The Scarlet Letter

“When intimacy is forbidden and passion is a sin, love is the most defiant crime of all”

Los puritanos, eran un grupo cristiano devoto que disentía con La Iglesia de Inglaterra; siendo una facción radical del protestantismo, que tuvo su origen en el periodo reformista inglés, que se desarrolló durante el reinado de Elizabeth I.
Perseguido por sus creencias, llegaron a América; específicamente en EEUU, y creían absolutamente en las palabras de La Biblia, por lo que sintieron que la iglesia se había corrompido.
Ellos fueron llamados “puritanos”, porque querían purificar y limpiar la iglesia, y de sus propias vidas, dedicándose a la reforma religiosa, social y moral.
Al migrar a Estados Unidos, los puritanos se instalaron en la zona de Nueva Inglaterra, y vivieron vidas estrictamente piadosas, en las que la familia y los lazos del matrimonio, eran la base del orden social; logrando una sociedad ordenada a través de ideas y reglas estrictas sobre el matrimonio, el comportamiento social y la castidad.
Los Ministros puritanos, hicieron hincapié en la idea de que el amor y la responsabilidad entre una pareja casada, que eran iguales a un deber moral y religioso.
Al hacerlo, hicieron de la institución del matrimonio, uno de los medios básicos a través de los cuales controlar y poner orden en su sociedad.
Entonces, en la sociedad puritana, el adulterio era considerado el último pecado, una violación moral de la voluntad de Dios; era un delito capital, y las personas que lo hayan cometido, podrían ser condenadas a muerte.
El adulterio, era castigado públicamente, con la intención de causar la vergüenza y la humillación, porque era una ruptura clara del contrato matrimonial moral y religioso entre marido y mujer.
Al amenazar los lazos del matrimonio, los puritanos también vieron al adulterio como una amenaza para el orden social.
El comienzo de la literatura estadounidense, cuenta con escritores puritanos como Cotton Mather o Thomas Shepard.
Sus textos solían ser panfletos ensayísticos religiosos o políticos.
Pero el puritanismo ha sido un tema central de obras literarias como “The Scarlet Letter” (1850), donde el autor critica lo que él considera fanatismo y falsa moral del puritanismo; o como “The Crucible” (1952) de Arthur Miller, donde el autor utiliza ese ejemplo de fanatismo, como imagen para criticar la persecución política del macartismo.
Nathaniel Hawthorne, fue un novelista y cuentista estadounidense, una figura clave en el desarrollo de la literatura de EEUU en sus orígenes; siendo conocido sobre todo, por sus relatos breves, que él llamó “cuentos”, muchas veces de contenido siniestro, al gusto de la época, y por sus 4 novelas largas.
Autor encuadrable dentro del Romanticismo de EEUU como Edgar Allan Poe, gran parte de su obra, se localiza en Nueva Inglaterra, y muchas de sus historias, de contenido generalmente alegórico, recrean intensamente el ambiente puritano que empapaba la sociedad de aquellos años.
“The Scarlet Letter”, es una de sus novelas, publicada en 1850, y considerada su obra cumbre.
Está ambientada en la puritana Nueva Inglaterra de principios del siglo XVII, y relata la historia de Hester Prynne, una mujer acusada de adulterio, y condenada a llevar en su pecho una letra “A”, de adúltera.
A través de los siglos, en diversas culturas, el adulterio ha sido moralmente censurado, y hasta penado, considerándoselo un delito, pero esto no ha impedido que muchas personas lo practiquen…
Así pues, Hester rechaza revelar la identidad del padre de su hija, y trata de vivir con dignidad en una sociedad injusta e hipócrita.
En la novela, Hawthorne trata los temas del legalismo, el pecado y la culpa, una sociedad injusta e hipócrita.
A priori, el argumento de la novela parece interesante; un estudio de los prejuicios de grupo, la doble moral y la hipocresía social en el entorno de los puritanos de la Nueva Inglaterra del siglo XVII; siendo uno de los primeros libros producidos de forma masiva en Estados Unidos.
Y es que a mediados del siglo XIX, los encuadernadores solían elaborar los libros a mano, y venderlos en pequeñas cantidades.
La primera edición mecanizada de esta obra, de 2500 volúmenes, se agotó en 10 días, y alcanzó una popularidad poco común hasta entonces.
Años después, Jorge Luis Borges observa, por su parte, que los cuentos del autor, expresan “el tenue mundo crepuscular, o lunar, de las imaginaciones fantásticas”
Para entender la novela “The Scarlet Letter”, debemos tener siempre en cuenta su marco de referencia, y la simbología que oculta; porque tampoco hay que olvidar que el fantasma que la cubre, cobra vida siglos más tarde bajo el oscuro y vergonzoso macartismo que apuntó Miller.
Sombras de un país que vuelven una y otra vez a repetirse.
“The Scarlet Letter”, ha sido llevada al cine nada menos que en 11 ocasiones, todas con el mismo título:
En 1908, 1911, 1913, 1917, 1920, 1922, 1926, 1934, 1973, 1995 y 2004.
Casi todas ellas, son versiones de Hollywood, salvo la versión de 1922, que es británica; la de 1973 que es una coproducción entre Alemania y España; y la del 2004, que es de Corea del Sur.
Además existe una versión en forma de comedia juvenil, una miniserie de televisión de 1979, y una ópera.
“Are you sure God's not punishing me?”
The Scarlet Letter es un drama del año 1995, dirigido por Roland Joffé.
Protagonizado por Demi Moore, Gary Oldman, Robert Duvall, Edward Hardwicke, Robert Prosky, Joan Plowright, Jodhi May, entre otros.
El guión es de Douglas Day Stewart, basado en la novela homónima de Nathaniel Hawthorne; siendo una de las adaptaciones más criticadas de todos los tiempos, ya que Roland Joffé decidió realizar una serie de importantes modificaciones en la obra de Hawthorne, afectando de manera importante el desenlace de la historia, y con ello, el mensaje del autor.
Por lo que esta versión fue “libremente adaptada”, desviándose de la historia original.
Por su parte, Demi Moore habría dicho, que “estaba bien al cambiar el final, porque no mucha gente ha leído el libro”
La crítica en EEUU la acogió con reprobación unánime, y la taquilla la recibió con frialdad.
Algunas escenas son consideradas escandalosas, y eso no se lo perdonaron.
The Scarlet Letter fue filmada en la Columbia Británica, en la Isla de Vancouver, en Campbell River y en sus alrededores, las tierras de Beaverlodge, ahora Rockland Road, y North Island College / Timberline Secondary, Lupin Falls y Myra Falls en el Parque Provincial Strathcona, Little Oyster River y White River.
Y en los pueblos de Nueva Escocia de Yarmouth, Shelburne, y en el pequeño pueblo de San Alfonso en Clare en 1994.
En Shelburne, el área de la línea de costa, se alteró sustancialmente para asemejarse a una ciudad puritana de Nueva Inglaterra a mediados del siglo XVII.
Algunos de los edificios de la calle Dock, conservan los acabados de pintura de tono gris, utilizados para la película.
La acción tiene lugar en el siglo XVII, en EEUU.
Hester Prynne (Demi Moore) ha sido infiel a su marido, Roger (Robert Duvall) con El Reverendo Arthur Dimmesdale (Gary Oldman)
Al ser descubierta, por embarazo, la joven está obligada a llevar colgada una “A” de adúltera en el pecho.
Lo que nadie sabe, es quién ha sido su amante, que no ha confesado por miedo de dejar de ser un miembro respetado en la comunidad.
Pero, el marido está dispuesto a llegar hasta el final, y descubrir su identidad...
The Scarlet Letter trata el tema de la religión, y de los castigos a los que eran sometidas las personas que no estaban de acuerdo con las tradiciones, y que se revelaban en sus opiniones, que normalmente eran en contra de los gobernantes, y de la misma religión; y nos demuestra que el verdadero amor sobrepasa los chismes y los prejuicios de la sociedad, que ni en peligro de muerte, se lucha por el ser querido y la familia.
La historia de Hester y Arthur, nos da una clara idea de que los alcances del amor, son mayores que la religión, y la mentira de la herejía.
“In God's eyes, I am her husband”
Partiendo de la novela homónima de Nathaniel Hawthorne, aunque adaptándola muy libremente, el realizador londinense Roland Joffé, llevó a la gran pantalla The Scarlet Letter, pocos años después de los éxitos cosechados por “The Mission” (1986)
Y aquí, Joffé vuelve a demostrar que la recreación de épocas y escenarios, es uno de sus puntos fuertes, y nos presenta a una inglesa católica recién llegada a esa comunidad puritana, donde los protagonistas acabarán siendo objeto y víctima de las diferencias ideológicas y costumbres.
La trama, se sitúa casi en los comienzos del siglo XIX, una época en la que la atractiva Hester Prynne llega desde Inglaterra, al pequeño pueblo de Boston, una región que siempre se ha caracterizado por la serenidad, y el bienestar de todos sus habitantes.
Su objetivo es poder encontrar una casa y unas tierras lo antes posible, teniendo en cuenta la necesidad de haberlo organizado todo a la perfección, llegado el momento en el que su marido arribe a dicho territorio.
Sin embargo, sus buenas intenciones se verán un tanto truncadas, con motivo del desprecio y de la envidia que sienten hacia ella, la gran mayoría de los individuos con cierta reputación social del lugar.
Sobre todo las esposas de dichos varones, puesto que desde el preciso instante en el que cruzaron sus miradas con la protagonista, se dieron cuenta de la hermosura y de la elegancia que desprende en cada una de sus intervenciones.
Únicamente va a contar con la colaboración del Reverendo Arthur Dimmesdale, quien comenzará a sentir una fuerte e irresistible atracción por la joven, con el transcurso de los acontecimientos.
The Scarlet Letter, es una de esas películas que no sólo sirven para lucimiento de los actores de moda, sino que también intentan de alguna forma, cuidar otros aspectos puramente cinematográficos:
La recreación de la colonia, las escenas del bosque de gran importancia en la relación entre los protagonistas, el ambiente, el vestuario, toda la escenografía en sí, que imita a la perfección a aquella época; sobre todo la recreación de la Massachusetts colonial, que está muy conseguida, así como el cuidado formato de toda la película.
Joffé se esmera mucho en la ambientación de todas sus películas; y el puritanismo más exacerbado, contrasta con el libertinaje más “zorrero”, por llamarlo de alguna forma; por lo que se narra el terrible impacto que un simple acto de pasión, desencadena en las vidas de 3 miembros de la comunidad:
Hester Prynne, una mujer de espíritu libre e independiente, objeto del escarnio público.
El Reverendo Dimmesdale, un alma atormentada por la culpa, aunque algo digno de la estima general.
Y Roger Chillingworth, un ser siniestro, cruel y vengativo hombre, que maquina en la sombra.
Para despertar el horror, The Scarlet Letter no recurre ni a la violencia, ni al crimen, ni a cualquier otro recurso tópico del género, sino que desciende al pozo de la psicología humana, para observar las horribles bestias que reptan y se alimentan en la jaula de la conciencia.
En definitiva, una obra que explora el sentimiento de culpa, y la fuerza que se devora a sí misma.
Lo que más me ha gustado, es como tratan la infranqueable religiosidad, siendo estos fervientes devotos de Dios y La Biblia, y es puesta contra la pared, de frente al espectador, en una historia de amor que alberga bastante pomposidad lírica.
No se puede negar, que The Scarlet Letter no se haya hecho para mayor gloria de Demi Moore y Gary Oldman, 2 estrellas en boga por las aún recientes por entonces “Ghost” (1990) y “Bram Stoker’s Dracula” (1992), respectivamente.
Este último, Oldman, le da una fuerza y una sensualidad a su personaje muy creíbles, abarcando todo el protagonismo en las escenas en las que sale con La Moore, la cual no alcanza las cotas interpretativas de su compañero de reparto, ni por asomo…
Un atractivo Gary Oldman, en el que reside casi íntegramente la fuerza e interés de este filme; se transforma en un ser muy deseable, y su pasión logra traspasar la pantalla, está que se sale en cuanto a sex-appeal, pues está tan guapo, tan atractivo... aunque demasiado para ser un reverendo.
La verdad es que Oldman se las arregla para traspasar la pantalla, y dar el pego de ídolo romántico que respira sensualidad y sexualidad por cada uno de sus poros a lo largo de todo el metraje.
Todo esto acompañado por una bellísima Demi Moore, como una falsa puritana, más caliente que una cacerola sobre el fuego, que pareciera que está durante toda la película con unas ganas locas de quitarse ese corsé que tanto la aprieta…
Pero el amor verdadero, el desafío, la confusión, el miedo, en Moore, simplemente saca la barbilla, y hace que sus ojos se junten con sus lágrimas.
Ella es el objeto inamovible, impasible en el centro de la historia, y no hay manera de moverse a su alrededor.
Se cuenta que mientras ella veía una escena durante la producción, Demi Moore le disgustó tanto la apariencia de su cabello, que ella insistió en que la escena se reanudara, a su propio costo.
Además, Moore sabía que iba a protagonizar The Scarlet Letter desde principios de 1994, cuando estaba embarazada de su hija Tallulah Belle Willis y, según los informes, se ofreció a dar a luz en el rodaje, para que sea incluida en la película, pero los productores declinaron.
Sin embargo sus hijas, Scout LaRue Willis y Tallulah Belle Willis, interpretan al Pearl como bebé y como niña, respectivamente.
Por otra parte, Robert Duvall llega a resultar odioso de lo bien que desempeña su personaje.
Clave es que Dimmesdale, el párroco; y Roger, marido de Hester; se hagan amigos en el libro; relación cuyo desarrollo es muy interesante, pues va mostrando la progresiva influencia negativa de Roger en Arthur, y la consecuente debilidad física y mental en la que cae el último, simbólica de una expresión física de su dolor espiritual.
Asimismo, si esto es posible, es porque Roger sabe mucho antes que Arthur de la identidad del otro, jugando así con “su enemigo”
Eso no lo narra la película.
El personaje de Pearl, además está mucho más elaborado en el libro, en tanto que una niña que crece a lo “salvaje” en muchos sentidos; fuera de la sociedad, fuera de la religión y de las normas, y con un matiz “diabólico” que hasta hace temer a Hester de su propio retoño, aspecto que podría haber aportado mucha intriga, de haberse introducido en la película.
Pero The Scarlet Letter añade escenas tórridas, como era de esperar, que tampoco son para tanto.
La escena en la que los protagonistas se lo montan, por fin, aparece otra escena paralela, de la criada masturbándose con una vela…
Para mí, me resultó bonito hasta poético…
O cuando van a ahorcar a las mujeres, y Gary Oldman se delata, reconoce que es el padre de la preciosa niña, y que ama a Demi Moore, y se pone el en la horca, es todo un momento.
Luego, la llegada de los indios, la pelea, y al final, el final feliz con la marcha de los 3, resulta más que aceptable, aunque la parte bélica de los indios está bastante poco aprovechada; y el final feliz del libro, sea solo imaginario...
Por último, 3 partituras originales fueron escritas para The Scarlet Letter:
La primera partitura, fue compuesta por Ennio Morricone, y rápidamente fue rechazada.
Una segunda partitura, fue compuesta por Elmer Bernstein, pero su música fue puesta a un lado, en lugar de la partitura final, compuesta por John Barry.
Demi Moore estuvo involucrada en conseguir que John Barry escribiera la partitura final, porque quería una partitura como la que hizo para el romántico y exitoso filme “Out Of Africa” (1985), la cual apenas dispuso de 5 semanas para escribirla.
Durante ese tiempo, Barry se reunió con Bernstein, comentándole que no entendía el motivo por el que le habían sustituido.
La obra de John Barry es una extraordinaria partitura, con todos los matices que una composición puede contener, elegancia, fuerza, ternura, tristeza, aunque evidentemente repite algunos pasajes de la obra oscarizada.
La banda sonora incluye el tema de música clásica, “Agnus Dei” que se entabla como un guante con el resto de la música, ya que la historia se centra en siglo XVIII.
Al parecer, la estrella Demi Moore quería una partitura de Barry desde el principio, por lo que la música de Morricone y Bernstein no iban a ser aceptados, independientemente de la calidad.
El compositor Elmer Bernstein, al final, habría escrito una carta a Demi Moore, dándole las gracias por rechazar su partitura musical, para que pudiera usarla para conseguir una mejor película.
“My father died before I reached my teens.
Some say that was a punishment.
My mother never remarried or loved another.
Some say that was a punishment
Contrariamente a muchos estereotipos acerca de los puritanos, que no fueron reprimidos, mojigatos y aburridos; aunque sus leyes sobre el adulterio y las relaciones sexuales fuera del matrimonio fueron graves, que valoraban la relación íntima entre el hombre y la mujer; tampoco prohibieron el alcohol, aunque no valoran la calidad de la embriaguez...
Ellos apreciaban el arte, la poesía en particular, y disfrutaron de colores vivos como el rojo y el azul.
También fueron una sociedad igualitaria, y fuertemente creían en la educación para todos, creencias y actitudes.
Los efectos de los puritanos hacia la sexualidad, el matrimonio y el adulterio, sin embargo aún se pueden ver hoy en Estados Unidos.
Por ser parte de la fundación de las colonias originales, los puritanos jugaron un papel importante y vital en la formación de valores de los Estados Unidos.
Ellos contribuyeron directamente a muchas creencias estadounidenses, acerca de la moralidad, el trabajo, el patriotismo y la comunidad.
Hay 8 millones de estadounidenses, que pueden rastrear su ascendencia a los puritanos que llegaron por primera vez a Nueva Inglaterra, entre 1629 y 1640.
Actualmente, los términos “puritanismo” y “puritano”, suelen emplearse de forma despectiva, para referirse a personas o actitudes que traslucen una opinión estricta sobre la moral sexual; y está en contra de “la cultura del tiempo libre”, y pretende siempre convencer de sus creencias a los demás, desaprobando los puntos de vista diferentes al suyo.
Nada ha cambiado en ciertos aspectos, no obstante ahora, cualquiera lleva una letra en el pecho.

“Who is to say what is a sin in God's eyes”



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