In & Out

“A teacher in trouble.
A town under siege.
A journey to the heartland.
Stay tuned”

En esta sociedad todo el mundo es heterosexual hasta que se demuestre lo contrario.
Por ello, salir del armario se convierte en una obligación cuando se quiere vivir la sexualidad libremente.
¿El proceso?
Complicado.
¿El resultado?
Muy satisfactorio.
Desde que nacemos, se nos adjudica de forma intrínseca a nuestro sexo, el rol de “hetero”
Con los años, las preguntas:
¿Tienes novio? o ¿Para cuándo la boda?, se hacen más frecuentes.
Entonces, es cuando te das cuenta, de que es hora de que la gente se entere de que sí, que tienes pareja, pero que es de tu mismo sexo.
Un proceso difícil, dividido en 3 fases fundamentales:
Aceptación de uno mismo, comunicado a la familia, y salir de la clandestinidad para el resto de la sociedad.
El término “salir del armario” o “salir del clóset” es un modismo que, aplicado a las personas, significa “declarar voluntaria, y públicamente su homosexualidad”
El origen de la expresión, relativamente moderna, proviene, directamente, de la traducción de la frase anglosajona “coming out of the closet” de donde se origina el concepto.
A su vez, derivada de otra expresión anglosajona “to have a skeleton in the closet” traducida como “tener un esqueleto en el armario” que significa, tener algo vergonzoso que no se querría hacer público.
Funcionando como analogía de algo guardado, o escondido, a la vez que grafica la sensación de encierro y oscuridad de esas personas, que debían disimular o esconder su condición para no ser descubiertos y estigmatizados; y que “saca a la luz” un aspecto de su vida, que hasta ese día, tenía escondido.
Una vez revelada la situación, se dice de la nueva condición “estar fuera del armario”
Por oposición, se dice “estar en el armario”, a quien mantiene en secreto, o niega públicamente su orientación sexual.
Cuando es otro quien revela a la persona, en contra de su voluntad, se emplea la expresión anglosajona “outing”
Hasta finales del siglo XX, era común que las personas no salieran del armario, sino después de su emancipación familiar, es decir, hasta dejar de vivir con los padres, y depender de ellos, económicamente.
Posteriormente, el significado se ha ampliado a otros colectivos y situaciones, refiriendo a cuando:
Alguien homosexual, declara su bisexualidad.
Alguien hace público, y reconoce algo que se mantenía oculto, y que socialmente puede ser considerado vergonzoso, como una relación inconveniente.
Por otro lado, escondernos de nuestras familias, amigos y colegas, es como vivir con temor todos los días.
Estar dentro del clóset nos fuerza a tener 2 rostros.
No podemos ser auténticos, compartir abiertamente nuestras emociones, y sentirnos queridos por quiénes somos.
Tememos el rechazo, cierto, pues a nadie le gusta perder a un ser querido.
Pero cuando finalmente salimos del clóset, el sabor de la libertad lo supera todo.
Nos damos cuenta de que valió la pena el riesgo.
Al fin y al cabo, es una cuestión de amor y apoyo, y estos sentimientos no conocen de sexo.
Salir del clóset es un proceso personal, ya que es una de las decisiones más importantes de la vida.
Toma tiempo alcanzar la madurez que necesitamos para sentirnos cómodos con nuestra orientación sexual.
Una vez que lo logramos, se hace más fácil ser honestos con las personas que nos rodean.
Todos hemos sufrido, en algún momento esa angustia, pero cuando damos ese decisivo paso, nuestras vidas se transforman, y casi siempre mejoran.
“I'm a horrible person.
You have every right to hate me.
You should hate me.
I want you to hate me!
I insist that you hate me!
I'm scum, I'm garbage, I'm vermin, an-an-and I'm sorry”
Aunque, contraer matrimonio heterosexual como fachada, es visto con desprecio, en general porque involucra a otras personas, incluyendo los futuros hijos, es comprensible que algunos hombres gay tomen esta decisión, ya que, desafortunadamente, se sienten obligados por sus circunstancias.
En los países, donde la homosexualidad es penalizada hasta con la muerte, los gays optan por casarse para salvar sus vidas.
Si proviene de una familia muy religiosa, entonces, a lo mejor ha sido indoctrinado desde la infancia, sobre la obligación de formar una familia, porque es mandato de Dios.
Hay numerosos ejemplos de situaciones similares, que presionan al individuo a tomar una decisión, que va en contra de su naturaleza.
Sin embargo, con los años, se cansan de vivir con el antifaz de heterosexual, y salen del clóset cuando sus hijos ya son mayores.
Con la madurez, es posible que el hombre gay, que se comprometió con una mujer y juntos formaron un núcleo familiar, decida que llegó la hora de salir del clóset con su esposa, sus hijos y la sociedad.
Para esto, se necesita valentía, ya que es una decisión que, al menos en un comienzo, puede ganarle el rechazo de sus hijos, por haber engañado a la familia.
Aunque es difícil, la iniciativa merece la pena, porque de nada vale vivir miserablemente, insatisfecho, y frustrado.
Aceptar la homosexualidad de sí mismo, es un proceso que no necesariamente sucede en la juventud.
A menudo, escuchamos de hombres casados, que finalmente decidieron salir del clóset para sentirse libres.
“Everybody knows that!”
In & Out es una película de comedia, estadounidense, del año 1997, dirigida por Frank Oz.
Protagonizada por Kevin Kline, Matt Dillon, Joan Cusack, Tom Selleck, Debbie Reynolds, Wilford Brimley, Bob Newhart, Shawn Hatosy, Lauren Ambrose, Alexandra Holden, Glenn Close, Whoopi Goldberg, entre otros.
El guion está escrito por Paul Rudnick.
In & Out está inspirada en el discurso pronunciado por Tom Hanks al recoger su Oscar en 1994, como Mejor Actor por su papel en “Philadelphia”, en el que mencionaba a su profesor de teatro del instituto, Rawley Farnsworth y a su antiguo compañero de clase John Gilkerson, “Dos buenos estadounidenses gays, dos personas maravillosas, con las que he tenido la suerte de encontrarme”
In & Out fue uno de los pocos intentos, de la industria de Hollywood, de hacer una película de temática LGBT en su época, y que incluía una escena en la que se puede ver un beso entre Kevin Kline y Tom Selleck, de 10 segundos de duración, algo poco común en la época en la que se estrenó.
In & Out estuvo nominada al Oscar como mejor actriz de reparto para la ENORME Joan Cusack.
Frank Oz nos demuestra con In & Out, que sabe moverse bien en el género cómico, y nos presenta una serie de personajes, llevados al extremo en una situación nada extremista, que realizan situaciones y comentarios realmente originales.
Los actores protagonistas hacen un trabajo realmente bueno.
Kevin Kline y Joan Cusack crean 2 personajes que conjunta de manera precisa, y realizan situaciones, en las que el espectador no sabe como finalizaran.
Además de ellos, todo el resto de actores realizan un trabajo impecable, creando una serie de personajes secundarios, los cuales hacen que las situaciones que viven los protagonistas resulten, totalmente, surrealistas.
In & Out es una divertida comedia, con la que disfrutará toda la familia viendo la situación “in extremis” que vive su protagonista, al intentar encontrar su propio yo.
In & Out se mueve en un tono, entre la comedia más disparatada, y el cine reivindicativo, pues aunque sea a costa de algunos tópicos y manidos estereotipos del mundo gay, In & Out defiende la libertad sexual como parte esencial de la libertad de la persona.
In & Out es una cinta para ver sin prejuicios, y en la que es imposible no soltar más de una carcajada.
Por cierto, la banda sonora no podría estar mejor elegida.
Creo que el director utiliza los personajes típicos y tópicos, y las situaciones previsibles, para reírse un poco de la sociedad americana.
Así vemos como Howard Brackett (Kevin Kline) es profesor de literatura inglesa, en un pequeño pueblo de Estados Unidos, y está a punto de casarse con la señorita Emily Montgomery (Joan Cusack)
Su vida dará un vuelco, cuando en la ceremonia de los Oscar, uno de sus ex-alumnos, Cameron Drake (Matt Dillon) le dedica el Oscar a su profesor gay, por servir de inspiración para su papel en la película, el profesor resulta ser Howard, y en el pueblo se monta un gran revuelo, incluso, aparecen los periodistas, y aunque acaban marchándose al poco tiempo, uno se queda en el pueblo para hacer un reportaje completo de la boda de Howard y Emily, Peter Malloy (Tom Selleck)
Las dudas empiezan a surgir en Howard, y recurrirá a métodos, más que peculiares, para probar su heterosexualidad.
Mientras todo el pueblo, espera ansioso ver si hay boda o no.
In & Out resulta muy entretenida, Kevin Kline en un papel que le viene al pelo, Tom Selleck también, y en particular, me gusta mucho Joan Cusack como la sufrida novia, sí como me gusto el papel de los actores mayores, ya de edad avanzada, impagables, como el mito Debbie Reynolds.
La escena, cumbre y maravillosa, de cuando el protagonista se pone la cinta “How To Be A Man” para saber si es macho u homosexual, y acaba bailando es MEMORABLE.
Así como la modelo anoréxica, que no sabe marcar un teléfono de rueda…
La escena de Joan Cusack, irritada en la iglesia, y su famosa frase:
“Qué se joda Barbra Streisand”
“Maybe I should thank someone else.
Someone who's really been there, someone who taught me a lot, about poetry and Shakespeare, and just, y'know, stayin' awake, man.
Someone who's just an overall great guy, a great teacher... to Howard Brackett from Greenleaf, Indiana!
And he's gay.
Y'know, I've been thinking alot about this night, and I've decided to dedicate this whole night to a great, gay teacher.
Mr. Brackett, We Won!
Aunque el argumento no esté basado en la inteligencia, ni en la dificultad, o tampoco requiera ser inteligente para comprenderlo, In & Out nos deja una moralina de fondo.
Pero, lo que es peor, se permite decir quién es, o no es, homosexual según sus gustos.
Cualquiera que reconozca que le gusta Barbra Streisand, una de las mejores voces femeninas en mucho tiempo, se puede ir con cuidado, porque cualquiera que haya visto In & Out, puede fácilmente deducir, que todos a los que les gusta esta cantante son maricas.
Y peor aún, cuidado con los profesores de literatura, sobre todo anglosajones, porque como reconozcan que Shakespeare es uno de los mejores literatos de todos los tiempos, pueden ser considerados como gays por alguno de esos tantos heterosexuales que han visto In & Out.
Creo que basar toda la comicidad, en recursos como estos, me parece algo dañino.
Podría, el guionista, haberse preocupado de explicarnos, como un hombre de cerca de 40 años, inteligente, profesor bien preparado, descubre que es gay, justo unos días antes de casarse.
Y por qué recurre, al mismo momento de su boda, para salir del armario.
Alrededor de ese profesor, se producen algunas historias que quedan absolutamente sin resolver, aparentemente, mientras, fácilmente, resuelve el encuentro de su nuevo amor.
Un humor basado en tendencias sexuales es típico de una sociedad conservadora, reprimida y retrógrada.
En otra sociedad, donde tanto la homosexualidad como la heterosexualidad, o la bisexualidad, se consideraran igual de normales, o aceptables, In & Out no tendría ningún sentido, o el mismo sentido que una sobre, si al protagonista le gustan las lentejas, o prefiere mejor los garbanzos.
In & Out se acerca mucho al humor costumbrista, pero hay un par de cosillas más, que valen la pena ser analizadas.
Se parte de la idea de que un prestigioso actor, que filmó solo 2 películas, en un momento en el que lo están viendo millones de personas, larga la bomba:
Un amigo suyo es gay.
Dicha opinión, por salir de la boca de semejante personaje, corre como reguero de pólvora entre los conocidos del profesor calumniado, llevándolo a éste, a una gran confusión al respecto de su identidad sexual.
Obviando el final, la base que sustenta al argumento es significativa:
Un sujeto, sin voz ni voto, de pronto conoce todos los secretos, y un profesor de letras, o sea, un arquetipo entre otros del prejuicio homosexual, ve convertida en una pesadilla su vida, por la sospecha generalizada que se ha creado a su alrededor.
Esto es importante:
¿Es o no es?
Puesto que todo se declinaba hacia el no, pero de pronto, un baile festivo despierta dudas, de pronto, juntarse con determinadas personas es de gays, justamente.
Oz toma todos los prejuicios, habidos y por haber, y los desnuda en pantalla.
No importa tanto lo que el protagonista sea realmente, sino como, el mero rótulo puede tergiversar la vida, redireccionar la mirada social, en pos de un juicio de valor camuflado por la mera opinión.
Ubicada bajo un tono desenfadado, entonces si la obra puede largar todo tipo de bombas para reflexionar.
Reflexionar, algo que “el mega híper actor de turno”, no hizo a la hora de abrir su bocota.
En la vida real, cuando estás encerrado en el clóset, no puedes compartir con las demás personas tu identidad, que es básicamente, quien eres.
En otras palabras, no eres ser tú mismo.
Te ves forzado a erigir una fachada, y crear una red de mentiras para mantenerla en pie todo el tiempo.
Mentir es un mecanismo de defensa, que funciona al principio, pero con el tiempo cansa, y puede conducir a la depresión.
Al esconderte, el mensaje que te das a ti mismo, subconscientemente, es que no eres suficientemente valioso y eso, a su vez, suele afectar la autoestima.
Un problema es que de tanto mentir, comienzas a creerte tus propias mentiras, y entonces, no puedes vivir plenamente.
Ser falso es una carga muy pesada.
Una vez que sales del clóset, puedes ser tú mismo, y la gente, que realmente te quiere, termina apoyándote.
Cuando vives escondiéndote, ansioso porque no te descubran, y temiendo que si otros te pillan, vayan a rechazarte, te conviertes, sin notarlo, en un esclavo de las apariencias, y del qué dirán, o pensarán de ti los demás.
En otras palabras, te estás subyugando a pensamientos monolíticos de la sociedad, basados en interpretaciones de textos ancestrales.
En un país donde hay libertad, estar en el clóset es coartar tú mismo ese derecho que se te confiere.
Te encadenas a una realidad falsa, una vida plagada de hipocresía.
Esas cadenas se rompen al salir del armario, y de pronto, sientes una sensación de libertad inigualable.
Formar una pareja entre 2 hombres, o 2 mujeres, en la clandestinidad es posible, ya que ha sucedido desde hace siglos, y puede llegar a funcionar.
Si viven juntos, entonces, dices que la otra persona es tu “roommate”; prácticamente, deben vivir una mentira, sin poder mostrar afecto públicamente, sin llevar a tu pareja a los encuentros de la familia para que no se den cuenta, la familia, generalmente, ya sospecha pero prefiere no mencionarlo.
Ahora bien, cuando sales del clóset, y conocen tu orientación sexual, ya no tendrás que ocultar a tu pareja, sino que podrá acompañarte a donde quieras llevarlo.
Al constituir un núcleo familiar, posiblemente puedan adoptar y, dependiendo del estado donde residan, contraer matrimonio.
Nada de eso es posible dentro del clóset.
Para casi todas las personas gay, el camino a la auto-aceptación es un reto, pues hay que superar incontables prejuicios, no sólo aquellos que tienen los heterosexuales sobre los homosexuales, sino también los que tienen los gays sobre ellos mismos.
Cuando uno, finalmente, se logra aceptar, llega entonces otro desafío:
Salir del clóset.
Vivir una vida falsa, y engañar a los seres queridos, inevitablemente, causan ansiedad y miedo a ser descubierto.
Es una lucha interna que fraguamos a diario, y no es muy agradable tener que esconderte, como si ser homosexual fuera negativo.
Esas tribulaciones cesan una vez que sales del clóset, porque ya no tienes necesidad de ocultar quien eres, un ser humano creado por Dios, a su imagen y semejanza.
Entonces logras sentirte tranquilo y en paz.
Esto no quiere decir, que a partir de ahora, tu vida será rosada.
Es posible que encares discriminación, rechazo, y burlas de otras personas intolerantes.
Pero lo importante es que al ser honesto, dejarás de discriminarte y rechazarte tú mismo.
Hoy en día, muchos homosexuales y lesbianas están saliendo del armario en la adolescencia, aunque no todos son aceptados por sus familias.
Estudios publicados en 2007, muestran que casi la mitad de los muchachos que viven en la calle en EEUU son homosexuales, ya que los padres los echaron de casa, cuando se enteraron de su orientación sexual.
No existen, hasta el momento, estudios similares en países hispanohablantes.

“Fuck Barbra Streisand, and you!”



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