Doña Bárbara

“La mujer indomable que ante nada se había detenido, se encuentra ahora en presencia de algo contra lo cual no sabía luchar...
Presentía el fracaso de las esperanzas puestas en la entrega de sus obras, y el fatalismo del indio que llevaba en la sangre le hacía mirar ya, a pesar suyo, hacia los caminos de renunciación”

Muchos hombres se quejan de los defectos de sus parejas los celos enfermizos y la manipulación ocupan los primeros lugares.
No es tarea fácil detectar a una pareja manipuladora de entrada.
En ocasiones lleva tiempo su tiempo poder darse cuenta de que una actitud ingenua y de victima disfraza una manera de ser.
Entre las actitudes de una persona manipuladora, podemos encontrar la más fácil, hacer sentir culpable al otro por la situación propia que se está atravesando; esa es una de las maneras más comunes de manipulación.
Antes que exponerse a esto, hay que detenerse y pensar cuan responsable es uno de lo que está realmente sucediendo.
El pedir perdón y montar una escena para demostrar lastima tras una pelea o para evitar una posible ruptura es otra conducta habitual que se ejerce como natural por este tipo de personas.
Ellos desean moldear a su pareja a su conveniencia.
Curiosamente, y respecto a este tema, la novela latinoamericana se ha destacado en el mundo entero por su excelente narrativa y sus propuestas ficcionales.
Estas características han hecho de ella un cultivo propicio para la imagen del cine.
No sólo el boom latinoamericano ha estimulado la producción cinematográfica.
“Doña bárbara, esa mujer de origen ignoto cuya niñez y primera juventud transcurren entre ríos salvajes, selvas vírgenes y tribus lejanas, personifica en cierto modo la llanura, que lleva la vida en su vientre y administra la muerte en el hueco oculto a la vista del jinete veloz, en la tarascada del caimán, en la embestida del toro o en la emboscada que encubren las sombras de la mata.
La llanura devora al hombre que se le entrega y lo convierte en algo suyo para siempre:
Doña Bárbara es la devoradora de hombres”
Doña Bárbara es una película mexicana de drama romántico estrenada en 1943, dirigida por Fernando de Fuentes y protagonizada por una ENORME María Félix, Julián Soler, María Elena Marqués, Andrés Soler, Charles Rooner, Agustín Isunza, Miguel Inclán, Eduardo Arozamena, Antonio R. Frausto, Pedro Galindo, Paco Astol, Arturo Soto Rangel, Manuel Dondé, Felipe Montoya, Luis Jiménez Morán, Alfonso Bedoya y Roberto Cañedo.
Doña Bárbara está basada en la novela homónima escrita por el ex presidente venezolano Rómulo Gallegos, quien también participo en la película al escribir el guion.
Doña Bárbara tiene una banda sonora musical de Francisco Domínguez; con canciones venezolanas compuestas especialmente para Doña Bárbara.
Doña Bárbara es una novela publicada por Editorial Araluce, el 11 de agosto de 1929.
Ha sido reeditada más de cuarenta veces y traducida a otros idiomas.
Consta de tres partes y se desarrolla en los llanos del Apure, región del Arauca.
Doña Bárbara es una novela realista, hay en ella una observación profunda del mundo, una marcada descripción de una realidad, su intención va más allá de lo literario.
Persigue un fin social, un cambio, la obra muestra la clásica y casi compulsiva obsesión de Rómulo Gallegos por incidir en la realidad venezolana rural, salvaje e insensata del siglo XIX mediante un proyecto civilizador que plantee, en primera instancia, un impulso educativo abrasador, proyectado por una sociedad o un hombre intelectual cuya meta es concientizar al bárbaro, luego de la negativa inicial que la única manera de progreso es el cumplimiento de la ley y que existen mecanismos colectivos de bien común que van más allá de simples personalismos e instintos particulares.
Gallegos plantea, pues, una solución al caudillismo.
Cabe señalar y reconocer que la Doña Bárbara de Fernando de Fuentes está considerada una de las 100 mejores películas del cine mexicano, desde que se estrenó en 1943.
Doña Bárbara proveniente de las oscuridades más profundas de la selva amazónica, y fruto de la unión de la india mansa a manos del blanco oportunista, poco se sabe de sus primeros años, y de cómo llegó a parar de cocinera en una piragua de contrabandistas y piratas del Orinoco a mando de un capitán al que ella paternalmente llamaba “taita”
Durante este tiempo “Barbarita” llevaba una vida rudimentaria al lado de estos perversos personajes bajo la tutela del “taita”, hasta que se embarcó en la piragua un joven como pasajero y como no podía pagarles, hacía los trabajos que los piratas le ordenaran hacer.
Barbarita se enamoró inmediatamente del joven de nombre Asdrúbal, pero el capitán previniendo que la situación pasara a mayores lo mandó a asesinar con su espaldero más sangriento.
Del mismo modo el resto de la tripulación organizó un motín en contra del capitán acarreado por la sensualidad en apogeo de la joven Barbarita.
Muerto el capitán y su espaldero que apenas había regresado del asesinato de Asdrúbal, Barbarita fue violada salvajemente por el resto de la tripulación, luego de esto los amotinados se disponían a venderla pero logra escapar gracias a la ayuda de un indio que viajaba con ellos como guía.
Por mucho tiempo Doña Bárbara vive al lado de éste en una comunidad indígena y allí aprende todo tipo de rituales relacionados con la brujería.
Pero también altera a la comunidad por su belleza y es obligada a irse con el viejo indio que la había salvado.
Doña Bárbara pasó a un estilo de vida errante, recorriendo ríos y riachuelos muy conocidos para ella.
En un puerto rudimentario se tropieza un día con Lorenzo Barquero, un prominente terrateniente de la región del Arauca.
Al conocerla, Barquero se enamora de ella inmediatamente, pero Doña Bárbara sólo poseía animadversión hacia los hombres y en Barquero no ve sino a un enemigo a través de quien vengarse por los traumas sufridos en el pasado.
Muy pronto se muda con él a su Hato, «La Barquereña», y luego de doblegar su voluntad y dejarlo en la quiebra, lo echa de la casa y se hace dueña del Hato, el cual refunda con el nombre de «El Miedo»
Producto de esta turbia relación, nace una hija, pero Doña Bárbara la rechaza al nacer, por lo que Barquero, aunque no tiene como mantenerla, tiene que llevársela consigo.
La niña sobrevive en parte gracias a la ayuda de un criado de Doña Bárbara, Juan Primito que la mantiene con las sobras de comida del Hato «El Miedo», y es gracias a un disparate suyo que la niña se llama Marisela.
Gracias a una serie de amantes que utiliza para su provecho personal, va adquiriendo la fama de ser la «Cacica del Arauca», lo cual se suma a su experiencia con la Magia Negra.
Por medio de artimañas legales y de funcionarios locales sobornables Doña Bárbara va expandiendo su poderío a expensas de los Hatos vecinos, incluyendo «Altamira», el Hato de la Familia Luzardo.
Y entonces, bajo su dominio «El Miedo» se convierte en un latifundio de la región.
En esta situación aparece el personaje de Santos Luzardo, que viene a rescatar el Hato familiar de la desidia y de la mala administración por parte de mayordomos que en su mayor parte han sido sobornados por Doña Bárbara.
El último de éstos, Balbino Paiba, al momento de llegar Luzardo, es el amante de turno de Doña Bárbara que se dedica a robar ganado del Hato de Luzardo.
Doña Bárbara primero se plantea doblegar la voluntad de Luzardo del mismo modo que lo había hecho en el pasado con otros hombres, pero se encuentra con una persona que no es fácil de manipular y por el cual se siente atraída instantáneamente.
A pesar de la repulsión que él siente por ella, Doña Bárbara no pierde las esperanzas de que Luzardo caiga en sus redes, ya sea de forma natural o por medio de la brujería.
Pero después de que Doña Bárbara se entera de que Marisela, su hija no deseada, bajo la protección de Luzardo, se ha convertido en una señorita y se ha ganado su cariño, se siente derrotada y en un impulso asesino intenta matarla, pero no puede, ya que por alguna razón Marisela le recuerda a ella misma en un pasado muy lejano, cuando su amor por Asdrúbal fue callado despiadadamente.
Finalmente, Doña Bárbara se siente vencida por su hija, y por el amor verdadero entre ella y Santos Luzardo, por lo cual desaparece de la región del Arauca dejándole como herencia a Marisela todas las tierras que alguna vez ostentó.
Algunos creen que Doña Bárbara se ha suicidado en el tremedal del llano, mientras que otros opinan que ha vuelto a sus orígenes, más allá del Cunaviche, más allá del Cinaruco, más allá del Meta.
En resumen, el viaje en el bongo de Santos Luzardo, el recuerdo de Asdrúbal, un hombre a quien la Doña amó, el espectro de la Barquereña, la tierra maldita, los acontecimientos insólitos de la aplicación de la ley, las tolvaneras, los amansadores, las supersticiones, son cuadros interesantes de los referentes geográficos y humanos de la película Doña Bárbara.
Es importante resaltar el medio físico y humano.
El llano venezolano, sus paisajes y lugares, ancho, de inmensidad bravía, “praderas sin límites, hondos, mudos y solitarios ríos”
Por supuesto, que Doña Bárbara no puede detallar la inmensidad de árboles, pájaros y animales que describe la novela pero trata de amoldarse a los ritmos de la obra escrita.
La fotografía y la imagen como metáfora de la realidad física y espiritual están muy presentes en Doña Bárbara.
Los personajes principales se definen muy bien, pues fueron escogidos los mejores actores del cine mexicano.
“Si quieres que él venga a ti entrega tus obras”
Doña Bárbara:
Representa la barbaridad del llano, es todo lo contrario a Santos Luzardo; ella es arbitraria, violenta, astuta y caprichosa.
Sin embargo, todavía en ella no hay una ausencia absoluta de sentimientos, que son despertados intensamente por Santos Luzardo.
Sus maneras contradictorias son producto de su herencia mestiza y reflejan el comportamiento salvaje de su ambiente.
Su comportamiento es una reacción al trauma que ella sufrió en su niñez, víctima de altos niveles de abuso.
El personaje de Doña Bárbara, como lo planteo Rómulo Gallegos en 1929, representa el “barbarismo” reinante en el país por aquellos días, país que se encontraba bajo la férrea dictadura de Juan Vicente Gómez, su régimen fue criticado y tildado de autocrático y opresivo con sus detractores, y con un nivel de atraso tremendo.
Doña Bárbara viene a representar todos los atropellos de la clase dominante en contra del campesinado común, combinada con las creencias populares en la brujería y otros ritos mágicos que le proporcionaban a Doña Bárbara un poder perenne.
Doña Bárbara representa aquella Venezuela cruel, insensible por la corrupción, traición, despotismo, falta de libertad, latifundismo e injusticia y brujería; pero en el melodrama se muestra que en la realidad existía también una raza buena que ama, sufre y espera para luchar contra la dictadura desenfrenada de aquel entonces, gente representada por Santos Luzardo.
Santos Luzardo (Luz-ardo: luz que arde):
De niño, su padre mató a su hermano, y fue llevado a Caracas por su madre para alejarlo de aquella Ley del Llano.
Santos Luzardo es un idealista y confía en poder cambiar las anomalías por las vías legales, representa la parte racional que se niega a creer en brujas y arbitrariedades, pero por sus venas corre una historia de muertes y traiciones que aún lo puede sorprender.
Los peones de Altamira son su apoyo:
Pajarote, Antonio Sandoval y Carmelito principalmente.
Luzardo representa la civilización y el progreso.
Él es un hombre del llano civilizado por la ciudad, y al mismo tiempo, abogado y doctor graduado de la Universidad Central de Venezuela, es un hombre con gran profundidad psicológica y en esencia es buena persona.
Marisela Barquero:
Representa la buena materia prima que la civilización puede moldear.
Producto de una relación sin amor, ella es rescatada por Santos Luzardo cuando se encontraba en una condición degradante.
Hija de Doña Bárbara que evoluciona de pequeña salvaje, a pequeña ama de casa, a hija piadosa y finalmente joven esposa, Marisela, así está escrito en el libro, representa la evolución de la narración y el equilibrio entre lo salvaje dominado por lo civilizado.
Su madre pasa de ser la más macha de los machos, a una mujer que reconoce errores pero de Santos descubre el deseo en ella.
Lorenzo Barquero:
Joven con mucho futuro por delante, que al morir su padre se ve obligado a regresar al llano en donde su voluntad es destruida por la desgracia y el vicio.
Juan Primito:
Representa la superstición y la creencia pagana de los hombres del llano, es el mandador de Doña Bárbara, enamorado de Marisela.
Guillermo Danger:
Llamado también "Mister Danger", representa el desprecio de los extranjeros hacia los venezolanos.
Es cómplice de Doña Bárbara.
Don Pernalete:
Representa, en unión con "Mujiquita" la incompetencia política del país y el decadente estado de derecho, al mismo tiempo representa el estado deprimente de la sociedad, causada por los líderes políticos de la época.
Balbino Paiba y Melquiades Gamarra:
Ellos ayudan a Doña Bárbara a matar a los hombres que mandaba a matar sin necesidad que esta les pagara.
Antonio Sandoval, Juan Palacios «Pajarote», Carmelito López y María Nieves:
Son los peones de la hacienda Alta Mira.
Son compañeros y ayudan a Santos.
Félix Luzardo:
Es el hijo primogénito de Don José y Doña Asunción, él es asesinado por su propio padre.
Venancio:
Es el hijo de Don Venancio, Venancio es el amansador.
Mujiquita:
Es el amigo de Santos, quien trabaja en la Jefatura civil.
De entre todos estos maravillosos actores, solo María Félix logró reconocimiento a nivel mexicano, latinoamericano y mundial, y no sólo consiguió encarnar en la pantalla al furioso personaje de la mujer de arrebatadora belleza que emplea sus atributos para enloquecer a los hombres, manipularlos y despreciarlos, sino que consiguió trasladar fuera de la pantalla esos atributos para erigirse permanentemente como “La Doña”, esa cruza de sus personajes de mujer fatal a la mexicana, desde Doña Bárbara.
Se cuenta que Félix y su director, las revistas de farándula y los críticos, pusieron de moda a la actriz y al ícono casi literalmente de la misma tela.
Doña María adoptó los pantalones para montar a caballo, asumió el interés en lo maléfico del personaje ficticio, he hizo de sí misma la imagen de “La devoradora, la devoradora de hombres”
En síntesis, Doña Bárbara posee muchos cuadros, retratos, sugerencias, es un mundo físico y un mundo psicológico, es folklore y es símbolo.
Doña Bárbara es una historia social y política, es una propuesta de reivindicación y superación.
Doña Bárbara es también crítica de un presente triste y lleno de porvenir, que guarda un mensaje profundamente humano:
La confianza en el progreso, en un futuro mejor, en la redención, en el triunfo de la civilización sobre la barbarie.

“Todo vuelve a su lugar original, ha desaparecido La Cacica de Arauca, pero no ha muerto”


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