The Fisher King

“I'm a knight on a special quest”

Frecuentemente vivimos vidas robóticas carentes de latido, sentimiento, y olvidamos la necesidad de sentir el aire fresco en nuestras caras.
La desgracia aparente, dependiendo de la lectura que le demos, puede devenir nuestro mejor confidente y aliado, para resurgir a una auténtica existencia.
El Rey Pescador, Rey Tullido o Rey Herido, es un personaje que aparece en las leyendas artúricas, como el último de una estirpe de protectores del Santo Grial.
Las versiones sobre su historia varían bastante, pero en todas, el Rey está lesionado en la pierna o en la ingle, y es incapaz de moverse por sí solo.
Al estar lastimado, su reino sufre junto con él, traduciéndose la impotencia del Rey, en una pérdida de fertilidad del reino, lo cual, lo convierte en un páramo desolado.
Varios Caballeros llegan al reino del Rey Pescador para intentar curarlo, pero solamente el elegido podrá conseguir la hazaña.
En las primeras historias, el elegido es Sir Perceval, y en otras, se unen Galahad y Bors.
Algunos relatos artúricos, ubican a 2 Reyes pescadores que viven en el mismo castillo, padre e hijo, o abuelo y nieto.
El primero siempre permanece dentro del castillo, por la seriedad de su herida y porque sólo el Grial lo sustenta; el segundo puede recibir huéspedes y salir.
El título de “Rey Pescador” tiene varios orígenes posibles, y éstos no son, mutuamente, excluyentes:
El simbolismo cristiano, donde el pez es una representación de Cristo.
La mitología celta, donde se encuentra la leyenda del “salmón de la sabiduría”
Un juego de palabras en francés, en que las palabras francesas “pescador” y “pecador” suenan muy parecido: “pêcheur” y “pécheur”
Un pescador repitió el milagro de Jesús, con ayuda del Santo Grial, de multiplicar los peces y el pan, para dar de comer a una multitud; después de esto, lo nombraron Rey, y de ahí fue el título de “Rey Pescador”
La primera aparición del Rey en la literatura, es en la obra Perceval, el cuento del Grial, de Chrétien de Troyes, en la cual, no se menciona al Grial como un instrumento relacionado con Jesús de Nazaret; simplemente se menciona al Grial, como un objeto con el que el público ya está familiarizado.
El Rey aparece de nuevo en la obra de Robert de Boron, con el nombre de Bron, el Rico Pescador.
Wolfram von Eschenbach, en su Parzival, incluye un Rey herido de nombre Titurel, y un “Rey Pescador” de nombre Anfortas.
“Some billionaire's got the Holy Grail in his library on Fifth Avenue”
The Fisher King es una película estadounidense de 1991, dirigida por Terry Gilliam.
Protagonizada por Jeff Bridges, Robin Williams, Amanda Plummer, Mercedes Ruehl, Michael Jeter, Harry Shearer, David Hyde Pierce, Ted Ross, Lara Harris, Warren Olney, entre otros.
El guión es de Richard LaGravenese.
The Fisher King obtuvo el Premio Oscar a la Mejor Actriz Secundaria para Mercedes Ruehl, y nominada como mejor actor (Robin Williams), mejor dirección artística, mejor música original y mejor guión original.
Dentro de la filmografía de Gilliam, The Fisher King es una creación sólida y barroca, cuya profundidad temática, barre todo ese repertorio de lugares comunes que los modernos buscadores del Santo Grial se han encargado de poblar, con espadachines, brujos y demás guardarropía.
El título The Fisher King hace referencia a la leyenda artúrica de “El Rey Pescador” y el Santo Grial; donde el monarca que recibe como anfitrión a Perceval el Galés, cuando éste va en búsqueda del Santo Grial.
Se trata de un episodio descrito magistralmente por literatos como Chrétien de Troyes o Wolfram von Eschenbach en la saga novelesca más popular del Medioevo:
La que refleja las hazañas del Rey Arturo y sus nobles caballeros, en la fortaleza del Rey Pescador, donde Perceval contempla el cortejo de la lanza sangrante, y el Santo Grial, en uno de los momentos de evocación visionaria más intensos de la literatura antigua.
The Fisher King es una excéntrica y surrealista cinta sobre la conquista del amor, y la búsqueda de redención de un pecado.
Para ello, y por un lado, habrá que vencer traumas psicológicos, la culpa por un pasado desidioso que ocasionó heridas perennes, el frío resentimiento que no deja abrir los sentimientos reprimidos, y que deriva en una dejadez absoluta hasta el límite del suicidio.
Una búsqueda de compensación, y de querer remediar el mal ocasionado, un yerro del pasado, que aflige y que requiere una reconciliación con uno mismo, para dar el paso trascendental de reparar la equivocación, y darse la oportunidad de volver a replantear la vida.
Del otro lado, tenemos representada la locura que implica la pérdida de un amor, la constante sensación de inseguridad, y de catástrofe que acecha, para no dejar reformar la vida sentimental.
Un hecho traumático provoca la demencia, y con ello también, el abandono y la indigencia.
Hay que admitir, que The Fisher King tiene un par de momentos muy típicos de Hollywood, muy cliché, particularmente el hecho de que es un “loco” el que le enseña al “cuerdo” cómo debe vivir la vida, pero todo planteado con una visión muy original.
En un mundo paralelo, Gilliam nos sumerge en una obra llena de metáforas, parábolas, y simbolismos sobre el sentido de la vida.
The Fisher King en una deliciosa fábula, de las que nos hacen creer que todo en lo que realmente creamos sucederá:
Vemos castillos en la ciudad, príncipes en la radio, y princesas en el videoclub, bufones en suburbios, damiselas de oficina, malvados caballeros en los parques, y en las calles, bailes en el metro, vemos robar tesoros de la biblioteca, y romper hechizos en un manicomio.
Y vemos amor y amistad; desamor y sufrimiento, héroes y un final feliz.
La redención gracias a los delirios de una víctima indirecta de los errores.
Un cambio, un giro inesperado a tu vida, que había caído en la más pobre indigencia, tras disfrutar de casi todos los lujos posibles.
Una vida de excesos y errores, que ha dejado atrás, para volver a nacer, y dejar de enriquecer a Jack Daniel's.
Así, Jack Lucas (Jeff Bridges) conduce un programa de radio en el que dialoga con los radioescuchas, y hace comentarios mordaces.
Un día, interpretando los comentarios de Jack, uno de sus radioescuchas entra en un bar, y asesina a 7 personas antes de suicidarse.
Este hecho arruina la carrera de Jack, que cae en una gran depresión.
Tres años más tarde, Jack decide suicidarse en un barrio marginal, pero cuando decide hacerlo, es atacado por un par de jóvenes que agreden a los vagabundos.
Parry (Robin Williams), un vagabundo con problemas psíquicos, ex-profesor universitario de Historia, que dice ser un caballero medieval, y sus amigos indigentes, le salvan.
Al despertar, Jack se encuentra en el lugar donde vive Parry, y este mismo le comenta, que Jack es el elegido para traerle de vuelta el Santo Grial, el objeto más preciado para el vagabundo.
En ese mismo lugar, Jack descubre que el origen de los problemas psíquicos de Parry, es que su esposa fue asesinada por el radioescucha que actuó siguiendo sus comentarios.
Jack se siente en deuda con Parry, y decide ayudarlo con una simple limosna, pero se da cuenta de que para Parry esto no significaba nada, y que existía una chica a la cual él quería conquistar, Lydia Sinclair (Amanda Plummer), pero ella estaba fuera de su alcance, debido a la condición social de él.
Jack decide ayudarlo para poder saldar la deuda, invitando a la chica a salir con Parry.
Sin embargo, la historia tiene un giro inesperado, ya que cuando todo iba bien en la cita, Parry revive los momentos trágicos del deceso de su novia, y entra en un estado catatónico severo.
Jack se da cuenta del estado de Parry, pero cuando los médicos le dan a conocer la incertidumbre de una posible recuperación, se aleja de él, y vuelve a ser comentarista de radio.
Su vida se vuelve muy exitosa de nuevo, pero el recuerdo de aquella persona que salvó su vida, lo hace mirar a través de la banalidad en la que otra vez cae.
Finalmente, Jack decide romper las barreras de su corazón, y va en busca de la salvación de su amigo Parry.
The Fisher King es una conmovedora historia de amor, envuelta en la locura de un neoyorquino, bajo la batuta y estética de Terry Gilliam.
The Fisher King tiene entre otras cosas memorables, el personaje épico del Caballero Rojo, una armadura flameante en pleno Nueva York, acosando la psique de Robin Williams.
Lo otro que llama mucho la atención, es la narración paralela en los recuerdos de este personaje, lo digo porque a medida que avanza The Fisher King, nos vamos adentrando al problema impactante del personaje, hasta quedar perplejos, casi catatónicos.
Dos personajes destruidos que se quieren dar una nueva oportunidad, pero en medio, Gilliam inserta una incomprensible experiencia mística, que no termina de cerrar y que echa por tierra, la progresiva construcción sentimental que esta historia posee implícitamente.
Una historia que se desarrolla en la modernidad de la ciudad, pero que de fondo, transmite un carácter propio de la leyenda épica, aunque llena de desvaríos, que persigue en todo momento el romanticismo.
El personaje que interpreta Jeff Bridges, responde al nombre de Jack Lucas, un héroe de la radio, que llega a las puertas del Infierno, empujado por el poder que le da su encumbrada posición, lugar del que le sacará el enloquecido Parry, un profesor de Historia Medieval desquiciado por la muerte de su esposa, causada indirectamente por Lucas.
Robin Williams da vida a Parry, y su forma de interpretar, caótica y desmedida, contrasta con el tono moderado de Bridges.
La interpretación de Williams:
Bobo, insoportable, payaso, histérico, amorfo, irritante...
¡Odio a Robin Williams!
Pero creo que más allá de este punto, las actuaciones de casi todo el reparto son de muy buena factura, a más de estos 2 anteriores, el elenco femenino, encabezado por una contundente Mercedes Ruehl y Amanda Plummer.
Escenas para el recuerdo:
“¿Has leído algo de Nietzsche?”, le pregunta Jeff Bridges a Pinocho.
Hay 2 clases de personas, continúa, los que están destinados para la grandeza como Walt Disney o Hitler, y los demás, “los torpes y chapuceros”, la masa prescindible, “nos empujan a los trenes, tomamos aspirinas envenenadas, o nos asesinan en una hamburguesería”
El ser de madera, salva a Pinocho en varias ocasiones, por ejemplo, de ahogarse cuando nada durante días para encontrar a su padre.
Pero la que más concuerda con The Fisher King, es cuando los asesinos le intentan acuchillar entre los riñones con sus navajas, sus hojas se rompen, y el muñeco salva su vida.
Creo que el muñeco de Pinocho, transmite a Bridges su poder, cuando está con él, lo mismo que cuando está con Williams.
Esto es porque los 2 tienen una meta que cumplir, como Pinocho.
Otra escena de The Fisher King, filosóficamente relevante, es aquella en la que Mercedes Ruehl, le explica a Jeff Bridges, los fundamentos del gnosticismo.
“El hombre no está hecho a imagen y semejanza de Dios, pues es el causante de todos los males.
En cambio, la mujer sí que lo está, pues, al fin y al cabo, es capaz de tener hijos que es como crear.
El secreto de la vida consiste en que hombres y mujeres se casen, para que Dios y el demonio se encuentren, y hagan funcionar el mundo”
En el ámbito de la psicología, The Fisher King es otra muestra del interés del director, Terry Gilliam, por los trastornos de la personalidad y las instituciones psiquiátricas.
En The Fisher King es llamativo el tratamiento peculiar del Trastorno de Estrés Postraumático.
Asimismo, aparece también, la idea quijotesca de que aquellos estigmatizados como locos, están mucho más cuerdos que la mayoría.
Son ellos quienes poseen “El Secreto de La Vida”
The Fisher King es una historia que juega con los hilos del destino y la fe, que se resume en una bella fábula sobre lo necesario de la amistad, y de las segundas oportunidades.
Sólo el poder del amor, en su más sincera cara, la amistad, nos dejará ver la luz, y nos dejará enfrentarnos al futuro, dejando atrás los golpes del pasado.
Con The Fisher King comprendí, que en realidad, la belleza nos rodea.
Y que para descubrirla, no hay que preguntarse dónde, sino cómo mirar.

“It's important to think.
It's what separates us from lentils”



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