Hamburger Hill

“We Gotta Get Out Of This Place”

La Batalla de Hamburger Hill, fue un episodio ocurrido dentro de La Guerra de Vietnam; no fue la batalla más larga ni la más sangrienta; pero sí una de las más inútiles.
La batalla, tuvo lugar el Dong Ap Bia, en las escarpadas montañas de la selva de Vietnam del Sur, a 1,2 km de la frontera con Laos.
Era un pico abrupto, y de bosque denso, cubierto de vegetación verde, y cañas de bambú.
Los vietnamitas, conocían a esa montaña, como “Dong Ap Bia”
La Batalla en Hamburger Hill, se produjo en mayo de 1969, durante La Operación Apache Snow, la 2ª parte de una campaña de 3 fases, destinado a destruir Las Bases de Apoyo del Ejército de Vietnam del Norte, en el remoto valle de Ashau.
El 11 de mayo de 1969, el 3er Batallón de La 101ª División Aerotransportada, informó de la presencia de tropas enemigas, en lo que entonces se denominaba simplemente “Colina 937”, en el Valle de Ashau, y el alto mando ordenó, que dicha posición fuera tomada a cualquier precio.
La batalla, era sobre todo, un compromiso de infantería, con las tropas aerotransportadas estadounidenses, subiendo la colina muy inclinada, contra tropas bien arraigadas.
Los estadounidenses, contaban con unos 1,800 hombres para tomar la colina, mientras que el ejército norvietnamita, contaba con unos 800, para defender la posición.
Dada la superioridad manifiesta, tanto humana como material de los EEUU, se supuso que la batalla sería bastante rápida, no obstante, los norvietnamitas estaban bastante bien atrincherados, lo que provocó que las cosas durasen más de lo previsto, y costase más de lo imaginado…
Se atacó los días 12, 13, y 14 de mayo; y fueron 3 los ataques sucesivos, en los que las tropas estadounidenses, sufrieron grandes pérdidas.
Se solicitó apoyo aéreo, y La Fuerza Aérea realizó un fuerte bombardeo con napalm, y explosivos de alto poder, pero los norvietnamitas, se encontraban bien protegidos en refugios excavados por debajo de la cima, de modo que resistieron la embestida.
Con la incorporación de otros 2 batallones de EEUU, y tropas survietnamitas, se volvió a intentar la toma, pero nuevamente, los norvietnamitas aguantaron el envite.
Lo que no sabían los estadounidenses, era que sus enemigos, habían construido muchas trincheras subterráneas, escondidas bajo la densa vegetación, y las habían colocado a lo largo de todo el acceso a la colina, dispuestas de tal modo, que sus fuegos convergían y se cruzaban, logrando de esta forma, cubrir todos los accesos.
El 17 de mayo, fue un día de descanso…
Se mantuvo un bombardeo de gas lacrimógeno, por 36 horas sobre las trincheras del enemigo, y se suministró a la tropa, chalecos antibalas superpesados.
Además de ser prácticamente imposible llevarlos puestos, con aquel calor infernal, habían llegado con una semana de retraso...
Prácticamente, se había cumplido una semana, desde que los EEUU intentaron tomar la colina, cada día, habían enviado más tropas, más armamento, y no habían conseguido nada.
El 18 de mayo, intentaron nuevamente subir las laderas, lograron atacar las posiciones norvietnamitas, y cuando estaban ya cerca de la cima, se desató una repentina tormenta sobre la colina, la visibilidad era nula, y lo peor era, que otra vez, estaban recibiendo apoyo aéreo, pero sin visibilidad, quienes más peligro corrían, eran ellos mismos.
Nuevamente, ordenaron la retirada...
La insensatez y obsesión del alto mando de EEUU, por tomar la colina, sumada a la baja moral de la debilitada tropa, comenzó a provocar actitudes rebeldes, y desobediencia, entre los pocos soldados que quedaban.
El día 19, se habían lanzado ya, 10 ataques.
La defensa norvietnamita, comenzaba a flaquear, y la posición estaba perdida para ellos, pero un helicóptero artillado de EEUU, equivocó las coordenadas, y barrió casi por completo a la columna estadounidense, que trepaba entre los árboles y la maleza.
La toma, no se produjo.
El undécimo ataque, el día 20, culminó con la conquista de la colina.
El enfrentamiento, prácticamente fue, hombre a hombre, de trinchera en trinchera, hasta que por fin lograron hacerse de la cima.
Sin embargo, 2 días después, se ordenó abandonar la posición, y los estadounidenses se marcharon, llevando los cuerpos de sus compañeros que pudieron encontrar.
En un trozo de cartón, clavado a un árbol, junto con un pañuelo negro de La 101ª División, un soldado desconocido, dejó escrito un mensaje:
“¿Todo esto valió la pena?”
Además de la dureza del combate, y de la resistencia de las tropas norvietnamitas, que defendían la posición, hubo que tener en cuenta la lluvia, los insectos, y las altas temperaturas.
Sin embargo, nada de esto, indujo al oficial al mando, El Teniente Coronel Weldon Honeycutt, a dudar de su orden, de tomar la posición.
Cuando la batalla terminó, sus hombres ofrecieron $10,000 por su cabeza.
El número de víctimas estadounidenses, fue de 72, si bien sólo se pudieron recuperar 60 cadáveres, y 372 heridos; contra los 675 muertos norvietnamitas.
Fue este elevado número de bajas, el que hizo que los soldados denominaran a la colina, como “Colina de La Hamburguesa”, un chiste macabro, en el que identificaban los cuerpos de sus compañeros muertos y heridos, como “picadillo para hamburguesa”, y en referencia a una batalla de similares características, durante la batalla de Pork Chop Hill, durante La Guerra de Corea.
Además, La Fuerza Aérea de los EEUU, voló 272 misiones, y gastaron más de 500 toneladas de municiones, sólo en esta toma de la colina.
A pesar de la fuertemente fortificada colina 937, era de poco valor estratégico, por lo que El Comando de EEUU, ordenó su captura, por un asalto frontal, para abandonarlo poco después.
La acción, causó un escándalo, tanto en el ejército, como en el público de EEUU y el mundo.
Hay películas bélicas, que no te hacen sentir un héroe, porque reflejan las miserias, el horror, y el sinsentido más absoluto.
Parece ser, que después de una década en que finalizó el conflicto de Vietnam, Hollywood estaba preparado para hacer una denuncia de la estupidez en la que se enredó el gobierno de Estados Unidos, en el sureste asiático, y de cómo la administración, mandó al “culo del mundo”, a una generación de cuasi adolecentes a la muerte.
Los soldados, fueron allí, sin saber lo que se iban a encontrar, y cómo rápidamente, son conscientes de que muchos no van a volver.
“War at its worst.
Men at their Best”
Hamburger Hill es una película bélica, del año 1987, dirigida por John Irvin.
Protagonizada por Dylan McDermott, Anthony Barrile, Don Cheadle, Steven Weber, Tim Quill, Michael Dolan, Michael Patrick Boatman, Don James, Courtney B. Vance, entre otros.
El guión es de James Carabatsos; sobre el asalto real, del 3er Batallón de La Armada de EEUU, El 187º Regimiento de Infantería, que forma parte de La 3ª Brigada, La 101ª División Aerotransportada, llamada “Screaming Eagles”, en una posición bien fortificada, incluyendo trincheras, y bunkers, del Ejército de Vietnam del Norte, en la montaña Dong Ap Bia, cerca de la frontera laosiana.
Registros militares estadounidenses de la batalla, se refieren a la montaña, como “Colina 937”, por su designación en el mapa, al estar a 937 metros de altura.
La idea de la producción de Hamburger Hill, viene inicialmente de la productora, Marcia Nasatir, que tuvo un hijo que luchó como soldado en Vietnam, por tanto, esa era una de las razones, por las que se le ocurrió la idea de la película.
El escritor, y coproductor, James Carabatsos, había servido con La 1ª División de Caballería Aérea, en 1968 y 1969, y pasó 5 años entrevistando soldados involucrados en el combate allí, y la investigación de “La Batalla de La Colina de La Hamburguesa”
Y por último, John Irvin, un cineasta nacido en Inglaterra, trabajó en varios documentales, en Vietnam, en 1969.
Así las cosas, Hamburger Hill se sumaba a otras, que en los años 80, afrontaron esta guerra, desde una postura cruda y realista, que en el caso de Irvin, que dispuso de poco menos de $14 millones para la producción, fue algo más allá, al recurrir a un reparto de actores poco conocidos, para acrecentar todavía más su dramatismo, y adherirse a la corriente denunciadora, de los incontables excesos cometidos al hilo del conflicto asiático.
Hamburger Hill, se rodó en Filipinas, plató natural que Hollywood utilizó para filmar numerosas películas, centradas en el conflicto vietnamita.
Es La Guerra de Vietnam, el año de 1969; y narra los infernales combates que enfrentaron al ejército de EEUU, y a los soldados del Vietcong, por la toma de una colina.
La División 101, formada principalmente por soldados novatos, fue la encargada de intentar ocupar esa colina, arrebatándosela al enemigo.
En principio, es una posición básica para los intereses, y el devenir de la guerra.
Como El Vietcong se hace fuerte, el ejército manda a numerosas tropas para cumplir con la misión.
Los días transcurren, convirtiéndose la batalla, en una carnicería.
De ahí el título de “Hamburguesa”, que los soldados le pusieron a la colina.
Vietnam, fue una guerra lejana, remota, cuyas motivaciones, a diferencia de lo ocurrido en otras contiendas armadas, se les escapaban a la mayoría de los que tomaron parte en ella, quienes pasado ya el bautismo de fuego, únicamente pensaban en cómo salir vivos, y lo más enteros posible, de aquel infierno, pero en concreto, la batalla que reconstruye Hamburger Hill, está considerada, como la carnicería más inútil de todo el conflicto, una operación que trituró carne, y segó vidas, en aras de un objetivo que se demostró de inmediato, como carente del menor valor estratégico, por lo que bien puede decirse, que el sacrificio de aquellos jóvenes, fue absolutamente en vano.
El absurdo de subir en muchas ocasiones, a una colina sin ningún valor estratégico, donde se deja la vida los jóvenes que Irvin nos va presentando, chicos que querían vivir, y hacer el amor, estudiar, y tener una vida ajena, totalmente a los oscuros fines de sus políticos, y de sus mandos militares, donde todo se resume en la cinta de casete, que le envía una novia a un soldado, mientras el director nos presenta, a través de los propios soldados, los problemas de integración entre blancos y negros en el mismo frente, donde la vida de unos, estaba en las manos de los otros…
“We've been up on that hill ten times, and they still don't think we're serious”
Hamburger Hill es Vietnam:
Reclutas novatos, que comparten entre ellos sus ilusiones y preocupaciones; Sargentos y Tenientes de experta mirada, que refleja el dolor y la dificultad del terreno sobre el que moran; música de la época, retumbando en las radios que se distribuyen por las bases militares; prostitutas vietnamitas, que hacen “su agosto”, prestando servicio a los soldados; cruentas y escalofriantes batallas, en mitad de lo frondoso de la jungla, en las que cuesta mantener la mente fresca por la locura en las que están inmersos; el dolor, el sufrimiento, el deseo de evadirse, y volver a casa…
Todo lo que se le puede pedir a una película sobre La Guerra de Vietnam, está en esta infravalorada cinta, dirigida por John Irvin.
Toda una odisea infernal, que fue vivida por El 3er Batallón de La 101ª División Aerotransportada de los Estados Unidos, que tenía como misión, tomar la colina, bautizada con el nombre “Hamburguesa”
Una forma de acercar hasta el matadero, a cientos de soldados reclutas, que hasta el momento, no habían pegado un tiro en su vida, y que deberían luchar, más que por su país, su bandera, o un desfile honorífico, por su propia supervivencia, cuyo eco retumbaba en sus cabezas, que traían el recuerdo de sus padres, novias, amigos, o la vida que en ese momento llevaba cualquiera en su país, mientras El Ejército combatía en Vietnam.
Hamburger Hill, nos proporciona muchísima información, acerca de lo que fue el conflicto vietnamita, y toda la sociología que lo rodeó, siempre, claro está, desde la perspectiva del bando estadounidense...
Los novatos, reclutados preferentemente entre determinadas categorías de la población de EEUU:
Minorías étnicas, blancos pobres, y de escasa formación cultural… llegaban a Vietnam, para cumplir un año exacto de servicio, en un país que no conocían, y en una guerra, cuyas razones apenas acertaban a vislumbrar, es decir, que sabían con antelación, la fecha en la que serían licenciados, y volverían a casa, si es que volvían… y en según qué estado…
Este hecho, que no se daba en anteriores contiendas, ni por supuesto, tenía nada que ver con las penosísimas condiciones en las que luchaba “Charlie”, marcaba profundamente la psicología del combatiente, y diferencia radicalmente al de Vietnam de otros conflictos armados, aparte de toda una serie de consideraciones, tales como:
La creciente impopularidad de la guerra en los Estados Unidos:
“Allá no les importamos un bledo a nadie”, o aun peor:
“Los pacifistas y los hippies, nos tiran de todo cuando volvemos de permiso”
El fenómeno de los numerosos desertores, o prófugos, que se refugiaban en Canadá o Suecia, o el frecuente consumo de estupefacientes entre las tropas desplazadas al Sudeste asiático, buscando evadirse en un paraíso artificial de baratillo.
Escuchamos sus conversaciones, impregnadas de testosterona, a veces ingenuas, y en ocasiones, sobrecogedoramente profundas, entramos con ellos en la pegajosa atmósfera de los burdeles, bebemos su cerveza helada, y casi sentimos el tacto y el olor de las hermosas nativas de ojos rasgados, y piel tersa, en compañía de las cuales reposan, a cambio de unos pocos dólares estos jóvenes guerreros, antes de entrar en combate.
Y participamos de sus miedos, de sus frustraciones, de sus anhelos, de sus planes para el futuro, sabiendo de antemano, que para bastantes de ellos, no habrá un mañana.
Hamburger Hill, tiene elementos a su favor, que la diferencian de otras películas ambientadas en Vietnam.
Uno de ellos, es el componente racial, que ha pasado desapercibido en muchas otras películas, incluso en las grandes obras.
Y es que, aunque es un dato que resulta desconocido para el gran público, lo cierto es que en Vietnam, fueron muchos los afroamericanos que dieron su sangre en tierras asiáticas.
A pesar del gran número de soldados que fueron a la guerra, el tratamiento que recibían, era por parte de las autoridades militares blancas, considerablemente despectivo.
En Hamburger Hill, quedan reflejadas estas situaciones, especialmente durante la primera parte del metraje, en la que más o menos, todo está en calma, y aún no ha estallado la batalla.
Dentro del propio pelotón, nos encontramos disputas entre soldados afroamericanos, y los de piel blanca.
Finalmente, Hamburger Hill, parece cerrar el debate, con una secuencia significativa, en la que un soldado de cada grupo, se funde en un saludo amistoso.
La conclusión, parece señalar que, al fin y al cabo, todos pertenecen a un mismo país, y a una misma condición social, la baja.
Por otra parte, Hamburger Hill, tiene un realismo tangible,  al que prácticamente ninguna otra película ha conseguido alcanzar.
Esto es fácilmente comprobable en la 2a parte del metraje, cuando tiene lugar el conflicto bélico, y los soldados deben subir la colina que les ha sido asignada.
John Irvin rueda con precisión, las continuas subidas y bajadas de los hombres, mientras son tiroteados y bombardeados; y suben, y caen, y ruedan continuamente por el barro.
Gracias a los múltiples “travellings” que acompañan a estos personajes, y a la absoluta crudeza con la que es representada, se consigue plasmar el título al que hace referencia:
Y es que Hamburger Hill, es una simple metáfora de la propia carne humana, que se entremezcla con los propios cuerpos de los soldados abatidos.
Una despiadada y nauseabunda imagen, y por cierto, las náuseas son constantes durante la parte bélica, que hace patente.
Hamburger Hill, a diferencia de los filmes de Kubrick, u Oliver Stone, no es un filme realmente antimilitarista.
No defiende la intervención de EEUU en Vietnam, pero tampoco la crítica.
A lo largo del metraje, y a medida que los personajes dialogan, se desarrolla el discurso, que básicamente se centra en defender el soldado raso, en contra de las propias críticas que se están teniendo lugar en su país.
Más de una vez, se comenta el tema del pacifismo, y del movimiento Hippie, que aparece representando en parte como un enemigo más, al que hay que combatir.
Para más INRI, uno de los soldados comenta, que su novia le ha abandonado por uno de esos “críticos de la guerra”...
No obstante, Hamburger Hill peca de excesivos personajes secundarios, pues es una película coral, en la que cada uno tiene un segmento de lucimiento, pero no se sigue a ninguno en especial; y es que aunque intenta transmitir emocionalmente las sensaciones, dolores, y penas de cada uno, se queda en un intento vano, y a medias, debido al ser tantos, que el espectador se encuentra despistado, llegando en ciertos momentos, a confundirlos.
Lo malo, es que a veces Hamburger Hill parece navegar sin un rumbo bien definido, incluyendo algunas escenas que resultan totalmente accesorias, como la del lavado de boca…
Pero los efectos especiales son muy realistas, como muestra, cada vez que un soldado recibe un disparo en la cabeza, el sonido de la bala, rompiendo el cráneo, resulta estremecedor; o aquel vietnamita, que es alcanzado por una ráfaga de fusil de asalto a quemarropa en la cara, que salta hecha pedazos como un rompecabezas, es indescriptible.
Una escena para el recuerdo, es especialmente la secuencia de la aproximación de los helicópteros, ese icono tan inseparable y reconocible de lo que fue Vietnam, hasta la base de la cota 937, mientras suena “We Gotta Get Out of This Place” de Eric Burdon and The Animals, con un apretado repertorio de miradas, gestos, y muecas, entre los que van a morir, magníficamente planificado, y montado, denotando el excelente pulso de Irvin para la narración, y descripción del hecho bélico, puesto de manifiesto en Hamburger Hill, que si bien no goza de la misma popularidad y valoración crítica de otras mucho más conocidas, no les desmerece en absoluto.
Por último, la banda sonora, es obra de Philip Glass, e incorpora varios temas musicales de la época, entre ellos, canciones de The Animals, Otis Redding, y Bob Dylan.
“You listen to me.
We're gonna take this fucking hill, Newsman.
And if I catch you on top taking pictures of any of my people, I will blow your fucking head off.
You haven't earned a right to be here.
You got that?”
Si tuviéramos perfecto conocimiento, de la infinita crueldad que es capaz de producir el ser humano, en la situación límite de una guerra, nos daríamos cuenta que lo verdaderamente importante, es hacer lo imposible, por detener la maquinaria feroz, por vía política y diplomática.
Para un país como EEUU, acostumbrado a dominar a todo lo que se le pusiera por delante, que una banda de “Charlies” vietcongs desarrapados, los pusiera contra la pared, y les obligara a salir de su país, con el rabo entre las piernas, debió ser muy duro.
Cuando La Batalla del Hamburger Hill fue conocida, El Senador Edward Kennedy, en representación de miembros del Senado, opuestos a la guerra, protestó alegando que “se continuaba enviando a los muchachos al matadero, para capturar posiciones que carecen de relevancia, para el desarrollo de la guerra”
El Mayor General, John M. Wright, abandonó silenciosamente la colina, el 5 de junio…
El debate sobre Hamburger Hill, llegó al Congreso de los Estados Unidos, con la crítica particularmente grave de dirigentes militares, por Los Senadores Edward Kennedy, George McGovern, y Stephen M. Young.
En su edición del 27 de junio, la revista LIFE, publicó las fotografías de 241 estadounidenses muertos, en una semana en Vietnam, considerada un hito de la opinión pública negativa, hacia La Guerra de Vietnam.
Mientras que sólo 5 de las 241 fotos de destacados, eran de los que murieron en la batalla, muchos estadounidenses, tenían la percepción de que todas las fotografías que aparecen en la revista, fueron víctimas de la batalla.
El Pentágono, respondió asegurando, que La Colina 937 “tenía gran importancia estratégica, en el control de la ruta de infiltración, a través de Laos, de las tropas de Hanói”, y que según informaciones de Los Servicios de Inteligencia, “sería utilizada próximamente por los norvietnamitas, para lanzar un ataque contra la ciudad de Hué”
Sin embargo, 2 días después de haber sido tomada, a las tropas de EEUU,  se les ordenó abandonarla…
El combate de Hamburger Hill, entraba dentro de la estrategia elaborada tras el desastre de La Ofensiva del Tet.
Esta ofensiva, fue una operación militar planificada por El Gobierno de Vietnam del Norte, y ejecutada por El Ejército de Vietnam del Norte, y el Vietcong, en 1968, contra las fuerzas aliadas, lideradas por Estados Unidos, especialmente El Ejército de Vietnam del Sur (ARVIN), durante La Guerra de Vietnam.
Según esta nueva estrategia, se multiplicó el número de ataques, llevándolos a cabo con unidades de menor tamaño.
Así, al reducirse el número de soldados, se daba la sensación, de que la ofensiva estadounidense, se había reducido, cuando en realidad, el número de ataques, se había triplicado.
Por otra parte, el elevado número de bajas, hacía parecer que se debían al aumento de ataques norvietnamitas.
Después de La Batalla del Hamburger Hill, las tropas de EEUU, no volvieron a realizar ataques masivos de búsqueda y destrucción, dejando esa tarea a los survietnamitas.
A raíz de esta batalla, cambió la estrategia de los EEUU en Vietnam, ya que poco después, El Presidente Richard Nixon, anunció el retiro de las tropas.

“It don't mean nothing, man.
Not a thing”



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