The Talk of The Town

“I don't approve of, but I like people who think in terms of ideal conditions.
They're the dreamers, poets, tragic figures in this world, but interesting”

El panorama cinematográfico en los años de guerra, con los estudios de Hollywood, convertidos en lugares destinados a la producción de “propaganda bélica” de emergencia, sitúa a los más famosos realizadores de la época, como “hombres de armas”, es así como Frank Capra, con el grado de Coronel, trabaja para el War Departament y supervisa la importante serie documental:
“Why We Fight” (1942-45), en la que colaboran Joris Ivens y Anatole Litvak.
John Ford, es movilizado, y con el grado de Comandante, pasa a dirigir la producción cinematográfica de la U.S. Navy; mientras El Mayor William Wyler, se encarga de Las Fuerzas Aéreas.
Los 3 más grandes directores de Hollywood, se han incorporado así a la guerra.
Por su parte, George Stevens, una de las figuras más fascinantes y dignas de estudio del cine clásico; tras unos inicios en los que hizo todo tipo de cine, fundamentalmente en la RKO, incluida una primera etapa como ayudante de cámara, en los cortos de “Laurel & Hardy”, con una clara preponderancia de comedias de alta escuela, la carrera de Stevens dio un brusco giro, tras su alistamiento como voluntario en La Segunda Guerra Mundial, y sobre todo, tras presenciar y filmar los horrores cometidos en El Campo de Concentración de Dachau.
Gran parte de las horribles imágenes documentales de los campos de exterminio nazi, que aún se conservan, fueron filmadas por la cámara de George Stevens.
Este hecho supuso que, tras su incorporación a la vida civil, una vez concluida La Gran Guerra, el cine de Stevens, evolucionará hacia un tono más sombrío y pesimista.
Las comedias costumbristas, dejaron paso así, a películas de tono nostálgico, y a profundos y negros dramas humanistas, en los cuales, Stevens dejaba poco resquicio para la esperanza; y “The Talk of The Town” fue una de las últimas comedias del genial director.
“What is the law?
It's a gun pointed at somebody's head.
All depends upon which end of the gun you stand, whether the law is just or not”
The Talk of The Town es una comedia del año 1942, dirigida por George Stevens.
Protagonizada por Cary Grant, Jean Arthur, Ronald Colman, Edgar Buchanan, Glenda Farrell, Charles Dingle, Emma Dunn, Rex Ingram, Leonid Kinskey, Tom Tyler, Don Beddoe, Lloyd Bridges, entre otros.
El guión es de Irwin Shaw, Sidney Buchman, y Dale Van Every, sobre una historia de Sidney Harmon.
The Talk of The Town, se inició con el título de producción “Mr. Twilight”, pero Cary Grant insistió en que se cambiara, ante la sospecha de que la película parecía ser de un solo personaje masculino, por lo que Ronald Colman, quien tenía el mejor papel, se robaría el espectáculo.
Otros títulos que se mencionaron como posibles para la película, incluían:
“Three's a Crowd”, “The Gentlemen Misbehave”, “Justice Winks an Eye”, “In Love with You”, “You're Wonderful”, “A Local Affair”, “The Woman's Touch”, “Morning for Angels”, “Scandal in Lochester”, “The Lochester Affair”, y “Nothing Ever Happens”
El rodaje, previsto inicialmente para el 17 de enero de 1942, se retrasó cuando se supo la noticia de la muerte de Carole Lombard, en un accidente aéreo.
The Talk of The Town, es un híbrido que mezcla de comedia, melodrama, y policiaco.
Obtuvo 7 nominaciones al Oscar, incluyendo:
Mejor película, historia, quión, banda sonora/drama, montaje, dirección artística, y cinematografía.
Es maravilloso, como el universo se juega sus cartas para acercar a las personas que tienen que unirse.
Y lo más genial es que, en estos casos, cada quien necesita de los demás para poder encontrarse.
Es sólo cuestión de darse cuenta:
Leopold Dilg (Cary Grant), huye de la cárcel donde cumplía condena por incendio, y se esconde en casa de Nora Shelley (Jean Arthur), una amiga de la infancia.
Pero resulta que ésta, ha alquilado la casa durante el verano, a Michael Lightcap (Ronald Colman), candidato al Tribunal Supremo.
Dilg, que se hace pasar por el jardinero, llamado Joseph, junto con Nora, logran convencer al Magistrado, de que Dilg es inocente.
Entonces, los 3 intentan atrapar a los verdaderos delincuentes; pero al mismo tiempo, los 2 hombres descubren que se han enamorado de Nora.
Pero...
¿De quién se habrá enamorado ella?
Hasta aquí todo el drama.
En el momento que estos 3 personajes conviven bajo el mismo techo, pero que al menos el abogado no sabe de la presencia del acusado, The Talk of The Town pasa a convertirse en una comedia de enredo, pero no olvida en ningún momento de donde viene, es decir, no olvida la crítica al sistema, las acusaciones en falso, o el linchamiento por parte del pueblo, sin conocer la realidad de los hechos.
“Stop saying “Leopold” like that, tenderly.
It sounds funny.
You can't do it with a name like Leopold”
George Stevens, vuelve a revelar su fino tacto para elegir un buen guión, su plena destreza en la dirección de actores, y su enorme habilidad para crear ambientes perfectos, con una notable austeridad.
Con una fluidez bien temperada, unos diálogos certeros, y una posición política y moral, altamente edificante; Stevens ha logrado otra comedia que merece sin reparo alguno, el sello de la excelencia; y del mismo modo, teje un poderoso triángulo amoroso, trazado a través de una maravillosa fábula romántica de enredo, en la que la avispada protagonista femenina, la cual como no podía ser de otra manera, es una mujer dotada de una fogosa personalidad, que arrasa y enamora a todo bicho viviente, sólo como Jean Arthur sabía plasmar en pantalla, se enamora, y se encuentra por tanto, en la encrucijada de tener que elegir entre, el guapo desgraciado e injustamente perseguido amigo, del cual ha estado enamorada desde su más tierna infancia, y cuya defensa y protección se ha asignado como principal misión; o elegir al recién llegado inquilino, esto es, un maduro, erudito, y aburrido profesor de Derecho, para el cual, en principio, la doctrina promulgada en las leyes escritas en los manifiestos legislativos imperan sobre el instinto, y el sentido común.
Si bien, Nora iba a abandonar la casa con la llegada del nuevo inquilino, la necesidad de propiciar un refugio en el ático de la casa, para de este modo esconder al desgraciado Leopold, con objeto de poder ganar tiempo suficiente para obtener las pruebas necesarias para demostrar la inocencia de su amado, obligan a Nora a permanecer en la casa, ofreciéndose como asistente al magistrado Michael.
Igualmente, un encuentro fortuito entre Michael y Leopold, obligará al evadido, a adoptar la personalidad del ficticio jardinero de la casa.
Conforme pasa el verano, se establecerá una sincera relación de amistad entre Michael y Leopold, los cuales se enamorarán de la bella Nora, la cual además de tener que elegir entre uno de los 2 pretendientes, pondrá todo su empeño en desenmascarar al verdadero culpable del incendio de la fábrica.
Sin embargo, la publicación de la foto del fugado, en el periódico de la localidad, desenmascarará la auténtica personalidad de Leopold, poniendo esto a Michael, en la encrucijada de tener que elegir, entre denunciar al evadido para cumplir con su deber de futuro Magistrado de La Corte Penal, o ayudar a su amigo, a demostrar que no es el auténtico culpable de los hechos que se le achacan.
Decidirá seguir siendo un hombre gris, carente de sentimientos; o el despertar del amor, harán brotar en Michael, los sentimientos humanos que parecía carecer a su llegada a la casa…
El aprendizaje en “las comedias de rollos”, por parte de George Stevens, rinde frutos en The Talk of The Town, en particular, en su ritmo frenético, en una serie de disparatadas situaciones y diálogos que se dan, primero entre los protagonistas, cuando la chica, trata de evitar que El Magistrado se entere de la presencia del fugitivo, después cuando la pareja tratar de distraer a la policía que llega a la cabaña a buscar al prisionero…
El tono, recuerda y mucho, y no sólo por la presencia de Jean Arthur como protagonista femenina, al cine idealista de profundas convicciones cívicas de Frank Capra.
Llama la atención, el papel de Cary Grant, ya que, aunque The Talk of The Town se produjo en el momento de mayor brillo artístico del actor británico, Grant juega un papel secundario en el devenir de la trama, siendo un espléndido Ronald Colman, el que sostiene con una interpretación hipnótica, el peso de la trama, junto con la maravillosa Jean Arthur.
Como seña característica de Stevens, además de los intérpretes, el otro protagonista de la historia, es sin duda, la casa en la que acontece la epopeya, a la cual, Stevens dota de un espíritu esencial, para que fluya el relato.
Otra dato, es el papel del ayudante de cámara de Colman, interpretado por Rex Ingram, siendo en el momento, un raro ejemplo de una parte no estereotipada de un actor afro-americano; que no es sirviente por ejemplo...
También, era habitual, la presencia de 2 hombres como protagonistas principales:
En este momento de sus carreras, tanto Grant como Colman, se habían acostumbrado a tener ese papel para ellos solos, como únicos protagonistas.
La situación se refleja en la trama, ya que el público se mantiene en suspenso hasta el final, cuando el personaje de Arthur elija con quien casarse.
Para ello, Stevens filmó 2 versiones, haciendo probar a modo de examen, para determinar el final definitivo.
Con todo, The Talk of The Town es una comedia hecha para sentir solidaridad, amistad, afecto… y compromiso con la dignidad y la justicia, aunque haya que ponerse por encima de las leyes; para cuestionar cosas relevantes del ejercicio del derecho, desconociendo la realidad, la alianza de los grandes empresarios con los altos mandos del gobierno, para confabularse en el ejercicio de las normas, el afán de apaleamiento popular, irrespetando el debido proceso; y con todo esto, The Talk of The Town, es una verdadera fiesta de situaciones jocosas, de apuntes certeros y perennes como la luz del sol, y con un puñado de personajes, a los que llegamos a amar en un mínimo de tiempo.
Un muy buen film para pasar un rato entretenido, sin dejar de plantear ciertas cuestiones espinosas en sociedades “avanzadas” democráticamente, y que son más aplicables que nunca en la actualidad, como:
La justicia humana, los juicios de valor, los prejuicios, cómo podemos crear una imagen ficticia de nosotros, para podernos relacionarnos mejor con nuestros semejantes; o cómo el ser demasiado honesto, puede acarrear problemas en una sociedad corrupta moralmente, etc.; y la eficacia del sistema judicial, muy ligada a la anterior.
Sin ser perfecta, The Talk of The Town tiene momentos estupendos, miradas, detalles…
El final, contiene un plano precioso:
“La Ley, es responsabilidad de todos, para aplicarla al prójimo, y a uno mismo... no sólo una serie de principios escritos en un papel... algo que se recita para dar por sentado que se hace justicia”
Ésta magnífica frase, es parte del alegato final, muy al estilo de Frank Capra, que uno de los protagonistas les lanza a una masa enfurecida, que sólo quiere tomarse la justicia por su mano, instigados por intereses económicos, falaces, y espurios... algo así como la jauría humana.
Al mismo tiempo, en la ciudad, también existen los resignados, los que callan ante el temor de perder su empleo…
Aunque el asunto es muy serio, George Stevens nos  presenta The Talk of The Town, desde un punto de vista cómico; no hay más que ver a ese Leopold, con la silla en las manos, cual domador de leones de circo, mientras un estupendo Michael Lightcap, explica con toda elocuencia, los más sólidos y convincentes argumentos para hacer justicia, y defender a su amigo.
Ese mensaje de justicia, inserto en la trama conforme avanza el metraje, otorga a The Talk of The Town, unas sorprendentes gotas melodramáticas, en las que incluso, hay espacio para que broten del seno de las mismas, los esquemas paradigmáticos del cine clásico de suspense, esto es:
La trama clásica de la lucha por defender la inocencia de un falso culpable.
Todo ello, es encajado con la precisión de un cirujano por Stevens, dentro de los axiomas de la comedia sofisticada de los años 40, gracias a la utilización del típico recurso cómico, de recurrir a una historia de situación y confusión de personalidades.
Un magnífico y recomendable testamento póstumo, de una forma de hacer cine, que se extinguiría en pocos años, como consecuencia de la amargura que se instauró en el alma de los autores de Hollywood, que participaron en La Segunda Guerra Mundial.
“This is your law and your finest possession”
The Talk of The Town, ostenta un intenso mensaje crítico, en contra de los vicios y corruptelas imperantes en las instituciones, y círculos de poder instaurados, en este caso, en una bucólica ciudad estadounidense, que sirve de microcosmos en el que verter la idiosincrasia imperante en el país, así como la intolerancia e hipocresía existente en unos EEUU, que aún ponía en duda su participación y papel en La Segunda Guerra Mundial.
Igualmente, The Talk of The Town, lanza una inteligente metáfora, acerca de la compleja línea que delimita los caminos de la justicia, en una sociedad corrompida por arcaicos y graníticos convencionalismos, que otorgan el mejor premio a las actitudes más sinuosas y deshonestas, castigando por el contrario, las posturas más cándidas y decentes.
Así, entre escena y escena divertida, una casa para 3, que no son parientes, nos presenta individuos muy distintos, y posiciones opuestas ante la sociedad, ante la vida, la ley, y la justicia, la ideal y la realista; pero que llegan a hacerse amigos, el hombre de leyes y el hombre de acción, porque dialogan, aprenden a conocerse, se calzan las mismas zapatillas, de un modo tan literal como simbólico, y en vez de mirarse con recelo, se escuchan, se entienden, y se enamoran de la misma mujer.
Ella, tiene que elegir, y esto, en vez de provocar ataques furibundos de celos, les une más…
¿Increíble?
Pues no, es posible, cuando la gente es noble, y además es parte de una fábula, una historia de ficción.
Me encantaría que la vida fuese así…

“The law must be engraved in our hearts and practiced every minute to the letter and spirit.
It can't even exist unless we're willing to go down into the dust and blood and fight a battle every day of our lives to preserve it.
For our neighbor as well as ourself”



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