TRON

“In the future video games battles will be a matter of life and death”

La vida es como un juego de computadora, de vida o muerte:
Todos luchamos por la libertad, en contra de los opresores.
La historia de este espectacular vínculo, entre el cine y las nuevas tecnologías, había comenzado en los años 70, a merced de la audacia del equipo técnico que trabajó en “Futureworld” (1976), cinta en la que ya aparecía en un monitor, una síntesis digital de la cabeza del actor Peter Fonda.
El experimento, fue repetido en una posterior película de Michael Crichton:
“Looker” (1981)
Y en los 80, fueron la década de la informática de consumo, y fue una circunstancia que el cine no desaprovechó.
En este sentido, las posibilidades narrativas de la infografía, fueron exploradas…
Hoy, el utilizar imágenes generadas por computadora, no representa ninguna novedad para el espectador…
La industria del cine, busca dar un paso más allá con nuevas formas de proyección, como el 3D de “Avatar” (2009), el que ya contagió a gran parte de las superproducciones de Hollywood actuales.
Pero todo tuvo un comienzo…
“Everything you do or learn will be imprinted on this disc.
If you lose your disc or fail to follow commands, you will be subject to immediate de-resolution.
That will be all”
TRON es una película de ciencia ficción, del año 1982, escrita y dirigida por Steven Lisberger.
Protagonizada por Jeff Bridges, Bruce Boxleitner, David Warner, Cindy Morgan, Barnard Hughes, Dan Shor, Peter Jurasik, Tony Stephano, Craig Chudy, Michael Dudikoff, entre otros.
El guión es de Steven Lisberger sobre una historia de él y Bonnie Macbird, sobre un hacker que es dividido en moléculas, y transportado a las entrañas de un ordenador, en el que un malvado programa, controla los comportamientos a su antojo.
La idea original para la creación de TRON, le llegó a Steven Lisberger, cuando tenías su propio estudio de dibujos animados, y vio un video de demostración de la computadora MAGI, y vio el juego “Pong” por primera vez.
Quedó fascinado por los videojuegos, y buscó una forma de “humanizar” la tecnología, creando una película, con la posibilidad de llegar a todo el mundo.
Tuvo que pasar un total de 36 tratamientos, y 18 reescrituras, para que el guión de TRON satisficiera al director Steven Lisberger, y al productor Donald Kushner; y ambos trataron de obtener financiación, a través de la productora Information International, Inc.
Por desgracia, era necesaria una inversión de mayor calibre...
Después de que el proyecto fuese rechazado por Warner Bros., MGM, y Columbia Pictures, los ejecutivos de Disney, decidieron respaldar la idea; siendo producida por Walt Disney Productions, en 1982.
Se eligió como título “TRON”, porque al director/guionista le pareció un término electrónico, que podía pegar muy bien con el tema, y sobre todo porque TRON, en el lenguaje de programación BASIC, es una sentencia, o comando de depuración y control de programas; esta sentencia, es la contracción de su nombre correcto, “Trace ON”, y significa “seguir el funcionamiento de un programa, monitorizando los valores que toman ciertos datos, necesario sobre todo, en la búsqueda de posibles errores de ejecución de programas”
TRON, fue una de las primeras películas producidas por los grandes estudios de cine, en usar la técnica de computación gráfica, de manera importante; y una de las primeras películas que utilizó gráficos generados por ordenador, en secuencias largas, generadas por el mismo ordenador; de alrededor de unos 30 minutos de animación en total; además de su propio estilo visual, definido por el artista conceptual, Syd Mead, y el reconocido dibujante francés, Jean Giraud.
TRON obtuvo 2 nominaciones al Oscar:
Mejor vestuario, y sonido; y ni siquiera fue nominada al premio a los mejores efectos especiales, porque se consideró, que “usar gráficos de ordenador, era hacer trampas”
Pero 7 años más adelante, “Abyss” (1989) lo ganaría por sus efectos digitales.
No obstante, TRON recibió el premio de La Academia para El Logro Técnico, 14 años más tarde.
Aunque en su tiempo, TRON fue un fracaso de taquilla, primero porque era demasiado compleja para el público infantil al que iba dirigida, y segundo porque era demasiado inmadura para el público adulto; el espacio computacional que TRON propuso, sentó las bases gráficas y estilísticas, con el que la cultura popular relacionaba el entonces reducido mundo de las computadoras, y se ha ganado el estatus de “película de culto”, debido al uso de sus gráficos generados por ordenador, siendo el preludio de un nuevo subgénero en la ciencia ficción, la realidad virtual.
TRON, además, ha inspirado a muchos videojuegos.
El propio juego “TRON” ganó más, que el primer lanzamiento de la película; y Disneyland por su parte, desarrolló su propio “Túnel de Súper Velocidad” como una de sus atracciones.
TRON sigue a Kevin Flynn/Clu (Jeff Bridges), era un programador joven y presumido, que trabajaba en la megacorporación ENCOM.
“Clu” significa “Codified Likeness Utility” y es un sistema para infiltrarse en ENCOM, además, él mismo era un conductor de tanques.
Uno de los ejecutivos de esta corporación es, Edward “Ed” Dillinger/Sark (David Warner)
Flynn, fue engañado por Dillinger, respecto a las ganancias y autoría de los juegos que ha creado.
De hecho, Dillinger vendió los videojuegos de Flynn, y pasaron a su propiedad.
Ante la incapacidad de probar que él es el autor, y renunciando de la compañía, Flynn se ve obligado a trabajar en “arcades” o máquinas recreativas de videojuegos.
Muchos de los juegos que él mismo ha creado, se encuentran en su local de “arcade”
Después de obtener algo de información de los actuales empleados:
Alan Bradley/TRON (Bruce Boxleitner); a decir que “TRON” es un programa de seguridad, creado por Alan; fiel amigo de Flynn; y La Doctora, Lora Baines/Yori (Cindy Morgan); Dillinger incrementa la seguridad en “El Master Control Program” (MCP) ( David Warner) o “Control Central de Procesos” (CCP); el cual es un “mainframe” o “computadora central de inteligencia artificial” de la compañía.
En efecto, esto deja a los programadores fuera de la compañía.
Después de eso, Alan y Lora acuden a Flynn, con objeto de solicitarle ayuda para burlar la seguridad del CCP.
Allí, existe un mundo virtual, en donde El Sistema Operativo se ha vuelto inteligente, y está devorando información y programas, a un ritmo creciente.
La única manera de detenerlo, es que Flynn encuentre y active a “TRON”, el software desarrollado por Bradley, para controlar y eventualmente, apagar las actividades del Sistema Operativo; pero éste, está consciente de la amenaza, y ha comenzado a perseguir a Flynn y a TRON, por las infinitas galerías que componen el mundo virtual.
Alan y Lora, buscan obtener mayores libertades en su programación.
Y Flynn busca evidencia de sus creaciones robadas…
Después de una ardua travesía para entrar al edificio, Flynn se enfrenta al CCP, y es absorbido digitalmente dentro de un mundo digital, tiránicamente dominado por el CCP.
En el “mundo real”, la interfaz del CCP, recuerda a los escritorios de alta tecnología.
Desde dentro del Sistema de Cómputo, el CCP tiene la forma de una cara cuadriculada, que irradia luz roja con energía.
En este mundo, los programas son representados con personajes parecidos a sus creadores:
Flynn, es inicialmente confundido con un programa, “Clu”, que había escrito previamente; y necesita encontrar a “TRON”, un programa de seguridad creado por Alan.
TRON, puede ayudar a Flynn, a pelear contra el despótico CCP, para liberar el “mainframe” de la compañía, y escapar al mundo real.
En el camino, tiene que participar en varios juegos de acción, que incluyen las “motos de luz”, y un juego parecido a la “cesta punta” española...
Lo más importante de TRON, son sus efectos visuales revolucionarios que, en 1982, eran la última palabra en efectos especiales.
TRON es entretenida y, en cierta medida, profética:
La idea de usar el ciberespacio, como entorno de una historia, antes de que eclosionara el género “ciberpunk”; el hecho de hablar de videojuegos 3D, en La Era del 2D; el uso de la tecnología digital, para crear vehículos, FX especiales, o secuencias de acción, en un momento en el que esto ni se planteaba...
Si bien, la historia es infantil, pero el envoltorio digital que se usó para llevarla a cabo, anticipó el futuro del cine que estaba por venir.
Y por eso merece un respeto.
“Do you believe in the Users?”
El director, Steven Lisberger, cuya carrera finalizó rápidamente, creó este sencillo, pero entretenido producto, que muestra bajo la óptica de un experto programador, y sin ningún otro fin, que el de ofertar un sano producto de entretenimiento, una colorida aventura en el interior de un computador, plagada de buenos efectos visuales, y una complicada, para entonces, terminología en informática, que encubría una simple historia del bien contra el mal, que Lisberger dirige con suficiente brío, y que ya forma parte de las cintas de culto del género.
El tema de TRON es que, pocas películas de aquellos años, presentaban escenarios tan extraños y atractivos, que con el paso del tiempo no han perdido su magia inicial, y aún hoy, nos sorprendemos confabulando sobre cómo demonios conseguían en aquellos años, hacer esas maravillas.
A su vez, TRON tiene algunas ideas interesantes, pero pésimamente ejecutadas:
La idea central aquí, es que un humano, ha sido digitalizado y absorbido por un mundo virtual viviente, que reside en el interior de una computadora.
Si bien eso suena fascinante en los papeles, en la práctica, el desarrollo es poco menos que mediocre, digámoslo todo.
Y da la impresión, que el director y guionista, estaba fascinado con las posibilidades futuras que ofrecía la computación... pero que jamás había tocado un ordenador; es decir, TRON es un filme sobre una fantasía informática, escrito por un individuo completamente ignorante de cómo funciona una computadora.
Producida en el año 1982, por los Estudios Walt Disney, TRON representa el primer intento serio, en el mundo del cine, de emplear efectos especiales y animaciones generados por ordenador, así de simple y sencillo es su legado.
Lo que años después, sería una práctica habitual en cualquier buena producción que saliera al mercado, al principio de los 80, se convirtió en un intento, un experimento, que obligó a Disney, a emplear un superordenador llamado “PDP10 Super Foonly F-1”, del que sólo se construyó una unidad, y a emplear unos costosos procesos de filmación, destinados a lograr el aspecto fosforescente, que se ha convertido en la principal seña de identidad, con el que salen sus personajes, y para reproducir el mundo virtual recreado dentro de un ordenador.
TRON enfoca su atención, en los programadores y los videojuegos, y rompe con la barrera física que nos separa, cuando se muestran escenas del mundo real, y del mundo interno de un ordenador.
Tal vez, el principio de la trama resulte un tanto confuso, ya que nos bombardean con palabras del lenguaje informático, relaciones entre programas, programadores, y los personajes, que visten trajes  que simulan cables y entramados informáticos iluminados con leds, no ayudan a comprender la situación…
Cabe destacar, que en el mismo momento en el que Flynn se digitaliza, y pasa a la misma textura  informática, hoy en día, no nos sorprende, y ni siquiera puede producir un sutil levantamiento de cejas…
Pero, lo verdaderamente sorprendente, sería comprobar cuál fue la reacción de aquellos que vieron TRON durante los años 80, cuando ni se podía imaginar, hasta qué punto la tecnología haría accesibles, o incluso posibles, situaciones de nuestro día a día.
Para la producción de TRON, se utilizaron entre 15 y 20 minutos de animación generada por ordenador, en combinación con los personajes.
Aunque TRON ha sido criticada por su acartonamiento en la actuación, e incoherencia de guión, ha sido ovacionada, por ser un hito en la animación digital.
Si la animación digital no penetró antes en Hollywood, fue debido a una causa bien simple:
No existían ordenadores que procesaran la información, con la rapidez suficiente.
Y es que las computadoras usadas para la generación de gráficos, tenían 2MB de RAM, y 330MB de disco duro…
Prácticamente, cualquier “Smartphone” en la actualidad, tiene mucha más potencia, poder de procesador y memoria, que los equipos usados para hacer TRON.
Cuando se hizo TRON, las computadoras podían generar imágenes estáticas, pero no podían ponerlas automáticamente en el movimiento.
Así que las coordenadas para cada objeto de la imagen, tuvieron que ser incorporados para cada fotograma, individualmente.
Se necesitaron 600 coordenadas, para conseguir apenas, 4 segundos de la película.
Cada una de éstas coordenadas, se introdujo en la computadora, a mano.
De ahí que para crearla, la empresa Disney tuvo que adquirir la máquina “PDP10 Super Foonly F-1” más rápida jamás fabricada, y la única en su tipo, en aquellos tiempos.
El PDP10, fue un computador fabricado por Digital Equipment Corporation (DEC), desde finales de los años 1960, en adelante.
El nombre significa:
“Programmed Data Processor model 10” o “Procesador de Datos Programado modelo 10” siendo la máquina que hizo común, el tiempo compartido.
Curiosamente, TRON contiene menos imágenes generadas por computadora, de lo que generalmente se pudiera suponer.
Muchos de los efectos que parecen haber sido hechos por computadora, fueron creados usando efectos ópticos tradicionales.
Una técnica conocida como “animación con luz de fondo”, las escenas en vivo dentro del mundo de la computadora, se filmaron en blanco y negro, impresas en películas de formato grande, y alto contraste, después coloreadas con técnicas tradicionales de fotografía, y técnicas rotoscópicas, las cuales le dan un aspecto “tecnológico”
El proceso, fue inmensamente laborioso, y no ha sido repetido por ninguna otra película; con tantas capas de alto contraste y negativos de formato grande, se necesitaron grandes cantidades de película cinematográfica, y una carga más grande que cualquier película convencional.
Otro detalle laborioso, fue el vestuario, diseñado por Jean Giraud, que también fue coloreado por medio de un procedimiento informático.
Del reparto, Jeff Bridges compartía protagonismo con Cindy Morgan, con el actor televisivo, Bruce Boxleitner, y con un compañero de lujo, el británico, David Warner, que dio vida al malvado al que los héroes deben combatir.
Como curiosidad, el personaje de TRON, no recae en Bridges, sino en Boxleitner; y sin lugar a dudas, Bridges fue el que más salió ganando tras su estreno, ya que, pese al éxito logrado, Boxleitner no consiguió desprenderse de la etiqueta que le une a la pequeña pantalla, y el director, Lisberger, apenas sí logró salir del anonimato.
Pero fue gracias a TRON, que Jeff Bridges consolidó su condición de joven actor “de calidad”, que podía abordar productos de temática trascendente, y también aventuras de consumo popular, con comedia, etc.
Para decir lo malo; las escenas iniciales con los actores en el mundo real, son bochornosas:
Jeff Bridges le ordena a la terminal, que le busque un programa determinado, escribiendo:
“Control Maestro:
¿Me podrías conseguir el software XX?”
“Por favor:
¿Podrías ejecutar el programa YY?”
Lo que demuestra que el libretista, nunca usó un sistema operativo; y las cosas no mejoran demasiado, cuando Bridges termina siendo digitalizado.
Por suerte, los fascinantes efectos visuales, que se mantienen bastante en pie a pesar de los años, compensan y tapan los problemas conceptuales del guión.
Y es que hoy salen los cuestionamientos, en plena Era Digital, como que los programas, sean “personas” electrónicas, con conciencia, y que tengan la cara de sus usuarios…
¿No debería ser la cara de sus programadores?
A su vez, aquí hay un sistema operativo que se ha vuelto independiente, devora otros programas, y planea dominar el mundo…
¿Alguien dijo Windows/Apple?
Pero el mundo virtual en donde se desarrolla la acción, parece pertenecer en realidad, a un reciclado de segunda mano de ideas a la saga “Star Wars”:
Hay Guardias Imperiales, programas renegados, celdas de prisioneros, interrogatorios, un guardián del dispositivo de entrada/salida, que colabora con los renegados, circos mortales, un esbirro letal, y El Emperador, como El Sistema Operativo que desea apoderarse de todo el mundo, el virtual y el real.
Pero hay mucho más de lo que se aparenta en TRON, incluidos debates morales, un toque religioso, y casi sectario, la eterna historia de “el elegido”, y miles de mensajes más.
La crítica social de TRON, es simple:
Miembros de una sociedad, luchando contra un sistema dictatorial, sin más.
El caso es que el principio es rápido y confuso, y un poco liante.
Pero luego es una sucesión de paranoias, de imágenes que parecen alucinaciones provocadas por ingestas masivas de LSD…. pero mantiene una cierta lógica, aunque hay que estar despierto y atento para entenderla.
En sí, TRON es una idea que podría haber funcionado mucho mejor, con cualquier otro enfoque que el realmente tomado por el filme.
Si uno analiza, en el fondo, no hay mayores diferencias conceptuales entre TRON y “La Saga Matrix”, con la excepción de que los hermanos Wachowski, sabían cómo funcionaba realmente una CPU, y generaban un mundo virtual mucho más creíble, como la figura del arquitecto y de oráculo, por ejemplo; las puertas traseras/backdoors, que le permitían saltar de una punta a la otra del mundo virtual; y un montón de etcéteras, incluyendo las filosóficas, que son las más jugosas.
Otra opción hubiera sido, eliminar la subtrama del programador, buscando sus archivos en ENCOM, y planteando todo, como un mundo electrónico que existe en algún confín de la galaxia, terminando por revelar hacia el final, que todo ocurría en el interior de una computadora; pero la versión en pantalla, tiene sus momentos de estupidez sideral:
Como cuando los programas beben agua, y recargan energía, porque encontraron una fuente… WTF!!!
En la historia que rodea TRON, figura muy destacadamente, el hecho de que cuando Disney anunció que iba a crear animaciones, e imágenes con ordenador, muchos de sus animadores, no quisieron trabajar en ella, aduciendo que esta novedad, haría que en corto plazo, ellos se quedaran sin trabajo…
De hecho, eso es lo que pasó 2 décadas después:
Disney cerró sus estudios de animación tradicional, 22 años más tarde.
Lo irónico del tema, es que con la compra de Pixar, dedicados 100% a la animación por computadoras; John Lasseter, como CEO, fue puesto al mando de la división de animación de la compañía, y reabrió el estudio de dibujos animados.
El problema no era la tecnología, era el contenido.
Pero en TRON me gustó el juego de las motos láser, cuyas escenas son espectaculares, y costó mucho tiempo realizarlas, debido al escaso desarrollo de la tecnología informática.
Y el plano final, en el que vemos la imagen de una gran ciudad de noche, desde lo alto de un tejado, y cuyo entramado de calles, edificios, y luces, no es tan diferente al del interior de un ordenador, me resultó novedoso.
Como curiosidad, “Pac-Man” era el videojuego más popular a principios de los 80, por lo que tenía cierto sentido homenajearlo en una película que pretendía llevar los videojuegos a otro nivel.
No es difícil reconocer en ese mundo imaginario, como mencioné, un antecedente de “The Matrix” y de otras distopías que dieron un nuevo impulso a los viejos temores del escritor George Orwell.
Otro dato interesante, es que en una de las paredes del cubículo donde trabaja Alan, conocido como “TRON”, podemos leer:
“Gort Klaatu Barada Nikto”, frase que proviene originalmente de la película “The Day The Earth Stood Still” (1951), dicha por el robot Gort: “Klaatu Barada Nikto”, y que es considerada una de las órdenes, o frases más conocidas de la ciencia ficción, llegando hasta el punto de aparecer en otras películas.
Una posible traducción es:
“Klaatu ha sido asesinado, debes salvarte”
Otro dato es que todas las escenas dentro del mundo virtual, están rodadas con luces de neón, donde los actores tuvieron problemas con la vista.
A modo de segundas lecturas, cuando Ram (Dan Shor) está a punto de morir, o deja de funcionar como programa, Flynn se acerca para acompañarle en sus últimos instantes de existencia, y ambos se quedan mirando, y cualquiera diría que se van a besar… por lo que creo es una clara escena homosexual.
Para ir concluyendo, TRON puede ir errada en consideraciones argumentales, incluso técnicas vista hoy en día, que no es justo; pero esa ingenuidad, la hace fácilmente trasladable, a términos más puramente humanos, gracias a diversas analogías entre el mundo real, y el ciberespacio.
Su acción, puede ser algo sosa, y su concepción del tema, desfasado, pero es realmente una película atrevida y sin complejos, y artísticamente muy bien diseñada.
En el apartado musical, la banda sonora corre a cargo de Wendy Carlos; caracterizada por melodías sinfónicas, que acentúan la acción que hay en la historia; mientras que por otro lado, se puede escuchar también algo de música electrónica, la cual refleja los contextos cibernéticos que sirven de escenarios.
También colaboró el grupo Journey, abarcando algunos de los temas cantados.
“A world inside the computer where man has never been before.
Never before now”
El mundo visionario de TRON, está muy presente en el cine de hoy en día, repleto de producciones “ciberpunk” como “La Saga Matrix” y sus derivadas, pero en 1982, el concepto de “realidad virtual” no estaba tan presente en la mente de la gente común, como lo puede estar hoy, donde todo el mundo sabe lo que es un “bit”
Para los amantes de la informática, o para cualquiera que haya estado obsesionado, o enganchado alguna vez, a aquellos videojuegos de principios de los 80, con sus ya primitivos diseños, muy alejados del hiperrealismo actual, sin duda, TRON es una película que los hará sonreír de nostalgia y emoción, o quizás, abrir los ojos asombrados, a los más jóvenes, al pensar que en 1982, cuando tener un ordenador personal propio, era casi una utopía, se realizara una película tan fascinante, simbólica, emocionante; y muy didáctica para los no iniciados.
Quién sabe, quizás algún día, igual que digitalizamos una fotografía, o una película, podamos digitalizar una naranja, o un ser humano, como sucede en TRON, y entonces, los usuarios de Internet que nos conectamos, podamos digitalizar nuestro cuerpo, y penetrar dentro del ordenador, dentro de Internet.
Y quizás, nuestros alter egos en la red, pongamos los nombres de los usuarios que queramos, puedan realizar una carrera de motos, de vida o muerte, contra otros usuarios/programas, contra los alter egos virtuales enemigos que nos hemos creado; o también quizás, tener una bonita amistad con los programas/usuarios que nos son simpáticos.
La imaginación, es la última frontera.

“With the information I can access, I can run things 900 to 1200 times better than any human”



Comentarios

  1. mano, como sucede en TRON, y entonces, los usuarios de Internet que nos conectamos, podamos digitalizar nuestro cuerpo, y penetrar dentro del ordenador, dentro de Internet.
    Y quizás, nuestros alter egos en la red, pongamos los nombres de los usuarios que queramos, puedan realizar una carrera de motos, de vida o coaching-mastery.com/vida-de-san-jeronimo-en-resumen/

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