los mongoles ejecutaron matanzas realmente repugnantes, y exhibían los resultados de estas para hacer cundir el pánico entre la población.
Otra de las ventajas estratégicas fundamentales del ejército mongol, es el desconocimiento que de ellos tenían sus enemigos, siendo así muy difícil para sus adversarios calcular su número.
Ghengis Khan fue de los primeros que usó elefantes en sus batallas, se cuenta que en una batalla crucial, contra sus enemigos Targutai y Jamukha, Ghengis Khan, viendo que sus fuerzas eran muy inferiores, hizo que cada soldado hiciera un muñeco del porte de una persona, y lo pusiera en su caballo de reserva, cuando un caballo se cansaba, se usaba otro que se llevaba al lado, siendo este ejército uno de los más rápidos de la historia; así el ejército del Khan se vio 2 veces más numeroso, atemorizando a sus adversarios, lo que fue crucial para el desenlace de la batalla.
Uno de los más grandes aportes de Khan, fue que implantó el sistema de correo más rápido de la historia, ya que cada mensajero iba a galope tendido con un buen par de caballos de reserva, utilizando un sistema como la posta, o relevo, para pasar los mensajes.
Este sistema también se usaba para vigilar los alrededores del Ordu o Campamento Imperial.
Otra curiosidad es que Ghengis Khan introdujo una innovación al formar las unidades mezclando razas y tribus, esto obviamente mejoro la cohesión interna del ejército en los niveles más fundamentales; de ahí también se cuenta que Ghengis Khan engendró miles de hijos, y su multiplicación geométrica a partir del siglo XIII, ha contribuido a dejar su signatura genética no sólo en Asia, sino también en Europa, de donde habría pasado a América.
Pero Ghengis Khan no era un libertino, tampoco un asceta, y tuvo acceso a varios cientos de mujeres en el transcurso de los 40 años que dedicó a construir su Imperio.
Los investigadores han descubierto que el 8% de los hombres que viven en la zona que en la antigüedad componía El Imperio Mongol, portan la variedad del cromosoma Y del pueblo mongol; esta variación afecta a 16 millones de personas, el 0,5% de la población masculina mundial.
El patrón de variación genética que se originó en Mongolia hace mil años, no se distribuyó por casualidad, sino por selección.
En las sociedades conquistadas por los mongoles, los descendientes masculinos de Khan, tenían mayor posibilidad de reproducción; siendo este un claro ejemplo de que los factores culturales juegan un papel muy importante en los patrones de variación genética y la diversidad en los seres humanos.
También este es el primer caso documentado de, cómo una cultura humana causa que un linaje genético se extienda en apenas unos pocos cientos de años; y aunque Ghengis Khan tuvo más esposas, como era normal entre los mongoles, la primacía de Börte era indiscutible, y fueron sus hijos los que gobernaron el gigantesco Imperio que se formó a la muerte de Ghengis.
Börte se convirtió en La Jefa de La Primera Corte de Ghengis Khan, y Gran Emperatriz de su Imperio; pero poco se sabe sobre los detalles de su vida temprana, pero ella estaba comprometida con Ghengis a una edad temprana, se casó a los 17 años, y luego fue secuestrada por una tribu rival...
La decisión de su esposo de rescatarla, puede haber sido una de las decisiones clave que lo inició en su camino para conquistar el mundo.
Ella dio a luz a 4 hijos y 5 hijas, uno que, junto con sus propios descendientes, fueron el linaje clave que amplió aún más El Imperio Mongol.
Sin embargo existían dudas sobre la legitimidad de su primogénito, Yochi, pero su hijo Batu fue el primer Khan de La Horda de Oro; mientras que en el segundo, Chagatai, está el origen del Imperio Mogol de la India.
Su tercer hijo Ogodei, y el hijo de este, Guyuk heredaron el título de Gran Khan, y finalmente de Tolui, son hijos de otro Gran Khan como Mongke, El Emperador de China Kublai Khan, y fundador del IlKhanato de Persia, Hulegu.
Ghengis Khan tenía 36 esposas, que tras su desaparición, el 18 de agosto de 1227, El Imperio Mongol por él forjado, que se extendía desde Corea hasta El Mar Caspio, se dividió entre sus hijos.
Ogodei consolidó las conquistas de su padre, completó la sumisión del norte de China en 1234 y Corea en 1236, ensanchó El Imperio; estableció el protectorado mongol sobre Georgia, Armenia y el Cáucaso, y penetró en Rusia y en la llanura del Danubio de 1237 a 1240.
Para preservar el sitio de enterramiento de Ghengis Khan, todos los que presenciaron su cortejo fueron pasados a cuchillos, y así, desde entonces, la muerte de Ghengis Khan se ha convertido en un misterio que aún no ha podido resolverse, pues su cuerpo jamás pudo encontrarse.
Como legado, hay 2 rasgos muy importantes que cabe destacar en la política administrativa de Ghengis Khan:
La política de tolerancia religiosa llevada a cabo por los mongoles no debe sorprendernos, pues no habían sido alcanzados por ninguna religión superior.
Los mongoles estaban convencidos de que Ghengis Khan había sido elegido para conquistar La Tierra, y no tenían ninguna intención, ni interés de compartir su fe con los pueblos sedentarios, cuyos modos y forma de vida despreciaban.
No preocupándose mucho por ese aspecto, Ghengis Khan otorgó total libertad a todos los cultos, en tanto ellos no coartaran la libertad de otros; por lo que El Imperio Mongol se llenó de misioneros, que por otra parte prestaron ayuda a un régimen que les permitía tal libertad.
Y el fomento del Comercio:
Este aspecto es con mucho más importante que el anterior, por el control de las rutas comerciales y el apoyo reciproco entre Ghengis Khan y los comerciantes, fue un factor clave para el éxito del Imperio Mongol.
El comercio aportaba ingresos, y reforzaba los vínculos entre las zonas conquistadas, a la vez que los comerciantes se beneficiaban de la estabilidad de Imperio Mongol y de la protección que del Khan recibían.
Ghengis Khan consciente de esto, hizo lo que pudo para fomentar el intercambio mercantil:
Asegurar los caminos, ofrecer protección armada, persecución de ladrones y bandidos, etc.
Las rutas asiáticas recibieron un gran impulso, y se transformaron en más seguras de lo que nunca habían sido.
La grandeza de Ghengis Khan como líder militar, no sólo se debió a sus conquistas, sino también a la excelente organización, disciplina y maniobrabilidad de sus ejércitos.
Además, el dirigente mongol fue un admirable hombre de Estado; su Imperio estaba tan bien organizado que, según se decía, los viajeros podían ir desde un extremo a otro de sus dominios sin ningún tipo de temor o peligro.
Sin embargo, Ghengis Khan mostró un salvajismo sin límites hacia sus rivales y enemigos, y utilizó el asesinato como arma habitual en sus conquistas.
A pesar de su fama de conquistador cruel y despiadado, Ghengis Khan fue un soberano hábil e inteligente, que impuso la paz y el orden en sus dominios, acabó con las seculares rivalidades tribales y el bandolerismo, creó nuevas vías de comunicación, respetó las diferentes creencias de sus súbditos y, sin saber leer, supo valorar la utilidad del lenguaje escrito.
Ha habido varias películas, novelas y otras obras sobre el gobernante de Mongolia; numerosos proyectos lo trataron de diferente manera, pero todas ellas buscan hacer justicia al gran valor y peso histórico de un personaje que cambió las fronteras, y se atrevió a unir pueblos distantes entre sí, y hacer de ellos un gran Imperio.
Un hombre que no sólo era un militar, un guerrero, también un amante de su tierra.
Su nombre, aún resuena en los desiertos y estepas del centro de Asia, y su leyenda la pasean sus compatriotas allá por donde caminan.
“It is better to light one candle than to curse the darkness”
Genghis Khan es un drama del año 1965, dirigido por Henry Levin.
Protagonizado por Omar Sharif, Stephen Boyd, James Mason, Eli Wallach, Françoise Dorléac, Telly Savalas, Robert Morley, Yvonne Mitchell, Michael Hordern, Woody Strode, Kenneth Cope, Roger Croucher, Don Borisenko, Patrick Holt, entre otros.
El guión es de Beverley Cross y Clarke Reynolds, basados en una historia de Berkely Mather, que se basa en los hechos históricos del Emperador Mongol.
También, “Genghis Khan” (1965), es una novelización de la película, para la cual Mather había escrito la historia original.
Esta es una película británico-estadounidense, en Tecnicolor y Panavision; y es quizás la película más famosa de la vida del conquistador mongol; una gran producción europea que fue filmada en Yugoslavia y en estudios en Berlín.
Algo extraño, es el gran reparto de estrellas, que no parece creíble en su presentación asiática; sin embargo se destaca el diseño de muchas escenas a cargo de Heinrich Weidemann.
La película es sobre todo un relato ficticio de la vida del famoso mongol, por lo que la acción sigue a Genghis Khan (Omar Sharif), el caudillo mongol cuyos ejércitos del siglo XIII conquistaron gran parte del mundo conocido.
Nombrado Temüdyin, el guerrero rival Jamuga (Stephen Boyd) lo tomó prisionero desde pequeño, y como castigo, se vio obligado a llevar en el cuello una gran bola de madera redonda que restringió severamente sus movimientos.
En su vida adulta, con la ayuda de 2 partidarios, el sabio Geen (Michael Hordern) y el hombre fuerte, Sengal (Woody Strode), logran escapar.
Temüdyin ahora comienza su búsqueda para unificar a todas las tribus mongoles; y se enfrenta a muchos retos con un gran éxito, pero su vieja némesis, Jamuga sigue apareciendo en varias ocasiones en la vida del líder, hasta llegar a una batalla final entre los 2.
La vida del legendario príncipe mongol, Genghis Khan, es material para una película colosal, transfiguradora si se quiere, con escenas coloridas de masas, y el esfuerzo habitual del género, y como si fuera una espectacular pintura de pared ancha sobre el fundador del Imperio Mongol, aquí se dibujan sus antecedentes políticos sobre un diseño formal; pero la admiración acrítica con que se celebra a Genghis Khan como un tirano noble y comprensivo, requiere serias reservas…
La película lamentablemente fue mal recibida porque se estanca en su desarrollo y no logra exponer la grandeza de los logros del protagonista; tanto que Allen y Euan Lloyd, que trabajaban en la publicidad del filme, querían hacer un seguimiento llamado “Clive of India” basado en un guión de Terence Young, pero nunca se hizo.
Por lo que aún hace falta un filme que cubra toda la magnitud del Gran Khan.
“Only once in the furied history of adventure and conquest... did one man rule so vast an Empire!”
Como Temüdyin o como Ghengis Khan, el mundo del cine no fue ajeno a ambos.
Centrándose en sus vivencias, en sus orígenes, o en la épica de sus conquistas, su filmografía aporta diferentes películas que narran la vida y hechos del conquistador mongol.
Con un filmografía variopinta, con luces y claros, cuyo recorrido cronológico comenzó en 1928, con la producción soviética “Потомок Чингисхана” o “Tempestad sobre Asia”, y con un mayor presupuesto, arrancó en 1953, la película más ambiciosa sobre el ascenso de Temüdyin a Ghengis Khan, con “The Conqueror” (1956); dirigida por Howard Hughes, y protagonizada por John Wayne como Temüdyin; y Susan Hayward como La Princesa Börte.
Pero esta producción fue un rotundo fracaso, y fue considerada una de las peores películas de los años 50; siendo uno de los factores, los cambios que se produjeron en el “casting”, y una serie de desgracias que convirtieron el plató de la obra de Hughes, en una de las malditas del cine de Hollywood, pues la leyenda habla que la zona de rodaje había sido utilizada previamente para el lanzamiento de armamento nuclear; por lo que miembros del equipo enfermaron durante el rodaje, y todos los intérpretes, durante años sucesivos, fallecieron de algún tipo de cáncer...
Esa película pudo haber sido la más lograda cinta sobre el héroe de Mongolia, y cuyo guión narraba el ascenso de Temüdyin hasta ser Emperador, pero se quedó en nada, y paso a la historia de sucesos del cine.
Mientras que Genghis Khan es una película biográfica introspectiva sobre Temüdyin, que unificó las tribus enfrentadas de Asia en La Edad Media; y contó con un elenco internacional, ofreciendo actuaciones correctas en guión ocasionalmente trillado, que enfatiza la motivación personal en lugar de la pompa.
El guión de la historia de Berkely Mather, depende de la venganza continua entre el cacique tribal y el Jefe de los mongoles, una vez esclavizado por el primero, pero escapándose para forjar un Imperio que amenazó la civilización occidental y oriental hace unos siglos.
Y es que cuando uno se sienta a ver cine histórico, uno tiene que partir asumiendo que va a enfrentarse a una versión ficcionalizada de los hechos, tamizados a través del filtro de la conveniencia narrativa, la ideología consciente o inconsciente de los productores, y la suprema “cojonología” del guionista de turno; y sobre todo, uno va preparado para notar las licencias artísticas; pero aquí se ven las caracterizaciones de los mongoles, el vestuario y las armas, da que pensar bastante de la planificación del proyecto, y su interés por lo que pensaban contar; así como la cantidad de extras, se presenta el filme más colosal y espectacular que sustancioso.
El joven Temüdyin, ve a su padre torturado y asesinado por una tribu rival, dirigida por Jamuga.
Siendo preso, está sujeto a una gran rueda de madera alrededor de su cuello, y atormentado por los niños de la tribu.
Un día se encuentra con la joven Börtei (Françoise Dorléac) y después de un acto de bondad hacia ella, es castigado por Jamuga.
Temüdyin luego escapa, y se esconde en las colinas, seguido por Geen y Sengal, quienes juran fidelidad al hombre que jura unir a todas las tribus mongolas.
Las incursiones a lo largo de las rutas de las caravanas aumentan gradualmente el tamaño de su ejército, y luego Temüdyin decide capturar como su esposa a la joven Börtei.
Él lo hace, pero luego ella es recapturada de nuevo por Jamuga, quien la viola, deshonrando a Temüdyin…
Tiempo después del nuevo rescate de Börtei, se van rumbo a China, y en el camino se encuentran con Kam Ling (James Mason), un embajador chino varado, y es ayudado por Temüdyin, quien acompaña al diplomático a China a ver al Emperador (Robert Morley), donde es proclamado “Genghis Khan”, Príncipe de Los Conquistadores”
Su ejército mongol permanece en Pekín durante un largo período de tiempo, entrenando, aprendiendo y volviéndose complaciente.
En una de las batallas junto al ejército chino, Jamuga es capturado, y encarcelado; pero luego se escapa…
Finalmente, sintiéndose atrapados en China, los mongoles abandonan su cautiverio, y comienzan la conquista de Asia.
Después de arrasar con todo, desde Manchuria hasta Moscú, el ejército mongol finalmente combate al Sha de Khwarezm (Eli Wallach), derrotándolo y capturando a Jamuga por última vez.
Temüdyin y Jamuga pelean una última batalla, mano a mano, y aunque vencedor, Temüdyin sucumbe a sus heridas poco después, dejando su Imperio a su esposa, hermanos de sangre e hijos.
Así se narra el ascenso del joven noble hasta conquistar todo el territorio asiático, todo mostrado después el punto de vista épico y de grandes batallas.
Un film que la crítica destrozó en su momento, por tener demasiadas licencias históricas, con unos personajes estereotipados que caían en la parodia, y una producción que denotaba falta de presupuesto.
Levin, sin dejarse aplastar por la corpulencia de la épica mongola, nos presenta un Genghis Khan feminista, amén de diplomático, que acepta como hijo al que tiene su mujer Börtei, que es biológico de Jamuga, su peor enemigo.
Genghis Khan ama a Börtei, y perdona a Jamuga hasta que no tiene más remedio que matarlo en el gran duelo final.
Del reparto, el recién salido del papel de Ali en “Lawrence of Arabia” (1962), y justo antes de su turno como “Dr. Zhivago”, Omar Sharif es medianamente interesante como el personaje principal; hace un trabajo casi excelente al proyectar con facilidad el celo que impulsó a Temüdyin de la esclavitud a una educación política en China, y finalmente a morir por su sueño, la unidad mongola.
Mientras Boyd trae una ligera amenaza como Jamuga; es menos exitoso como la espina en el costado de Sharif, siendo en general demasiado restringido para la caracterización sostenida, a pesar sus destellos antagónicos.
La caracterización más inusual, es dada por James Mason, interpretando al consejero imperial que contrasta claramente con la política china; Mason está terriblemente mal caracterizado, hasta es incómodamente hilarante como Kam Ling, así como Robert Morley en el papel del Emperador.
El malogrado Dorléac le da belleza al elenco, pero esta “espada y sandalia” épica no es un escaparate de encanto femenino.
Telly Savalas interpreta a un Kojak del siglo XII, y Eli Wallach aparece demasiado poco y hacia el final de la película como el Sha; ambos no tienen el peso ni el minutaje en pantalla suficiente para valorarlos debidamente.
En la producción, se supo que Omar Sharif estaba furioso porque los $25,000 que ganaba Eli Wallach por semana, eran más de lo que se le pagaba a Sharif por toda la película.
Wallach, solo había asumido el papel después de que una obra teatral londinense en la que estaba programada su aparición colapsó, y necesitaba urgentemente un día de pago rápido... al tiempo que la molestia se dio porque Wallach aparece solo unos minutos y realmente no es parte de la totalidad de la drama guionizado.
Desde el punto de vista histórico, lo más coherente es ver a Temüdyin explicando La Teoría de Los 3 Círculos:
El Círculo Oriental correspondía al Imperio Chino, sus enormes sedas y riquezas.
El Círculo Occidental encerraba la Persia más fabulosa.
Y en El Círculo Medio, el más vacío, estaba Mongolia, una sucesión de hordas enfrentadas.
Genghis Khan visualiza que El Círculo Central se puede apoderar de los otros 2 mediante la unión de todos los mongoles.
Sin embargo, se decanta por una larga estadía en China, que es más cómica que otra cosa, y no se basa en los logros históricos más importantes, que solo se dicen como parte del diálogo y de manera muy rápida como para que quede en la memoria; y como errores de producción están:
No fue sino hasta La Dinastía Qing o Manchú, que reinó de 1644 a 1912; que los hombres chinos se vieron obligados a usar el pelo en una coleta como se muestra en esta película.
Antes de eso, solían usar el pelo largo atado en un nudo en la parte superior de la cabeza, o debajo de un sombrero, al estilo del magistrado.
Genghis Khan, no comenzó la guerra en Khwarezm, aunque podría haber tenido intenciones al respecto.
El Sha mató a los mensajeros de Ghengis Khan, quienes luego comenzaron un baño de sangre en venganza; y El Sha le ofrece a Jamuga a sus 2 hijas, pero en el Islam, un hombre no puede casarse con una mujer y su pariente cercano al mismo tiempo, además de que una mujer musulmana, no puede casarse con un pagano.
Khwarezm no cayó en una batalla; los mongoles conquistaron cada ciudad, una a una; y El Sha no murió en la batalla:
Huyó a una isla en El Caspio, y murió allí.
Genghis Khan, no murió en Khwarezm, sino que murió debido a un accidente de caza, unos 7 años después.
Lo malo del filme es que se alarga demasiado en escenas que no se necesitan, y otras se atropellan para pasar rápido a otro asunto; resultando de todo ello, una ausencia de tempo narrativo que afecta seriamente al conjunto; y es que la película quiere retratar a este gran personaje, pero se queda en todo momento a medio gas, ya que la historia no llega a conectar del todo, y se pierde en unas tramas con poca fuerza; una historia que resulta interesante en algunos aspectos, pero que en general no entusiasma; y ese entusiasmo no es porque el personaje no cause sensación, sino simplemente porque todo está desarrollado de una manera bastante superficial, y eso produce que no llegue a conectar al espectador con la trama, y por consiguiente que no se involucre; y eso que el personaje tiene mucho que dar, por lo que se pudo sacar más partido gracias al gran personaje que expone.
No obstante, las escenas de batalla son adecuadamente grandes y bastante bien organizadas, pero ocupan una parte sorprendentemente pequeña de toda la película.
Todavía hace falta producir una película a la altura del Khan.
“Do not weep for me yet.
There will be much time after I am dead”
Cuando uno habla de grandes conquistadores del mundo y de grandes guerreros, Ghengis Khan tiene un hueco de honor gracias a todo lo que aportó al mundo y a su pueblo.
Su hazaña le hizo ganar un puesto en la historia, y ser recordado como uno de los grandes personajes que han existido; pues en tan solo 25 años, el ejército mongol conquistó tierras que nunca imaginó poseer:
El Imperio era del tamaño de África, desde El Océano Pacífico hasta El Mediterráneo.
La mayoría de la población actual del mundo, vivía en esas tierras conquistadas por Ghengis, más de 30 países modernos con 3000 millones de habitantes.
Y de acuerdo con algunas interpretaciones, las conquistas de Genghis Khan causaron una destrucción mayor, en una escala sin precedentes en ciertas regiones geográficas, lo que provocó cambios en la demografía de Asia.
Por ejemplo; Moscú saltó a la fama mientras estaba bajo el yugo mongol-tártaro, un tiempo después de que a los gobernantes rusos se les concediera el estatus de recaudadores de impuestos para los mongoles.
El hecho de que los rusos recaudaran tributos e impuestos para los mongoles, significaba que los mongoles rara vez visitarían las tierras que poseían.
Los rusos, eventualmente ganaron poder militar, y su gobernante, Iván III, derrocó completamente a los mongoles para formar El Zarismo.
Después de que La Gran posición en el río Ugra probara que los mongoles eran vulnerables, El Gran Ducado de Moscú obtuvo la independencia.
El conocimiento de Europa sobre el mundo conocido, se vio inmensamente expandido por la información que trajeron embajadores y comerciantes.
Cuando Colón navegó en 1492, su misión era llegar a Cathay, la tierra del Gran Khan en China, y darle una carta de los monarcas Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla.
Lamentablemente, algunos estudios indican que La Peste Negra que devastó Europa a fines de la década de 1340, pudo haber viajado desde China a Europa a lo largo de las rutas comerciales del Imperio Mongol.
El número total de muertes a nivel mundial por La Pandemia, se estima en 75 a 200 millones, con hasta 50 millones de muertes solo en Europa.
Mientras que en las conquistas, 30 millones de personas fueron asesinadas bajo el gobierno del Imperio Mongol; y algunas estimaciones alcanzan los 80 millones de muertos.
La población de China cayó a la mitad en 50 años de dominio mongol; ya que una de las tácticas más exitosas empleadas por los mongoles, fue eliminar a las poblaciones urbanas que se negaron a rendirse; y durante la invasión mongola de Rusia, casi todas las ciudades principales fueron destruidas.
Tras la muerte de Ghengis en el año 1227, sus sucesores, bajo el segundo jan, Ogodei, continuaron la expansión.
Esta expansión incluyó a Persia, que acabó con los Xia y los restos de los corasmios, y condujo a un conflicto con La Dinastía Song de China meridional, comenzando una guerra que no acabó hasta el año 1279, en el cual se produjo la ocupación total del país, y la reunificación del gobierno de China bajo los mongoles.
A finales de la década de 1230, los mongoles, bajo el mando de Batu Khan, invadieron Rusia, provocando la muerte de alrededor de la mitad de la población local, para luego reducir la mayoría de sus principados al vasallaje.
En el año 1241, tras haber derrotado a los ejércitos polaco y alemán en La Batalla de Liegnitz, a los húngaros en La Batalla de Mohi, y a punto de lanzarse a la conquista de toda Europa, campaña que se prometía exitosa, tuvieron que volver a Mongolia para elegir al siguiente Gran Khan, tras la muerte de Ogodei, si bien devastaron grandes áreas de Europa Oriental, incluidas:
Polonia, Lituania, Hungría, Croacia y Bulgaria.
Durante el año 1256, el nieto de Ghengis Khan, Hulagu, partiendo desde la base mongola en Persia, conquistó el califato Abasida en Bagdad, y destruyó el culto a los nizaríes, entrando por Siria y Palestina hacia Egipto.
Pero El Gran Khan Möngke, su hermano, murió, por lo que Hulagu tuvo que volver para la elección de nuevo Gran Khan, y las fuerzas que había dejado como guarnición en Palestina, al mando del General Kitbuqa, fueron derrotadas por los mamelucos bajo el mando del sultán egipcio Kutuz, y su General Baibars en el año 1260, en Ain Yalut.
Durante El Reinado de Kublai Khan, hermano de Möngke y de Hulagu; El imperio empezó un proceso de división en varios Khanatos más pequeños.
Kublai se dedicó a la guerra contra La Dinastía Song, consiguiendo el dominio sobre China, y a la región la llamó Manzi; mientras que los Khanatos occidentales iban separándose progresivamente.
La rivalidad entre las tribus, producida por el complicado proceso de sucesión, el cual paralizó 2 veces operaciones militares importantes y remotas como las de Hungría y Egipto, desbaratando campañas que se anunciaban victoriosas; y la tendencia de algunos Khanes a beber en demasía, hasta el punto de producirles la muerte, como fue el caso de Kuyuk; causó crisis sucesorias que aceleraron la desintegración del Imperio.
La decadencia del Imperio Mongol se dio entonces por diversos factores, entre los cuales destacan los siguientes:
Rivalidad tribal y crisis sucesorias:
La estructura tribal del Imperio Mongol era relativamente frágil, y se mantenía cohesionada por la figura temible de Ghengis Khan.
Cuando murió, El Imperio, por su gran extensión, inevitablemente terminó por dividirse.
Aquella división salvó a muchos pueblos de la amenaza que les representaba los mongoles, en especial a los habitantes de Europa.
Por ejemplo, las disputas por la sucesión, hicieron que los mongoles se retiraran de Europa Central.
La asimilación de las culturas conquistadas:
Los mongoles, un pueblo que alcanzó el éxito militar por su condición de nómadas, asimilaron la cultura de los países conquistados, y rápidamente fueron absorbidos por los mismos.
Además, su éxito creó divisiones, y pronto los mongoles comenzaron a pelear entre sí por los botines conquistados.
El modelo militar anticuado:
A pesar de que las tácticas que utilizaron los mongoles, los volvieron casi invencibles; pronto mostraron sus limitaciones cuando el ejército mongol se hallaba en terrenos adversos.
El ejército mongol se fundamentaba en los ataques en masa de su caballería ligera, ataques que no podían realizarlos cuando el terreno no permitía las maniobras a caballo.
Así por ejemplo, conquistaron las rutas y ciudades principales de Afganistán, pero nunca pudieron pacificar las regiones montañosas.
Tampoco tuvieron éxito al intentar practicar La Guerra Naval, por ser un pueblo que durante mucho tiempo no tuvo acceso al mar.
Este aspecto tuvo hasta cierto punto incidencia en la derrota de los mongoles al intentar conquistar Japón.
El desarrollo de la agricultura y la carencia de efectivos militares:
A pesar del extenso territorio que los mongoles tenían bajo su poder, contaban con un número de efectivos militares limitado.
Eran muy pocos los jinetes y caballos lo suficientemente fuertes y hábiles como para formar parte del ejército, y ese número iba disminuyendo conforme los mongoles se alejaban de su lugar de origen.
Por último, el avance de la agricultura y su incursión en las estepas redujo la base económica que sustentaba la producción de los soldados y caballos.
El uso de la pólvora:
Finalmente, el uso de la pólvora en armas de fuego, cambió el modo de hacer la guerra, y volvió anticuado el uso de las tropas de caballería, que era el fuerte de los mongoles, no sólo en Asia sino también en otras partes del mundo.
Entre los imperios resultantes del Imperio Mongol, están el formado por La Dinastía Yuan, de fundación mongola en China; el IlKhanato con base en Persia; y La Horda de Oro que controló Asia Central y Rusia meridional.
Aunque conocido por la brutalidad de sus campañas, y considerado por muchos como un gobernante genocida, a Genghis Khan también se le atribuye haber puesto “La Ruta de La Seda” bajo un ambiente político cohesivo.
Esto llevó la comunicación y el comercio desde el noreste de Asia hasta el sudoeste musulmán y la Europa cristiana, ampliando así los horizontes de las 3 áreas culturales; siendo ese tal vez, su logro más importante.
Total, El Imperio Mongol desapareció en el año 1368.
Cabe señalar que las esposas principales de los Khanes, podían llegar a tener una enorme influencia y, de hecho, como después de la muerte de Ghengis Khan, ostentar el poder real como regentes o como gobernantes de facto.
También, Ghengis Khan confiaba en Börte, como en ningún otro miembro de su familia, y parece que fueron sus consejos los que decidieron finalmente la caída en desgracia del chamán Teb Tengueri, en su rivalidad con el hermano menor de Ghengis, Temugue.
Börte, debió morir entre 1219 y 1224; y Genghis Khan murió en 1227, después de derrotar al Xia occidental.
Según “La Historia Secreta de Los Mongoles”, Genghis Khan se cayó de su caballo mientras cazaba, y murió debido a la lesión; para entonces ya estaba viejo y cansado de sus viajes.
Años antes de su muerte, Genghis Khan pidió ser enterrado sin marcas, de acuerdo con las costumbres de su tribu.
Después de su muerte, su cuerpo fue devuelto a Mongolia, y presumiblemente a su lugar de nacimiento en Khentii Aimag, donde muchos suponen que está enterrado en algún lugar cerca del río Onon y la montaña Burkhan Khaldun, parte de la cordillera Kentii.
Según la leyenda, la escolta fúnebre mató a cualquiera, y cualquier cosa en su camino para ocultar dónde finalmente fue enterrado.
El Mausoleo de Genghis Khan, construido muchos años después de su muerte, es su monumento conmemorativo, pero no su sitio de entierro.
En 1939, los soldados nacionalistas chinos tomaron El Mausoleo de su posición en “El Recinto del Señor” en mongol “Edsen Khoroo” en Mongolia, para protegerlo de las tropas japonesas; y fue llevado a través del territorio controlado por los comunistas en Yan'an, a unos 900km en carros para su seguridad en un monasterio budista, el Dongshan Dafo Dian, donde permaneció durante 10 años.
En 1949, cuando las tropas comunistas avanzaron, los soldados nacionalistas lo trasladaron otros 200km más al oeste, hasta el famoso monasterio tibetano del monasterio de Kumbum, o Ta'er Shi cerca de Xining, que pronto cayó bajo el control comunista.
A principios de 1954, el féretro y las reliquias de Genghis Khan, fueron devueltos al “Recinto del Señor” en Mongolia; y en 1956, un nuevo templo se erigió allí para alojarlos.
El Mausoleo de Genghis Khan, es un templo dedicado a Genghis Khan, donde es adorado como antepasado, fundador dinástico y deidad; pero nunca ha contenido realmente el cuerpo del Khan; por lo que es el centro principal de la adoración de Ghengis Khan, una práctica creciente en el chamanismo mongol, tanto de Mongolia Interior, donde se encuentra El Templo, como de Mongolia Exterior.
El Templo se encuentra en el recinto de Khandehuo, en la ciudad de Xinjie, en la bandera de Ejin Horo en la prefectura de Ordos de Mongolia Interior, en China.
La sala principal, es en realidad un cenotafio donde el ataúd no contiene su cuerpo, sino solo sus tocados y accesorios, porque la tumba real de Genghis Khan nunca se ha descubierto.
La estructura actual, fue construida entre 1954 y 1956 por el gobierno de La República Popular China, en el estilo tradicional de Mongolia.
Fue profanada, y sus reliquias destruidas durante La Revolución Cultural, pero fue restaurada con réplicas en la década de 1980, y sigue siendo el centro de culto de Genghis Khan; siendo nombrada por La Administración Nacional de Turismo de China, como una atracción turística con calificación AAAAA, en 2011; es decir, una de las atracciones turísticas más importantes y mejor conservadas en el país.
El 6 de octubre de 2004, una excavación arqueológica mixta, japonesa-mongola, descubrió lo que se cree que es El Palacio de Genghis Khan en las zonas rurales de Mongolia, lo que plantea la posibilidad de ubicar realmente el sitio funerario perdido hace mucho tiempo del gobernante.
El folklore dice que un río fue desviado sobre su tumba, para que sea imposible de encontrar, la misma forma de entierro que El Rey sumerio Gilgamesh de Uruk; y Atila “El Huno”
Otros relatos dicen que su tumba fue profanada, y que los árboles fueron plantados sobre el sitio, y el permafrost también hizo su parte en la ocultación del sitio del entierro…
Sobre su descendencia, además de la mayoría de la nobleza mongola hasta el siglo XX, la madre del Emperador mogol Babur, era su descendiente más conocida.
Timur, también conocido como Tamerlane, el líder militar del siglo XIV, y muchas otras nobles de los países del centro de Asia, declararon descendencia de Genghis Khan.
Lamentablemente durante la purga soviética, la mayor parte de la nobleza mongola, en Mongolia, fue purgada; pero con la popularidad reciente de las pruebas de ADN genealógico, un círculo más grande y más amplio de personas, comenzaron a reclamar descendencia de Genghis Khan.
Actualmente se desconoce sus descendientes directos, pero si se sabe que algunos habitan la zona… sin saberlo.
“Perhaps once, in many centuries, does the world produce a man with the power and the will equal to his vision and destiny.
Genghis Khan is such a man!”
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