Close Encounters Of The Third Kind

“Close Encounter of the First Kind - Sighting of a UFO.
Close Encounter of the Second Kind - Physical Evidence.
Close Encounter of the Third Kind - Contact.
WE ARE NOT ALONE”

¿Hay vida en otros lugares alejados de nuestro planeta?
Las hipótesis más optimistas dicen que sí, pero aún más interesante…
¿Existe una vida tan inteligente que pueda construir naves y visitarnos sin que nos enteremos de ello?
Es poco probable, pero lo más importante es que saberlo o no es irrelevante.
Lo único que tenemos que hacer es observar a nuestro alrededor, y pensar que encontrar este tipo de vida en nuestra galaxia es aún más difícil que encontrar una aguja en un pajar.
Podría ser que los seres alienígenas escuchasen las emisiones SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence) que hicimos al espacio, y que nos localizasen gracias a ellas, pero:
¿Cuántas veces llevamos emitiéndolas desde 1970?
Hasta la fecha (2010) no se ha detectado ninguna señal de claro origen extraterrestre, sin incluir la todavía sin definir “Señal WOW!”
Las estrellas más cercanas a nuestro sistema solar están entre 4 y 10 años luz de distancia, aproximadamente.
Pensar que ha dado la casualidad que nos escucharon y que han podido viajar hasta nosotros a altas velocidades solo para observarnos se antoja improbable.
Pero siempre quedará la duda.
La fiebre de los ovnis comienza en 1947, cuando una humanidad aterrorizada por la maldad de su propia naturaleza y estigmatizada por los recuerdos del holocausto judío y la destrucción de Hiroshima y Nagasaki, escucha boquiabierta las declaraciones y confirmaciones del Gobierno del los Estados Unidos de América sobre la caída de un platillo volador de origen extraterrestre en Roswell, Nuevo México.
No obstante, días después se retractan y afirman que lo que cayó en Nuevo México no fue un platillo volador, sino un globo meteorológico.
Ese repentino cambio de declaraciones, ocasionó la desconfianza del pueblo norteamericano en su Gobierno y la paranoia de una posible conspiración de proporciones galácticas cuyo epicentro es el Área 51.
A partir de este momento, se inicia una desmesurada epidemia de supuestos avistamientos, reforzadas abducciones y pintorescos cultos a los ovnis.
En la antigüedad, la superstición y la ignorancia convirtieron las extrañas luces que bailan en "brujas".
Hoy, con argumento de película de Hollywood, se propaga la idea de que nuestros cielos son explorados por platillos voladores.
“We didn't choose this place!
We didn't choose these people!
They were invited!”
En ufología u ovnilogía, un encuentro cercano es un evento en el cual una persona es testigo de la presencia de un objeto volador no identificado (OVNI) y, en ocasiones, de sus hipotéticos ocupantes.
Esta terminología y el sistema de clasificación que subyace en ella fueron inventados por el astrónomo y ufólogo estadounidense Josef Allen Hynek (1910-1986), y apareció por primera vez en un libro escrito por él en 1972.
En esa obra, él introdujo los tres tipos básicos de encuentros posibles.
Las categorías adicionales fueron agregadas posteriormente, pero no son aceptadas universalmente por todos los ufólogos.
Los avistamientos a más de 150 metros (500 pies) de distancia son clasificados como "discos diurnos", "luces nocturnas", "informes visuales o por radar", etc.
Los menores a esa distancia se clasifican en los distintos subtipos de encuentros cercanos.
Hynek, y posteriormente otros autores, argumentan que los encuentros cercanos auténticos deben darse a esa distancia aproximada como máximo, para así reducir y posteriormente eliminar la posibilidad de confusión de una aeronave convencional, o algún fenómeno meteorológico (como nubes de forma inusual) o sideral (como la caída de un meteorito o de una estrella fugaz).
Encuentro cercano del primer tipo:
Implica el avistamiento de uno o más objetos voladores no identificados en el cielo, los cuales pueden ser Platillos o discos voladores u objetos volantes de forma de "cigarro" o "habano", etc. luces extrañas, objetos aéreos que parecen ser demasiado avanzados como para proceder de tecnología humana.
Por ejemplo, en 1944 y los Foo Fighters, que eran esferas coloreadas que fueron vistas repetidamente por tripulaciones aéreas militares de todo el mundo.
El nombre "Foo Fighter" deriva una mala pronunciación de "feu" (fuego en francés), unido a "fighter" (caza en ingles), queriendo significar el caza de fuego.
Este término fue utilizado por aviadores de la Segunda Guerra Mundial para referirse a ciertos fenómenos aéreos que avistaban regularmente durante sus misiones de combate.
Estos eran descritos como esferas de apariencia metálica o bolas luminosas, que aparecían individualmente o en grupos.
Aunque muchas veces perseguían o acompañaban a los aviones militares, no existe constancia de que algún Foo Fighter haya intentado algún tipo de ataque o interacción.
Se caracterizaban por su alta velocidad y maniobrabilidad más allá de las posibilidades desarrolladas en la época; los relatos indican que podían acelerar o decelerar instantáneamente, o flotar estacionarios.
Los Foo Fighters fueron observados por pilotos militares británicos, norteamericanos, alemanes y japoneses.
Los pilotos aliados inicialmente pensaron que podía tratarse de algún arma secreta de los Nazis, sin embargo los dirigentes nazis pensaban que era un arma secreta de los aliados.
Se dice que ambos bandos investigaron el fenómeno, y abandonaron las investigaciones al comprobar que no eran una amenaza.
Los primeros informes surgieron en 1941, por parte de pilotos británicos; los norteamericanos, luego de varios avistamientos ocasionales, empezaron a reportarlos regularmente a partir de la entrada en servicio de los cazas nocturnos P-61 “Black Widow”.
Se cree que los pilotos de estos aviones fueron quienes les dieron el apodo definitivo de “Foo Fighters”.
Encuentro cercano del segundo tipo:
Corresponde a la observación de un OVNI, junto a evidencia física de su aterrizaje o, en su defecto, de efectos físicos sobre una superficie.
Puede implicar: Calor o radiación, daños al terreno o a la vegetación, animales asustados, parálisis humana, interferencia en los motores (de automóviles, por ejemplo) o a la recepción de las ondas hertzianas provenientes de transmisiones radiales o de televisión abierta.
En este último caso, el testigo puede llegar a experimentar una pérdida de tiempo (time gap o time loss)
Por ejemplo, los famosos círculos en los cultivos (en inglés, crop circles) aparecidos en gran parte del mundo, sobre todo en Gran Bretaña desde fines de los años '80, pertenecen a esta categoría.
O el incidente ovni de las Islas Canarias de 1976 tuvo lugar sobre este archipiélago el 22 de junio de 1976.
Este hecho no fue aislado, desde 1974 y hasta 1979 se estuvieron produciendo estos avistamientos.
Los avistamientos solían reunir las mismas características:
Duración: más de 40 minutos.
Múltiples emplazamientos: observado en Tenerife, La Palma, La Gomera, Gran Canaria y desde un buque sito en el mar.
Múltiples testigos: observado por varios cientos de personas, incluyendo tanto a personal militar como a civiles.
Encuentro cercano del tercer tipo:
Es la observación de un OVNI junto a entidades biológicas, llamadas originalmente “seres animados” por Hynek.
El escogió a propósito esa denominación relativamente vaga, evitando términos alternativos como "extraterrestres" o "alienígenas" (aliens) y así no dar ninguna opinión personal no fundamentada acerca del origen o naturaleza de aquellos seres.
Incluso Hynek escribió en su libro de 1972 que sentía disgusto por ese tipo de informes, pero que sin embargo sentía la obligación científica de incluirlos, ya que, si bien representaban una (pequeña) minoría de los encuentros alegados con ovnis, se trataba de un porcentaje mensurable de ellos.
Por ejemplo, el incidente OVNI de Rendlesham Forest es el nombre dado a una serie de denuncias de avistamientos de luces inexplicables y del aterrizaje de un objeto volador no identificado en Rendlesham Forest, Suffolk, Inglaterra a finales de diciembre de 1980.
Es tal vez el más famoso caso OVNI que pudo haber sucedido en Gran Bretaña y figura entre los más conocidos acontecimientos OVNI en todo el mundo.
Se ha comparado con el incidente OVNI de Roswell en los Estados Unidos y se denomina comúnmente "El Roswell de Gran Bretaña" o "El Roswell inglés".
Encuentro cercano del cuarto tipo:
Este tipo se puede desdoblar en dos variantes:
A- La principal y más difundida, que involucra el secuestro (en inglés, abduction) de un ser humano por parte de supuestos seres extraterrestres.
B- La variante secundaria, en la que una persona voluntariamente aborda una supuesta nave alienígena.
Encuentro cercano del quinto tipo:
Creada por Steven M. Greer, del grupo SETI, esta es tal vez la categoría más polémica y cuestionable (ya que es muy difícilmente contrastable), e involucra el contacto telepático consciente y voluntario con supuestas entidades biológicas extraterrestres.
Quienes alegan haber realizado este tipo de comunicación mental o extrasensorial se auto denominan contactados (en inglés contactees).
Resulta que Jacques Fabrice Vallée es el francés mas entendido en el fenómeno OVNI, nacido el 24 de septiembre de 1939, en Pontoise, Valle del Oise; es un científico, empresario y autor, actualmente reside en San Francisco, California en el Estados Unidos.
En la ciencia convencional, Vallée se caracteriza por el desarrollo conjunto de la primera asignación informatizada de Marte de la NASA y por su trabajo en la creación de ARPANET, un precursor de la moderna Internet.
Vallée es también una figura importante en el estudio del fenómeno OVNI, destacando por una defensa de la legitimidad científica de la Hipótesis Extraterrestre y de la Hipótesis Interdimensional.
La Hipótesis Interdimensional de los objetos voladores no identificados (OVNI) y eventos relacionados, es una idea desarrollada por este astrofísico, en la cual sostiene que los fenómenos extraños que estamos presenciando proceden de otros universos paralelos (o dimensiones) que coexisten por separado junto a nosotros, y que conformarían el multiverso.
Además asegura que son una manifestación moderna de entidades o fenómenos que han aparecido a lo largo y, posiblemente, antes de la historia, y que anteriormente se explicó como criaturas mitológicas o sobrenaturales.
Es una alternativa a la hipótesis extraterrestre, que propone que los ovnis son de mundos distantes a nuestro propio universo, así como la hipótesis de que los ovnis no son más que fenómenos terrestres.
Esta hipótesis generalmente, como se considera, es una opinión que aún se mantiene entre los ufólogos.
Según esta teoría, el fenómeno se manifiesta como un mecanismo de control, cuya función parece ser la de impugnar las nociones aceptadas del observador de la realidad, porque parecen ser cosas que el sentido común desprecia como imposible, y en nuestra edad moderna, como objetos tecnológicos que parecen siempre estar un paso por delante de nuestro propio horizonte tecnológico.
Vallée propone que existe un verdadero fenómeno OVNI, en parte asociado a una forma de conciencia no-humana que manipula el espacio y el tiempo.
El fenómeno ha estado activo durante toda la historia humana, y aparece en diversas formas y en diversas culturas diferentes.
En su opinión, existe una inteligencia detrás del fenómeno de manipulación social.
Vallée propone también que un aspecto secundario del fenómeno OVNI involucra la manipulación de los seres humanos y la intención de modificar su sistema de creencias con el tiempo.
La motivación última de este engaño es, probablemente, un cambio proyectado importante para la sociedad humana, la ruptura de viejos sistemas de creencias y la aplicación de otros nuevos.
Vallée afirma que las pruebas, si son cuidadosamente analizadas, sugieren un plan subyacente para el engaño de la humanidad por medio de altamente avanzados y desconocidos métodos.
Vallée afirma que es muy poco probable que los gobiernos oculten en realidad pruebas exóticas, como el mito popular sugiere.
Más bien, es mucho más probable que eso es exactamente lo que los manipuladores quieren que creamos.
Él aboga por una mayor y más seria participación de la ciencia en la investigación OVNI y el debate.
Sólo esto puede revelar la verdadera naturaleza del fenómeno.
Vallée expresa su preocupación por las frecuentes y autoritarias políticas y creencias religiosas expresadas por muchos contactados.
Los grupos de religiones ovnis pueden ser cultos suicidas.
También sostiene que la Cienciología es otro ejemplo de religiones ovnis, que se ha organizado como una organización religiosa.
En fin, ningún científico serio descarta la posibilidad de vida inteligente en algún planeta del universo, pero la mayoría de los Objetos Voladores No Identificados no apuntan a ellos.
En todo caso harían falta decenas de estudios muy consistentes para poder sostener una afirmación de ese tamaño.
La NASA nunca se ha cejado en el objetivo de encontrar dicha vida.
Para ello, continuamente, envía "mensajes" -a través de códigos científicos que se han ido sofisticando- para ver si obtiene alguna respuesta.
Hasta el momento no la ha habido.
La película Close Encounters Of The Third Kind aborda el tema de los extraterrestres no como seres amenazantes, malvados y con intenciones invasoras, sino como seres civilizados con los cuales poder mantener una conversación fluida a través de un lenguaje gestual de manos para enseñar música a sordos, que inventara hacia finales del siglo XIX el compositor, etnomusicólogo y filósofo magiar Zoltán Kodály, en colaboración con el ministro congregacionista británico John Curwen.
Kodály (1882—1967) fue uno de los más destacados músicos húngaros de todos los tiempos.
Ahora, cuando quiere hacer un análisis fílmico preciso y responsable, se debe tener muy en cuenta, no sólo la época en la que transcurre la historia de la película, sino más concretamente, el momento en el que está realizada.
En 1977, el mundo no era, ni mucho menos, como el que conocemos ahora.
No había Internet, ni teléfonos móviles, ni para nada se había desarrollado todavía la industria de los videojuegos.
Una película de naturaleza tan positiva como Close Encounters Of The Third Kind de Steven Spielberg en la que nos proponía, no sólo que no estábamos solos en el universo, sino que los extraterrestres eran seres bondadosos, que venían para ser nuestros amigos y que incluso nos devolvían todos aquellos seres humanos que habían ido abduciendo a lo largo de los años (entiéndase el doble sentido de mi frase, pues Spielberg mostraba a sus extraterrestres como buenos, a pesar de que habían estado secuestrando personas durante los últimos cincuenta años), estaba destinada a encantarnos.
Por cierto que resultaba bastante perturbador, para un espectador de la época, encontrarse con un tráiler que más que hablar de la película, explicaba lo que significaba su título Close Encounters Of The Third Kind, estimulando al máximo la imaginación del espectador sobre lo que iba a ver después.
Por ejemplo:
Si la primera secuencia de Close Encounters Of The Third Kind era capaz de cautivar por sí misma con aquel “anoche salió y el sol y me cantó”, qué decir del momento en que Roy Neary (Richard Dreyfuss), es “adelantado” en un cruce por una nave espacial.
Quizás la fascinación de la secuencia venga por representar lo que a muchos les gustaría que les sucediera, tal y como sugería el tráiler de la película, tener un encuentro de la tercera clase y que lo peor que te pueda pasar sea que se te queme la mitad de la cara.
También la secuencia de los controladores aéreos resultaba muy efectiva, pero precisamente por lo que no mostraba, especulando con la probabilidad de que debía haber habido encuentros con naves espaciales, pero que no habían trascendido, precisamente por la incredulidad de la mayoría de la gente ante situaciones de este tipo.
Pero la secuencia que realmente me cautiva cada vez que la veo es, sin duda, la abducción de Barry (Cary Guffey).
Una secuencia en la que el espectador puede sentirse identificado con la madre de Barry (Melinda Dillon), absolutamente aterrorizada ante a la idea de que unos extraterrestres se lleven a su único hijo, o con Barry, ajeno al peligro que corre, deseando jugar con unos pequeños seres que vienen de otro mundo.
Aunque lo más probable, y ahí considero subyace la genialidad de la secuencia, es que la mayoría de los espectadores queden atrapados en una encrucijada emocional que les lleve a experimentar tanto la fascinación de Barry, como el terror de su madre.
“They haven't even aged.
Einstein was right”
Close Encounters Of The Third Kind es una película de ciencia ficción del año 1977, escrita y dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Richard Dreyfuss, François Truffaut, Melinda Dillon, Teri Garr, Bob Balaban, Lance Henriksen y Cary Guffey.
Douglas Trumbull fue el supervisor de efectos visuales, Carlo Rambaldi diseñó a los extraterrestres y John Williams aportó la banda sonora con temas del filme de Walt Disney’s Pinocchio.
Close Encounters of the Third Kind contó con la presencia en pantalla del reconocido investigador norteamericano J. Allen Hynek que apareció en un breve cameo.
Por su parte, François Truffaut interpretó a un personaje que emulaba a otro famoso investigador del fenómeno: Jacques Vallée.
Los controladores aéreos que vemos en Close Encounters Of The Third Kind, son reales.
Close Encounters Of The Third Kind popularizó la tipología de los extraterrestres conocidos como “Grises”.
El filme es un compendio de conocimientos sobre el fenómeno OVNI, tan en boga por aquellos años.
Intenta dar una visión realista de los investigadores, del trabajo de campo, de los supuestos "contactados" e, incluso, de la conspiración y el encubrimiento que se supone realizan los gobiernos.
Toma datos recopilados por miles de testigos en todo el mundo para plasmar en pantalla la tipología de los diferentes ovnis e, incluso, de los humanoides (gran trabajo de Carlo Rambaldi, quien 5 años más tarde volvería con Spielberg para dar vida al archiconocido E.T. – The Extraterrestrial).
En ufología, “grises”, también llamados los extraterrestres de Roswell y Zetas Reticulianos, son unas de las supuestas distintas formas de vida extraterrestre más famosas y actualmente conocidas que aparecen en las modernas teorías de conspiración del ocultamiento extraterrestre y otros fenómenos relacionados con la ufología y lo paranormal.
En la cultura popular americana ellos han sustituido a los clásicos "Little green men", conocidos en español como "Hombrecillos verdes", como la típica forma de vida extraterrestre.
Close Encounters Of The Third Kind obtuvo ocho candidaturas a los premios Oscar: mejor director, mejor actriz secundaria (Melinda Dillon), mejor decoración, mejor sonido, mejor música original, mejor fotografía, mejor montaje y mejores efectos visuales.
De estas candidaturas ganó el Oscar a la mejor fotografía (ENORME).
Close Encounters Of The Third Kind marca el inicio de los viajes de Spielberg hacia la ciencia-ficción, la cual se volvería uno de sus temas principales a lo largo de su extensa y exitosa filmografía.
Close Encounters Of The Third Kind es protagonizado por Richard Dreyfuss, quien ya había trabajado con Spielberg en Jaws y quien luchó por el papel del Roy Neary, un tendedor de líneas eléctricas en Indiana que decide seguir una misteriosa señal que terminará cambiando su vida al introducirlo en el complejo y a veces impredecible mundo de los ovnis.
Excelente por el protagonismo ejercido por los niños y excepcional por la crítica que realiza el director sobre el Gobierno, los mass-media y los militares al ocultar información de manera deliberada a la población local.
Si uno considera la historia en sí, es un relato bastante pequeño, pero bellamente adornado por escenas de experiencias de contacto, filmadas con un virtuosismo genial.
La enorme cantidad de escenas memorables: los aviones aparecidos en el desierto, el encuentro de Neary con el platillo, la persecución en la carretera de las naves, el rapto de del niño, el encuentro en la Torre del Diablo, sigue aún asombrando, y lo convierte en un auténtico clásico.
A esto se suma el fabuloso clima que crea Spielberg, de manera de que el espectador no puede esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
Es una película formidable.
Close Encounters Of The Third Kind tiene un enfoque personalista, desde la óptica de tres personajes afectados por el tema de diferente forma:
El hombre común que tiene un encuentro, la madre que padece la abducción de un hijo y el científico apasionado por el tema.
El proceso de sus relaciones es evolutivo a medida que avanza la película, poco a poco el concepto de sus vidas va tomando otra dirección.
Neary es un héroe inusual, ya que a diferencia de muchos otros protagonistas que destacan por poseer un talento único o haberse preparado toda su vida para un evento en especial, simplemente decide seguir algo que inicialmente parece un impulso pero que eventualmente termina convirtiéndose en el propósito de su existencia.
Confieso que el personaje de Roy Neary es sencillamente detestable.
Es un individuo inmaduro, pésimo padre y terrible esposo, que vive en el más absoluto de los egoísmos.
Es imposible de que la audiencia sienta algún tipo de simpatía por él, y para colmo, el libreto ya lo muestra como un hombre desequilibrado desde antes de que ocurran los acontecimientos.
En todo caso el guión precisaba a un hombre corriente para después transformarlo en un desquiciado obsesionado con la Devil’s Tower con sus casi 400 m de altura, la extraña torre con su leyenda a cuestas, siendo testigo mudo del paso del tiempo y, allá en el fondo en las alturas, la inmensa bóveda celeste cuajada de estrellas y con mares de polvo y gas interestelar como promesa de futuros puntitos brillantes del cielo.
Parece que las últimas hipótesis apuntan a que la torre es el sumidero de un antiguo volcán, en el interior del cual se solidificó la lava, que no llegó a salir, erosionándose posteriormente la capa de rocas y tierras superficiales dejando esta impresionante construcción natural al descubierto.
El libreto intenta compensar esto poniendo a su esposa como una histérica, y a los hijos como auténticos demonios, pero esto no quita de que Neary no sea una persona desagradable.
Neary es consciente de una llamada a la que no encuentra explicación, busca explicaciones al margen de su familia que pasa a un segundo plano, llegando incluso a tomar la decisión de abandonarles por voluntad propia.
Dreyfuss es testigo durante un violento apagón general de la ciudad, de un denominado "encuentro en la segunda fase", es decir, es testigo de una evidencia física concluyente de la visita de un objeto extraño a través de huellas, calor o radiación.
La mujer (Dillon) en cambio tiene que comprender a través de la percepción de su hijo, que un principio es abducido, ambos terminarán buscando en el mismo sitio, objetivos diferentes, sin embargo el hombre trazará una línea de unión con la mujer más fuerte que la experiencia de toda una vida compartida con su esposa.
A ella es su hijo quien llena su vida, al hombre la experiencia y la necesidad de un conocimiento que no alcanza a comprender pero que necesita.
Barry, el niño, vive solo junto a su madre Gillian Guiler (Melinda Dillon) y parece haber sido abducido por una presencia extraña proveniente de algo suspendido en el aire y que emite cegadores destellos luminosos.
Gillian parece tener "un encuentro en la tercera fase", pues es testigo directo de cómo su hijo Barry es transportado en una nave de aquellas.
Por otra parte, el traductor Laughlin asocia los tonos de una música emitida por las naves a las coordenadas geográficas que le llevan a la llamada Devil’s Tower en Wyoming.
De hecho, todas aquellas personas que tuvieron algún tipo de contacto extrasensorial se dirigen a Wyoming, al visionar en la TV la noticia de que aquella zona había sido evacuada por las autoridades debido a un camión volcado con mercancía altamente tóxica.
Lo cierto es que la comunidad científica que había descubierto además un enorme vapor, el Cotopaxi (desaparecido en 1925 durante su viaje a la Habana) en pleno desierto del Gobi en Mongolia, la había desalojado para comunicarse con los alienígenas, a través de aquel lenguaje de gestos manuales y que era la única forma de comunicarse que tenían los extraterrestres: La Música.
¿Qué mejor y más razonable lenguaje universal que la música para comunicarse entre civilizaciones que se encuentran separadas a años luz?
Y por otro lado, entonces…
¿Qué simboliza el extraterrestre?
Pues para mí simboliza la conciencia; eso que los humanos tenemos capacidad de alcanzar pero que se nos escapa de continuo.
Vaya, que el extraterrestre es una traslación perfeccionada de nosotros mismos: un tipo que sabe todo lo importante; un sabio en definitiva.
La forma humanoide que toman los extraterrestres en Close Encounters Of The Third Kind, con una gran cabeza, sin pelo, desnudos y con un áurea de inocencia infantil creo que ya es significativa de esa traslación.
Por no hablar del lenguaje musical compartido.
De nuevo, el uso de la palabra TONO (To One o hacia el uno) tiene muchas aplicaciones.
Un tono puede ser un sonido, un color, o incluso puede referirse a la atmósfera emocional que hay en una habitación o en una conversación.
Los tonos musicales tienen su propio lenguaje de señales, gracias al sistema construido por el compositor Zoltán Kodály.
Hay quienes creen que la música en sí es un lenguaje universal.
Otros creen que las formas matemáticas conforman el puente que un día nos conectará con los otros…
Ese campo de estudio aprendió a expresar sus muchos tonos y conceptos a través de la construcción visual de fractales, y ése es sólo el comienzo.
En el Siglo XVIII, John Spencer Curwen (Inglaterra) desarrolló señales con la mano para acompañar el solfeo de las sílabas (do, re, mi, etc.)
Kodály integró esos signos con la mano en sus métodos de enseñanza.
Las señales con la mano son una forma de darle una ubicación física a un tono vocal.
El "do" bajo comienza en su sección media.
Cada tono está entonces por encima del anterior.
Por lo tanto, las señas con las manos suben cuando sube el tono.
El "do" superior está a la altura de los ojos.
Ahora, Close Encounters Of The Third Kind es un filme complejo, mucho más de lo que pudiera parecer, no va de luces y efectos especiales, sino de personas que buscan a otras, de la búsqueda del conocimiento y de los límites de la razón.
Ciertamente Spielberg se dio cuenta de esto en las sucesivas versiones del film ya que Close Encounters Of The Third Kind es quizás la primera película que comenzó la moda de las ediciones especiales, y en The Collector´s Edition está notablemente abreviada, aunque aún así sigue siendo el peor segmento del film.
Por lo demás, Close Encounters Of The Third Kind es magistral: permite al espectador acariciar los más profundos temores y las más inusitadas esperanzas acerca del momento en que la humanidad haga contacto con una raza alienígena.
A pesar de contar con efectos especiales que resultan asombrosos hasta el día de hoy (creador por Douglas Trumbull, responsable de los efectos de 2001: A Space Odyssey y Blade Runner entre otros films), la historia no se concentra tanto en la ciencia ni las asombrosas posibilidades de la vida en otros mundos sino que busca explorar la idea de cómo un hombre es capaz de dejar décadas de hábitos y una vida insatisfactoria para transformar su vida solo con su ingenio y su voluntad.
Spielberg y Dreyfuss logran crear un héroe humano, falible e imperfecto que busca encontrarle el sentido a algo que supera su imaginación pero que por alguna forma parece fascinarlo mucho más allá lo racional y que lo llevará a enfrentarse a su familia y amigos.
El legendario director francés François Truffaut hace una aparición más que bienvenida como el científico Claude Lacombe, quien está involucrado en la investigación del fenómeno OVNI en los Estados Unidos y quien es una de las principales fuentes de información de la audiencia acerca de los eventos del film.
Ciencia a ficción del pasado son ahora realidades, sólo es cuestión de tiempo.
¿Puede haber vida en el resto del Universo?
¡Claro!
La prueba es que estamos nosotros.
Todo ser vivo es inteligente, en mayor o menor medida, pero me atrevería a decir con total seguridad, que el ser humano es el único ser vivo que ha desarrollado lo que nosotros llamamos: razón, lógica y criterio que son los 3 pilares fundamentales a nivel filosófico en una civilización organizada e inteligente, sumándole el más importante de todos del cual la humanidad aún carece casi en su totalidad, el altruismo.
Entonces…
¿Puede existir vida inteligente en el resto del Universo?
¡Claro!
La prueba vuelve a ser la misma, si aquí hay evidencia de inteligencia, también la habrá en cualquier otra zona del Universo, partiendo de la base que todos venimos del mismo sitio y estamos formados por los mismos elementos.

“Einstein was probably one of them”


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