Speed
“Get ready for rush hour”
El cine de acción es un género cinematográfico en el que prima la espectacularidad de las imágenes por medio de efectos especiales dejando al margen cualquier otra consideración.
Los elementos más frecuentes de una película de acción son las persecuciones, tanto a pie como con vehículos, tiroteos, peleas, explosiones, robos y los asaltos.
El cine de "acción" surge por la urgencia de clasificar cintas explosivas, con actores populares y con tramas lineales, llenas de espectacularidad y opulencia aparecidas a mediados de los setenta en el cine estadounidense, los locales de alquiler o renta de películas en formatos caseros son quienes masificaron esta forma de adjetivar a las cintas como de "acción"
La trama suele estar basada en un conjunto reducido de clichés en los que se suele incluir:
Un héroe, un villano, una joven desvalida que suele ser rescatada por el protagonista, un actor secundario cómico o un animal, y como no, un final feliz que incluye la unión o boda del protagonista con la chica de turno.
¿Qué ha cambiado en el cine de acción en los últimos quince años?
¿Por qué ya no tiene esa esencia o ese encanto que les hacía tan queridos y entrañables?
¿Por qué ahora, a veces, salimos sintiéndonos idiotas de ver la función?
Hay que reconocer que pocas veces el cine de acción ha entrado en los estándares de ser considerados obras maestras, ese límite está impuesto por sus propias características.
Sin embargo, no cabe duda que hemos dejado atrás un cine de acción que fue mítico durante los años ochenta y parte de los noventa.
“L.A.P.D.!!
There's a bomb on your bus!!”
Speed es una película de acción dirigida por Jan de Bont, protagonizada por Keanu Reeves, Sandra Bullock, Dennis Hopper, Joe Morton, Jeff Daniels, Alan Ruck, entre otros.
Speed obtuvo 2 Oscar por Mejor Sonido y Efectos de Sonido de 3 nominaciones que incluía mejor edición.
Speed supone uno de los últimos trabajos del cine de acción más sofisticados, una de las más entretenidas y bien filmadas de todos los tiempos, logrando entretener sin demasiadas pretensiones pero revelando un excelente dominio de las complejidades del cine de acción.
Speed te atrapa de principio a fin, en ella tenemos una seguidilla de sucesos harto complicados que pondrán a prueba todas las habilidades de nuestra pareja de protagonistas, Keanu Reeves y Sandra Bullock.
La química entre ambos es excelente en todo momento y le aportan credibilidad a su relación.
También no hay que dejar de lado la estupenda interpretación física de un jovencísimo bello bellísimo Keanu Reeves, quien otorga un protagónico lleno de energía y dinamismo, con lo cual mantiene en vilo al público hasta el último momento.
Lo de Dennis Hopper también es meritorio, no obstante no llega al nivel alcanzado por el anterior.
Speed gira alrededor de Jack Traven (Keanu Reeves) que es un policía de Los Ángeles que se enfrenta a uno de los mayores retos de su carrera:
Tratar de dar caza a un peligroso terrorista, ex policía y psicópata, llamado Howard Payne (Dennis Hopper), el cual ha puesto una bomba en un autobús de la ciudad que explotará si disminuye su velocidad por debajo de las 50 millas por hora.
Cuando Jack consigue abordar el autobús, el conductor es disparado por error y ha de conducirlo una pasajera llamada Annie Porter (Sandra Bullock)
En el interior de ese autobús, como no podía ser menos, veremos un catálogo de arquetipos, no confundir con tópicos, que no funciona del todo mal, sobre todo gracias a un casting bastante apurado.
Un latino enorme, un turista fastidiosa, una asiática madura, un negro conductor, una chica simpática, un criminal a bordo, truco de guión evidente para malherir al conductor…, aderezados todos con diálogos bastante decentes.
Esa será la fauna que vivirá la agonía de haberse subido al bus equivocado, pero no siempre sentiremos con la misma intensidad esa agonía, que por otra parte hubiera precisado de un complejo y afinado “crescendo”
Otro punto fuerte de Speed es que no abusa de los efectos especiales por ordenador, recurso muy utilizado hoy en día y casi indispensable.
Speed consigue sobradamente todos sus objetivos y con nota.
Es cierto que sus actores no hagan un trabajo sublime, ni siquiera me cae demasiado bien Sandra Bullock, pero también gozan de un mínimo de interés y de personalidad.
Speed no tiene tantos matices como se les exigiría en un melodrama, pero tienen un mínimo de parámetros para que tengamos la sensación de que estas situaciones tan extremas las están viviendo personas normales, de carne y hueso.
Muchos dicen que el argumento es bastante inverosímil.
Verdad hasta cierto punto.
La trama afecta a cualquiera en su vida cotidiana, como cualquier acto terrorista.
Además, no sólo se desarrolla en el autobús.
Esto sucede en la parte central de Speed, pero el comienzo y el final son también magníficos aperitivos para el entretenimiento.
Tampoco la espectacularidad perjudica en absoluto las peripecias involuntarias a las que se ven abocados los protagonistas.
Incluso resulta más efectivo que les ocurran un montón de inconvenientes, porque da mucho más juego.
A pesar de lo descabellada que pueda sonar la premisa, de Bont demuestra un virtuosismo notable para la acción, respaldándose en Reeves quien interpreta con enorme eficiencia y economía su papel, distanciándose de otros héroes de acción más violentos y directos sin perder nada en el proceso.
Incluso en medio de una situación tan complicada, Reeves/Traven logra entablar un incipiente romance con Bullock/Potter, una de las pasajeras del autobús que terminará asistiéndolo en su lucha por salvar a los pasajeros de las maquinaciones del experto en bombas que eventualmente se revela como un ex-policía llamado Howard Payne.
Speed se desarrolla en su mayoría sobre el autobús pero eso no impide que los demás personajes secundarios exploren otras líneas argumentales, incluyendo la persecución de Payne y planes para bajar a los pasajeros sin detonar la bomba.
Aunque en Speed circula aparentemente sólo un autobús, lo cierto es que se llegaron a utilizar hasta doce.
Dos de ellos además quedaron hechos pedazos, pues fueron convenientemente explosionados.
Otro se utilizó para la espectacular escena del salto de la autopista; aunque su filmación tuvo su emoción, y requirió el uso de especialistas, lo cierto es que el puente estaba allí, y fue borrado digitalmente en postproducción.
Un cuarto autobús se utilizó para las escenas en que el vehículo debía ir a gran velocidad; y un quinto fue preparado específicamente para poder rodar las escenas que transcurren debajo del mismo.
De ahí que durante el metraje se puedan ver faltas a la continuidad respecto al estado del autobús.
Curiosamente, Speed continúa siendo hasta el día de hoy una película extremadamente atípica, que capta bien la esencia del cine de acción de los 90 pero que permanece vigente hasta el día de hoy con una historia en la que muchos han encontrado inesperados matices filosóficos…
Como suele pasar, muchas películas de este tipo, tienen un final rápido, apresurado y falto de sentido, pero en el caso de Speed, no tiene nada que ver con eso, sino más bien todo lo contrario y donde deja a uno con ganas de que no se acabe ahí y siga.
Interesante la banda sonora, donde destaco la presencia imponente de temas como "Speed" de Billy Idol, o "Soul Deep" de Gin Blossoms.
La partitura es entretenida, brindando enjundia y vigor a las circunstancias narradas.
Sobre las escenas…
¿Quién no recuerda la magnífica escena en que la casa donde están Jeff Daniels y su equipo explota con ellos dentro por obra y gracia del personaje interpretado por Dennis Hopper?
¿O cuando Keanu Reeves se mete debajo del autobús en marcha para desactivar la bomba?
¿O cuando tienen que saltar con el autobús para continuar su marcha?
¿O sencillamente, quién no recuerda la lucha final que mantienen Keanu Reeves y Dennis Hopper encima del tren hasta que una de las luces le corta la cabeza al malo?
Todo esto es lo que la hace tan buena, que pueden pasar un par de años después de haberla visto y aún así recuerdas estas escenas.
“Don't fuck with Daddy”
El cine de acción es un género cinematográfico en el que prima la espectacularidad de las imágenes por medio de efectos especiales dejando al margen cualquier otra consideración.
Los elementos más frecuentes de una película de acción son las persecuciones, tanto a pie como con vehículos, tiroteos, peleas, explosiones, robos y los asaltos.
El cine de "acción" surge por la urgencia de clasificar cintas explosivas, con actores populares y con tramas lineales, llenas de espectacularidad y opulencia aparecidas a mediados de los setenta en el cine estadounidense, los locales de alquiler o renta de películas en formatos caseros son quienes masificaron esta forma de adjetivar a las cintas como de "acción"
La trama suele estar basada en un conjunto reducido de clichés en los que se suele incluir:
Un héroe, un villano, una joven desvalida que suele ser rescatada por el protagonista, un actor secundario cómico o un animal, y como no, un final feliz que incluye la unión o boda del protagonista con la chica de turno.
¿Qué ha cambiado en el cine de acción en los últimos quince años?
¿Por qué ya no tiene esa esencia o ese encanto que les hacía tan queridos y entrañables?
¿Por qué ahora, a veces, salimos sintiéndonos idiotas de ver la función?
Hay que reconocer que pocas veces el cine de acción ha entrado en los estándares de ser considerados obras maestras, ese límite está impuesto por sus propias características.
Sin embargo, no cabe duda que hemos dejado atrás un cine de acción que fue mítico durante los años ochenta y parte de los noventa.
“L.A.P.D.!!
There's a bomb on your bus!!”
Speed es una película de acción dirigida por Jan de Bont, protagonizada por Keanu Reeves, Sandra Bullock, Dennis Hopper, Joe Morton, Jeff Daniels, Alan Ruck, entre otros.
Speed obtuvo 2 Oscar por Mejor Sonido y Efectos de Sonido de 3 nominaciones que incluía mejor edición.
Speed supone uno de los últimos trabajos del cine de acción más sofisticados, una de las más entretenidas y bien filmadas de todos los tiempos, logrando entretener sin demasiadas pretensiones pero revelando un excelente dominio de las complejidades del cine de acción.
Speed te atrapa de principio a fin, en ella tenemos una seguidilla de sucesos harto complicados que pondrán a prueba todas las habilidades de nuestra pareja de protagonistas, Keanu Reeves y Sandra Bullock.
La química entre ambos es excelente en todo momento y le aportan credibilidad a su relación.
También no hay que dejar de lado la estupenda interpretación física de un jovencísimo bello bellísimo Keanu Reeves, quien otorga un protagónico lleno de energía y dinamismo, con lo cual mantiene en vilo al público hasta el último momento.
Lo de Dennis Hopper también es meritorio, no obstante no llega al nivel alcanzado por el anterior.
Speed gira alrededor de Jack Traven (Keanu Reeves) que es un policía de Los Ángeles que se enfrenta a uno de los mayores retos de su carrera:
Tratar de dar caza a un peligroso terrorista, ex policía y psicópata, llamado Howard Payne (Dennis Hopper), el cual ha puesto una bomba en un autobús de la ciudad que explotará si disminuye su velocidad por debajo de las 50 millas por hora.
Cuando Jack consigue abordar el autobús, el conductor es disparado por error y ha de conducirlo una pasajera llamada Annie Porter (Sandra Bullock)
En el interior de ese autobús, como no podía ser menos, veremos un catálogo de arquetipos, no confundir con tópicos, que no funciona del todo mal, sobre todo gracias a un casting bastante apurado.
Un latino enorme, un turista fastidiosa, una asiática madura, un negro conductor, una chica simpática, un criminal a bordo, truco de guión evidente para malherir al conductor…, aderezados todos con diálogos bastante decentes.
Esa será la fauna que vivirá la agonía de haberse subido al bus equivocado, pero no siempre sentiremos con la misma intensidad esa agonía, que por otra parte hubiera precisado de un complejo y afinado “crescendo”
Otro punto fuerte de Speed es que no abusa de los efectos especiales por ordenador, recurso muy utilizado hoy en día y casi indispensable.
Speed consigue sobradamente todos sus objetivos y con nota.
Es cierto que sus actores no hagan un trabajo sublime, ni siquiera me cae demasiado bien Sandra Bullock, pero también gozan de un mínimo de interés y de personalidad.
Speed no tiene tantos matices como se les exigiría en un melodrama, pero tienen un mínimo de parámetros para que tengamos la sensación de que estas situaciones tan extremas las están viviendo personas normales, de carne y hueso.
Muchos dicen que el argumento es bastante inverosímil.
Verdad hasta cierto punto.
La trama afecta a cualquiera en su vida cotidiana, como cualquier acto terrorista.
Además, no sólo se desarrolla en el autobús.
Esto sucede en la parte central de Speed, pero el comienzo y el final son también magníficos aperitivos para el entretenimiento.
Tampoco la espectacularidad perjudica en absoluto las peripecias involuntarias a las que se ven abocados los protagonistas.
Incluso resulta más efectivo que les ocurran un montón de inconvenientes, porque da mucho más juego.
A pesar de lo descabellada que pueda sonar la premisa, de Bont demuestra un virtuosismo notable para la acción, respaldándose en Reeves quien interpreta con enorme eficiencia y economía su papel, distanciándose de otros héroes de acción más violentos y directos sin perder nada en el proceso.
Incluso en medio de una situación tan complicada, Reeves/Traven logra entablar un incipiente romance con Bullock/Potter, una de las pasajeras del autobús que terminará asistiéndolo en su lucha por salvar a los pasajeros de las maquinaciones del experto en bombas que eventualmente se revela como un ex-policía llamado Howard Payne.
Speed se desarrolla en su mayoría sobre el autobús pero eso no impide que los demás personajes secundarios exploren otras líneas argumentales, incluyendo la persecución de Payne y planes para bajar a los pasajeros sin detonar la bomba.
Aunque en Speed circula aparentemente sólo un autobús, lo cierto es que se llegaron a utilizar hasta doce.
Dos de ellos además quedaron hechos pedazos, pues fueron convenientemente explosionados.
Otro se utilizó para la espectacular escena del salto de la autopista; aunque su filmación tuvo su emoción, y requirió el uso de especialistas, lo cierto es que el puente estaba allí, y fue borrado digitalmente en postproducción.
Un cuarto autobús se utilizó para las escenas en que el vehículo debía ir a gran velocidad; y un quinto fue preparado específicamente para poder rodar las escenas que transcurren debajo del mismo.
De ahí que durante el metraje se puedan ver faltas a la continuidad respecto al estado del autobús.
Curiosamente, Speed continúa siendo hasta el día de hoy una película extremadamente atípica, que capta bien la esencia del cine de acción de los 90 pero que permanece vigente hasta el día de hoy con una historia en la que muchos han encontrado inesperados matices filosóficos…
Como suele pasar, muchas películas de este tipo, tienen un final rápido, apresurado y falto de sentido, pero en el caso de Speed, no tiene nada que ver con eso, sino más bien todo lo contrario y donde deja a uno con ganas de que no se acabe ahí y siga.
Interesante la banda sonora, donde destaco la presencia imponente de temas como "Speed" de Billy Idol, o "Soul Deep" de Gin Blossoms.
La partitura es entretenida, brindando enjundia y vigor a las circunstancias narradas.
Sobre las escenas…
¿Quién no recuerda la magnífica escena en que la casa donde están Jeff Daniels y su equipo explota con ellos dentro por obra y gracia del personaje interpretado por Dennis Hopper?
¿O cuando Keanu Reeves se mete debajo del autobús en marcha para desactivar la bomba?
¿O cuando tienen que saltar con el autobús para continuar su marcha?
¿O sencillamente, quién no recuerda la lucha final que mantienen Keanu Reeves y Dennis Hopper encima del tren hasta que una de las luces le corta la cabeza al malo?
Todo esto es lo que la hace tan buena, que pueden pasar un par de años después de haberla visto y aún así recuerdas estas escenas.
“Don't fuck with Daddy”
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