The Witches Of Eastwick

“Do you think god knew what he was doing when he created woman?
Huh?
No shit.
I really wanna know.
Or do you think it was another one of his minor mistakes like tidal waves, earthquakes, floods?
You think women are like that?
S'matter?
You don't think God makes mistakes?
Of course he does.
We all make mistakes.
Of course, when we make mistakes they call it evil.
When God makes mistakes, they call it... nature.
So whaddya think?
Women... a mistake... or did he do it to us on purpose?”

El amor se mueve en un espacio pendular demasiado amplio, con matices que muchas veces, están en el gris oscuro de la perversión.
Hay situaciones que pertenecen a la órbita interna de la conciencia personal, que muchas veces, muchas personas, nunca llegan a conocer, o algunas pocas que son cómplices del asunto.
Los hombres dan amor a cambio de sexo, y las mujeres dan sexo a cambio de amor.
Dirán que la guerra de géneros va más allá del ámbito, puramente sentimental/sexual, trascendiendo lo laboral, político y social.
Pero si hemos de creer a la ciencia ficción, una vez las mujeres encuentren cómo reproducirse sin necesidad del cromosoma Y, la humanidad seguirá su existencia sólo con mujeres... y con los mismos conflictos en los ámbitos laboral, político y social.
El único aspecto real, por el cual los hombres seríamos extrañados, es por lo que aportamos, para mejor o peor, a las relaciones de pareja, así que la tal “guerra de géneros” se reduce en últimas al amor y al sexo.
Esa la guerra consiste, supuestamente, en que los hombres buscamos tanto sexo como sea posible, evitando involucrarnos sentimentalmente, si es posible.
Y por el lado de las mujeres, se supone que buscan a un imposible príncipe azul, y recurren al sexo sólo como un medio para conquistarlo.
Así es, como estamos programados genéticamente, y moldeados por generaciones de condicionamiento cultural.
Y obviamente, esos objetivos contradictorios, hacen que percibamos a los miembros del sexo opuesto, como fuentes de continua frustración.
Antiguamente era bien visto que el hombre sea muy sexual, pero le mujer era vista no tanto como puta, sino como bruja, por el poder místico de la atracción para lograr sus fines.
Las brujas y la brujería es algo que ha fascinado a la humanidad desde sus inicios, siendo objeto de temor, masacres, indagación, exasperación y lucro.
La brujería es en sí, el de hecho de poder hacer algo, que por naturaleza no podemos hacer.
En la fantasía, es ser capaces de volar, con o sin escoba, conseguir algo increíble solo con mezclar un par de ingredientes, o con una varita mágica, y tener poderes sobrenaturales, son algunos de los objetos de deseo que a todos nos gustaría tener.
En lo real, estaba ligado al poder de la atracción.
Siendo así, es algo, que real o no, siempre ha atraído nuestra atención y siempre la atraerá.
“Men are such cocksuckers aren't they?
You don't have to answer that.
It's true.
They're scared.
Their dicks get limp when confronted by a woman of obvious power and what do they do about it?
Call them witches, burn them, torture them, until every woman is afraid.
Afraid of herself... afraid of men... and all for what?
Fear of losing their hard-on”
The Witches Of Eastwick es un film de fantasía, con tintes de comedia de 1987, dirigida por George Miller.
Protagonizada por Jack Nicholson, Michelle Pfeiffer, Cher, Susan Sarandon, Veronica Cartwright, Richard Jenkins, entre otros.
The Witches Of Eastwick obtuvo 2 nominaciones al Oscar a la mejor banda sonora original y sonido.
Con un guión de Michael Cristofer, The Witches Of Eastwick está basado en la novela del mismo título de John Updike.
John Updike, 1932-2009, fue un importante escritor estadounidense, autor de 22 novelas, y numerosas historias cortas, poesías, ensayos y cuentos para niños.
En sus trabajos, es habitual encontrar la indagación sobre las motivaciones humanas, como el sexo, la fe, la muerte, los conflictos generacionales y las relaciones inter-personales.
En 1984, y saliéndose de su estilo habitual, John Updike escribe “The Witches of Eastwick”
La historia, narra la vida de 3 mujeres del ficticio pueblecito de Rhode Island, llamado “Eastwick”, que tras adquirir sus poderes al abandonar a sus maridos, o ser abandonadas por ellos, se verán turbadas por la llegada de un forastero.
The Witches Of Eastwick es una película que posee elementos de comedia, drama y fantasía sobrenatural.
Pero más que cualquier otra cosa, es una metáfora sobre la relación entre los sexos.
La historia contrapone lo femenino y lo masculino, liberalismo y conservadurismo, el mundo mágico y el real, el bien y el mal.
Plantea interrogantes sobre los conceptos de lo que es bueno y lo que es malo, y sobre las sorprendentes similitudes que se dan en las definiciones extremistas de los mismos.
The Witches Of Eastwick combina humor visual y verbal, explícito y sugerido, disparatado y absurdo.
The Witches Of Eastwick es una película bastante delirante en su corte fantástico.
Tanto es así que resulta artificiosa, y rara en su premisa de mezclar temas existencialistas, con las situaciones propias de las brujerías, del diablo y del vudú.
La música original de John Williams combina un tema central jocoso, sombrío e intenso, que acompaña al demonio, y un tema pausado, alegre y suave, que acompaña a las brujas.
Añade el aria “Nessun Dorma”, de “Turandot” de Puccini cantado por el desparecido Luciano Pavarotti.
La fotografía se ve enriquecida con un variado repertorio de efectos visuales de buena factura.
En The Witches Of Eastwick se pegotean de manera desconcertante las crisis personales, las frustraciones, el machismo, el sexo, el fracaso matrimonial, la infidelidad, la hipocresía moral y la libertina inmoralidad, la inseguridad y la insatisfacción, las brujerías y la magia negra, los poderes diabólicos, las posesiones demoníacas, el conservadurismo y el liberalismo entre otras cosas más.
La acción tiene lugar en Eastwick, pequeña ciudad de Nueva Inglaterra en EEUU, a lo largo de unos meses, en 1986.
Narra la historia de 3 amigas, que descubren que tienen habilidades mágicas, de edades similares, arrastran deseos insatisfechos y represiones derivadas del conservadurismo de la sociedad del lugar.
Las mujeres comparten soledades:
Una es viuda, otra ha sido abandonada por el marido, y la tercera se ha divorciado.
Ellas son Alexandra “Alex” Medford (Cher), Jane Spofford (Susan Sarandon) y Sukie Rougemont (Michelle Pfeiffer), quienes se reúnen con frecuencia para compartir opiniones y conversar.
Una tarde exponen las características del hombre ideal, definen al que sería el ideal para las tres y, a modo de juego, deciden conjurar su presencia.
Acompañado de una fuerte tormenta, se presenta un hombre rico y atractivo, Daryl Van Horne (Jack Nicholson)
Pronto se muestra extraño, misterioso, contradictorio y dotado de un potente atractivo personal.
Daryl es machista, maltratador, cínico, vengativo, solitario y cruel.
Vive dominado por “los placeres”, el desenfreno, y es la encarnación del demonio y, como tal, su vida compendia Los 7 Pecados Capitales:
Pereza, gula, lujuria, ira, soberbia, avaricia y envidia.
Las 3 amigas, sedientas de sexo, amor, pasión y aventuras, son seducidas por el misterioso Daryl y, a cambio, les enseña como aumentar sus poderes, pero los escarceos sexuales, y la magia que emplean las brujas, acaba creando un escándalo en la ciudad.
Las mujeres se dan cuenta que Daryl las está corrompiendo a ellas y a la ciudad, y deciden sacarlo de sus vidas.
The Witches Of Eastwick termina con la expulsión del diablo Nicholson del mundo terrenal.
Lo mandan de vuelta a sus infiernos, por el escándalo continuo en el que vive inmerso, y por arrastrar a las mujeres a un universo de depravación sensual y sexual.
Y ellas vuelven a ser puras y recatadas, para paliar al escándalo que provocan en su pueblerino entorno del medio oeste americano.
“I see men running around trying to put their dicks into everything, trying to make something happen... but it's women who are the source... the only power.
Nature, birth, rebirth.
Cliche?
Cliche... sure... but true”
The Witches Of Eastwick explica las relaciones entre las 3 amigas con poderes mágicos solidarios y la figura del demonio.
Las brujas y Lucifer comparten, sobre todo, lujuria y gula.
Pronto surgen tensiones importantes entre los 2 polos, ya que las mujeres desean un amor que Daryl no puede dar, y éste pretende someterlas y explotarlas.
En la obra, el demonio es definido no como una creación sobrenatural, sino como la suma de los errores que han cometido los habitantes de la ciudad.
Por ello, sus poderes son limitados y, además, son decrecientes, ya que la sociedad tiende a cometer cada vez menos errores.
La lucha, entre brujas y demonio, puede terminar con la derrota de éste, aunque la tarea sea harto difícil y compleja.
Entre las escenas más destacadas cabe recordar la del cello de Jane que, al calor de su pasión, cae al suelo envuelto en llamas, y la de la salida de Daryl para comprar helados porque no alcanza a crearlos mágicamente.
Así como los vómitos por la ingesta de cerezas, las levitaciones, y demás aspectos visuales muy impactantes para la época.
Lo positivo de The Witches Of Eastwick son las actuaciones y los efectos visuales.
El carismático Jack Nicholson obviamente que se roba la pantalla, a pesar de que el trío de actrices tienen una performance destacada en sus respectivos papeles.
El gran Jack despliega todo su encanto, y sus aptitudes gestuales para sacar adelante un personaje tan perverso como estrambótico.
Sin lugar a dudas que es un personaje de antología.
Michelle Pfeiffer, Cher y Susan Sarandon están correctas también dando vida a 3 mujeres con traumas y anhelos sin cumplir.
Son pueblerinas, que viven insatisfechas, en una sociedad donde la monotonía y el conservadurismo les agobian.
Mención aparte para la actuación de la cuarta actriz:
Verónica Cartwright como Felicia Alden.
Probablemente lo mejor de The Witches Of Eastwick, incluso por encima del propio Nicholson.
Además de tener visiones, sufre una posesión paranormal y esperpéntica.
El episodio en la Iglesia, no tiene desperdicio, cuando poseída por mil demonios increpa a los feligreses:
“¿Pero no lo veis?
¿Sabéis lo que hay en esa casa?
¡Vicio!
¡Perversión!
¡Y desvergüenza!
Drogas..., luego vendrán los crímenes, las violaciones, los incestos, los afrodisíacos, los consoladores, el coito anal!
¡Escuchadme por favor, no tengo nada en contra de un buen polvo, pero aquí hay un peligro, y hay que pararlo, por favor...!”
Curiosamente, The Witches Of Eastwick es una buena película de comedia donde miramos al demonio con otra manera.
No obstante, el concepto de la mujer solterona y bruja, que necesita un hombre está un poco obsoleto para la época, y conceptualmente es más propia de los años 60 que de los 80.
The Witches Of Eastwick es una película pensada para mujeres, y que la única gracia real que tiene, son los conceptos subyacentes, sobre las relaciones entre hombres y mujeres, muestra como amas de casa aburridas, son las más proclives a darse a las artes oscuras, que andar por la casa, con erótico resultado.
Lógicamente, para los hombres es culpa de las mujeres y viceversa.
Yo he decidido culpar a todos.
Entre tanto análisis, acusaciones, predicciones de comportamiento, prejuicios y asumir todo en conceptos racionales y conscientes, han hecho que a muchos se nos olvide que el amor es abstracto, surrealista y mágico.
No importa que tanto tratemos de identificar las respuestas del otro, o las de uno mismo.
Tenemos esa maravillosa capacidad de sorprendernos a nosotros mismos.
El sexo, la dependencia, la manipulación, lo que sea.
Hombres y mujeres, dejémonos de analizarnos, y empecemos a disfrutarnos.
Tenemos el derecho divino de equivocarnos cuantas veces queramos.
Eso nos da libertad de enamorarnos cada vez que se pueda.
Hagámosle caso al famoso activista inglés asesinado en los ochenta que decía:
“Todo lo que necesitas es amor”

“I think... no, I am positive... that you are the most unattractive man I have ever met in my entire life.
You know, in the short time we've been together, you have demonstrated every loathsome characteristic of the male personality and even discovered a few new ones.
You are physically repulsive, intellectually retarded, you're morally reprehensible, vulgar, insensitive, selfish, stupid, you have no taste, a lousy sense of humor and you smell.
You're not even interesting enough to make me sick”



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