Scorpio Rising

“Devil in Disguise”

El cine experimental es aquel que amplía, o desplaza, los límites del lenguaje audiovisual convencional, y del cine narrativo, tradicionalmente estructurado alrededor de un relato argumental, utilizando nuevos recursos para expresar y hacer sentir emociones, experiencias, sentimientos, concepciones del mundo, críticas al propio medio, etc.
En muchas obras, lo narrativo cede a los experimentos de tipo formal, siendo frecuente, el uso de efectos plásticos, o rítmicos, ligados al tratamiento de la imagen, o el sonido.
El cine experimental se define, de acuerdo con su ámbito de aplicación y recepción, ya que no suele tratarse de un cine ligado a la industria cultural, ni se dirige a un público amplio, si no específico y minoritario, y que comparte el interés por productos que podríamos calificar, sin intención peyorativa, como marginales, o también llamados “de culto”
El cine experimental ha sido desarrollado, en el contexto de movimientos contra-culturales, de variados tipos:
1. Estéticos: Las vanguardias artísticas de principios del Siglo XX.
2. Políticas: Cine de agitación del 68, el cine de propaganda.
3. Filosóficos-Teóricos / Estructuralismo: Como el cine feminista, el cine Gay.
4. Culturales: El underground y los movimientos de la contracultura.
“Leader Of The Pack”
El término “biker” se refiere, usualmente, a una subcultura relacionada alrededor del motociclismo no deportivo, también conocido como Motorcycle Club, Motociclismo Pandillero, etc., y que incluye desde los informales Riding Clubs hasta los más organizados Motor Clubs (MC), e incluso pandillas criminales que se involucran en actividades delictivas, representando un 1%, por ser una minoría dentro de la cultura biker.
Usualmente, son rockeros, o metaleros, y tienden a escuchar rock clásico, heavy metal, hardrock, y otros géneros similares, así como a utilizar indumentaria características:
Pantalones, chaquetas y chalecos de cuero, o mezclilla y bandanas, así como ropa sexualmente provocativa en las mujeres, el conducir motocicletas pandilleras, como la Harley Davidson, y se les asocia con la cultura de la rebelión, la libertad sin límites, y la anarquía.
Muchos grupos, especialmente del 1%, son racistas, así por ejemplo los “Hell Angels” no admiten negros, ni orientales en sus filas, y suelen ser asociados con el pensamiento neonazi.
Un grupo similar son “Los Paganos”, cuya parafernalia hace referencia a la mitología nórdica, y también está alineado con el pensamiento racista neonazi.
Otros grupos como “Los Mongoles” y “Los Bandidos” son grupos mixtos que admiten latinos y blancos, es decir anglosajones, conjuntamente.
“Los Vagos” y “Los Sureños” son grupos biker casi exclusivamente latinos.
También existen grupos de bikers judíos como “La Tribu Perdida” y cristianos, como “La Asociación de Motociclistas Cristianos”
La mayoría de los grupos del 1%, y algunos MC, son homofóbicos, y por lo general no admitirían homosexuales en sus filas, aunque tienden a ser más tolerantes con los bisexuales si son varoniles y rudos en su comportamiento.
“My Boyfriend's Back”
Scorpio Rising es un film de 1964, de carácter vanguardista, innovador y experimental filmado por Kenneth Anger.
Protagonizado por Ernie Allo, Bruce Byron, Frank Carifi, Steve Crandell, Johnny Dodds, Bill Dorfman, Nelson Leigh, John Palone, Barry Rubin y Johnny Sapienza.
Cortometrajista desde los 11 años, Kenneth Anger fue de los primeros cineastas norteamericanos en reconocer su homosexualidad, y expresarla sin disfraces en toda su obra.
Scorpio Rising fue censurada por indecencia, y el caso llegó a la Corte Suprema, donde la demanda no fue admitida, siendo considerada como una de las primeras películas post-modernas, y que ha influenciado a directores como Martin Scorsese y David Lynch por su técnica cinematográfica.
Scorpio Rising fue producido en 1964, e inicialmente su distribución se centró en los ambientes underground, su creador era conocido, fundamentalmente, por ser el autor del libro “Hollywood Babylon” donde contaba escándalos faranduleros de amigos como:
Anton LaVey, fundador de la Iglesia de Satán, los Rolling Stone, la familia Manson, Jimmy Page y seguramente una larga lista de estrellas.
Rodada sin guión, y sin estructura, Scorpio Rising responde más a una pulsión creadora, que a un intento serio de contar una historia.
Por momentos, Scorpio Rising roza el vídeo clip de estética “Queercore” que parece competir con el mismo Tom Of Finland.
Scorpio Rising es un largometraje en torno al tema de los moteros, lo oculto, Jesús de Nazaret y el Nazismo como estética; creando una innovadora apropiación de la cultura popular, incluyendo un renovado uso de la música pop, el culto erótico entorno a la figura de James Dean, así como el mundo del comic:
El hombre bajo el influjo de Escorpio, la vieja estética, y la represión cristiana es derribada, en su lugar, domina un caos de cuero negro y rugidos de motocicletas.
Scorpio Rising es la celebración de una nación clandestina de poses desafiantes, pechos al descubierto, braguetas protuberantes, que celebran la belleza del sexo fuerte.
Scorpio Rising es un corto, de 30 minutos, decididamente provocador para su época.
Su estilo personal, no narrativo, y donde la música pop domina como única banda de sonido, despejó el camino para la posterior llegada de los video clips.
Scorpio Rising es un collage, donde la muerte se asoma, representada por cráneos de todo diseño.
La iconografía del cuero negro, el cromo, las calaveras, y esvásticas de las bandas de motociclistas, se mezcla de manera nada inocente, con estampas varoniles del cine como Marlon Brando y James Dean, y un repertorio musical a lo Top Ten con Ray Charles, Elvis Presley, Martha And The Vandellas, entre otros.
La ruptura más llamativa de Scorpio Rising, frente al cine hollywoodense de su época, fue justamente la yuxtaposición de temas pop con imágenes.
Puede parecer que la música va en su propia dirección, como si fuera una transmisión radial, pero coincide muchas veces, y aporta al conjunto, una ironía sediciosa y sutil.
Así, en 1963, Kenneth Anger se vincula a una pandilla de motociclistas, posiblemente de todas las formas imaginables.
Los filma arreglando sus motos, probándose sus camperas, en fin, la diaria de estos muchachos.
El tal “Scorpio”, el personaje de Bruce Byron, es el líder de la banda, pero a pesar de ser el protagonista, o al menos inspirador del título del film, la cámara no sigue sus movimientos a rajatabla.
Anger también retrata los símbolos acumulados en cuartos y talleres, como lo que son para sus protagonistas:
Objetos pop y poco más.
Los saltos abruptos en el montaje van desde los pósters de James Dean o Marlon Brando, a cruces esvásticas, calaveras, y revistas de historietas.
Un espejo de muerte, refleja la cultura estadounidense:
Brando, motocicletas y cuero negro, Cristo, cadenas y cocaína, hacen de Scorpio Rising, una mirada desde las alturas, hacia el mito del motociclista estadounidense.
La máquina como un tótem, entre la diversión y el terror, como un Thanatos cromado, con cuero negro y jeans ajustados:
El hombre bajo el influjo de Escorpio.
Scorpio Rising es la celebración de una nación clandestina, pero la mayor audacia que inevitablemente la proscribió en su momento, fue expresar abiertamente las preferencias homosexuales de su autor:
Mandíbulas viriles, pechos trabajados, cinturas y cuellos adornados con metales, son algunos de los fetiches que se invocan una y otra vez.
Confundiéndolos entre los mitos americanos, Scorpio Rising teje un “machismo romántico” donde la rudeza es erótica, y donde toda aparición masculina desliza un guiño gay.
Incluso, hasta llegar a la herejía:
Alternado con imágenes de una carrera de motos, y un enmascarado nazi, Cristo y sus discípulos, fragmentos de una remota película educativa, se unen a este desfile, de fondo la canción: “He’s A Rebel” de Crystal, que proclama, cual sermón:
“No hay razón, para que no le de mi amor”
Cabe señalar que desde su temprana juventud, la pasión principal de Anger, fue el ocultismo.
Su cine hace constantes referencias a las ciencias ocultas, y en Scorpio Rising tenemos un signo astrológico vinculado a la fuerza, y la transformación.
Anger comulgó con Thelema, credo fundado por Aleister Crowley, un pensador que proclamaba, a principios del siglo XX y en la Inglaterra reprimida, la sexualidad libérrima, y la experimentación con alucinógenos, rodeándolas de una densa coraza mística.
Así es como Scorpio Rising se caracteriza por adolecer de líneas de dialogo, la imagen sólo se ve acompañada por una increíble banda sonora de temas de los años 50 y 60.
Con todo, me ha gustado sin duda, porque entiendo el enorme trabajo de montaje que se ha realizado en 1964, porque hoy día, existen un montón de programas que nos permiten hacer maravillas con las imágenes digitales de las cámaras de aficionados.
De todas formas, no está mal que el que se dedica a hacer sus películas, vea Scorpio Rising para aprender sobre el arte del montaje en el cine.
Aprender como un plano se une a otro plano para darle algún significado, y construir alguna escena, que por sí sola, tenga también un significado.
Pero insisto, la unión de escenas en Scorpio Rising no cuenta ninguna historia, y mucho menos, una historia que pueda contener referencias a la homosexualidad.
Todo aquel buen amante del Séptimo Arte, todo aquel apasionado del experimentalismo cinematográfico, todo aquel que realmente sepa, en qué consiste hacer cine, se encontrará cuando vea esta maravilla, con la que puede ser una de las mayores obras maestras de este tipo de cine:
Una incondicional genialidad, una creación de innegable superioridad, una majestuosa realización, que solo aquellos más doctos, y experimentados genios del cinematógrafo, sabrán apreciar en toda su magnitud.
Resultado final:
Scorpio Rising es una grandiosa, y legendaria pieza, que pasará a los anales de la historia del cine, como una de las más extraordinarias obras del cine experimental e independiente, un inigualable fragmento de dimensiones estratosféricas.
Lo más controvertido, hasta el punto de promover acciones legales, fue la ingeniosa, pero provocativa yuxtaposición deliberada, de la canción de Cristal, con metraje intercalado, de una versión de escuela dominical de la vida de Cristo, lo cual propone la idea herética, cuando no sacrílega, de que los discípulos eran una alegre banda juvenil gay, dedicada a derribar el orden establecido, al tiempo que la letra de la canción, proporciona una lectura, sorprendentemente, parecida a un sermón.

“He's A Rebel”



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