Heaven Knows, Mr. Allison

“Only God knows what'll happen to us”

Una monja es una mujer que ha sido consagrada dentro de una orden religiosa que sigue habitualmente una vida monástica, y se acoge a una serie de reglas, entre las cuales suelen estar el celibato, la obediencia, la pobreza, la castidad y, en algunos casos, el aislamiento total de la vida civil conocida como clausura.
El equivalente masculino es el fraile o el monje.
Generalmente los términos monja y hermana se pueden intercambiar, pero en algunos casos se hace la siguiente diferenciación:
Una monja se refiere a una mujer religiosa quien posee una vida contemplativa de oración, mientras que una hermana, en sentido cristiano, es una mujer que vive una vocación de oración y servicio, generalmente hacia los más necesitados, enfermos y pobres.
Las monjas en las escuelas literalmente las llaman “Soeur”, hermana en francés.
Las monjas/hermanas “cargan” con su sotana, de modo contrario a los sacerdotes que “deberían” seguir también esa regla, desconozco las razones por las cuales los sacerdotes pueden vestir de “civil”, lo que a mi modo de ver, resta muchísimo a su investidura, respetabilidad y carácter ejemplarizante.
Por otro lado, la fe es generalmente la confianza, creencia en algo o alguien de que determinada idea o evento -futuro o pasado- es verdadero.
Fe es la aceptación de un enunciado declarado por alguien con determinada autoridad, conocimiento o experiencia.
Las causas por las cuales las personas se convencen de la veracidad de una fe, dependerán de los enunciados filosóficos en los que las personas confían.
La palabra «fe» puede también referirse directamente a una religión o a la religión en general, sin embargo, tener fe no implica tener una religión.
Al igual que la "confianza", la fe implica un concepto de eventos o resultados futuros, y puede o no carecer de un mínimo de pruebas.
La muerte en 2009 de la actriz Jennifer Jones nos recordó su Oscar como Mejor Actriz, obtenido en 1943 por su papel de Bernardette en The Song Of Bernardette vistiendo el hábito de monja, lo que nos lleva a recuperar la estadística que, son 15 las ocasiones en que han sido nominadas algunas actrices al Oscar, por roles que han tenido que ver con vestimentas y cuestiones religiosas, la mayoría de las ocasiones en sendos dramas, aunque también encontramos que la comedia musical ha hecho sus aportaciones al respecto.
En la lista de las agraciadas “religiosas” en orden cronológico es la siguiente:
1943.- Jennifer Jones GANÓ el Oscar como Mejor Actriz y Gladys Cooper fue nominada al Oscar como Mejor Actriz Secundaria, ambas por The Song Of Bernardette.
1945.- Ingrid Bergman fue nominada al Oscar como Mejor Actriz en The Bells Of St. Mary’s.
1949.- Loretta Young fue nominada al Oscar como Mejor Actriz y Celeste Holm fue nominada al Oscar como Mejor Actriz Secundaria, ambas por Come To The Stable.
1957.- Deborah Kerr fue nominada al Oscar como Mejor Actriz por Heaven Knows, Mr. Allison.
1959.- Audrey Hepburn fue nominada al Oscar como Mejor Actriz por The Nun’s Story.
1963.- Lilia Skala fue nominada al Oscar como Mejor Actriz Secundaria por Lilies Of The Field.
1965.- Julie Andrews fue nominada al Oscar como Mejor Actriz y Peggy Wood fue nominada al Oscar como Mejor Actriz Secundaria, ambas por The Sound Of The Music.
1985.- Anne Bancroft fue nominada al Oscar como Mejor Actriz y Meg Tilly fue nominada al Oscar como Mejor Actriz Secundaria, ambas por Agnes Of God.
1995.- Susan Sarandon GANÓ el Oscar de Mejor Actriz por Dead Man Walking.
2008.- Meryl Streep fue nominada al Oscar de Mejor Actriz y Amy Adams fue nominada al Oscar como Mejor Actriz Secundaria, ambas por Doubt.
Son 9 las nominaciones en la categoría de “Mejor Actriz” y en dos de ellas el Oscar fue para una de las nominadas: Jennifer Jones, y Susan Sarandon.
Aunque Ingrid Bergman, Julie Andrews, Audrey Hepburn, Anne Bancroft y Meryl Streep lo obtuvieron en otra oportunidad, pero no vistiendo el hábito de monja. Únicamente Loretta Young y Deborah Kerr jamás obtuvieron un Oscar a pesar de haber sido nominadas en otras ocasiones.
En cuanto a las seis nominadas al Oscar por “Mejor Actriz Secundaria” sólo Celeste Holm lo llegó a ganar, pero por otra película.
Sea como fuere, la religiosa ha sido bien vista por Hollywood, y su vocación ha sido reconocida por la Academia y por los espectadores en grandes y buenos trabajos.
Heaven Knows, Mr. Allison es una película estadounidense de 1957, dirigida por John Huston y protagonizada por Deborah Kerr y Robert Mitchum en los papeles principales.
El guion fue escrito por John Huston y John Lee Mahin basado en la novela del mismo nombre de Charles Shaw.
Heaven Knows, Mr. Allison estuvo nominada al premio Óscar de la Academia a la Mejor actriz (Deborah Kerr) y al Mejor guion adaptado.
Heaven Knows, Mr. Allison trata sobre la relación entre dos personas "solas" en un paisaje exótico, eso es algo que a John Huston parecía gustarle mucho, pues años atrás había rodado "The African Queen", de la cual bebe mucho Heaven Knows, Mr. Allison.
En Heaven Knows, Mr. Allison refleja que en medio de terribles dificultades, los nexos de unión entre estos dos protagonistas se muestran ante el espectador de una forma tremendamente metafórica y simbólica.
La casi poesía que termina invadiendo la relación del cabo Allison y la hermana Angela la convierten en una preciosa y evocadora historia de amor.
Historia de amor que durante toda la película es imposible pero que Huston arregla con un final en el que el espectador es el auténtico guionista.
Quizás falta algo más de atrevimiento en el guión, pero debido a la censura de la época, en este caso un inspector de la Liga Católica de la Decencia había visitado el rodaje, era lo normal entonces.
En Heaven Knows, Mr. Allison observamos pocos medios pero mucho talento.
Fuegos de artificio bien utilizados y casi paremos de contar.
Lo demás es plena magia interpretativa y de dirección.
Heaven Knows, Mr. Allison es un film totalmente imprescindible a la hora de seguir la carrera del director americano.
La historia gira en 1944, en el Océano Pacífico, durante la Segunda Guerra Mundial, el infante de marina Henry Allison (Robert Mitchum) sobrevive a un naufragio y llega a la costa de la isla Tuasiva en un bote inflable.
La isla parece desierta, pero pronto se encuentra con la hermana Angela (Deborah Kerr), que sólo había estado en la isla un corto tiempo, y se había rezagado cuando la isla fue abandonada ante la inminente invasión de las tropas japonesas.
Ambos logran disfrutar por un tiempo de la paradisíaca isla, y planean navegar en el bote del marine hasta la isla Fiji, pero un bombardeo japonés los obliga a refugiarse en una caverna, donde deben ocultarse cuando los japoneses desembarcan en la isla, para construir una base.
A pesar de poseer personalidades muy opuestas, logran mantener una cordial distancia.
Obligado a robar comida de los depósitos japoneses para sobrevivir, el infante Allison es sorprendido por un guardia y debe matarlo, pero alerta al resto de los ocupantes, que salen en su persecución.
Descubierto, es intimado a la rendición o a morir por la explosión de una granada junto con Angela, pero un ataque aéreo estadounidense les salva la vida. Convencidos de que pronto serán rescatados, logran sabotear el armamento de los japoneses, antes de la apresurada retirada de éstos.
El duro infante de marina le confiesa a la joven novicia la atracción amorosa que siente por ella, pero ella logra convencerle de la imposibilidad de una relación entre ellos.
Heaven Knows, Mr. Allison transcurre de una manera fluida, los personajes son bastante claros y no quedan grandes dudas tras haberse perdido 20 minutos.
A pesar de eso, hay pequeños detalles que no quedan claros como lo es:
¿Por qué la hermana Angela no entiende el “slang” de Allison?
¿Quién era realmente el padre Phillips?
¿Cómo es que tienen tantas cosas en la isla y quiénes construyeron las chozas de la isla?
Sin embargo, esas dudas no son tan relevantes pues, lo importante es lo que viven juntos en la isla y el que la hermana no entienda el “slang” puede resolverse con que ella no es de Estados Unidos, sospecha que se sostiene por su acento británico.
Con respecto al tratamiento de la fe cristiana, Soeur Angela tiene muy claro el camino de entrega a Cristo que ha elegido.
A Él ha prometido su vida y sólo en Él cree que encontrará su mayor felicidad, aunque sabe que para ello tiene que renunciar a la posibilidad de formar una familia.
No obstante, el final, ya referido antes, es una invitación al público a imaginar, a sacar conclusiones.
Un final abierto que de una manera sencilla y sin llamar la atención hacen al espectador ser el tercer protagonista.
¿Mi final?
¿Mi impresión?
Pues que la hermana Angela no hace sus votos finales y se rinde ante un cabo rudo, no tan atractivo pero 1000% masculino y en ocasiones soez pero al que no le cuesta nada ganarse el corazón de una pobre monjita perdida en una isla del pacífico.
Es que si no hace eso Mitchum quién lo haría...
Si no es tu conclusión, es porque yo soy envenenadamente romántico e idealista.

“So, tell me, ma'am, if there's a chance”


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