Camille

“His eyes have made love to me all evening”

Alexandre Dumas (hijo) se interesó por ese sector de las mujeres "alegres", de las cortesanas parisinas que serían una especie de equivalente francés de las geishas del Japón.
Mujeres objeto al servicio del placer de los hombres y esclavizadas a ellos para mantenerse.
Prostitutas de lujo, damas de compañía o cualquiera que fuese su denominación, lo cierto es que constituían, mal que les pesara a las gentes "respetables", una parte inseparable de la alta sociedad, llevando un tren de vida excesivo dedicado a agradar a hombres adinerados y de buena posición, de los cuales dependían para poder seguir viviendo a todo tren.
Ellas ya eran unas "perdidas", formaban parte de ese submundo "no respetable", y estaban señaladas por un estigma que no se borraba nunca, sobre todo si las personas "respetables" insistían en tratarlas como a objetos y les cerraban completamente las puertas a la posibilidad de dejar ese mundo frívolo.
Todas ellas tienen que ser alegres como pajarillos, vestir fastuosamente y ser avispadas en el arte de entretener y seducir.
El cerebro y el corazón son dos órganos bastante inservibles en una cortesana.
Excepto en Marguerite Gautier, ella tiene cerebro, y corazón:
Cerebro para ser consciente de la vacuidad en la que se mueve y cerebro para saber que no hay felicidad posible para una cortesana más que la que se fundamenta en cosas banales, y ella lo admite con amarga conformidad.
Cerebro para darse cuenta de que está atrapada.
Corazón para ser capaz de sentir compasión, para ablandarse ante el amor que se le ofrece, romper las cadenas y soñar que puede ser libre.
Corazón para amar.
Cuando ella está a la vuelta de todo, brillante, seductora y disimuladamente infeliz reina del círculo de cortesanas, aparece un joven que mira directamente a su corazón.
Él no ve a la dama de compañía, a la frívola mujer de sociedad.
Ella soñará con una oportunidad, la que nunca ha tenido.
Soñará con salir de ese círculo vicioso de fastos, hombres que la desprecian, dinero y deudas, dejarlo todo y abandonarse al amor que siente por primera vez, experimentarlo antes de que la tuberculosis que padece la lleve a la tumba.
Pero la sociedad "respetable" se confabula para tratar de impedirle hacer realidad sus deseos.
La barrera se cierra implacablemente.
Sus ilusiones se hacen pedazos...
“I always look well when I'm near death”
La Dame Aux Camélias (primera publicación en 1848) es una novela firmada por Alexandre Dumas (hijo) en Francia, en plena Revolución Francesa, donde, a éstas alturas ya se había instaurado la segunda República y tuvo lugar la batalla de Waterloo, protagonizada por Napoleón Bonaparte.
La economía había sufrido un gran cambio, gracias a la Revolución Industrial: se inventó la locomotora, que fue de gran ayuda en muchos sentidos.
El siglo XIX, refiriéndose a cultura, fue la época del Romanticismo en la pintura, escultura, arquitectura, literatura, música…
Las personas más destacadas de dicho siglo fueron: Beethoven y Chopin como músicos, Bécquer, Jules Verne y Charles Dickens como escritores, Gustave Eiffel como arquitecto y Van Gogh como pintor.
La Dame Aux Camélias está inspirada en un hecho real de la vida de Alexandre relativo a un romance con Marie Duplessis joven cortesana de París que mantuvo distintas relaciones con grandes personajes de la vida social.
La novela pertenece al movimiento literario que se conocería como Realismo, siendo de las primeras que formarían parte de la transición del romanticismo.
La ópera La Traviata (La Descarriada o La Extraviada), del compositor italiano Giuseppe Verdi, se basó en La Dame Aux Camélias.
Por su parte, el director italiano Luchino Visconti, en 1955, realizó una aclamada producción con María Callas en el papel de Violeta Valery (Margarita Gautier) y fue muy aclamada debido a que muchos de los gestos e intencionalidades se basan y/o se comparan en esta obra cinematográfica.
La Dame Aux Camélias está ambientada en París, y otros lugares campiranos cercanos como Bougival.
Podríamos ubicarla alrededor de 1840, durante la monarquía de Luis Felipe de Orleans.
La duración de la trama es de aproximadamente tres años, aunque sólo durante un año existe acción.
La Dame Aux Camélias comienza con los funerales de la mismísima Margarite Gautier, protagonista de la obra.
Los principales temas de la novela son:
La prostitución reflejada en la vida de la protagonista Marguerite Gautier, sus costumbres y amistades.
Por otro lado encontramos la abnegación en diversos actos de la protagonista, sobre todo con respecto a su amor por Armand Duval.
También la obra crítica los prejuicios sociales, que radican en el rechazo social de aceptar a Marguerite, principalmente se representan en el padre de Armand Duval, quien le exige sacrificios.
Por último, encontramos en menor medida, los celos y la venganza en el personaje de Armand Duval.
Coexisten dos narradores en la novela, por una parte un Narrador editor quien conoce al narrador protagonista, Armand Duval.
Está escrita en un lenguaje sencillo y estructurado en veintisiete capítulos sin títulos.
“Let me love you.
Let me live for you.
But don't let me ask any more from Heaven than that - God might get angry”
Camille es una película basada en La Dame Aux Camélias de Alexandre Dumas (hijo) dirigida por George Cukor en 1936.
Guion a cargo de Frances Marion, James Hilton y Zoë Akins.
Con la ENORME y UNICA Greta Garbo (Margarite Gautier), ENORME Robert Taylor (Armand Duval), Lionel Barrymore (Monsieur Duval), Elizabeth Allan (Nichette), Jessie Ralph (Nanine), Henry Daniell (Baron de Varville), Leonore Ulric (Olympe), Laura Hope Crews (Prudence Duvernoy) y Rex O'Malley (Gaston).
Greta Garbo estuvo nominada al Oscar a la mejor actriz, ella siempre consigue que miremos algo más allá, hacia lo que verdaderamente merece la pena.
Garbo luce extraordinarios diseños que acompañan muy sutilmente cada uno de sus estados de ánimo, pero salvando estas distancias, mención especial merece el reparto elegido para llevar a cabo esta exploración del amor y sus trágicas consecuencias.
Robert Taylor, gallardo, hermoso y estatuario, compone con su perfecta presencia y su buen hacer a un Armand Duval tan frágil y atractivo que apenas el espectador puede mantenerse indiferente frente a semejante monumento (y no menos Marguerite, claro).
Tras él viene Henry Daniell, actor de carácter que en su papel del Baron recrea con gran efectividad al aristócrata despiadado.
Su interpretación, raramente inconmensurable, alcanza cotas de elevada tensión en la primera parte del film.
Jessie Ralph, habitual secundaria de MGM, se muestra tierna y encantada como la criada de Marguerite.
Sus momentos finales son de angustiosa tristeza y rebosan amor por la cortesana. Sin embargo es aún más destacable la excéntrica comicidad (cruel al final) que nos muestra una Laura Hope Crews que jamás estuvo mejor.
Su Prudence es, sin lugar a dudas, una auténtica obra de arte, tan perfecta y absorbente que uno espera con impaciencia su nueva intromisión en la pantalla.
No obstante, Camille es Greta Garbo, sin lugar a dudas.
Comentar con qué sensibilidad, con que frescura, encanto, fragilidad, mesura, conocimiento e inteligencia interpreta a Marguerite es cómo decir lo dulce que es el azúcar.
Nunca estuvo más cercana, más natural y profunda.
Nunca la esfinge tuvo un halo más divino que en Camille; jamás ninguna actriz supo llevar a la pantalla interpretación tan cálida y sensual.
Todo esto, añadido a su aureola de misticismo e introversión, apoyan la injusticia cometida por la academia denegándole el Oscar
En Camille, la ya madura Garbo, nos despliega todo su talento en una actuación de primera categoría, sólo basta ver sus expresiones o el tono de voz que logra en esta película para admirarla como una de las grandes divas del cine clásico.
El guión se desarrolla a finales del siglo XIX, mostrando todos los placeres de la clase aristocrática, cargada de lujo, despilfarro y suntuosidad, características que alcanzan su grado máximo, en el personaje de Prudence Duvernoy.
Este personaje, es una completa sorpresa dentro del film, ya que intenta gozar la vida al máximo, sin importar las consecuencias, sentido que tanto nos gusta ver en este tipo de películas.
La fotografía exalta la belleza de la Garbo con habilidad y magníficos resultados. Hace uso de luces naturales, lámparas de velas, candelabros e iluminación adicional con focos.
Consigue unas imágenes ricas en sombras.
Combina negros profundos y brillantes con blancos intensos sobre fondos grises.
La narración visual es una de las mejor conseguidas de la filmografía de la actriz.
Sirven a la cámara para crear composiciones de gran belleza visual y constituyen un elemento capital en la generación de la atmósfera absorbente, gratificante y muy sugerente de la obra.
Pese a sus elevados ingresos, Marguerite vive en una situación económica de agobio y deudas, a causa de su afición a las fiestas, vestidos, joyas y objetos de arte.
Cuando luce en el cabello o en el vestido una camelia, anuncia que está disponible.
Son escenas emblemáticas la marcha a toda prisa de Marguerite hacia el lugar del duelo, el baile de la polka, la visita del padre de Armand a Marguerite, los paseos de los amantes por el campo y la escena final.
Todo lo que se nos muestra en pantalla está dotado de lujo y buen gusto; burbujean los decorados de Cedric Gibbons, tanto los grandes espacios (el teatro) como los más pequeños cuartos diseñados para simular la estancia en el campo de los amantes.
El vestuario de Adrian, pomposo y barroco, se adapta perfectamente a cada momento de la historia.
La música aporta fragmentos de valses y marchas vienesas, polkas y otras composiciones de clara extracción romántica y, claro está, algunas variaciones de la ópera de Verdi.
Incluye algunas canciones populares.
En el fondo, sin amor no hay nada.

“When one may not have long to live, why shouldn't one have fancies?”


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