A Walk In The Clouds

“Talking between men and women never solves anything.
Where we think, they feel.
They are creatures of the heart”

Para todos los vinicultores del mundo, La Vendimia representa el acto más importante del año, por ser el momento en que se recolecta la uva, o sea, la materia prima que se a utiliza para la elaboración de los vinos finos.
Cada año, desde tiempos inmemoriales, cuando las vides están cargadas de racimos de uvas maduras, los productores celebran la conclusión del ciclo de recolección con una ceremonia festiva, llamada:
La Vendimia
El origen de La Vendimia, viene de la Grecia antigua, en donde la cosecha de la uva, era motivo de gran algarabía.
Entonces eran celebradas las fiestas dionisíacas, como un rito de paz y placer para venerar a la deidad de Dioniso, conocido en la cultura latina como “Baco”, al que se le rendía tributo durante 5 días.
Esta gran fiesta, era considerada como una de las más importantes de todo El Imperio.
Desde entonces, esta festiva ceremonia es celebrada, en forma similar, por los productores de vino de todo el mundo.
Contrario a lo que se conoce sobre países vinícolas en el continente americano, México es el país vitivinícola, más antiguo de América, y está dentro de los países productores del mejor vino del continente, sin embargo, como dato curioso, el consumo nacional, se estima, es de tan solo 160 mililitros anuales por habitante.
En México, Las Fiestas de La Vendimia se realizan, formalmente, desde hace más de una década, mezclando la añosa tradición vinicultora, y el colorido folclor nacional.
En Ensenada, Baja California, donde se produce la gran mayoría de los grandes  vinos de México, agosto es el mes en que se celebran Las Fiestas de La Vendimia.
Con una tradición enológica, que se remonta a fines del siglo XVIII, Ensenada es uno de los pocos rincones del país, en donde se puede hablar de una “verdadera cultura del vino”
Para el inicio de la cosecha, La Vendimia se realiza en verano.
Institucionalizada en 1991, por La Asociación de Vitivinicultores de Baja California, La Vendimia difunde la tradición de elaborar vino, con la pisada de la uva, concursos culinarios, catas, conciertos, y festejos propios de cada bodega.
Entre el furor y el ruido de Las Fiestas de La Vendimia, que se celebran cada año en los valles cercanos a Ensenada, emerge un nuevo y promisorio panorama, para los vinos de alta calidad de Baja California; pero también en el estado de Querétaro, se organiza una Fiesta de Vendimia.
Por eso, se invita a familias y amigos, para que vengan a festejar este hecho, para conseguir que tengan siempre, el mejor fruto para conseguir un buen vino.
Todos tienen la oportunidad de pisar la uva, para arrancar la producción del vino.
En general, la producción de vinos mexicanos, y cultivo de viñas en grandes extensiones de tierra, se realiza dentro de los estados de Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro y Zacatecas, la mayor producción se da, principalmente, en Ensenada, en los valles de Guadalupe, San Vicente, Ojos Negros, y Santo Tomás.
Esta zona es privilegiada, por estar situada en la franja norte, por las características del vino, y sus implicaciones climáticas, en un producto de calidad.
Se cultivan viñas, o parras, por lo general, en algunos municipios de los estados de Baja California Sur, Sonora, Durango, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, México, Jalisco, Campeche, y Morelos, que La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) registró en el año 2010, como los cultivos de uva de mesa para consumo interno sin producción vinícola.
Actualmente, el mayor productor de vino en Norteamérica, es California, a causa de los bajos precios, y su calidad de caldos, debido a que se encuentra en franja de la vid, al igual que el norte de México.
Así, con tales datos, no es para menos que la celebración de La Vendimia, se viva con los sentidos, y con el corazón.
Escuchar la pasión con que se habla de un buen vino, oler, y sentir las bondades de la vid y, claro, paladear las mejores reservas.
Se cuenta que en el Valle de Guadalupe, se abre un espacio al romanticismo, ese que nos invita a recorrer los viñedos durante el crepúsculo, a caminar y respirar profundamente, bajo un cielo abierto, al deleite de estar realmente vivos.
“Newlyweds.
What else do they do but make love and war?”
A Walk In The Clouds es una película estadounidense de 1995, del género drama romántico, dirigida por Alfonso Arau.
Protagonizada por Keanu Reeves, Aitana Sánchez-Gijón, Anthony Quinn, Giancarlo Giannini, Angélica Aragón, Evangelina Elizondo, entre otros.
El guion de Robert Mark Kamen, se basa en la película italiana de 1942 “Quattro Passi Fra Le Nuvole” de Piero Tellini, Cesare Zavattini y Vittorio de Benedetti; y que fue un gran éxito del cine italiano, que gozó de un remake en 1956, con el mismo título, protagonizado por Fernandel.
Pero para 1995, se desempolvó el argumento, pero se adaptó a la realidad estadounidense, y se cambió la ubicación italiana, por las tierras californianas, centrando su argumento, en una comunidad mexicana.
Filmada en los bellos escenarios naturales de los plantíos y viñedos del Valle de Napa, y del vecino Valle de Sonoma, en donde en invierno, los valles del norte de California, alcanzan un atractivo especial, pues sus paisajes adquieren una belleza asombrosa, que simplemente hay que ver, y sentir en la piel.
El Valle de Napa, de hecho, es considerado la capital de la producción de vinos en California, y de todo Estados Unidos.
No es extraño ver una fotografía excelente en A Walk In The Clouds; una película que muestra, que las personas tenemos alguien idóneo en nuestras vidas, y que es aquella persona con la que podemos compartir la felicidad, a pesar de las circunstancias.
Los paisajes, las costumbres que allí se reflejan, y la parte romántica de la historia, te dejan un dulce sabor de boca.
A Walk In The Clouds es una película que habla de la moral, de las consecuencias de las mentiras y los engaños, de los sentimientos de reconciliación, del perdón, pero sobre todo, de la constante llamada amor; el amor materno, el paternal, el amor de pareja, el amor por la tierra, y el trabajo, el amor en todas sus características en el ser humano.
A Walk In The Clouds es la historia de Paul Sutton (Keanu Reeves), un ex-combatiente de La Segunda Guerra Mundial, que durante un viaje, probablemente iniciático, de auto descubrimiento; conoce a Victoria Aragón (Aitana Sánchez-Gijón), quien vuelve de la gran ciudad a la hacienda de sus padres, con la desagradable sorpresa de un embarazo.
Paul se ofrece de hacer las veces de marido de Victoria, para aparentar ante la familia de ella y, una vez que se hayan calmado las cosas, ponerse en el papel del irresponsable padre que abandona a su esposa, y seguir con su vida.
Pero las cosas no salen como esperaban, Victoria es nieta del dueño de un viñedo (Anthony Quinn), lo más importante, el amor que siente Paul hacia ella, no le permite abandonarla.
Cuando la pasión entre ellos se enciende de la mágica sensualidad del rito de la cosecha, La Vendimia, se dan cuenta de que están embarcándose en una aventura romántica, al tener que luchar contra todos, para estar juntos.
Toda esta historia, además, se ve enmarcada en la finca de los Aragón, “Las Nubes”, que a lo largo de varios siglos, ha venido subsistiendo gracias a la generosa cosecha anual de los viñedos que pueblan la parcela.
Todo ese argumento, dará pie a una situación algo embarazosa, e introducirá al pobre viajante en un nuevo ambiente, una familia chapada a la antigua, de rancios valores tradicionales, como religioso.
Así también, conoceremos los usos y costumbres de la comunidad mexicana, en California, y los métodos para salvar las viñas de los peligros naturales.
Pero A Walk In The Clouds gira, en cómo tu destino puede cambiar radicalmente de forma inesperada.
Como ese viajante, Paul Sutton, descubre de repente una vida nueva con la que ni siquiera había soñado.
Y es que la historia es especial, y:
¿Qué decir de los viñedos?
La finca “Las Nubes” y ese paisaje arrollador.
A Walk In The Clouds muestra el deseo y el amor como metáfora de un buen vino; y cómo andan paralelas, las ansias de amor con La Vendimia, y por todo ello, A Walk In The Clouds tiene un toque poético.
Ese mensaje, de que el amor está por encima de todos los prejuicios, es recurrente en la pareja principal.
Creo que la virtud de A Walk In The Clouds, es la sencillez que destila, el aura romántica que envuelve al espectador con suavidad y delicadeza.
Y para los amantes del vino, podrán disfrutar de cómo se realiza un vendimia manual, como se celebra la mismísima “Fiesta de La Vendimia”, y de cómo hay que salir a socorrer un viñedo, cuando es atacado por heladas, que ponen en riesgo la producción y la calidad de las uvas.
Todo el reparto están bien, pero sin lugar a dudas, Anthony Quinn está fenomenal, ya que le da un toque de humor.
Claro, que el protagonista es un Keanu Reeves, que nos regala un papel contenido y acertado, alejado de lo vendría a protagonizar con la saga Matrix.
Y ni hablar de su contraparte femenina, Aitana Sánchez-Gijón, que está guapísima, y logra su papel más memorable, en toda su filmografía.
Las escenas de la cosecha, y de La Vendimia, están repletas de magia, en esos momentos, que realmente uno cree, que cualquier cosa es posible, sentimos la fuerza y la pasión de la madre tierra, que corre por las venas de la gente que recoge sus frutos, y la venera con ritos tribales ancestrales, casi tan antiguos, como la humanidad misma.
Podemos experimentar el influjo de esa luna llena, inclusive, que despierta los deseos más profundos, entre un hombre huérfano, en busca de una familia venido de la guerra, con la belleza de la vida; dado que cada escenario, le permitirá transportarse en la imaginación, con la intención de despertar emociones y sentimientos de identificación, precisamente, lo que estaba buscando.
Para mí, la escena más romántica, y porque no, erótica y sensual, es la que hacen de “mariposa” para darle calor a las uvas.
Sin palabras…
La banda sonora, muy poética, corre a cargo del enorme Maurice Jarre.
Jarre construye una melodía agradable y pegadiza, con un tono romántico, que nos evoca rápidamente, a otras de sus obras más conocidas:
“Lawrence Of Arabia” (1962) y “A Passage To India” (1984)
Por otra parte, el director mexicano, Alfonso Arau creó un filme de corte romántico con apuntes étnicos y tradicionalistas de la cultura vinícola de México; cuyos ambientes mexicanos están perfectamente construidos.
Por otra parte vemos, a los mexicanos en los Estados Unidos, un país que les resulta hostil.
La familia Aragón, que se supone, es más antigua que la adhesión de California a EEUU, es muy poco amable con los anteriores pobladores de estas tierras, y eso provoca un cierto rechazo a lo que les es extraño, en este caso, Paul Sutton.
El resentimiento hacia los gringos, Paul, provoca no pocas incomodidades, pero ya se sabe, que todo el mundo recoge aquello que ha ido sembrando.
A Walk In The Clouds es una cinta completamente romántica, que manifiesta las costumbres de una comunidad, donde la familia siempre está reunida, trabajando y en armonía.
Además de narrar la vida de un militante de La Segunda Guerra Mundial, que pronuncia una cara diferente del militar, su psicología le permite al espectador, encontrar la comprensión, y los valores que aparentemente, un hombre no experimenta.
A Walk In The Clouds también narra la vida de los hispanos, la gente que trabaja la tierra, que revive las costumbres y tradiciones, y que se las presenta a un personaje totalmente ajeno para ellos, un personaje, que sólo ha conocido el dolor de la batalla, y que ha vivido en un mundo de hostilidades.
La premisa que permite revivir A Walk In The Clouds, es el apoyo por la vida, una vida que viene en camino, y que se enfrenta al miedo de nacer:
Una mujer embarazada que ha sido abandonada, y que por dentro, experimenta la mayor de las incertidumbres, no obstante, a pesar de las innumerables responsabilidades que enfrentará, se aferra a la vida de su hijo, permitiendo que el amor llene de nuevo el corazón que fue traicionado.
Así, A Walk In The Clouds, es un renacer de entre las cenizas, de un viñedo quemado por el orgullo y el egoísmo, de una generación a otra, que adopta a otras, y que continúa con las tradiciones.

“You must see it through.
Your fate.
What brought you here”



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