American Translation

“Les gens n'aiment pas quand nous sympathisons avec la victime”
(A la gente no le gusta cuando simpatizamos con la víctima)

No es el paraíso un amor enfermizo, es más bien el infierno del sufrimiento eterno.
Existen relaciones patológicas, que de algún modo parecen satisfacer el masoquismo de mucha gente.
Más que amor, es desamor, dolor y frustración; sin embargo, algunos lo soportan con estoicismo, porque piensan que peor es nada…
Existen parejas que se encuentran y entablan un vínculo casi perfecto.
Ambos se aman, se demuestran mutuamente el afecto, y se respetan, pueden compartir sus proyectos, y se permiten tener los propios; y esa armonía los hace sentir felices.
Pero también existen parejas que no encuentran la forma de establecer una relación sana, generalmente por problemas emocionales no resueltos, que perturban la posibilidad de una buena convivencia.
Cuando se detecta este hábito en el otro, lo más conveniente es plantear el tema, antes de llegar a comprometerse más afectivamente.
Si no hay una buena disposición en este sentido, lo mejor es que la relación no prospere, ya que las adicciones no se curan; y sólo se logra la recuperación, cuando el adicto tiene una verdadera motivación para liberarse del hábito.
Conocer a la pareja con quienes existe la posibilidad de convivir, es una condición necesaria, para evitar profundizar el vínculo, y arriesgarse a mayores sufrimientos.
Y es que una de las primeras cosas que aprende un ser humano, es a amar, inicialmente a nuestros padres, y después a otras personas.
El amor romántico, es un proceso psíquico y fisiológico entre seres, que se produce en el cerebro de cada uno.
Hombres y mujeres, experimentan la presencia del otro, su calor, su tacto y esto provoca el aumento de la oxitocina en el cerebro.
En algunas personas, esta transformación genera una adicción tal, como si de una droga se tratara, o algo más psicopático, peligroso, incontrolable y enfermizo.
Los casos documentados de asesinos en serie, se concentran en Estados Unidos, que ocupa el primer lugar a nivel mundial en incidencia de asesinos en serie, con más del 70% de los casos de asesinato serial conocidos en la historia.
El “boom” de los asesinos en serie, se dio durante el siglo XX, en las sociedades industrializadas, por lo que se ha sugerido que este modelo de sociedad, es un ambiente promotor del asesinato en serie.
Estados Unidos, es el prototipo de la sociedad industrializada, al igual que las otras naciones que le siguen en el ranking:
Gran Bretaña, Alemania y Francia.
Otras versiones sostienen, que la razón de que los índices de asesinato serial sean tan proporcionalmente bajos en el resto del mundo, comparados con los de estas naciones, y específicamente con Estados Unidos, se debe a que en estos países, la investigación de los asesinatos seriales, está más difundida; es decir, no es que haya menos, sino que se les persigue menos y, por ende, se les identifica en una menor proporción.
En muchos casos, las experiencias negativas de la niñez, son muy potentes e influyen en nuestras vidas, de tal manera, que a veces no nos damos cuenta lo fuertes que se hacen en nuestra mente, y que solo se pueden superar con esfuerzo y conocimiento del problema.
Por tanto, después del amor, sigue la destrucción.
Al inicio, las relaciones son tiernas, pero con el paso del tiempo, las sensaciones románticas son sustituidas por sentimientos negativos.
Si no se le pone un alto, ambas partes terminarán en una situación dañina.
Víctima, victimario, o las 2.
Hay muchas películas que demuestran este efecto.
“Drôle d'idée, vous sans tête”
(Idea divertida, tú sin cabeza)
American Translation es una película de suspense, del año 2011, dirigida por Pascal Arnold y Jean-Marc Barr.
Protagonizada por Pierre Perrier, Lizzie Brocheré, Jean-Marc Barr, Marc Rioufol, Gray Orsatelli, Karl E. Landler, entre otros.
El guión es de Pascal Arnold, el cual toca 2 temas muy controvertidos:
El crimen y la pasión, en la historia de 2 jóvenes que se conocen, se enamoran, y a la semana se casan.
Una vez unidos, el chico muestra su lado manipulador, celoso y arrogante.
Por lo que ella sufre de agresiones físicas, mentales y sexuales.
No lo denuncia porque lo ama, pero termina sufriendo un daño irreversible.
American Translation, sigue a Christophe (Pierre Perrier) un joven francés, anarquista, que vive bajo su propio código de reglas dentro de una van, se gana la vida jugando a las cartas, y fortuitamente, encuentra el amor a primera vista, al ver de reojo a Aurore (Lizzie Brocheré), una joven franco-estadounidense que disfruta la vida sin hacer nada, y cuyos gastos son solventados por William (Jean-Marc Barr) su padre, que está forrado en dinero.
Los hábitos inusuales, y la conducta desordenada de Christophe, saltan a la vista, lo que pareciera tratarse de una rebeldía juvenil, la búsqueda de una identidad, o su propia naturaleza como un espíritu libre; pronto Aurore se percata, y atestigua de la peor manera, que no es otra cosa que una psicopatía:
Christophe asesina jóvenes varones, cercanos a los 18 años, con los que tiene encuentros sexuales por dinero, “justificándose” en el hecho de que así no lograrán perder su inocencia…
En vez de rechazarle, Aurore comienza a adoptar su comportamiento, y a participar en los crímenes, no obstante, que ella sí tiene consciencia moral de que lo que ambos están haciendo está mal, cuando Christophe pareciera no tenerla.
En poco tiempo, el par se embarca en un viaje violento y sexual, lleno de seducción y destrucción de los jóvenes homosexuales.
¿Seguirá Aurore viviendo esa pasión, haciéndose cómplice, o denunciará a la persona que ama por encima de todo?
American Translation, impredeciblemente es heredera de filmes como:
“They Live By Night”, “Bonnie and Clyde”, “The Honeymoon Killers”, “Badlands”, “Wild at heart”, “True Crime”, “Natural Born Killers”, “Profundo Carmesí”, “Les Amants Criminels”, entre otras que nos narran la trágica trayectoria de una candente pareja, que disfruta sus momentos cometiendo crímenes, mientras los está viviendo sin reparar en que, más tarde que temprano, llegará alguien que le pondrá fin a su recorrido de sangre.
Esta es una interesante propuesta, que tiene su mayor acierto en la elección del protagonista, si acaso el final es algo abigarrado, no desmerece todo lo que le antecede hasta llegar a esa culminación.
“Le brillant sens de l'humour de la génération Y”
(El brillante sentido del humor de la generación Y)
El actor Jean-Marc Barr, en colaboración con el guionista Pascal Arnold, nos ofrecen en American Translation, una historia de amor absoluta.
Es cierto que no es la típica historia de amor, así que estamos ante una película no apta para todos los gustos; tomando como premisa, una serie de estudios entorno a las psicopatías, añade estos apuntes y rasgos a la pareja protagonista, dotándolos no de verdad, pues los hechos que nos cuentan no son reales; pero sí de verismo atroz en cada una de las situaciones que viven en su cruenta singladura Aurore y Chris.
American Translation está llena de aciertos:
El primero de ellos, su encuentro.
Aunque en la sinopsis que se ofrece figura como “casual,” la inteligencia de estos autores muestra, dentro de esa casualidad, cómo la rareza, la excepcionalidad de cada uno, es detectada inmediatamente.
No hay nada que explique este encuentro, tan solo esa intuición de saber que el otro guarda dentro de sí, lo mismo que uno.
Desde posiciones contrarias:
Aurore es una joven burguesa, sin ocupación alguna, muy probablemente única hija, y sostenida por su rico padre; mientras que Chris es un inquietante obrero, un buscavidas jugador de póker, que vive en una furgoneta.
Ambos inician una relación de entrega absoluta.
De hecho, está muy bien ilustrada la “transferencia” que se produce entre estos 2 personajes, perdedores, hasta que los 2 son 1.
En un inicio, podemos pensar en Aurore como una cómplice pasiva llevada por la adición que tiene por su amor hacia Chris; pero la simbiosis entre ellos, será perfecta compartiendo el mismo gusto.
Otro acierto es cómo se produce la entrada de esa rareza que comparten:
Lo habitual en la vida, es que esa “trastienda oscura” que cada uno de nosotros lleva, permanezca lo más oculta, y a ser posible, domada.
Chris, sabiendo que ha encontrado al amor de su vida, creencia que ambos comparten, decide que la mejor manera de amarse, es mostrarle a su pareja la persona que realmente es.
Y esa persona, tan atractiva, guarda en sus entrañas un psicópata que, lejos de ahuyentar a Aurore, termina por atarla de modo irremediable a su amante.
De algún modo, el vacío que percibimos en Aurore, es llenado por todo lo que ofrece Chris.
Ellos están hablando mucho de amor, pero no se amaban realmente.
Son insensibles y ciegos, el uno para el otro, pues solo obtienen fácil lo que no pueden obtener de manera “trabajada”, como la sinceridad, el amor y la comprensión.
Y lo que es exitoso, es la mezcla bien hecha de elementos que pone al espectador muy cerca de Chris.
Así pues, American Translation es una historia centrada solamente en el asesino en serie que habría llevado a condenaciones más duras.
Pero aquí tenemos ante todo, una nueva perspectiva sobre ellos:
Víctima y torturador en uno solo.
Y esto se explica, mientras Aurore mira en Internet, para obtener información sobre el asesino en serie; y también al final en los créditos, ya que está escrito, que “los asesinos en serie son personas que sufren de un dolor enorme, y matar es la única manera de expresar este dolor”
Más allá de esta “nueva perspectiva”, pues los asesinos en serie siempre se representan como el mal en los medios de comunicación de masas, es su presencia.
Por tanto, en primer lugar, su aspecto físico:
Chris es tremendamente muy hermoso, pero de una belleza normal, con cara de bebé, como un ángel, también su rostro es muy fresco e inocente, como él sonríe, dice que “tiene una sonrisa adolescente”, y un cuerpo muy bien formado y dotado, pues todo se muestra ante la cámara; por tanto, suaviza aún más la presencia del asesino en serie.
Además de su amor, además de la gran complicidad entre los 2...
Y luego también su deseo de libertad, problemas con el mundo adulto en general, y ambos con sus padres.
Entonces y sobre todo, su comprensión de él, por lo que le da al espectador la nueva perspectiva, que el dolor.
Pero más allá de esto, el drama del asesino en serie se queda atrás, y finalmente sale con toda su fuerza.
Así, los 2 protagonistas están finalmente desnudos al final, por su deseo de libertad, su amor, y su independencia parental.
Él no tiene más su confianza en sí mismo, por lo que puede verlo llorando, incluso si dijo durante la película ya que “tenía miedo”; y ella también.
Así que el gran mensaje que se pretende transmitir, o uno de ellos, es que los asesinos en serie pueden ser vistos desde otra perspectiva, por lo difícil que puede ser esto, razonable y ampliamente, lo cual no es una justificación, sino una mera comprensión.
Y tal vez, una mejor comprensión, puede llevarnos a ayudarlos, ya su vez ayudar a toda la humanidad.
Así que lo que estaba detrás de toda la historia:
Su enfermedad, el miedo y el dolor, explotó al final con su detención, y explotó más con su cara llorando.
La cara de alguien que entendía, incluso si su comprensión la hacía culpable también, pero la comprensión no implica acordar la situación trasera de un asesino en serie, llorando por él.
Y tenemos que mirar esto desde su perspectiva, sin juzgar si ella estaba enferma también, probablemente lo estaba, o no.
Sólo la perspectiva ofrecida por alguien llorando por un asesino en serie…
Algo totalmente nuevo en pantalla, pero no en la vida real, que se mantiene en lo opuesto a lo habitual, a corto plazo, el odio limitado para los asesinos en serie.
Pero también hay que destacar, que por muy románticos y bellos que pueden ser los demonios, son demonios al fin.
Por otro lado, hay que destacar la asombrosa actuación de estos protagonistas en un drama bastante inquietante.
Una película que no le importa si te gusta su personaje principal, aunque estoy casi seguro de que se quiere que lo odien, pero tiene un interesante viaje a seguir.
Chris actúa de la manera que lo hace porque puede…
¿Debe Aurore comportarse de manera diferente?
Es una película difícil, y puede que no sea para todos los gustos por las reflexiones encontradas de “lo que se hace por amor”, aquí amor pasional, pero también se puede ver como el amor familiar, de los padres o los amigos.
Del reparto, tanto Lizzie Brocheré, y sobre todo, Pierre Perrier, alcanzan una altura asombrosa en sus actuaciones.
Pierre Perrier, casi el doble juvenil y mejorado de Antonio Sábato Jr., es uno de los muchachos más bonitos en la tierra del cine francés; y lo curioso es que no es especialmente creíble como asesino en serie vicioso, pero probablemente sería un gran compañero de celda, si estuviera haciendo la vida en la cárcel.
La cámara lo adora, cada parte de su cuerpo es mostrada para ser disfrutada, con solo esa mirada fija y depredadora, que asusta por los cambios gestuales que hace.
Mientras que Lizzie Brocheré, es también talentosa, y bilingüe, aunque pareciera más ida en muchas escenas, como perdida…
Probablemente ese es el sentir interior de su personaje.
No sé cuál de estos 2 tiene más escenas desnudas, pero probablemente Perrier.
El más memorable, podría ser cuando él le da a ella un “lapdance” largo y hermoso, una escena muy bien montada, muy erótica si se quiere, y totalmente efectiva.
Por otra parte, esa verdad que ellos transmiten, se suma la que logra la hábil dirección de Barr y Arnold.
Imagino que algo tendrá que ver que Barr, como actor, colaborase en varias ocasiones con Lars von Traer.
Lo cierto es que, técnicamente, cámara en mano, y sin que resulte mareante, con una planificación sencilla, consiguen un documento honesto sobre estos feroces amantes, sin que en ningún momento asome juicio alguno, pues todo lo que se muestra, se enseña desde una desnudez que acerca a los personajes hasta que llegas a hacerte cómplice, por gustas de lo que ves, y lo sufres al final.
Este es un modo de filmar con cámara en mano, escenas que no buscan una estética prefabricada, sino lo más orgánica posible, un aspecto lúdico y naturalista en las actuaciones de los intérpretes, un desparpajo y desinhibición al filmar escenas sexuales, que no son pocas ni gratuitas, y esa sensación de que el guión se va construyendo mientras se va filmando.
Por otro lado, de fondo, American Translation trata de un tema que sólo es conocido por un grupo muy pequeño de chicos que lo cultivan tanto como pueden, dentro de límites seguros y sanos.
Algunos por desgracia, caen del borde, y terminan en circunstancias muy difíciles.
Los periódicos están llenos de estas historias, de los prostitutos masculinos.
Los policías miran hacia otro lado.
Lo han visto antes, y lo volverán a ver.
El núcleo mismo de la naturaleza del hombre, es oscuro y siniestro, y Chris demuestra que, en un grado que es chocante, pero también, un encendido, para quienes consumen estas oscuras y siniestras fantasías sexuales, del sexo pago, “undeground” o BDSM con asfixia, etc.
En otro orden de ideas, hay momentos de una inspiración inmensa.
Una de las mejores secuencias, es la que ilustra la muerte de un jovencísimo chapero.
Generalmente, en el cine, las muertes se despachan pronto, y a ser posible de un modo espectacular.
Esta secuencia, mostrada en sonido directo, y sin ningún subrayado musical, la agonía nos es ofrecida en un “tempo” sin elipsis, que llega a hacerla insoportable y, por tanto, magistral y reveladora.
Otro acierto, es acercarse a la pasión de esta pareja desde una franqueza que algunos pueden tildar de pornográfica, pero que dada la crudeza de la película, yo entiendo que es más que necesaria, pues cualquier censura la perjudicaría al ser una subida a una montaña rusa, donde para bajarse, hay que tirarse y morir.
Hay otra escena interesante en el medio del metraje, donde vuelven a la ciudad natal de Chris, donde todo el mundo lo culpa por el suicidio de un amigo de la infancia… muy probablemente, un amante de él; siendo el mismo lugar donde Chris y Aurore se casan ante un sacerdote que, puede saber lo que Chris oculta, o bien, fue otro de sus amantes/abusadores, pues el silencio del cura, es revelador ante los descaros de Chris en su actuar.
Lástima, pues hubieran hecho más con este hilo argumental, por lo que American Translation se vuelve muy repetitiva después de que el par recoge a los prostitutos adolescentes, con el propósito de sexo y asesinato.
El final, es algo decepcionante, y mucho texto agregado sobre los asesinos en serie, podría ser interesante, si nunca has visto el millón de películas que han hecho en Estados Unidos sobre ellos, aunque sea otra perspectiva.
El final, obvio, es que Aurore lo cantó, estaba viendo demasiado al pozo oscuro donde ella también estaba cayendo, o bien podría ser una víctima más, o porque prefirió no perder el dinero del padre, pues ella está acostumbrada a no ser nada, y no veía futuro en Chris…
En última instancia, American Translation no ofrece mucha penetración en el fenómeno asesino en serie, que sería un logro dudoso de todos modos, pero ciertamente nos muestra los estragos del amor enfermizo entre jóvenes muy bellos, tanto las víctimas, como los victimarios.
La banda sonora es espectacular, muy agradable pues hay una gran variedad de géneros, pero pasada la primera hora, llegan a suturar la cantidad de canciones.
“Vous devez être né de nouveau”
(Debes nacer de nuevo)
Las clasificaciones, cualquier que sean, siempre han sido necesarias para distinguir entre una cosa y la otra, pues de esta manera, podemos generar un orden al establecer todo por su nombre y fecha.
Lo que nos lleva a pensar, que incluso las generaciones no son la excepción a la regla.
El sociólogo estadounidense, Kathleen Shaputis, describió a los “millenials” como La Generación Bumerang, Generación Peter Pan o Generación Y, debido a que se ha percibido en ellos, una tendencia a demorar algunos “ritos de paso” a la edad adulta por períodos más largos que las generaciones anteriores.
Como es el caso de Aurore en American Translation.
En esa descripción, también se hacía referencia a que los miembros de esta generación, tienden a vivir con sus padres por períodos más largos que las generaciones anteriores.
Los jóvenes de La Generación Y, muchas veces cuentan con apoyo económico familiar, no temen abandonar las organizaciones cuando algo no los convence, por lo cual es fundamental analizar sus expectativas.
Además, algunos “millenials” demoran la transición entre la infancia y la adultez, como respuesta a ciertos errores que cometieron sus padres.
Aquí también entra Chris…
Donde, en las generaciones anteriores, te casabas y empezabas una carrera inmediatamente.
Lo que los jóvenes observan hoy, es que ese proceder ha llevado a que las parejas se divorcien, y a que la gente se sienta insatisfecha con su carrera profesional.
Estos a veces ahorran, y renuncian para recorrer el mundo, convencidos de que cuando vuelvan, van a conseguir lo que ocupen.
Algunos han argumentado, que La Generación Y ha trascendido las batallas ideológicas engendradas por la contracultura de la década de 1960.
Chris es un ejemplo de ello, y se nota hasta en el vestuario.
Esto cobra especial sentido, si se considera que la difusión de Internet ha contribuido sensiblemente a la democratización del control de la información, así como los procesos de toma de decisiones, al ser políticamente independientes, y no afiliados a ninguna religión.
En los Estados Unidos, que en la trama de American Translation se habla mucho de la inmigración y de las razas, inclusive algo de xenofobia, esta generación está influida por las consecuencias de La Crisis Económica de 2008-2014, durante la cual, varios gobiernos han implementado planes laborales para bajar las tasas de desempleo juvenil, dramáticamente crecientes.
En definitiva, gran parte de ellos están afectados por el paro, no así, quieren el tener el control total de sus experiencias, y necesitan libertad para probar y buscan sentirse al mando; eso sí, tiene una mentalidad más abierta de “vivir la vida”, y no tan agresiva como la de sus padres que trabajaban solo para ganar dinero y obtener un buen puesto en una empresa.
El confort de Aurore, solo lo comprará el padre.
¿Alguien dijo Complejo de Edipo?

“Ne parlez pas de ça.
Ne le mentionnez pas encore.
Quelque chose de profond nous relie.
C'est la seule chose qui compte”
(No hables de eso.
No lo mencionen de nuevo.
Algo profundo nos conecta.
Eso es lo único que importa)



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