Deepwater Horizon

“That Oil is a Monster”

Durante las últimas décadas, el petróleo ha constituido gran parte de la economía mundial, contribuyendo al desarrollo socioeconómico y tecnológico de distintas culturas y países.
El petróleo se encuentra sectorizado en el planeta, es decir, que no está en todas partes donde se hacen excavaciones.
Una plataforma petrolífera, o plataforma petrolera, es una estructura de grandes dimensiones, cuya función es extraer petróleo y gas natural de los yacimientos del lecho marino, que luego serán exportados hacia la costa.
También sirve como vivienda de los trabajadores que operan en ella, y como torre de telecomunicaciones.
Dependiendo de las circunstancias, la plataforma puede estar fija al fondo del océano, flotar, o ser una isla artificial.
Debido a su actividad principal, las plataformas petroleras son propensas a sufrir accidentes que pueden ocasionar pérdidas de vidas humanas, derrames de petróleo, y graves daños ecológicos.
También pueden sufrir vandalismos, o ser el blanco de terrorismo, por lo que varios países entrenan unidades especialmente para combatir estas acciones.
El personal de una plataforma petrolífera, está compuesto de personal altamente cualificado:
Geólogos, químicos, ingenieros, sismólogos, buzos, etc., así como personal en el área de servicios, como panaderos o lavanderos.
Dependiendo del tamaño y la función de la plataforma, la tripulación puede oscilar en torno a las 300 personas, habitando en forma permanente, que es alternada cada cierto tiempo, por lo que la dotación total podría duplicar esa cifra.
La vida en una plataforma petrolífera, es muy particular, dado que se debe permanecer en un sitio totalmente aislado, sin posibilidades de bajar a tierra durante meses, y en un ambiente que presenta tanto calor como frío intensos.
El rigor de las condiciones, dependerá del puesto del operario, siendo mucho más rudo para los que trabajan al aire libre.
Los turnos, dependen del puesto y de la empresa, pero lo normal es que se alternen las semanas de trabajo, realizando hasta 100 horas semanales, con las de descanso, pudiendo llegar a 1 mes cada actividad, aunque algunas circunstancias especiales pueden requerir trabajar hasta que se acabe la labor.
En las horas de descanso, se puede acceder a videojuegos, televisión, teléfonos satelitales, gimnasio, sauna, y otras comodidades que alivian el aislamiento.
El sueldo de los operarios de plataformas, está por encima de la media de otros trabajadores en tierra, y durante su estancia allí, todos los gastos son cubiertos por la petrolera.
Debido a que las petroleras tienen plataformas en todo el mundo, muchos operarios deben viajar a otros países para tomar sus puestos, por lo que son mejor remunerados que los que no lo hacen, aunque también están más aislados de sus familias.
Las empresas, también cubren el costo de estos viajes, al igual que otorgan seguro médico, seguro de vida, y otros servicios especiales.
Además de riesgos físicos, la vida en la plataforma encierra un desafío mental, puesto que se han realizado estudios que indican que muchos obreros sufren de depresión, hipertensión, estrés, e incluso obesidad debido al encierro y a la falta de ejercicio regular.
También, hay un alto índice de divorcios ocasionados por los turnos, y por el temor a la infidelidad.
La operativa de las plataformas petrolíferas, está expuesta a riesgos debidos a que su propia naturaleza:
Extracción de sustancias volátiles, a veces bajo presión extrema, que favorece la ocurrencia de accidentes con regularidad.
Entre 2001 y 2010, ocurrieron 69 muertes en plataformas fuera de la costa, 1.349 heridos, y 858 incendios y explosiones en El Golfo de México, según La Oficina de Administración, Regulación y Ejecución de Energía Oceánica.
Existen otros riesgos derivados de su actividad, como el hundimiento de tierra como consecuencia del vaciamiento del yacimiento, o problemas ecológicos por los derrames de petróleo producidos.
El mayor derrame de petróleo registrado hasta junio de 2011, fue el originado por el incendio, y posterior explosión de la plataforma Deepwater Horizon, en el que murieron 11 personas.
Esa era una plataforma petrolífera semi sumergible de posicionamiento rápido de aguas ultra-profundas, construida en el año 2001, y situada en El Golfo de México, compartido por Estados Unidos, Cuba y el propio México, que se hundió el 22 de abril de 2010, como resultado de una explosión que había tenido lugar 2 días antes, provocando el más importante vertido de petróleo de la historia, estimado en 779.000 toneladas de petróleo crudo.
El Deepwater Horizon, era una torre petrolífera de diseño RBS-8D, de 5ª generación, semi sumergible, de posicionamiento dinámico y de aguas ultra-profundas, cuyos taladros perforaban el lecho marino, mientras que otro tipo de torres y plataformas, son utilizadas para extraer petróleo de pozos ya taladrados.
La torre, tenía 121m de largo por 78m de ancho y, de acuerdo a las declaraciones de Billy Nungesser, presidente de La Parroquia de Plaquemines, Louisiana, era una de las torres de perforación más grandes de aguas profundas.
Podía operar en aguas de hasta 2400m de profundidad, y tenía una profundidad máxima de perforación de 9100m.
La torre, podía alojar una tripulación de hasta 130 miembros.
La torre semi sumergible, flotaba hasta la posición de perforación, y contaba con pontones y 4 columnas que se sumergían parcialmente cuando la torre era lastrada, llenando con agua sus tanques, que normalmente estaban rellenos de aire.
En ningún momento, llegaba a apoyarse en el lecho marino, sino que se apoyaba sobre sus pontones sumergidos.
El propósito de la torre Deepwater Horizon, era perforar pozos petrolíferos en el subsuelo marino, trasladándose de un lugar a otro conforme se requiriera.
Una vez que se terminaba de perforar, la extracción era realizada por otro equipo.
Deepwater Horizon, era propiedad de Transocean, y había sido arrendado hasta septiembre de 2013 a British Petroleum (BP), una compañía de energía, dedicada principalmente al petróleo y al gas natural con sede en Londres, Reino Unido.
BP es una de las mayores compañías del mundo, la 8ª según la revista estadounidense Forbes, y la 3ª empresa privada más importante dedicada al petróleo y gas, después de ExxonMobil, y Royal Dutch Shell.
Y en septiembre de 2009, perforó el pozo petrolero más profundo de la historia.
En un plan de 52 páginas presentada por la empresa petrolera británica, British Petroleum, se indicó que era “poco probable que ocurriera un accidente o derrame de petróleo del subsuelo”
Sin embargo, La BP afirmó que, en caso de que ocurriera algo, no habría ningún impacto significativo...
Después de arribar al Golfo de México, Deepwater Horizon fue utilizada bajo contrato por BP Exploration.
Su trabajo incluía la perforación de pozos petrolíferos en los yacimientos Atlantis y Thunder Horse, un descubrimiento del 2006, en el yacimiento Kaskida, y en el yacimiento Tiber en el 2009.
El 2 de septiembre de 2009, Deepwater Horizon perforó en el yacimiento Tiber, el depósito de petróleo y gas, más profundo hasta el momento, con una profundidad vertical de 10.685m, y una profundidad medida de 10.685m, de los cuales, 1259m eran agua.
Cabe señalar que para el 2002, la plataforma fue actualizada con “e-drill”, un sistema de monitoreo de perforación, con el que técnicos en Houston, Texas, recibían información en tiempo real del proceso de perforación de la torre, así como información sobre mantenimiento, e informes de errores.
Antes del accidente, Deepwater Horizon trabajaba en El Cañón Mississippi de BP, en el bloque 252, conocido como el prospecto Macondo.
La torre se encontraba a 80 kilómetros de la costa sureste de Louisiana.
En octubre de 2009, BP extendió el contrato por 3 años más, los cuales se contarían a partir de septiembre de 2010.
Se estima que el contrato de arrendamiento, representaba la cantidad de $544 millones, unos $496.800 al día.
El 20 de abril de 2010, la Plataforma que perforaba el pozo de petróleo Macondo, otorgado a BP, y cuya prospección sub contrató a la firma suiza Deepwater Horizon, explotó y se hundió, muriendo 11 personas, y derramando unos 5 millones de barriles de petróleo a las aguas del Golfo de México.
Ese vertido de crudo en El Golfo de México, provocado por la explosión de la plataforma, ha sido hasta la fecha, el mayor de la historia de entre los acaecidos accidentalmente, ya que sus cifras solo se ven superadas por el masivo vertido voluntario, perpetrado por el régimen de Saddam Hussein durante La Primera Guerra del Golfo.
Los primeros daños, afectaron a las marismas de la desembocadura y el delta del Mississippi, extendiéndose el daño al área de Louisiana, y otros sectores de Florida y Cuba.
El incontrolado derrame de petróleo, mezclado con una pequeña parte de metano, provocado por la dificultad de sellar varias fugas en las tuberías del fondo marino, amenaza el hábitat de cientos de especies marinas y de aves.
Las cifras del derrame, son dispares, dependiendo de las fuentes, estarían entre las 680 y las 11.600 toneladas diarias, es decir, 1 barril de crudo estadounidense tiene 158,987 litros, y su peso está entre los 119 y 151 kg.
Desde el inicio del derrame, hasta el 15 de junio de 2010, que fueron 55 días, las cifras del derrame acumuladas, alcanzarían 228.000 toneladas.
Si la fuga continúa con cifras tan negativas, alrededor de 60.000 barriles diarios, es decir, más de 9,5 millones de litros diarios, podría convertirse en uno de los mayores derrames de petróleo, al menos 6 veces superior al del Exxon Valdez.
Varios intentos de sellar la tubería del pozo que producía el derrame, fracasaron.
Debido a que el petróleo es un hidrocarburo hidrofóbico, al verterse, forma una capa delgada sobre la superficie del agua.
Esta capa, fue empujada por el viento y las mareas por muchos kilómetros, alcanzando la costa, y causando daños en el medio ambiente, la pesca, la fauna marina y costera, las playas, etc.
Según datos de los Estados Unidos, el pozo de BP, vertió 780 millones de litros; según la investigación de la revista Science, el volumen final de crudo vertido al golfo, asciende a unos 700 millones de litros, con un margen de error del 20%
Es decir, unos 8,9 millones de litros al día.
El 5 de agosto de 2010, la compañía anunció que la operación de sellado del pozo petrolífero, había concluido correctamente, deteniendo así la fuga de crudo.
En cualquier caso, esto no concluye la oclusión, puesto que resta aún cimentar la parte inferior del pozo, lo que acabará definitivamente con el escape.
Por otra parte, la solución definitiva del problema, consiste en la excavación de un pozo auxiliar, que no estará finalizada pues las consecuencias todavía persisten.
“My wife's name is Felicia and my daughter's Sydney and I will see them again.
Do you understand me?”
Deepwater Horizon es un drama de acción, del año 2016, dirigido por Peter Berg.
Protagonizado por Mark Wahlberg, Kurt Russell, Kate Hudson, John Malkovich, Dylan O'Brien, Gina Rodriguez, Ethan Suplee, Brad Leland, J.D. Evermore, Joe Chrest, Chris Ashworth, Jeremy Sande, Stella Allen, Michael D. Anglin, Ilan Srulovicz, Graham McGinnis, James DuMont, Douglas M. Griffin, David Maldonado, entre otros.
El guión es de Matthew Sand y Matthew Carnahan.
Es un drama de acción catastrofista, que relata la explosión del Deepwater Horizon en El Golfo de México, en el 2010.
El accidente del oleoducto, causó la muerte de 11 personas, e hirió a otras 16.
El fuego provocado duró 2 días, hasta que el aparejo se hundió, y luego el petróleo continuó filtrando en El Golfo de México por 87 días más, hasta que finalmente fue coronado.
La plataforma petrolífera, se hundió trayendo consigo la liberación de miles de galones de petróleo en El Golfo de México, siendo el peor derrame de petróleo nunca antes visto, provocando además, una de las catástrofes medioambientales más graves causadas por el hombre.
El 8 de marzo de 2011, se anunció que Summit Entertainment, Participant Media, e Image Nation, habían adquirido los derechos cinematográficos del artículo del New York Times, “Deepwater Horizon's Final Hours”, una investigación detallada del suceso, escrito por David Barstow, David S. Rohde y Stephanie Saul, lanzado el 25 de diciembre de 2010, sobre la explosión del Deepwater Horizon, y el derrame de petróleo posterior.
Al adquirir el artículo para desarrollar la película, El Presidente de Participant Media, Ricky Strauss dijo:
“Este es un ajuste perfecto para nosotros, una historia de la vida real de suspenso, e inspirador de la gente común, cuyos valores se ponen a prueba en un medio ambiente con un inminente desastre”
Los guionistas, Matthew Michael Carnahan y Matthew Sand, desarrollan la historia alrededor de Mike Williams, un sobreviviente del incidente, que hizo un recuento de sus actos heroicos durante una entrevista en 60 Minutes, y se convirtió en la cara de la tragedia.
“Muchas preguntas vinieron a mi cabeza en el intento de entender por lo que los trabajadores tuvieron que pasar.
Eso me motivó a contar la historia de Mike Williams, y de alguna manera, honrar a las personas que murieron, y a quienes básicamente los medios olvidaron”, expresó Mark Wahlberg.
Deepwater Horizon se rodó en Louisiana, New Orleans, y sigue a Mike Williams (Mark Wahlberg), responsable de mantenimiento de la plataforma, cuando regresa al trabajo después de días de descanso en familia.
Apenas llegar a la plataforma, su jefe, Jimmy “Mr. Jimmy” Harrell (Kurt Russell), advierte que ciertos trabajos preventivos, no se han llevado a cabo, por lo que deben enfrentarse a los ejecutivos de la compañía, uno de ellos, Donald Vidrine (John Malkovich), que actúan de manera displicente, pues están ante una demora de más de 40 días para la extracción del llamado “Oro Negro”, lo que representa una importante fuga de dinero.
Allí, acompañarán a Mike, un centenar de currantes, entre ellos:
La joven Andrea Fleytas (Gina Rodriguez); pero el ambiente se pondrá muy feo, cuando Harrell se enfrente a Vidrine, uno de los supervisores de la multinacional BP, dueña del pozo.
Vidrine confía en la seguridad de las instalaciones; Harrell no tanto...
Este “Oro Negro” de la planta, está localizado a 41 millas de la costa de Louisiana.
Sin embargo, la producción está atrasada 43 días más de lo que los representantes de BP esperaban, y Vidrine está algo preocupado por esto, ya que podría afectar los negocio de dicha extracción, y su posterior venta.
Mientras Harrell está tratando de presionar a la autoridad, y mantener a su equipo trabajando, el jefe del equipo, Mike Williams, está trabajando en problemas individuales de los que conforman dicho equipo.
Para los días que corren, presentan problemas inexplicables con el peso negativo de la fuerza subterránea, sobre la seguridad y cantidad del personal, y la producción per se...
Sin embargo, BP está presionando para que se taladre y extraiga, sin antes hacer unas pruebas de rigor.
Dicha presión y demanda, termina en una explosión gigantesca, que pone a la plataforma en llamas.
La tragedia se desencadenará en una de las pruebas con las máquinas.
La historia de Deepwater Horizon, condensa muy bien los hechos, y pasa por alto la investigación posterior y sus consecuencias, como el daño ambiental provocado; por lo que la obra representa más un tributo, muy merecido, a los cientos de personas que trabajan en plataformas petroleras, y la importancia de sus familias, aunque esto también pasa de puntillas, y solo se condensa con la relación Wahlberg/Hudson e hija, pero si sobresale por el espíritu de lucha y la supervivencia.
Y es que una de las sensaciones más explotadas en este tipo de películas, es la desesperación.
El hecho de que Deepwater Horizon sea una plataforma en el medio del océano, juega perfectamente con este sentimiento, pero la vida de los sobrevivientes no dejó de tener momentos así.
Con una multa de $4 billones, los 2 responsables del desastre, lograron evitar una severa sentencia.
Algunos esperan que esta película reaviva “el fuego”, tan fuerte en 2010, y se logre dar a los culpables, el castigo que merecen, y no olvidar a quienes perdieron la vida.
“Then dad and his friends make a hole in their roof and these mean old dinosaurs can't believe it.
So they rush through the new hole, then smack, they run into this stuff called mud that hold the monsters down and build them a new roof”
A pesar de que el espectador conoce de antemano lo que acontecerá con la plataforma, Peter Berg consigue construir una atmósfera que va creciendo en tensión, conforme se aproxima el momento de la explosión, con un adecuado uso del suspenso, que se desborda al tiempo que sucede el incidente, dando paso a una película de supervivencia, que es en su segunda mitad, espectacular y atrapante.
La recreación de accidente en la plataforma petrolera, es un logro inminente, cada detalle, cada movimiento de cámara y el sonido, logran plasmar y llevar al espectador al corazón del infierno vivido allí.
Deepwater Horizon, parte de un artículo de David Rohde y Stephanie Saul publicado en el New York Times sobre el suceso, y se acerca al tema de forma frontal y valiente.
Pone caras y nombres a los culpables del desastre, y denuncia como BP, antepuso sus intereses económicos a la seguridad de sus trabajadores.
En ese sentido, es prodigioso como Berg muestra, con calma y claridad meridiana, lo que vino antes de la explosión:
La cotidianidad de un trabajo tan peligroso, y todos los aspectos técnicos y procedimientos que lo rodean.
Berg, se va tomando su tiempo para ir construyendo y desarrollando los personajes que interpretan tanto Wahlberg y Russell, hasta llegar a generar una gran empatía con ellos, y convertirlos casi en héroes, aunque en algunos, como el interpretado por John Malkovich, están por demás remarcadas sus cualidades de villano de la historia.
Deepwater Horizon, está contada desde la perspectiva de uno de los hombres que ese día lo arriesgaron todo para salvar a sus compañeros.
El 20 de abril del 2010, la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, se convirtió en una bola de fuego, atrapando a los más de 100 empleados a bordo, entre ellos, el electricista, hecho héroe, Mike Williams.
El técnico de electricidad de la plataforma de la compañía Transocean, saltó aproximadamente 10 pisos de alto, para salvar su vida y la de su compañera de tripulación, Andrea Fleytas.
Pero fue Williams, un padre de familia de Texas, una de las figuras que se armó de valor en medio del caos, asistiendo en la evacuación de emergencia que cobró la vida de algunos de sus compañeros, pero que salvó a la mayoría de la tripulación.
“La visión de Pete, desde un principio, fue destacar el elemento humano de la historia”, aclaró Williams, quien estuvo presente cada uno de los días de filmación.
“Estuve con él durante la filmación, y pude ser testigo de su sed por el conocimiento, su preocupación por cosas como el color de los uniformes fueran exactas.
¡Era insaciable!”, concluyó Williams.
La historia, con un inicio en el cual de forma brillante y sencilla, una niña de 10 años explica al público, cuál es la función de la plataforma, y cómo fue que el accidente sucedió, Deepwater Horizon se divide en 2 partes claramente identificables, para abordar 2 problemas distintos pero ligados entre sí:
La primera parte, es un intento, muy bien logrado, de exhibir la forma en cómo los intereses económicos de las empresas petroleras, suelen sobreponerse a la seguridad, tanto su propio personal como del medio ambiente.
De esta forma, quizás con un exceso de tecnicismos que pueden llegar a confundir a aquellos que no estén familiarizados con el trabajo en la extracción de petróleo, se muestra detalladamente, la forma en cómo diversos procedimientos y protocolos de seguridad fueron violados, o pasados por alto con tal de que el trabajo no se saliera del presupuesto contemplado.
De ahí en adelante, el conteo regresivo interno se habilita, y esperamos el momento.
Justo antes de la explosión, causada por irregularidades ignoradas por un ejecutivo con rasgos de villano, Berg nos invita a una gira por las facilidades, y nos presenta a los hombres y mujeres que las hacen funcionar.
La segunda parte, de una forma mucho más dinámica, y siendo la parte fuerte de la historia, se centra en el desastre, y con secuencias muy bien realizadas, se convierte en una verdadera cinta de acción, en la cual se detalla la forma en cómo los sobrevivientes pudieron salir adelante.
Así, la forma de presentar la catástrofe, es llevada de forma dinámica y bien estructurada, logrando que el público no se pierda entre el caos, y logrando una conclusión simple, y sin heroísmos exagerados.
Esta producción, hace hincapié en 2 cosas:
Las personas y el accidente, dejando de lado la problemática ambiental, y todo lo demás.
Pero Deepwater Horizon, no podría funcionar si no contara con el elemento humano que Berg imprime en sus producciones.
Acá, tenemos a los “underdogs” salvando el día, sin talento ni experticia.
Acá se recurre a la supervivencia por necesidad.
Pero lo más importante, es que Berg podría cerrar con fanfarria y victoria, y se centra en no hacerlo.
Un tercer acto emocionante, por una gran puesta en escena, es complementado por un cierre de gran carga emocional, que permite que nos olvidemos de la palabra “héroe”, y nos concentremos en la palabra “vida”
El conflicto central de la trama, que acaba en cuanto se escucha la primera explosión, se centra en las disputas entre los trabajadores de la plataforma, hombres rudos pero honrados; y los ejecutivos de BP, maquiavélicos, retorcidos y no aptos para el trabajo manual.
Quizás, de forma inconsciente, la película sirve como un ejemplo magnífico para explicar el declive del socialismo en Occidente, a modo de una segunda lectura.
El socialismo occidental, está estrechamente ligado a la producción industrial, y por tanto, a la tecnología.
La tecnología, las magníficas máquinas que antaño eran glorificadas en pósteres soviéticos, ahora aparecen como chatarra inútil, ahogada en óxido.
La tecnología, no es brillante y futurista, sino sucia, ruidosa, nunca funciona como debe, y acaba condenando.
Curioso es que se refieran al petróleo como “el monstruo”, pero el único ser en la película que aúlla, gime, muerde, y ataca, son los trozos de metal retorcido que estallan con la plataforma.
El verdadero monstruo, no es el petróleo ni el barro, sino las grúas, vigas, engranajes y tornillos que actúan como metralla.
Esa glorificación de la labor industrial, que hoy en día todavía llevan partidos de izquierdas, parece ridícula en el mundo que retrata Deepwater Horizon.
Lo único admirable, según la película, son los trabajadores de la planta:
Hombres blancos, de valores férreos, que por las incertidumbres de la complicada economía mundial, se ven obligados a alquilar su plataforma a corruptos hombres de negocios, como los de BP.
Si este grupo de honrados trabajadores, tuviesen la libertad de manejar su propia planta, accidentes como el que retrata la película, no habrían ocurrido.
Quizás, en la antigua tradición marxista, se podría decir que Deepwater Horizon aboga por poner los medios de producción en manos de los trabajadores, pero ese sería el punto de vista dogmático y desencaminado.
La realidad es que estos trabajadores caucásicos, patriotas y cristianos, es especialmente notable la escena en la que al ser rescatados, todos los empleados se arrodillan para rezar un Padre Nuestro al unísono; lo único que desean es un buen amo; un amo que los entienda, en el que puedan confiar, que hable su idioma, y que tome decisiones de verdad.
Técnicamente, la dirección es muy buena para una película de solo 90 minutos, pues el suspenso es latente, la música y el escenario, cumplen bien con dejar al espectador agotado por la tensión, mucho antes del evento principal, generando un ambiente sofocante, y posteriormente capturando el pánico y el caos con gran realismo.
Es cierto que la heroicidad es exagerada, pero hay una claridad devastadora en la forma en que el guión define las causas del desastre.
La camaradería entre los miembros de la tripulación, con bromas privadas, la piña que formaban entre ellos; cómo funcionaba el complejo del crudo, y las discusiones y la tensión previas entre el jefe del equipo de perforación, etc.
Sus cara a cara con John Malkovich, el villano de la petrolífera, son memorables; y los representantes de BP que precedieron a la decisión de tirar para adelante una extracción que no era segura.
Algo que desató un infierno en La Tierra.
Infierno que la película plasma de forma verosímil, e increíblemente gráfica, con un uso racional del CGI; pues aquí los efectos digitales están al servicio de la historia.
El director Peter Berg, comprime los acontecimientos en lugar de dejar que el público descifre, e inexorablemente aumenta la tensión hasta que “la bestia” se desata, una especie de montaña rusa de una sola ida.
En este último período, es cuando Deepwater Horizon prepara su espectáculo visual, y muestra claramente el presupuesto que tuvo.
La fuerza destructiva y las fuerzas elementales del infierno desatado, son sentidas; y casi podemos sentir la furia del fuego, el impacto de los personajes contra paredes, puertas o suelo, el infierno que se materializa con soberana luz y oscuridad cinematográfica.
De hecho, una plataforma de petróleo fue construida sólo para la producción, este aparejo, está situado en Chalmette, Louisiana, donde la mayor parte de la filmación ocurrió; y se ha acuñado como “la pieza más grande jamás construida”
Del reparto, Mark Wahlberg asume el protagonismo como Mike Williams, el encargado del equipo de técnico de electrónica, quien, aunque en la vida real no realizó hazañas de la magnitud que se presentan en la película, sí hizo el gran salto que dio; y ayudó a salvar muchas de las vidas de sus compañeros.
Por otra parte, Kurt Russell se encarga de interpretar a Jimmy Harrell, quien mejor conocido como “Mr. Jimmy”, era el oficial mayor, encargado de la plataforma el día en que sucedió el accidente.
Por último, destaca la participación de John Malkovich, como el negligente Donald Vidrine, un ejecutivo de British Petroleum, que presionó para que la operación continuara, a pesar de no haber cumplido con las revisiones de seguridad correspondientes.
Todas las actuaciones son muy buenas, cumplen cada uno con su papel, sobre todo Mark Wahlberg y Kurt Russell, mientras que Kate Hudson está desaprovechada, y John Malkovich en el papel de antagonista típico.
Como dato, esta película es la primera en que Kate Hudson trabaja con su padrastro, Kurt Russell, aunque solo comparten una escena juntos.
Por otra parte, un gran número de trabajadores del campo petrolífero en El Golfo de México, estuvieron en contra de la producción, porque sienten que deshonra a los hombres que murieron durante el evento real.
Sin embargo, Mike Williams, sobreviviente del evento real, es todo para la película, y realmente trabajó en, y con la tripulación, junto con otro superviviente del evento.
Él siente que es una buena manera de mostrar a la gente, las circunstancias que los miembros de la tripulación pasaron, y que el objetivo de la tripulación de la película, era hacerlo lo más real posible.
Como curiosidad, durante los créditos de apertura, se puede escuchar un clip de audio de la vida real de la prueba que siguió después del desastre.
La cual, la causa raíz de la catástrofe, es una cementación fallida.
Sin embargo, esta parte primordial de la trama, es visualmente dejado fuera de la película, incluso se alude indirectamente.
Otro dato a tener en cuenta, es que los hidrocarburos, como el petróleo y el gas, se crearon a partir de varias formas de biomasa, y no de dinosaurios.
Por tanto, no hay dientes del dinosaurio en la superficie, mientras se perfora en un depósito.
Si bien, se han encontrado fósiles de dinosaurios cuando se recuperan núcleos de roca para investigar el subsuelo, esto es pura suerte, y no está relacionado con la presencia de un campo petrolífero cercano.
Cualquier fósil de este tipo, sería aplastado por el taladro durante las operaciones de perforación normales, como el que se muestra en Deepwater Horizon.
En todo el metraje, se comprueba la falta de seguridad, protección y prevención de quienes trabajan, como lo es la vestimenta, cascos, chalecos, etc.
Tan precisa es que la audiencia común puede llegar a hacerse un lío con los tecnicismos empleados, lo cual no afecta negativamente; pues siempre es agradable ver a gente explicando algo con profesionalidad, a pesar de que no entendamos nada, dicho esto sin ironía ninguna.
En Deepwater Horizon, el director puso sobre la mesa el resultado final cuando el hombre pone la ambición y la codicia, por encima de la seguridad.
Como la negligencia permite catalogar como “accidente”, un hecho de este tipo, fácil de evitar, si se hubiesen seguido las normas básicas de seguridad.
Y sirve, mayormente de homenaje a los hombres que perdieron la vida, y a los que sobrevivieron en tan trágico suceso.
No profundiza en las consecuencias medioambientales del vertido de petróleo al mar, ni en quiénes fueron los verdaderos culpables del accidente, pasando de puntillas por encima del asunto...
Con respecto a esto último, se limita a elegir a 3 sujetos que cargan con la responsabilidad de lo que pasó, empleados importantes de la compañía BP.
El capitalismo, como monstruo insensible.
Lástima que no se entre mejor en las causas del problema, quedándose como un insuficiente testimonio sobre buenos y malos.
Aunque nunca pierde su esencia, ya que se trata de una película de desastre, y tiene el mérito adicional de que, sin llegar a ser un documental, presenta de forma concisa, cuáles fueron los intereses económicos que causaron el accidente, incluyendo de forma acertada los hechos históricos que rodearon el problema.
Además, aunque tampoco ahonda en el tema, deja referencias muy marcadas acerca del daño ecológico originado por la catástrofe, y de las consecuencias legales que tuvieron que afrontar los responsables de la misma, dejando un espacio para que, después de sobreponerse a tantas emociones, el público pueda detenerse un poco a reflexionar acerca del trabajo que realizan estas grandes corporaciones, el cual muchas veces pasa desapercibido.
En definitiva, Deepwater Horizon es elegante en su descripción del heroísmo, y también de la cobardía, 2 actitudes ante la tragedia que se vivieron durante el “tour de forcé” que supuso salir con vida; y es sin duda, un recomendable trabajo que invita a pensar sobre la antagónica relación entre la naturaleza y la mano del hombre, sobre los “héroes cotidianos” que se olvidan pronto, el espíritu humano por alcanzar lo imposible, y el espíritu del dinero por alcanzar la más degradante ambición.
“Did it get real bright in there?”
La mayoría de los desastres petrolíferos, pasan en el mar, sobre todo cerca de las costas, donde los ecosistemas son más diversos, y llenos de millares de diferentes especies.
Los peces, pueden incorporar contaminantes orgánicos persistentes; y los depredadores que los consumen, transmiten el envenenamiento petrolero de un animal a otro por la cadena alimenticia, poniendo en riesgo incluso la seguridad en la alimentación humana.
Las aves, son de las especies más vulnerables, pues al no poder volar, estas se quedan en la playa para no herirse aún más, y terminan muriendo de frío o de hambre.
Cuando ha habido un derrame de petróleo, la superficie del mar queda con una especie de capa oscura, la cual obstruye el paso de la luz, y como consecuencia, afecta el proceso de la fotosíntesis de muchos de los organismos primarios, y de allí, también se afecta el resto de la cadena trófica de los ecosistemas.
El petróleo queda impregnado en los sedimentos de las costas, y el suelo queda con la misma capa, donde afecta también los organismos que allí viven.
El ecosistema costero, no se puede regenerar, ya que esta película de hidrocarburo, impide el crecimiento de nuevas plantas.
Las playas, a las cuales llega esta contaminación, son forzadas a cerrar debido a que es una amenaza para la salud pública, el contacto con la piel.
Económicamente, las mareas de petróleo dejan sin trabajo a miles de marineros y mariscadores, y el mar presenta una variedad de cambios intrínsecos, además de los que se pueden ver, pues también son afectadas sus propiedades físicas y químicas.
Meteorización, así es llamado el proceso al que da lugar un derrame de este tipo, y que tiene una duración indefinida.
Este proceso, puede cambiar las características del hidrocarburo tal como su composición química, así como también las condiciones meteorológicas del lugar, es decir la temperatura, y el estado del mar.
Debido a la posición de la plataforma Deepwater Horizon en El Golfo de México, compartido por Estados Unidos, Cuba y el propio México, el daño puede extenderse por una zona extremadamente amplia.
Los primeros impactos del derrame, se localizaron en las marismas de la desembocadura y el delta del Mississippi, con la aparición de tortugas, delfines y varias especies de aves marinas muertas, o atontadas.
Los perjuicios al negocio de la pesca y el camarón en el área de Louisiana, se estiman en cifras millonarias.
Los frágiles ecosistemas de pantanos, con una variada población animal y vegetal, se ven perjudicados; especies como el manatí, son las más afectadas.
Los daños previstos al sector turístico de playas de Florida y Cuba, son también considerables.
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), determinó que los químicos diluyentes usados por British Petroleum (BP), unos 2,5 millones de litros del dispersante Corexit, que fueron vertidos durante el primer mes, no son seguros para la fauna marina, ya que pueden bioacumularse en los tejidos de los organismos.
El vertido del Golfo de México, afectó a más de 944 kilómetros de litoral.
Los estados más afectados fueron:
Louisiana con 540km de litoral; Mississippi con 180km; Florida con 114km; y Alabama con 110km.
Un estudio publicado en Science, concluye que la desaparición de “la marea negra”, es más lenta de lo esperado, encontrándose bajo la superficie, lo que podría suponer un grave riesgo para la fauna marina.
En 2011, se iniciaron estudios sobre los efectos en quienes limpiaron los restos de la fuga en El Golfo de México.
El gobierno de Estados Unidos, presidido por Barack Obama, utilizó como referente, el trabajo científico hecho en España en 2003, con los marineros que recogieron el chapapote provocado por El Desastre del Prestige en las costas españolas, para realizar un gran estudio sobre los efectos del crudo en la salud de marineros, y otros trabajadores que participaron en las tareas de recogida y limpieza.
Y es que cuando sucede un derrame de petróleo, se tiene que actuar rápidamente, aunque el daño ya es irreversible, se puede contrarrestar su propagación, y recuperar parte del hidrocarburo perdido.
El método más óptimo, es retirar la contaminación de agua, pero casi nunca es posible, pues las condiciones no siempre lo permiten; y se usan diferentes mecanismos para intentar sacar lo más posible del hidrocarburo.
Se usan desde medios mecánicos, hasta prácticas con otros químicos que permiten degradar el agente más rápido de lo normal.
Usualmente en las playas, también se usa un método de absorción, que atrapa la sustancia como una esponja, aunque no es muy eficaz.
Después de tratado el derrame, los ecosistemas afectados, demoran un tiempo en recuperarse, que depende de cuánto crudo se diseminó, y también de la dinámica de las especies para reproducirse y adaptarse al contaminante.
En otras ocasiones, los entornos se recuperan lentamente, hasta que el nivel de toxicidad baja, y los organismos resurgen de nuevo.
En las playas, se reúnen grupos de voluntariado y agentes del gobierno para hacer limpiezas con palas y a mano.
Pero cuando ocurre en alta mar, el mar está calmado, y hay poco viento, se puede quemar el aceite.
A veces, se utilizan detergentes para dispersar o deshacer el contaminante, y microorganismos, como biorremediación.
El vertido de petróleo del Deepwater Horizon, causó graves daños medioambientales por su elevada toxicidad, y por el descenso en las concentraciones de oxígeno de la zona.
Fueron 8 los parques nacionales de Estados Unidos, que estuvieron amenazados por la mancha, además de alrededor de 400 especies, entre ellas, algunas ya en peligro de extinción; y se habían encontrado 2624 animales muertos, entre ellos 2095 aves, 467 tortugas, 61 delfines, y otros mamíferos, y 1 reptil.
También, fueron observados delfines incapaces de encontrar alimento, y que actuaban “como borrachos” a causa, aparentemente, del vertido.
Como en anteriores vertidos, se estima que el ecosistema tardará años, y hasta décadas en recuperarse.
Por otra parte, como consecuencia de derrame de petróleo provocado por el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon, se produjeron unos costes extraordinarios de limpieza, ayudas e indemnizaciones de 2.700 millones de euros, que redujeron el valor de BP en la bolsa de valores, y por tanto, la rentabilidad de los planes de pensiones asociados a las inversiones en BP.
Esto provocó que el 14 de junio de 2010, La Agencia de Calificación de Riesgo, Fitch Group, rebajara en la calificación a British Petroleum, de AA a BBB.
La situación financiera de la compañía, podría obligar a su venta, y toma de control por petroleras estadounidenses, ExxonMobil o Chevron Corporation, o incluso por empresas petroleras chinas, árabes, o rusas.
Según el economista, Michael R. Krätke, un desplome o una toma de control de BP, sería una catástrofe para los británicos.
A los 2.700 millones de euros antes mencionados, hay que sumar un fondo de $20.000 millones para futuras acciones e indemnizaciones.
El gobierno de Estados Unidos, por su parte, declaró a BP, responsable del suceso, y encargada de costear todos los procesos de limpieza del derrame y la reparación de otros daños.
Por lo que BP debió pagar $75 millones como indemnización, además de hacerse cargo de los costos de la limpieza del combustible vertido.
Para lograr liquidez, BP acordó la venta a la estadounidense Apache Corp., de activos por valor de $7.000 millones; $5.000 de los cuales, deben hacerse efectivos.
Los activos concretos, son su negocio de producción de crudo y gas natural en Estados Unidos, Canadá y Egipto.
En julio, las pérdidas de BP en bolsa, alcanzaron el 40 % de su valor previo al incidente, unos 13.250 millones de euros.
El coste del vertido, asciende a 24.000 millones de euros.
También se anunció, que El Consejero Delegado de BP, Tony Hayward, dejará su cargo en octubre de 2010 por la crisis del desastre del Golfo de México.
Y recibirá una indemnización de 1 millón de euros, y una pensión anual de 715.000 euros.
Asimismo, la empresa ha destinado desde el incidente en El Golfo de México, un 6.200% más de presupuesto para intentar mejorar su imagen de cara a la opinión pública.
La multinacional, pasó de gastar 44.649 euros, a los cerca de 3 millones de euros durante el mes de junio, como asegura un documento interno de Google, publicado por Advertising Age.
Durante la explosión de la plataforma, en abril, BP no necesitaba tanta demanda en los anuncios del buscador.
Como ejemplo, Exxon Mobil, una de las mayores empresas del mundo por capitalización bursátil, destinó 33.683 euros en publicidad durante el mismo mes.
En abril de 2011, la empresa BP, se comprometió a desembolsar $1.000 millones para la restauración de la costa del Golfo de México perjudicada por el accidente.
En 2014, BP fue encontrado culpable de negligencia grave, y dolo.
El juez de distrito, Carl Barbier, dijo que las acciones de BP fueron “imprudentes” ya que causó la muerte de 11 trabajadores, y provocó el peor vertido en aguas costeras en la historia de Estados Unidos.
Después de la explosión y el impactante derrame, Transocean propietario de la unidad de perforación, obtuvo una ganancia de $270 millones.
El beneficio se debió a la póliza de seguro del equipo de perforación, el cual es mayor que la propia plataforma.
Y 5 años después de la explosión, las fugas del petróleo continuaban, las cuales eran vistas en las costas de Louisiana.
El 5 de agosto del 2015, datos del gobierno, y numerosos estudios científicos, revelaron que había manchas de petróleo en el mar y en los pantanos de la bahía Barataria, donde abundan los bultos con alquitrán.
El desastre no estuvo tan mal para los ricos.

“A very profitable win”



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