Ray

“She saves her lovin early in the morning just for me oh yeah”

Creo que sin error a equivocarme puedo asegurar que uno de los genios musicales contemporáneos del siglo XX es sin lugar a dudas Ray Charles.
Apodado como “The Genius” por su virtuosismo en el piano, por la fuerza de su voz y energía en sus interpretaciones no bastaron para complementar lo que fue su magia al crear música; desde Blues, Jazz, Soul, Góspel y pasando por la música Country este originario de Florida viajo en su juventud a Seattle para aprender de los mejores nuevas técnicas y ritmos que mejoraran sus capacidades.
Si una vida se reduce a la suma de todas sus partes, entonces la historia de Ray Charles podría verse como un relato de triunfos y fracasos personales que se esconden tras una longeva y multipremiada carrera en el negocio del espectáculo.
Pero estamos hablando de un hombre que sintetizó sus luchas, su dolor y su oscuridad personal con la misma efectividad con la que supo fundir en su arte una miríada de estilos musicales.
Su historia tiene entonces un sentido muy distinto: la cadena de eventos y logros se transforma en el vibrante y conmovedor trayecto de un genio único con una visión propia que enseñó al mundo a escuchar música de una forma nueva.
Ray Charles Robinson nació en la pobreza, en la Albany (Georgia) de 1930 y desde pequeño se enamoró de la música.
A los cinco años ya estaba aprendiendo a tocar el piano pero una serie de traumáticos sucesos cambiaron su vida.
Primero fue la muerte de George, su hermano pequeño, que se ahogó en un accidente por el que el músico se estaría culpando a sí mismo gran parte de su vida.
Más tarde, un glaucoma le provocó la pérdida progresiva de la visión y a los siete años ya estaba totalmente ciego.
Pero a su favor tenía a su madre, una mujer dura que quería mucho a su hijo, y que le enseñó a ser fuerte en la vida.
Ray aprendió a valerse gracias a su agudo sentido del oído y su fascinación por los sonidos.
A lo largo de su vida, jamás utilizó un bastón, un perro o ningún otro instrumento: no quería depender de nada.
Le bastaban sus oídos.
Sus comienzos en el mundo de la música no fueron fáciles pero su enorme talento le hizo destacar pronto entre los demás.
Con la llegada del reconocimiento también se multiplicaron sus problemas: las drogas, las mujeres... aunque al final logró superar todo gracias a su amor por la música.
La película “Ray” retrata fielmente todo lo que rodeaba al mundillo de la música desde los años 50: los contratos, las pequeñas y grandes discográficas, las grabaciones y también la presión que sufrió Ray por estar siempre entre los primeros.
Gracias a canciones como: "I've Got a Woman", "What'd I Say", "Unchain My Heart", "Hit the Road Jack" o "Georgia on My Mind", Ray cambió el curso de la música para siempre.
Para mucha gente el nacimiento del soul americano se remonta al año 1954 y al incendiario single de la Atlantic "I've Got a Woman", interpretado por una joven promesa que se llamaba Ray Charles.
El tema mezclaba el blues y el góspel de una forma hasta entonces considerada tabú, fusionando lo sexual y lo espiritual, la ternura y la crudeza, la ligereza y la melancolía, en un sonido inolvidable que hizo que el mundo entero se sintiera sacudido por la canción.
Sirvió de catalizador para incontables músicos que nunca habían oído nada semejante y la chispa que prendió sirvió para abrir un período de explosión creativa en la cultura americana que llevó a la revolución del rock 'n' roll y más allá... además de poner en marcha, por supuesto, la carrera de Ray Charles que se iba a prolongar durante medio siglo.
Ese sonido era tan asombroso como el hombre que lo había creado.
Esa leyenda musical que fue el recientemente desaparecido Ray Charles (1930-2004) recibió el apodo de “The Genius”, pero...
¿Cómo era el alma (soul) del genio?
Todo el mundo conoce y ama la música de Ray Charles pero pocos conocen la historia que se esconde tras su azaroso viaje a la fama.
Charles no fue sólo un brillante artista sentado ante su eterno piano, o un agudo negociante que consiguió un control sin precedentes sobre su carrera, o un pionero musical que abrió caminos por los que muchos le siguieron... fue también un hombre en busca de la redención.
A lo largo de su carrera Ray Charles ganó un total de 12 premios Grammy; y en 1987 recibió el Lifetime Achievement Award.
Grabó unos 75 álbumes y colocó 76 singles en las listas de los más vendidos.
Entre otros premios y galardones recibió el del Kennedy Center y la Medalla Nacional de las Artes, y entró a formar parte de diversas galerías de la fama: Rock and Roll Hall of Fame, Blues Hall of Fame y NAACP Image Awards Hall of Fame.
Nunca olvidó sus raíces ni los obstáculos que conoció en su carrera y dedicó más de 20 millones de dólares a obras de caridad, educativas y artísticas para la comunidad negra.
Su influencia puede escucharse cada vez que se enciende la radio, pues de su inventiva musical han bebido generaciones enteras de artistas.
Ray Charles falleció el 10 de junio de 2004 a los 73 años de edad, y este comentario es un homenaje.
“Hit the road Jack and don't you come back no more, no more, no more, no more”
Ray es un filme que dramatiza la biografía de Ray Charles, músico invidente de raza negra e interpretado por un ENORME Jamie Foxx, Kerry Washington, Regina King, Clifton Powell, Harry Lennix, Terrence Howard, Larenz Tate, Richard Schiff, David Krumholtz, Curtis Armstrong, y Bokeem Woodbine.
Ray está dirigida por Taylor Hackford y consiguió el Oscar al mejor actor principal (Jamie Foxx) y al mejor sonido, incluyendo 4 nominaciones mas como mejor película, director (Taylor Hackford), edición y vestuario.
Como película, Ray es una biografía, rescato la sobriedad con que fueron abordados los detalles de la vida de Charles.
Me pareció en su conjunto una película muy bien dirigida, una fotografía fantástica, armada en base a una solidez digna de destacar.
Cada escena va dando una correlación exquisita con la siguiente, y así obtenemos una narración con altos valores de realismo.
El director logra dar una visión acabada de la vida de su personaje principal, por lo menos el espectador tendrá datos y elementos como para enterarse de quién fue, qué hizo de su vida y qué parámetros adoptó como estilo de vida.
Hackford nos muestra los aciertos y los errores, la felicidad y la tristeza más amarga, todo ello de manera vivencial.
Uno como espectador no puede permanecer ajeno al relato, una vida que para nada es monótona y de la cual podemos sacar propias conclusiones.
Considero a Ray una de las joyas del reciente cine Hollywoodense, la historia escrita y un excelente guión (Taylor Hackford y James L. White) que nos lleva alrededor de la cultura afroamericana, tocando fibras sensibles como la adicción a la heroína del personaje, problemas de segregación o racismo y el manejo sucio de los managers, disqueras y productoras conforme se busque un beneficio económico sin importar quién fue el que te ayudo y apoyó en los inicios de carrera.
Dijo Taylor Hackford una vez:
"La vida de Charles describe un arco absolutamente maravilloso.
En esta película he querido presentar toda la complejidad de este genio americano, sin eludir nada.
Ray fue un hombre valeroso y brillante, pero su vida estuvo marcada también por la tragedia y por sus demonios personales.
Ray pretende mostrar la evolución de un artista a lo largo de un increíble período de cambio cultural.
Espero que el público entienda al ver la película que Ray Charles es mucho más que un músico del pasado: es un hombre que influyó en una vibrante revolución cultural cuyo efecto todavía se hace sentir en la actualidad".
Pero si en algo hay que sacarse el sombrero es en la TITANICA actuación de Jamie Foxx, es inapelable y a ella hay que sumar la de Sharon Warren, en el papel de la madre del Charles niño, brillantes desde cualquier perspectiva que lo analicemos.
La interpretación de Foxx tiene tanta calidad histriónica que demuestra todo lo versátil que puede llegar a ser como actor.
Sin errores, impecable, convincente.
Un iluminado que nos regaló una hermosa actuación y que difícilmente pueda ser dejada de lado u olvidada.
Obviamente que debe ser considerada lo mejor del filme sin lugar a dudas, por esfuerzo, por meterse en ese personaje para nada fácil de personificar.
Sin embargo, Foxx logra su mejor actuación lejos de toda su filmografía.
No sólo es capaz de tocar al piano las canciones del verdadero Ray, sino que se clava, y no exagero, en todos sus gestos, su mímica, los temblores, los tics nerviosos, la forma de sonreír, de abrir la boca, su sonora carcajada, de tambalearse al andar… es impresionante y es auténticamente escalofriante lo mucho que se acerca Jamie en su intento de representarlo.
Sólo por eso es merecedor del Oscar o del premio que se precie porque si no te dicen que no es Ray, te lo tragas enteramente.
En eso consiste ser un buen actor, en el ingrediente credibilidad.
Pero volvamos a la película que afortunadamente no toda ella es Jamie Foxx.
Que nadie se queje de la historia porque no hay más vuelta de tuerca cuando se rueda un biopic, no hay cabida para muchos giros y no se permite intromisiones externas.
Tal cual la cuenta Ray, así nos es presentada y da fe el mismo Ray Charles, al que se le transcribió a braille el guión.
Por cierto, que el verdadero Ray Charles murió el 10 de junio del 2004, justo antes del final del rodaje de esta, su película.
Sabemos que Ray no es ejemplo de nadie en su vida privada y que no somos nadie para criticarlo en ese aspecto, pero el enfoque dado por el director nos lleva ineludiblemente a emitir juicios valorativos sobre determinadas acciones del músico.
Cada uno es dueño de su vida, si ello no lleva a perjudicar a nadie.
La biografía de este astro me resultó asombrosa, porque como dije, no era ejemplo de nada, pero nunca llegó a ser alguien despreciable como ser humano por las apreciaciones de sus vivencias personales.
Con Ray aprendemos que la vida puede darnos mucho, pero que nos quita en otros aspectos.
Nada es regalado, cada don hay que trabajarlo y saberlo usufructuar.
Ray es una historia de superación personal, de éxitos rotundos, del entorno que la fama acarrea, de vividores y oportunistas que aparecen en las buenas ocasiones. Nos instruimos sobre cómo un trauma infantil puede marcarnos para toda la vida, y nos muestra el camino para poder convivir con ello.
Una narración que defiende la igualdad de razas, y que protege a ultranza la no discriminación, tanto racial como de condiciones sociales.
Una trama que da un mensaje esperanzador sobre el futuro, aun cuando las condiciones no sean las favorables.
Me gustaría destacar tres escenas o fragmentos de la película.
- Los miedos de Ray Charles representados en la cinta mediante esos flashbacks/situaciones relacionadas con el agua y el desgraciado accidente son sublimes y están magníficamente representados.
- El nacimiento de su primer hijo, en el que Ray dice; "gracias", acompañado por un; "... ¿puede ver?...", es emotivo.
- La relación con la madre y el cómo esta lo educó, ensenándole a valerse por sí mismo y hacerle entender que nunca se deje tratar como un lisiado.
“Unchain my heart (unchain my heart) 'cause you don't love me no more”
Afortunadamente para la producción, el mismo Ray Charles fue el encargado de producir y musicalizar todo la película, creando nuevas versiones que se adaptaran al filme.
Otro de los valores es que el soundtrack de la película está lleno de sorpresas, y podemos escuchar versiones remasterizadas de éxitos de los 50′s, 60′s y demás. Como dato cultural, el mismo Ray Charles fue el primero en ser dueño de sus propios masters o producciones teniendo así un negocio redondo en la explotación de sus propios temas y discos.
Taylor Hackford decidió evocar las emociones y los acontecimientos de la vida de Ray Charles a través de su música.
Desde un principio hizo una lista de las canciones que quería que aparecieran en la película, sobre todo:
-"I Got A Woman".
La canción que propulsó a Ray Charles hacia la fama, alterando el curso de la música al fundir el sagrado góspel con el secular rhythm & blues para crear un nuevo estilo llamado soul.
La canción llamó la atención de Elvis Presley cuando triunfó en 1955 y provocó una polémica por la blasfemia de utilizar el estilo extático del góspel para hablar del deseo.
-"Drown in My Own Tears".
Un enorme éxito en 1956 para Ray Charles, escrito originalmente por Henry Glover para la cantante Lula Reed.
Su estilo góspel la convirtió en una balada clásica.
-"What'd I Say".
Para muchos este éxito de 1959 expresa el estilo definitivo de Ray Charles, con su piano eléctrico y un esquema vocal de llamada y respuesta rebosante de sensualidad primaria.
En su momento, la canción fue vetada por varias emisoras de radio pero en 2003 la Librería del Congreso decidió preservarla como una de las grabaciones más significativas de la historia de la música americana.
-"Georgia On My Mind".
Este tema estándar de Hoagy Carmichael se convirtió en el primer número uno de Charles en la listas pop y luego en el himno oficial del estado de Georgia.
Supuso un nuevo impulso en la música de Charles, que acompañó su dulce canto con un sentido coro y una orquesta de cuerda en vez de con las habituales Raelettes.
-"Hit the Road Jack".
Un número uno en todas las listas en 1961, coronado por la desgarradora voz de Margie Hendricks que le ruega a Ray que deje la ciudad.
-"Unchain My Heart".
Un tema soul y funky en el que un hombre ruega que le liberen de una relación amorosa no correspondida; tiene un ritmo latino y las famosas armonías tripartitas de las Raelettes que acompañan a los emocionales efectos vocales de Ray Charles.
-"I Can't Stop Loving You".
Charles le dio su toque soul a este tema country, primer single extraído del álbum "Modern Sounds in Country & Western".
Esta arrolladora balada se mantuvo en las listas de rhythm & blues de Billboard durante 10 semanas seguidas, vendiendo más de un millón de copias.
En fin, Taylor Hackford expresó:
"Esta es una película complicada desde el punto de vista musical.
Hemos utilizado unas 40 canciones y las hemos utilizado para contar la historia, de forma que cuando cesa la música se mantiene la atmósfera creada por ella, y viceversa.
Cuando se oye una canción se ve que la música procede de una emoción o de un drama de su vida y de que ambas cosas, música y vida, están necesariamente entrelazadas".
Para componer la banda sonora de la película Hackford escogió al músico escocés Craig Armstrong, que ha trabajado en "Moulin Rouge" pero también con artistas pop como Madonna, U2 y Massive Attack, además de ser un aplaudido compositor clásico.
Dice Hackford:
"La película la conduce la música de Ray pero con la banda sonora lo que queríamos era resaltar su mundo interior, todo el sufrimiento emocional que logró superar.
La partitura de Craig se inspira en Ray Charles pero sirve de contraste a su imperecedera música.
Lo que más me gusta de esta película es que cada elemento: la música, los decorados, el trabajo de los actores, etc. funciona de un modo muy directo y excitante.
Los equipos, técnico y artístico, han conseguido un resultado que no tiene nada de retrospectivo; han recreado la vida de un hombre que empezó una revolución que sigue inspirando a los artistas que harán las revoluciones del mañana".
“Oh… it's… cryin' time again, you're gonna leave me…
I can see that far away look in your eyes.
I can tell by the way you hold me darlin' Oooh…
That it won't be long before it's cryin' time”
Ray Charles y su película homenaje es un ejemplo de superación.
Ante la adversidad siempre hay un camino para ser mejor persona, luchar por unos ideales y aferrarte a lo que verdaderamente importa.
Charles murió el mismo año del estreno, tras demostrar al mundo que los límites están sólo en nuestra propia cabeza.

“Just an old sweet song, keeps Georgia on my mind”



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