The Bone Collector
“Destiny is what we make it”
El cuento de detectives nació en las grandes ciudades, como elemento para exorcizar el demonio del delincuente sin rostro que se oculta en la masa, y se hace efectivo, al encontrar un método analítico deductivo, y veremos que eso, se va a modificar con el cuento policial negro, para resolver el crimen creciente, que agrupa las narraciones breves de hechos ficticios o reales, relacionados directamente con criminales, y con la justicia, generalmente, teniendo como tema principal, la resolución de un misterio, la persecución de un delincuente, o temáticas similares.
El cuento puede ser “blanco” o “negro”:
“Blanco” cuando el policía sea el que se encarga de su trabajo, y de la investigación detectivesca y policial;
“Negro” cuando el detective o el policía, se mete en el bando contrario, para poder atrapar al criminal.
El cuento policial, por tanto, es un cuento de crimen, misterio, y persecución.
Algunas partes de un cuento policiaco pueden ser:
El planteo de un enigma a resolver, a partir de un dilema, y es el cual donde se desarrolla una historia.
Una narración del proceso de investigación, el cual permite aclarar el interrogante planteado al comienzo.
La resolución del enigma, el cual se logra mediante:
Un examen y observación de los hechos materiales y psicológicos, sobre los que se sacan conclusiones.
El razonamiento a partir de posibles hipótesis, sea el investigador, donde muchas veces, no necesita observar el escenario del crimen.
También posee elementos caracterizadores:
Los personajes:
Se presentan en una perspectiva antitética:
El policía, el detective, el inspector; el asesino y el espía, o sea los buenos y los malos.
Por lo general son tipos seductores, tienen caracteres bien definidos, y no evolucionan a lo largo del relato.
La estructura:
Habitualmente es un relato que se hace al revés de la narrativa tradicional.
Al comienzo, se presenta el enigma que debe ser resuelto al final.
El tiempo para aclarar el misterio, procede en 2 sentidos:
Mientras avanza la investigación, hacia futuro, se revela el enigma, del pasado.
Pero hay que tener en cuenta, que a este relato precede una etapa previa de organización:
Cuando el escritor imagina o fragua esa historia, sigue un orden cronológico o lineal, llámese: comienzo, desarrollo y desenlace.
Al escribirla, invierte los resultados, y los presenta al comienzo.
El ambiente:
Es cotidiano, familiar al lector.
En los primeros relatos, el crimen ocurría en espacios interiores, en cuartos cerrados.
En la actualidad, la violencia se desata en las calles, ante la sorpresa, o indiferencia de los posibles testigos.
La trama:
La acción brinda el mayor suspenso.
Deja siempre un hilo o eslabón por resolver.
Con rigor deductivo, el investigador y el lector, desentrañan el enigma al reunir esos hilos en el desenlace.
Al principio, se proponen varias soluciones fáciles, a primera vista tentadoras, que sin embargo resultan falsas.
Hay una solución inesperada, a la cual, sólo se llega al final.
Para la solución del enigma, se desecha todo elemento sobrenatural o inexplicable.
En fin, es un relato hecho, para que el lector participe en desentrañar el misterio, e ingresar en el mismo, como un investigador más.
Así, el relato policíaco es aquel que, por medio de la deducción lógica, identifica al autor de un delito, y revela sus móviles.
El cuento policial, tiene generalmente la extensión de un cuento, aunque claro está, hay también cuentos policiales muy breves, o mini-cuentos policiales.
Por otra parte, los “thrillers” de intriga, con el epicentro en un asesino en serie que juega con la policía, hay bastantes dentro de la filmografía mundial y, en especial, en la filmografía hollywoodense.
El cine policíaco, es un género fílmico que se entiende, inició con “Histoire d'un crime” de Ferdinand Zecca, en 1901.
El argumento tiene generalmente una estructura sencilla, con introducción, desarrollo y desenlace.
Usualmente, al comienzo, se ofrece al espectador los antecedentes de un grave crimen, acabando esta parte, cuando efectivamente se comete dicho acto criminal, y se arma el suspenso.
El nudo de la historia, pasa a ser la dura lucha de los estamentos policiales, normalmente a cargo de un duro y experimentado policía, contra quienes cometieron el delito.
Finaliza tradicionalmente, con la detención, o también muy frecuentemente, con la muerte de quien violó la ley.
Este género, está íntimamente ligado por tema, y muchas veces estética, con el cine negro y el cine de gánsteres.
“I gave you so many clues and you failed... you fucking failed”
The Bone Collector es una película de suspense policial, del año 1999, dirigida por Phillipe Noyce.
Protagonizada por Denzel Washington, Angelina Jolie, Queen Latifah, Michael Rooker, Mike McGlone, Luis Guzmán, Leland Orser, Ed O'Neill, entre otros.
Los exteriores se realizaron en la ciudad de Nueva York, mientras que las escenas interiores, se realizaron en Montreal, Canadá.
The Bone Collector se basa en la novela de Jeffrey Deaver, en relación con el tetrapléjico detective Lincoln Rhyme.
The Bone Collector fue el primer libro de la “Lincoln Rhyme Series” siendo “The Coffin Dancer” el siguiente libro de la serie.
La trama es sencilla.
Un asesino anda suelto por las calles de Manhattan.
Un diabólico psicópata, deja una serie de mensajes escondidos en la escena de sus brutales crímenes.
Unas pistas que sólo una mente privilegiada puede interpretar.
Ahora, cuando la ciudad tiembla asustada, un experto detective tetrapléjico tras un accidente, Lincoln Rhyme (Denzel Washington), se ha encargado del caso.
Con la ayuda de una policía novata, Amelia Donaghy, (Angelina Jolie), deberá evitar que el asesino vuelva a actuar, antes de que sea demasiado tarde.
A partir de ese momento, Amelia se convertirá en sus ojos, brazos, y piernas, para conseguir atrapar al peligroso psicópata.
The Bone Collector no aporta nada nuevo, a la traída y llevada historia, de la pareja de policías detrás de un caso difícil, aunque uno de ellos esté inmóvil en una cama.
Los hechos, las pistas, y todo lo que lleva el desarrollo de la trama, se deja ver como lo que es, una satisfactoria película de intriga policial, bien rodada y ejecutada, sin mucho más que ofrecer.
La protagonista femenina es Angelina Jolie, una actriz que en su papel, ha de combinar momentos muy físicos, con otros más intimistas y psicológicos.
Junto a ella, Denzel Washington, el policía inválido, al que tendrá que ayudar la novata investigadora.
Como dato, Washington preparó su papel, con ayuda de Christopher Reeve, que le puso al tanto de lo que significaba la realidad diaria de un tetrapléjico.
Rhyme es una persona, cuya mente es tan avispada, que agudiza aún más su difícil situación, aposentado de por vida en una cama, y rodeado de maquinaria médica.
Pese a su lastimoso estado, lo cierto es que, en principio, no se nos hace nada simpático, porque es engreído, dictatorial, y egocéntrico.
En cierto modo, ambos personajes, Washington/Jolie, son una especie de simbionte:
La chica es ruda, pero necesita un cerebro masculino para resolver el crimen, no digan que soy sexista, The Bone Collector venía así; y el cerebro masculino, carece de un cuerpo que lo lleve a la escena del crimen, así es que Rhyme usa el de Amelia en su reemplazo, así puesto suena morboso, por la magia de la telefonía celular mediante.
El hecho de contar The Bone Collector, con Denzel Washington y Angelina Jolie, podría ser un buen reclamo, pero ni siquiera hay química entre ellos.
Es más interesante, ir descubriendo la trama, conforme se descubren las pistas, que ver a la pareja protagonista debatir acerca del caso y, lo que es peor, de sus vidas personales.
¿Por qué eligen a Leland Orser en el personaje de Richard Thompson?
Es el típico truco, de que sea uno de los personajes que conocen al protagonista, pero que al mismo tiempo, aparece poco en escena…
Bueno, podría funcionar, si no fuera porque este tipo, es técnico, y no taxista como nos hacen creer, a lo largo de toda la trama.
En definitiva, The Bone Collector cumple con aquello de:
“El asesino es quien menos se lo espera”
Porque se han pasado todo el metraje, escamoteando cualquier pista que nos lleve siquiera, a sospechar quién es el asesino.
Reconozco, que tampoco me convenció mucho el cambio anímico que experimenta Lincoln Rhyme, de querer morirse a mostrarse activo y animado, en la resolución del caso.
Y es que The Bone Collector no aporta nada a un género tan trillado, y con claros síntomas de agotamiento, como el thriller comercial, y psicopático policial, aunque logra entretener.
En The Bone Collector, se acusan influencias directas de la inolvidable “Se7en” (1995), y otras de género similar, y le añaden más informática y técnicas actuales, para buscar mayor complicidad e interés en el espectador.
The Bone Collector es una buena película, ya que nos demuestra que los límites físicos, pueden ser vencidos, cuando hay contención e inteligencia mancomunada.
“It's everyone's worst nightmare; you get into a cab and there's some psycho from Jersey behind the Wheel”
La vieja estructura del gato y el ratón, se utilizan en The Bone Collector de forma de un súper detective parapléjico, que se ayuda remotamente, con una policía que funciona como sus ojos y oídos en las escenas de los crímenes cometidos por un asesino, extremadamente sádico.
También, aparece el resto de los gastados giros del género:
La pareja dispareja, que al principio se odia, y luego se aprecia; los jefes ineptos; el asesino brillante que deja pistas tan oscuras, etc.
Por las razones que sean, el nuevo “gran icono criminal de la cultura occidental de fin de siglo” es el asesino serial, aunque el fenómeno mismo es tan antiguo, como la humanidad misma.
Tal vez, lo que lo hace tan fascinante, es que en nuestra reprimida sociedad, es la mezcla inherente de muerte y sexualidad, aunque en ocasiones torcida, aunado a la emoción vicaria y catártica, de ver a alguien, dejarse guiar y actuar sobre sus instintos más bajos.
De una forma u otra, el asesino serial es el nuevo “personaje fantástico para asustar” a la conciencia colectiva, y lo confirmamos, en el abundante cine de este género, seguro reflejo de dicha conciencia.
“Some people win... some people lose... the game is over”
El cuento de detectives nació en las grandes ciudades, como elemento para exorcizar el demonio del delincuente sin rostro que se oculta en la masa, y se hace efectivo, al encontrar un método analítico deductivo, y veremos que eso, se va a modificar con el cuento policial negro, para resolver el crimen creciente, que agrupa las narraciones breves de hechos ficticios o reales, relacionados directamente con criminales, y con la justicia, generalmente, teniendo como tema principal, la resolución de un misterio, la persecución de un delincuente, o temáticas similares.
El cuento puede ser “blanco” o “negro”:
“Blanco” cuando el policía sea el que se encarga de su trabajo, y de la investigación detectivesca y policial;
“Negro” cuando el detective o el policía, se mete en el bando contrario, para poder atrapar al criminal.
El cuento policial, por tanto, es un cuento de crimen, misterio, y persecución.
Algunas partes de un cuento policiaco pueden ser:
El planteo de un enigma a resolver, a partir de un dilema, y es el cual donde se desarrolla una historia.
Una narración del proceso de investigación, el cual permite aclarar el interrogante planteado al comienzo.
La resolución del enigma, el cual se logra mediante:
Un examen y observación de los hechos materiales y psicológicos, sobre los que se sacan conclusiones.
El razonamiento a partir de posibles hipótesis, sea el investigador, donde muchas veces, no necesita observar el escenario del crimen.
También posee elementos caracterizadores:
Los personajes:
Se presentan en una perspectiva antitética:
El policía, el detective, el inspector; el asesino y el espía, o sea los buenos y los malos.
Por lo general son tipos seductores, tienen caracteres bien definidos, y no evolucionan a lo largo del relato.
La estructura:
Habitualmente es un relato que se hace al revés de la narrativa tradicional.
Al comienzo, se presenta el enigma que debe ser resuelto al final.
El tiempo para aclarar el misterio, procede en 2 sentidos:
Mientras avanza la investigación, hacia futuro, se revela el enigma, del pasado.
Pero hay que tener en cuenta, que a este relato precede una etapa previa de organización:
Cuando el escritor imagina o fragua esa historia, sigue un orden cronológico o lineal, llámese: comienzo, desarrollo y desenlace.
Al escribirla, invierte los resultados, y los presenta al comienzo.
El ambiente:
Es cotidiano, familiar al lector.
En los primeros relatos, el crimen ocurría en espacios interiores, en cuartos cerrados.
En la actualidad, la violencia se desata en las calles, ante la sorpresa, o indiferencia de los posibles testigos.
La trama:
La acción brinda el mayor suspenso.
Deja siempre un hilo o eslabón por resolver.
Con rigor deductivo, el investigador y el lector, desentrañan el enigma al reunir esos hilos en el desenlace.
Al principio, se proponen varias soluciones fáciles, a primera vista tentadoras, que sin embargo resultan falsas.
Hay una solución inesperada, a la cual, sólo se llega al final.
Para la solución del enigma, se desecha todo elemento sobrenatural o inexplicable.
En fin, es un relato hecho, para que el lector participe en desentrañar el misterio, e ingresar en el mismo, como un investigador más.
Así, el relato policíaco es aquel que, por medio de la deducción lógica, identifica al autor de un delito, y revela sus móviles.
El cuento policial, tiene generalmente la extensión de un cuento, aunque claro está, hay también cuentos policiales muy breves, o mini-cuentos policiales.
Por otra parte, los “thrillers” de intriga, con el epicentro en un asesino en serie que juega con la policía, hay bastantes dentro de la filmografía mundial y, en especial, en la filmografía hollywoodense.
El cine policíaco, es un género fílmico que se entiende, inició con “Histoire d'un crime” de Ferdinand Zecca, en 1901.
El argumento tiene generalmente una estructura sencilla, con introducción, desarrollo y desenlace.
Usualmente, al comienzo, se ofrece al espectador los antecedentes de un grave crimen, acabando esta parte, cuando efectivamente se comete dicho acto criminal, y se arma el suspenso.
El nudo de la historia, pasa a ser la dura lucha de los estamentos policiales, normalmente a cargo de un duro y experimentado policía, contra quienes cometieron el delito.
Finaliza tradicionalmente, con la detención, o también muy frecuentemente, con la muerte de quien violó la ley.
Este género, está íntimamente ligado por tema, y muchas veces estética, con el cine negro y el cine de gánsteres.
“I gave you so many clues and you failed... you fucking failed”
The Bone Collector es una película de suspense policial, del año 1999, dirigida por Phillipe Noyce.
Protagonizada por Denzel Washington, Angelina Jolie, Queen Latifah, Michael Rooker, Mike McGlone, Luis Guzmán, Leland Orser, Ed O'Neill, entre otros.
Los exteriores se realizaron en la ciudad de Nueva York, mientras que las escenas interiores, se realizaron en Montreal, Canadá.
The Bone Collector se basa en la novela de Jeffrey Deaver, en relación con el tetrapléjico detective Lincoln Rhyme.
The Bone Collector fue el primer libro de la “Lincoln Rhyme Series” siendo “The Coffin Dancer” el siguiente libro de la serie.
La trama es sencilla.
Un asesino anda suelto por las calles de Manhattan.
Un diabólico psicópata, deja una serie de mensajes escondidos en la escena de sus brutales crímenes.
Unas pistas que sólo una mente privilegiada puede interpretar.
Ahora, cuando la ciudad tiembla asustada, un experto detective tetrapléjico tras un accidente, Lincoln Rhyme (Denzel Washington), se ha encargado del caso.
Con la ayuda de una policía novata, Amelia Donaghy, (Angelina Jolie), deberá evitar que el asesino vuelva a actuar, antes de que sea demasiado tarde.
A partir de ese momento, Amelia se convertirá en sus ojos, brazos, y piernas, para conseguir atrapar al peligroso psicópata.
The Bone Collector no aporta nada nuevo, a la traída y llevada historia, de la pareja de policías detrás de un caso difícil, aunque uno de ellos esté inmóvil en una cama.
Los hechos, las pistas, y todo lo que lleva el desarrollo de la trama, se deja ver como lo que es, una satisfactoria película de intriga policial, bien rodada y ejecutada, sin mucho más que ofrecer.
La protagonista femenina es Angelina Jolie, una actriz que en su papel, ha de combinar momentos muy físicos, con otros más intimistas y psicológicos.
Junto a ella, Denzel Washington, el policía inválido, al que tendrá que ayudar la novata investigadora.
Como dato, Washington preparó su papel, con ayuda de Christopher Reeve, que le puso al tanto de lo que significaba la realidad diaria de un tetrapléjico.
Rhyme es una persona, cuya mente es tan avispada, que agudiza aún más su difícil situación, aposentado de por vida en una cama, y rodeado de maquinaria médica.
Pese a su lastimoso estado, lo cierto es que, en principio, no se nos hace nada simpático, porque es engreído, dictatorial, y egocéntrico.
En cierto modo, ambos personajes, Washington/Jolie, son una especie de simbionte:
La chica es ruda, pero necesita un cerebro masculino para resolver el crimen, no digan que soy sexista, The Bone Collector venía así; y el cerebro masculino, carece de un cuerpo que lo lleve a la escena del crimen, así es que Rhyme usa el de Amelia en su reemplazo, así puesto suena morboso, por la magia de la telefonía celular mediante.
El hecho de contar The Bone Collector, con Denzel Washington y Angelina Jolie, podría ser un buen reclamo, pero ni siquiera hay química entre ellos.
Es más interesante, ir descubriendo la trama, conforme se descubren las pistas, que ver a la pareja protagonista debatir acerca del caso y, lo que es peor, de sus vidas personales.
¿Por qué eligen a Leland Orser en el personaje de Richard Thompson?
Es el típico truco, de que sea uno de los personajes que conocen al protagonista, pero que al mismo tiempo, aparece poco en escena…
Bueno, podría funcionar, si no fuera porque este tipo, es técnico, y no taxista como nos hacen creer, a lo largo de toda la trama.
En definitiva, The Bone Collector cumple con aquello de:
“El asesino es quien menos se lo espera”
Porque se han pasado todo el metraje, escamoteando cualquier pista que nos lleve siquiera, a sospechar quién es el asesino.
Reconozco, que tampoco me convenció mucho el cambio anímico que experimenta Lincoln Rhyme, de querer morirse a mostrarse activo y animado, en la resolución del caso.
Y es que The Bone Collector no aporta nada a un género tan trillado, y con claros síntomas de agotamiento, como el thriller comercial, y psicopático policial, aunque logra entretener.
En The Bone Collector, se acusan influencias directas de la inolvidable “Se7en” (1995), y otras de género similar, y le añaden más informática y técnicas actuales, para buscar mayor complicidad e interés en el espectador.
The Bone Collector es una buena película, ya que nos demuestra que los límites físicos, pueden ser vencidos, cuando hay contención e inteligencia mancomunada.
“It's everyone's worst nightmare; you get into a cab and there's some psycho from Jersey behind the Wheel”
La vieja estructura del gato y el ratón, se utilizan en The Bone Collector de forma de un súper detective parapléjico, que se ayuda remotamente, con una policía que funciona como sus ojos y oídos en las escenas de los crímenes cometidos por un asesino, extremadamente sádico.
También, aparece el resto de los gastados giros del género:
La pareja dispareja, que al principio se odia, y luego se aprecia; los jefes ineptos; el asesino brillante que deja pistas tan oscuras, etc.
Por las razones que sean, el nuevo “gran icono criminal de la cultura occidental de fin de siglo” es el asesino serial, aunque el fenómeno mismo es tan antiguo, como la humanidad misma.
Tal vez, lo que lo hace tan fascinante, es que en nuestra reprimida sociedad, es la mezcla inherente de muerte y sexualidad, aunque en ocasiones torcida, aunado a la emoción vicaria y catártica, de ver a alguien, dejarse guiar y actuar sobre sus instintos más bajos.
De una forma u otra, el asesino serial es el nuevo “personaje fantástico para asustar” a la conciencia colectiva, y lo confirmamos, en el abundante cine de este género, seguro reflejo de dicha conciencia.
“Some people win... some people lose... the game is over”
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