The Bad Lord Byron
“When age chills the blood, when our pleasures are past for years fleet away with the wings of the dove the dearest remembrance will still be the last, our sweetest memorial the first kiss of love”
Lord Byron está considerado como la primera celebridad tal y como se concibe el término modernamente; su imagen de héroe fascinó al público, y su propia esposa, Annabella, acuñó el término “byromanía” para referirse a la expectación y conmoción que causaba allá donde iba; que se parecía a la que puedan provocar las estrellas pop actuales.
La autoconciencia de su imagen personal, y su capacidad de autopromoción, hizo que por ejemplo, diera instrucciones a los artistas que lo retrataban para que nunca lo representaran en actitud sedentaria o pasiva, con una pluma o un libro en la mano, que era la imagen prototípica de los escritores; sino como un hombre de acción; y con el tiempo, Lord Byron intentó apartarse de su exposición pública, que tanto había promovido en su primera época.
George Gordon Byron, 6º Barón de Byron, FRS, mundialmente conocido como Lord Byron, fue un poeta inglés, uno de los escritores más versátiles e importantes, y una de las mayores personalidades del movimiento romántico.
Debido a su talento poético, personalidad, atractivo físico y escándalos personales, fue en vida una verdadera celebridad de la época, y hoy es considerado uno de los mayores poetas en lengua inglesa, y antecedente de la figura del “poeta maldito”
El título “Barón Byron” proviene de Rochdale en El Condado Palatino de Lancaster, y es un título en La Nobleza de Inglaterra, creado en 1643, por patente de cartas para John Byron, 1° Barón Byron (1599–1652), un General de Cavalier y ex miembro del Parlamento.
La Nobleza se creó con el resto de los herederos masculinos de su cuerpo, fallando, a sus 6 hermanos:
Richard, William, Thomas, Robert, Gilbert y Philip; y los herederos masculinos de sus cuerpos.
John Lord Byron murió sin hijos, y fue sucedido por su próximo hermano mayor, Richard Byron, 2° Barón Byron (1606–1679); luego llegó William Byron, 3° Barón Byron (1636–1695); y William Byron, 4° Barón Byron (1669–1736)
El bisnieto de este último, William Byron, 5° Barón Byron (1722–1798), mató a su primo y vecino, William Chaworth en un duelo, el 26 de enero de 1765; y fue llevado ante sus compañeros en La Cámara de Los Lores, pero bajo el estatuto de Edward VI, fue declarado culpable solo de homicidio, y obligado a pagar una pequeña multa.
Byron, en adelante, se hizo conocido como “Mr. Evil” o “Señor Malvado” o como “Demon Byron” o “El Demonio Byron”
A este le sucedió su sobrino nieto, George Gordon Byron, 6° Barón, el famoso poeta romántico que claramente pertenecía a una familia de la aristocracia de su país, y perdió a su padre, John “Mad Jack” Byron a los 3 años.
En 1798, al morir su tío abuelo William, 5º Barón Byron, heredó el título y las propiedades; siendo educado en el Trinity College de Cambridge, etapa en la que curiosamente se distinguió como deportista, a pesar de tener un pie deforme de nacimiento; y vivió una juventud amargada por ello y por la tutela de una madre de temperamento irritable; por lo que Byron tuvo que soportar muchas burlas y rechazos debido a su deformidad.
No obstante, con el tiempo aprendió a defenderse bajo la máxima de que “cuando un miembro se debilita, siempre hay otro que lo compensa”, palabras a las que en su vida siempre haría honor.
Además de la cojera, sufrió mucho por el frío, ya que sus huesos siempre fueron frágiles, algo que le causaba gran malestar.
Al alcanzar la juventud, sus maneras y modales le sirvieron para disimular su cojera, haciéndola parecer un caminar excéntrico, y al mismo tiempo distinguido.
En 1805, Lord Byron se trasladó a La Universidad de Cambridge; aquí, además de ser un brillante estudiante, destacaría por sus trajes extravagantes y su vida licenciosa y despilfarradora; y como en el colegio no se permitían perros ni gatos, él, amante de los animales, decidió tener un mono como mascota.
Pese a ello, se ganó el sobrenombre de “buen chico”; pero dejaría la universidad por falta de dinero, y se mudaría a la calle Picadilly 16 de Londres, en donde fue amante de una prostituta.
Luego, ya sin dinero, volvería con su madre a Southwell, y se dedicaría en cuerpo y alma a la poesía.
En 1809, al ser declarado mayor de edad, Lord Byron emprendió una serie de viajes en los que recorrió España, Portugal, Grecia y Turquía.
Durante estos viajes tuvo varias relaciones, tanto con mujeres como con hombres; y tuvo un particular magnetismo personal.
Consiguió la reputación de no ser convencional, de ser excéntrico, polémico, ostentoso y controvertido.
Muchos han atribuido sus capacidades extraordinarias a un trastorno bipolar, también conocido como Síndrome Maníaco Depresivo; siendo siempre ácido y cruel; pero se inclinó por los desheredados, los marginados, los miserables como los corsarios y los cosacos, y todo lo demás era hipocresía:
Nobleza, sociedad, etc.
Siempre defendió a los más débiles y a los oprimidos, por lo que apoyó a España frente a La Invasión Napoleónica, a la independencia de las naciones suramericanas y, por supuesto, a la libertad de su querida Grecia.
Fue un gran admirador de Rousseau; y tuvo gran afición por la compañía de los animales, como por su perro Terranova “Boatswain”; y es que Byron, mientras estudiaba en Cambridge, guardó un oso en una institución en donde estaban prohibidos los animales domésticos; y en otras épocas de su vida, tuvo de compañía a un zorro, monos, loros, gatos, un águila, un halcón, gallinas de Guinea, un cuervo, un tejón, gansos, una grulla egipcia y una garza.
Decía querer más a los animales que a los seres humanos…
En 1811, murieron su madre y 2 de sus amigos en tan solo 1 mes.
Dichas pérdidas influyeron mucho sobre su ánimo, ya que se obsesionó con la muerte; y en esta época se refugió en su medio-hermana Augusta Maria Leigh, manteniendo una relación con ella.
Lord Byron, no la conoció hasta que fue a la Harrow School, e incluso entonces, sólo muy raramente se encontraron; y al no haberse criado juntos, eran casi como desconocidos el uno para el otro; pero se llevaron bien, y al parecer en cuanto se vieron nuevamente en 1811, se enamoraron.
Cuando el matrimonio de Byron colapsó, y él partió de Inglaterra para no regresar nunca, los rumores de incesto, una ofensa muy seria y escandalosa, se extendieron.
Como consecuencia, se le acusó por incesto, porque ella estaba casada, y en la primavera de 1814, dio a luz a su 3ª hija, Elizabeth Medora Leigh, rumoreándose que era de Byron y no de su esposo.
Unos cuantos días después del nacimiento, Byron fue a Swynford Paddocks, la casa de su hermana en Cambridgeshire, para ver al bebé, y escribió, en una carta a Lady Melbourne, su confidente:
“Oh, pero no es un simio, y vale la pena”; pues se creía que un niño nacido de una relación incestuosa, probablemente sería deforme.
Algunos dicen que debido al temor de ser procesado, fue que Byron abandonó el país.
La publicación en 1812 de los 2 primeros cantos de “Childe Harold’s Pilgrimage”, poemas que narran sus viajes por Europa, lo llevaron a la fama estableciendo lo que se llamó “el héroe de Byron”; y se considera que tanto la propia persona de Byron, como los personajes de sus escritos, proporcionan características definitorias al tipo de personaje.
También fue famosa su aventura con la aristócrata Lady Caroline Lamb.
Ella tenía 24 años, él 26; y su marido era El Honorable William Lamb, quién más tarde se convertiría en Vizconde de Melbourne y Primer Ministro.
Ella, posteriormente definió a Byron en lo que se convertiría en epitafio duradero como “loco, malo, y peligroso de conocer”; y reclamó haber acuñado la frase después de su primera reunión con el poeta en un evento social en 1812.
Y después de que Byron rompió la relación, su marido se llevó a Lady Caroline deshonrada y desolada a Irlanda.
Cuando ella regresó a Londres en 1813, aun así, Byron le dejó claro que no tenía ninguna intención de retomar su relación; esto la espoleó a numerosos intentos públicos por recuperar a su amante; y las cosas llegaron a su punto álgido en un baile celebrado por Lady Heathcote, a principios de julio de 1813, cuando Byron la insultó públicamente, y ella respondió rompiendo un vaso de vino e intentando cortarse las muñecas.
No se hirió seriamente, gracias a la pronta intervención de su suegra Lady Melbourne, y además, es improbable que tuviera verdaderas intenciones suicidas; pero la alta sociedad quedó escandalizada, y su estabilidad mental se puso en cuestión.
El mismo Byron se refirió a ello como una actuación teatral:
“Lady Caroline interpretó la escena de la daga”, en una referencia a “Macbeth”
La obsesión de Lady Caroline con Byron, definiría gran parte de su vida posterior, además de influir tanto en su obra como en la de Byron; y llamando a Byron “traidor”, William Lamb siempre apoyó a su esposa hasta su muerte.
Y es que Lord Byron fue poco querido por los demás componentes de la nobleza, por sus continuos amoríos y críticas, como al Duque de Wellington.
Incluso fue insultado públicamente en La Cámara de Los Lores, a causa de haber defendido el ludismo y a los católicos; pero a él realmente le importaba muy poco, e incluso le gustaba que lo odiaran pues, en su opinión, también le temían.
En 1815, Byron se casó con Anna Isabella Milbanke, una matemática y activista política y social; que sería Lady Byron, 11° Baronesa de Wentworth y Baronesa de Byron, a quien le dijo en la noche de bodas:
“Te arrepentirás de haberte casado con el diablo”, con quien tuvo una hija, Augusta Ada Byron King, que llegaría a ser La Condesa de Lovelace, conocida habitualmente como Ada Lovelace, y fue una matemática y escritora británica, cuya fama le viene principalmente por su trabajo sobre la máquina calculadora mecánica de uso general de Charles Babbage, la denominada “máquina analítica”
Y entre sus notas sobre la máquina, se encuentra lo que se reconoce hoy como el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina, por lo que se la considera como “la primera programadora de ordenadores”
En 1816, 1 mes después del nacimiento de Ada, y tras conocerse que Byron no le era fiel, Anna Isabella lo abandonó, y obtuvo el divorcio con ayuda de sus padres; y se cree que la principal motivación para Annabella al pedir el divorcio, era su miedo a que Lord Byron obtuviera la custodia de su hija, ya que en aquella época tendían a favorecer al marido; a lo que Byron abandonó Inglaterra ese mismo año, y nunca volvió.
Lady Byron falleció de cáncer de mama, el 16 de mayo de 1860, un día antes de cumplir 68 años; y fue enterrada en el cementerio Kensal Green, en Londres.
Poco antes de su muerte, compartió su versión sobre cómo había sido su matrimonio con Lord Byron, incluyendo detalles sobre la relación incestuosa de Byron con su hermana, Augusta; y la biografía fue publicada en 1869, destruyendo la reputación de Lord Byron.
Así, el personaje libertino y amoral que Lord Byron encarnaba frente a la sociedad, terminó por volverse contra él; por sus poemas antipatrióticos, su acusación de sodomía, y las dudas sobre su cordura provocaron su ostracismo social.
Amargado profundamente, Byron abandonó Inglaterra para convertirse en poeta errante por Europa; y se trasladó a Suiza procedente de Bélgica, y estuvo viviendo algún tiempo junto a Percy Bysshe Shelley, Mary Shelley y su médico personal, John William Polidori, pues Byron fue muy propenso a las enfermedades y fue otra de las causas de sus depresiones; y sostuvo relaciones amorosas con Clara Mary Jane Clairmont, hermanastra de la escritora Mary Shelley, y la madre de la hija de Lord Byron, Allegra.
Clairmont era la única amante, además de Caroline Lamb, a quien Byron se refirió como “un poco demoníaca”; a lo que Clairmont diría más tarde, que su relación con Byron le “había otorgado pocos minutos de placer, y una vida entera de problemas”
En una tormentosa noche de verano de 1816, tuvo lugar la famosa e histórica reunión de los 4 en la Villa Diodati, alquilada por Byron, y decidieron escribir relatos de terror dignos de aquella noche lúgubre.
Inspirados ambos en la personalidad de Byron, Mary Shelley escribió “Frankenstein” y Polidori su relato “The Vampyre”
En su estancia suiza, Byron redactó “El Prisionero de Chillón”, “El Himno a La Belleza Intelectual”, “El Sueño” y “Estancias a Augusta”; y desde 1817 hasta 1822, estuvo viajando por Italia, recorriendo ciudades como:
Pisa, Génova y Roma, donde tuvo una aventura con Margarita Cogni, y vivió en El Palacio Nani-Mocenigo.
La residencia fue casi un harén para él, y frecuentó las tertulias de Las Condesas Benzoni y Albrizzi.
En 1821, Byron participó en la revuelta de Los Carbonarios en Rávena, y se enroló en los movimientos contra El Papa, pues publicó por entonces su obra crítica “La Profecía de Dante” y contra Austria.
También llegó a vivir un tiempo en Venecia, donde según fanfarroneaba, tuvo 250 relaciones sexuales con mujeres, y donde vivió con La Condesa Teresa Guiccioli, recién separada de su anciano marido.
Edgar Allan Poe, el escritor estadounidense, se basó en esa relación para escribir “La Cita”, un relato gótico de 1834; y en esta época terminó el 4° canto de “Childe Harold” y su “Manfredo” (1817), que le permitió sostener correspondencia con Goethe, quien diría de él que se trataba del “primer talento de su siglo”
Lord Byron admiraba a Los Generales Páez y Bolívar, a una goleta suya, la llamaba “Bolívar”; y estuvo a punto de enrolarse en unos de los tantos contratos que se hacían en Londres para ir a combatir en La Guerra de Independencia de Venezuela.
Seguramente, Lord Byron conocía las hazañas de estos aguerridos militares por boca de los expedicionarios que regresaban a Europa, por sus escritos, narraciones o por comentarios de la prensa de la época.
En abril de 1822, murió su hija ilegítima, Allegra, nacida de su relación con Claire Clairmont, hermanastra de Mary Shelley; cuando apenas había cumplido 5 años, y a la que Byron tenía gran aprecio.
Pero se dijo que el pésimo cuidado de Byron hacia la niña, se vio demostrado cuando Allegra falleció de una fiebre que los eruditos reconocieron como tifus, y otros especularon que había sido malaria.
Clairmont reconoció a Byron como el completo responsable por la pérdida de su hija, y lo odió por el resto de su vida; mientras la muerte de Percy Shelley sucedió sólo 2 meses después.
Además, mientras hacía un viaje junto a su gran amigo Percy Shelley en goleta, la de Byron se llamaba “Bolívar” y la de Shelley “Don Juan”; este último murió en un naufragio ocurrido el 8 de julio junto a su amigo, El Capitán Williams.
En septiembre, Byron se instaló en Génova, ya que quiso dedicarse a la política sin éxito; pero sí está claro que Byron fue un escritor prolífico.
En 1833, su editor John Murray publicó 17 volúmenes sobre toda su obra, incluyendo la biografía de Thomas Moore.
Su gran obra, “Don Juan”, un poema de 17 cantos, fue uno de los más importantes poemas largos publicados en Inglaterra, desde “El Paraíso Perdido” de John Milton; y con “Don Juan” influyó a nivel social, político, literario e ideológico, en la que recrea al mítico personaje en un tono que oscila entre la gravedad y la ironía; tanto que sirvió de inspiración para los autores victorianos; e influyó en los autores románticos del siglo XIX, sobre todo por sus héroes o antihéroes; porque sus personajes presentan un idealizado pero defectuoso carácter cuyos atributos incluían:
Un gran talento, gran exhibición de pasión, aversión por la sociedad y por las instituciones sociales, frustración por un amor imposible debido a los límites impuestos por la sociedad o la muerte, rebeldía, exilio, oscuro pasado, y un comportamiento autodestructivo.
Las obras “Childe Harold’s Pilgrimage”, “Lara”, “Manfredo” y “Don Juan” son claramente autobiográficas; aunque sin duda, recreados y aumentados para configurar lo que sería el típico “héroe byroniano”, al que él mismo trató de emular en su vida, caracterizado por la rebeldía frente a la moral y las convenciones establecidas, y marcado por una vaga nostalgia y exaltación de sentimientos, en especial, el sufrimiento por un indeterminado “pecado original”
En marzo de 1823, a Byron lo designaron miembro del Comité de Londres para La Independencia de Grecia, y se marchó allí en 1824 desde Génova, en la goleta “Hércules” para luchar por la independencia del país, entonces parte del Imperio Otomano, fue recibido como un héroe por los griegos, quienes querían hacerlo Comandante, y planeó un ataque junto con El Príncipe Alejandro Mavrocordatos, pero se desanimó pronto al descubrir las rencillas por el poder de los distintos grupos griegos.
Este autor, que culmina su vida en forma trágica en Grecia, en La Guerra contra Turquía después de haber desafiado la mentalidad moralista de su época, mediante una tras otra sorpresa y escándalo, se destacó por su carácter melancólico y apasionado, tal como podemos apreciarlo en sus enérgicas descripciones de los países visitados con suficiencia retórica y fuerza pictórica; orientado cada vez más hacia la causa liberal, a raíz de la rebelión de los griegos contra los turcos, tanto que en ese marco, Lord Byron reclutó un regimiento para la causa, aportó sumas económicas importantes, y se reunió con los insurgentes en julio de 1823, en Missolonghi; pero allí, el 10 de abril sufrió un ataque epiléptico, y enfermó gravemente.
Los médicos le prescribieron unas sangrías, a las que él se negó; y días después, extenuado por la enfermedad y llamándolos asesinos, permitió a los médicos sacarle toda la sangre que desearan.
El 16 de abril le practicaron la primera sin buen resultado; y al día siguiente realizaron otras 2...
Lord Byron murió el día 19 de abril, en Missolonghi, a los 36 años de edad, sin haber cumplido su sueño de independencia griega; los testigos presenciales aseguraron que, en total, le habían extraído unos 2 litros de sangre, aproximadamente, para poder salvarlo infructuosamente.
“I had a dream, which was not all a Dream”
The Bad Lord Byron es un drama del año 1949, dirigido por David MacDonald.
Protagonizado por Dennis Price, Mai Zetterling, Joan Greenwood, Linden Travers, Denis O'Dea, Sonia Holm, Raymond Lovell, Leslie Dwyer, Irene Browne, Wilfrid Hyde-White, Virgilio Teixeira, Ernest Thesiger, Barry Jones, Nora Swinburne, entre otros.
El guión es de Paul Holt, Laurence Kitchin, Peter Quennell, Anthony Thorne y Terence Young; basados en la vida de Lord Byron; y se dice que “Citizen Kane” (1941) no es la única influencia en The Bad Lord Byron, pues todo el concepto está tomado de la película de Michael Powell, “A Matter of Life and Death” (1946)
El rodaje tuvo lugar en Italia en 1947; y en el estudio de Shepherd's Bush.
No se pudo rodar en locaciones reales durante la vida de Byron por diferentes motivos:
Un bibliotecario de Nottingham City, se negó a que los realizadores rodaran en Newstead Abbey por la reputación de Byron; a lo que se llamó “un ejemplo de burocracia en su peor momento”; pero se gastó mucho esfuerzo y mucho dinero para asegurar que la película fuera lo más exacta históricamente posible en términos de decorados y vestuario.
No se rodó en color, ya que hacerlo habría aumentado 1/3 su presupuesto, aun cuando se usaron cámaras a color de “The Blue Lagoon” (1949)
Un conjunto enorme, fue construido en Shepherd’s Bush; y la filmación tomó 11 semanas en total; y antes de que la película fuera estrenada, los Estados Unidos anunciaron que no permitirían que la película se proyectara debido a la relación entre Byron y su media hermana…
El filme fue un fracaso de taquilla, crítico y comercial, llevando al actor protagonista, Dennis Price, a caer en una depresión severa, irónicamente tal como Byron.
Gravemente herido durante una campaña militar en Grecia, Lord Byron (Dennis Price) sueña que es juzgado al morir por ser, de una parte, poeta y soldado; y de otra, un seductor y libertino.
Los testigos son llevados a testificar en “flashbacks”, con la acusación vestida de negro (Denis O'Dea), y la defensa en blanco (Cyril Chamberlain)
Entre los testigos se encuentran:
La infame Lady Caroline Lamb (Joan Greenwood), y su esposa Annabella Milbanke (Sonia Holm), algo más pura...
Byron era todo lo que nos muestra:
Su vida, un aventurero, un político, un poeta de primer rango, un amante de la libertad; también fue uno de los rastrillos más notorios de la historia, dejando corazones rotos por toda Europa, femeninos y masculinos, pero de éstos últimos no hay constancia en la película.
También podría haber tenido una aventura con su media hermana... que tampoco se hace un señalamiento; y al final, tras recorrer su vida adulta por medio de esos “flashback” que lo juzgan, no se pronunció ningún veredicto, pero El Juez (Dennis Price) da a la audiencia que debata el mensaje; uno que sólo Byron mismo puede juzgar y ser parte del mismo; y así:
¿Dónde lo pondrías?
The Bad Lord Byron es una biográfica histórica, originalmente despreciada, porque carece de seriedad; pero ahora se puede admirar como esbozo muy original, una semblanza curiosa sobre Lord Byron.
“I awoke one morning and found myself famous”
La película The Bad Lord Byron, fue anunciada en 1945 por Two Cities con Eric Portman para interpretar el papel principal.
Portman había interpretado a Byron en el escenario; y Stewart Granger fue mencionado como otra posibilidad.
La película debía ser escrita, producida y dirigida por Terence Young, basada en los libros de Peter Quennell, “The Years of Fame and Byron in Italy”; pero el proyecto no se hizo, y fue reactivado cuando Sydney Box se hizo cargo de Gainsborough Studios en 1946.
Box había estado considerando una película basada en Percy Shelley, pero también estaba entusiasmado con hacer una en Byron, a quien Box admiraba mucho.
Y le asignó el proyecto al productor Aubrey Baring, y al director David MacDonald.
MacDonald era famoso por sus claustrofóbicos “thrillers” rodados en los años de posguerra; y con él se contrató a Stephen Dade para la fotografía en B/N; por lo que, al menos 5 pares de manos acreditadas entre los escritores, aportan vacilaciones en los guiones a este “juego de disfraces intrigante” de las páginas de la historia, narrado en un “flashback” en el lecho de muerte griego de Lord Byron.
Pero todos ellos redujeron en gran medida el guión de Young a la mitad, y aun así, Box todavía estaba insatisfecho…
Trabajando con el asesor de guiones de Gainsborough, Paul Holt, Box reconfiguró la película para que consistiera en una serie de “flashbacks” sobre episodios de la vida de Byron; y finalmente Box decidió que este enfoque era demasiado derivado de “Citizen Kane” (1941), e hizo que la presencia de Byron en la película fuera demasiado insustancial.
Luego decidió enfocar el guión en la relación de Byron con Teresa Guiccioli, pero cambió de opinión con Mai Zetterling, quien estaba interpretando esa parte que no estaba disponible.
El papel principal se le dio a Dennis Price, quien dijo durante el rodaje, que sentía que Portman debería desempeñar el papel…
Curiosamente más tarde, tras el estreno del film, Sydney Box escuchó una obra de radio sobre Byron, “The Trial of Lord Byron” de Laurence Kitchin, que pensó que ataría algunos cabos sueltos de la película; y consistía en Byron siendo llevado ante un Tribunal celestial, y forzado a justificar sus acciones.
Box compró los derechos de la obra de radio, e hizo que David MacDonald disparara 22 minutos de repeticiones en 2 días.
De esa manera, The Bad Lord Byron ve la vida desde la perspectiva del mismo Lord Byron, gravemente herido en Grecia, donde lucha por la independencia griega.
Desde su lecho de muerte, él recuerda su vida y muchos amores, imaginando que está defendiendo su caso ante una Corte celestial.
La primera testigo llamada es Lady Caroline Lamb, que recuerda su relación.
Se encontró con Byron después de un baile, y comenzaron una aventura.
Y Byron escribe el poema “She Walks in Beauty” sobre otra mujer, haciendo que Lady Caroline se apuñale con un cristal roto; y rompe con ella, y Lady Caroline es enviada a Irlanda.
El siguiente testigo es Annabella Milbanke, quien habla sobre su romance y matrimonio con Byron, incluido el nacimiento de su hija.
El tercer testigo es Augusta Leigh (Linden Travers), con quien Annabella pensó que Byron estaba teniendo una aventura, aunque Augusta lo niega.
John Cam Hobhouse, Primer Barón Broughton (Raymond Lovell) es el 4º testigo.
Él habla sobre la carrera política de Byron, y cómo se hizo famoso de la noche a la mañana a través de su poesía, y de conocer a Teresa, La Condesa Guiccioli (Mai Zetterling)
Teresa es el 5º testigo:
Ella habla de su historia de amor mientras estaba casada, y su participación en el Carbonari en Italia; pero Byron la deja para luchar por la independencia griega.
El Juez celestial, interpretado por el mismo Byron; le dice al espectador, rompiendo la cuarta pared, que depende de ellos decidir si Byron fue bueno o malo.
La película fracasó terriblemente para el productor J. Arthur Rank, y sin duda selló el destino de Dennis Price como un hombre líder que comenzó tan prometedoramente.
Y es que Price tuvo momentos difíciles por sus inclinaciones sexuales, al igual que Byron, aunque de ello no hay nada en el filme; por lo que él es demasiado caballeroso y no dramático; y los rasgos demoníacos de Byron faltan por completo.
Pero no se acusa a Dennis Price, que es un actor perfecto en todos los sentidos, sino al guión, porque hay tantas partes vitalmente significativas de la vida de Byron, que faltan aquí por completo, por ejemplo:
No hay noticias de los Shelley en toda la película, lo cual es un error catastrófico, ya que la amistad entre ellos fue demasiado grandes de su tiempo, tal vez fueron la parte más importante, y al menos más dramática y significativa de sus vidas.
Ni de aquella famosa reunión literaria; por lo que la trama aquí se va sobre sus correrías heterosexuales, con algún esbozo de su amor por los animales pero de manera muy rápida, y no se muestra su excentricidad personal, ni en el vestuario, etc.
De otra forma, también Price interpreta al mujeriego como un vampiro al estilo Oscar Wilde, con una extraña escena de él, compartiendo un vaso con el hermano de una mujer con la que está involucrado, una conversación misteriosa con un amigo:
“Eres una llama demasiado brillante para ser extinguida por un fanático de la mujer”, y una explicación psicológica popular sobre cómo su madre lo trató miserablemente, y maltrata a las mujeres como venganza.
Y es una pena que la única mujer de los 4 asociados con Byron presentada aquí como individuo, sea la primera en ser eliminada.
Este tipo de traición del papel y el diálogo, la encontramos en una serie de citas que pretenden evocar su pensamiento:
“Ella es más pura que la nieve”, “Tu sentido británico del juego limpio es implacable”, “No puedes mantener a un águila en una jaula”
Eso hace que el filme involuntariamente hilarante, hasta que se acerca el tedio, porque no se explica bien las razones, que las hay, y solo se citan para cumplir con un guión muy sumario.
No es coincidencia que el testimonio de los testigos de la defensa reduzca el precio a la sinceridad aburrida; y la sociedad presentada aquí, es una que compite para comprar la primera colección de poesía de Byron, que vende la primera mañana que está a la venta, luego la desaíra cuando su esposa lo abandona y busca exilio en el extranjero por un crimen, presumiblemente igual al de Wilde.
Hay un momento en que Price ofrece un discurso a las tropas que pretende ser inspirador, pero observamos que podría ser más eficaz si pudiera hablar el idioma de las tropas, o viceversa, y aunque Byron gime de que él es cojo, no podemos ver por qué lo era….
Del resto del reparto, como Lady Caroline Lamb, Joan Greenwood se roba fácilmente la película.
Su voz gutural la hace muy simpática, y MacDonald le da una buena escena donde corta su muñeca para llamar la atención de Byron, y tira la cámara hacia atrás lentamente, para enmarcar a ella y a Price en el primer plano para su primer beso.
En general, la película está empantanada en tonterías sentimentales que la privan de la vida, el interés y cualquier rastro de drama, lo cual es una lástima, ya que se podría haber hecho tanto por la vida altamente dramática de Byron; que se merece una adaptación más íntegra; tanto que Dennis Price dijo:
“Algún día espero tener suficiente dinero para hacer otra película de Byron, la historia real.
Y si pudiera obtener todas las escenas que filmamos, y que nunca aparecieron en la película, sería 2/3 de la producción”
Pero conociendo la vida de Lord Byron, el filme no es tan malo como su reputación sugeriría, ya que está bien actuado, y tiene un estilo elegante, pero el guión es innegablemente tonto.
El punto fatuo es determinar si Byron es un gran poeta y luchador por la libertad; o un malvado y libertino.
Son cosas muy básicas, históricamente imprecisas, y que no se han vuelto más convincentes por la eventual revelación de que El Juez es el propio Byron, aunque sus líneas han sido entregadas hasta ahora por otra persona; y apareciendo en la sombra para revelarse como si fuera una sorpresa.
Como curiosidad final, notar que en las escenas que muestran el club londinense de Byron, se muestran las mesas y sillas del propio poeta.
La banda sonora original de Cedric Thorpe Davie es destacable.
“My great comfort is, that the temporary celebrity I have wrung from the world has been in the very teeth of all opinions and prejudices.
I have flattered no ruling powers; I have never concealed a single thought that tempted me”
Las circunstancias reales de la muerte de Lord Byron por enfermedad en Grecia, fueron extremadamente desalmadas, pero en Europa, esos detalles fueron ignorados en las muchas obras que promovían su mito.
Goethe escribió ante la noticia de su muerte:
“Descansa en paz, amigo mío; tu corazón y tu vida han sido grandes y hermosos”
El cuerpo de Byron fue trasladado por Edward Trelawny, también implicado en la causa griega, y enterrado en La Iglesia de Santa María Magdalena de Hucknall, Nottinghamshire, cerca de Newstead Abbey, junto a su madre.
Byron fue embalsamado, pero los griegos querían que parte de su héroe se quedara con ellos; y según algunas fuentes, su corazón permaneció en Missolonghi; y sus otros restos fueron enviados a Inglaterra, acompañados por su fiel criado, “Tita” para su entierro en La Abadía de Westminster, pero La Abadía se negó por razones “de moral cuestionable”
Una losa de mármol dada por El Rey de Grecia se colocó directamente encima de la tumba de Byron; y su hija, Ada Lovelace, fue enterrada más tarde junto a él.
En 1969, 145 años después de la muerte de Byron, un monumento a él finalmente se colocó en La Abadía de Westminster; un monumento que había sido presionado desde 1907; y que The New York Times escribió:
“La gente está empezando a preguntar, si ignorar a Byron no es algo de lo que Inglaterra debería avergonzarse... un busto o una placa podrían ser puestos en El Rincón de Los Poetas, e Inglaterra se liberan de la ingratitud hacia uno de sus más grandes hijos”
Por ello, en La Abadía de Westminster, en el llamado “Rincón de Los Poetas”, solo se encuentra un monumento conmemorativo.
Su ataúd abierto en 1938, comprobó el buen estado general del cuerpo primitivamente embalsamado y llevado originariamente a Inglaterra en una cuba de coñac, presentando únicamente las extremidades signos de descomposición.
Su rostro perfectamente conservado, congelado su semblante en una serena sonrisa, reflejaba de manera reconocible sus facciones plasmadas en docenas de cuadros y grabados, y su cabello mostraba un color grisáceo como única muestra del paso del tiempo.
Tras su muerte, La Baronía de Byron pasó a su primo, George Anson Byron, 7° Barón, un oficial naval.
Luego pasaría a George Anson Byron, 8° Barón Byron (1818–1870); a George Frederick William Byron, 9° Barón Byron (1855–1917); a Frederick Ernest Charles Byron, 10° Barón Byron (1861–1949); y tras la muerte de su bisnieto, Rupert Frederick George Byron, 11° Barón Byron (1903–1983), que había sucedido a su primo hermano, que había sido removido una vez en 1949; esta línea de la familia expiró.
El difunto Barón, fue sucedido por su pariente lejano, su 5º primo, Richard Geoffrey Gordon Byron, 12° Barón Byron (1899–1989), que era el tatara-tatara-tatara-nieto del Reverendo, El Honorable Richard Byron, 3° hijo del 4° Barón.
A partir de 2009, el título lo ocupa su 2º hijo, Robert James Byron, que sería el 13° Barón Byron nacido en 1950; que lo logró en 1989; siendo a futuro, el heredero evidente de Los Byron, el hijo del presente titular, El Honorable Charles Richard Gordon Byron, nacido en 1990.
Como dato, desde el siglo XVI hasta 1818, la residencia familiar de los Lores Byron fue Newstead Abbey en Nottinghamshire.
Mientras la quema de las memorias de Byron en las oficinas de su editor, John Murray, 1 mes después de su muerte, y la supresión de los detalles de la bisexualidad de Byron en documentos alusivos a él, hizo que sus biografías posteriores dieran una imagen distorsionada del personaje; y hasta fecha tan tardía como 1950, no se autorizó al académico Leslie Marchard, a dar detalles sobre las relaciones homosexuales de Byron.
La fama de que gozó Lord Byron en su época, se ha visto reducida en gran medida con el paso de los años, y el aumento de la perspectiva histórica.
Se ha discutido el valor literario, y sobre todo el carácter innovador de sus composiciones líricas, mientras que su facilidad versificadora y su expresión ágil e incisiva, mantienen el interés de sus sátiras y composiciones narrativas.
Byron encarnó para sus coetáneos, el ideal del héroe romántico, tanto en su obra como en su vida, y como tal fue considerado y admirado por no pocos escritores artistas y compositores.
Byron ejerció una gran influencia en la literatura y el arte; y en su momento fue considerado “el poeta más importante del mundo” y su reputación e importancia se mantiene.
Su personalidad y sus escritos, también inspiraron a numerosos compositores, pues hay más de 40 óperas inspiradas en sus obras, y al menos 3 óperas con el propio Byron como personaje principal, una de ellas “Lord Byron” de Virgil Thomson.
Los versos de Byron fueron puestos en música por compositores románticos como:
Felix Mendelssohn, Carl Loewe o Robert Schumann.
Uno de sus mayores admiradores fue Hector Berlioz, cuya música refleja la influencia de Byron, especialmente en su sinfonía con viola solista “Harold en Italia”, obra basada en “Childe Harold’s Pilgrimage”
Por otra parte, el término “héroe byroniano” define un tipo de personaje heroico, que es a la vez idealizado e imperfecto, retratado por primera vez en el poema épico semi autobiográfico de Lord Byron, “Childe Harold’s Pilgrimage” (1812-1818)
En esta obra, al igual que en posteriores obras literarias, los atributos del “héroe byroniano” incluyen:
Alto nivel de inteligencia y percepción; sofisticado y educado; misterioso, magnético y carismático; suele tener conflictos con la integridad y la ley; tener emociones conflictivas, tendencias bipolares o cambios bruscos de humor; autocrítico e introspectivo; desagrado por las instituciones y las normas sociales; ser un exiliado, un excluido o un “fuera de la ley”; desprecio hacia los privilegios y el rango, tanto propios como ajenos; tener un pasado conflictivo; ser cínico, exigente y/o arrogante; poder de seducción y atracción sexual; un solitario, a menudo rechazado por la sociedad; atributos oscuros o no habituales en un héroe; y tendencia autodestructiva.
Los predecesores literarios del “héroe byroniano” en inglés, pueden ser seguidos hasta la interpretación de John Milton de “Lucifer” y hasta los villanos y tiranos de la ficción gótica.
Por ello, la influencia de Byron se manifiesta en muchos autores y artistas del movimiento romántico, y en escritores de ficción gótica durante el siglo XIX.
Y es que Lord Byron fue el modelo para el personaje principal de “Glenarvon” (1816) por la antigua amante de Byron, Lady Caroline Lamb; y para Lord Ruthven en “The Vampyre” (1819) por el médico personal de Byron, John William Polidori.
Claude Frollo de “The Hunchback of Notre Dame” (1831) de Victor Hugo, Edmond Dantes de “The Count of Monte Cristo” (1844) de Alexandre Dumas, Heathcliff de “Wuthering Heights” (1847) de Emily Brontë, y Rochester de “Jane Eyre” (1847) de Charlotte Brontë, son otros ejemplos posteriores de “héroes byronianos” del siglo XIX.
En la literatura victoriana posterior, el personaje de byroniano solo parecía sobrevivir como una figura solitaria, resignado al sufrimiento.
Sin embargo, la representación de Charles Dickens del personaje, es más compleja que eso.
Steerforth en “David Copperfield” manifiesta el concepto del aspecto de “ángel caído” del “héroe byroniano”
Los estudiosos también han establecido paralelos entre el “héroe byroniano” y los héroes “solipsistas” de la literatura rusa; en particular, el famoso personaje de Alexander Pushkin, Eugene Onegin de la obra homónima.
Los mismos temas de carácter, continuaron influyendo en la literatura rusa, particularmente después de que Mikhail Lermontov vigorizó al “héroe byroniano” a través del personaje Pechorin en su novela “A Hero of Our Time” (1839)
El “héroe byroniano” también aparece en muchas novelas contemporáneas, y está claro que el trabajo de Byron continúa influyendo en la literatura moderna como el precursor de un tipo de antihéroe comúnmente encontrado.
Erik, “El Fantasma” de “Phantom Of The Opera” (1909) de Gaston Leroux, es otro ejemplo bien conocido de la primera mitad del siglo XX; y ese tipo de héroe también aparece en muchas novelas contemporáneas, y en el cine moderno, como un precursor del antihéroe, en especial, James Bond de Ian Fleming, si no sus encarnaciones cinemáticas, muestra todo las asignaciones en la segunda mitad del héroe:
Solitario, melancólico, de hermoso físico natural, que de alguna manera ha sido devastado... siendo oscuro y meditabundo en su expresión, de un frío y cínico barniz, sobre todo enigmático, en posesión de un siniestro secreto.
Muy Byron.
“Farewell!
If ever fondest prayer for other's weal avail'd on high, mine will not all be lost in air, but waft thy name beyond the sky”
Lord Byron está considerado como la primera celebridad tal y como se concibe el término modernamente; su imagen de héroe fascinó al público, y su propia esposa, Annabella, acuñó el término “byromanía” para referirse a la expectación y conmoción que causaba allá donde iba; que se parecía a la que puedan provocar las estrellas pop actuales.
La autoconciencia de su imagen personal, y su capacidad de autopromoción, hizo que por ejemplo, diera instrucciones a los artistas que lo retrataban para que nunca lo representaran en actitud sedentaria o pasiva, con una pluma o un libro en la mano, que era la imagen prototípica de los escritores; sino como un hombre de acción; y con el tiempo, Lord Byron intentó apartarse de su exposición pública, que tanto había promovido en su primera época.
George Gordon Byron, 6º Barón de Byron, FRS, mundialmente conocido como Lord Byron, fue un poeta inglés, uno de los escritores más versátiles e importantes, y una de las mayores personalidades del movimiento romántico.
Debido a su talento poético, personalidad, atractivo físico y escándalos personales, fue en vida una verdadera celebridad de la época, y hoy es considerado uno de los mayores poetas en lengua inglesa, y antecedente de la figura del “poeta maldito”
El título “Barón Byron” proviene de Rochdale en El Condado Palatino de Lancaster, y es un título en La Nobleza de Inglaterra, creado en 1643, por patente de cartas para John Byron, 1° Barón Byron (1599–1652), un General de Cavalier y ex miembro del Parlamento.
La Nobleza se creó con el resto de los herederos masculinos de su cuerpo, fallando, a sus 6 hermanos:
Richard, William, Thomas, Robert, Gilbert y Philip; y los herederos masculinos de sus cuerpos.
John Lord Byron murió sin hijos, y fue sucedido por su próximo hermano mayor, Richard Byron, 2° Barón Byron (1606–1679); luego llegó William Byron, 3° Barón Byron (1636–1695); y William Byron, 4° Barón Byron (1669–1736)
El bisnieto de este último, William Byron, 5° Barón Byron (1722–1798), mató a su primo y vecino, William Chaworth en un duelo, el 26 de enero de 1765; y fue llevado ante sus compañeros en La Cámara de Los Lores, pero bajo el estatuto de Edward VI, fue declarado culpable solo de homicidio, y obligado a pagar una pequeña multa.
Byron, en adelante, se hizo conocido como “Mr. Evil” o “Señor Malvado” o como “Demon Byron” o “El Demonio Byron”
A este le sucedió su sobrino nieto, George Gordon Byron, 6° Barón, el famoso poeta romántico que claramente pertenecía a una familia de la aristocracia de su país, y perdió a su padre, John “Mad Jack” Byron a los 3 años.
En 1798, al morir su tío abuelo William, 5º Barón Byron, heredó el título y las propiedades; siendo educado en el Trinity College de Cambridge, etapa en la que curiosamente se distinguió como deportista, a pesar de tener un pie deforme de nacimiento; y vivió una juventud amargada por ello y por la tutela de una madre de temperamento irritable; por lo que Byron tuvo que soportar muchas burlas y rechazos debido a su deformidad.
No obstante, con el tiempo aprendió a defenderse bajo la máxima de que “cuando un miembro se debilita, siempre hay otro que lo compensa”, palabras a las que en su vida siempre haría honor.
Además de la cojera, sufrió mucho por el frío, ya que sus huesos siempre fueron frágiles, algo que le causaba gran malestar.
Al alcanzar la juventud, sus maneras y modales le sirvieron para disimular su cojera, haciéndola parecer un caminar excéntrico, y al mismo tiempo distinguido.
En 1805, Lord Byron se trasladó a La Universidad de Cambridge; aquí, además de ser un brillante estudiante, destacaría por sus trajes extravagantes y su vida licenciosa y despilfarradora; y como en el colegio no se permitían perros ni gatos, él, amante de los animales, decidió tener un mono como mascota.
Pese a ello, se ganó el sobrenombre de “buen chico”; pero dejaría la universidad por falta de dinero, y se mudaría a la calle Picadilly 16 de Londres, en donde fue amante de una prostituta.
Luego, ya sin dinero, volvería con su madre a Southwell, y se dedicaría en cuerpo y alma a la poesía.
En 1809, al ser declarado mayor de edad, Lord Byron emprendió una serie de viajes en los que recorrió España, Portugal, Grecia y Turquía.
Durante estos viajes tuvo varias relaciones, tanto con mujeres como con hombres; y tuvo un particular magnetismo personal.
Consiguió la reputación de no ser convencional, de ser excéntrico, polémico, ostentoso y controvertido.
Muchos han atribuido sus capacidades extraordinarias a un trastorno bipolar, también conocido como Síndrome Maníaco Depresivo; siendo siempre ácido y cruel; pero se inclinó por los desheredados, los marginados, los miserables como los corsarios y los cosacos, y todo lo demás era hipocresía:
Nobleza, sociedad, etc.
Siempre defendió a los más débiles y a los oprimidos, por lo que apoyó a España frente a La Invasión Napoleónica, a la independencia de las naciones suramericanas y, por supuesto, a la libertad de su querida Grecia.
Fue un gran admirador de Rousseau; y tuvo gran afición por la compañía de los animales, como por su perro Terranova “Boatswain”; y es que Byron, mientras estudiaba en Cambridge, guardó un oso en una institución en donde estaban prohibidos los animales domésticos; y en otras épocas de su vida, tuvo de compañía a un zorro, monos, loros, gatos, un águila, un halcón, gallinas de Guinea, un cuervo, un tejón, gansos, una grulla egipcia y una garza.
Decía querer más a los animales que a los seres humanos…
En 1811, murieron su madre y 2 de sus amigos en tan solo 1 mes.
Dichas pérdidas influyeron mucho sobre su ánimo, ya que se obsesionó con la muerte; y en esta época se refugió en su medio-hermana Augusta Maria Leigh, manteniendo una relación con ella.
Lord Byron, no la conoció hasta que fue a la Harrow School, e incluso entonces, sólo muy raramente se encontraron; y al no haberse criado juntos, eran casi como desconocidos el uno para el otro; pero se llevaron bien, y al parecer en cuanto se vieron nuevamente en 1811, se enamoraron.
Cuando el matrimonio de Byron colapsó, y él partió de Inglaterra para no regresar nunca, los rumores de incesto, una ofensa muy seria y escandalosa, se extendieron.
Como consecuencia, se le acusó por incesto, porque ella estaba casada, y en la primavera de 1814, dio a luz a su 3ª hija, Elizabeth Medora Leigh, rumoreándose que era de Byron y no de su esposo.
Unos cuantos días después del nacimiento, Byron fue a Swynford Paddocks, la casa de su hermana en Cambridgeshire, para ver al bebé, y escribió, en una carta a Lady Melbourne, su confidente:
“Oh, pero no es un simio, y vale la pena”; pues se creía que un niño nacido de una relación incestuosa, probablemente sería deforme.
Algunos dicen que debido al temor de ser procesado, fue que Byron abandonó el país.
La publicación en 1812 de los 2 primeros cantos de “Childe Harold’s Pilgrimage”, poemas que narran sus viajes por Europa, lo llevaron a la fama estableciendo lo que se llamó “el héroe de Byron”; y se considera que tanto la propia persona de Byron, como los personajes de sus escritos, proporcionan características definitorias al tipo de personaje.
También fue famosa su aventura con la aristócrata Lady Caroline Lamb.
Ella tenía 24 años, él 26; y su marido era El Honorable William Lamb, quién más tarde se convertiría en Vizconde de Melbourne y Primer Ministro.
Ella, posteriormente definió a Byron en lo que se convertiría en epitafio duradero como “loco, malo, y peligroso de conocer”; y reclamó haber acuñado la frase después de su primera reunión con el poeta en un evento social en 1812.
Y después de que Byron rompió la relación, su marido se llevó a Lady Caroline deshonrada y desolada a Irlanda.
Cuando ella regresó a Londres en 1813, aun así, Byron le dejó claro que no tenía ninguna intención de retomar su relación; esto la espoleó a numerosos intentos públicos por recuperar a su amante; y las cosas llegaron a su punto álgido en un baile celebrado por Lady Heathcote, a principios de julio de 1813, cuando Byron la insultó públicamente, y ella respondió rompiendo un vaso de vino e intentando cortarse las muñecas.
No se hirió seriamente, gracias a la pronta intervención de su suegra Lady Melbourne, y además, es improbable que tuviera verdaderas intenciones suicidas; pero la alta sociedad quedó escandalizada, y su estabilidad mental se puso en cuestión.
El mismo Byron se refirió a ello como una actuación teatral:
“Lady Caroline interpretó la escena de la daga”, en una referencia a “Macbeth”
La obsesión de Lady Caroline con Byron, definiría gran parte de su vida posterior, además de influir tanto en su obra como en la de Byron; y llamando a Byron “traidor”, William Lamb siempre apoyó a su esposa hasta su muerte.
Y es que Lord Byron fue poco querido por los demás componentes de la nobleza, por sus continuos amoríos y críticas, como al Duque de Wellington.
Incluso fue insultado públicamente en La Cámara de Los Lores, a causa de haber defendido el ludismo y a los católicos; pero a él realmente le importaba muy poco, e incluso le gustaba que lo odiaran pues, en su opinión, también le temían.
En 1815, Byron se casó con Anna Isabella Milbanke, una matemática y activista política y social; que sería Lady Byron, 11° Baronesa de Wentworth y Baronesa de Byron, a quien le dijo en la noche de bodas:
“Te arrepentirás de haberte casado con el diablo”, con quien tuvo una hija, Augusta Ada Byron King, que llegaría a ser La Condesa de Lovelace, conocida habitualmente como Ada Lovelace, y fue una matemática y escritora británica, cuya fama le viene principalmente por su trabajo sobre la máquina calculadora mecánica de uso general de Charles Babbage, la denominada “máquina analítica”
Y entre sus notas sobre la máquina, se encuentra lo que se reconoce hoy como el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina, por lo que se la considera como “la primera programadora de ordenadores”
En 1816, 1 mes después del nacimiento de Ada, y tras conocerse que Byron no le era fiel, Anna Isabella lo abandonó, y obtuvo el divorcio con ayuda de sus padres; y se cree que la principal motivación para Annabella al pedir el divorcio, era su miedo a que Lord Byron obtuviera la custodia de su hija, ya que en aquella época tendían a favorecer al marido; a lo que Byron abandonó Inglaterra ese mismo año, y nunca volvió.
Lady Byron falleció de cáncer de mama, el 16 de mayo de 1860, un día antes de cumplir 68 años; y fue enterrada en el cementerio Kensal Green, en Londres.
Poco antes de su muerte, compartió su versión sobre cómo había sido su matrimonio con Lord Byron, incluyendo detalles sobre la relación incestuosa de Byron con su hermana, Augusta; y la biografía fue publicada en 1869, destruyendo la reputación de Lord Byron.
Así, el personaje libertino y amoral que Lord Byron encarnaba frente a la sociedad, terminó por volverse contra él; por sus poemas antipatrióticos, su acusación de sodomía, y las dudas sobre su cordura provocaron su ostracismo social.
Amargado profundamente, Byron abandonó Inglaterra para convertirse en poeta errante por Europa; y se trasladó a Suiza procedente de Bélgica, y estuvo viviendo algún tiempo junto a Percy Bysshe Shelley, Mary Shelley y su médico personal, John William Polidori, pues Byron fue muy propenso a las enfermedades y fue otra de las causas de sus depresiones; y sostuvo relaciones amorosas con Clara Mary Jane Clairmont, hermanastra de la escritora Mary Shelley, y la madre de la hija de Lord Byron, Allegra.
Clairmont era la única amante, además de Caroline Lamb, a quien Byron se refirió como “un poco demoníaca”; a lo que Clairmont diría más tarde, que su relación con Byron le “había otorgado pocos minutos de placer, y una vida entera de problemas”
En una tormentosa noche de verano de 1816, tuvo lugar la famosa e histórica reunión de los 4 en la Villa Diodati, alquilada por Byron, y decidieron escribir relatos de terror dignos de aquella noche lúgubre.
Inspirados ambos en la personalidad de Byron, Mary Shelley escribió “Frankenstein” y Polidori su relato “The Vampyre”
En su estancia suiza, Byron redactó “El Prisionero de Chillón”, “El Himno a La Belleza Intelectual”, “El Sueño” y “Estancias a Augusta”; y desde 1817 hasta 1822, estuvo viajando por Italia, recorriendo ciudades como:
Pisa, Génova y Roma, donde tuvo una aventura con Margarita Cogni, y vivió en El Palacio Nani-Mocenigo.
La residencia fue casi un harén para él, y frecuentó las tertulias de Las Condesas Benzoni y Albrizzi.
En 1821, Byron participó en la revuelta de Los Carbonarios en Rávena, y se enroló en los movimientos contra El Papa, pues publicó por entonces su obra crítica “La Profecía de Dante” y contra Austria.
También llegó a vivir un tiempo en Venecia, donde según fanfarroneaba, tuvo 250 relaciones sexuales con mujeres, y donde vivió con La Condesa Teresa Guiccioli, recién separada de su anciano marido.
Edgar Allan Poe, el escritor estadounidense, se basó en esa relación para escribir “La Cita”, un relato gótico de 1834; y en esta época terminó el 4° canto de “Childe Harold” y su “Manfredo” (1817), que le permitió sostener correspondencia con Goethe, quien diría de él que se trataba del “primer talento de su siglo”
Lord Byron admiraba a Los Generales Páez y Bolívar, a una goleta suya, la llamaba “Bolívar”; y estuvo a punto de enrolarse en unos de los tantos contratos que se hacían en Londres para ir a combatir en La Guerra de Independencia de Venezuela.
Seguramente, Lord Byron conocía las hazañas de estos aguerridos militares por boca de los expedicionarios que regresaban a Europa, por sus escritos, narraciones o por comentarios de la prensa de la época.
En abril de 1822, murió su hija ilegítima, Allegra, nacida de su relación con Claire Clairmont, hermanastra de Mary Shelley; cuando apenas había cumplido 5 años, y a la que Byron tenía gran aprecio.
Pero se dijo que el pésimo cuidado de Byron hacia la niña, se vio demostrado cuando Allegra falleció de una fiebre que los eruditos reconocieron como tifus, y otros especularon que había sido malaria.
Clairmont reconoció a Byron como el completo responsable por la pérdida de su hija, y lo odió por el resto de su vida; mientras la muerte de Percy Shelley sucedió sólo 2 meses después.
Además, mientras hacía un viaje junto a su gran amigo Percy Shelley en goleta, la de Byron se llamaba “Bolívar” y la de Shelley “Don Juan”; este último murió en un naufragio ocurrido el 8 de julio junto a su amigo, El Capitán Williams.
En septiembre, Byron se instaló en Génova, ya que quiso dedicarse a la política sin éxito; pero sí está claro que Byron fue un escritor prolífico.
En 1833, su editor John Murray publicó 17 volúmenes sobre toda su obra, incluyendo la biografía de Thomas Moore.
Su gran obra, “Don Juan”, un poema de 17 cantos, fue uno de los más importantes poemas largos publicados en Inglaterra, desde “El Paraíso Perdido” de John Milton; y con “Don Juan” influyó a nivel social, político, literario e ideológico, en la que recrea al mítico personaje en un tono que oscila entre la gravedad y la ironía; tanto que sirvió de inspiración para los autores victorianos; e influyó en los autores románticos del siglo XIX, sobre todo por sus héroes o antihéroes; porque sus personajes presentan un idealizado pero defectuoso carácter cuyos atributos incluían:
Un gran talento, gran exhibición de pasión, aversión por la sociedad y por las instituciones sociales, frustración por un amor imposible debido a los límites impuestos por la sociedad o la muerte, rebeldía, exilio, oscuro pasado, y un comportamiento autodestructivo.
Las obras “Childe Harold’s Pilgrimage”, “Lara”, “Manfredo” y “Don Juan” son claramente autobiográficas; aunque sin duda, recreados y aumentados para configurar lo que sería el típico “héroe byroniano”, al que él mismo trató de emular en su vida, caracterizado por la rebeldía frente a la moral y las convenciones establecidas, y marcado por una vaga nostalgia y exaltación de sentimientos, en especial, el sufrimiento por un indeterminado “pecado original”
En marzo de 1823, a Byron lo designaron miembro del Comité de Londres para La Independencia de Grecia, y se marchó allí en 1824 desde Génova, en la goleta “Hércules” para luchar por la independencia del país, entonces parte del Imperio Otomano, fue recibido como un héroe por los griegos, quienes querían hacerlo Comandante, y planeó un ataque junto con El Príncipe Alejandro Mavrocordatos, pero se desanimó pronto al descubrir las rencillas por el poder de los distintos grupos griegos.
Este autor, que culmina su vida en forma trágica en Grecia, en La Guerra contra Turquía después de haber desafiado la mentalidad moralista de su época, mediante una tras otra sorpresa y escándalo, se destacó por su carácter melancólico y apasionado, tal como podemos apreciarlo en sus enérgicas descripciones de los países visitados con suficiencia retórica y fuerza pictórica; orientado cada vez más hacia la causa liberal, a raíz de la rebelión de los griegos contra los turcos, tanto que en ese marco, Lord Byron reclutó un regimiento para la causa, aportó sumas económicas importantes, y se reunió con los insurgentes en julio de 1823, en Missolonghi; pero allí, el 10 de abril sufrió un ataque epiléptico, y enfermó gravemente.
Los médicos le prescribieron unas sangrías, a las que él se negó; y días después, extenuado por la enfermedad y llamándolos asesinos, permitió a los médicos sacarle toda la sangre que desearan.
El 16 de abril le practicaron la primera sin buen resultado; y al día siguiente realizaron otras 2...
Lord Byron murió el día 19 de abril, en Missolonghi, a los 36 años de edad, sin haber cumplido su sueño de independencia griega; los testigos presenciales aseguraron que, en total, le habían extraído unos 2 litros de sangre, aproximadamente, para poder salvarlo infructuosamente.
“I had a dream, which was not all a Dream”
The Bad Lord Byron es un drama del año 1949, dirigido por David MacDonald.
Protagonizado por Dennis Price, Mai Zetterling, Joan Greenwood, Linden Travers, Denis O'Dea, Sonia Holm, Raymond Lovell, Leslie Dwyer, Irene Browne, Wilfrid Hyde-White, Virgilio Teixeira, Ernest Thesiger, Barry Jones, Nora Swinburne, entre otros.
El guión es de Paul Holt, Laurence Kitchin, Peter Quennell, Anthony Thorne y Terence Young; basados en la vida de Lord Byron; y se dice que “Citizen Kane” (1941) no es la única influencia en The Bad Lord Byron, pues todo el concepto está tomado de la película de Michael Powell, “A Matter of Life and Death” (1946)
El rodaje tuvo lugar en Italia en 1947; y en el estudio de Shepherd's Bush.
No se pudo rodar en locaciones reales durante la vida de Byron por diferentes motivos:
Un bibliotecario de Nottingham City, se negó a que los realizadores rodaran en Newstead Abbey por la reputación de Byron; a lo que se llamó “un ejemplo de burocracia en su peor momento”; pero se gastó mucho esfuerzo y mucho dinero para asegurar que la película fuera lo más exacta históricamente posible en términos de decorados y vestuario.
No se rodó en color, ya que hacerlo habría aumentado 1/3 su presupuesto, aun cuando se usaron cámaras a color de “The Blue Lagoon” (1949)
Un conjunto enorme, fue construido en Shepherd’s Bush; y la filmación tomó 11 semanas en total; y antes de que la película fuera estrenada, los Estados Unidos anunciaron que no permitirían que la película se proyectara debido a la relación entre Byron y su media hermana…
El filme fue un fracaso de taquilla, crítico y comercial, llevando al actor protagonista, Dennis Price, a caer en una depresión severa, irónicamente tal como Byron.
Gravemente herido durante una campaña militar en Grecia, Lord Byron (Dennis Price) sueña que es juzgado al morir por ser, de una parte, poeta y soldado; y de otra, un seductor y libertino.
Los testigos son llevados a testificar en “flashbacks”, con la acusación vestida de negro (Denis O'Dea), y la defensa en blanco (Cyril Chamberlain)
Entre los testigos se encuentran:
La infame Lady Caroline Lamb (Joan Greenwood), y su esposa Annabella Milbanke (Sonia Holm), algo más pura...
Byron era todo lo que nos muestra:
Su vida, un aventurero, un político, un poeta de primer rango, un amante de la libertad; también fue uno de los rastrillos más notorios de la historia, dejando corazones rotos por toda Europa, femeninos y masculinos, pero de éstos últimos no hay constancia en la película.
También podría haber tenido una aventura con su media hermana... que tampoco se hace un señalamiento; y al final, tras recorrer su vida adulta por medio de esos “flashback” que lo juzgan, no se pronunció ningún veredicto, pero El Juez (Dennis Price) da a la audiencia que debata el mensaje; uno que sólo Byron mismo puede juzgar y ser parte del mismo; y así:
¿Dónde lo pondrías?
The Bad Lord Byron es una biográfica histórica, originalmente despreciada, porque carece de seriedad; pero ahora se puede admirar como esbozo muy original, una semblanza curiosa sobre Lord Byron.
“I awoke one morning and found myself famous”
La película The Bad Lord Byron, fue anunciada en 1945 por Two Cities con Eric Portman para interpretar el papel principal.
Portman había interpretado a Byron en el escenario; y Stewart Granger fue mencionado como otra posibilidad.
La película debía ser escrita, producida y dirigida por Terence Young, basada en los libros de Peter Quennell, “The Years of Fame and Byron in Italy”; pero el proyecto no se hizo, y fue reactivado cuando Sydney Box se hizo cargo de Gainsborough Studios en 1946.
Box había estado considerando una película basada en Percy Shelley, pero también estaba entusiasmado con hacer una en Byron, a quien Box admiraba mucho.
Y le asignó el proyecto al productor Aubrey Baring, y al director David MacDonald.
MacDonald era famoso por sus claustrofóbicos “thrillers” rodados en los años de posguerra; y con él se contrató a Stephen Dade para la fotografía en B/N; por lo que, al menos 5 pares de manos acreditadas entre los escritores, aportan vacilaciones en los guiones a este “juego de disfraces intrigante” de las páginas de la historia, narrado en un “flashback” en el lecho de muerte griego de Lord Byron.
Pero todos ellos redujeron en gran medida el guión de Young a la mitad, y aun así, Box todavía estaba insatisfecho…
Trabajando con el asesor de guiones de Gainsborough, Paul Holt, Box reconfiguró la película para que consistiera en una serie de “flashbacks” sobre episodios de la vida de Byron; y finalmente Box decidió que este enfoque era demasiado derivado de “Citizen Kane” (1941), e hizo que la presencia de Byron en la película fuera demasiado insustancial.
Luego decidió enfocar el guión en la relación de Byron con Teresa Guiccioli, pero cambió de opinión con Mai Zetterling, quien estaba interpretando esa parte que no estaba disponible.
El papel principal se le dio a Dennis Price, quien dijo durante el rodaje, que sentía que Portman debería desempeñar el papel…
Curiosamente más tarde, tras el estreno del film, Sydney Box escuchó una obra de radio sobre Byron, “The Trial of Lord Byron” de Laurence Kitchin, que pensó que ataría algunos cabos sueltos de la película; y consistía en Byron siendo llevado ante un Tribunal celestial, y forzado a justificar sus acciones.
Box compró los derechos de la obra de radio, e hizo que David MacDonald disparara 22 minutos de repeticiones en 2 días.
De esa manera, The Bad Lord Byron ve la vida desde la perspectiva del mismo Lord Byron, gravemente herido en Grecia, donde lucha por la independencia griega.
Desde su lecho de muerte, él recuerda su vida y muchos amores, imaginando que está defendiendo su caso ante una Corte celestial.
La primera testigo llamada es Lady Caroline Lamb, que recuerda su relación.
Se encontró con Byron después de un baile, y comenzaron una aventura.
Y Byron escribe el poema “She Walks in Beauty” sobre otra mujer, haciendo que Lady Caroline se apuñale con un cristal roto; y rompe con ella, y Lady Caroline es enviada a Irlanda.
El siguiente testigo es Annabella Milbanke, quien habla sobre su romance y matrimonio con Byron, incluido el nacimiento de su hija.
El tercer testigo es Augusta Leigh (Linden Travers), con quien Annabella pensó que Byron estaba teniendo una aventura, aunque Augusta lo niega.
John Cam Hobhouse, Primer Barón Broughton (Raymond Lovell) es el 4º testigo.
Él habla sobre la carrera política de Byron, y cómo se hizo famoso de la noche a la mañana a través de su poesía, y de conocer a Teresa, La Condesa Guiccioli (Mai Zetterling)
Teresa es el 5º testigo:
Ella habla de su historia de amor mientras estaba casada, y su participación en el Carbonari en Italia; pero Byron la deja para luchar por la independencia griega.
El Juez celestial, interpretado por el mismo Byron; le dice al espectador, rompiendo la cuarta pared, que depende de ellos decidir si Byron fue bueno o malo.
La película fracasó terriblemente para el productor J. Arthur Rank, y sin duda selló el destino de Dennis Price como un hombre líder que comenzó tan prometedoramente.
Y es que Price tuvo momentos difíciles por sus inclinaciones sexuales, al igual que Byron, aunque de ello no hay nada en el filme; por lo que él es demasiado caballeroso y no dramático; y los rasgos demoníacos de Byron faltan por completo.
Pero no se acusa a Dennis Price, que es un actor perfecto en todos los sentidos, sino al guión, porque hay tantas partes vitalmente significativas de la vida de Byron, que faltan aquí por completo, por ejemplo:
No hay noticias de los Shelley en toda la película, lo cual es un error catastrófico, ya que la amistad entre ellos fue demasiado grandes de su tiempo, tal vez fueron la parte más importante, y al menos más dramática y significativa de sus vidas.
Ni de aquella famosa reunión literaria; por lo que la trama aquí se va sobre sus correrías heterosexuales, con algún esbozo de su amor por los animales pero de manera muy rápida, y no se muestra su excentricidad personal, ni en el vestuario, etc.
De otra forma, también Price interpreta al mujeriego como un vampiro al estilo Oscar Wilde, con una extraña escena de él, compartiendo un vaso con el hermano de una mujer con la que está involucrado, una conversación misteriosa con un amigo:
“Eres una llama demasiado brillante para ser extinguida por un fanático de la mujer”, y una explicación psicológica popular sobre cómo su madre lo trató miserablemente, y maltrata a las mujeres como venganza.
Y es una pena que la única mujer de los 4 asociados con Byron presentada aquí como individuo, sea la primera en ser eliminada.
Este tipo de traición del papel y el diálogo, la encontramos en una serie de citas que pretenden evocar su pensamiento:
“Ella es más pura que la nieve”, “Tu sentido británico del juego limpio es implacable”, “No puedes mantener a un águila en una jaula”
Eso hace que el filme involuntariamente hilarante, hasta que se acerca el tedio, porque no se explica bien las razones, que las hay, y solo se citan para cumplir con un guión muy sumario.
No es coincidencia que el testimonio de los testigos de la defensa reduzca el precio a la sinceridad aburrida; y la sociedad presentada aquí, es una que compite para comprar la primera colección de poesía de Byron, que vende la primera mañana que está a la venta, luego la desaíra cuando su esposa lo abandona y busca exilio en el extranjero por un crimen, presumiblemente igual al de Wilde.
Hay un momento en que Price ofrece un discurso a las tropas que pretende ser inspirador, pero observamos que podría ser más eficaz si pudiera hablar el idioma de las tropas, o viceversa, y aunque Byron gime de que él es cojo, no podemos ver por qué lo era….
Del resto del reparto, como Lady Caroline Lamb, Joan Greenwood se roba fácilmente la película.
Su voz gutural la hace muy simpática, y MacDonald le da una buena escena donde corta su muñeca para llamar la atención de Byron, y tira la cámara hacia atrás lentamente, para enmarcar a ella y a Price en el primer plano para su primer beso.
En general, la película está empantanada en tonterías sentimentales que la privan de la vida, el interés y cualquier rastro de drama, lo cual es una lástima, ya que se podría haber hecho tanto por la vida altamente dramática de Byron; que se merece una adaptación más íntegra; tanto que Dennis Price dijo:
“Algún día espero tener suficiente dinero para hacer otra película de Byron, la historia real.
Y si pudiera obtener todas las escenas que filmamos, y que nunca aparecieron en la película, sería 2/3 de la producción”
Pero conociendo la vida de Lord Byron, el filme no es tan malo como su reputación sugeriría, ya que está bien actuado, y tiene un estilo elegante, pero el guión es innegablemente tonto.
El punto fatuo es determinar si Byron es un gran poeta y luchador por la libertad; o un malvado y libertino.
Son cosas muy básicas, históricamente imprecisas, y que no se han vuelto más convincentes por la eventual revelación de que El Juez es el propio Byron, aunque sus líneas han sido entregadas hasta ahora por otra persona; y apareciendo en la sombra para revelarse como si fuera una sorpresa.
Como curiosidad final, notar que en las escenas que muestran el club londinense de Byron, se muestran las mesas y sillas del propio poeta.
La banda sonora original de Cedric Thorpe Davie es destacable.
“My great comfort is, that the temporary celebrity I have wrung from the world has been in the very teeth of all opinions and prejudices.
I have flattered no ruling powers; I have never concealed a single thought that tempted me”
Las circunstancias reales de la muerte de Lord Byron por enfermedad en Grecia, fueron extremadamente desalmadas, pero en Europa, esos detalles fueron ignorados en las muchas obras que promovían su mito.
Goethe escribió ante la noticia de su muerte:
“Descansa en paz, amigo mío; tu corazón y tu vida han sido grandes y hermosos”
El cuerpo de Byron fue trasladado por Edward Trelawny, también implicado en la causa griega, y enterrado en La Iglesia de Santa María Magdalena de Hucknall, Nottinghamshire, cerca de Newstead Abbey, junto a su madre.
Byron fue embalsamado, pero los griegos querían que parte de su héroe se quedara con ellos; y según algunas fuentes, su corazón permaneció en Missolonghi; y sus otros restos fueron enviados a Inglaterra, acompañados por su fiel criado, “Tita” para su entierro en La Abadía de Westminster, pero La Abadía se negó por razones “de moral cuestionable”
Una losa de mármol dada por El Rey de Grecia se colocó directamente encima de la tumba de Byron; y su hija, Ada Lovelace, fue enterrada más tarde junto a él.
En 1969, 145 años después de la muerte de Byron, un monumento a él finalmente se colocó en La Abadía de Westminster; un monumento que había sido presionado desde 1907; y que The New York Times escribió:
“La gente está empezando a preguntar, si ignorar a Byron no es algo de lo que Inglaterra debería avergonzarse... un busto o una placa podrían ser puestos en El Rincón de Los Poetas, e Inglaterra se liberan de la ingratitud hacia uno de sus más grandes hijos”
Por ello, en La Abadía de Westminster, en el llamado “Rincón de Los Poetas”, solo se encuentra un monumento conmemorativo.
Su ataúd abierto en 1938, comprobó el buen estado general del cuerpo primitivamente embalsamado y llevado originariamente a Inglaterra en una cuba de coñac, presentando únicamente las extremidades signos de descomposición.
Su rostro perfectamente conservado, congelado su semblante en una serena sonrisa, reflejaba de manera reconocible sus facciones plasmadas en docenas de cuadros y grabados, y su cabello mostraba un color grisáceo como única muestra del paso del tiempo.
Tras su muerte, La Baronía de Byron pasó a su primo, George Anson Byron, 7° Barón, un oficial naval.
Luego pasaría a George Anson Byron, 8° Barón Byron (1818–1870); a George Frederick William Byron, 9° Barón Byron (1855–1917); a Frederick Ernest Charles Byron, 10° Barón Byron (1861–1949); y tras la muerte de su bisnieto, Rupert Frederick George Byron, 11° Barón Byron (1903–1983), que había sucedido a su primo hermano, que había sido removido una vez en 1949; esta línea de la familia expiró.
El difunto Barón, fue sucedido por su pariente lejano, su 5º primo, Richard Geoffrey Gordon Byron, 12° Barón Byron (1899–1989), que era el tatara-tatara-tatara-nieto del Reverendo, El Honorable Richard Byron, 3° hijo del 4° Barón.
A partir de 2009, el título lo ocupa su 2º hijo, Robert James Byron, que sería el 13° Barón Byron nacido en 1950; que lo logró en 1989; siendo a futuro, el heredero evidente de Los Byron, el hijo del presente titular, El Honorable Charles Richard Gordon Byron, nacido en 1990.
Como dato, desde el siglo XVI hasta 1818, la residencia familiar de los Lores Byron fue Newstead Abbey en Nottinghamshire.
Mientras la quema de las memorias de Byron en las oficinas de su editor, John Murray, 1 mes después de su muerte, y la supresión de los detalles de la bisexualidad de Byron en documentos alusivos a él, hizo que sus biografías posteriores dieran una imagen distorsionada del personaje; y hasta fecha tan tardía como 1950, no se autorizó al académico Leslie Marchard, a dar detalles sobre las relaciones homosexuales de Byron.
La fama de que gozó Lord Byron en su época, se ha visto reducida en gran medida con el paso de los años, y el aumento de la perspectiva histórica.
Se ha discutido el valor literario, y sobre todo el carácter innovador de sus composiciones líricas, mientras que su facilidad versificadora y su expresión ágil e incisiva, mantienen el interés de sus sátiras y composiciones narrativas.
Byron encarnó para sus coetáneos, el ideal del héroe romántico, tanto en su obra como en su vida, y como tal fue considerado y admirado por no pocos escritores artistas y compositores.
Byron ejerció una gran influencia en la literatura y el arte; y en su momento fue considerado “el poeta más importante del mundo” y su reputación e importancia se mantiene.
Su personalidad y sus escritos, también inspiraron a numerosos compositores, pues hay más de 40 óperas inspiradas en sus obras, y al menos 3 óperas con el propio Byron como personaje principal, una de ellas “Lord Byron” de Virgil Thomson.
Los versos de Byron fueron puestos en música por compositores románticos como:
Felix Mendelssohn, Carl Loewe o Robert Schumann.
Uno de sus mayores admiradores fue Hector Berlioz, cuya música refleja la influencia de Byron, especialmente en su sinfonía con viola solista “Harold en Italia”, obra basada en “Childe Harold’s Pilgrimage”
Por otra parte, el término “héroe byroniano” define un tipo de personaje heroico, que es a la vez idealizado e imperfecto, retratado por primera vez en el poema épico semi autobiográfico de Lord Byron, “Childe Harold’s Pilgrimage” (1812-1818)
En esta obra, al igual que en posteriores obras literarias, los atributos del “héroe byroniano” incluyen:
Alto nivel de inteligencia y percepción; sofisticado y educado; misterioso, magnético y carismático; suele tener conflictos con la integridad y la ley; tener emociones conflictivas, tendencias bipolares o cambios bruscos de humor; autocrítico e introspectivo; desagrado por las instituciones y las normas sociales; ser un exiliado, un excluido o un “fuera de la ley”; desprecio hacia los privilegios y el rango, tanto propios como ajenos; tener un pasado conflictivo; ser cínico, exigente y/o arrogante; poder de seducción y atracción sexual; un solitario, a menudo rechazado por la sociedad; atributos oscuros o no habituales en un héroe; y tendencia autodestructiva.
Los predecesores literarios del “héroe byroniano” en inglés, pueden ser seguidos hasta la interpretación de John Milton de “Lucifer” y hasta los villanos y tiranos de la ficción gótica.
Por ello, la influencia de Byron se manifiesta en muchos autores y artistas del movimiento romántico, y en escritores de ficción gótica durante el siglo XIX.
Y es que Lord Byron fue el modelo para el personaje principal de “Glenarvon” (1816) por la antigua amante de Byron, Lady Caroline Lamb; y para Lord Ruthven en “The Vampyre” (1819) por el médico personal de Byron, John William Polidori.
Claude Frollo de “The Hunchback of Notre Dame” (1831) de Victor Hugo, Edmond Dantes de “The Count of Monte Cristo” (1844) de Alexandre Dumas, Heathcliff de “Wuthering Heights” (1847) de Emily Brontë, y Rochester de “Jane Eyre” (1847) de Charlotte Brontë, son otros ejemplos posteriores de “héroes byronianos” del siglo XIX.
En la literatura victoriana posterior, el personaje de byroniano solo parecía sobrevivir como una figura solitaria, resignado al sufrimiento.
Sin embargo, la representación de Charles Dickens del personaje, es más compleja que eso.
Steerforth en “David Copperfield” manifiesta el concepto del aspecto de “ángel caído” del “héroe byroniano”
Los estudiosos también han establecido paralelos entre el “héroe byroniano” y los héroes “solipsistas” de la literatura rusa; en particular, el famoso personaje de Alexander Pushkin, Eugene Onegin de la obra homónima.
Los mismos temas de carácter, continuaron influyendo en la literatura rusa, particularmente después de que Mikhail Lermontov vigorizó al “héroe byroniano” a través del personaje Pechorin en su novela “A Hero of Our Time” (1839)
El “héroe byroniano” también aparece en muchas novelas contemporáneas, y está claro que el trabajo de Byron continúa influyendo en la literatura moderna como el precursor de un tipo de antihéroe comúnmente encontrado.
Erik, “El Fantasma” de “Phantom Of The Opera” (1909) de Gaston Leroux, es otro ejemplo bien conocido de la primera mitad del siglo XX; y ese tipo de héroe también aparece en muchas novelas contemporáneas, y en el cine moderno, como un precursor del antihéroe, en especial, James Bond de Ian Fleming, si no sus encarnaciones cinemáticas, muestra todo las asignaciones en la segunda mitad del héroe:
Solitario, melancólico, de hermoso físico natural, que de alguna manera ha sido devastado... siendo oscuro y meditabundo en su expresión, de un frío y cínico barniz, sobre todo enigmático, en posesión de un siniestro secreto.
Muy Byron.
“Farewell!
If ever fondest prayer for other's weal avail'd on high, mine will not all be lost in air, but waft thy name beyond the sky”
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