Muriel's Wedding
“Success is the best revenge”
Cuando la cultura define minuciosamente lo que constituye el éxito, o la deseable perfección en algo, el aspecto, la estatura, la fuerza, la forma, el poder adquisitivo, la economía, la virilidad, la feminidad, los buenos hijos, la buena conducta, las creencias religiosas, etc., en la psique de todos los miembros de esa cultura, se produce una introyección de los mandatos correspondientes con el fin de que las personas puedan acomodarse a dichos criterios.
Por consiguiente, el tema de “la mujer salvaje exiliada” suele ser doble:
Interior y personal, y exterior y cultural.
“Den Grimme Ælling” o “El Patito Feo”, es un cuento clásico-contemporáneo, escrito por Hans Christian Andersen, sobre un patito particularmente más grande, torpe y feo que sus hermanitos.
El cuento fue publicado por primera vez, el 11 de noviembre de 1843, y fue incluido en la colección de “Nuevos Cuentos” de Andersen, en 1844.
Este cuento, con su graciosa parodia de la autoestima humana, se considera una metáfora de la experiencia de la incómoda etapa en el crecimiento de una persona.
Como “cuento de hadas”, es utilizado para hacer que los jóvenes se sientan menos avergonzados sobre sus diferencias.
La moral de la historia, está oculta en el cuento:
“Poco importa que se nazca en el corral de los patos, siempre que uno salga de un huevo de cisne”
Un ejemplo de la vida real, podría ser para un joven que actúe diferente a los demás, y no se sienta aceptado, provocándole tristeza.
El cuento trae la esperanza de que esas diferencias, en lugar de ser defectos, pudiera resultar ser cualidades especiales que el futuro premiará:
“Rizó entonces sus alas, alzó el esbelto cuello, y se alegró desde lo hondo de su corazón, jamás soñó que podría haber tanta felicidad, allá en los tiempos en que era sólo un patito feo”
“El Patito Feo”, se ha convertido en una metáfora que se aplica a cualquier asunto de la vida, que de principio es rechazado, o mal visto; y que después se convierte en una cualidad popular.
De hecho, Andersen creció en el seno de una familia paupérrima, en la que su madre prostituía a su hermana para salir adelante; y para soportar el mundo real, Andersen se refugió en uno nuevo, y soñaba en “el cisne que quería ser de mayor”
A partir de esta anécdota, y la figura de este escritor danés que encontró el éxito, pese a los obstáculos que jalonaron su infancia; el problema del exiliado, es muy antiguo.
Muchos cuentos de hadas y mitos, se centran en el tema del proscrito.
En tales relatos, la figura principal se siente torturada por unos acontecimientos que la rebasan.
Pero como el cuento, al final, los cisnes reconocen al patito como uno de los suyos, antes de que él lo haga.
Eso es muy típico en las mujeres exiliadas.
Después de su duro peregrinaje, consiguen cruzar la frontera, y entrar en su territorio doméstico, pero a menudo tardan algún tiempo en darse cuenta, de que las miradas de la gente, ya no son despectivas, y con frecuencia son neutrales cuando no admirativas y aprobatorias.
¿Por qué hay personas que ante situaciones adversas, traumas y graves amenazas contra su salud, logran salir adelante, y alcanzan el éxito, pese a que todos los condicionantes apuntan hacia un desarrollo negativo?
Esta pregunta es el punto de partida de los trabajos sobre la resiliencia.
El término, empleado en la física de los materiales, expresa la cualidad de resistir a la presión, doblarse con flexibilidad, y recobrar su forma original, es decir, la facultad de recomponer la estructura tras un golpe.
Michael Rutter, un pionero del estudio de la resiliencia, la define como “un fenómeno manifestado por personas que evolucionan favorablemente, habiendo sido víctimas de estrés que, para la población general, supondría un riesgo serio con consecuencias graves”
A la idea de resistencia a la destrucción, se añade otro componente:
La capacidad de construir una vida significativa, ser resiliente, no significa simplemente rebotar, sino crecer hacia algo nuevo.
Durante muchas generaciones, las mujeres han aceptado el papel de seres humanos, legitimizados a través de su matrimonio con un hombre.
Se han mostrado de acuerdo, en que una persona no es aceptable, a menos que así lo decida un hombre.
¿Por qué?
“You're terrible, Muriel”
Muriel's Wedding es una comedia del año 1994, escrita y dirigida por P. J. Hogan.
Protagonizada por Toni Collette, Bill Hunter, Rachel Griffiths, Jeanie Drynan, Gennie Nevison, Matt Day, Daniel Lapaine, Sophie Lee, entre otros.
Como dato, el escritor y director P.J. Hogan, quería utilizar la música de ABBA como parte de la narrativa en la película.
Al principio, se le negó el permiso; pero cuando el director prometió volar a Europa para alegar su caso a los fundadores de la banda, se le concedió el permiso, siempre y cuando la banda recibiera un porcentaje de las ganancias.
Muriel's Wedding resultó ser un gran éxito internacional, y así ayudó a inspirar el exitoso programa de Broadway, que se convirtió en la película “Mamma Mia!” (2008).
Pero más que una comedia, Muriel's Wedding es una mirada melancólica, satírica, en ciertos momentos poética, a las relaciones interpersonales establecidas en una pequeña comunidad, y singularizada en el comportamiento y actitudes vitales de un “patito feo” que deseará convertirse en cisne.
Muriel Heslop (Toni Collette), es una chica con sobrepeso, que vive en un mundo de fantasía, en canciones de ABBA, y catálogos nupciales.
Sueña con un “Príncipe Azul”, que algún día la liberará de su odiosa familia, y de sus burlonas amigas.
Cansada de esperar su llegada, decide irse a la ciudad, y buscarlo.
Poco a poco, y repasando todo el CD de los mayores éxitos del grupo ABBA, nos presentan su vida e ilusiones:
Casarse y vivir mejor que como vivía en su pueblito, no será tarea fácil, pero con fuerza y determinación, todo puede ser posible, aunque cuando lo logre, descubra que nada era como ella lo imaginaba...
Muriel va a emprender su propia maduración.
Se va a equivocar, va a vivir nuevas experiencias, y se va a dar cuenta de que ciertas aspiraciones, no tienen por qué suponer, alcanzar la felicidad.
Nunca el dicho de, “y vivieron felices y comieron perdices”, ha estado más fuera de lugar.
Muriel's Wedding fue uno de los mayores éxitos del cine australiano de los 90; y está considerado, con toda justicia, el éxito más internacional y destacado del cine australiano.
De hecho, fue una de las grandes sorpresas del año 1994, ya que, de un presupuesto de $9 millones, logró recaudar casi $60 millones; en una habilidosa y agridulce combinación de humor, no exenta de dramatismo, Muriel's Wedding es de esas películas que deben recuperarse, pues nos permiten reír viéndola, lo que en esta época es todo un éxito; también es interesante su moraleja, no todo está perdido, podemos construir nuestra vida, aun siendo feos y gordos; pero aceptándonos tal y como somos.
“When I lived in Porpoise Spit, I used to sit in my room for hours and listen to ABBA songs.
But since I've met you and moved to Sydney, I haven't listened to one Abba song.
That's because my life is as good as an Abba song.
It's as good as Dancing Queen”
Aun con un acceso limitado a las pantallas, en cuanto a difusión, volumen de copias, y distribución geográfica de las mismas, hoy no es infrecuente encontrarnos en las carteleras, con producciones cinematográficas de las más variadas e ignotas procedencias.
Pero en 1995, ese fenómeno no se daba con la profusión y pujanza actuales; en ese contexto, Muriel's Wedding no dejaba de provocar una profunda sorpresa, aun cuando viniera con el respaldo de una productora de ámbito multinacional, que llegara a las salas comerciales una pequeña comedia australiana, carente de cualquier referencia previa.
Una comedia articulada en los irrefrenables y complicados sueños de matrimonio de Muriel Heslop, un personaje fresco, contradictorio y vivo, muy vivo, que lejos de cualquier estereotipo, y encarnado fantásticamente, y adóptese el término en su doble acepción por Toni Collette, actriz desconocida hasta ese momento, y a la que este trabajo sirvió de carta de presentación para labrarse una discreta y sólida carrera en el cine estadounidense; se ve envuelto en una peripecia iniciática, llena de giros rocambolescos, en los que la alternancia de lo cómico, hasta lo hilarante y lo dramático, hasta el extremo contrario; tejen una historia que se degusta con la ligereza de un sorbete.
Una interesante comedia agridulce de nacionalidad australiana, que coge prestados elementos del cuento de “La Cenicienta” y “El Patito Feo”, rasgos de comedia negra y drama familiar, para emprender asuntos tan importantes como el desarrollo emocional, la independencia personal, la posibilidad de cambio frente al inmovilismo existencial, y la imposición de una vana superficialidad en los valores de la colectividad que margina al diferente; la búsqueda constante de la felicidad, el problemático salto hacia la madurez, y sus aspectos sociales; los múltiples conflictos familiares, la importancia de la amistad, o la realización de los sueños, etc.
Con diálogos bastante ácidos, más de una vez debiéramos contestar de la misma forma que en la película lo hacen, y poner a más de uno en su lugar; es la historia de una persona ninguneada, que consigue sus metas por sí sola, cuando todos a su alrededor, no hacen más que aplastarla, sofocarla, ahogarla y destrozarla de la manera que puede, consciente o inconscientemente.
Betty Heslop (Jeanie Drynan), la madre, es una mujer depresiva, y su presencia pasa desapercibida.
Bill Heslop (Bill Hunter), el padre, es un político frustrado, que asegura que perdió las elecciones por la llegada del voto por correo, usó como slogan:
“Nadie puede detener el progreso”
Pero he aquí que este padre, tiene 5 hijos, y sólo Dios sabe por qué, los bloquea a tal punto, que están en su casa mirando la televisión todo el día, sin estudiar ni trabajar, y sin ayudar en las tareas domésticas.
En una escena, uno de sus hijos juega a la pelota, y se alienta a sí mismo diciendo “Heslop gana, Heslop puede, miren que buen gol que hizo Heslop”; y Bill abre la ventana, y le grita “¡Contrólate!”, como si querer ganar fuera un crimen.
Así Muriel se pasa el día entero escuchando música de ABBA, y reuniéndose con las que creía sus amigas, que un día deciden decirle francamente, que no la quieren más en el grupo, enumerándole los puntos que tenía en su contra, con extrema crueldad:
Sobrepeso, vestimenta, peinado, sus gustos musicales, etc., y es que la misma Muriel se ha diseñado partiendo de canciones de un grupo musical considerado ya pasado de moda.
Por lo que Bill Heslop vive menospreciando a sus hijos públicamente, y sin reparar ante quien lo hace.
Todo ello hace que Muriel busque la oportunidad de escapar, y lo hace de una forma algo irregular, pero antes de irse dice:
“Yo les mostraré”, y así comienza todo un viaje de peripecias, donde planifica cómo ser una persona nueva, de hecho, de ser Muriel, pasó a ser “Mariel”, con la ayuda de su amiga, Rhonda Epinstock (Rachel Griffiths)
Muriel's Wedding, es un homenaje a la amistad también; pues la misma Mariel armó su nueva vida, en un comienzo plagada de mentiras, pero a medida que trascurre el tiempo, van sucediendo cosas muy importantes y muy graves que dan un giro radical a la historia.
Una escena muy emotiva e importante, desde lo psicológico, es cuando en Sydney, Mariel entra a una casa de vestidos de novia, “Dancing Queen” como música funcional en forma coral, y le prueban un vestido de novia…
Esa Mariel, era auténtica, y lloró de emoción ante el espejo cuando vio lo linda que estaba, y que no era fea como la hacían sentir en su pueblo, Porpoise Spit.
Cuando le preguntan el nombre de su futuro marido, sin titubear dijo Bill, cuando el novio inventado por ella, se llamaba Tim Sims; y cuando le preguntan por su madre, dice que está enferma en una silla de ruedas, y eso le estaba pasando a su única amiga Rhonda…
Un golpe bajo, es cuando en su boda casi ficticia con David Van Arkle (Daniel Lapaine, arreglado por 4 meses, su madre, Betty, llega tarde, regalo en mano, y nadie acusa recibo de su presencia, suicidándose al poco tiempo, cuando su marido decide dejarla, y pedirle el divorcio.
Por lo que Mariel vuelve a su casa para el funeral, y ve el álbum de fotos de su madre, entre los que están recortes de su boda en revistas de celebridades.
Todo eso, sumado a las palabras que se pronuncian en el funeral, plagado de mentiras socialmente aceptables, son los detonantes que hacen que Mariel quiera ser una renovada Muriel, iniciando una nueva vida en Sydney, con su amiga Rhonda.
Muriel's Wedding es una película que es imprescindible conocer.
Vendida como comedia, es un film de los más dramáticos que he visto.
Los personajes, tienen vidas miserables y tristes, muy tristes, excepto el papel de Rache Griffiths.
Aunque realmente creo que ahí radica su cualidad exclusiva, ya que toda la historia, va enmascarada con momentos cómicos, que llevan a que sea agradable verla; porque Muriel vive con una familia que no confía en ella, que no espera mucho de ella, que la infravalora...
Muriel es una persona encerrada en sí misma, por este amor seco en su entorno.
Los crueles estereotipos de la sociedad actual, no la ayudan, ya que no encaja en estos…
Se obsesiona, y escucha una y otra vez la música de Abba, esa música que hace que el que la escucha, se sienta alguien especial, y sueña en ese momento en que todos la miren, la admiren, y estén pendiente de ella:
El día de su boda...
Su vida sufre un cambio, cuando conoce a su nueva amiga, una amiga de verdad, que le descubre un nuevo prisma para ver el mundo.
Le hace sentirse alguien realmente especial… le hace sentir que la necesita… que es alguien genuino, como todos…
Pero Muriel arrastra un modelo de educación que le afecta en su modo de hacer las cosas, hereda ciertos hábitos de su familia, su padre principalmente… y continúa hasta que se da cuenta realmente de la situación, no sin un coste:
Su madre, la mayor de las víctimas.
La madre de Muriel, me da una pena horrorosa.
La vida que lleva con ese marido medio subnormal, y los hijos perezosos, echados a perder, dan ganas de que su final llegue cuanto antes.
Ni comentar su asistencia a la boda...
Pero Muriel en el exilio, recobra la autoestima, y da un nuevo rumbo a su vida, rechazando hasta las últimas consecuencias su vida anterior, rechaza a su marido de conveniencia, para, a partir de entonces, vivir un amor pleno y real.
Desde lo técnico, Muriel's Wedding está dirigido con habilidad, y muy bien interpretado.
Su gran problema, es ser una de esas películas que parecen querer reivindicar lo que se encuentra fuera de lo establecido, pero se desarrollan como un manual de autoayuda, y terminan proporcionando un mensaje retrógrado.
No es casual que en el tráiler francés, termine con este lema:
“Enfin un film qui frole le bon goût sans jamais y tomber” o “Por fin una película que se acerca al buen gusto, pero nunca entra en ella”
Y es curioso, pero cuando se habla de ella, todo el mundo recuerda con intensidad sus elementos cómicos.
Sin embargo, con el paso del tiempo, uno se fija más en el drama que la comedia oculta:
Una historia sobre el lado negativo del amor, de cómo éste se termina, la infidelidad, el hastío, la monotonía, provocan daños terribles y profundos en las personas, daños psicológicos, e incluso el suicidio.
Se trata de un claro ejemplo de familia disfuncional, en la que nada parece funcionar.
Muriel puede ser insegura, mentirosa, e incluso ladrona, pero es el resultado de esa familia disfuncional que ha influido en su vida.
Muriel's Wedding se entromete en la histeria femenina por el casamiento, como desafío personal y señal de éxito, en las frustraciones emocionales por la apariencia, y la imagen que se refleja en el exterior, en la autoestima moldeada por los paradigmas de una sociedad cada vez más materialista, en las envidias más crueles, de quienes no soportan ver la felicidad en el rostro ajeno, en la discriminación por belleza, y por no estar al nivel de lo que en la sociedad se considera atractivo, sobre la indignidad y bajeza en la consecución de los objetivos, en pos de ser alguien útil que se aleje de la mediocridad y el fracaso, sobre la amistad y la obstinada superación de obstáculos, sobre el escapismo de una realidad miserable, sobre la hipocresía humana, y los dobleces basados en la mentira.
La historia nos plantea, la perversa idea del matrimonio, como desafío personal y señal de superación, en un clima de frustraciones emocionales, debidas a la apariencia y la imagen externa, y con una protagonista con la autoestima marcada por los estereotipos de belleza y el éxito.
En este contexto, a lo largo del metraje, desfila una variedad de personajes marcados por una mediocridad que el cineasta no disimula en absoluto:
Mediocres son los padres y hermanos de Muriel, mediocre la amante de su padre, mediocres sus amigas, y mediocre la propia protagonista.
Y nos habla de la obsesión enfermiza de una chica australiana por casarse, y tener éxito en la vida, y nos sirve para plantear la influencia de las modelos sociales dominantes en los jóvenes.
Por lo que se enfoca en el modelo de feminidad tradicional, según el cual, parece que si no eres guapa, te casas, y tienes hijos, no eres suficientemente mujer.
Con la apariencia de comedia sencilla para pasar el rato, caricaturiza los atributos de lo considerado femenino, y muestra cómo afecta a las mujeres, el cumplir con estos esquemas sociales del patriarcado.
El entorno, también es prototípico de la familia patriarcal, en la que el padre, sustento económico del grupo, lo controla y humilla, mientras tiene relaciones con su amante; y de las amistades, que no se preocupan por otra cosa que por la belleza, y por tener novios.
Los temas que Muriel's Wedding permite abordar, son los siguientes:
Sobre cómo se imponen socialmente deseos que tienen que ver con gustar a los demás, y ser esposa de...
En el patriarcado occidental, el esquema tradicional de feminidad, se caracteriza porque las mujeres deben preocuparse por la estética y los cánones de belleza, con la intención de ser consideras guapas por los hombres.
Sus gustos y deseos, aunque pueda parecer que son propios, y resultado de elecciones personales, responden a las expectativas que la sociedad genera para las mujeres.
Así las cosas, una mujer ser sentirá bien consigo misma, como persona y como mujer, si recibe una valoración positiva de los demás, su identidad se conforma con dependencia de agradar.
Muriel, es un ejemplo de ello, así como sus supuestas amigas.
Una escena que ilustra muy bien este punto, es en la que le preguntan a una de las chicas del grupo, “¿Cómo está?”, y como respuesta no dice como está ella como persona, sino su papel como mujer en la sociedad, pues responde:
“Casada”, y muestra orgullosa el anillo de bodas, como si fuera eso lo que le da categoría social de persona.
La misma chica, más adelante, cuando se siente atacada, dice en su defensa:
“¿Pero quién te crees que eres?
Estoy casada, y soy muy guapa”
En lo relativo al matrimonio, la obsesión de Muriel es como una parodia del modelo tradicional de feminidad:
Aparecen referencias a las bodas por todas partes, la pared de su habitación empapelada con fotografías de bodas de famosos y de revistas, los documentales sobre bodas, los escaparates donde ella se queda embobada, viendo vestidos de novia, cuando se prueba vestidos mintiendo sobre su futuro matrimonio...
Para Muriel, el matrimonio simboliza éxito social:
“Quiero ganar.
Toda mi vida, he querido ganar y ser reconocida socialmente como alguien:
Quiero parecerme a vosotras”, les dice a sus supuestas amigas.
A lo que ellas responden, que las avergüenza, y que no quieren que les vean con ella.
Como reacción a este rechazo social, y a su sentimiento de fracaso, para afirmarse, se pone a trabajar en el mundo de la cosmética, y empieza a decir mentiras compulsivamente sobre que tiene novio, que va a casarse...
Se construye y vive en un mundo de fantasía, que piensa que ella misma ha inventado.
Pero, en realidad, no hace otra cosa que responder al modelo social que se le impone como mujer.
Sobre el papel de las mujeres a la hora de reproducir los esquemas del patriarcado; aunque a menudo se culpabiliza a los hombres como colectivo del mantenimiento de la cultura del patriarcado, por el hecho de ser ellos quienes están en situación de poder en la relación de desigualdad y, por ello, gozan de privilegios; el papel de las mujeres, en reproducir dicha estructura, también debe ser tenido en cuenta.
Muriel y su madre, por ejemplo, ilustran cómo se comportan las mujeres, siguiendo las pautas patriarcales:
Por un lado, Muriel obsesionada por cumplir con las expectativas que se le asignan como mujer, “casarse”; y por otro lado, la madre, absolutamente subordinada a lo que diga y quiera el marido, obedeciendo órdenes sin rechistar, y soportando la humillación hacia ella, y hacia sus hijos, hasta permitiendo la intromisión de la amante en momentos tan familiares como el almuerzo o la cena.
Pareciera que ha perdido por completo su autonomía personal, y la capacidad de pensar y hacer cosas por sí misma, con excepción de quitarse la vida, cuando su marido la abandona.
Sobre la violencia familiar, y cómo afecta a la madre e hijos; el padre de Muriel, cumple con el rol de jefe de familia/policía/juez que le otorga el patriarcado, no es casual su trabajo como político corrupto.
Para ejercerlo, como si fuera normal y legítimo, usa la violencia psicológica contra su mujer, sus hijas y, en menor medida, contra su hijo.
En ningún momento se ve que los trate como personas, sino más bien como objetos, que considera sus posesiones.
Sistemáticamente, les trata de inútiles, y les humilla en público siempre que tiene ocasión.
Esta relación de maltrato hacia la familia, provoca miedo, pasividad, falta de toma de decisiones, torpeza, debilidad, etc.
Si bien, las personas ponen en marcha recursos positivos para hacer frente a las relaciones de maltrato, Muriel's Wedding no permite ver otra estrategia de afrontamiento que la huida, tanto de Muriel hacia Sydney, como de la madre al suicidio.
En Muriel's Wedding vemos muchos “muertos”, al menos desde un punto de vista existencial, se hacen visibles; y no únicamente en ocasiones, sino de forma permanente.
Los cadáveres vivientes, para así decirlo, son las personas que rodean Muriel, víctimas de la pereza y la inacción, como los hermanos de la protagonista; la ambición deshonesta del padre, o la resignación de la madre.
Y cómo pasa con la mayor parte de las víctimas, también son los más crueles verdugos de la vitalidad desbordante de Muriel, ansiosa de escapar del oprimente y deprimente ambiente familiar, y abrirse a nuevas y deslumbrantes experiencias.
Lo conseguirá gracias a la ayuda de su amiga Rhonda, pero sobre todo, a partir de su apuesta por la felicidad, y la libertad en un mundo falso e intransigente.
Pero esta esperanza que Hogan ofrece al personaje de Muriel, es el lastre de la película.
Desde el primer momento en que vemos a Muriel, descubrimos una persona que podemos considerar limitada intelectualmente, cuyo desarrollo personal y emocional, esta lastrado por un padre que no hace más que recordarle lo inútil que es.
La esperanza que muestra Hogan, se muestra vía liberación, el personaje de Muriel escapa a Sydney, y por tanto, escapa de la alargada sombra de su familia, y especialmente de su padre.
Pero este cambio de la ciudad natal de Muriel a Sydney, produce un cambio demasiado rápido en el personaje, por mucho que consideremos que ha pasado un tiempo desde que Muriel llegó a Sydney, observamos a una Muriel que, excepto en ciertos momentos, ya no nos parece tan limitada intelectualmente.
Por mucho que Hogan quiera mostrar que el mayor problema para el desarrollo de Muriel era su padre, este cambio tan brusco en la personalidad de Muriel, hace que nos suene todo un poco extraño.
Y más si recordamos al resto de hermanos de Muriel, cuya falta de inteligencia queda más que demostrada cada vez que aparecen en pantalla.
Del reparto decir que Toni Collette ganó 40 libras en 7 semanas, con la ayuda de un dietista para hacer este papel; y se trata además, de la primera película de Rachel Griffiths, y la segunda de Toni Collette; que logró que ambas actrices fueran reconocidas, y saltaran a la fama.
Y no hay que olvidar el gran trabajo que hace Jeanie Drynan como madre de Muriel, cuya desesperación y tristeza, van haciéndose más grande a lo largo del metraje, aguantado un matrimonio sin futuro, intentado sacar adelante a varios hijos que no hacen absolutamente nada, e incluso el desprecio de su hija el día de su boda.
Ella es el personaje que más me impresiona, por su trágico final.
La actriz, recrea un personaje hondamente dramático, alienado y humillado por un marido déspota, por lo que asistimos a un proceso que, hoy por hoy, se ha vuelto habitual y sistemático en la sociedad, y que es la violencia de género.
La crudeza de la muerte de la madre, menospreciada y olvidada por todos, enferma, con el vía crucis de su vida, culmina con la crucifixión de la boda de su hija, donde es ignorada, escondida en un rincón.
La metáfora del jardín quemado por la madre, devastado como su alma, y con él parte de la ropa de sus hijos tendida en el tendal, también quemada, acariciada luego por la brisa, que es el alivio del sufrimiento.
Por otra parte decir que Bill Hunter, realiza una formidable interpretación, como el clásico hombre moralmente perfecto, pero que oculta la más grande de las corrupciones.
Como dato, Hunter estaba filmando al mismo tiempo, “The Adventures Of Priscilla, Queen Of The Desert”, y Muriel's Wedding, en donde se exigía que tuviera cabello de diferente longitud, barba, y estuviera en diferentes partes del país.
Ambas películas, desarrollaron seguidores internacionales, y destacaron con la música de ABBA.
Pero Muriel's Wedding tiene varios anacronismos importantes, como que la película se estrenara en 1994, 2 años después de que Sudáfrica compitiera en Los Juegos Olímpicos de Barcelona; por lo que no debería haber ninguna razón, para que David tuviera que casarse con Muriel, o cualquier otra persona nadara en los Juegos Olímpicos…
Un dato cierto, es que las fotografías del álbum de la familia Heslop, son fotos reales de la infancia de los actores que retratan a la familia.
Con una estética ochentera, y una forma simpática de aplastar uno de los mayores mitos de la sociedad, el matrimonio, Muriel's Wedding destaca también por la moda de la época, y al extremo, con el recargado estilismo, y sus grandes peinados.
Por último, la banda sonora está dedicada a la mú¬sica de ABBA, presente en casi en cada escena, como si fuera un personaje más; que de hecho volvió a poner de moda al grupo sueco, incluso mucho antes de que llegasen los famosos musicales, y el resto de proyectos basados en sus canciones.
“I can't stay married to you, David.
I have to stop lying now.
I've told so many lies...
I don't love you”
El Patito Feo del cuento, es un símbolo de la naturaleza salvaje que, cuando las circunstancias la obligan a pasar penurias nutritivas, se esfuerza instintivamente en seguir adelante, ocurra lo que ocurra.
La naturaleza salvaje, resiste instintivamente, y se agarra con fuerza, a veces con estilo, y otras con torpeza.
Y menos mal que lo hace, pues, para la mujer salvaje, la perseverancia es una de sus mayores cualidades.
Sus hermanos y otras criaturas de la comunidad, se le echan encima, lo picotean y lo atormentan.
Quieren obligarla a irse, pero el patito feo se muere de pena, al verse rechazado por los suyos, lo cual es terrible, pues él no ha hecho nada para merecer este trato, como no sea el hecho de ser distinto, y comportarse de una manera distinta.
De hecho, sin haber alcanzado ni siquiera la mitad de su desarrollo, el patito padece fuerte complejo psicológico.
Teniendo en cuenta que la vida creativa es el alimento y el agua del alma, este desarrollo básico, es extremadamente importante.
Si has intentado encajar en algún molde, y no lo has conseguido, probablemente has tenido suerte.
Es posible que seas un exiliado, pero has protegido tu alma.
Cuando alguien intenta repetidamente encajar, y no lo consigue, se produce un extraño fenómeno.
Cuando el proscrito es rechazado, cae directamente en los brazos de su verdadero pariente psíquico, que puede ser una materia de estudio, una forma artística o un grupo de personas.
Es peor permanecer en el lugar que no nos corresponde en absoluto, que andar perdidos durante algún tiempo, buscando el parentesco psíquico y espiritual que necesitamos.
Jamás es un error, buscar lo que uno necesita.
¡Jamás!
Aunque el exilio no es algo que se desee por diversión, hay una ganancia inesperada en él:
Son muchos los regalos del exilio.
Saca la debilidad a golpes, hace desaparecer los plañidos, habilita la percepción interna aguda, acrecienta la intuición, otorga el poder de la observación penetrante y una perspectiva que “el de adentro” nunca podría lograr.
Ser fuerte, no significa hacer brotar músculos y hacer flexiones.
Significa encontrarse con lo luminoso de uno sin huir, viviendo activamente con la naturaleza salvaje de una manera propia.
Significa ser capaz de aprender, ser capaz de sostener lo que sabemos.
Significa sostenerse, y vivir.
Sería un error pensar, que se necesita ser un héroe endurecido para lograrlo.
No es así.
Se necesita un corazón que esté dispuesto a morir y nacer, y morir y nacer una y otra vez.
En definitiva, bajo la fachada de una comedia que por momentos nos podría evo¬car también al cuento de “La Cenicienta”, Muriel's Wedding es un retrato de fra¬casos personales, en medio de los cuales, la amistad aparece como una tabla de salvación, y el soporte en la búsqueda de la libertad personal.
Empieza como comedia, se introduce de manera desgarradora en los terrenos de la tragedia, y mientras tanto, presenta una cabal inspección de lo que significa ser y tener... y desear; contando una historia sobre una persona, cuyo legítimo deseo es el encontrar un lugar en el mundo y, en resumen, pertenecer a algo y a alguien, aunque este deseo pueda llevarle por caminos inesperados, y no siempre recomendables.
Una película para llorar, para reír, para regodearse con los temas de ABBA, para sentirse confortado, para pensar, para desear comerse el mundo, para huir, para encontrar, para dejarse llevar...
Pero sobre todo, para ser nosotros mismos, aunque nos cause ser exiliados por muchos otros.
Sin embargo, cumplir con lo que otros quieren, nos causa exiliarnos de nosotros mismos.
“Oh, by the way...
I'm not alone.
I'm with Muriel”
Cuando la cultura define minuciosamente lo que constituye el éxito, o la deseable perfección en algo, el aspecto, la estatura, la fuerza, la forma, el poder adquisitivo, la economía, la virilidad, la feminidad, los buenos hijos, la buena conducta, las creencias religiosas, etc., en la psique de todos los miembros de esa cultura, se produce una introyección de los mandatos correspondientes con el fin de que las personas puedan acomodarse a dichos criterios.
Por consiguiente, el tema de “la mujer salvaje exiliada” suele ser doble:
Interior y personal, y exterior y cultural.
“Den Grimme Ælling” o “El Patito Feo”, es un cuento clásico-contemporáneo, escrito por Hans Christian Andersen, sobre un patito particularmente más grande, torpe y feo que sus hermanitos.
El cuento fue publicado por primera vez, el 11 de noviembre de 1843, y fue incluido en la colección de “Nuevos Cuentos” de Andersen, en 1844.
Este cuento, con su graciosa parodia de la autoestima humana, se considera una metáfora de la experiencia de la incómoda etapa en el crecimiento de una persona.
Como “cuento de hadas”, es utilizado para hacer que los jóvenes se sientan menos avergonzados sobre sus diferencias.
La moral de la historia, está oculta en el cuento:
“Poco importa que se nazca en el corral de los patos, siempre que uno salga de un huevo de cisne”
Un ejemplo de la vida real, podría ser para un joven que actúe diferente a los demás, y no se sienta aceptado, provocándole tristeza.
El cuento trae la esperanza de que esas diferencias, en lugar de ser defectos, pudiera resultar ser cualidades especiales que el futuro premiará:
“Rizó entonces sus alas, alzó el esbelto cuello, y se alegró desde lo hondo de su corazón, jamás soñó que podría haber tanta felicidad, allá en los tiempos en que era sólo un patito feo”
“El Patito Feo”, se ha convertido en una metáfora que se aplica a cualquier asunto de la vida, que de principio es rechazado, o mal visto; y que después se convierte en una cualidad popular.
De hecho, Andersen creció en el seno de una familia paupérrima, en la que su madre prostituía a su hermana para salir adelante; y para soportar el mundo real, Andersen se refugió en uno nuevo, y soñaba en “el cisne que quería ser de mayor”
A partir de esta anécdota, y la figura de este escritor danés que encontró el éxito, pese a los obstáculos que jalonaron su infancia; el problema del exiliado, es muy antiguo.
Muchos cuentos de hadas y mitos, se centran en el tema del proscrito.
En tales relatos, la figura principal se siente torturada por unos acontecimientos que la rebasan.
Pero como el cuento, al final, los cisnes reconocen al patito como uno de los suyos, antes de que él lo haga.
Eso es muy típico en las mujeres exiliadas.
Después de su duro peregrinaje, consiguen cruzar la frontera, y entrar en su territorio doméstico, pero a menudo tardan algún tiempo en darse cuenta, de que las miradas de la gente, ya no son despectivas, y con frecuencia son neutrales cuando no admirativas y aprobatorias.
¿Por qué hay personas que ante situaciones adversas, traumas y graves amenazas contra su salud, logran salir adelante, y alcanzan el éxito, pese a que todos los condicionantes apuntan hacia un desarrollo negativo?
Esta pregunta es el punto de partida de los trabajos sobre la resiliencia.
El término, empleado en la física de los materiales, expresa la cualidad de resistir a la presión, doblarse con flexibilidad, y recobrar su forma original, es decir, la facultad de recomponer la estructura tras un golpe.
Michael Rutter, un pionero del estudio de la resiliencia, la define como “un fenómeno manifestado por personas que evolucionan favorablemente, habiendo sido víctimas de estrés que, para la población general, supondría un riesgo serio con consecuencias graves”
A la idea de resistencia a la destrucción, se añade otro componente:
La capacidad de construir una vida significativa, ser resiliente, no significa simplemente rebotar, sino crecer hacia algo nuevo.
Durante muchas generaciones, las mujeres han aceptado el papel de seres humanos, legitimizados a través de su matrimonio con un hombre.
Se han mostrado de acuerdo, en que una persona no es aceptable, a menos que así lo decida un hombre.
¿Por qué?
“You're terrible, Muriel”
Muriel's Wedding es una comedia del año 1994, escrita y dirigida por P. J. Hogan.
Protagonizada por Toni Collette, Bill Hunter, Rachel Griffiths, Jeanie Drynan, Gennie Nevison, Matt Day, Daniel Lapaine, Sophie Lee, entre otros.
Como dato, el escritor y director P.J. Hogan, quería utilizar la música de ABBA como parte de la narrativa en la película.
Al principio, se le negó el permiso; pero cuando el director prometió volar a Europa para alegar su caso a los fundadores de la banda, se le concedió el permiso, siempre y cuando la banda recibiera un porcentaje de las ganancias.
Muriel's Wedding resultó ser un gran éxito internacional, y así ayudó a inspirar el exitoso programa de Broadway, que se convirtió en la película “Mamma Mia!” (2008).
Pero más que una comedia, Muriel's Wedding es una mirada melancólica, satírica, en ciertos momentos poética, a las relaciones interpersonales establecidas en una pequeña comunidad, y singularizada en el comportamiento y actitudes vitales de un “patito feo” que deseará convertirse en cisne.
Muriel Heslop (Toni Collette), es una chica con sobrepeso, que vive en un mundo de fantasía, en canciones de ABBA, y catálogos nupciales.
Sueña con un “Príncipe Azul”, que algún día la liberará de su odiosa familia, y de sus burlonas amigas.
Cansada de esperar su llegada, decide irse a la ciudad, y buscarlo.
Poco a poco, y repasando todo el CD de los mayores éxitos del grupo ABBA, nos presentan su vida e ilusiones:
Casarse y vivir mejor que como vivía en su pueblito, no será tarea fácil, pero con fuerza y determinación, todo puede ser posible, aunque cuando lo logre, descubra que nada era como ella lo imaginaba...
Muriel va a emprender su propia maduración.
Se va a equivocar, va a vivir nuevas experiencias, y se va a dar cuenta de que ciertas aspiraciones, no tienen por qué suponer, alcanzar la felicidad.
Nunca el dicho de, “y vivieron felices y comieron perdices”, ha estado más fuera de lugar.
Muriel's Wedding fue uno de los mayores éxitos del cine australiano de los 90; y está considerado, con toda justicia, el éxito más internacional y destacado del cine australiano.
De hecho, fue una de las grandes sorpresas del año 1994, ya que, de un presupuesto de $9 millones, logró recaudar casi $60 millones; en una habilidosa y agridulce combinación de humor, no exenta de dramatismo, Muriel's Wedding es de esas películas que deben recuperarse, pues nos permiten reír viéndola, lo que en esta época es todo un éxito; también es interesante su moraleja, no todo está perdido, podemos construir nuestra vida, aun siendo feos y gordos; pero aceptándonos tal y como somos.
“When I lived in Porpoise Spit, I used to sit in my room for hours and listen to ABBA songs.
But since I've met you and moved to Sydney, I haven't listened to one Abba song.
That's because my life is as good as an Abba song.
It's as good as Dancing Queen”
Aun con un acceso limitado a las pantallas, en cuanto a difusión, volumen de copias, y distribución geográfica de las mismas, hoy no es infrecuente encontrarnos en las carteleras, con producciones cinematográficas de las más variadas e ignotas procedencias.
Pero en 1995, ese fenómeno no se daba con la profusión y pujanza actuales; en ese contexto, Muriel's Wedding no dejaba de provocar una profunda sorpresa, aun cuando viniera con el respaldo de una productora de ámbito multinacional, que llegara a las salas comerciales una pequeña comedia australiana, carente de cualquier referencia previa.
Una comedia articulada en los irrefrenables y complicados sueños de matrimonio de Muriel Heslop, un personaje fresco, contradictorio y vivo, muy vivo, que lejos de cualquier estereotipo, y encarnado fantásticamente, y adóptese el término en su doble acepción por Toni Collette, actriz desconocida hasta ese momento, y a la que este trabajo sirvió de carta de presentación para labrarse una discreta y sólida carrera en el cine estadounidense; se ve envuelto en una peripecia iniciática, llena de giros rocambolescos, en los que la alternancia de lo cómico, hasta lo hilarante y lo dramático, hasta el extremo contrario; tejen una historia que se degusta con la ligereza de un sorbete.
Una interesante comedia agridulce de nacionalidad australiana, que coge prestados elementos del cuento de “La Cenicienta” y “El Patito Feo”, rasgos de comedia negra y drama familiar, para emprender asuntos tan importantes como el desarrollo emocional, la independencia personal, la posibilidad de cambio frente al inmovilismo existencial, y la imposición de una vana superficialidad en los valores de la colectividad que margina al diferente; la búsqueda constante de la felicidad, el problemático salto hacia la madurez, y sus aspectos sociales; los múltiples conflictos familiares, la importancia de la amistad, o la realización de los sueños, etc.
Con diálogos bastante ácidos, más de una vez debiéramos contestar de la misma forma que en la película lo hacen, y poner a más de uno en su lugar; es la historia de una persona ninguneada, que consigue sus metas por sí sola, cuando todos a su alrededor, no hacen más que aplastarla, sofocarla, ahogarla y destrozarla de la manera que puede, consciente o inconscientemente.
Betty Heslop (Jeanie Drynan), la madre, es una mujer depresiva, y su presencia pasa desapercibida.
Bill Heslop (Bill Hunter), el padre, es un político frustrado, que asegura que perdió las elecciones por la llegada del voto por correo, usó como slogan:
“Nadie puede detener el progreso”
Pero he aquí que este padre, tiene 5 hijos, y sólo Dios sabe por qué, los bloquea a tal punto, que están en su casa mirando la televisión todo el día, sin estudiar ni trabajar, y sin ayudar en las tareas domésticas.
En una escena, uno de sus hijos juega a la pelota, y se alienta a sí mismo diciendo “Heslop gana, Heslop puede, miren que buen gol que hizo Heslop”; y Bill abre la ventana, y le grita “¡Contrólate!”, como si querer ganar fuera un crimen.
Así Muriel se pasa el día entero escuchando música de ABBA, y reuniéndose con las que creía sus amigas, que un día deciden decirle francamente, que no la quieren más en el grupo, enumerándole los puntos que tenía en su contra, con extrema crueldad:
Sobrepeso, vestimenta, peinado, sus gustos musicales, etc., y es que la misma Muriel se ha diseñado partiendo de canciones de un grupo musical considerado ya pasado de moda.
Por lo que Bill Heslop vive menospreciando a sus hijos públicamente, y sin reparar ante quien lo hace.
Todo ello hace que Muriel busque la oportunidad de escapar, y lo hace de una forma algo irregular, pero antes de irse dice:
“Yo les mostraré”, y así comienza todo un viaje de peripecias, donde planifica cómo ser una persona nueva, de hecho, de ser Muriel, pasó a ser “Mariel”, con la ayuda de su amiga, Rhonda Epinstock (Rachel Griffiths)
Muriel's Wedding, es un homenaje a la amistad también; pues la misma Mariel armó su nueva vida, en un comienzo plagada de mentiras, pero a medida que trascurre el tiempo, van sucediendo cosas muy importantes y muy graves que dan un giro radical a la historia.
Una escena muy emotiva e importante, desde lo psicológico, es cuando en Sydney, Mariel entra a una casa de vestidos de novia, “Dancing Queen” como música funcional en forma coral, y le prueban un vestido de novia…
Esa Mariel, era auténtica, y lloró de emoción ante el espejo cuando vio lo linda que estaba, y que no era fea como la hacían sentir en su pueblo, Porpoise Spit.
Cuando le preguntan el nombre de su futuro marido, sin titubear dijo Bill, cuando el novio inventado por ella, se llamaba Tim Sims; y cuando le preguntan por su madre, dice que está enferma en una silla de ruedas, y eso le estaba pasando a su única amiga Rhonda…
Un golpe bajo, es cuando en su boda casi ficticia con David Van Arkle (Daniel Lapaine, arreglado por 4 meses, su madre, Betty, llega tarde, regalo en mano, y nadie acusa recibo de su presencia, suicidándose al poco tiempo, cuando su marido decide dejarla, y pedirle el divorcio.
Por lo que Mariel vuelve a su casa para el funeral, y ve el álbum de fotos de su madre, entre los que están recortes de su boda en revistas de celebridades.
Todo eso, sumado a las palabras que se pronuncian en el funeral, plagado de mentiras socialmente aceptables, son los detonantes que hacen que Mariel quiera ser una renovada Muriel, iniciando una nueva vida en Sydney, con su amiga Rhonda.
Muriel's Wedding es una película que es imprescindible conocer.
Vendida como comedia, es un film de los más dramáticos que he visto.
Los personajes, tienen vidas miserables y tristes, muy tristes, excepto el papel de Rache Griffiths.
Aunque realmente creo que ahí radica su cualidad exclusiva, ya que toda la historia, va enmascarada con momentos cómicos, que llevan a que sea agradable verla; porque Muriel vive con una familia que no confía en ella, que no espera mucho de ella, que la infravalora...
Muriel es una persona encerrada en sí misma, por este amor seco en su entorno.
Los crueles estereotipos de la sociedad actual, no la ayudan, ya que no encaja en estos…
Se obsesiona, y escucha una y otra vez la música de Abba, esa música que hace que el que la escucha, se sienta alguien especial, y sueña en ese momento en que todos la miren, la admiren, y estén pendiente de ella:
El día de su boda...
Su vida sufre un cambio, cuando conoce a su nueva amiga, una amiga de verdad, que le descubre un nuevo prisma para ver el mundo.
Le hace sentirse alguien realmente especial… le hace sentir que la necesita… que es alguien genuino, como todos…
Pero Muriel arrastra un modelo de educación que le afecta en su modo de hacer las cosas, hereda ciertos hábitos de su familia, su padre principalmente… y continúa hasta que se da cuenta realmente de la situación, no sin un coste:
Su madre, la mayor de las víctimas.
La madre de Muriel, me da una pena horrorosa.
La vida que lleva con ese marido medio subnormal, y los hijos perezosos, echados a perder, dan ganas de que su final llegue cuanto antes.
Ni comentar su asistencia a la boda...
Pero Muriel en el exilio, recobra la autoestima, y da un nuevo rumbo a su vida, rechazando hasta las últimas consecuencias su vida anterior, rechaza a su marido de conveniencia, para, a partir de entonces, vivir un amor pleno y real.
Desde lo técnico, Muriel's Wedding está dirigido con habilidad, y muy bien interpretado.
Su gran problema, es ser una de esas películas que parecen querer reivindicar lo que se encuentra fuera de lo establecido, pero se desarrollan como un manual de autoayuda, y terminan proporcionando un mensaje retrógrado.
No es casual que en el tráiler francés, termine con este lema:
“Enfin un film qui frole le bon goût sans jamais y tomber” o “Por fin una película que se acerca al buen gusto, pero nunca entra en ella”
Y es curioso, pero cuando se habla de ella, todo el mundo recuerda con intensidad sus elementos cómicos.
Sin embargo, con el paso del tiempo, uno se fija más en el drama que la comedia oculta:
Una historia sobre el lado negativo del amor, de cómo éste se termina, la infidelidad, el hastío, la monotonía, provocan daños terribles y profundos en las personas, daños psicológicos, e incluso el suicidio.
Se trata de un claro ejemplo de familia disfuncional, en la que nada parece funcionar.
Muriel puede ser insegura, mentirosa, e incluso ladrona, pero es el resultado de esa familia disfuncional que ha influido en su vida.
Muriel's Wedding se entromete en la histeria femenina por el casamiento, como desafío personal y señal de éxito, en las frustraciones emocionales por la apariencia, y la imagen que se refleja en el exterior, en la autoestima moldeada por los paradigmas de una sociedad cada vez más materialista, en las envidias más crueles, de quienes no soportan ver la felicidad en el rostro ajeno, en la discriminación por belleza, y por no estar al nivel de lo que en la sociedad se considera atractivo, sobre la indignidad y bajeza en la consecución de los objetivos, en pos de ser alguien útil que se aleje de la mediocridad y el fracaso, sobre la amistad y la obstinada superación de obstáculos, sobre el escapismo de una realidad miserable, sobre la hipocresía humana, y los dobleces basados en la mentira.
La historia nos plantea, la perversa idea del matrimonio, como desafío personal y señal de superación, en un clima de frustraciones emocionales, debidas a la apariencia y la imagen externa, y con una protagonista con la autoestima marcada por los estereotipos de belleza y el éxito.
En este contexto, a lo largo del metraje, desfila una variedad de personajes marcados por una mediocridad que el cineasta no disimula en absoluto:
Mediocres son los padres y hermanos de Muriel, mediocre la amante de su padre, mediocres sus amigas, y mediocre la propia protagonista.
Y nos habla de la obsesión enfermiza de una chica australiana por casarse, y tener éxito en la vida, y nos sirve para plantear la influencia de las modelos sociales dominantes en los jóvenes.
Por lo que se enfoca en el modelo de feminidad tradicional, según el cual, parece que si no eres guapa, te casas, y tienes hijos, no eres suficientemente mujer.
Con la apariencia de comedia sencilla para pasar el rato, caricaturiza los atributos de lo considerado femenino, y muestra cómo afecta a las mujeres, el cumplir con estos esquemas sociales del patriarcado.
El entorno, también es prototípico de la familia patriarcal, en la que el padre, sustento económico del grupo, lo controla y humilla, mientras tiene relaciones con su amante; y de las amistades, que no se preocupan por otra cosa que por la belleza, y por tener novios.
Los temas que Muriel's Wedding permite abordar, son los siguientes:
Sobre cómo se imponen socialmente deseos que tienen que ver con gustar a los demás, y ser esposa de...
En el patriarcado occidental, el esquema tradicional de feminidad, se caracteriza porque las mujeres deben preocuparse por la estética y los cánones de belleza, con la intención de ser consideras guapas por los hombres.
Sus gustos y deseos, aunque pueda parecer que son propios, y resultado de elecciones personales, responden a las expectativas que la sociedad genera para las mujeres.
Así las cosas, una mujer ser sentirá bien consigo misma, como persona y como mujer, si recibe una valoración positiva de los demás, su identidad se conforma con dependencia de agradar.
Muriel, es un ejemplo de ello, así como sus supuestas amigas.
Una escena que ilustra muy bien este punto, es en la que le preguntan a una de las chicas del grupo, “¿Cómo está?”, y como respuesta no dice como está ella como persona, sino su papel como mujer en la sociedad, pues responde:
“Casada”, y muestra orgullosa el anillo de bodas, como si fuera eso lo que le da categoría social de persona.
La misma chica, más adelante, cuando se siente atacada, dice en su defensa:
“¿Pero quién te crees que eres?
Estoy casada, y soy muy guapa”
En lo relativo al matrimonio, la obsesión de Muriel es como una parodia del modelo tradicional de feminidad:
Aparecen referencias a las bodas por todas partes, la pared de su habitación empapelada con fotografías de bodas de famosos y de revistas, los documentales sobre bodas, los escaparates donde ella se queda embobada, viendo vestidos de novia, cuando se prueba vestidos mintiendo sobre su futuro matrimonio...
Para Muriel, el matrimonio simboliza éxito social:
“Quiero ganar.
Toda mi vida, he querido ganar y ser reconocida socialmente como alguien:
Quiero parecerme a vosotras”, les dice a sus supuestas amigas.
A lo que ellas responden, que las avergüenza, y que no quieren que les vean con ella.
Como reacción a este rechazo social, y a su sentimiento de fracaso, para afirmarse, se pone a trabajar en el mundo de la cosmética, y empieza a decir mentiras compulsivamente sobre que tiene novio, que va a casarse...
Se construye y vive en un mundo de fantasía, que piensa que ella misma ha inventado.
Pero, en realidad, no hace otra cosa que responder al modelo social que se le impone como mujer.
Sobre el papel de las mujeres a la hora de reproducir los esquemas del patriarcado; aunque a menudo se culpabiliza a los hombres como colectivo del mantenimiento de la cultura del patriarcado, por el hecho de ser ellos quienes están en situación de poder en la relación de desigualdad y, por ello, gozan de privilegios; el papel de las mujeres, en reproducir dicha estructura, también debe ser tenido en cuenta.
Muriel y su madre, por ejemplo, ilustran cómo se comportan las mujeres, siguiendo las pautas patriarcales:
Por un lado, Muriel obsesionada por cumplir con las expectativas que se le asignan como mujer, “casarse”; y por otro lado, la madre, absolutamente subordinada a lo que diga y quiera el marido, obedeciendo órdenes sin rechistar, y soportando la humillación hacia ella, y hacia sus hijos, hasta permitiendo la intromisión de la amante en momentos tan familiares como el almuerzo o la cena.
Pareciera que ha perdido por completo su autonomía personal, y la capacidad de pensar y hacer cosas por sí misma, con excepción de quitarse la vida, cuando su marido la abandona.
Sobre la violencia familiar, y cómo afecta a la madre e hijos; el padre de Muriel, cumple con el rol de jefe de familia/policía/juez que le otorga el patriarcado, no es casual su trabajo como político corrupto.
Para ejercerlo, como si fuera normal y legítimo, usa la violencia psicológica contra su mujer, sus hijas y, en menor medida, contra su hijo.
En ningún momento se ve que los trate como personas, sino más bien como objetos, que considera sus posesiones.
Sistemáticamente, les trata de inútiles, y les humilla en público siempre que tiene ocasión.
Esta relación de maltrato hacia la familia, provoca miedo, pasividad, falta de toma de decisiones, torpeza, debilidad, etc.
Si bien, las personas ponen en marcha recursos positivos para hacer frente a las relaciones de maltrato, Muriel's Wedding no permite ver otra estrategia de afrontamiento que la huida, tanto de Muriel hacia Sydney, como de la madre al suicidio.
En Muriel's Wedding vemos muchos “muertos”, al menos desde un punto de vista existencial, se hacen visibles; y no únicamente en ocasiones, sino de forma permanente.
Los cadáveres vivientes, para así decirlo, son las personas que rodean Muriel, víctimas de la pereza y la inacción, como los hermanos de la protagonista; la ambición deshonesta del padre, o la resignación de la madre.
Y cómo pasa con la mayor parte de las víctimas, también son los más crueles verdugos de la vitalidad desbordante de Muriel, ansiosa de escapar del oprimente y deprimente ambiente familiar, y abrirse a nuevas y deslumbrantes experiencias.
Lo conseguirá gracias a la ayuda de su amiga Rhonda, pero sobre todo, a partir de su apuesta por la felicidad, y la libertad en un mundo falso e intransigente.
Pero esta esperanza que Hogan ofrece al personaje de Muriel, es el lastre de la película.
Desde el primer momento en que vemos a Muriel, descubrimos una persona que podemos considerar limitada intelectualmente, cuyo desarrollo personal y emocional, esta lastrado por un padre que no hace más que recordarle lo inútil que es.
La esperanza que muestra Hogan, se muestra vía liberación, el personaje de Muriel escapa a Sydney, y por tanto, escapa de la alargada sombra de su familia, y especialmente de su padre.
Pero este cambio de la ciudad natal de Muriel a Sydney, produce un cambio demasiado rápido en el personaje, por mucho que consideremos que ha pasado un tiempo desde que Muriel llegó a Sydney, observamos a una Muriel que, excepto en ciertos momentos, ya no nos parece tan limitada intelectualmente.
Por mucho que Hogan quiera mostrar que el mayor problema para el desarrollo de Muriel era su padre, este cambio tan brusco en la personalidad de Muriel, hace que nos suene todo un poco extraño.
Y más si recordamos al resto de hermanos de Muriel, cuya falta de inteligencia queda más que demostrada cada vez que aparecen en pantalla.
Del reparto decir que Toni Collette ganó 40 libras en 7 semanas, con la ayuda de un dietista para hacer este papel; y se trata además, de la primera película de Rachel Griffiths, y la segunda de Toni Collette; que logró que ambas actrices fueran reconocidas, y saltaran a la fama.
Y no hay que olvidar el gran trabajo que hace Jeanie Drynan como madre de Muriel, cuya desesperación y tristeza, van haciéndose más grande a lo largo del metraje, aguantado un matrimonio sin futuro, intentado sacar adelante a varios hijos que no hacen absolutamente nada, e incluso el desprecio de su hija el día de su boda.
Ella es el personaje que más me impresiona, por su trágico final.
La actriz, recrea un personaje hondamente dramático, alienado y humillado por un marido déspota, por lo que asistimos a un proceso que, hoy por hoy, se ha vuelto habitual y sistemático en la sociedad, y que es la violencia de género.
La crudeza de la muerte de la madre, menospreciada y olvidada por todos, enferma, con el vía crucis de su vida, culmina con la crucifixión de la boda de su hija, donde es ignorada, escondida en un rincón.
La metáfora del jardín quemado por la madre, devastado como su alma, y con él parte de la ropa de sus hijos tendida en el tendal, también quemada, acariciada luego por la brisa, que es el alivio del sufrimiento.
Por otra parte decir que Bill Hunter, realiza una formidable interpretación, como el clásico hombre moralmente perfecto, pero que oculta la más grande de las corrupciones.
Como dato, Hunter estaba filmando al mismo tiempo, “The Adventures Of Priscilla, Queen Of The Desert”, y Muriel's Wedding, en donde se exigía que tuviera cabello de diferente longitud, barba, y estuviera en diferentes partes del país.
Ambas películas, desarrollaron seguidores internacionales, y destacaron con la música de ABBA.
Pero Muriel's Wedding tiene varios anacronismos importantes, como que la película se estrenara en 1994, 2 años después de que Sudáfrica compitiera en Los Juegos Olímpicos de Barcelona; por lo que no debería haber ninguna razón, para que David tuviera que casarse con Muriel, o cualquier otra persona nadara en los Juegos Olímpicos…
Un dato cierto, es que las fotografías del álbum de la familia Heslop, son fotos reales de la infancia de los actores que retratan a la familia.
Con una estética ochentera, y una forma simpática de aplastar uno de los mayores mitos de la sociedad, el matrimonio, Muriel's Wedding destaca también por la moda de la época, y al extremo, con el recargado estilismo, y sus grandes peinados.
Por último, la banda sonora está dedicada a la mú¬sica de ABBA, presente en casi en cada escena, como si fuera un personaje más; que de hecho volvió a poner de moda al grupo sueco, incluso mucho antes de que llegasen los famosos musicales, y el resto de proyectos basados en sus canciones.
“I can't stay married to you, David.
I have to stop lying now.
I've told so many lies...
I don't love you”
El Patito Feo del cuento, es un símbolo de la naturaleza salvaje que, cuando las circunstancias la obligan a pasar penurias nutritivas, se esfuerza instintivamente en seguir adelante, ocurra lo que ocurra.
La naturaleza salvaje, resiste instintivamente, y se agarra con fuerza, a veces con estilo, y otras con torpeza.
Y menos mal que lo hace, pues, para la mujer salvaje, la perseverancia es una de sus mayores cualidades.
Sus hermanos y otras criaturas de la comunidad, se le echan encima, lo picotean y lo atormentan.
Quieren obligarla a irse, pero el patito feo se muere de pena, al verse rechazado por los suyos, lo cual es terrible, pues él no ha hecho nada para merecer este trato, como no sea el hecho de ser distinto, y comportarse de una manera distinta.
De hecho, sin haber alcanzado ni siquiera la mitad de su desarrollo, el patito padece fuerte complejo psicológico.
Teniendo en cuenta que la vida creativa es el alimento y el agua del alma, este desarrollo básico, es extremadamente importante.
Si has intentado encajar en algún molde, y no lo has conseguido, probablemente has tenido suerte.
Es posible que seas un exiliado, pero has protegido tu alma.
Cuando alguien intenta repetidamente encajar, y no lo consigue, se produce un extraño fenómeno.
Cuando el proscrito es rechazado, cae directamente en los brazos de su verdadero pariente psíquico, que puede ser una materia de estudio, una forma artística o un grupo de personas.
Es peor permanecer en el lugar que no nos corresponde en absoluto, que andar perdidos durante algún tiempo, buscando el parentesco psíquico y espiritual que necesitamos.
Jamás es un error, buscar lo que uno necesita.
¡Jamás!
Aunque el exilio no es algo que se desee por diversión, hay una ganancia inesperada en él:
Son muchos los regalos del exilio.
Saca la debilidad a golpes, hace desaparecer los plañidos, habilita la percepción interna aguda, acrecienta la intuición, otorga el poder de la observación penetrante y una perspectiva que “el de adentro” nunca podría lograr.
Ser fuerte, no significa hacer brotar músculos y hacer flexiones.
Significa encontrarse con lo luminoso de uno sin huir, viviendo activamente con la naturaleza salvaje de una manera propia.
Significa ser capaz de aprender, ser capaz de sostener lo que sabemos.
Significa sostenerse, y vivir.
Sería un error pensar, que se necesita ser un héroe endurecido para lograrlo.
No es así.
Se necesita un corazón que esté dispuesto a morir y nacer, y morir y nacer una y otra vez.
En definitiva, bajo la fachada de una comedia que por momentos nos podría evo¬car también al cuento de “La Cenicienta”, Muriel's Wedding es un retrato de fra¬casos personales, en medio de los cuales, la amistad aparece como una tabla de salvación, y el soporte en la búsqueda de la libertad personal.
Empieza como comedia, se introduce de manera desgarradora en los terrenos de la tragedia, y mientras tanto, presenta una cabal inspección de lo que significa ser y tener... y desear; contando una historia sobre una persona, cuyo legítimo deseo es el encontrar un lugar en el mundo y, en resumen, pertenecer a algo y a alguien, aunque este deseo pueda llevarle por caminos inesperados, y no siempre recomendables.
Una película para llorar, para reír, para regodearse con los temas de ABBA, para sentirse confortado, para pensar, para desear comerse el mundo, para huir, para encontrar, para dejarse llevar...
Pero sobre todo, para ser nosotros mismos, aunque nos cause ser exiliados por muchos otros.
Sin embargo, cumplir con lo que otros quieren, nos causa exiliarnos de nosotros mismos.
“Oh, by the way...
I'm not alone.
I'm with Muriel”
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