The Royal Tenenbaums
“Family Isn't A Word...It's A Sentence”
El gran Albert Einstein decía:
“Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es inútil”
Desde la aparición del cine a fines del siglo XIX, entre George Meliès y los hermanos Lumière; la humanidad se ha visto constantemente sumergida en un mar de sensaciones ficticias causantes de sentimientos reales.
Con el correr del tiempo, El Séptimo Arte se ha hecho lugar entre otras disciplinas milenarias y se ha consolidado como una de las más populares; y ha tomado como tema a la familia desestructurada, el crecimiento y sus lazos; y cuando se cultiva la genialidad de un niño que es un portento, se desconoce hasta qué punto podrá llegar a triunfar en la vida…
Por lo general, la mayoría de ellos acaban siendo juguetes rotos, y caen en desgracia en algún momento antes de madurar; por lo que los adultos ponen sus esperanzas en ellos a través de incentivos, felicitaciones y regaños, que a veces estimulan el compromiso y ayudan a mejorar los resultados obtenidos por los estudiantes.
Sin embargo, no hay que descuidar la parte emocional, puesto que juega un rol importante en la motivación.
En definitiva, y en muchos casos, la genialidad raya en la estupidez, pero no se puede decir que el hecho de que una persona ofrezca grandes perspectivas de quien puede llegar a ser y no lo sea, implique algo.
Sólo que en las sociedades de occidente, se cree que unos parámetros de comportamiento pueden medir todo; y el individuo no se deja enmarcar por eso.
No porque sea estúpido o no; sino porque es sujeto y no objeto.
¿Pero si se cumple con las expectativas?
Si el niño genio hace de grande lo que se esperaba de él, entonces es un hombre genio.
¡No!
Por lo menos no necesariamente… pero el hombre es propenso a imaginar, a fin de evadir el entorno real al menos un instante y flotar en la irrealidad; y la cinematografía es uno de los mayores factores para encender esa capacidad reflectiva.
“Hell of a damn grave.
Wish it were mine”
The Royal Tenenbaums es una comedia del año 2001, dirigida por Wes Anderson.
Protagonizada por Gene Hackman, Anjelica Huston, Ben Stiller, Luke Wilson, Gwyneth Paltrow, Owen Wilson, Danny Glover, Bill Murray, Seymour Cassel, Kumar Pallana, Grant Rosenmeyer, Jonah Meyerson, Aram Aslanian-Persico, Irene Gorovaia, Amedeo Turturro, James Fitzgerald, entre otros.
El guión es de Wes Anderson y Owen Wilson; y está ostensiblemente basado en una novela inexistente, y contada con una narrativa influenciada por la literatura de J.D. Salinger, cuya historia sigue la vida de 3 hermanos dotados que experimentan un gran éxito en la juventud, y aún mayor desilusión y fracaso en la adultez.
Con una variedad de influencias, incluyendo la película de 1963 de Louis Malle, “The Fire Within”, y la película de 1942, “The Magnificent Ambersons” de Orson Welles, The Royal Tenenbaums incluye temas de la familia disfuncional, la grandeza perdida y la redención; pero con un absurdo e irónico sentido del humor.
Esta fue la película más exitosa de Anderson hasta el 2014 “The Grand Budapest Hotel”; y el título de la película “The Royal Tenenbaums” aparece por primera vez en un libro de la biblioteca que se está sacando, luego se ven varios de los libros, y finalmente la portada del libro se convierte en una tarjeta de título.
Nominada al Oscar como mejor guión; el estilo visual de Wes Anderson, tan creativo y particular, vuelve a ser la seña de identidad de esta película:
Los tonos pastel, las geometrías, el llamativo vestuario, el cuidado diseño de producción y una estructura narrativa divida en capítulos que se entrelazan y combinan hasta dar forma a la historia.
Una trama que sabe mezclar con precisión el humor agudo, rápido e inteligente, con un fondo dramático de tristeza y nostalgia.
La cinta se rodó en New York, más el trabajo de Anderson hizo que no se notara en absoluto; y evadió todos los escenarios exteriores donde se reflejaran monumentos específicos de la ciudad, e incluso ocultó el horizonte de edificios y rascacielos; con modas y decorados que combinaban las apariencias de diferentes períodos de tiempo.
La historia sigue al patriarca:
Royal Tenenbaum (Gene Hackman), y su mujer Etheline (Anjelica Huston), después de tener 3 hijos:
Chas (Ben Stiller), Richie (Luke Wilson) y Margot Helen (Gwyneth Paltrow), pero la familia se ha separado…
Chas, que trabaja en el sector inmobiliario, parecía tener un don innato para las finanzas internacionales.
Margot fue dramaturga, y obtuvo una beca Braverman de $50.000 cuando aún estaba en el instituto.
Richie fue campeón junior de tenis, y ganó los campeonatos de Estados Unidos 3 años consecutivos.
Pero todos los brillantes recuerdos de los jóvenes Tenenbaums, quedan repentinamente borrados por 2 décadas de traiciones, fracasos y decepciones de las que consideran que su padre es el principal responsable.
Y es que Royal Tenenbaum regresa a casa con su familia disfuncional, tras 17 años de separación, fingiendo un grave caso de cáncer de estómago, argumentando que le quedan sólo 6 semanas de vida, con la intención de recuperar a sus 3 hijos y a su esposa, que está a punto de volver a casarse...
De ahí en adelante comienzan a suceder cosas extrañas, la familia empieza a abrirse de verdad, y a darse cuenta de quienes son realmente.
Ciertos personajes tienen más desarrollo como la relación entre Margot y su hermano adoptivo Richie, una historia de amor disparatada y llena de comedia; pero todos los miembros de la familia Tenenbaum serían seres a punto de resultar imposibles, si no fuese porque tienen problemas tan banales como carencias afectivas, miedo, rencor o uno cualquiera de esos sentimientos que se empeña en arrastrar la gente normal; por lo que The Royal Tenenbaums presenta no solo una galería más que interesante y bella de personajes bien “wesandersonianos”, sino que los hace pasar por los diferentes estados por los que cualquiera puede haber pasado ya en su vida, y nos acerca a ellos:
Un amor prohibido, un amor perdido, el querer ser parte de un clan, el vecino Eli Cash (Owen Wilson) siempre quiso ser un Tenenbaum, Royal también… y la familia como comunidad a la que uno pertenece sin haberlo elegido, con las segundas oportunidades, el saber perdonar, la soledad en la que uno se sumerge; en fin, es todo eso y más.
“That's the last time you put a knife in me!”
Wes Anderson es un director estadounidense reconocido por su particular estilo de rodaje, animación y escenografías en sus películas; y en la oscarizada “The Grand Hotel Budapest” (2014) reunió todas sus características; pero también ha producido cortos y anuncios publicitarios sin apartarse de su estética.
Esto se debe, en parte, a que mantiene la misma plantilla de actores para sus proyectos, como:
Bill Murray, Owen Wilson, Jason Schwartwzman, y Anjelica Houston; y en esta, su 3ª película, y 3ª colaboración con Owen Wilson a la hora de elaborar el guión, el resultado es muy original en cuanto al tono y al estilo, con una historia triste y retorcida a la que Anderson imprime ese singular sentido del humor suyo, tan poco convencional; y para muchos puede resultar disparatada, absurda y surrealista pero en el fondo, es una sátira muy inteligente sobre la familia, el resentimiento y el perdón.
Royal Tenenbaum y su esposa Etheline, es una pareja acaudalada que vive en New York con sus 3 hijos superdotados.
Cada uno de ellos ha logrado tener éxito en un campo distinto a una edad muy temprana:
Chas es un genio de las finanzas y las matemáticas, Margot escribió una obra de teatro estando en el colegio, y Richie es un campeón jugando al tenis.
Pero las capacidades de los 3, se vieron afectadas cuando sus padres se separaron y ahora, ya adultos, sus vidas y sus carreras se han estancado.
Royal, nunca mostró mucha sensibilidad por los problemas de sus hijos, y fue inhabilitado como abogado hace años, y desde el divorcio ha estado viviendo en un hotel…
La mujer de Chas ha muerto recientemente en un accidente, y vive obsesionado con la seguridad de sus 2 hijos, así que se muda con su madre mientras acondiciona su casa…
Margot está casada con un hombre mayor que ella, al que esconde sus problemas y su bloqueo como escritora; y cuando se entera que Chas ha vuelto a la casa familiar, ella hace lo mismo…
Por su parte, Richie sufrió una crisis personal, y abandonó la competición en medio de un partido; y ha estado viajando todo este tiempo.
Ahora escribe una carta a su vecino y amigo de la infancia, Eli, en la que confiesa su amor por su hermana Margot, que es adoptada, sin saber que Eli y Margot también han mantenido una relación.
Royal se ha quedado sin dinero, y le echan del hotel, así que decide volver a la casa familiar, pero se inventa tener un cáncer de estómago con la esperanza de recuperar el amor de su mujer y sus hijos.
Royal Tenenbaum ha sido un padre ausente, y es motor de la trama:
Su incapacidad de ser un buen padre, o al menos decente, es lo que lleva a que los 3 hijos Tenenbaum a decaer después de una infancia tan prometedora.
Chas, terminó convertido en un padre neurótico y sobreprotector, estricto, frío, distante.
Margot se pierde en un laberinto de amantes, esposos y decadencia para terminar en un matrimonio infeliz con Raleigh St. Clair (Bill Murray), un neurólogo que es incapaz de descifrar la causa del paupérrimo estado de su vida amorosa.
Y Richie se retiró del circuito en la plenitud de su carrera, luego de un colapso nervioso y abandonó su faceta artística, dedicándose a recorrer el mundo en barco.
Dicen que “ningún hombre es una isla”, pero cada miembro de la familia Tenenbaum lo es:
No solo están lejos físicamente uno del otro, sino que emocionalmente no pueden conectarse con otros.
Chas es incapaz de perdonar a su padre.
Margot pasa sus días encerrada en el baño, viendo televisión y fumando a escondidas de Raleigh.
Richie es el único que desea conectarse con los demás, pero siempre hay obstáculos que lo impiden, y el mayor ejemplo de eso, es el amor que siente por su hermana adoptiva, Margot, y la imposibilidad de consumarlo.
Y la matriarca, Etheline se encuentra indecisa en un principio respecto a la posibilidad de casarse con Henry Sherman (Danny Glover)
Eli Cash, el mejor amigo de Richie, y ex vecino de los Tenenbaum, es ahora un famoso escritor de novelas de western, con muy malas críticas, sumido en un problema profundo de adicción a las drogas, y en medio de un affaire sin amor con Margot…
Y si cada uno de ellos es una isla, azotada y dañada, lejana y perdida, Royal Tenenbaum intenta, a su manera, ser el mar que las une a todas.
El gran mérito de la película, además del relacionado al aspecto visual, tiene que ver con la capacidad del director de intercalar los distintos conflictos entre los personajes, sin perder de vista el conflicto principal.
Narrada en forma de un “cuento infantil” con una voz “en off” suave y elegante de Alec Baldwin, The Royal Tenenbaums es una película sobre la niñez, sobre la posibilidad de recuperar el espíritu libre y creativo, y restablecer los lazos familiares.
Ya desde el principio, The Royal Tenenbaums se presenta como una anomalía, abogando por una división en capítulos de un libro que abre la historia con su propia portada, para luego recordar continuamente su filiación literaria antes que cinematográfica, intercalando el comienzo del texto de cada capítulo antes de dar paso a la acción.
Eso sin olvidarse la continua narración que se hace con voz “en off” a lo largo de todo el film, acompañando a muchas secuencias.
Salta a la vista, por tanto, la vocación solipsista que adopta, aquello de “solo yo existo”; y un punto de partida para el concepto de la historia, fue el divorcio de la madre y el padre del director Wes Anderson, aunque la historia evolucionada tenía muy poco que ver con eso; por lo que las obras del director francés, Louis Malle, como “Murmur of the Heart” (1971), influyeron en Anderson, con The Royal Tenenbaums, extraída especialmente de “The Fire Within” (1963), donde un hombre suicida intenta encontrarse con sus amigos.
Una línea del libro se traduce al inglés y aparece como “Me voy a matar a mí mismo mañana”
Además, la película de 1942 de Orson Welles, “The Magnificent Ambersons” también fue una influencia, con Anderson reconociendo que puede haber subconscientemente seleccionado a los personajes principales para su reflejo de la producción de Welles.
El libro de “The Konigsburg From the Mixed-Up Files” de Mrs. Basil E. Frankweiler, donde los personajes Claudia y Jamie escapan para vivir en el Metropolitan Museum of Art, en New York, inspiró la historia de Margot y Richie, escondidos en un museo; y después de leer el libro, Anderson dijo que por mucho tiempo se quedó con esa idea.
Al tiempo que los personajes de J.D. Salinger del libro de 1961 “Franny & Zooey” inspiraron gran parte del material del niño prodigio.
Los hijos de la familia Glass, en la obra de Salinger, son precoces con una abundancia de talentos excepcionales.
“Franny & Zooey”, también presentan personajes con modas distintivas, y un personaje con el nombre Tenenbaum; que también es el nombre de una familia de conocidos de Anderson.
La película “Les Enfants Terribles” (1950) de Jean-Pierre Melville, también inspiró en parte la relación de Richie y Margot.
Otras inspiraciones fueron uno de los amigos de la infancia de Anderson, que amaba a su hermana, y el interés de Anderson por el tabú del incesto; y reconoció que la relación se volvió más creíble, cuando la historia fue revisada para hacer que Margot fuera adoptada.
Al inventar los personajes, Owen Wilson y Anderson, también utilizaron al neurólogo Oliver Sacks como modelo para Raleigh, mientras que la noción de que Eli escribió “Old Custer” se basó en el estilo de narración de historias de Cormac McCarthy.
De esa manera, Wilson y Anderson completaron el guión en 2 años, necesitando tiempo adicional debido a su complejidad; pero sobre todo se presenta como una narración de cuentos, que ha sido descrita como absurdista, irónica, y caprichosa; pues la literatura da forma a la narración, que se presenta como un libro con capítulos, un prólogo y un epílogo.
Para el formato de capítulo de la historia, la narración da un tipo de exposición que debe despertar empatía en los espectadores por los personajes; y resulta llamativa cómo la primera escena tiene a la cámara mirando hacia abajo sobre el libro que se está revisando en la biblioteca, seguido del tono del estudio de J.D. Salinger sobre la desilusión; así, el diálogo arcaico da con la sensación de la literatura.
El estilo de la narración, es imaginativamente visual, con conjuntos detallados y una configuración de tiempo ambigua, que muestra las modas desde la década de 1960 hasta el presente.
Notar que en el universo cinemático de Anderson, donde los colores son más brillantes, las estanterías están ordenadas meticulosamente; y el escenario con la ciudad de New York de la década de 1970, combina el estilo de fondo con las representaciones de la ciudad en las películas “Midnight Cowboy” (1969) y “The French Connection” (1971); y esta sensación se ve reforzada por la música popular en la década de 1970, por The Rolling Stones y Paul Simon; y esa descripción de una New York perdida, está conectada a la historia literaria en sí misma.
Como dato, el hermano de Wes Anderson, Eric Chase Anderson, esbozó las apariciones propuestas para los personajes antes de rodar:
El personaje de Richie se presenta como una estrella de tenis con cintas para la cabeza y brazaletes, y anteojos de sol que prácticamente ocultan su rostro, hasta que su escena “ritualista” de afeitar, lo revela.
La aparición de Margot se inspiró en el cantante Nico; y Chas aparece en un chándal rojo, haciéndolo coincidir con Ari y Uzi, sus hijos; y sugiriendo “huir de la tristeza y el peligro”
Pero todos los 3 jóvenes intérpretes que interpretan a los hijos de Royal y Etheline, visten el mismo atuendo que sus homólogos adultos, evocando el desarrollo detenido; en parte, provocado por la relación de los padres, y lo que ellos esperaban de sus hijos.
Por otro lado, la redención de Royal es un tema central:
La historia de Anderson sigue a una madre mayor que considera volverse a casar, creando un revuelo en la familia:
Esta tensión con respecto a un posible nuevo matrimonio, tiene elementos raciales y de clase menores, con Chas negándose a llamar a Henry por su nombre, y Royal llamando a Henry “viejo negro”
Royal también llama a Henry “Coltrane” y habla jive, basándose en los estereotipos raciales que se encuentran en los medios.
Por lo que los motivos de Royal como el cambio de consideraciones puramente egoístas a genuinas esperanzas de reconciliación, surgen cuando es expulsado del hogar, después de que su falsa enfermedad queda expuesta.
También notar que antes de la muerte de Royal, de alguna manera se había hecho querer por cada Tenenbaum, pero por separado… y para hacer esto, tuvo que forzar su camino de regreso a la vida de la familia, como un intruso que profesaba la intención de recuperar el tiempo perdido… aunque sea a través de una mentira emocional.
Mientras que la posibilidad de que Royal y Etheline reaviven su matrimonio, se considera en gran medida imposible, aunque llora por la falsa enfermedad terminal de Royal, y Royal pregunta por su vida amorosa…
Al final, la celebración comunitaria ritual que señala una integración social exitosa, que es un elemento básico de los finales de la comedia, viene en la forma del matrimonio de Etheline con Henry, en lugar de un nuevo matrimonio con Royal.
Otro detalle es que a través del adulterio y las declaraciones de que “no hay equipos” o “bandos”, Royal se había separado de los Tenenbaums.
La creencia de Royal, de que él no es un Tenenbaum, se señala cuando recuerda el sentimiento de Eli de que “siempre quiso ser un Tenenbaum”; sin embargo, Royal también puede ver a los miembros de su familia como expresiones externas de sí mismo", y esto explica por qué el título se refiere a ellos como “Royal Tenenbaums”, o bien puede ser un juego como Los Tenenbaums de verdad, no nobles “de nobleza”; porque esta es una familia disfuncional, y la felicidad familiar es un tema clave.
Sobre la representación de la decadencia después del genio, notar que con todos los personajes pasando la cima de su grandeza, y ahora están tristes, individual y colectivamente; y como niños prodigios, con estado de genio claro, es una total decepción:
Etheline no es negligente como madre, fomentando los talentos de sus hijos, aunque al dispensar el dinero, sin duda pudo haberlos malcriado.
Los niños crecen aclamados como “una familia de genios”, y cuando se enfrentan a la realidad, al fracaso en la edad adulta, recurren a la nostalgia, que literalmente significa regresar a casa con dolor.
El hecho de que Los Tenenbaums se vistan como niños y adultos, también revela su nostalgia, y se conecta la nostalgia de Royal con el síntoma ficticio del síndrome de Heinberg de Dudley Heinsbergen (Stephen Lea Sheppard), una incapacidad para “decir el tiempo”
Otro dato es la confrontación entre la reputación pasada y la realidad privada, es lo que mueve a Margot a no tomar la palabra “genio” a la ligera, y negar que alguna vez fuera un genio, a pesar de que Royal insistía en llamarla como tal.
Aunque la película termina sin que ninguno de los personajes recupere su gloria perdida, forman nuevos vínculos, particularmente entre Royal y Chas, o realizan deseos secretos, en el caso de Richie y Margot.
Es por ello, de nuevo, que Los Tenenbaums tienen muchas similitudes con la familia Glass, la familia ficticia que aparece en muchas de las historias cortas de J.D. Salinger; por ejemplo:
Son niños prodigios, el intento de suicidio de Richie es muy similar al de Seymour Glass en Raise High the Roofbeams Carpenters y Seymour; son mitad judía mitad irlandesa, y viven en el Alto Manhattan, la ubicación real de la casa Tenenbaum.
Y sobre la pérdida de seres queridos, en particular los padres de Royal y la esposa de Chas, Rachael, que tuvieron un impacto en la depresión de los personajes.
La madre de Royal Tenenbaum, Helen O'Reilly Tenenbaum, rara vez es nombrada, pero su papel en dar forma a Royal, y guiar su comportamiento es profundo, con Robe argumentando que esto está representado por un disparo de Royal bajo una pintura de Helen en un traje de La Cruz Roja de La Segunda Guerra Mundial; mientras el padre de Royal nunca es nombrado, pero Royal también lo extraña; además puede ser que Chas haya alienado a sus hijos después de la muerte de Rachael, es la muestra que la historia familiar se repite a sí misma.
Técnicamente, con la cinematografía, Wes Anderson disfrutó manteniendo la cámara móvil, proporcionando nuevas perspectivas en una sola toma sin corte real; y es algo inusual, pues comprende disparos medios simétricos constantes, que ayudan al espectador a ver la angustia emocional de los personajes más claramente, particularmente a sus ojos; y los disparos medios, son una herramienta para dar al personaje y al entorno, niveles comparables de atención, y para comunicar las excentricidades y actividades del personaje.
Por ejemplo, la escena con Margot fumando en el baño, muestra iluminación, profundidad de campo, vestuario, lenguaje corporal y composición cuidadosamente elegidos; porque este filme es una producción llena de detalles cinematográficos que Anderson llevaría más allá en sus futuros proyectos.
Por ejemplo, en los créditos de apertura se utilizan tomas de primer plano medio con cada personaje mirando hacia la dirección de la cámara, contribuyendo a la narración literaria como un elenco de personajes.
Y la parte cómica, se da por medio de gags, en pequeños detalles como los taxis gitanos o la decoración esperpéntica del piso del personaje de Owen Wilson, entre otros, como las pinturas en su departamento, que son obra del artista mexicano Miguel Calderón.
Al tiempo que Anderson hace un uso extenso de la tipografía, en particular Futura y su variación Futura Bold, y eso los muestra en la presentación de los personajes que no son Tenenbaums biológicamente, como Raleigh, se usan otros tipos de letra, como Helvética en las portadas de los libros del personaje.
Del reparto, Etheline Tenenbaum fue escrita con Anjelica Huston en mente; y está basada libremente en la propia madre de Wes Anderson, Ann Burroughs, quien, después de divorciarse de su padre, se convirtió en arqueóloga.
De hecho, las gafas reales de Burroughs, son usadas por Etheline.
Mientras Gene Hackman fue la elección de Anderson para Royal, con Anderson diciendo:
“Fue escrito para él en contra de sus deseos”
Y es que Hackman dudaba acerca de aceptar el papel, citando su falta de comprensión, o similitudes con Royal; pero su agente lo persuadió para que tomara el rol, y Hackman mencionó en entrevistas, que estaba un tanto indeciso para aceptar la parte, ya que sentía que él mismo había sido insensible a su propia familia en diferentes momentos de su vida.
Por otra parte, se le dijo que este personaje incómodo le haría algo bien para “exorcizar ese pasado”
No obstante, Gene Hackman, sabiendo que estaba cerca del final de su carrera, se inscribió en la película bajo la promesa acordada por Wes Anderson, de que sería una experiencia divertida y relajante:
Esto no sucedió, y llevó a que Hackman se sintiera frustrado y abusara verbalmente de Anderson en asuntos triviales.
Tal era el grado de su frustración, que los miembros del elenco se enojaron y sintieron que lo que Hackman estaba haciendo, equivalía a intimidación, lo que llevó a Gwyneth Paltrow y Anjelica Houston a evitar a Hackman en el set.
Bill Murray vio que esto ocurría, y decidió intervenir, llamando a Hackman por su abuso verbal contra Anderson, y eligiendo ir a trabajar en sus días libres como muestra de solidaridad con Anderson.
Y es que Roya es una persona que, en el momento indicado, toma conciencia de su propia decadencia, de sus propios errores, del camino equivocado que alguna vez decidió tomar, y que es capaz de dar marcha atrás.
Con pequeños pasos, quizás, no los suficientes para dejar la página en blanco, no lo suficiente como para lograr el perdón de todos a su alrededor… pero sí quizás, para lograr el perdón de su familia.
Además, la decisión de Hackman de protagonizar la película, hizo que fuera más fácil reunir a un elenco de actores de alto perfil para que aparecieran con él.
Sin embargo, Ben Stiller y Gwyneth Paltrow estuvieron disponibles solo por un tiempo limitado, lo que requirió que el horario de rodaje funcionara a su alrededor.
Tras un punto más bajo en su carrera, Bill Murray optó por centrarse en piezas de reparto en comedias poco convencionales, comenzando con “Rushmore” de Anderson y The Royal Tenenbaums, donde volvió a resurgir con mucha fuerza.
Otra actuación destacable es la de Luke Wilson como Richie, un hombre en sufrimiento por el amor tabú hacia su hermana adoptiva, preocupado de la decadencia de su mejor amigo, llevado hasta tal punto en que decide dejar de ser él mismo, partiendo por cortar su pelo, afeitarse, y luego intentar quitarse la vida…
Es un personaje atribulado, pero buena persona, en conflicto constante por las cosas que pudo hacer y no hizo, lo que hizo y no debió hacer, lo que puede hacer y no ha hecho; y Luke Wilson transmite esa bondad y ese conflicto.
El personaje más divertido es el de Ben Stiller, que tiene escenas realmente hilarantes con sus 2 hijos que son clones suyos en miniatura; y creo que su personaje fue quizás el menos desarrollado de los 3 hijos, pero lo más probable es que esa era la intención del personaje en sí.
Chas y su recelo, su incredulidad, su inhabilidad de perdonar a su padre, quizás justificada, pero también su nerviosismo y sobreprotección en lo relacionado a sus hijos; su personalidad difícil, significa que siempre existe el riesgo de terminar alejando a sus hijos de él, y en ese sentido, es el reflejo de aquello que tanto desprecia, su padre.
El personaje de Gwyneth Paltrow, Margot, es intencionalmente monótono y difícil de descifrar.
Su existencia en sí, parece ser un ejercicio en demostrar lo infeliz que puede llegar a ser una persona en ciertas circunstancias:
Su padre adoptivo la denostó siempre, aun cuando dicho comportamiento pudiese haber sido involuntario o inconsciente; y su posterior éxito en el teatro parece no importarle mucho, su vida amorosa es un desastre, etc.
Es la apatía encarnada, es un objeto moviéndose por inercia en el mundo, de lugar a lugar, de escena a escena, y eso hace que el breve momento en que su cascarón se quiebra y revele su sentimiento más íntimo valga tanto la pena.
Entre los actores de apoyo, también podemos ver a Danny Glover, Owen Wilson y, en la versión original, escuchar la voz de Alec Baldwin como narrador del relato, proporcionando mucha información sobre los personajes.
Alec Baldwin elogió efusivamente la película, y la llamó “posiblemente una de las películas más originales, en tono y estilo, desde la “M*A*S*H” de Robert Altman.
También modeló su actuación del personaje Jack Donaghy en la serie de televisión 30 Rock, después del discurso y los movimientos de Hackman como Royal Tenenbaum.
Y es que el estilo de Los Tenenbaums ha sido citado como una influencia en el diseño de moda, y Margot Tenenbaum ha sido descrita por Vogue como “la musa de la temporada para las colecciones Primavera / Verano 2015”
Como dato del filme, las 4 estaciones están representadas en lo que se supone que es una breve cantidad de tiempo; y a lo largo de la película, todos usan la misma ropa o alguna variación de la misma ropa.
Toda la ropa es también de la década de 1970; por ejemplo, Richie viste una playera de tenis Fila, y una vincha hecha famosa por Björn Borg alrededor de 1976.
Wes Anderson hizo esto intencionalmente, por lo que parece que Los Tenenbaums están atrapados en la era de su apogeo, mientras el tiempo avanza, la lápida en el final dice 2001.
Gran parte del escenario, incluido el uso de taxis gitanos y autobuses Green Line, también está en consonancia con este tema.
Otro dato es que Ben Stiller le preguntó al director, por qué su personaje y sus hijos vestían trajes rojos.
Anderson respondió, que debido a que Chas estaba tan obsesionado con la seguridad después de la muerte de su esposa, el rojo haría que todos fueran más fáciles de ver en caso de una emergencia; pero más tarde Anderson admitió que no tenía una razón real detrás del vestuario, que siempre imaginó a esos personajes con trajes de Adidas rojos.
En la escena del baño, donde Richie se corta el pelo y, finalmente, sus muñecas, la música que se reproduce es “Neddle in the Hay” de Elliott Smith; pues resulta que el 21 de octubre de 2003, Elliott Smith, supuestamente se suicidó a través de heridas de arma blanca auto infligidas; y según los informes, Owen Wilson, actor y coescritor de Wes Anderson, intentó suicidarse en 2007.
Owen, es el hermano de Luke Wilson, que interpretó a Richie; y además, la canción que se reproduce cuando Richie regresa a la casa de Los Tenenbaum es de Nick Drake, también acusado de haberse suicidado, aunque por sobredosis, en lugar de heridas de arma blanca…
Si algo se le puede achacar a The Royal Tenenbaums o mejor dicho a su director, es que está cayendo en algunos de los errores que ha cometido Woody Allen con algunas de sus películas, en las que en vez de realizar una ácida crítica sobre las costumbres del ciudadano medio, se ha situado en su ámbito como un justificante de esos hábitos; al tiempo que llega a repetirse en sus temas y en la forma de narrar... pero eso también se llama “estilo”
Por último, Anderson declaró que The Royal Tenenbaums era “la pieza musical más compleja y ambiciosa en la que he trabajado”
La banda sonora incluye canciones de rock desde la década de 1960 hasta la década de 1990, y hubo 2 lanzamientos de álbumes de la banda sonora para la película, aunque no todas las canciones utilizadas en la película aparecen en los álbumes.
Las canciones utilizadas incluyen:
“Me and Julio Down by the Schoolyard” de Paul Simon, “Everyone” de Van Morrison, “Look at Me” de John Lennon, “Fly” de Nick Drake, versión de The Orchestra Mutato de The Beatles “Hey Jude”; “These Days” de Nico, y 2 canciones de The Rolling Stones.
“Gymnopédie” de Erik Satie también se utiliza en la película, como es la canción icónica de “A Charlie Brown Christmas” (1965) por Vince Guaraldi.
Y de acuerdo con la comercialización de la película, los instrumentos musicales particulares, se combinan con cada personaje, con la asociación establecida en la narración introductoria, y continuando hasta la conclusión.
En 2002, la banda sonora de The Royal Tenenbaums fue relanzada con la partitura compuesta por Mark Mothersbaugh, junto con más canciones; pero las canciones de los Rolling Stones, “She Smiled Sweetly” y “Ruby Tuesday” fueron omitidas por falta de derechos.
“Royal O'Reilly Tenenbaum
1932-2001
Died tragically rescuing his family from the wreckage of a destroyed sinking battleship”
Wes Anderson imprime a sus películas de esa indefectible aura que algunos denominan como absurda e irracional, lo cual las convierte en obras casi inclasificables, gracias al colorido visual y a la estructuración por capítulos, como si de un cuento se tratara; y por ello se entremezclan momentos cómicos con otros surrealistas, junto con otros más amargos; pero lo más destacado es la concepción de los personajes, de los cuales, cada uno que va apareciendo es más singular que el anterior, aunque solo sea en apariencia, porque en esencia son taciturnos, y cualquiera se puede ver, en cierto modo, reflejado en ellos.
Él es uno de esos pocos cineastas geniales de estos tiempos, que sabe crear un cine propio, que gustará o no al espectador promedio, pero que difícilmente es comparable a otros, pues nada en el cine se parece a lo que concibe en su mente, inventa, compone y realiza en un set o locaciones, y termina y construye en la sala de edición; y por ello, sus producciones están impregnadas de cierto aire bohemio, desenfadado y atípico, discontinuo, melancólico por momentos, y sobre todo brillante.
Y es que sus películas no se caracterizan por guiones sólidos, ni un mensaje especialmente definido, ni por construir personajes del todo verosímiles, todo lo contrario; el guión suele brindar la sensación de ir a la deriva en muchas ocasiones, o de que la película no está contando nada en particular, y que en general, sus personajes son un compendio de excéntricos.
Incluso habrá algunos espectadores que no saben qué es lo que están viendo, y cuando la película acaba, no sabrán decir con exactitud a que género pertenece la cinta.
Algunos pensarán que se han burlado de ellos, y otros muchos que es una auténtica grosería cinematográfica.
Probablemente sea ese aspecto lo que ha suscitado que sus creaciones se vuelvan fascinantes, el simple hecho de no saber en qué manera concluirá la narración, eso que algunos pueden calificar de un disparate, y que está desfilando justo frente a sus ojos.
O tal vez sea esa forma narrativa inusual y cambiante, sus particulares personajes y la mencionada aura de melancolía que es tan complicada de definir, pero que está presente a lo largo de todos sus proyectos.
Parece un drama y lo es, pero Anderson consigue algo tan difícil como arrancarnos carcajadas mientras asistimos a algo tan terrible como lo es la desintegración de una familia y de sus componentes.
Y aquí, el director y guionista adoptan las maneras de un tipo con un sentido del humor seco y áspero, y un gusto exquisito y desbordante por la recreación de ambientes para mostrarnos las miserias de una familia “sui géneris” que en el fondo es una metáfora acerca de cualquier familia; y a través de lo concreto, la cinta llega a lo universal disfrazando su fotografía con un halo grotesco y distanciado que en realidad es un resumen de su verdadera intención:
Arañar con su sátira, el velo cotidiano y cercano de la normalidad de la que suelen hacer gala generalmente todos los núcleos familiares de cualquier parte del mundo.
Intuyo que en su esencia, en su lado más profundo, existe un canto a la anormalidad bien entendida, es decir, una exaltación de la diferencia y de la originalidad en su versión más extravagante e hilarante.
The Royal Tenenbaums es una inteligente anti-comedia de alto nivel, concebida por uno de los renovadores del género con más talento; y en el fondo nos hace evaluar que las expectativas que tengamos, definen el ambiente en la casa.
Los valores que identifica nuestra familia, son verdades aceptadas por todos y llegan a ser actitudes que trascienden las puertas del hogar; por lo que el niño que cuenta con una estructura en casa, se adapta sin problemas a las expectativas de convivencia fuera, sabe seguir las instrucciones y cumplir su función como miembro de un equipo; y sabe respetar a los mayores, y será capaz de construir amistades positivas basadas en el respeto y la buena comunicación; al tiempo que darles a los hijos las herramientas para el éxito, pero dejándoles saber que siempre esperas lo mejor de ellos.
Pero ojo, que nadie elige a su familia; y podría incluso decirse que ni siquiera la familia lo elige a uno.
“Why would a review make the point of saying someone's not a genius?
You think I'm especially not a genius?”
El gran Albert Einstein decía:
“Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es inútil”
Desde la aparición del cine a fines del siglo XIX, entre George Meliès y los hermanos Lumière; la humanidad se ha visto constantemente sumergida en un mar de sensaciones ficticias causantes de sentimientos reales.
Con el correr del tiempo, El Séptimo Arte se ha hecho lugar entre otras disciplinas milenarias y se ha consolidado como una de las más populares; y ha tomado como tema a la familia desestructurada, el crecimiento y sus lazos; y cuando se cultiva la genialidad de un niño que es un portento, se desconoce hasta qué punto podrá llegar a triunfar en la vida…
Por lo general, la mayoría de ellos acaban siendo juguetes rotos, y caen en desgracia en algún momento antes de madurar; por lo que los adultos ponen sus esperanzas en ellos a través de incentivos, felicitaciones y regaños, que a veces estimulan el compromiso y ayudan a mejorar los resultados obtenidos por los estudiantes.
Sin embargo, no hay que descuidar la parte emocional, puesto que juega un rol importante en la motivación.
En definitiva, y en muchos casos, la genialidad raya en la estupidez, pero no se puede decir que el hecho de que una persona ofrezca grandes perspectivas de quien puede llegar a ser y no lo sea, implique algo.
Sólo que en las sociedades de occidente, se cree que unos parámetros de comportamiento pueden medir todo; y el individuo no se deja enmarcar por eso.
No porque sea estúpido o no; sino porque es sujeto y no objeto.
¿Pero si se cumple con las expectativas?
Si el niño genio hace de grande lo que se esperaba de él, entonces es un hombre genio.
¡No!
Por lo menos no necesariamente… pero el hombre es propenso a imaginar, a fin de evadir el entorno real al menos un instante y flotar en la irrealidad; y la cinematografía es uno de los mayores factores para encender esa capacidad reflectiva.
“Hell of a damn grave.
Wish it were mine”
The Royal Tenenbaums es una comedia del año 2001, dirigida por Wes Anderson.
Protagonizada por Gene Hackman, Anjelica Huston, Ben Stiller, Luke Wilson, Gwyneth Paltrow, Owen Wilson, Danny Glover, Bill Murray, Seymour Cassel, Kumar Pallana, Grant Rosenmeyer, Jonah Meyerson, Aram Aslanian-Persico, Irene Gorovaia, Amedeo Turturro, James Fitzgerald, entre otros.
El guión es de Wes Anderson y Owen Wilson; y está ostensiblemente basado en una novela inexistente, y contada con una narrativa influenciada por la literatura de J.D. Salinger, cuya historia sigue la vida de 3 hermanos dotados que experimentan un gran éxito en la juventud, y aún mayor desilusión y fracaso en la adultez.
Con una variedad de influencias, incluyendo la película de 1963 de Louis Malle, “The Fire Within”, y la película de 1942, “The Magnificent Ambersons” de Orson Welles, The Royal Tenenbaums incluye temas de la familia disfuncional, la grandeza perdida y la redención; pero con un absurdo e irónico sentido del humor.
Esta fue la película más exitosa de Anderson hasta el 2014 “The Grand Budapest Hotel”; y el título de la película “The Royal Tenenbaums” aparece por primera vez en un libro de la biblioteca que se está sacando, luego se ven varios de los libros, y finalmente la portada del libro se convierte en una tarjeta de título.
Nominada al Oscar como mejor guión; el estilo visual de Wes Anderson, tan creativo y particular, vuelve a ser la seña de identidad de esta película:
Los tonos pastel, las geometrías, el llamativo vestuario, el cuidado diseño de producción y una estructura narrativa divida en capítulos que se entrelazan y combinan hasta dar forma a la historia.
Una trama que sabe mezclar con precisión el humor agudo, rápido e inteligente, con un fondo dramático de tristeza y nostalgia.
La cinta se rodó en New York, más el trabajo de Anderson hizo que no se notara en absoluto; y evadió todos los escenarios exteriores donde se reflejaran monumentos específicos de la ciudad, e incluso ocultó el horizonte de edificios y rascacielos; con modas y decorados que combinaban las apariencias de diferentes períodos de tiempo.
La historia sigue al patriarca:
Royal Tenenbaum (Gene Hackman), y su mujer Etheline (Anjelica Huston), después de tener 3 hijos:
Chas (Ben Stiller), Richie (Luke Wilson) y Margot Helen (Gwyneth Paltrow), pero la familia se ha separado…
Chas, que trabaja en el sector inmobiliario, parecía tener un don innato para las finanzas internacionales.
Margot fue dramaturga, y obtuvo una beca Braverman de $50.000 cuando aún estaba en el instituto.
Richie fue campeón junior de tenis, y ganó los campeonatos de Estados Unidos 3 años consecutivos.
Pero todos los brillantes recuerdos de los jóvenes Tenenbaums, quedan repentinamente borrados por 2 décadas de traiciones, fracasos y decepciones de las que consideran que su padre es el principal responsable.
Y es que Royal Tenenbaum regresa a casa con su familia disfuncional, tras 17 años de separación, fingiendo un grave caso de cáncer de estómago, argumentando que le quedan sólo 6 semanas de vida, con la intención de recuperar a sus 3 hijos y a su esposa, que está a punto de volver a casarse...
De ahí en adelante comienzan a suceder cosas extrañas, la familia empieza a abrirse de verdad, y a darse cuenta de quienes son realmente.
Ciertos personajes tienen más desarrollo como la relación entre Margot y su hermano adoptivo Richie, una historia de amor disparatada y llena de comedia; pero todos los miembros de la familia Tenenbaum serían seres a punto de resultar imposibles, si no fuese porque tienen problemas tan banales como carencias afectivas, miedo, rencor o uno cualquiera de esos sentimientos que se empeña en arrastrar la gente normal; por lo que The Royal Tenenbaums presenta no solo una galería más que interesante y bella de personajes bien “wesandersonianos”, sino que los hace pasar por los diferentes estados por los que cualquiera puede haber pasado ya en su vida, y nos acerca a ellos:
Un amor prohibido, un amor perdido, el querer ser parte de un clan, el vecino Eli Cash (Owen Wilson) siempre quiso ser un Tenenbaum, Royal también… y la familia como comunidad a la que uno pertenece sin haberlo elegido, con las segundas oportunidades, el saber perdonar, la soledad en la que uno se sumerge; en fin, es todo eso y más.
“That's the last time you put a knife in me!”
Wes Anderson es un director estadounidense reconocido por su particular estilo de rodaje, animación y escenografías en sus películas; y en la oscarizada “The Grand Hotel Budapest” (2014) reunió todas sus características; pero también ha producido cortos y anuncios publicitarios sin apartarse de su estética.
Esto se debe, en parte, a que mantiene la misma plantilla de actores para sus proyectos, como:
Bill Murray, Owen Wilson, Jason Schwartwzman, y Anjelica Houston; y en esta, su 3ª película, y 3ª colaboración con Owen Wilson a la hora de elaborar el guión, el resultado es muy original en cuanto al tono y al estilo, con una historia triste y retorcida a la que Anderson imprime ese singular sentido del humor suyo, tan poco convencional; y para muchos puede resultar disparatada, absurda y surrealista pero en el fondo, es una sátira muy inteligente sobre la familia, el resentimiento y el perdón.
Royal Tenenbaum y su esposa Etheline, es una pareja acaudalada que vive en New York con sus 3 hijos superdotados.
Cada uno de ellos ha logrado tener éxito en un campo distinto a una edad muy temprana:
Chas es un genio de las finanzas y las matemáticas, Margot escribió una obra de teatro estando en el colegio, y Richie es un campeón jugando al tenis.
Pero las capacidades de los 3, se vieron afectadas cuando sus padres se separaron y ahora, ya adultos, sus vidas y sus carreras se han estancado.
Royal, nunca mostró mucha sensibilidad por los problemas de sus hijos, y fue inhabilitado como abogado hace años, y desde el divorcio ha estado viviendo en un hotel…
La mujer de Chas ha muerto recientemente en un accidente, y vive obsesionado con la seguridad de sus 2 hijos, así que se muda con su madre mientras acondiciona su casa…
Margot está casada con un hombre mayor que ella, al que esconde sus problemas y su bloqueo como escritora; y cuando se entera que Chas ha vuelto a la casa familiar, ella hace lo mismo…
Por su parte, Richie sufrió una crisis personal, y abandonó la competición en medio de un partido; y ha estado viajando todo este tiempo.
Ahora escribe una carta a su vecino y amigo de la infancia, Eli, en la que confiesa su amor por su hermana Margot, que es adoptada, sin saber que Eli y Margot también han mantenido una relación.
Royal se ha quedado sin dinero, y le echan del hotel, así que decide volver a la casa familiar, pero se inventa tener un cáncer de estómago con la esperanza de recuperar el amor de su mujer y sus hijos.
Royal Tenenbaum ha sido un padre ausente, y es motor de la trama:
Su incapacidad de ser un buen padre, o al menos decente, es lo que lleva a que los 3 hijos Tenenbaum a decaer después de una infancia tan prometedora.
Chas, terminó convertido en un padre neurótico y sobreprotector, estricto, frío, distante.
Margot se pierde en un laberinto de amantes, esposos y decadencia para terminar en un matrimonio infeliz con Raleigh St. Clair (Bill Murray), un neurólogo que es incapaz de descifrar la causa del paupérrimo estado de su vida amorosa.
Y Richie se retiró del circuito en la plenitud de su carrera, luego de un colapso nervioso y abandonó su faceta artística, dedicándose a recorrer el mundo en barco.
Dicen que “ningún hombre es una isla”, pero cada miembro de la familia Tenenbaum lo es:
No solo están lejos físicamente uno del otro, sino que emocionalmente no pueden conectarse con otros.
Chas es incapaz de perdonar a su padre.
Margot pasa sus días encerrada en el baño, viendo televisión y fumando a escondidas de Raleigh.
Richie es el único que desea conectarse con los demás, pero siempre hay obstáculos que lo impiden, y el mayor ejemplo de eso, es el amor que siente por su hermana adoptiva, Margot, y la imposibilidad de consumarlo.
Y la matriarca, Etheline se encuentra indecisa en un principio respecto a la posibilidad de casarse con Henry Sherman (Danny Glover)
Eli Cash, el mejor amigo de Richie, y ex vecino de los Tenenbaum, es ahora un famoso escritor de novelas de western, con muy malas críticas, sumido en un problema profundo de adicción a las drogas, y en medio de un affaire sin amor con Margot…
Y si cada uno de ellos es una isla, azotada y dañada, lejana y perdida, Royal Tenenbaum intenta, a su manera, ser el mar que las une a todas.
El gran mérito de la película, además del relacionado al aspecto visual, tiene que ver con la capacidad del director de intercalar los distintos conflictos entre los personajes, sin perder de vista el conflicto principal.
Narrada en forma de un “cuento infantil” con una voz “en off” suave y elegante de Alec Baldwin, The Royal Tenenbaums es una película sobre la niñez, sobre la posibilidad de recuperar el espíritu libre y creativo, y restablecer los lazos familiares.
Ya desde el principio, The Royal Tenenbaums se presenta como una anomalía, abogando por una división en capítulos de un libro que abre la historia con su propia portada, para luego recordar continuamente su filiación literaria antes que cinematográfica, intercalando el comienzo del texto de cada capítulo antes de dar paso a la acción.
Eso sin olvidarse la continua narración que se hace con voz “en off” a lo largo de todo el film, acompañando a muchas secuencias.
Salta a la vista, por tanto, la vocación solipsista que adopta, aquello de “solo yo existo”; y un punto de partida para el concepto de la historia, fue el divorcio de la madre y el padre del director Wes Anderson, aunque la historia evolucionada tenía muy poco que ver con eso; por lo que las obras del director francés, Louis Malle, como “Murmur of the Heart” (1971), influyeron en Anderson, con The Royal Tenenbaums, extraída especialmente de “The Fire Within” (1963), donde un hombre suicida intenta encontrarse con sus amigos.
Una línea del libro se traduce al inglés y aparece como “Me voy a matar a mí mismo mañana”
Además, la película de 1942 de Orson Welles, “The Magnificent Ambersons” también fue una influencia, con Anderson reconociendo que puede haber subconscientemente seleccionado a los personajes principales para su reflejo de la producción de Welles.
El libro de “The Konigsburg From the Mixed-Up Files” de Mrs. Basil E. Frankweiler, donde los personajes Claudia y Jamie escapan para vivir en el Metropolitan Museum of Art, en New York, inspiró la historia de Margot y Richie, escondidos en un museo; y después de leer el libro, Anderson dijo que por mucho tiempo se quedó con esa idea.
Al tiempo que los personajes de J.D. Salinger del libro de 1961 “Franny & Zooey” inspiraron gran parte del material del niño prodigio.
Los hijos de la familia Glass, en la obra de Salinger, son precoces con una abundancia de talentos excepcionales.
“Franny & Zooey”, también presentan personajes con modas distintivas, y un personaje con el nombre Tenenbaum; que también es el nombre de una familia de conocidos de Anderson.
La película “Les Enfants Terribles” (1950) de Jean-Pierre Melville, también inspiró en parte la relación de Richie y Margot.
Otras inspiraciones fueron uno de los amigos de la infancia de Anderson, que amaba a su hermana, y el interés de Anderson por el tabú del incesto; y reconoció que la relación se volvió más creíble, cuando la historia fue revisada para hacer que Margot fuera adoptada.
Al inventar los personajes, Owen Wilson y Anderson, también utilizaron al neurólogo Oliver Sacks como modelo para Raleigh, mientras que la noción de que Eli escribió “Old Custer” se basó en el estilo de narración de historias de Cormac McCarthy.
De esa manera, Wilson y Anderson completaron el guión en 2 años, necesitando tiempo adicional debido a su complejidad; pero sobre todo se presenta como una narración de cuentos, que ha sido descrita como absurdista, irónica, y caprichosa; pues la literatura da forma a la narración, que se presenta como un libro con capítulos, un prólogo y un epílogo.
Para el formato de capítulo de la historia, la narración da un tipo de exposición que debe despertar empatía en los espectadores por los personajes; y resulta llamativa cómo la primera escena tiene a la cámara mirando hacia abajo sobre el libro que se está revisando en la biblioteca, seguido del tono del estudio de J.D. Salinger sobre la desilusión; así, el diálogo arcaico da con la sensación de la literatura.
El estilo de la narración, es imaginativamente visual, con conjuntos detallados y una configuración de tiempo ambigua, que muestra las modas desde la década de 1960 hasta el presente.
Notar que en el universo cinemático de Anderson, donde los colores son más brillantes, las estanterías están ordenadas meticulosamente; y el escenario con la ciudad de New York de la década de 1970, combina el estilo de fondo con las representaciones de la ciudad en las películas “Midnight Cowboy” (1969) y “The French Connection” (1971); y esta sensación se ve reforzada por la música popular en la década de 1970, por The Rolling Stones y Paul Simon; y esa descripción de una New York perdida, está conectada a la historia literaria en sí misma.
Como dato, el hermano de Wes Anderson, Eric Chase Anderson, esbozó las apariciones propuestas para los personajes antes de rodar:
El personaje de Richie se presenta como una estrella de tenis con cintas para la cabeza y brazaletes, y anteojos de sol que prácticamente ocultan su rostro, hasta que su escena “ritualista” de afeitar, lo revela.
La aparición de Margot se inspiró en el cantante Nico; y Chas aparece en un chándal rojo, haciéndolo coincidir con Ari y Uzi, sus hijos; y sugiriendo “huir de la tristeza y el peligro”
Pero todos los 3 jóvenes intérpretes que interpretan a los hijos de Royal y Etheline, visten el mismo atuendo que sus homólogos adultos, evocando el desarrollo detenido; en parte, provocado por la relación de los padres, y lo que ellos esperaban de sus hijos.
Por otro lado, la redención de Royal es un tema central:
La historia de Anderson sigue a una madre mayor que considera volverse a casar, creando un revuelo en la familia:
Esta tensión con respecto a un posible nuevo matrimonio, tiene elementos raciales y de clase menores, con Chas negándose a llamar a Henry por su nombre, y Royal llamando a Henry “viejo negro”
Royal también llama a Henry “Coltrane” y habla jive, basándose en los estereotipos raciales que se encuentran en los medios.
Por lo que los motivos de Royal como el cambio de consideraciones puramente egoístas a genuinas esperanzas de reconciliación, surgen cuando es expulsado del hogar, después de que su falsa enfermedad queda expuesta.
También notar que antes de la muerte de Royal, de alguna manera se había hecho querer por cada Tenenbaum, pero por separado… y para hacer esto, tuvo que forzar su camino de regreso a la vida de la familia, como un intruso que profesaba la intención de recuperar el tiempo perdido… aunque sea a través de una mentira emocional.
Mientras que la posibilidad de que Royal y Etheline reaviven su matrimonio, se considera en gran medida imposible, aunque llora por la falsa enfermedad terminal de Royal, y Royal pregunta por su vida amorosa…
Al final, la celebración comunitaria ritual que señala una integración social exitosa, que es un elemento básico de los finales de la comedia, viene en la forma del matrimonio de Etheline con Henry, en lugar de un nuevo matrimonio con Royal.
Otro detalle es que a través del adulterio y las declaraciones de que “no hay equipos” o “bandos”, Royal se había separado de los Tenenbaums.
La creencia de Royal, de que él no es un Tenenbaum, se señala cuando recuerda el sentimiento de Eli de que “siempre quiso ser un Tenenbaum”; sin embargo, Royal también puede ver a los miembros de su familia como expresiones externas de sí mismo", y esto explica por qué el título se refiere a ellos como “Royal Tenenbaums”, o bien puede ser un juego como Los Tenenbaums de verdad, no nobles “de nobleza”; porque esta es una familia disfuncional, y la felicidad familiar es un tema clave.
Sobre la representación de la decadencia después del genio, notar que con todos los personajes pasando la cima de su grandeza, y ahora están tristes, individual y colectivamente; y como niños prodigios, con estado de genio claro, es una total decepción:
Etheline no es negligente como madre, fomentando los talentos de sus hijos, aunque al dispensar el dinero, sin duda pudo haberlos malcriado.
Los niños crecen aclamados como “una familia de genios”, y cuando se enfrentan a la realidad, al fracaso en la edad adulta, recurren a la nostalgia, que literalmente significa regresar a casa con dolor.
El hecho de que Los Tenenbaums se vistan como niños y adultos, también revela su nostalgia, y se conecta la nostalgia de Royal con el síntoma ficticio del síndrome de Heinberg de Dudley Heinsbergen (Stephen Lea Sheppard), una incapacidad para “decir el tiempo”
Otro dato es la confrontación entre la reputación pasada y la realidad privada, es lo que mueve a Margot a no tomar la palabra “genio” a la ligera, y negar que alguna vez fuera un genio, a pesar de que Royal insistía en llamarla como tal.
Aunque la película termina sin que ninguno de los personajes recupere su gloria perdida, forman nuevos vínculos, particularmente entre Royal y Chas, o realizan deseos secretos, en el caso de Richie y Margot.
Es por ello, de nuevo, que Los Tenenbaums tienen muchas similitudes con la familia Glass, la familia ficticia que aparece en muchas de las historias cortas de J.D. Salinger; por ejemplo:
Son niños prodigios, el intento de suicidio de Richie es muy similar al de Seymour Glass en Raise High the Roofbeams Carpenters y Seymour; son mitad judía mitad irlandesa, y viven en el Alto Manhattan, la ubicación real de la casa Tenenbaum.
Y sobre la pérdida de seres queridos, en particular los padres de Royal y la esposa de Chas, Rachael, que tuvieron un impacto en la depresión de los personajes.
La madre de Royal Tenenbaum, Helen O'Reilly Tenenbaum, rara vez es nombrada, pero su papel en dar forma a Royal, y guiar su comportamiento es profundo, con Robe argumentando que esto está representado por un disparo de Royal bajo una pintura de Helen en un traje de La Cruz Roja de La Segunda Guerra Mundial; mientras el padre de Royal nunca es nombrado, pero Royal también lo extraña; además puede ser que Chas haya alienado a sus hijos después de la muerte de Rachael, es la muestra que la historia familiar se repite a sí misma.
Técnicamente, con la cinematografía, Wes Anderson disfrutó manteniendo la cámara móvil, proporcionando nuevas perspectivas en una sola toma sin corte real; y es algo inusual, pues comprende disparos medios simétricos constantes, que ayudan al espectador a ver la angustia emocional de los personajes más claramente, particularmente a sus ojos; y los disparos medios, son una herramienta para dar al personaje y al entorno, niveles comparables de atención, y para comunicar las excentricidades y actividades del personaje.
Por ejemplo, la escena con Margot fumando en el baño, muestra iluminación, profundidad de campo, vestuario, lenguaje corporal y composición cuidadosamente elegidos; porque este filme es una producción llena de detalles cinematográficos que Anderson llevaría más allá en sus futuros proyectos.
Por ejemplo, en los créditos de apertura se utilizan tomas de primer plano medio con cada personaje mirando hacia la dirección de la cámara, contribuyendo a la narración literaria como un elenco de personajes.
Y la parte cómica, se da por medio de gags, en pequeños detalles como los taxis gitanos o la decoración esperpéntica del piso del personaje de Owen Wilson, entre otros, como las pinturas en su departamento, que son obra del artista mexicano Miguel Calderón.
Al tiempo que Anderson hace un uso extenso de la tipografía, en particular Futura y su variación Futura Bold, y eso los muestra en la presentación de los personajes que no son Tenenbaums biológicamente, como Raleigh, se usan otros tipos de letra, como Helvética en las portadas de los libros del personaje.
Del reparto, Etheline Tenenbaum fue escrita con Anjelica Huston en mente; y está basada libremente en la propia madre de Wes Anderson, Ann Burroughs, quien, después de divorciarse de su padre, se convirtió en arqueóloga.
De hecho, las gafas reales de Burroughs, son usadas por Etheline.
Mientras Gene Hackman fue la elección de Anderson para Royal, con Anderson diciendo:
“Fue escrito para él en contra de sus deseos”
Y es que Hackman dudaba acerca de aceptar el papel, citando su falta de comprensión, o similitudes con Royal; pero su agente lo persuadió para que tomara el rol, y Hackman mencionó en entrevistas, que estaba un tanto indeciso para aceptar la parte, ya que sentía que él mismo había sido insensible a su propia familia en diferentes momentos de su vida.
Por otra parte, se le dijo que este personaje incómodo le haría algo bien para “exorcizar ese pasado”
No obstante, Gene Hackman, sabiendo que estaba cerca del final de su carrera, se inscribió en la película bajo la promesa acordada por Wes Anderson, de que sería una experiencia divertida y relajante:
Esto no sucedió, y llevó a que Hackman se sintiera frustrado y abusara verbalmente de Anderson en asuntos triviales.
Tal era el grado de su frustración, que los miembros del elenco se enojaron y sintieron que lo que Hackman estaba haciendo, equivalía a intimidación, lo que llevó a Gwyneth Paltrow y Anjelica Houston a evitar a Hackman en el set.
Bill Murray vio que esto ocurría, y decidió intervenir, llamando a Hackman por su abuso verbal contra Anderson, y eligiendo ir a trabajar en sus días libres como muestra de solidaridad con Anderson.
Y es que Roya es una persona que, en el momento indicado, toma conciencia de su propia decadencia, de sus propios errores, del camino equivocado que alguna vez decidió tomar, y que es capaz de dar marcha atrás.
Con pequeños pasos, quizás, no los suficientes para dejar la página en blanco, no lo suficiente como para lograr el perdón de todos a su alrededor… pero sí quizás, para lograr el perdón de su familia.
Además, la decisión de Hackman de protagonizar la película, hizo que fuera más fácil reunir a un elenco de actores de alto perfil para que aparecieran con él.
Sin embargo, Ben Stiller y Gwyneth Paltrow estuvieron disponibles solo por un tiempo limitado, lo que requirió que el horario de rodaje funcionara a su alrededor.
Tras un punto más bajo en su carrera, Bill Murray optó por centrarse en piezas de reparto en comedias poco convencionales, comenzando con “Rushmore” de Anderson y The Royal Tenenbaums, donde volvió a resurgir con mucha fuerza.
Otra actuación destacable es la de Luke Wilson como Richie, un hombre en sufrimiento por el amor tabú hacia su hermana adoptiva, preocupado de la decadencia de su mejor amigo, llevado hasta tal punto en que decide dejar de ser él mismo, partiendo por cortar su pelo, afeitarse, y luego intentar quitarse la vida…
Es un personaje atribulado, pero buena persona, en conflicto constante por las cosas que pudo hacer y no hizo, lo que hizo y no debió hacer, lo que puede hacer y no ha hecho; y Luke Wilson transmite esa bondad y ese conflicto.
El personaje más divertido es el de Ben Stiller, que tiene escenas realmente hilarantes con sus 2 hijos que son clones suyos en miniatura; y creo que su personaje fue quizás el menos desarrollado de los 3 hijos, pero lo más probable es que esa era la intención del personaje en sí.
Chas y su recelo, su incredulidad, su inhabilidad de perdonar a su padre, quizás justificada, pero también su nerviosismo y sobreprotección en lo relacionado a sus hijos; su personalidad difícil, significa que siempre existe el riesgo de terminar alejando a sus hijos de él, y en ese sentido, es el reflejo de aquello que tanto desprecia, su padre.
El personaje de Gwyneth Paltrow, Margot, es intencionalmente monótono y difícil de descifrar.
Su existencia en sí, parece ser un ejercicio en demostrar lo infeliz que puede llegar a ser una persona en ciertas circunstancias:
Su padre adoptivo la denostó siempre, aun cuando dicho comportamiento pudiese haber sido involuntario o inconsciente; y su posterior éxito en el teatro parece no importarle mucho, su vida amorosa es un desastre, etc.
Es la apatía encarnada, es un objeto moviéndose por inercia en el mundo, de lugar a lugar, de escena a escena, y eso hace que el breve momento en que su cascarón se quiebra y revele su sentimiento más íntimo valga tanto la pena.
Entre los actores de apoyo, también podemos ver a Danny Glover, Owen Wilson y, en la versión original, escuchar la voz de Alec Baldwin como narrador del relato, proporcionando mucha información sobre los personajes.
Alec Baldwin elogió efusivamente la película, y la llamó “posiblemente una de las películas más originales, en tono y estilo, desde la “M*A*S*H” de Robert Altman.
También modeló su actuación del personaje Jack Donaghy en la serie de televisión 30 Rock, después del discurso y los movimientos de Hackman como Royal Tenenbaum.
Y es que el estilo de Los Tenenbaums ha sido citado como una influencia en el diseño de moda, y Margot Tenenbaum ha sido descrita por Vogue como “la musa de la temporada para las colecciones Primavera / Verano 2015”
Como dato del filme, las 4 estaciones están representadas en lo que se supone que es una breve cantidad de tiempo; y a lo largo de la película, todos usan la misma ropa o alguna variación de la misma ropa.
Toda la ropa es también de la década de 1970; por ejemplo, Richie viste una playera de tenis Fila, y una vincha hecha famosa por Björn Borg alrededor de 1976.
Wes Anderson hizo esto intencionalmente, por lo que parece que Los Tenenbaums están atrapados en la era de su apogeo, mientras el tiempo avanza, la lápida en el final dice 2001.
Gran parte del escenario, incluido el uso de taxis gitanos y autobuses Green Line, también está en consonancia con este tema.
Otro dato es que Ben Stiller le preguntó al director, por qué su personaje y sus hijos vestían trajes rojos.
Anderson respondió, que debido a que Chas estaba tan obsesionado con la seguridad después de la muerte de su esposa, el rojo haría que todos fueran más fáciles de ver en caso de una emergencia; pero más tarde Anderson admitió que no tenía una razón real detrás del vestuario, que siempre imaginó a esos personajes con trajes de Adidas rojos.
En la escena del baño, donde Richie se corta el pelo y, finalmente, sus muñecas, la música que se reproduce es “Neddle in the Hay” de Elliott Smith; pues resulta que el 21 de octubre de 2003, Elliott Smith, supuestamente se suicidó a través de heridas de arma blanca auto infligidas; y según los informes, Owen Wilson, actor y coescritor de Wes Anderson, intentó suicidarse en 2007.
Owen, es el hermano de Luke Wilson, que interpretó a Richie; y además, la canción que se reproduce cuando Richie regresa a la casa de Los Tenenbaum es de Nick Drake, también acusado de haberse suicidado, aunque por sobredosis, en lugar de heridas de arma blanca…
Si algo se le puede achacar a The Royal Tenenbaums o mejor dicho a su director, es que está cayendo en algunos de los errores que ha cometido Woody Allen con algunas de sus películas, en las que en vez de realizar una ácida crítica sobre las costumbres del ciudadano medio, se ha situado en su ámbito como un justificante de esos hábitos; al tiempo que llega a repetirse en sus temas y en la forma de narrar... pero eso también se llama “estilo”
Por último, Anderson declaró que The Royal Tenenbaums era “la pieza musical más compleja y ambiciosa en la que he trabajado”
La banda sonora incluye canciones de rock desde la década de 1960 hasta la década de 1990, y hubo 2 lanzamientos de álbumes de la banda sonora para la película, aunque no todas las canciones utilizadas en la película aparecen en los álbumes.
Las canciones utilizadas incluyen:
“Me and Julio Down by the Schoolyard” de Paul Simon, “Everyone” de Van Morrison, “Look at Me” de John Lennon, “Fly” de Nick Drake, versión de The Orchestra Mutato de The Beatles “Hey Jude”; “These Days” de Nico, y 2 canciones de The Rolling Stones.
“Gymnopédie” de Erik Satie también se utiliza en la película, como es la canción icónica de “A Charlie Brown Christmas” (1965) por Vince Guaraldi.
Y de acuerdo con la comercialización de la película, los instrumentos musicales particulares, se combinan con cada personaje, con la asociación establecida en la narración introductoria, y continuando hasta la conclusión.
En 2002, la banda sonora de The Royal Tenenbaums fue relanzada con la partitura compuesta por Mark Mothersbaugh, junto con más canciones; pero las canciones de los Rolling Stones, “She Smiled Sweetly” y “Ruby Tuesday” fueron omitidas por falta de derechos.
“Royal O'Reilly Tenenbaum
1932-2001
Died tragically rescuing his family from the wreckage of a destroyed sinking battleship”
Wes Anderson imprime a sus películas de esa indefectible aura que algunos denominan como absurda e irracional, lo cual las convierte en obras casi inclasificables, gracias al colorido visual y a la estructuración por capítulos, como si de un cuento se tratara; y por ello se entremezclan momentos cómicos con otros surrealistas, junto con otros más amargos; pero lo más destacado es la concepción de los personajes, de los cuales, cada uno que va apareciendo es más singular que el anterior, aunque solo sea en apariencia, porque en esencia son taciturnos, y cualquiera se puede ver, en cierto modo, reflejado en ellos.
Él es uno de esos pocos cineastas geniales de estos tiempos, que sabe crear un cine propio, que gustará o no al espectador promedio, pero que difícilmente es comparable a otros, pues nada en el cine se parece a lo que concibe en su mente, inventa, compone y realiza en un set o locaciones, y termina y construye en la sala de edición; y por ello, sus producciones están impregnadas de cierto aire bohemio, desenfadado y atípico, discontinuo, melancólico por momentos, y sobre todo brillante.
Y es que sus películas no se caracterizan por guiones sólidos, ni un mensaje especialmente definido, ni por construir personajes del todo verosímiles, todo lo contrario; el guión suele brindar la sensación de ir a la deriva en muchas ocasiones, o de que la película no está contando nada en particular, y que en general, sus personajes son un compendio de excéntricos.
Incluso habrá algunos espectadores que no saben qué es lo que están viendo, y cuando la película acaba, no sabrán decir con exactitud a que género pertenece la cinta.
Algunos pensarán que se han burlado de ellos, y otros muchos que es una auténtica grosería cinematográfica.
Probablemente sea ese aspecto lo que ha suscitado que sus creaciones se vuelvan fascinantes, el simple hecho de no saber en qué manera concluirá la narración, eso que algunos pueden calificar de un disparate, y que está desfilando justo frente a sus ojos.
O tal vez sea esa forma narrativa inusual y cambiante, sus particulares personajes y la mencionada aura de melancolía que es tan complicada de definir, pero que está presente a lo largo de todos sus proyectos.
Parece un drama y lo es, pero Anderson consigue algo tan difícil como arrancarnos carcajadas mientras asistimos a algo tan terrible como lo es la desintegración de una familia y de sus componentes.
Y aquí, el director y guionista adoptan las maneras de un tipo con un sentido del humor seco y áspero, y un gusto exquisito y desbordante por la recreación de ambientes para mostrarnos las miserias de una familia “sui géneris” que en el fondo es una metáfora acerca de cualquier familia; y a través de lo concreto, la cinta llega a lo universal disfrazando su fotografía con un halo grotesco y distanciado que en realidad es un resumen de su verdadera intención:
Arañar con su sátira, el velo cotidiano y cercano de la normalidad de la que suelen hacer gala generalmente todos los núcleos familiares de cualquier parte del mundo.
Intuyo que en su esencia, en su lado más profundo, existe un canto a la anormalidad bien entendida, es decir, una exaltación de la diferencia y de la originalidad en su versión más extravagante e hilarante.
The Royal Tenenbaums es una inteligente anti-comedia de alto nivel, concebida por uno de los renovadores del género con más talento; y en el fondo nos hace evaluar que las expectativas que tengamos, definen el ambiente en la casa.
Los valores que identifica nuestra familia, son verdades aceptadas por todos y llegan a ser actitudes que trascienden las puertas del hogar; por lo que el niño que cuenta con una estructura en casa, se adapta sin problemas a las expectativas de convivencia fuera, sabe seguir las instrucciones y cumplir su función como miembro de un equipo; y sabe respetar a los mayores, y será capaz de construir amistades positivas basadas en el respeto y la buena comunicación; al tiempo que darles a los hijos las herramientas para el éxito, pero dejándoles saber que siempre esperas lo mejor de ellos.
Pero ojo, que nadie elige a su familia; y podría incluso decirse que ni siquiera la familia lo elige a uno.
“Why would a review make the point of saying someone's not a genius?
You think I'm especially not a genius?”
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